Disclaimer: Slam Dunk y Yu Yu Hakusho, no me pertenecen y mucho menos sus personajes, para mi mala suerte. Aix! Que desgraciadita que soy!
Esto es un X-Over, la pareja es KuramaxHanamichi, estáis avisado/as, así que si no os gusta lo siento, y por favor ahorraros comentarios como Kurama solo pertenece a Hiei, o cosas así. Esta locura estúpida tiene su origen en un sueño que tuve este fin de año pasado, si no fuera porqué no tomé ni una gota de alcohol diría que fue el cava.
Sumario: A veces estar rodeado de demonios no es un infierno, sobre todo si algunos están más buenos que un tren.(N/A: Esto es mi opinión y la de Hana-chan también)
CAPITULO 2
Cuando se hizo de noche pararon para descansar, sin utilizar su energía espiritual ni sus plantas, Kurama se sentía muy débil. -Debía haber entrenado mejor mi condición física, me centré demasiado en mis poderes. -Pensó el Youkai, mirando a Hanamichi se dio cuenta de que el otro estaba cansado, pero que al contrario que él, Hanamichi podía seguir unas horas más.- ¿De donde sacas tantas energías?-Preguntó Kurama.
-Nyahahahaha! Ore Wa Tensai! –Rió Hanamichi.
-Yare, Yare...-Dijo Kurama rodando los ojos.
-¿Qué tipo de demonio eres? Preguntó curioso Hanamichi.
Soy un semi demonio kitsune.-Respondió Kurama poniendo énfasis en la palabra semi.
-Kyaaa! Estoy maldito. Me rodean los kitsunes y para colmo este tiene la autoestima por los suelos!-Exclamó Hanamichi amarrándose el pelo.
Kurama arqueó una ceja pidiendo explicaciones, aún sabiendo que le saldría el tiro por la culata.
-En mi equipo de básquet hay un tipo con ojos de zorro, es muy antisocial. Siempre nos estamos peleando. Aunque la culpa es mía.- Hanamichi al darse cuenta de que lo estaba contando todo se calló.
-¿Por qué?- Preguntó curioso Kurama.
-La curiosidad mató al gato.- Replicó Hanamichi.
-Perfecto, yo soy un kitsune, así que no me afecta.- Dijo Kurama prepotente.
-Al menos ahora no te avergüenzas de serlo.- Dijo Hanamichi serio, a la vez que cambiaba de tema.
-Yo no me avergüenzo!- Exclamó Kurama.
-Sí lo haces, sino se lo hubieras contado a tu madre.- Replicó Hanamichi poniéndose chulo.
Justo cuando Kurama le iba a enseñar cuatro cosas el otro, apareció Hiei.
-Ahhh!- Gritó Hanamichi sobresaltado. Hiei se había materializado en frente de él.
-Hn! Baka!- Dijo Hiei.
-Aha!Tú eres Hiei!- Exclamó Hanamichi señalando con el dedo al demonio. –Eres un antisocial enano, no puedo equivocarme- Dijo Hanamichi.
Kurama se aguantó la risa, pero le costó bastante.
-No me digas que ese es el humano con el que vas! Menuda idiotez. Aún sin utilizar tus poderes, te retrasará-. Dijo Hiei.
-La verdad es que estoy más cansado yo que él. ¿Pero que has descubierto?- Preguntó Kurama yendo al grano.
-Urameshi llegará mañana y se ocupará del antiguo territorio de Raizen; Mukuro y Yomi también ayudarán; dicen que será un reto luchar con una bruja.- Informó Hiei.
-¿Quiénes son esos?- Preguntó Hanamichi.
Hiei le ignoró. –De esa bruja aún no sabemos nada. Botan está buscando por los archivos de Reikai a ver que encuentra. Dijo mirando atentamente a Kurama.
-Estoy bien.- Contestó Kurama la pregunta no formulada verbalmente.
-Hn! Como si me importara.- Le espetó Hiei antes de desaparecer.
-Definitivamente la versión enana de Rukawa. Kurama…- Dijo Hanamichi.
-¿Sí?- Preguntó el Kitsune.
-Eso de que eras un ladrón y…- Dijo Hanamichi curioso.
Kurama suspiró. –Total no pierdo nada, con un poco de suerte se arrepentirá de venir y me dejará solo, ¿por qué eso es lo que quiero, verdad?- Se Preguntó Kurama confundido, apartando ese pensamiento a un lado le explicó a Hanamichi como para sobrevivir de un cazador huyó al mundo humano y se fusionó el con el cuerpo y alma de una bebé, que estaba apunto de nacer, llamado Shuichi Minamino, también le contó por encima como conoció al resto de los miembros del Reikai Tantei. -¿Me crees?- Preguntó Kurama.
Hanamichi le miró de una forma extraña. Kurama ya lo sospechaba, pero entonces se dio cuenta de que aquel chico, quizás no era un demonio, pero totalmente humano tampoco.
-¿Y cual es tu historia?- Preguntó Kurama. Hanamichi se la explicó por encima sin mencionar su lesión.
-Desde mi punto de vista, Rukawa no tiene el más mínimo interés en esa chica.- Razonó Kurama.
-Ahora dime algo que no sepa.- Dijo Hanamichi, Kurama le preguntó el motivo de su comportamiento si sabía la verdad, pero el otro pelirrojo le ignoró por completo, terminando la conversación.
Apenas salió el sol empezaron la búsqueda de nuevo.
-Oi! Kurama!- Llamó Hanamichi cuando ya hacía dos horas que caminaban. ¿Por qué cuando rescatemos a tu madre no le cuentas tu versión? Seguro que aunque le cueste un poco te entenderá.- Dijo Hanamichi.
-Ahora, ya es demasiado tarde.- Replicó Kurama.
-¿Lo es?- Le desafió Hanamichi sujetando por el brazo al otro chico y mirándole fijamente.
-Hai.- Fue lo único que dijo Kurama soltándose del agarre. Pero lo que el no sabía es que el Tensai no se rinde jamás. Nunca volvería a hacerlo.
-¿Entonces que harás?- Presionó Hanamichi.
-Borrarle la memoria.- Contestó Kurama aún caminando.
-Tu vida, tu decisión. Pero yo creo que es mejor arrepentirse de lo que uno ha hecho, que no de lo que ha dejado de hacer. Si le borras la memoria vivirás el resto de sus días con miedo a que te descubra.- Dijo Hanamichi.
-¿Hablas por experiencia?- Preguntó sarcástico Kurama.
Hanamichi no le contestó, solo le dedicó una sonrisa triste. Kurama frunció el ceño- Otra vez con ese comportamiento extraño.- Pensó Kurama.
Los dos chicos continuaron caminando en silencio; Kurama iba unos pasos por delante, cuando cayó en un agujero, aún con la sorpresa se las arregló para no sujetarse al borde del agujero. Hanamichi, que había corrido a ayudarle, le agarró por los brazo y quiso estirarlo.
Kurama podía salir solo, pero era divertido ver al otro chico esforzarse. Lo que el demonio no sabía era que Hanamichi terminaba de salir de rehabilitación por una lesión.
-¿Cómo alguien tan delgado puede pesar tanto!- Se quejó el Tensai. Harto tiró con todas sus fuerzas. Tiró tan fuerte que sacó a Kurama del hoyo, pero cayendo los dos al suelo, el kitsune utilizando de colchón al Tensai.
Kurama se levantó enseguida, iba a reírse de la cara de sorpresa que estaba seguro que tenía el pelirrojo, cuando vio una mueca de dolor. -¿Estás bien?- Preguntó culpable.
-Regla número 1, Youko…Yo siempre estoy bien, nunca me pasa nada!- Le espetó el pelirrojo.
Kurama estaba tan sorprendido por el comportamiento del pelirrojo que no se dio cuenta de cómo le había llamado.
Hanamichi alarmado por su error, se relajo cuando vio que el otro ni se había enterado. –Solo me duele la espalda, no es nada- Dijo más calmado en un tono sereno.- Además, ¿como un debilucho como tu podría hacerme daño al caerme encima?- Dijo altivo.
-D'aho!- Susurró Kurama, su padrastro era de Osaka, y algunas cosas se le habían contagiado.
-Teme Kitsune!- Rugió Hanamichi por inercia, aunque Kurama solo hubiera silabeado la palabra, Hanamichi la habría oído. Pero ese es otro tema. Hanamichi al darse cuenta de cómo había reaccionado, hizo una mueca extraña.
-¿Qué pasa?- Preguntó el demonio.
-No está bien…No esta bien que te llame así- Dijo Hanamichi. –Ese nombre es para Rukawa.-
Kurama sintió como los celos le comían por dentro. –Le llevo más de 1.000 años, yo estaba primero.- Dijo Kurama sin darse cuenta de lo infantil que aquello había sonado.
Afortunadamente Hanamichi no se enteró. –Eso no importa Kitsune es Rukawa, y Rukawa significa Kitsune, para mi.- Dijo Hanamichi.
-Creo que la verdad es que ese Rukawa te gusta.-Dijo Kurama.
Hanamichi iba a desmentirlo pero vio una oportunidad de oro para que Kurama no preguntara más. –Muy bien Tensai, has engañado a todo bicho que se menea durante toda tu vida, es hora de hacerlo con alguien que es considerado un auténtico genio. Que empiece la función!- Pensó Hanamichi.
-Bueno, es verdad que empecé a jugar por Haruko, pero seguí jugando por vencer a Rukawa. Claro! Quería llamar su atención, por que me gusta!- Decía Hanamichi como si hubiese descubierto la formula del elixir de la eterna juventud.
(N/A: Voy a suponer que la homo fobia no existe, aunque la reacción homo fóbica del tensai es uno de los tópicos más divertidos, en el sentido de que es entretenido ver como los seme's se estrujan las neuronas para conquistarlo. No quiero que alguien piense que encuentro la homo fobia divertida. Que conste!)
-Baka! Le perderemos por tu culpa.- Dijo Youko. –No es verdad y déjame en paz que me haces sentir como un esquizofrénico!- Replico Shuichi. (1)
-Pero no…Porqué si fuese así, significaría que me gustan el Viejo, el Suplente, el Hentai de Sendoh, el Megane del Shoyo y…Fuku, Ahhh! Que asco, los otros tienen un pase, pero ese…Ahh!- Continuó Hanamichi con su actuación. –Me merezco un Oscar, por lo menos.- Pensó el pelirrojo.
A Kurama le salió una gota de sudor enorme en la cabeza. Aunque estaba aliviado, de que el otro "Kitsune" no representara una amenaza.
Ya estaba anocheciendo. En todo el día solo habían descansado 1 hora o menos. Kurama iba a decirle a Hanamichi si quería parar, cuando este se le abalanzó encima, normalmente hubiera esquivado a alguien que quisiera tirarle a tierra, pero la sorpresa y el cansancio se lo impidieron.
-¿Pero que te pasa?- Exclamó Kurama. Entonces vio que Hanamichi no le hacía el menor caso, toda la atención del chico de ojos marrones estaba en unos arbustos, y su expresión no era muy amigable.
En aquel instante dos brujas en con la apariencia de unas niñas, se dejaron ver.
-El más alto debe ser un brujo o descendiente, si puede percibir nuestra magia, detectar nuestros conjuros y encima localizarnos de una forma tan precisa-. Dijo una que tenía el pelo negro y los ojos completamente blancos.
-Tienes razón, hermana!- Replicó la otra, esta tenía el pelo blanco y los ojos completamente negros.
Kurama miró a Hanamichi, y comprendió que este, sabía muy bien quien o que era. Todo encajó. El comportamiento, que aceptara tan fácilmente la existencia de demonios. –Pero, ¿por qué no vio el portal?- Pensó Kurama. –Seguramente si lo vio, lo que no se es porqué nos siguió- Dijo Youko.
-Si soy o no un brujo a vosotras no os importa lo más mínimo, ¿y que viene esa apariencia? Oh! Ya lo se, no hay forma que nadie se os acerqué porqué sois demasiado feas, así que para tener vida sexual necesitáis engañar.- Se mofó el pelirrojo intentando dirigir hacia él la intención del las brujas para que Kurama pudiera pensar en algo
-Desgraciado! Dijo la que tenía el pelo negro lanzando un conjuro de fuego hacia el pelirrojo.
Quien usando su mano lo desvió hacia la bruja albina.
-Los niños no deben jugar con fuego y más si son tan estúpidos como vosotras.- Replicó Hanamichi intentando parecer normal, pero había agotado casi toda su magia para protegerse.
Kurama miraba sorprendido la lucha.-Ha desviado el conjuro, pero no ataca…quizás…Razonaba mentalmente cuando una voz en su cabeza le interrumpió.
-¿A que estás esperando? Haz algo si no quieres que nos asen como a dos pollos!- Dijo Hanamichi más preocupado que molesto.
-¿Qué quieres que haga? Si utilizo energía espiritual me debilitaré aún más! Además, ¿por qué no les lanzas un conjuro? ¿Eres uno de los suyos, no?- Le espetó Kurama acusándolo.
-Si pudiera lo haría, pero estoy a cero. Hace mucho tiempo que no practico, lo único que se me da bien son los escudos, ¿Cómo crees que me salvé antes? Y si no utilizas tu energía ahora, después no podrás porqué estaremos muertos!- Contestó Hanamichi.
-No se que hacer- Pensó Kurama. Estaba barajando las posibilidades cuando hubo una explosión.
Al alzar la vista vio a un Hanamichi con cara de fastidio, las dos brujas muertas y un chico moreno de ojos azules, delante de este de Hanamichi.
Continuará…
1- Generalmente voy a referirme a Kurama como Kurama, pero cuando haya un conflicto entre la parte demonio y la humana, voy a llamarles Youko y Shuichi, respectivamente.
