·

:::::

Ino, La Celestina

:::::

-Tierra llamando a Sakura. Sakura responda.

-¿Eh? –exclama volviendo al presente más por la mano que se agita exageradamente delante de su cara, que por la voz de Ino llamándola.

-¿Qué te pasa frentona?

-Nada.

-Ya. Y por eso llevas media hora mirando a tu sensei en silencio y embobada.

-¿Qué estás diciendo, cerda?

-Yo no digo nada, pero la última vez que miré así a un tío mi mente estaba revolcándose en una cama con él.

-Deja de decir chorradas.

-Deja tú de pensarlas.

-No sé de que hablas.

-Sí que lo sabes. No es la primera vez que le miras así.

-Ino, para ya.

-Mira, Sakura, siempre has tenido mal gusto para los chicos. Primero Sasuke, que pasaba de ti completamente y resultó ser un capullo arrogante, ¿y ahora tu maestro? Desde luego te gusta complicarte.

-Ino no inventes. No estoy enamorada de Kakashi.

-¡Uo, uo, uo! ¿Quién ha hablado de amor? Pensaba que sólo te gustaba para darte un revolcón con él. Madre mía, estás peor de lo que pensaba.

-¿Qué?

-Reconozco que está macizo. Quién no querría un revolcón con un tipo así –dice señalando al mencionado-. Seguro que es la leche en la cama, pero de ahí a estar enamorada… Sakura estás muy mal –termina provocando un sonrojo en su amiga.

-Basta ya.

-Pero si hasta te has puesto colorada como un tomate. Mírate. Loquita perdida por tu sensei. ¿Y qué? ¿Cuándo vas a entrarle?

-¿Entrarle? ¿Qué dices? Esto no es un bar con chicos de dieciocho años.

-Llevas razón. Necesitamos un plan. Es un tío maduro, no basta con acercarte ahí y ponerle ojitos.

Sakura niega catalogando a Ino como caso perdido.

-Ya lo sé, es un pervertido, desabróchate el botón superior –dice estirando la mano y desabrochando hábilmente los dos primeros botones de la camiseta de Sakura.

-¿Qué? ¿Cómo demonios has hecho eso?

-Práctica. Vamos pelirrosa, acércate y dile algo.

-Ino, están entrenando, ¿qué esperas que haga?

-Pues les interrumpes y les ofreces agua, ¿qué se yo? Es tu maestro.

Sakura frunce el ceño volviendo a abotonarse la camiseta.

-Estrecha. Así nunca pillarás a un hombre. Y menos a uno así –insiste en señalar a Kakashi sin apartar su mirada de Sakura.

-No estoy enamorada de él, ni nada por el estilo. Para ya.

-Sí tu lo dices. ¡KAKASHI SENSEI! –le llama gritando y haciendo aspavientos con los brazos.

-¿Hum? –Maito y él detienen su pelea para mirarlas-. ¿Ino-san? ¿Qué sucede? –pregunta acercándose a ellas.

-¿San? ¿Cómo que -san? A mi me llama Sakura-chan –se queja está.

-Bueno, contigo hay confianza –dice guiñándola un ojo y ganándose un ruidoso bufido y una mueca de cabreo.

-Sí. Hay confianza Sakura-chan –repite Ino poniendo especial énfasis en la palabra confianza.

-¿Queríais algo? –pregunta Kakashi haciendo crujir su cuello a un lado y otro.

-Kakashi sensei, en un par de días Sakura se muda –anuncia Ino.

-¿Te mudas? –levanta una ceja en dirección a Sakura.

-Sí. Es hora de independizarse –contesta insegura desde detrás de Ino.

-Una mudanza es horrible, por poco que se tenga. Y será necesaria mucha ayuda –continúa Ino.

-Entiendo, ¿queréis que os envíe a un par de ANBUs?

-Sí –afirma rápidamente Ino sonriente. Tras ella una Sakura confusa niega con la cabeza-. ¿Eh? No. ANBUs no. Usted. Venga a ayudar usted.

-¿Una mudanza? –pregunta Gai acercándose también.

-Ettooooo… –Ino duda por un momento-. Sí.

-¿Vendrás a ayudar, Maito? Toda ayuda es poca, ¿verdad? –pregunta Kakashi mirando a Sakura, con una mano sobre su nuca y sus ojos arqueados en una sonrisa.

-Ohhhh, la juventud. Independizarse siempre es un paso precioso que nos ayuda a sentirnos realizados y nos ayuda a entrar en la madurez de la juventud –Ino mira con una mueca que baila entre confusión y susto-. Brillamos más cuando nos encargamos de nuestras propias cosa. La mecha de la juventud es fuerte cuando uno consigue salir de las faldas de mama y empieza su propia familia.

Kakashi mira al dueño del discurso con una ceja levantada y cara de no entender nada. Sakura había dejado de escucharle como hacía tres frases, e Ino le mira con el ceño fruncido.

-Sí. Bueno, No es que Sakura vaya a empezar una familia, sólo se independiza. Aunque sí es el momento de que algún hombre entre en su vida –comenta Ino sonriente.

-¿Un hombre? ¿Querrás decir un joven? –interviene Gai.

-No. Los jóvenes apestan. Un hombre, alguien que sepa lo que quiere. Alguien que sepa tratar a una mujer. Alguien…

-Sí, Ino, ya lo hemos pillado –interrumpe Sakura.

-Vamos frentona. No me digas que un hombre como Kakashi sensei no sería genial –exclama Ino guiñándola un ojo. A lo que Sakura abre los ojos perpleja y se pone colorada.

-No me llames frentona –susurra entre dientes mirándola con cabreo.

-Quizás soy un poco mayor para alguien como Sakura –dice Kakashi rascándose la nuca e interviniendo por fin.

-¿Mayor? ¿De qué habla Kakashi? ¿Qué edad tiene? Sakura es mayor de edad desde hace un par de años. No puede ser tan viejo.

-Inoooo –regaña Sakura.

-¿Qué? –pregunta ésta como si no hubiera dicho nada malo.

-No le llames viejo.

Kakashi las mira confuso.

-Tengo treinta y siete.

-Una edad genial. Un hombre deja de ser un capullo al cumplir los treinta y cinco. Hasta entonces son unos niñatos con pene.

-Inoooo –vuelve a regañarla Sakura.

-Vamos Sakura, no seas mojigata. Kakashi sensei y Gai sensei no son unos críos. No se asustan porque hablemos de penes delante de ellos, ¿verdad?

-El fuego de la juventud –susurra en un suspiro Gai.

-¿Qué me dice Kakashi? –pregunta Ino abruptamente.

-¿De qué? –pregunta a su vez éste sin saber a qué se refiere.

-¿Una oportunidad?

-¿A qué? –pregunta con los ojos entornados.

-A Sakura, por Kami, es más lento de lo que pensaba.

-Kakashi, mi eterno rival, no puedo dejarte romperle el corazón a una dama. Invítala a cenar –interrumpe Gai.

-¿Eh?

-¿Eh?

Preguntan los dos aludidos nerviosos.

-Ella ni siquiera ha dicho que quiera salir conmigo –se excusa Kakashi evitando mirarla.

-Kakashi, las mujeres no pueden ser las que pidan salir –interviene Gai.

-Eso es un poco retrógrado, pero tratándose de Sakura, debo darle la razón –sentencia Ino.

-Kakashi, amigo, últimamente te veo un poco apagado, salir con una chica cuya llama de la juventud es fuerte te vendrá bien.

-Bien dicho bicho raro –grita Ino emocionada y provocando que Gai se rompa el espinazo por la sorpresa de dicho insulto.

Kakashi mira a Sakura que guarda silencio intentando ser tragada por la tierra. Mira de nuevo a Ino y Gai que le miran animándoles con gestos de manos y los ojos ilusionados.

-Vamos –susurra Gai.

-Pídaselo –ordena Ino.

Kakashi vuelve a mirarla.

-Etto…. Sakura-chan… Sakura –se corrige a si mismo con la mano sobre la nuca y los ojitos arqueados acompañando a la sonrisa nerviosa bajo la máscara-. ¿Querrías salir a cenar conmigo esta noche? –ella levanta la mirada para verle-. Sólo si quieres, no estás obligada. Quiero decir si te sientes rara o crees que es inadecuado… -añade nervioso y atropelladamente.

-Frentona, como lo estropees te mato –susurra entre dientes Ino no tan bajo como debería.

Gai mira emocionado a Sakura, y Kakashi se frota la nuca con fuerza y nervios.

Sakura traga saliva intentando deshacer el nudo en su garganta.

-Sí. Claro –responde medio ahogada.

-Perfecto. ¿Te paso a buscar a las ocho? –pregunta nervioso.

-Sí. Claro –repite su respuesta.

-Bien. Te veo luego entonces –dice sin dejar de frotarse la nuca.

-Claro.

-Está bien. Nosotros nos vamos –dice girándose sobre si mismo y casi tropezando, provocando que Ino deba aguantar una carcajada.

Avanza hasta Gai y le pasa un brazo por encima de los hombros arrastrándole lejos de ellas. Cuando está a unos cuantos metros, se gira a mirarla sonriendo tontamente.

-¿Qué ha sido eso? –pregunta Sakura mirando a la nada.

-¿Qué qué ha sido? –pregunta en respuesta la rubia-. Ha sido una estrategia exitosa. Madre mía, nunca había conseguido nada tan rápido. Yo había planificado un acercamiento durante la mudanza, pero el loco de mallas verdes me lo ha puesto a huevo.

-Ino… ¿acabo de aceptar una cita con Kakashi?

-Así es frentona. No desperdicies la oportunidad que te he brindado. SOY LA DIOSA DEL AMOR, no me lo agradezcas todavía. Ya me contarás mañana qué tal el sexo.

-¿Qué? No digas tonterías, no voy a acostarme con él.

-No con esa ropa, desde luego, vayamos a tu casa, hay que buscar en el fondo de tu armario, ¿no pensarás ir con la ropa de entrenamiento?

:::::

:::

NdA: Estoy teniendo jaleo estos días, y no he tenido Internet en el ordenador. Pero estoy haciendo fics de cada sugerencia recibida por comentarios ;)