Disclaimer: Los personajes, lugares y hechizos, son propiedad de J.K Rowling, a menos de que se especifique lo contrario. No hay retribución monetaria con la traducción y publicación de esta historia.

Traducción autorizada de A Forward Path por umbrellaless22 en AO3


CAPÍTULO IV


— ¿Alguna razón en particular por la que nos dirigimos a Pociones veinte minutos antes? —inquirió Harry despreocupadamente, mientras alteraba su paso para adaptarse al andar más vacilante de Malfoy.

Hubo un largo silencio y Harry empezó a sospechar que Malfoy no iba a responder. Para su sorpresa, el otro chico se aclaró la garganta y dijo en voz baja:

—Porque tardo muchísimo en llegar a cualquier sitio y prefiero no dar a nadie la satisfacción de darse cuenta. Signo de debilidad y todo eso.

Harry pensó que podría ser la primera cosa que Malfoy le había dicho que no estuviera llena de sarcasmo desde que empezó todo esto.

Malfoy debió notarlo también, porque de repente empujó su mochila contra el pecho de Harry con un fuerte golpe.

—Toma. Lleva esto.

—Con gusto. —respondió Harry, tratando de mantener el enfoque de buena voluntad. Se colgó la correa al hombro junto a la suya. Los dos continuaron en silencio hasta la estrecha escalera que bajaba a las mazmorras. Muchas clases estaban reubicadas allí abajo ahora, donde se habían producido los menores daños, estructuralmente. Malfoy dirigió una mirada irritada a la escalera, mientras se apoyaba en el pasamanos y comenzaba a bajarla a media velocidad.

— ¿De verdad no vas a decirme quién te ha hecho esto? —preguntó Harry en voz baja, sabiendo que era mejor no ofrecer ayuda.

— ¿De qué serviría, sinceramente, Potter? —Malfoy respondió, con la voz baja y la mirada fija en cada uno de los escalones— Si les das una charla severa, agachan la cabeza y se sienten avergonzados. Pero a nadie le gusta sentirse avergonzado, ¿verdad? Así que empiezan a ponerse a la defensiva, empiezan a pensar que no sólo soy un mortífago, sino que también soy un soplón. Usan eso para justificar su ira. No, me resisto a admitirlo, pero creo que el plan de Granger podría ser el único factible.

Había una certeza hueca en las palabras que hizo que Harry se detuviera. Medio quería extender la mano, apretar el hombro de Malfoy, ofrecerle algo de camaradería o algo así, pero dudaba que eso fuera bien recibido. Así que, en lugar de eso, se limitó a morderse el interior de la mejilla mientras avanzaban.

— ¿Alguno de octavo año? —preguntó Harry, de repente— ¿Estás seguro en los dormitorios?

—Hacen un trabajo rápido —Draco se encogió de hombros—, pero no, no creo haber reconocido a ningún octavo año. Creo que los estudiantes que realmente vivieron la batalla... quieren dejar atrás la violencia. Además, los estudiantes mayores usarían magia. Estos son estudiantes más jóvenes, estoy seguro de que sienten que se les negó una pelea o algo así. Sinceramente, Potter, déjalo ya. Pasó, se acabó, no te preocupes.

—Malfoy, estás cojeando por una escalera con una rodilla destrozada que Madame Pomfrey no ha podido curar del todo. No es nada.

Malfoy fijó sus pálidos ojos en Harry, sus labios en una línea sombría.

—Tú más que nadie deberías saber que he tenido cosas peores.

—Yo... sabes que lo siento, Malfoy —murmuró Harry—. Fui estúpido, precipitado. No debería haber-

—Déjalo. —advirtió Malfoy, con la voz tensa.

—Necesitabas ayuda, no-

—Basta, Potter. —siseó Malfoy. Hizo un movimiento repentino e irregular, aumentando el ritmo para escapar de Harry o de la conversación, o de ambos, pero su rodilla cedió y empezó a lanzarse hacia delante, hacia los últimos escalones.

Los reflejos de buscador de Harry entraron en acción y agarró a Malfoy firmemente por el brazo, estabilizándolo antes de que cayera.

Los dos se congelaron al contacto, con los ojos fijos en los del otro en ese momento de adrenalina disparada por lo inesperado.

—Lo siento —murmuró Harry, relajando el fuerte agarre que tenía en el bíceps del otro chico—, ¿estás bien?

—Bien. —fue la única respuesta.


Una vez sentados en la primera fila del laboratorio de Pociones, Malfoy le indicó a Harry que sacara de su mochila el libro Fabricación de Pociones Aún Más Avanzada.

El profesor Slughorn entró con estrépito.

—Oh, señor Potter, señor Malfoy, qué sorpresa. Llegan temprano.

—Tenemos muchas ganas de empezar con la-

— ¡Poción de rebote! —interrumpió Malfoy, con forzada jovialidad— ¡Será muy divertido!

Slughorn les sonrió.

— ¡Una vieja favorita mía, en realidad, y pensé que sería bueno para todos ustedes comenzar el trimestre con un poco de frivolidad!

—Y nosotros no podemos esperar a saltar como Coozits durante el resto del día —respondió Malfoy, con la sonrisa aún intacta—. Potter, reúne nuestras provisiones, ¿quieres? —abrió el libro de texto de Pociones por la página correspondiente y lo deslizó por la mesa.

—Excelente, excelente —comentó Slughorn, abriendo el armario—. Los dejo para que empiecen... ¡me he dado cuenta de que he dejado los nefrolitos de cerdo en mi despacho! No se puede atar sin ellos. —y con eso, salió del aula.

— ¿No te has preparado para nada? —preguntó Malfoy, mientras Harry escaneaba la lista de ingredientes.

—Mm… —Harry fingió demencia— oh, yo, ah, le eché un vistazo —eso era una mentira—, generalmente no… ya sabes, no me preparo, exactamente. ¿Qué es un Coozit, de todos modos?

Malfoy suspiró con exasperación.

—Bestias de las cimas de las montañas ginebrinas, saltan distancias astronómicas. Merlín, eres una especie de ignorante. El salvador del Mundo Mágico no se molesta en hacer sus malditos deberes.

—Son pociones —protestó Harry—. Todo está ahí escrito para ti.

—Esto explica muchas cosas —dijo Malfoy, secamente—. Es como ser compañero de Goyle otra vez.

—Nunca pedí ser tu compañero —le recordó Harry, ligeramente ofendido—, eres bienvenido a reunirte con Goyle, si lo quieres.

Malfoy resopló.

— ¿Goyle, en Pociones Avanzadas? ¿Te lo imaginas? No, lo he mandado a Estudios Muggles, espero que pueda pasar de alguna manera.

— ¿Ah sí? —preguntó Harry, rebuscando en el armario de suministros para encontrar semillas de hierba dulce— Creo que Ron también está cursando eso este trimestre. Tratando de aprender a relacionarse con sus futuros suegros, supongo.

— ¿Están comprometidos entonces? —inquirió Malfoy, casi con educación.

—No —respondió Harry, contando las semillas en una bandeja de latón—, aunque imagino que no tardarán mucho.

—Hm… —murmuró Malfoy con desinterés— asegúrate de conseguir renacuajos frescos, Potter. Los que tienen patas que brotan, sólo interferirán con las propiedades nefrolíticas. Y consigue más leña para este fuego, ¡lo que tienes aquí no durará ni cinco minutos!

En lugar de la esperada irritación, Harry se encontró reprimiendo una sonrisa. Tal vez fuera la sobreabundancia de ellas o la extrema particularidad, pero las exigencias de Malfoy, su alboroto, sus quejas... se sentían extrañamente entrañables.


...


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