Antes de empezar queria rectificar una cosilla del capi anterior y es que me equivoqué con el nombre de Meredith ( la compinche de Elena para irse a la terraza) y se me fue la cabeza poniendole April. Con esto de que son tantos personajes que ya me lio, jejeje. Sorry. Solo era eso. Espero que os guste.


POV Elena

Que bien me lo estoy pasando. Al final como quien no quiere la cosa nos hemos liado un poquitin y de un par de bailes que íbamos a echar se han convertido en tres o cuatro y para mas inri nos hemos motivado y hemos acabado en una tarima bailando y riendo como locas. Ya nos daba igual ser discretas o no, lo único queríamos era divertirnos.

- Tal vez nos metamos en buen lío luego...- me grita al oído Meredith. La música está tan alta que casi ni la escucho.- Pero me lo estoy pasando pipa.- me besa en la mejilla como agradecimiento. Los chupitos que nos bebimos antes de salir a la terraza empiezan hacer su efecto.

- Tranquila. Bailamos otra y nos vamos. Para entonces Enzo ya estará despierto y Damon no se enterará de nada.- aseguro muy convencida.

Sí ya, mis ganas...Al terminar las dos canciones prometidas nos bajamos de la tarima porque principalmente estábamos llamando ya demasiado la atención y al intentar irnos unos tres tipos nos cortaron el paso.

- Perdonar señoritas. Os hemos visto subidas ahí arriba y uffff.- se pellizca la camisa y la sacude como si tuviese calor.- Nos preguntábamos si subís con nosotros a un reservado para beber algo de sangre y bueno... pasarla bien.- propone creyendo que somos vampiros.

Vale. Ahora toca hacer el papel de nuestras vidas...

- No gracias.- contesto e intento proseguir con nuestro camino, pero los otros dos nos lo impiden.

- Oh vamos... Lo pasaremos bien. Destriparemos algún humano y después podemos mordernos entre nosotros. Lo que queráis...- el otro sigue proponiendo como si fuésemos a aceptar.

- Ya nos íbamos. Así que no.- repito esta vez ya mas cortante y amago con irme de nuevo hasta que me agarra la muñeca.

- Espera...- su rostro divertido cambia radicalmente cuando me toca.- Joder... tiene pulso. Es una humana!.- acusa a gritos y la gente empieza a mirar.- Ya me estáis diciendo que coño hacéis aquí. Lo tenéis prohibido!.- espeta rabioso y despacio va retorciéndome el brazo.

- Estamos con Damon Salvatore. Nos ha dado permiso para venir!.- le comento rápidamente a ver si así me suelta.

- Já!. Eso no te lo cree nadie.- aprieta cada vez más mi brazo y ya de verdad me está haciendo daño.

Voy a contar hasta tres para que me quite sus zarpas de encima y como no lo haga voy a tener que echar mano de mi magia. Me da igual si me expongo ante todos y descubren que soy bruja. No voy a permitir que nos pase nada.

- Uno...- comienzo a contar y voy preparándome para decir las palabras mágicas y partirle el cuello al desgraciado este.- Dos...- me mira sin entender.- Y tres...- cuando me dispongo a pronunciar el hechizo sus ojos se abren como platos y sus dedos dejan de ejercer presión en mi brazo. Wow, que buena soy...

Posteriormente escuché un sonoro crujido proveniente de su espalda acompañado de un ``ooohhh´´ de todos los presentes. De repente su cuerpo se diseca y cae al suelo desplomándose a mis pies. Cuando dejo de mirar el cuerpo inerte del vampiro levanto los ojos y para mi desgracia o fortuna, según se mire, me encuentro con los de Damon. La respiración inmediatamente se me corta. En su mano sostenía el corazón del pobre imbécil que se ha atrevido a tocarme.

- Alguien más?.- grita con los brazos extendidos esperando a que alguien diga algo.

Nadie replicó y Damon concluyó por echarles una simple mirada asesina a los otros dos que retenían a Meredith. Como no querían correr el mismo destino que su atrevido amigo la dejaron en paz de inmediato y esta corrió despavorida hacia nosotros. Cuando la tengo conmigo nos ponemos detrás de Damon para protegernos y esperamos a que nos diga algo para irnos ya de aquí.

- Vamos.- espeta entre dientes cuando se gira hacia nosotras. Oh, oh... Su cara de os voy a matar cuantito que no haya publico delante es palpable. Nos hemos metido en un buen lio, pero no voy a dejar que Meredith pague por algo que se me ha ocurrido a mi. Aquí la única culpable soy yo y acarrearé con todas las consecuencia de mis actos.

Una vez que nos adentramos en el restaurante en dirección a los baños y ya fuera de peligro, Damon opta por ir en silencio andando detrás nuestra y me tengo que parar en mitad del pasillo para romper yo con ese mutismo. En serio, me pone de los nervios. Es como la calma antes de la tormenta...

- Lo siento Damon.- me giro para mirarlo. Mala idea porque su cara es todo un poema y me da hasta miedo.

- Sí, yo también.- se une Mer muy arrepentida.

- La verdad es que fui yo quien la obligó a que me acompañase a la terraza. Si nos vas a echar la bronca que solo sea a mi.-

- Pero Elena!. No...- Meredith no está de acuerdo y tengo que hacerle un gesto para que se calle. Yo seré quien responda por las dos y san se acabó.

Damon no abre su boca ni hace nada. Solo nos sigue matando con la mirada, bueno mas bien a mi, y tensa la mandíbula como guardándose todo lo que nos quiere decir.

- No... dices nada?.- pregunto con algo de temor. Tal vez esté abriendo la caja de Pandora.

- Recoger a Enzo y que os lleve a todas a la mansión.- ordena autoritario y con una seriedad inescrutable.- Y ya que sois tan mayorcitas para muchas cosas también lo seréis para hacerme caso a lo que os pedido, no?.-

- Por supuesto.- Mer acepta sin rechista.

Pero yo me quedo con una duda.

- Y tu que vas hacer?.-

- Pues arreglar tu cagada.- y se marcha de nuevo para la terraza.

Auch!. Eso me ha dolido. No por lo cabreado que se ve conmigo, si no por el tono que ha utilizado. Está decepcionado con mi comportamiento y puedo entenderlo porque he cometido una grandisima estupidez, pero solo era para que reaccionara de una vez a la situación que estamos viviendo. Él también debería de entender que no soy de esas personas que se cruzan de brazos y esperan a que todo se solucione por si solo. Mi maldita impulsividad ante lo injusto me lo impide.

De camino a la mansión y en el coche de regreso el ambiente era más enrarecido aun. Ya sea por prudencia o porque también estaban enfadadas con Mer y conmigo por haberles estropeado la noche, pero ninguna de las chicas se digno a pronunciar palabra en todo el trayecto. Y que contar del pobre Enzo que iba conduciendo y agarrando con una mano el volante mientras que con la otra se tocaba una y otra vez la nuca. Aprovecho que estoy de copiloto para pedirle de nuevo perdón.

- Lo siento mucho Enzo. Te sigue doliendo el cuello?-

- Ya se me está pasando. Gracias.- responde tan educado.- Pero no lo vuelvas hacer, por favor. Ni lo de escaparte y tampoco lo de utilizarme de conejillo de indias para practicar tu magia.-

- No volverá a pasar, te lo prometo. Y chicas...- miro para los asientos de atrás.- ...también lo siento por vosotras. Veníais a pasároslo bien a Miami y por mis ocurrencias os lo he fastidiado.-

- Estas de broma?.- responde Shade.- Las caras que han puesto los vampiros cuando se han dado cuenta de que erais humanas y luego Damon matando a uno de los suyos para protegeros...- se dirige a las otras y todas asienten acompañándolo con algunas risas.- Veros a las dos allí subidas ha sido lo mejor que he visto en la vida.-

- Y tu Rose?. Estás enfadada?.- fue la única que permanecía seria.

- No tengo porque estarlo. Mas bien me preocupa lo que os vaya hacer Damon cuando llegue a casa. Lo habéis cabreado bastante.-

Nos avisa para que nos vayamos preparando para lo peor. Por lo menos yo seguramente me llevaré un buen rapapolvo por desobedecerlo y tengo que ponerme la pilas ya para cuando llegue ese momento. Me costará más de mil perdones y tal vez estarme quietecita un tiempo, pero estoy segura que conseguiré que se le pase el mosqueo.

Llegamos a la mansión y antes de que cada una tiráramos para sus habitaciones me desearon suerte para el encuentro con Damon. Me hicieron prometer que ya les contaría por la mañana y una Shade muy graciosa se permitió el lujo de bromear con un `eso si sigues viva´. Y aunque fue por un instante, solo por un instante tuve miedo. Dios, sé que no me va matar, pero va hacerme pagar muy caro la escapada.

Esperando y esperando me fui adormilando en la cama. Habían pasado ya dos horas y mis ojos quisieron relajarse para descansar un poco, pero ya cuando los abrí, que para mi fue un parpadeo, la luz del día pegaba en todo el cuarto y me desperecé de inmediato para ver si Damon estaba en su lado de la cama. Y no...el hueco está vacío y no hay vestigios de que haya pasado por aquí. Aun no ha llegado?. Le habrá pasado algo?. Me levanto como un resorte y corro como alma que lleva el diablo para la planta de abajo para ver si está en la cocina, en el salón o con Enzo. Me daba igual, pero necesitaba saber si había regresado a casa.

- Buenos días Elena.- me saluda Rose cuando entro a la cocina. Estaba preparando el desayuno para todos, pero aunque olía muy rico yo estaba más interesada en otra cosa.

- Hola. Oye sabes si Damon ha regresado?.-

- No ha vuelto?. Pensé que había regresado anoche y como no escuché ninguna pelea ya estaríais reconciliándose.-

Mis ganas...

- Pues no. No ha vuelto. Crees que le ha podido pasar algo?.- le muestro mi inquietud.

- No lo creo. Ya vistes en esa terraza como ningún vampiro le rechistó y eso que mató a uno de los suyos por dos humanas. Ademas es Damon Salvatore, nadie se atreverá hacerle nada.- me calma un poco con lo que me dice.

- Ya...- lleva razón. No debería preocuparme en lo mas mínimo viendo el pavor que creó entre los presentes anoche cuando nos rescató de las garras de esos vampiros. Pero entonces... Donde está?.

Me quedaría todo el día sin saber de su paradero. Ni una sola llamada, alguna noticia o algo que me quite está angustia del medio, pero nada. Ya es de noche y aunque Rose me había estado tranquilizando todo este tiempo, ya no podría mantenerme mas calmada. La preocupación porque le haya pasado algo la empezamos a compartir y le fuimos a decir a Enzo que había que hacer algo.

- No!.- se niega en rotundo y se interpone entre la puerta principal de la entrada y nosotras para no dejarnos salir.

- Pero y sí le ha pasado algo?.- le recrimino molesta.- Tenemos que ir a buscarlo.-

- A Damon no le ha pasado nada Elena. Esta mañana me mandó un mensaje que por nada del mundo os dejara solas y mucho menos que saliéramos de la mansión. Así que eso haré.-

- Te ha escrito esta mañana?.- el desgraciado que escondido se lo tenia.- Te ha dicho porque no ha llegado todavía?.-

- No. Solo me dio esa orden. Así que os pido por favor que os vayáis para vuestros cuartos a dormir.-

- Te crees que voy a poder dormir?.- ufff, estoy replanteandome faltar a la promesa que le hice de no partirle el cuello de nuevo.- Por favor Enzo...Vamos a buscarlo.-

- Si, por favor.- se une Rose a la suplica. También estaba muy preocupada.- Las chicas ya están acostadas y podemos ir solo nosotros tres.-

- Que no!.- sigue igual de testarudo.- Por favor...- extiende su brazo para señalarnos que cojamos la escalera.- Y que no se os ocurra intentar escapar por la ventana o algo así. Voy a estar vigilando.- nos advierte autoritario.

Chisto fastidiada y nos retiramos las dos para nuestras respectivas habitaciones. Rose me pide antes de despedirnos que no intente otra locura como la de salir de la mansión y me aconseja que tenga mucha paciencia hasta que aparezca Damon. Yo de todos modos no pensaba hacer otra cosa. No iba a liarla de nuevo porque aún me tengo que llevar la regañina de lo de la terraza y sinceramente no quiero que se me acumulen...

Seria ya de madrugada y sin pegar ojo obviamente, escucho como el pomo de la puerta gira y esta se abre algo escandalosa. Con el chirrido no tuve que disimular el despertar y sobre la cama miro para esa dirección.

- Hola.- saludo a Damon cuando lo veo entrar.- Donde has estado?.- no contesta y comienza a desvestirse dejando la misma ropa que llevaba desde ayer en una silla al lado de la cómoda. - Es que no vas hablarme?.- pues parece que no porque pasa totalmente de mi cara y tira para el baño. Arrrggg...Odio que me ignoren y me levanto de la cama para seguirlo.- Lo siento, vale?. No pretendía que pasara esto. Yo solo quería ...- hago una pausa para pensar muy bien lo que voy a decir.

- Que querías Elena?.- al fin se pronuncia, pero de muy malas maneras.- Dime...- extiende los brazos.- Explícame que es entonces lo que pretendías?.-

Supongo que aquí ya empieza la pelea. Ok, voy a serle sincera.

- Pues no sentirme como si estuviese en una cárcel.-

- Es así como te hago sentir?.- entona ofendido.

- No tú, pero si la situación. Esta diferencia entre especies y aparentar que sigo siendo una mas de tus esclavas sexuales me está matando. Eres mi novio y quiero que todo el mundo lo sepa. Entiéndelo.-

- Y exponer así tu vida vida también lo tengo que entender o como va esto?. No te has puesto a pensar que si no llego yo ya estaríais muertas?.-

- Para tu información ya manejo muy bien mi magia y estaba a punto de cargarme a ese tío hasta que llegaste tú.- me pongo igual de enterada que él.

- De verdad ese era tu plan?. Mostrarte ante centenares de vampiros como una bruja?.- de estar enfadado se pone a reír.- Porque con tu abracadabra hubieras podido con todos. Claro que sí- y de nuevo vuelve a su enojo.- Acaso no te entra en esa cabeza tan dura que tienes que si descubren lo que eres estás muerta?. Ni yo podría ayudarte.-

Me ha llamado cabezona?

- Y que hago entonces?. Ser tu humana florero hasta el día que me muera o qué?.- le dejo a él para que ofrezca algún tipo de solución.

- Para empezar deberías intentar no utilizar la magia en esta zona y sobre todo hacerme caso en lo que yo te diga.-

Se pone en plan mandón levantándome incluso su dedo indice y por ahí si que no paso.

- Serás...- mascullo el insulto que me gustaría soltarle.- Yo no soy ninguna de tus chicas.- le grito para que le quede bien clarito y me importa poco si despierto a toda la casa.- Tu no eres mi dueño Damon.-

- En mi mundo si que lo soy. - espeta mas bajito, pero con mas crudeza que mis gritos.- Y harás lo yo que te diga.- se aproxima a paso lento muy intimidante.- Y si no te gusta ya sabes lo que tienes que hacer.-

Es una clara invitación a que coja mis cosas y me vaya. Aunque por lo pronto el que se va es él de la habitación, no sin antes lanzarme una mirada de desprecio. Vale, entiendo que me regañe porque esté dolido, le he podido faltar al respeto y todo eso, ¿pero que me trate como si fuese una más de sus mascotas y me hable de esa manera?. Eso me toca mucho los ovarios.

Después de estar un ratito llorando sobre la cama y agarrada a la almohada, reflexiono lo acontecido y solo pienso en una cosa. En que no voy rendirme. Me quedé en esta zona por esa premisa, aparte de que aquí está el hombre al que amo, y no me replanteo abandonar de ninguna de la maneras. Debo hablar de nuevo con él y arreglar este desaguisado antes de que vaya a peor. Si es que acaso puede empeorar más la cosa...

Salgo del cuarto con el objetivo de buscarlo por toda la casa y rezo porque no se haya ido de nuevo. Gracias a Dios mis plegarias fueron escuchadas porque cuando voy bajando por la escalera lo veo que está sentado en el butacón del salón con su inseparable botella de bourbon en la mano. Termino de bajar el ultimo escalón y me dispongo ir hacia él hasta que escucho que no está solo y detengo mi paso antes de llegar a la entrada del salón.

- Échame un poquito más.- reconozco la voz de Enzo.

Solo alcanzo a ver su brazo que se extiende hacia Damon para que le rellene su copa, pero era él y ambos se pusieron a conversar muy relajados mientras tomaban sentados en el sofá. No los quise interrumpir, pero tampoco podía evitar esa imperiosa necesidad de escuchar la conversación y más cuando al regresar a la escalera para subir a mi habitación sale de sus boca mi nombre. Ya sé que está mal escuchar conversaciones de los demas y bla, bla,bla... Pero no voy a quedarme con las ganas de saber que dicen de mi.

- No le tenia que haber dicho eso a Elena.- comenta Damon tomando otro sorbo de su copa.- He sido un capullo y tal vez ahora esté haciendo las maletas para irse a su casa.-

Que estúpido por favor... No entiendo como se cree que porque nos peleemos voy a abandonarlo como si nada.

- No te martirices tío. Ella no te lo va tomar en cuenta. Son cosas que se dicen con el calentón, pero ya verás que todo se arreglará.- siempre tan mediador Enzo.

- No lo sé tío.- toma otro sobo de su copa y por el tambaleo de su cabeza noto que anda un poco perjudicado.- Se está hartando de la situación y yo no se como hacer para tenga paciencia. Por mucho que yo quiera esto no va cambiar de un día para otro.-

- Eso ya lo sabe.-

- Entonces porque hace estas cosas?. Podrían haberla matado y solo para demostrar que su libertad está ante todo. Es una inconsciente.-

- Es una adolescente en un mundo que no es el suyo. E igual que le pides tiempo, dale tiempo a ella para que se acostumbre.- a Enzo me lo voy a comer a besos.- Y sí no siempre tendrás la opción que te comenté ayer.-

- No, no, no...- niega con el dedo.- Desde que lo dijiste no paro de pensar en eso y sabes qué?.-

- Qué?.-

- Que no lo voy hacer por muy mal que se ponga el asunto. No es lo que quiero para ella.-

Pero el qué!?...Dios, me desespero. No concretan y ahora quiero saber de lo que hablaron ayer. Esto solo me pasa por cotilla.

- Ok.- Enzo parece respetar su decisión y no hace más preguntas. Noooooo, yo me quiero enterar a que se refieren!.- Entonces no te queda otra que tirar para tu habitación y reconciliarte con tu novia.- le anima a que levante del sofá.

- Pues sí, pero aun estoy cabreado.- luego la terca soy yo.

- Vamos tío... No permitas que esta tontería os separe. Ve a por por tu novia anda...-

- Vaaale.- acepta a regañadientes.

Ok Elena vamos levantando ya ese culo antes de que te pillen. Y no solo eso, sino que también deberías prepararte para la conversación que vais a tener. A saber como acaba, pero intenta por todos los medios que vuestros orgullos no vuelvan a interceder por favor. Como bien ha dicho Enzo esta tontería tiene que acabar ya.

Cuando llego a la habitación me tiro sobre la cama y me hago la dormida. Por lo menos espero que se alegre de ver que no estoy haciendo la maleta y sobre todo pido que venga en son de paz. Odio que estemos enfadados y no quiero pelearme de nuevo. De repente la puerta se abre y cierro los ojos esperando oír sus pasos viniendo hacia mi, pero lo que percibo es una ligera brisa que hace levantar la fina sabana con la que me tapo y el leve roce de unos nudillos que apartan con mucho cuidado un fino mechon de mi pelo que me caía por la mejilla. Yo no me lo esperaba y dejo de fingir que sigo dormida para poder abrir los ojos y observar que realmente está a mi lado.

- Perdón. No quería despertarte.-

- No lo has hecho.- me reincorporo en el colchón hasta quedar sentada.

Damon también se sienta al borde de la cama y resopla. No sabe por donde empezar y prefiero ser yo quien tome la palabra.

- Lo siento mucho. Debí hacerte caso.-

- No es eso Elena. Quiero que entiendas el peligro que supone que vivas en esta zona. Esa libertad que tenias en Mistic Falls no la puedes tener aquí. Por lo menos por ahora.-

- Lo sé. Fue un estúpido arrebato que no se volverá a repetir.- digo con todo el arrepentimiento del mundo.

- Gracias y ...- hace una pausa para carraspear de nuevo. Parece que la garganta se le seca.- ...yo también lo siento. Jamás debí haberte hablado así. Lo que dije fue por el cabreo que tenia, pero nunca sentí esas palabras de verdad.- ahora el arrepentido es él.

- No pasa nada.- atrapo su mano y entrelazamos nuestros dedos.- Lo que quiero que tengas claro es que no voy abandonarte a las primeras de cambio, ni aunque me obligues.- sonrío para que deje el estado apesadumbrado que trae.

- Es bueno que lo digas porque realmente pensaba que ya estarías cogiendo las maletas para volver al muro.-

- Ya... Menos mal que Enzo te ha quitado rápidamente esa idea de la cabeza.- con la emoción de la reconciliación se me va la lengua.

- Eh! Y tú como sabes eso?-

- Qué?.-

- Elena...- ladea la cabeza esperando explicaciones.

- Está bien.- me rindo y confieso la verdad.- Después de que soltaras esa sandez de que eres mi dueño y señor, no quise dejar la pelea a medias y te seguí hasta abajo. Os vi a Enzo y a ti hablando en el salón y como me nombrasteis no me quedó más remedio que pegar la oreja a ver lo que hablabais de mi.- encojo mis hombros e intento sonar de lo mas inocente para que no estropee el buen ambiente que reina ahora entre los dos.

- Mira que eres... Nunca te han dicho que escuchar a los demás está mal?.- niega con la cabeza y me temo lo peor. Pero no, al contrario de lo que me esperaba y bajo esa seriedad con la que entró vislumbro al fin una pequeña sonrisa.- Ay Elena, Elena...Por mucho que quiera jamás podré gobernarte, verdad?.-

Curvo una sonrisa y le respondo que no con la cabeza. Por fin acepta que no puede ponerle puertas al campo.

- Entonces me perdonas?.- susurro aproximándome a sus tentadores labios lentamente.

- Por supuesto que si.- acorta la escasa distancia que separa nuestras bocas y culminamos la unión con un bonito beso.

Y siendo la chispa que enciende la mecha comenzamos a tocarnos por todo el cuerpo procurando desvestir aquella parte por la que pasan nuestras manos. Yo le saco la camisa por la cabeza y él cuando baja los brazos me pega un pequeño empujón para que me tumbe en la cama y se pone en pie para sacarse los pantalones y zapatos. Conforme se va quedando desnudo mi calentura va en aumento y adelanto trabajo con mis pantalones para cuando ya lo esté completamente se tire sobre mi sin ningún tipo de impedimento.

Va amaneciendo ya y los rayos del sol se asoman por la ventana haciendo que despegue los ojos con tanta claridad. Desde la cama las vistas son espectaculares, pero nada comparado con el rostro de mi atormentado y guapisimo novio. Estoy echada a su lado observando como duerme plácidamente y pienso en lo inmensamente feliz que me hace. Ya no porque en la cama me tenga mas que satisfecha, aunque eso es un gran plus para que negadlo, sino mas bien porque me mantiene los pies en la tierra. La verdad que no puedo ir haciendo lo que se me da la gana cuando me da la gana. Lo que debería de hacerle es más caso y no ponerlo entre la espada y la pared constantemente.

- Buenos días...- entre abre los ojos despacio. Bien, se ha despertado.

- Buenos días. Has dormido bien?.-

- Mmmmm...- se va desperezando.- Como un bebe.- estira los brazos y vuelve su mirada a mi acompañándolo con una sonrisa.- Y dime...- me rodea por la cintura y apega a él.- Que es lo que te apetece hacer hoy?.-

Pues ahora que lo dice...

- Estaba pensando en si volvemos ya a las Ruinas.-

- Quieres volver a la cuidad ya?.- se extraña.

- Si, es que quiero estar allí por si llegan noticias del otro lado.- explico preocupada.- Ya son ocho meses y no sabemos nada.-

- Vale. Hablaré con Enzo para que avise a las chicas.-

- Gracias. Además, no quiero meterte en más problemas con los tuyos. Tengo entendido que no te toman muy en serio cuando les propones una mezcla de especies.-

- Quizás en un futuro lo reconsideren. Aunque en años humanos eso puede ser mucho tiempo.-

- Pues no perdamos la esperanza entonces.- me muestro positiva. Aunque nos lleve todo el tiempo del mundo voy a intentar que recapaciten y la paz reine entre nosotros.

- No la perderemos, eso tenlo por seguro.- me da un suave y tierno beso en la frente.- Bueno, creo que debería ir a decirle a Enzo que prepare todo para la vuelta, no?.-

- Es temprano. Tal vez esté durmiendo.-

- No entendiste. He dicho que debería, no que voy hacerlo.- se lanza sobre mi y provoca que me ria cuando lleva sus manos a mis costados.

- No Damon!. Cosquillas no!.- le imploro a gritos.

- Vale, vale.- para de clavarme los dedos en las costillas y los lleva a mi culo para así abrir mis piernas.- Pero antes de irnos de este lugar quiero hacer el amor una ultima vez con mi hermosa novia. Se puede?.- pone cara de niño bueno y esa sonrisilla picara que hace que se estremezca todo mi ser.

Como no voy a entregarme a él una y otra vez si es que me tiene loca. Y no se cansa, normal al ser un vampiro, pero aquí la cuestión es que yo tampoco. Desde que descubrí el sexo es tener la mente calenturienta todo el tiempo.

Luego de nuestro ejercicio mañanero, llamemoslo así, Damon fue a por Enzo para que avisara a las chicas de que recogieran sus cosas que ya nos volveríamos para Las Ruinas. Lo sentí mucho por ellas ya que ninguna había salido de esa cuidad en su vida y venir a Miami era una oportunidad para conocer algo mas de mundo, pero contra todo pronosticó ninguna se quejó y tampoco las vi muy afectadas por la partida.

Pasada la tarde ya estábamos cruzando la frontera de Virginia y quedaba poco para llegar ya a casa. Menos mal, me muero por una ducha y dormir hasta que no haya un mañana. El viaje en coche me está matando y eso que Damon ha conducido todo el rato, pero necesito descansar. Por lo que concierne a Enzo y a las chicas se quedaron unos kilómetros más atrás, en la casa de campo que tiene Damon a las afueras.

- Nunca pensé que diría esto, pero me alegro mucho estar de vuelta.- le digo admirando los altísimos rascacielos por la ventana.

- A mi también. Oye, te importaría mucho si antes de llegar a casa nos pasamos por el pub?.-

- Estoy muy cansada para salir de marcha Damon.-

- No es eso. Elijah está allí y tengo que pedirle que me devuelva una cosa.-

- Si va ser solo un momento...- no me opongo a pesar de estar reventada.

La noche se estaba haciendo presente y la entrada del local ya se estaba saturando de vampiros que no podían salir a la luz del sol. Como los llamaba Damon, los no privilegiados. En el lenguaje humano, la clase pobre de la sociedad. Aparcamos el coche y entramos por la parte trasera para que nadie nos viera y fuimos directos al despacho que tenia en la planta de arriba Damon.

- Cabezón, estás por aquí?.- entra sin tocar antes.

- Damon?. Eres tú?.- Elijah se levanta de detrás del escritorio y viene a paso ligero hacia nosotros con una amplia sonrisa.

- Quien va ser si no?.- Damon entra extendiendo los brazos como si se tratara del rey del mundo. Bueno, en realidad casi que lo es.

- Perdona a tu amigo por no tocar a la puerta. La educación se la ha dejado en Miami al parecer.- voy a por Elijah para saludarlo con un abrazo.

- Hola Elena.- me corresponde con un buen apretón.- Este no conoce esa palabra. Tranquila.- se alía conmigo y lo golpea en el pecho en forma de saludo.

- Eh!. No tengo porque hacerlo, es mi despacho.- refunfuña.

- Y mi Rose?. Decidme que ha vuelto con vosotros y no me ha cambiado por uno de esos musculitos bronceados.-

- No te preocupes. A ninguna les ha dado tiempo de pisar la playa.- suelta vengativo y me arquea las cejas como diciendo ahí lo llevas.

- Y eso?.- pregunta Elijah ignorante.

- Bueno, ya te lo contaremos en otro momento. Tú no venias a pedirle algo?- cambio de tema y le meto prisa al chivato de mi novio para que haga lo que ha venido hacer.

- Ah sí!. Tienes a mano la llave de mi escritorio?.-

- Por supuesto.- la saca de su bolsillo y se la entrega.

- Y ahora podías dejarnos a Elena y a mi solos?.-

Uhhhhh, porque necesita quedarse a solas conmigo?. Acaso no ha tenido tiempo en el viaje de vuelta para comentarme algo?. Elijah le hace caso y una vez los dos solos Damon para que no me preocupe comenta que no pasa nada grave.

- Vale. No es nada grave...- repito sus palabras.- Pero pasa algo, no es así?-

No me responde de un principio y solo se dedica a sentarse en el butacón y abrir con la llave el cajón. Luego escucho como remueve algunas cosas hasta sacar algo que no alcanzo a ver porque el muy mamón lo oculta bajo la mesa.

- Que tienes ahí?.- ya me está poniendo de los nervios tanta incertidumbre y me acerco al escritorio para quedar enfrente.

- Si quiero que lo nuestro vaya bien supongo que ya no puedo esconderlo más y voy a tener que faltar a lo que me han pedido.- por fin mueve el brazo para mostrar lo que lleva en la mano y me lo ofrece.

Entre sus dedos porta un sobre abierto y con algo escrito en la solapa. Para Damon Salvarote decía el destinatario, pero al agarrarlo y darle la vuelta no ponía ningún remitente. Da igual, reconozco perfectamente la letra de quien la escrito y pronto mis ojos se llenan de lagrimas.

- Es una carta de mi madre?.- no me lo termino de creer.

Sin mas dilación abro el sobre y saco la carta para saber lo que me tenia que contar. Dios, cuantas veces he soñado este momento. Bueno, mas bien el de verla en carne y hueso, pero me conformaré por lo pronto con esto.

Hola Damon.

Ojala esta carta llegue a tus manos porque es muy importante lo que tengo que decirte. Quiero avisarte de que el consejo de Mistic Falls se está comunicando con el gobierno para declarar una nueva guerra y no estoy segura sí les harán algún caso, pero por lo pronto os pediría que por favor no os acerquéis al muro. Lo custodia un ejercito de soldados las veinticuatro horas del día y tienen la orden de disparar a quien ronde por allí. Como oyes nuestra vuelta no se la han tomado de la mejor manera ya que ha sido la confirmación de que los vampiros estabais detrás de las desapariciones que se producían en el pueblo y los culpables de haber roto con la principal regla que mantiene la paz entre los dos bandos. Ahora a Sheyla y a mi nos requieren en Washinton para lo que supongo que será un interrogatorio, pero no te preocupes. La versión que le daremos será la misma que dimos en nuestro regreso. Qué nos liberasteis y que seguramente borrasteis nuestra memoria para que no recordásemos nada.

Y por ultimo no me gustaría despedirme sin acordarme de mi adorable hija. Espero que esté bien y por favor protegela de todo el mal que pueda encontrar allí. Tú sabes que ella no se merece sufrir de ninguna de las maneras. Por eso te pido el favor de que no le comentes nada de esto. No quiero que se preocupe por nada.

Gracias.

MG.

Me quedo un poco descolocada y sin entender. Como que no me preocupe?. Como que no me cuente de la existencia de esto?.

- Pero... Como te ha hecho llegar esta carta?.-

- Tu madre es una poderosa bruja. Habrá hecho algún conjurito de los suyos.-

- Y cuando la recibiste?.-

- Ahm...- se yergue incomodo en su silla.- Pues hace como un mes.- lo dice casi mascullándolo.

- Un mes!?.- exclamo sorprendida y apretujo la carta con la mano con la que la sostengo por no ir y apretar sus atributos mas blandos.- Como no me has dicho nada desde entonces?. -

- Deberías leerte de nuevo la ultima parte donde tu madre me pide que no te diga nada.- señala la arrugada carta e intenta hacerse el chistoso, pero yo no estoy para bromas.

- Damon!.- pronuncio su nombre con rotundidad y termino por tirar la carta al escritorio enfadada.- Debiste decírmelo cuantito que la recibiste. Sabes lo mal que lo estoy pasando por no tener noticias suyas.-

- Lo sé, por eso no ganaba nada con contártelo.- se levanta para venir hacia mi rodeando el escritorio y una vez a mi lado me agarra las manos para que lo mire.- Tu madre lleva razón, es preocuparte en balde.-

- En balde?. Hace un mes que se las han llevado para la capital a interrogarlas. De verdad crees que se van a tragar esa cantinela de que los vampiros le han borrado la memoria?.-

- Por supuesto que no. Y por eso rápidamente mandé a unos de mis hombres para la capital a que averiguara.- al escuchar eso por un momento dejo aparcada mi furia hacia él para centrarme en lo más importante que es saber como está mi familia.

- Y...?.-

- No supimos nada mas de él desde que se fue.-

- Dios mio...- yo ya me pongo en lo peor y me tengo que sentar para procesar tanta incertidumbre.- Damon tengo que saber que ha pasado. Necesito saber si los míos están bien.-

- Lo entiendo Elena, pero ahora mismo no existe posibilidad alguna de traspasar ese muro.- se agacha para estar a mi altura sin soltar aun mis manos - Yo mismo he visto como está repleto de soldados apostados al otro lado esperando que un vampiro pise sus tierras para acribillarle a balazos. Son el ejercito, se manejan mejor que la pandilla de Donovan te lo aseguro.-

Me encuentro en un callejón sin salida del que solo quiero salir para solucionar este conflicto y lo que se me pasa por la cabeza hasta hace un momento no era ni planteable, pero la maldita carta lo ha cambiado todo. De verdad que no puedo simplemente quedarme con los brazos cruzados ante esta complicada situación.

- Tal vez si que existe una posibilidad.-

- Créeme mi amor lo he intentado todo, pero hasta que no se calmen las aguas ni mis hombres ni yo podremos pasar a la zona viva. Ya no solo arriesgo vidas sino que también podemos provocar una guerra si vuelven a ver un vampiro por allí.-

- Tu lo estás diciendo.-

- El qué...-

- No dejaran pasar a un vampiro, pero si a un humano.-

- Que me quieres decir con eso?.- se pone serio porque en realidad ya saben por donde van los tiros.

- Damon yo...- hago una pausa para no soltárselo así de sopetón, pero si no lo hago jamás podré ser plenamente feliz aquí con él.- Tengo que volver a Mistic Falls. Tengo...- en sus ojos ya percibo el temor que le provoca la idea.-... que saber si mi familia y mis amigos están bien.- mis palabras le caen como un jarro de agua fría y arruga el ceño en forma de disgusto.

CONTINUARÁ...


Pedir disculpas por el tiempo que ha pasado, pero tuve un pequeñisimo percance con un dedo de la mano ( las tareas domesticas son jodidas) y he estado de baja un tiempo. Aun así sigo sin olvidarme de mi historia y de ustedes. Os mando un beso a todas y prometo tener el siguiente capi lo mas pronto posible ;)

MJ