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Rokudaime's style

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Kakashi cruza apresuradamente la puerta de la sala de reuniones con su haori y el sombrero que le identifican como Sexto Hokage de Konoha.

Los otros cuatro Kages de las grandes naciones ya están dentro, esperando.

-Perdonen. Tuve unos asuntos familiares que atender –se disculpa tomando asiento.

-No hay problema. Pero es curioso que siempre llegue tarde cuando estamos en su aldea –comenta Darui, el nuevo Raikage.

-Bueno, es difícil tener asuntos familiares cuando uno está fuera de casa –defiende Gaara, Kazekage de Suna.

-Excepto en su caso, que también acaba de llegar –interviene Mei Terumï, Mizukage de Kirigakure.

Gaara mira con desgana a Mei.

-Es cierto, también me disculpo. Pero desde que mi hermana vive aquí es difícil para mí verla tanto como me gustaría. Supongo que también se pueden tener asuntos familiares fuera de la aldea.

-Caballeros y señoritas, ¿vamos a discutir sobre motivos para llegar tarde, o vamos a comenzar la reunión? –pregunta el Kage de la roca.

-Está bien, empecemos –anuncia Kakashi.

-o-

-¡Yumiko! –llama Sakura desde la habitación.

La niña pequeña, de menos de tres años, baja del sofá de un saltó y corre hasta el salón.

-¿Ti?

-Tienes que recoger todo esto. O no podrás jugar con tu hermano cuando vuelva de la academia.

-Pedo mama…

-No hay peros, recoge.

-Papa… -dice señalando la puerta.

-Ni papa, ni mama, recoge.

Sakura sale de la habitación dejando a Yumiko mirando a su alrededor en busca de una forma de librarse de recoger.

-o-

-Ese tipo de colaboración no funcionara –exclama el Raikage.

-Funcionará, siempre que estemos de acuerdo –comenta Kurotsuchi, la Tsuchikage de Iwa.

-Habría que aceptar que hay aldeas mejor preparadas que otras, y en función a eso ajustar las cifras, pero podría funcionar –añade Gaara.

Kakashi mira a Mei, que se ha quedado mirando por la ventana sin decir nada.

-Mizukage, ¿usted qué piensa? –decide por fin preguntar.

-Que me hago mayor para seguir aquí –responde sin ningún tipo de emoción.

Los otros Kages que habían estado discutiendo acaloradamente se quedan mudos y la miran fijamente.

-¿Estás pensando en retirarte? –pregunta el Raikage con cierto tono de mofa en la voz.

-Quizás. Es posible. Hecho en falta ciertas cosas en mi vida –contesta mirando por la ventana.

-Mei, ¿quiere que hagamos un descanso? –ofrece Kakashi.

-Sí. Estaría bien.

-o-

-Yumiko, ¿dónde está tu padre?

-No zé. Ze dezpe'tó, grito mieda vadias veces, y ze fue.

-¿Se fue? ¿A dónde se fue?

-Ze llevó zu bata y zu zombredo.

Sakura abrió los ojos en sorpresa.

-¿Quieres decir que se fue al trabajo?

-Zí.

-Yumiko, cariño, ¿papa sabe que estuviste jugando con él mientras dormía?

La pequeña se encoge de hombros.

-Vamos, tenemos que ir a buscar a papa.

-¿Po' qué?

-o-

-¿Qué edad tiene tu hija pequeña? –pregunta la Mizukage a Kakashi mirando por la ventana.

-Menos de tres años.

-Eso lo explica todo –responde sonriendo.

-¿Eh?

-¿Continuamos? –interrumpe Gaara entrando a la sala de reunión-. Creo que deberíamos… -mira fijamente a Kakashi por un momento-, continuar.

-Sí, claro –responde éste alejándose de la ventana y volviendo a sentarse en su sitio mientras entran los otros dos Kages.

No entendía muy bien que estaba pasando. Pero todos, menos Mei, le miraban raro. Diría que parecían aguantarse la risa.

-o-

-Le digo que está reunido.

-Me da igual. Necesitamos entrar –pedía una Sakura con Yumiko en brazos.

-Pero señora Hatake…

-No. Ni señora Hatake ni leches, necesito entrar.

-No puedo dejarles entrar –sentencia la secretaria.

Sakura hace caso omiso a la secretaría y llama a la puerta. Espera unos segundos y una voz en el interior le da paso.

Cuando entra, Sakura se queda congelada en la puerta mirando el sombrero de Hokage sobre la mesa de reuniones. Yumiko comienza a moverse para bajar de sus brazos.

-¡Papa! –grita la niña bajando al suelo y corriendo hacía Kakashi, que se agacha para cogerla en brazos.

-¿Sucede algo Sakura? –pregunta extrañado por su presencia en la reunión de los cinco Kages.

-Papa no he te'minado –dice la niña llevando sus manos al pelo de Kakashi.

-¿Terminado qué? –pregunta todavía más confuso.

En ese momento la Tsuchikage comienza a reír en grandes carcajadas.

-Ahora tiene sentido –dice cuando consigue dejar de reír.

-Sí –comenta el Raikage-. De verdad pensaba que tenía mal gusto.

-Era obvio que era algo que había hecho su hija –interviene la Mizukage.

-Yo estoy cansado de ver eso en Shikamaru –añade Gaara.

Kakashi mira a Sakura interrogante. Que se acerca hasta su lado, toma el sombrero de Hokage de la mesa y se lo pone.

-Creo que dejaremos la reunión para otro momento –propone la Mizukage.

-Sí. Será lo mejor –coincide Gaara-. Me voy a ver a mi sobrina. Me ha dado envidia el estilo.

-Lo siento Gaara, no tienes el pelo tan largo como para llevar ese estilo –le sigue la broma Sakura.

Kakashi mira a todos sin entender nada y se retira el sombrero antes de llevarse una mano al pelo.

-¿Qué leches… -deja la frase a medias mirando a Yumiko que carga en brazos.

-No he te'minado –insiste la niña.

-¿Qué le has hecho a papa? –pregunta Kakashi.

-Creo que aprendió a hacer trenzas ayer y, bueno, aprovechó que dormías... –comenta Sakura aguantando la risa.

-Ya veo.

Kakashi baja a Yumiko al suelo mientras los demás Kages abandonan la habitación.

-Ahora entiendo esas miradas.

-Siéntate anda –pide Sakura poniéndose a su espalda. Kakashi obedece y ella comienza a deshacer las trencitas de cada mechón de pelo de Kakashi.

-Eres una artista –dice Kakashi mirando a Yumiko-. Pero papa preferiría que le avisarás de estás cosas.

-No quedía dezpe'ta'te –dice con un gesto triste.

-Ya cariño, pero papa no puede ir así a trabajar –le regaña Sakura.

-Pedo yo no quedía dezpe'ta'le –insiste la niña al borde de las lágrimas.

Kakashi mira a Sakura sonriendo bajo la máscara.

-Está bien. Ven aquí princesa –pide Kakashi golpeando suavemente su pierna. Yumiko se acerca con un puchero.

-No te pongas triste. Ha quedado muy bonito. Gaara ha ido a que Remi le haga lo mismo. Le ha dado envidia –bromea Kakashi tomando a Yumiko y poniéndola sobre sus rodillas-. Papa ha sido el más guapo de la reunión.

-No la alientes. O lo hará cada día –pide Sakura.

-No hay problema. Quizás es hora de cambiar de peinado –responde guiñándole un ojo a Yumiko.

-Zíiiii –grita la niña estirando las manos.

Kakashi la abraza y le da un gran beso en la cabeza.

Mientras, Sakura, sigue deshaciendo trencitas.

-o-

-Eso es lo que yo necesito –dice Mei a la Tsuchikage.

-¿Un nuevo peinado?

-No. Alguien que me haga trencitas mientras duermo –sentencia melancólica.

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NdA: Drabble familiar, que sé que os gustan mucho :P