Disclaimer: Los personajes, lugares y hechizos, son propiedad de J.K Rowling, a menos de que se especifique lo contrario. No hay retribución monetaria con la traducción y publicación de esta historia.

Traducción autorizada de A Forward Path por umbrellaless22 en AO3


CAPÍTULO XVI


Cuando la varita de Harry se encendió y empezó a chirriar el sábado por la mañana, se sorprendió al encontrarse solo. Rápidamente silenció la alarma y buscó a tientas sus gafas, luego escuchó si había señales de vida fuera del dosel de la cama de Malfoy. Al no oír nada, se arriesgó a abrir las cortinas y mirar alrededor de la habitación aún oscura. No había nadie.

Pensó en meterse en su propia cama -Merlin, estaba agotado-, pero no pudo evitar preguntarse a dónde había escapado Draco. Pensó en revisar el baño por si acaso.

Las duchas del dormitorio de los chicos estaban divididas por pequeñas paredes de piedra. Todas estaban vacías menos una, en la que Draco estaba de pie bajo el chorro, con el pelo rubio empapado y apartado de la cara, el agua arrastrándose por su nuca. Tenía los ojos cerrados y a Harry le sorprendió una vez más su exasperante belleza.

Caminó hacia él, los ojos de Malfoy se abrieron. Sacudió la cabeza en un saludo perezoso. Harry se posicionó en el puesto adyacente, con los codos apoyados en el muro.

— ¿Estás bien? —preguntó.

Draco movió la cabeza.

—Me siento como una mierda. He bebido demasiado.

—Tengo un par de pociones para la resaca en mi baúl, puedo traerte una.

—Gracias.

Harry hizo sus necesidades y se cepilló los dientes, dándose cuenta de que necesitaba desesperadamente ambas cosas, y luego buscó la poción, tomando una para él mientras volvía al baño. Le entregó la segunda por encima de la pared a Malfoy, quien se la bebió rápidamente, haciendo una mueca por el sabor. Puso en equilibrio la pequeña ampolla junto al jabón en el hueco de la pared.

—A veces no estoy seguro de que en realidad sirvan. —dijo Malfoy, volviendo la cara hacia el agua, abriendo la boca ante el chorro. Hizo gárgaras y luego escupió el bocado de agua hacia la rejilla metálica que servía de desagüe.

—Sé a lo que te refieres —se compadeció Harry—. Creo que debería ir a dormir un par de horas más. Sin embargo, un grupo de nosotros se dirige a Hogsmeade para almorzar, más tarde, ¿vienes?

—Tengo que estudiar. —respondió Draco.

—De acuerdo. —Harry le dedicó una media sonrisa y se dio la vuelta para irse

— ¿Potter? —la voz de Malfoy lo detuvo— Entra aquí, ¿quieres?

—Oh —fue el casi tartamudeo de Harry como respuesta. Esto era nuevo; la desnudez en todos los sentidos de esta situación. Harry suponía que probablemente lo habían visto todo, con baños compartidos y todo, sólo que ahora la proximidad era diferente. Los ojos de Draco estaban fijos en él, expectantes. Tenía los hombros hacia atrás, una postura tensa por la espera. Está siendo valiente, se dio cuenta Harry, y Merlín... él mismo se sentía arder de deseo. Quería apretarse contra Malfoy bajo el chorro caliente de la ducha, sentir las sólidas curvas de los músculos y la carne contra las suyas. Todo su cuerpo palpitaba con la intensidad de todo aquello— De acuerdo. —dijo.

Se desnudó rápidamente, guardando su ropa y sus gafas en un cubículo, y luego se acercó, fundiéndose con Malfoy. De repente se sintió fácil. Todos los nervios, la inexperiencia y la preocupación se desvanecieron como el agua por la rejilla, sustituida por lo jodidamente glorioso que era todo. Le encantaba el apretón de los brazos de Malfoy alrededor de su cuello, la presión de su polla, alerta y atrapada en la unión de la cadera y el muslo de Harry, la avidez de los labios de Malfoy cuando le besaban una y otra vez. Empujando al otro chico, Harry lo obligó a retroceder, apoyándolo contra la pared. Oyó la respiración entrecortada de Draco en señal de sorpresa y eso también le encantó a Harry. Sintiéndose envalentonado, aferró fuertemente el culo de Malfoy.

—Mierda, Potter. —jadeó Draco, con los labios entreabiertos y la respiración acelerada. Harry tomó el redondeado labio inferior entre los suyos y le dio un mordisco experimental. Malfoy gimió y, oh cielos… era un sonido puramente afrodisíaco. Un ruidito doloroso, impotente y necesitado.

—Mi cuello —jadeó Draco—, hazlo en mi cuello, joder, me encantan tus estúpidos dientes sobre mí, joder, duele, hazlo.

Emocionado por el deseo que se desprendía de la voz de Malfoy, Harry le obedeció, raspando con sus dientes la yugular desnuda, los músculos fibrosos. Allí, mordió con más fuerza, imaginando la prolija hilera de marcas que dejaría en la piel de Malfoy. Una parte salvaje y temeraria de él deseaba poder marcarlo así para siempre. Draco se estremeció, gritando.

Harry se apartó.

— ¿Demasiado? —preguntó, volviendo a preocuparse.

—Por supuesto que no, no te atrevas a parar, joder —Harry volvió a clavar sus dientes en la piel de Malfoy, y escuchó cómo las palabras seguían saliendo de los labios del otro chico—. Por favor, fóllame, un poco, puedo soportarlo, quiero soportarlo, Harry, por favor.

Harry se apartó, observando la lujuria y la desesperación embadurnadas en las facciones de Malfoy. Moviéndose rápidamente, forzó un antebrazo contra el cuello de Malfoy, atrapándolo contra la pared. Observó cómo esos ojos grises se oscurecían, dando paso a una imagen totalmente irresistible. Harry empujó un poco más, con curiosidad, el hueso largo de su brazo se inclinó hacia arriba en un ángulo en la manzana de Adán de Draco. El sonido rasposo que hizo Malfoy por la obstrucción parcial le gusto bastante, quizás más de lo que creía que debía. Harry pellizcó un pezón, cruelmente, observando cómo el pálido rostro de Draco se crispaba en respuesta. Las pestañas del rubio se cerraron, como para saborear las sensaciones sin las distracciones de la vista. Fue entonces cuando Harry sintió el inesperado movimiento de las caderas de Draco, enroscando su completa y esbelta polla contra el cuerpo de Harry, como si no pudiera evitarlo. Harry también estaba dolorosamente empalmado, podía jurar que nunca había estado tan jodidamente excitado. Era una sensación abrumadora de poder y fuerza. Dio un paso atrás, soltó el antebrazo, presionando sólo las yemas de los dedos contra el pecho de Malfoy.

—Quieto —ordenó. Malfoy jadeaba, por fin era capaz de respirar plenamente. Se frotó el cuello y obedeció, con los ojos muy abiertos hacia Harry—. ¿Quieres que te toque la polla, Draco? —preguntó Harry, obligándose a sonar tranquilo y comedido, incluso un poco condescendiente.

Draco asintió.

—Di: 'Sí, por favor'.

—Sí, por favor. —susurró Draco.

—Qué buenos modales —comentó Harry, demasiado dulce—. Sólo tendrás que hacer una cosa por mí.

Malfoy no contestó, sólo esperó, concentrado en las palabras de Harry.

—Mantén el culo contra la pared. Mantén tus caderas quietas. No te pongas codicioso.

Draco gimió.

— ¿Crees que puedes hacer eso por mí?

—Sí. —aceptó Malfoy.

—Bien.

Harry lo besó primero, un poco más suave esta vez, y luego extendió la mano, envolviendo la cálida y ansiosa polla de Draco. Malfoy se estaba mordiendo el labio esta vez, con la mandíbula apretada, sus dedos tensándose como garras contra la pared de piedra mientras Harry le acariciaba.

El tacto de Harry era intencionadamente muy ligero, muy lento.

—Por favor. —susurró Draco.

—Yo estoy tomando las decisiones en este momento —le informó Harry—, no tú.

—Lo sé, lo sé, pero por favor.

Harry apretó su agarre, justo en el límite de demasiado fuerte y Malfoy echó la cabeza hacia atrás contra la pared de piedra, gruñendo.

— ¿Demasiado? —preguntó Harry de nuevo, manteniendo su agarre y su tono.

Malfoy negó con la cabeza.

—No, no, es perfecto. Es que, estoy, joder, Potter, estoy demasiado cerca.

—No creo que estés demasiado cerca —replicó Harry, besándole de nuevo—, me gustas así, justo así. Esperando obedientemente a mi orden —Draco volvió a emitir ese pequeño e irresistible gemido. Haciendo que Harry quisiera destruirlo—. Pero has sido tan bueno, cariño, tan honesto y abierto. Diciéndome lo que necesitas, pidiéndolo. Hace falta valor —comenzó a acariciar a Draco con seriedad—. Así que no quiero que aguantes más, quiero que te liberes cuando te lo diga, ¿crees que puedes hacerlo?

Draco asintió con la cabeza fervientemente.

—Sí, sí, Merlín, sí, siempre que sea pronto, joder, apenas puedo…

—Ahora. —ordenó Harry.

Draco se corrió con un grito estrangulado derrumbándose hacia adelante, presionando su frente contra la clavícula de Harry. Éste le acarició y le besó el pelo.

— ¿Estás bien? —preguntó Harry.

—Joder —dijo Draco, cuando pudo recuperar el aliento de nuevo—. No sabía de lo que eras capaz, Potter, de verdad. Apenas necesitaste entrenamiento esta vez.

—Eres un imbécil descarado. —rio Harry, sacudiendo la cabeza y besándolo.

Justo entonces, sonó el chirrido de la puerta. Harry se asustó y agarró a Malfoy por los hombros, empujándolo al suelo.

Harry concentró su mirada hacia el pasillo, para ver una figura de piel oscura y pelo oscuro que se acercaba tambaleándose a los baños, probablemente Dean.

—Buenas, Harry. —gruñó la figura. Por la voz, era casi definitivamente Dean, decidió Harry.

Harry se limitó a asentir con la cabeza y luego procedió a casi partirse la lengua en dos, porque en ese momento, Malfoy había decidido envolver su mano y sus labios, alrededor de la polla de Harry.

Harry miró al otro chico con una expresión furiosa, pero por las barbas de Merlín… esa puta boca caliente y la sonrisa taimada en la cara de Malfoy, era más de lo que Harry podía soportar. Harry cerró los ojos y levantó la cara hacia el rocío, intentando parecer lo más normal posible de cintura para arriba. No debería estar tan excitado mientras escuchaba a Dean Thomas mear, se reprendió a sí mismo. Pero la boca de Malfoy era húmeda e insistente, moviéndose eficazmente a lo largo de la polla de Harry. Harry puso una mano en el pelo de Malfoy, acariciándolo casi con reverencia, dejándose empujar un poco hacia delante.

Dean terminó, se lavó las manos, se restregó la cara rápidamente y se fue.

Malfoy se sacó la polla de la boca, y parecía que iba a decir algo cuando Harry le cortó con un: "Acabarás lo que has empezado, así que continúa."

Malfoy sonrió y volvió a llevarse a Harry a la boca, chupando esta vez en serio. Harry no iba a durar.

—Me voy a correr, Draco, joder, cariño, retírate o voy a-

Era demasiado tarde.

Malfoy se separó y escupió en el desagüe.

—Lo siento, mierda, lo siento —dijo Harry—, debería haberte avisado mucho antes.

—Me avisaste con tiempo de sobra —replicó Draco, limpiándose primorosamente los labios con la yema del pulgar y poniéndose en pie—, es que no soy de los que obedecen tan fácil.

—No —convino Harry, aliviado y sonriendo—, definitivamente no lo eres. Ven aquí —atrajo a Malfoy, besándolo profundamente—. Eres jodidamente increíble.

Malfoy se hinchó feliz con el elogio, correspondiendo a los besos de Harry con entusiasmo.

Finalmente, puso las manos en el pecho de Harry, empujándolo ligeramente hacia atrás.

—Tenemos que parar —jadeó—, antes de que volvamos a las andadas. Necesitas dormir más y yo también. Vuelve tú primero, yo te sigo en un rato.

—De acuerdo, de acuerdo —dijo Harry, incapaz de resistirse a un último beso antes de arrastrarse fuera de la ducha—, voy a usar tu toalla.

—Hmm —asintió Draco, que no parecía entusiasmado con la idea— Oh, ¿y Potter?

— ¿Sí?

—Toffees de Honeydukes. Algunos de almendra, otros sencillos, y algunos de ron de mantequilla.


...


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