Disclaimer: Slam Dunk y Yu Yu Hakusho, no me pertenecen y mucho menos sus personajes, para mi mala suerte. Aix! Que desgraciadita que soy!
Esto es un X-Over, la pareja es KuramaxHanamichi, estáis avisado/as, así que si no os gusta lo siento, y por favor ahorraros comentarios como Kurama solo pertenece a Hiei, o cosas así. Esta locura estúpida tiene su origen en un sueño que tuve este fin de año pasado, si no fuera porqué no tomé ni una gota de alcohol diría que fue el cava.
Sumario: A veces estar rodeado de demonios no es un infierno, sobre todo si algunos están más buenos que un tren.(N/A: Esto es mi opinión y la de Hana-chan también)
CAPITULO 4
Hanamichi estaba levitando, tenía los ojos completamente negros otra vez; en su mano derecha había una espada de energía negra, parecida a la de Kuwabara, pero está era de magia, y no de ki.
Su oponente era una mujer de pelo negro y ojos azul profundo, parecidos a los de cierto kitsune narcoléptico.
-Debería darte vergüenza ser tan débil. Así nunca podrás ser como…-Empezó la mujer.
-Hn! No me apetece terminar asado por mi propia magia, si es a lo que te refieres- La interrumpió Hanamichi.
-Mocoso insensato e insolente! Acabarán contigo. Ya sabes que yo no puedo intervenir.- Exclamó la mujer.
-No se porqué te pones así Ma-dre (escupió veneno al decir esta palabra). ¿Acaso no deseas deshacerte de la oveja negra de la familia?- Dijo sarcástico Hanamichi; al instante que estas palabras salieron de su boca, una bola de fuego se estrelló contra su pecho, derribándolo. Justo cuando iba a colisionar con el suelo después de una caída libre de 100 metros, su madre reapareció, le sujetó y después le depositó suavemente en el suelo.
-Eres mi hijo, pero no voy a arriesgar una paz que ha costado siglos conseguir. Dudo mucho que sobrevivas, pero si lo haces tendremos que hablar seriamente sobre que harás con tu vida, no puedes escapar de lo que eres ni de donde vienes, Hanamichi y será mejor que lo entiendas. Susurró la mujer acariciando con ternura el pelo de su hijo, luego desapareció sin dejar rastro, era como si nunca hubiera estado allí. Pero el cráter y Hanamichi probaban lo contrario.
Hanamichi se reincorporó tosiendo, ahora sentado, observo que solo tenía heridas superficiales en el pecho y los brazos, y como no, un dolor de espalda descomunal.
-Hn! Una de dos: O esa mujer es capaz de amar o se ha vuelto débil de la noche a la mañana. Naaa! Debe ser una tercera opción. Murmuró. -¿Os ha gustado? El último domingo de cada mes hay sesión doble. Dijo poniéndose de pie.
-¿Nos invitas? Preguntó sarcástico Yusuke.
Kurama seguía sin decir nada. -Ha desafiado a su madre por mí, y arriesgará su vida por la de mi madre! Me he equivocado con él¿o es solo teatro?- Pensó Shuichi.
-No debes bajar la guardia, hay demasiado en juego- Replicó Youko.
-Ahora dime algo que no sepa!- Respondió grosera la parte humana.
-Hiei está aquí desde hace rato- Dijo Youko cerrando la conversación.
-Tú madre está a tres días de camino andando, dirección sur-este. A partir de aquí ni de las piedras te puedes fiar; podéis venir conmigo o ir solos. Sea como sea, yo voy.- Dijo Hanamichi poniéndose en marcha. –Oh! Y decidle al enano ese, que la próxima vez que intente meterse donde no le llaman, va a ser algo más que un simple dolor de cabeza.
Cuando Hanamichi ya había desaparecido su alcance visual, Hiei apareció en frente de Kurama, sujetándose la cabeza con las dos manos.
A Yusuke casi le da un infarto del susto, luego se preocupó por Hiei.
-¿Estás bien?- Preguntó Kurama preocupado.
-No será tanto- Mintió Yusuke.- Ahh!- Gritó sujetándose la cabeza cuando Hiei contactó mentalmente con él, dejando que sintiera el mismo dolor.- ¿Simple dolor de cabeza?- Exclamó cuando el dolor desapareció de repente.
Kurama al ver que, Hiei había dejado de sufrir al mismo tiempo que Yusuke, supo que era cosa de Hanamichi.
-¿Qué ha pasado?- Preguntó Yusuke.
-No lo se. Hablaban telepáticamente, parecían molestos, pero nada más y de repente él se enfureció. Después apareció el dolor; hasta ahora he sido incapaz de pensar.- Explicó Hiei.
-¿Él ha hecho algo más que crear escudos y levitar?- Preguntó Kurama pensando en las espada.
-Al principio no, luego sus ojos se volvieron negros; parecía fuera de sí igual que Yusuke la primera vez que estuvo en Makai; entonces ha creado esa espada, a partir de ahí solo recuerdo que sentí como si algo me quitara la energía, creo que la utilizó para mantener su arma.- Dijo Hiei, pensando que ya había hablado su cuota anual.
-Debe haberse cabreado mucho- Dijo Yusuke absente.
Kurama no dijo nada, solo tomó el mismo camino que Hanamichi; los otros dos le siguieron.
Hanamichi les estaba esperando en la copa de un árbol.-Ya tardabais- Dijo Hanamichi.
-¿Qué ha pasado con tú madre? Y sí que me importa porqué afecta a la vida de la mía.- Preguntó Kurama severo.
-Supongo que tienes razón. Lástima que la vida no sea justa¿verdad? Pero si quieres puedes intentar leer mi mente como tu amigo.- Dijo Hanamichi.
Hiei apretó la empuñadura de su katana, Yusuke miraba nervioso al Koorime (N/A¿Se escribe así?)
Kurama caminó hacia Hanamichi, hasta que sus cuerpos solo estaban separados por unos centímetros. Un escalofrío recorrió el cuerpo de Hanamichi.
Entonces Kurama empezó a transformarse, pero la sorpresa al Hanamichi abofetearle con el reverso de su mano derecha le detuvo.
-¿Se puede saber que haces? Antes un poco más y nos matan por tu indecisión y¿ahora te transformarías sin necesidad? Dijo Hanamichi.
Hiei vio como Yusuke quería atacar a Hanamichi y le sujetó. –Tiene razón- Fueron sus únicas palabras.
Kurama pasó sus dedos por su mejilla izquierda, que estaba adquiriendo un color rosado. Sus ojos volvían a ser verde esmeralda. Sin decir nada se separó de Hanamichi y empezó a caminar, los otros tres le siguieron inmediatamente.
Hanamichi observaba a Kurama, que iba con sus amigos, unos pasos por delante.
-Se que no le pegué por miedo, como también había otras formas de detenerle. ¿Por qué me puse tan nervioso¿Por qué le pegué?- Se preguntaba. Entonces notó la presencia de alguien, pero no podía distinguir quien era por la pelea. –Alto!-
Kurama y los otros dos se prepararon para lo que fuera.
Hanamichi trataba de localizar la fuente de magia.
Entonces Koshino apareció a escasos milímetros del Tensai casi matándolo de un susto. Kurama les hizo un gesto a Hiei y Yusuke para que no atacaran.
-¿Kosh¿Qué haces aquí?- Preguntó Hanamichi sabiendo que no era para ayudarles.
-Cuesta creer que haya alguien tan testarudo como tú. Ni que quisieras morir en las manos de tu propia madre.- Dijo Hiroaki enfadado, por toda respuesta.
-Tenemos prisa y mi cuota de sermones ya está completa, así que si no hay nada más…-Dijo Hanamichi.
-Solo quiere que sigas con vida y que aceptes que eres. Hanamichi si quisieras serías más fuerte que ella.- Intentó convencerle Koshino.
-No empieces tú también. Me gusta estar entre los humanos y a ella también le gustaba.- Replicó Hanamichi.
-Hanamichi! Si sigues con esto serás expulsado para evitar otra guerra, sabes que no nos volveremos a ver nunca más!- Le rogó Hiroaki.
Hanamichi frunció el ceño, él ya sabía las consecuencias de sus actos. –Adiós!- Dijo solamente, luego empezó a caminar, los otros tres le siguieron.; preguntándose el porqué de las acciones de Hanamichi.
Hiroaki sonrió con tristeza, luego se desvaneció como un espejismo.
Continuará…
