·
:::::
La mejor opción
:::::
-Hokage-sama sé que no estaba planeado, pero es la mejor opción –comenta Shikamaru poniendo delante suya una pila de papeles.
-Lo que tú creas estará bien –responde Kakashi tomando una pluma y comenzando a firmarlos con desgana.
-Esta tarde hay reunión con los dirigentes de ANBU.
-Vale.
-Y mañana tendremos que reunirnos con el Daimyō del país.
-¿Por qué? –pregunta levantando la cabeza para mirarle con odio.
-Ya sabe que-·
El ruido de alguien llamando a la puerta interrumpe la conversación.
Sin esperar invitación Sakura abre la puerta y camina hasta el centro de la habitación, allí se detiene con la respiración algo agitada.
-Tengo que hablar con usted, Kakashi –anuncia mirándole fijamente.
Kakashi mira a Sakura y luego a Shikamaru.
-¿Estás bien? –pregunta el Hokage al ver a Sakura con la respiración agitada.
-Sí. Vengo de entrenar. Eso es todo.
-¿A estas horas? –pregunta Shikamaru al lado de Kakashi.
-Sí. A estas horas, ¿algún problema? –responde irritada.
-No –contestan los hombres con sencillez.
Kakashi la mira entornando los ojos.
-¿Qué querías? –pregunta desde su silla.
-¿Podemos hablar a solas? –pregunta ésta a su vez mirando a Shikamaru.
-Sí, claro –concede mirándola interrogante antes de dirigirle una mirada al chico Nara para indicarle que salga de la sala.
El aludido deja escapar un ruidoso suspiro, recoge unos papeles y se va de la sala arrastrando los pies.
Ambos miran en silencio como desaparece y cierra tras de sí.
-¿Y bien? –pregunta Kakashi todavía desde su silla.
-Sé que no hemos hablado de ello, y bueno, está bien, no importa. O más bien no importaba –se corrige a si misma, habla rápido y atropelladamente-. Somos amigos, nos llevamos muy bien, esas cosas pasan.
Kakashi parece tensarse.
-Mira, no espero nada de ti, pero creo que deberías saberlo.
-¿Saber qué? –pregunta confuso y nervioso.
-No sé cómo decirlo –confiesa ella, en pie frente al escritorio.
-¿Sales con alguien? Es lo que me quieres decir –pregunta tensándose aún más.
-No. ¿Por qué piensas eso?
Kakashi parece perder la tensión de golpe.
-Porque estamos hablando a solas. Si fuera algo del trabajo no habrías pedido que se fuera Shikamaru.
-No. No estoy saliendo con nadie –responde sorprendida por la deducción.
-¿Entonces?
-No sé cómo decirlo –repite Sakura jugando nerviosamente con las manos y la mirada en el suelo.
-Eso ya lo has dicho –repite a su vez Kakashi levantándose de la silla y acercándose a ella.
Cuando está a un par de pasos de ella Sakura retrocede.
-¿Sucede algo? –pregunta el Hokage ante el nerviosismo de la kunoichi.
-Sí.
-Si te arrepientes de-·
-No. No es eso –le corta.
La pelirrosa deja escapar un gran suspiro antes de subir la mirada hasta los ojos oscuros de él.
-Creí que estábamos bien. Entiendo que fue algo… atípico –utiliza el adjetivo sin mucha convicción-, y no tengo ningún problema en hablar de ello y-·
-Tenemos un problema –vuelve a cortarle.
-¿Un problema? –pregunta entre sorprendido y confuso.
-Bueno no quiero decir que sea un problema. Es más bien… -se queda en silencio pensando la palabra correcta-, un asunto. Sí. Eso. Un asunto.
-¿Un asunto? –repite Kakashi mirándola crípticamente y volviendo a avanzar los dos pasos que los separan.
A los que Sakura retrocede de nuevo.
-Sakura, ¿he hecho algo para que me rehuyas? –pregunta no sin cierto nerviosismo-. Quiero decir, a parte de lo obvio, pero de eso hace ya unas semanas y hasta ahora no parecías molesta.
-Tenemos un asunto –repite ella negando con la cabeza.
-Un asunto –repite él-. ¿Qué clase de asunto?
-Un asunto de unas cuatro semanas.
-¿Qué quieres-·
De golpe guarda silencio. Ha comprendido el mensaje. Y por un momento se pone blanco y retrocede hasta el borde de su escritorio donde se apoya para no caer.
-¿Estás diciendo que-·
-Sí –le corta-. Es lo que estoy diciendo. Exactamente –añade llevándose una mano al vientre.
El Hokage se pasa las manos por el pelo y deja escapar un suspiro. Sakura le da un par de minutos para que asimile la noticia. Ella necesitó unos cuantos más.
-Sí… Sé que no necesito tu permiso, pero yo…
-¿Sí? –pregunta todavía perdido en sus pensamientos.
-Yo quisiera tener al niño.
-Claro que lo tendrás –responde como si fuera lo más obvio del mundo aunque sigue sin estar completamente presente-. ¿Por qué no ibas a tenerlo?
-Como he dicho, no espero nada de ti, pero creí que deberías saberlo –retoma la conversación.
-Espera, ¿cómo que no esperas nada de mí? –pregunta volviendo en sí.
-Entiendo que fue una noche tonta, habíamos bebido, nos estábamos divirtiendo-·
-No es que fuéramos borrachos, ambos sabíamos lo que hacíamos –la interrumpe molesto.
-Bueno, sí. Pero no quiero que por algo así ahora asumas responsabilidades que no necesitas. Eres Hokage y entiendo-·
-¿Qué no necesito? ¿De qué estás hablando? Ni siquiera has escuchado lo que pienso y ya has decidido por mí –dice bastante molesto levantándose del escritorio para, de algún modo, conseguir superioridad gracias a la altura.
-¿Eh? –exclama sintiéndose pequeñita frente a él.
-¿Has pensado por un momento que quizás quiero asumir esas responsabilidades? –pregunta acercándose a ella.
-Kakashi no es necesario, de verdad. Lo entiendo, tú tienes tu vida, no eres del tipo que se ata a nadie ni nada –argumenta sin moverse del sitio.
-¿Qué dices? Soy Hokage, eso es lo más atado que puede estar alguien a algo. Estoy atado a toda una aldea –responde sin enfado pero cargando su argumento de una seriedad inusual en él.
-No querías ser Hokage.
Kakashi la mira interrogante, cruzándose de brazos sobre el pecho antes de responder.
-Si realmente no lo hubiera querido, no lo habría sido –responde con dureza-. Puede que no fuera mi meta, ni mi sueño, pero si acepté ser Hokage es por algo.
-¿Entonces por qué no paras de quejarte? –pregunta confundida.
-Porque es divertido. Bueno, y por todo el papeleo. Pero eso es otro asunto –responde sin perder la seriedad a pesar de la respuesta-. Oh, vamos, no puedes creer en serio que te voy a dejar sola en esto.
-¿Qué me estás tratando de decir?
-Que quiero asumir esas responsabilidades.
-Tu cara hace unos minutos no parecía decir eso –responde señalando la mesa donde había tenido que apoyarse poco antes.
-Bueno, debo reconocer que no era el modo en que había planeado formar una familia. ¿O tú esperabas algo así?
-¿Tener un hijo de mi ex profesor? –pregunta con ironía-. No. La verdad es que no -responde dejando a un lado la ironía al darse cuenta de que era exactamente lo que trataba de decirle él, y que ella había pasado por el mismo momento de pánico.
-Uno no espera dejar embarazada a su ex alumna la única vez que se va a la cama con ella.
-Por eso mismo, lo entiendo. No quiero atarte a nosotros porque una vez nos fuéramos a la cama –usa la misma expresión que él ha usado.
-Sigues con lo mismo –se lamenta casi en un susurro-. Supongo que lo normal es tener los hijos después de haber empezado una relación –dice ignorando el comentario de Sakura pensando en voz alta.
-Eso no es un problema hoy en día. Las cosas no son como antes. Una madre soltera no tiene problemas para salir adelante.
-¿Y si tuviera el pelo plateado? –pregunta entre divertido y serio-. ¿Cómo lo explicarías?
-Hay más gente con el pelo plateado.
-Yo soy casi un clon de mi padre, ¿y si-·
-Ventajas de que lleves máscara –le corta-, la gente no se dará cuenta si se pareciera a ti –responde adivinando su pregunta.
-Estás bromeando, ¿verdad?
-¿Sobre qué?
-¿Estás embarazada? –pregunta realmente confuso, acercándose a ella de nuevo hasta cogerla por los hombros para no dejarla retroceder.
-Sí –contesta temblando levemente y fijando sus ojos jade en los de él por primera vez desde que bajara la mirada-. Estoy algo nerviosa y quizás pueda parecer que bromeo, pero nunca te engañaría con algo así.
-¿Entonces vamos a tener un hijo? –pregunta sin quitar su mirada de la de ella.
-Sí.
-¿Me dejarás participar en ello?
-Si es lo que quieres –responde con timidez y algo asustada por la intensidad con que es observada por Kakashi.
-¿Te arrepientes de lo que pasó? –pregunta apretando su agarre sobre los hombros de la kunoichi.
-¿Te refieres a habernos acostado medio borrachos? –pregunta en respuesta tragando saliva.
-No estábamos medio borrachos. Eso sólo fue una excusa –defiende molesto-. Vamos, acéptalo –pide soltándola y comenzando a moverse por la habitación-. Era lógico que pasara. Últimamente siempre estamos juntos y… bueno no sé, al menos por mi parte, parecía lógico.
Sakura le mira en silencio, pensando en una respuesta, pero sin encontrarla. Kakashi rompe el silencio.
-Vale, lo hemos hecho al revés. Pero eso no quiere decir que sea tarde –comenta parándose frente a ella de nuevo.
-¿Tarde para qué?
-Para intentarlo.
-¿Qué? –pregunta sorprendida.
-Quiero decir, si quieres, claro.
-¿Me estás pidiendo salir? ¿o algo así?
-Por el bien de nuestro hijo, claro –dice con un falso tono de indiferencia-. Dicen que es importante para los niños tener un hogar tranquilo y donde reciban mucho amor.
-¿Estás bromeando? –pregunta esta vez ella.
-No bromearía sobre algo así –regresa al tono serio-. Ya te lo he dicho antes, para mí fue un paso natural. Puede que después de aquello hayamos dado un par de pasos hacía atrás, pero debes reconocer que estamos muy bien juntos.
-¿Un par de pasos hacía atrás? –pregunta Sakura con mordacidad- Te fuiste de tu propia casa sin despedirte. Amanecí en tu cama sola.
-Me fue a buscar un ANBU en mitad de la noche. No quería despertarte. Te dejé una nota por si no volvía antes del amanecer.
-No vi ninguna nota. Y nunca volviste a hablar de ello.
-Cuando regresé te habías marchado de mi casa. Pensé que te habías arrepentido y no querías verme.
-Claro que me había ido, no había nadie. Yo pensé que te habías arrepentido y no querías verme –Sakura remarca el pronombre en primera persona.
-Yo nunca haría eso.
-¿Y cómo iba a saberlo?
-Porque me conoces. Eres quien mejor me conoce –responde Kakashi con sencillez.
-Y tú a mí, y sin embargo pensaste que me había arrepentido.
-Te saco catorce años, claro que podrías haberte arrepentido –argumenta apartando la vista de los ojos jade por primera vez desde que se parara delante de ella.
-Espera. Un momento. ¿De verdad llevamos cuatro semanas haciendo como si no hubiera pasado nada porque los dos pensábamos que el otro se había arrepentido?
Kakashi guarda silencio sintiéndose un idiota. Sakura también. Y de nuevo es él quien rompe el silencio.
-Soy idiota.
Sakura le mira asombrada y comienza a reír. Él la mira sorprendido.
-Vamos no te rías. He sido un idiota.
-No puedo evitarlo. Llevas razón –responde todavía riendo.
-¡Eh! Al menos podías intentar negarlo.
-No puedo. Has sido un completo idiota. Pero yo también, si te sirve de consuelo –confiesa-. Hemos sido unos idiotas totales –añade riendo.
Kakashi primero la mira confundido, pero al momento empieza a reírse también. Sakura se acerca hasta él, sin dejar de reírse, y le abraza sin decir nada, ocultando su rostro en el pecho del ninja. Lo que provoca que deje de reír en seguida.
-Tenemos que trabajar en la comunicación –dice Sakura sin soltarle.
Kakashi sube sus brazos hasta rodearla por la cintura.
-¿Eso significa que me vas a dejar formar parte de vuestras vidas? –pregunta sonriendo.
-Claro, baka.
:::::
:::
