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Casi 21
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-Esto no está bien. Eres menor de edad –dice sin dejar de besarla.
-Sólo en algunos países, en muchos países de occidente con dieciocho años ya se es mayor de edad –añade sacándole la camiseta por la cabeza.
-En el que importa no lo serás hasta los veintiuno –dice volviendo a besarla el cuello.
-Sólo son unas semanas –justifica acariciando su pecho.
-Podría ir a la cárcel –susurra contra su hombro.
-Eres el Hokage, seguro que puedes hacer algo –dice dejando escapar un gemido.
-Hum –es toda la respuesta de Kakashi que baja sus manos por los muslos de Sakura.
Ella aprovecha para dar un salto y enredarse en sus caderas, y Kakashi pasa las manos por debajo de su culo sosteniéndola contra él.
-No deberíamos estar haciendo esto –insiste Kakashi.
-Siempre lo dices.
Sakura le muerde la oreja y él deja escapar un pequeño gemido ronco.
-Siempre me enredas –responde serio.
-Te dejas enredar fácilmente.
-Me vuelves loco, y te aprovechas de mi.
-Eres un pervertido, no es difícil. Cualquier podría –bromea besándole detrás de la oreja.
-No –dice separándola de su pecho y mirándola fijamente-. Sólo tú.
-Eso espero –le dice sonriendo con picardía-. Más te vale.
Le mira amenazante. Y él se ríe unos segundos antes de volver a pegarla contra si.
-¿Vendrás esta noche a mi casa? –pregunta besándola.
-¿Esa es tu idea de 'no hacer esto'? –pregunta a su vez divertida.
-En mi casa nadie puede descubrirnos.
-¿Y aquí sí? –cuestiona levantando una ceja.
-La mitad del personal piensa que me paso el día leyendo Icha Icha y posiblemente crean que me 'alivio' yo solo –dice marcando el último verbo-. La otra mitad están seguros de que meto a mujeres por la ventana cuando nadie mira. En definitiva, para todos soy un pervertido –acaba besándola.
-No están muy equivocados –sentencia riendo contra sus labios.
-Pero se equivocan, la pervertida eres tú –dice notando unas manos que buscan la cinturilla de su pantalón para perderse bajo la tela de éste.
-Entonces, démosles un motivo para que piensen mal –le reta mordiéndole el hombro.
Un golpe a sus espaldas les hace parar.
-¿Si? -Kakashi la baja de sus caderas y recoge su camiseta del suelo.
-Hokage-sama la reunión empezó hace quince minutos –se oye una voz masculina al otro lado de la puerta.
-¿Qué reunión? –pregunta Sakura en un susurro.
Se encoge de hombros.
-¿Qué reunión? –pregunta él haciéndose oír a través de la puerta.
-La reunión con los dirigentes de Anbu. Todos le esperan.
Cambia su semblante, lo había olvidado completamente.
-Cinco minutos.
-Que sean dos –pide Tsunade cabreada al otro lado de la puerta.
-Dos. Está bien.
Sakura deja escapar una risilla. Cuando oye los pasos alejarse se acerca hasta él y le golpea en el pecho.
-Desastre –le regaña.
-Lo olvide –reconoce.
-Ya lo veo. Vete, vamos.
Kakashi le da un último beso antes de subirse la máscara y ponerse el haori y el sombrero de Hokage.
-¿Vendrás está noche a mi casa? –vuelve a preguntar antes de abrir la puerta.
-No creo que pueda. Tendré que ir a atender a un paciente al hospital.
-¿Qué? –pregunta él confuso.
-Esa no era la voz de Tsunade-sama cabreada por esperar, era la voz de Tsunade descubriendo lo que estamos haciendo aquí.
-Eso lo cambia todo, supongo que voy a morir -comenta con seriedad fingida.
-Tranquilo, sanaré tus huesos rotos -responde riendo.
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