Unos meses después...
Elena descansaba en una tumbona leyendo un libro y disfrutando del radiante sol de Miami. Hacia una calor espantosa y decidió meterse en la piscina para darse un chapuzon. Cuando ya salia, cogió la toalla de la tumbona y mientras se secaba se quedó embobada en las vistas que le proporciona la mansión en la que residía hace apenas una semana. Damon y ella habían estado de aquí para allá recorriendo toda la parte de sur de Estados Unidos para captar adeptos a su causa y porque no también poder deleitarse un poco de los placeres que da la vida. Elena nunca había salido de Mistic Falls y estaba encantada de conocer sitios diferentes. Los lujos a lo que la ``sometía´´ Damon eran un plus que no podía evitar aceptar.
- Perdone señorita.- el mayordomo la saca de su estado.
- Si?.-
- Tiene una llamada.-
- De quien?.-
El hombre le ofrece el móvil sin mediar mas palabra.
- Diga?.-
- Hola novia.. .- le dicen al otro lado y su sonrisa no se hace esperar.
- Hola novio.- responde de lo mas tonta.- Como te va? Y cuando vuelves?.-
Damon guarda silencio por un instante. Se había ido hará unos cuatro días para reunirse con los vampiros mas importantes de la comarca y no quiso que Elena lo acompañase mas bien para no exponerla a ningún peligro.
- Aun no sé, pero espero estar lo mas pronto posible allí contigo.-
- Sé que lo que estas haciendo allí es muy importante, pero te echo de menos.- se gira para que el mayordomo no la escuche.- Tengo necesidades, sabes?.- entona sugerente.
- Ufff, Elena no me digas eso...- le ruega resoplando.- Ya sabes que no puedo negarme a nada de lo que me pides.-
- Pues entonces lo digo de nuevo.- como siempre llevándole la contraria.- Te necesito, aquí y ahora.-
De repente siente como una mano la toca por atrás y se gira pensando en que es el mayordomo, pero lo que se encuentra es aun mejor de lo que cabía esperar.
- Ahhhhh!.- grita como una loca y se lanza a los brazos de Damon que había aparecido de la nada a su espalda.- Pero si ya estabas aqui maldito. Por qué me haces sufrir?.-
- Ya te he dicho que no puedo negarte nada. Tu pides, yo obedezco. Es lo que acordamos como castigo por...- no termina con lo que quería decir y arruga el rostro como si hubiese metido la pata.
- Borrarme la memoria?. Borrar de que ya nos conocíamos?. Borrar de que ya estaba enamorada de ti cuando te conocí por segunda vez?.- dicta una por una con un tono sarcástico todas las putadas que le ha hecho.
- Vale. También acordamos que no se volvería a tocar el tema.- le recuerda.
- Eres tú el que lo ha hecho.- levanta las manos como quitándose las culpas de encima.
El vampiro emite un gruñido disconforme y luego sonríe negando con la cabeza. Elena lo tiene totalmente a su merced y lo peor es que le encanta. Si no fuese tan peleona no la querría tanto como la quiere.
- Estás tan guapa como siempre.- solo le sale decirle mientras se miran como dos tontos enamorados.
- Y...? Alguna novedad?.-
- Gracias Josh. Puedes irte...- despide al pobre mayordomo que se había tragado la escena de los arrumacos algo avergonzado.- Pues creo que bien. A ver, de un principio se lo tomaron a risa.- especifica.
- Por qué?.-
- Bueno, soy Damon Salvatore. Supuestamente odio a los humanos y era el primero que estaba en contra de daros algún derecho en esta zona. Fue idea de mi padre trataros más como mascotas.-
- Vale, pero les habrás dicho que ya no eres ese tío, no?.-
- Si, pero aun recelan un poco con la idea. Tampoco me han dicho que no. Se lo están pensando y nosotros tendremos que tener paciencia.-
- Esta bien...- chista desilusionada. En casi todos los sitios en los que han estado han obtenido la misma respuesta y esperaba que aquí cambiaran algo más las cosas.
- Ven aquí anda.- tira de ella para estrecharla entre sus brazos y plantarle un ansiado beso.- Mmmmm.- se relame los labios.- Te echaba de menos.-
- Yo también. Las noches no son lo mismo sin ti.- ella lo recibe con las mismas ganas o incluso más. Estos cuatro días sin verlo han sido una tortura y se le estaban haciendo ya eternos, por lo que no puede evitar que su cintura hable por ella y la pegue contra la de él.
- Pues entonces no perdamos más tiempo.- se balancean provocando mas contacto entre ellos.
Estaban los dos que echaban chispas, pero antes de que Damon hiciese el amago de ir a por su boca, esta lo detiene poniéndole la palma de su mano para no empezar algo que no podrán terminar.
- Nada me gustaría más, créeme. Pero...- entona con lamento.- Están a punto de llegar.-
- Eh?. Quienes?.- Damon se extraña porque él no ha invitado a nadie.
- No sabia cuando ibas a venir y aquí me aburro mucho...- arruga el rostro un poco arrepentida. Si hubiese sabido que vendría Damon jamás las habría llamado.
- No jodas.- el vampiro lo intuye y ya se teme lo peor.
POV Damon
Me voy cuatro días y mi Elenita me monta un pijama party con las amigas. Está en todo su derecho, he sido yo quien la ha dejado sola, pero sinceramente no me apetecía pasar estos días que nos quedan en Miami con siete mujeres. Todas de mi propiedad, obediente las que más, pero mujeres al fin y al cabo. De seguro me van a poner la cabeza como un bombo y controlarlas será una ardua tarea.
- Hola Rose.- saludo amablemente cuando una furgoneta las deja a la entrada de la mansión.
Elena y yo habiamos salido a recibirlas. Hasta hace un momento he pasado de estar como una moto por el reencuentro con mi novia a esto. Que bajón...
- Hola Damon.- nos damos cordialmente la mano.- Elena cabrona, estas negra!.- con ella fue mas efusiva y entre mezcló un golpe amistoso con un estrecho abrazo.
Tras Rose llegó toda la comitiva y me aparté para que fueran a por Elena. Yo preferí centrarme en el conductor de la furgoneta que estaba aparcando.
- Que hay tío?.- choco mis puños con Enzo cuando se baja.
- Bien.- no lo dice con mucho convencimiento mientras abre el maletero para bajar las maletas.- Tio, maldigo la hora en la que Elena las llamó para invitarlas a venir hasta aquí. El viaje ha sido horrible. No paran de hablar y hablar...- expira cansado.- ... y las venas de sus cuellos retumban en mis oídos.-
Me hace gracia su desesperación y sé lo que le hace falta para apartar esos pensamientos de su cabeza.
- Necesitas sangre. Vamos para dentro y te ofrezco un trago. Yo también la voy a necesitar.-
Dejamos a las chicas con sus exagerados gritos al saludarse y nos vamos los dos para el salón de la mansión. Tenia que hablar con el en privado y que me informara de lo ultimo acontecido en el muro. Casi nada sabemos desde que ya hace unos meses Miranda y las otras lo atravesaron, salvo una carta que pudo enviarme mi suegrita, pero luego nada más. Y precisamente por lo que pone en esa carta no he podido darle a Elena ninguna noticia, porque antes necesito saber si hay alguna novedad.
- Menuda choza!.- silva al ver las vistas que había en frente de la bahía.
- Si, es muy bonita...- voy flechazo a servirle su sangre. Tal vez así se centra en el tema que quiero tratar.- Sabes algo de la zona viva?.-
- Elijah está en eso. Por ahora solo tenemos la carta que nos mandó Miranda.-
- Pero eso es de hace un mes.-
- Lo sé Damon, pero no podemos hacer más. El muro está muy custodiado en la otra parte ahora mismo y si no queremos empezar una guerra es mejor que no nos acerquemos.-
Lleva nada de tiempo y ya entiende mejor las reglas que yo. No puedo discutirle eso y tomo del vaso que le iba a servir por los nervios. Maldita sea, nada me está saliendo bien.
- Y hay alguna novedad con mi padre o mi hermano?.- otro problema más.
- Pues que continúan muy tranquilitos en Italia.- Enzo al final se tiene que servir el mismo si quiere comer algo.- Aun crees que Stefan quiere venganza?.-
- Le clavé un daga. Claro que querrá venganza.- como si no conociese a mi hermanito.
- Tu crees después de tanto tiempo?.-
- A los vampiro nos sobra el tiempo, por lo que la venganza puede ser lenta y muy bien pensada. Eso es lo que me inquieta.- le trasmito mis dudas.
Es verdad que desde que le saqué la daga estuve esperando alguna represaría por su parte, pero no pasó nada. En cambio para mi sorpresa prefirió irse con nuestro padre a Italia y no lo veo desde entonces. Tal vez lo hizo para no matarme?.
- Hablando de vampiros...Como va lo de reclutar gente?. Vas convenciendo alguno?- me pregunta Enzo mientras saborea la sangre que se acaba de tragar de su vaso.
Dios, no tengo descanso con tantos frente abiertos...
- Pues...- resoplo dando ya señales de la cosa no pinta bien.- En la poca gente que confió cuando se lo comento se creen que estoy de broma y no los culpo. Ellos piensan igual que solía pensar yo antes. Los humanos solo están para servirnos.-
- Acoso no piensan en evolucionar como lo has hecho tú?.-
- Ellos no tienen la humanidad encendida. Y dudo mucho que la mejor idea sea ir encendiéndola uno por uno. El tiempo nos sobra a nosotros, no a Elena.- le recuerdo.
- Conviértela sí ese es el miedo que tienes ...- propone como si fuese algo de lo mas normal.- Así tendréis todo el tiempo del mundo para cambiar todo esto. No pondrán impedimentos si los dos sois vampiros.-
Enzo no ayuda y me da más cosas en las que pensar. Al parecer todos los caminos llegaban a esa conclusión, pero soy el único que se resiste aceptarla.
POV Elena
No niego que me encantaría estar con mi novio en la cama demostrándole lo mucho que lo echado de menos estos días, pero me alegra un montón que estas locas estén por aquí. Me las llevo a sus respectivas habitaciones ya que la mansión era inmensa y les tocaría a cada una un cuarto. Las pobres estaban alucinadas, porque nunca habían salido de las Ruinas y en la casa donde viven carecen de ese tipo de privilegios. El griterío por supuesto no se hizo esperar...
- Te queremos Elena!.- decían mientras comparaban los habitaciones de cada una.
- No hacia falta.- Rose me dice casi en un regaño.- Esto es demasiado para nosotras y el señor Salvatore...-
- El señor Salvatore está ahora bajo mis ordenes.- comento orgullosa.- Además, ha sido idea suya.- tampoco voy a restarle méritos a mi amorcito..- Por supuesto aun queda la mejor...- digo frente a las puertas de la que le toca a ella.- Para ti he reservado esta.- tiro de las puertas para que vea donde va a dormir.
La luminosidad del lugar nos ciega de un principio, pero luego las vistas de la bahía de fondo y la cama en el centro mirando hacia ese maravilloso paisaje mostraron lo que es este sito. El rostro de mi amiga detona una gran emoción.
- Comooo!?.- entra fascinada mirándolo todo. No se ha visto en otra.- Madre mía...Aquí me voy a quedar yo?.-
- Si no te gusta podemos preparar otra.-
- Estas de broma?. Me la quedo!.- la modestia ya la había dejado a un lado.- Si está habitación es la mía no me imagino como puede ser la vuestra..- me saca una sonrisa con su comentario.
- Ya te la enseñaré. Ahora a prepararse!.- dispongo rápidamente y así cambio de tema.- Esta noche salimoooos...- me marco un bailecito y Rose se anima acompañarme.
- Gracias Elena.- termina por abrazarme.- No solo por el viaje o todo esto...- señala la habitación.- Si no por quedarte aquí. Gracias a ti están cambiando las cosas para los humanos.-
Por un instante me llena de orgullo, pero luego me pongo a pensar en lo que nos queda por avanzar. Sí, hemos dado la vuelta a medio mundo para convencerlos de que una mezcla de especies no está tan mal vista y que el amor también tiene cabida en los vampiros, pero por ahora no hemos conseguido nada.
Dejo a Rose para acomode sus cosas y sobre todo para que se vaya arreglando para esta noche. Aunque queda tarde por delante y tiempo para hacerlo, es la única manera que tengo de entretenerlas a todas por lo menos un par de horitas. Vale, lo reconozco. Quiero quitarme a mis amigas del medio para ir a por mi novio. Pero es que estoy que me subo por las paredes y supongo que nadie lo tomara en cuenta porque tampoco es tan difícil de entender, no?.
Tiro a paso ligero para mi habitación esperanzada en que Damon ya esté dentro esperándome y cuando abro la puerta compruebo para mi disgusto que no, qué la cama está hecha y él no se encuentra por ningún lado. Seguirá aun abajo con Enzo?. Gracias a Dios que un vocerío proveniente del baño hizo que me detuviese antes de salir del cuarto y voy hasta allí para asomarme. Pillo a Damon cantando a todo pulmón y completamente desnudo introduciéndose en la ducha. No se percata de mi presencia al estar de espaldas y yo prefiero guardar silencio y observarlo. Me encanta verlo así de feliz, porque definitivamente su felicidad es la mía y, porque no reconocerlo también, esas vistas de su culo respingón son superiores a mi. Me quedaría horas y horas admirando ese trasero esculpidos por los mismísimos dioses de verdad.
- Vas a quedarte todo el día ahí mirando o te vas a meter aquí conmigo?.- si que se da cuenta de mi presencia y se gira mostrando su imponente...ahm...como llamarlo suavemente...erección?..
- Pues...- me hago la interesante por un momento hasta que llevo mis manos al borde de mi camisa y me la saco por arriba.- Hazme un sitio.-
Conforme me aproximo voy quitándome toda la ropa hasta quedarme totalmente expuesta frente a él y doy el ultimo paso agarradome de sus manos con las que me ofrece su ayuda para meterme en la bañera. El agua rápidamente me salpica y ya me baña del todo cuando Damon me estrecha entre sus brazos para tomar posesión de mi boca.
- Ohhh, no te imaginas Elena lo horroroso que ha sido estos días sin tenerte a mi lado.- susurra cerquita de mis labios y sin despegar nuestras frentes.- No he dejado de pensar en ti y en lo que te necesito.-
- Ahm... Te creo...- instintivamente mis ojos echan un vistazo hacia abajo y sonrío divertida.
Damon se ríe por mi comentario y lo acompaña dando por ultimo un suspiro. Ese suspiro que sueltas cuando la dicha es plena y ya no sabes como expresar todo el amor que sientes.
- Voy hacerte el amor Elena.- o sí... ya avisa de ante mano que lo que toca ahora es dedicación y adoración a nuestros cuerpos.- Voy amar cada centímetro de ti...- rozamos nuestras entrepiernas..- ... con lo que me pidas. La lengua, mis manos, mi...-
Le pongo el dedo en la boca para que calle de una vez y haga lo que quiera conmigo. Con la lengua, con las manos y con lo que él quiera. No voy a oponerme porque sencillamente lo que deseo es que me haga suya y que podamos olvidarnos por un rato del mundo.
POV Damon
El tiempo pasó volando y tuvimos que cortar la excitante ducha para salir y empezar a prepararnos para salir esta noche. Lavándonos los dientes nos miramos en el espejo y empezamos a reírnos tontamente de algo que habíamos hecho hace escasamente unos minutos. Ella escupe y se limpia primero la boca para luego darme con la toalla que se quita. Para mi mejor, otra vez la tengo desnuda frente a mi. Por cierto, yo sigo con el cepillo entre los dientes y no puedo hablar, pero creo que con que se me caiga la baba de pasta de dientes por la barbilla lo digo todo.
- Enjuágate ya. Vamos a llegar tarde y aun no estamos vestidos.-
Me apresuro en escupir y soltar el cepillo para contestarle.
- Y eso es un problema?.- involuntariamente mis ojos viajan a sus tetas.
Achina la mirada y niega con la cabeza.
- Eres un pervertido.- me golpea en el brazo.
- Oh, sí. Yo soy el pervertido.- la tomo por la cintura hasta pegarla a mi.- Y que hay de lo que me acabas de hacer en la ducha, eh?.-
Acaba riéndose a carcajadas para terminar por regalarme un tierno beso.
- En serio, tenemos que irnos.- repite cuando nos separamos.
- Pfff, está bien.- digo con fastidio.
No tardamos mucho más en prepararnos y bajar para reunirnos con las chicas en la entrada. Hacia un rato que nos esperaban, pero ninguno se quejó por el retraso. Todas muy bien arregladas, fueron montándose ordenadamente en la furgoneta que conduciría Enzo para el restaurante donde había reservado mesa para cenar. Como también tenia zona de copas, pasaríamos allí toda la noche hasta que las chicas aguantasen. Elena y yo por nuestra parte nos fuimos en mi coche para no llamar la atención entre los vampiros que nos encontraremos allí. Una cosa es que me vean con una humana del brazo y otra es con un séquito entero. A ver...soy Damon Salvatore, el líder de los vampiros americanos y nadie puede prohibirme nada, pero eso no quiere que pueda impedir que hablen y le llegue el chisme a Guiseppe. No, no puedo permitírmelo...
- Buenas noches Señor Salvatore.- me saluda el mesero al entrar por la puerta del restaurante.- Su mesa ya está lista y su amigo está esperando en la puerta de atrás con las mujeres.-
- Vale. Cerciórate de que nadie los vea.- le suelto con sigilo un billete.
- Tranquilo. Les tengo preparado la zona mas privada del recinto.-
Nos guía hacia el reservado pasando por delante de todas las mesas y la gente se nos queda mirando a nuestro paso. Mas bien a Elena, ya que se dan rápidamente cuenta de que es una humana y no paran de cuchichear. Pero por fin llegamos y entramos a un cuarto donde una alargada mesa en el centro nos esperaba ya montada para sentarse a comer y un amplio ventanal nos daba unas maravillosas vistas al mar.
- Wow!.- Elena alucina.- Es precioso.- se acerca a mirar.
El restaurante estaba construido encima de un acantilado y tenia unas vistas espectaculares.
- Mas preciosa eres tú.- le replico como siempre tengo por costumbre.
- Gracias.- se vuelve hacia mi.- Oye, porque las chicas y Enzo no han entrado con nosotros?.-
- Lo que hago no está muy bien visto. Solo tienes que ver lo que has provocado al entrar.-
- Ya... Incluso pensé que alguno se levantaría para comerme o algo así.-
- No te harán daño si saben que estás conmigo. Pero aun así esta noche ninguna de vosotras podéis salir de esta habitación.- ya le voy advirtiendo de ante mano.
- Pero yo creía que iríamos a bailar luego. Has visto la pedazo de discoteca que tienen?.- señala la terraza que había a pie de playa y que se situaba bajo nuestra.
- Lo sé, pero a ustedes no se les está permitido. Ya lo sabes.-
- Pero no eres el líder de los vampiros americanos?. En tu bar haces lo que te da la gana.-
- Ya, pero el bar es mio y allí no tengo ningún enemigo.-
- Temes de que nos puedan hacer algo?.-
- Pues claro!. La mayoria de los vampiros me respetan, pero hay muchos que no comulgan ni con tener a un humano de mascota. Para ellos sois una bolsa andante y no vacilarán en mataros si os mezcláis con ellos.- le advierto para que se vaya quitando la idea de la cabeza.
- Entonces siempre va ser así?.- se cruza de brazos. Parece molesta.
- El qué?.- yo me hago el tonto por si acaso.
- A cualquier lado que vayamos siempre nos vamos a esconder?. En estos ocho meses hemos estado en un montón de sitios y siempre haces lo mismo. No cambia nada.-
Oh, oh... creo que la he fastidiado. Quien me manda a mi seguirle la conversación?.
- Cariño escucha...- quiero explicarle para suavizar las cosas.
- No Damon!- no me deja hablar.- Me estoy hartando de esta situación y eso solo hace que me ponga a pensar que carajos hago aquí.-
Vaya...ahora si que está mas que mosqueada y con lo ultimo que ha dicho me tengo que quedar. No quiero que se replantee nada, mucho menos el motivo por cual se queda. Pero la conversación, disputa, pelea o como quiera llamarla se ve interrumpida cuando Enzo y las chicas entran al privado y tenemos que pausarla por el momento. Muy joviales y alucinando por la decoración y las vistas de la habitación, no se percataron de la tensión vivida hace escasos segundos y ambos podemos disimular rápidamente como si no pasara nada.
- Madre mía!.- April no se puede contener las ganas de saltar de felicidad al ver las magnificas vistas.
- Dios Santo!.- Rose estaba igual.- Aquí vamos a cenar?.- me pregunta con la boca abierta.
- Espero que os guste y que todos disfrutemos de la velada.- miro Elena que aun seguía de morros.- Ahora podemos tomar asiento. Van a servirnos ya la cena.- extiendo los brazos ofreciéndoles que se sienten.
Presidiendo la mesa por supuesto, espero que mi ofuscada novia se siente en el asiento vacío que le habían dejado a mi lado, pero para mi sorpresa tira para el lado contrario y escoge la otra punta de la mesa. La tengo enfrente, pero a varios metros de mi.
- Bueno...- tomo asiento enfurruñado. Maldita mujer!. No me gusta que se enfade conmigo.- Vamos a empezar pidiendo las bebidas.- propongo para animarme un poco. Creo que me espera una dura noche...
POV Elena
Con el tenedor en la mano, juego con el trozo de postre que me quedaba. No he comido mucho de la irritación que llevo desde que he discutido con Damon. Puedo entender que me avise del peligro, no estoy en mi terreno y pueden matarme, vale. Pero hasta cuando vamos a seguir así?.
- Oh Elena. Seguro que Damon te colma de caprichos.- precisamente me comenta April en un tono bajo para que solo yo la escuchase.- Mansiones de lujo, restaurantes de lujo, comida de lujo.- relame su cuchara.
- No te creas.- ahora si que me atreví a levantar mis ojos del plato para matarlo con la mirada.
- Que os pasa?.- Rose se da cuenta de que ocurre algo.- Desde que hemos entrado os he visto raros y encima os habéis sentados separados.-
- Nada que no podamos solucionar.- me lo digo también a mi misma. No puedo ser tan dura con él, pero es que a veces me saca de mis casillas.- Dime Rose...- de repente se me viene a la cabeza lo que quería tratar con ella.- Elijah ha averiguado algo del otro lado?.-
- Pues lo ultimo que supe era que Guiseppe había dejado a sus hombres a cargo del muro. No se fía de Damon después de que los humanos de la zona viva amenazaran con empezar otra guerra . El regreso de tu madre y tus amigas no se lo han tomado como un acto de buena fe.-
- Maldita sea... Sabes por lo menos si están bien?.-
- Lo siento Elena. No se nada más.-
Mierda... Apoyo los codos en la mesa y me cubro la cara con las manos. Esto de no saber nada, absolutamente nada de mi familia y mis amigas hacen que mi preocupación crezca. Los echo de menos y conforme pasa el tiempo la morriña se agranda cada vez más. Cuando bajo las manos pego un respingo del susto al ver de repente quien aparece a mi lado. En un santiamén Damon había abandonado su trono para postrarse ante mi.
- Te encuentras bien?. Que te pasa?.- me mira con preocupación.
- Sí. Solo estábamos hablando de nuestras cosas. Tranquilo.- ohhhh, se habrá creído que estaba llorando o algo así y no ha dudado en venir corriendo para ver como estaba. Y aunque es gesto muy tierno por su parte, aun sigo mosca con él.
- Ahm... Vale. Lo siento por interrumpiros.- se marcha de nuevo a su sitio.
A Rose y a April se le forma una sonrisilla al ver lo tonto que se pone cuando se trata de mi.
- Bueno... Y que vamos hacer después?.- pregunta April empezando animarse.- Habéis visto que pista de baile hay en esa magnifica terraza?.- señala hacia el exterior.
- Olvídate!.- Rose se me adelanta.- Los humanos no podemos mezclarnos con los vampiros en un acto publico. Porque te crees que hemos entrado por la puerta de atrás?.- le quita las ilusiones a April.
Rose lo tenia bastante claro, mucho más que yo. Aceptaba su posición de esclava sin rebatir la mas mínima norma y lo hacia con total convicción de que eso era lo correcto. Pero aunque su punto de vista puede ser respetable, no es para nada compartido. A diferencia de ella yo sí he tenido una relativa libertad en mi vida y no puedo permitir que me la arrebaten.
- Necesito ir al baño.- se me ocurre algo.- April, me acompañas?.- se lo pido a ella porque es la única que me va apoyar seguro.
- Sí claro!.- se apunta de lo más contenta. Pues cuando le cuente el plan va saltar a la pata coja.
Dejo la servilleta que reposaba en mis rodillas sobre la mesa y me pongo en pie. Pronto capto la fija mirada de Damon y arruga el ceño como intentando adivinar mis intenciones, pero al ver que April me sigue no se aguanta las ganas de preguntar.
- A donde vais?.-
April me deja a mi que le contesta y no abre la boca esperando que yo lo haga.
- Al baño.-
- Está bien. Pero yo os acompaño.- se levanta de la silla.
- No hace falta.- le niego.- Somos ya lo bastante mayorcitas para ir solas.- yo continuo con mi postura cortante. No voy a darle tregua.
- Ahm...- piensa en lo que me va decir.
- Si quieres puedo ir con ellas Damon. No me importa.- se ofrece el tan oportuno Enzo.
Ya que Damon no nos dejaría ir solas ni muerto prefería que viniese él. Para lo que tengo pensado es mejor el vampiro novato que es un escollo mas fácil de eliminar.
- Ok. Pero que ningún vampiro se les acerque. Entendido?.- le espeta autoritario a Enzo y pongo los ojos en blanco por la exageración. No es que me moleste esa sobre protección, sé que lo hace por mi bien, pero a veces es asfixiante.
Salimos de la habitación con el escolta a cuestas y recorrimos un largo pasillo hasta los baños. Estaban al lado de la terraza que tanto ansiábamos ir y ya desde nuestra posición se escuchaba la música que sonaba estruendosa en el exterior y el alboroto de la gente pasándoselo bien.
- Ya estamos aquí. No tardéis por favor.- nos pide un Enzo vigilando el entorno. Incluso miró mal a uno que pasaba de casualidad por nuestro lado.
- Y tu no quieres ir?.-
- No. Estoy bien.-
- Vale.-
Maldita sea!. A este no me lo quito de encima ni con agua hirviendo. Bueno, no pasa nada. Tengo mas planes por si no funciona el primero. Agarro de la mano a April y entramos a los baños. Estos tenían una cristalera media opaca, pero se notaba el contorno de la sombra de Enzo que nos daba la espalda vigilando para que no se acercara nadie. Mejor, así podré comprobar que lo hago bien.
- Dios Elena, no sabes como lo flipo cuando enfrentas a Damon. Lo tienes totalmente comiendo de tu mano.- me dice retocándose el cabello frente al espejo.
- Es probable que con lo que voy hacer ahora eso cambie.- yo sigo mirando hacia la puerta.
- Y se puede saber que es lo que vas hacer?.- ya me presta atención.
- De verdad quieres ir a bailar?.-
- A donde?. A la terraza?. Ya has escuchado a Rose...Los humanos no podemos.-
- Ya, pero que mejor manera de reivindicamos que con esto?. Los humanos también tenemos derechos, no?. Sea en la zona viva o muerta.-
- Pues estoy contigo, pero que hacemos con nuestro guardaespaldas?.-
- Te cuento un secreto?.- asiente de inmediato.- Mira esto...- mejor que contárselo prefiero mostrárselo.
Extiendo el brazo en dirección a la puerta y con un poco de concentración pronuncio las palabras en latín que me he memorizado del libro que me dejó Sheyla. Repitiéndolo un par de veces más vemos a través del cristal como la silueta de Enzo cae desplomada y aluciné de que el primer hechizo me saliera a la primera.
- Oh Dios mio!. Que le ha pasado?.- April corre a socorrer a Enzo abriendo la puerta y yo la sigo.- Se ha desmayado?.-
- Mas bien creo que tiene partido el cuello.- o eso quiero creer.
- Esto lo has hecho tú?.-
- Ayúdame antes a meterlo aquí y ahora te cuento.-
Lo agarramos por las muñecas y arrastramos su cuerpo inerte por el suelo hasta dejarlo recostado en el aparador de la entrada de los baños.
- Ya está. Ahora cuéntame.- la preocupación por Enzo fue efímera y pronto pasó a entusiasmarle lo que tenia planeado.
- Cada vez estoy controlando más mi magia y sé algunos hechizos que pueden ayudarnos a pasar desapercibidas entre tanto vampiro.-
- Y que haremos sí nos pillan?.-
- No lo harán.- no sé de donde me sale tanta seguridad.- Serán solo un par de bailes y volvemos a por Enzo. Ya lo convenceremos para que no diga nada.-
- Mmmmmm...- se lo piensa, pero no tarda mucho en decidir.- Vale!.- pega hasta un brinco de la felicidad.
Bien!. Tengo que romper con esta rutina que me está matando por dentro y despejar la mente por un momento. Ademas será una vuelta rapidita, tal vez echarnos una copa mientras movemos un poquillo el body y luego para el privado con los demás. Seguro que nadie se dará cuenta...
POV Damon
Para mi el tiempo es relativo. Hace muchísimo que pasé de contar los años que tengo y puedo suponer mi edad por el siglo en el que estamos, pero creo que hace un buen rato que esta gente se fue al baño y aun no aparecen. La verdad es que solo había pasado veinte minutos y quizás ese sea el tiempo que tardan las tías en mear, pero no me fío. El comportamiento de Elena, tan borde y caprichosa, no me dio buen augurio.
- Estarán por venir. Tranquilo.- Rose se da cuenta de lo que me perturba.
Las otras chicas charlaban muy animadas cerca del ventanal donde nos habían preparado una pequeña mesita con bebidas.
- Les doy un par de minutos mas.- dejo de mirar a la puerta y me sirvo de la botella que agarré de la mesita.- Que le ha pasado antes a Elena?. Por qué se cubría la cara?.- aprovecho para preguntarle algo que me llevaba inquietando.
- Pues me ha preguntado sobre su madre y si hay noticias de su zona. Le he dicho que no sabemos nada.-
- No puedes contarle lo de la carta.- le recuerdo.
- Lo sé... pero aunque quisiera solo Elijah y tú sabe lo que pone en esa carta. Ademas solo te corresponde a ti decírselo.-
- Gracias.-
Rose siempre tan leal... Ni cuando supe lo del affaire con Elijah me lo tomé como una traición por su parte y tras Rebeckah es la única amiga femenina que tengo.
- Oh Dios mio!. Esas son April y Elena?.- escucho decir a una de las chicas y miro en dirección que indica con el dedo.
Fue hacia el exterior de la cristalera donde se ubicaba la maldita terraza y para nuestra sorpresa las dos bailaban sobre una tarima y eran jaleadas por una enfervorecida masa de vampiros. Literalmente las voy a matar por esto...
CONTINUARÁ...
Ya sabeis que no puedo darle mucha tregua a esta pareja XD. Espero que os haya gustado y sobre todo espero traer muy pronto la actualización (estoy en ello). Mil gracias a todas por seguir ahí ;)
Bss. MJ
