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Deseo
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AVISO: El siguiente fic es lemon. Así que a quien no le guste, que se lo salte XD
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Después de dos o tres horas dando vueltas en al cama tenía la certeza de que no podría dormir. Se levantó decidida a dejar de comerse la cabeza. Iría y le preguntaría directamente. Su habitación sólo quedaba unas cuantas puertas más allá en el mismo pasillo. Y por mucho que quisiera olvidar lo que había pasado, o más bien, lo que le había dicho, no podría.
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-¿Estás bien? Pareces preocupada.
-Estoy bien. Tranquilo.
El Hokage levantó una ceja en gesto de incredulidad.
-¿Entonces qué sucede?
-Nada. Estoy cansada.
De nuevo esa mirada de "no te creo".
-No deberías, la misión no ha sido para tanto.
-Lo sé. No es ese tipo de cansancio.
-¿Entonces?
-No sé. Necesito un cambio.
-¿Qué tipo de cambio?
-Pufff, qué sé yo. Ese es el problema. Quizás debería centrarme en el hospital y dejar de hacer misiones.
-Si es lo que quieres yo puedo encargarme de ello. Pero si puedo elegir, prefiero que sigas siendo mi ayudante.
-Tú solo quieres a alguien a quién puedas mandar cosas.
-No –contestó riendo-. Quiero alguien que me haga compañía. Y tú eres la mejor compañía que uno puede tener.
Fue Sakura quien en ese momento puso el gesto de incredulidad.
-No digas tonterías.
-No son tonterías. Eres… todo lo que uno puede desear.
-En cualquier caso... todos ya están viviendo sus vidas, y yo parece que estoy estancada.
-¿No estás viviendo tu vida?
-No.
-¿A qué te refieres?
-Déjalo. Da igual. No lo entenderías. Me voy a la cama. Mañana tenemos un largo viaje de vuelta a Konoha.
-Que descanses Sakura –se despidió Kakashi avanzando por el pasillo en dirección a su habitación en el palacio de Suna.
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Salió de su habitación cerrando tras de sí y avanzó por el pasillo a oscuras pensando que realmente era una locura, pero después de varias horas mirando el techo no tenía una idea mejor.
Se paró frente a la puerta de Kakashi y por un momento dudo si lo mejor era llamar o entrar directamente.
Optó por lo segundo. Abrió la puerta intentando no hacer ruido y entró a la habitación que se encontraba sólo iluminada por la luz de la luna que entraba por la ventana.
Miró a la cama pero estaba vacía. Kakashi no se encontraba ahí, tendría que esperar a mañana. Se dio la vuelta para volver a su habitación cuando una voz la hizo dar un brinco del susto.
-¿No duermes? –susurró con voz ronca el Hokage.
Justo a su lado, en la butaca que había junto a la puerta, estaba Kakashi sentado.
-Perdona, no quería despertarte –susurra girándose para verle.
-No me has despertado.
Tenía un airé cansado, y miraba hacía la ventana.
-¿Sucede algo, Sakura?
-No. Yo… Quería preguntarte qué quisiste decir con lo de antes.
-¿Lo de antes?
-Dijiste que soy todo lo que uno puede desear. ¿Qué quiere decir?
-¿Qué es lo que necesitas que te explique? –preguntó mirándola de arriba abajo.
Fue cuando Sakura fue consciente de que sólo vestía una camiseta larga que tapaba hasta poco más que medio muslo.
Se cruzó de brazos sobre el pecho, más como si se protegiera del frío que otra cosa. Kakashi la observó un segundo y se levantó de la silla para ir hasta la cama y coger una pequeña manta.
-Abrígate, hace frío –pidió colocando la manta por encima de los hombros de Sakura.
-Estoy bien –aseguró ésta agarrando los bordes de la manta que colgaban por sus costados-. Kakashi…
-¿Sí?
-¿Tú me deseas?
Kakashi se separó de ella y la miró con los ojos totalmente abiertos. Eso sí que había sido una sorpresa.
-Todo hombre con dos dedos de frente te desea –confesó en un susurro grave.
Sakura dejó caer la manta al suelo y avanzó hasta él donde se abrazó a su cintura hundiendo la cabeza en el pecho del Hokage.
-Se siente bien tenerte cerca. Abrazarte. Desde que era una niña no he podido hacerlo –susurró Sakura contra la camiseta azul del uniforme. Kakashi se quedó congelado por un momento, sin saber qué hacer o qué decir-. No te molesta, ¿verdad? –preguntó sin separarse de él.
-No –contestó de manera casi inaudible.
Sakura movió sus manos por la espalda del Hokage hasta colar su mano por debajo de la camiseta.
-¿Cuánto me deseas? –preguntó Sakura, de nuevo en un susurro.
-¿De verdad quieres saberlo? -preguntó con la voz todavía más grave.
Sakura sólo afirmó con la cabeza.
-Déjame demostrártelo –pidió Kakashi pegándose a ella completamente para dejar notar un bulto en su entrepierna.
-Ya veo –susurró Sakura poniéndose colorada mientras intentaba tragar saliva con cierta dificultad, pero sin hacer por separarse de él. Aún más, estiró una de sus manos y la llevó hasta la erección de Kakashi rozándola por encima del pantalón.
El Hokage se desabrochó el pantalón y lo bajó un poco, lo justo para que su erección se escapara de sus calzoncillos. Sakura dejó escapar un pequeño grito al verlo.
Sin decir nada más, Kakashi se bajó la máscara y llevó a Sakura contra la pared aprisionándola con su cuerpo. Una vez la tuvo atrapada pasó una de sus manos por el interior de uno de los muslos de Sakura para levantarlo dejando totalmente expuesta la ropa interior de la ninja.
Allí llevó la otra mano provocando que Sakura cerrara los ojos y levantara la cabeza dejando también expuesto su cuello. Lugar en el que se centró para besar, lamer y morder sin compasión mientras la kunoichi dejaba escapar pequeños gemidos.
-Déjame hacerte el amor –pidió de nuevo Kakashi quitándole la camiseta a Sakura y pegando su erección desnuda al vientre de ésta-. Te demostraré cuánto te deseo.
Sakura guardó silencio mientras se dejaba acariciar el sexo por una de las grandes y ásperas manos de Kakashi que se había colado bajo sus braguitas.
Ante la ausencia de respuesta Kakashi abandono su cuello para bajar por su clavícula hasta sus pechos desnudos, donde su lengua se recreó con uno de sus pezones, y la hizo olvidar todo a su alrededor.
Un pequeño mordisco sobre el pezón derecho, acompañado de una intrusión a su intimidad por parte de algunos dedos del ninja, la arrancaron un gemido y abrió los ojos para verle disfrutando de su cuerpo.
Sin soltar la pierna de Sakura, que mantenía en alto, Kakashi se arrodillo ante ella y hundió la nariz en su sexo para respirarla.
-Eres todo lo que puedo desear –dijo en un gruñido antes de besar su clítoris y comenzar a recorrer su sexo con la lengua.
Un gemido ronco, esta vez de la garganta de Kakashi la hizo vibrar en su interior. Y llevó sus manos a la melena plateada que ocultaba el rostro del Hokage para dejar que sus dedos se enredaran con el despeinado cabello.
-Sabes exactamente como imaginaba –confesó Kakashi sin dejar de saborearla e introduciendo la lengua en el interior de Sakura-. Es posible que éste sólo sea otro de esos sueños.
Le vio bajar su mano libre hasta su erección y comenzar a masturbarse mientras seguía haciéndola el amor con la boca. En ese momento Sakura no pudo sentirse más egoísta, pero era incapaz de moverse.
Contra la pared, con Kakashi a sus pies, saboreándola mientras se masturbaba. Estaba completamente extasiada. Era lo más caliente que había visto, imaginado o hecho nunca. Nunca hubiera podido creer que ver a Kakashi arrodillado frente a ella masturbándose fuera tan jodidamente sexy.
Esa mano áspera, grande y fuerte, sujetando la erección con firmeza, moviéndose a lo largo de ésta… la estaba volviendo loca. No necesitaba tenerle entre sus piernas para sentirse como se estaba sintiendo. Sólo con verle masturbarse habría bastado.
La mano con la que se masturbaba Kakashi abandonó su erección para perderse en el interior de Sakura mientras su lengua jugaba hábilmente con su clítoris.
Y para Sakura eso fue suficiente. Se agarró a la melena plateada antes de tensarse contra la pared y dejarse ir sobre la boca de Kakashi con un gemido demasiado alto.
-Te deseo completamente –confesó Kakashi recogiendo con la lengua los restos de su orgasmo.
Sakura le cogió de las manos para obligarle a levantar.
Éste la miró con inseguridad por primera vez en toda la noche, pero soltó la pierna de Sakura para dejarla en una posición más cómoda y se levantó.
-Hazme el amor –pidió Sakura abrazándose a él de nuevo.
Kakashi pasó sus manos por la espalda de la ninja antes de levantarla por las caderas y llevarla hasta la cama.
Allí se tumbó sobre ella y besó su boca mientras se hacía un hueco entre sus piernas y colocaba la punta de su erección en el sexo de Sakura.
Paró un segundo mirándola fijamente parar pedirla permiso, Sakura se mordió el labio inferior y simplemente levantó sus caderas para indicarle que estaba esperándole.
Sin pensarlo más Kakashi se hundió en ella dejando escapar un ronco gemido que ahogó en el pecho de Sakura. Sin poder contenerse más aceleró el ritmo hundiéndose con fuerza en ella posando un beso en su pecho con cada embestida. Dejando escapar un gruñido con cada nueva penetración, que tenía su reflejo en la garganta de Sakura, que subía sus manos a la espalda de Kakashi para clavar allí sus uñas y demandaba más ritmo bajándolas hasta las caderas del Hokage.
Sin embargo él prefería bajar el ritmo y centrarse en disfrutar del placer que suponía llegar hasta el fondo de ella, donde se quedaba por unos segundos mientras miraba sus ojos jade en la oscuridad de la habitación.
-Me estás torturando –dijo por fin Sakura.
-Quiero que dure bastante. Si sigo ese ritmo esto acabará pronto.
-Cómo sigas moviéndote así dará igual el ritmo.
-Entonces haré que te corras varias veces –concedió Kakashi dando un pequeño empujón con su cadera y arrancándole un gemido a Sakura-. Eres perfecta.
-No seas tonto –le insultó para ocultar la vergüenza.
-Llámame como quieras, pero es la verdad –insistió Kakashi.
Sakura se puso colorada y para impedir que la viera le obligó a agacharse para besarla.
-Podría estar así toda la vida.
-Pensé que habías dicho que de seguir así acabaría pronto.
-Me refiero entre tus brazos.
-¿Dónde está el Kakashi que yo conozco? Me lo han cambiado.
-¿No te gusta?
-No estoy acostumbrada a esta faceta tuya.
-¿Y qué esperabas en un momento así?
-Que me molestaras y te rieras de mí –confesó Sakura.
Kakashi se echó a reír deteniendo sus movimientos.
-Sería raro que hiciera algo así en este momento. ¿No crees?
-Es raro que no lo hagas.
-Hm. Déjame intentarlo.
-No hace falta. Sólo digo que es extraño.
-¿Entonces?
-Me gusta. Sigue como hasta ahora. Y hazme el amor.
-Estoy en ello.
-No. Estás parado hablando.
-Hump. Que exigente –se quejó Kakashi bromeando y retomando las embestidas a la vez que perdía la voz y volvían los gemidos.
Sakura bajó una de sus manos hasta los testículos de Kakashi y jugó con ellos en una tortura para Kakashi que no pudo aguantar mucho más y aumentó el ritmo y la profundidad de sus penetraciones para llegar al orgasmo besando apasionadamente la boca de Sakura y temblando bajo el abrazo de ésta.
-Es tu culpa –susurró contra su boca-. Podría haber durando mucho más. Pero has tenido que jugar conmigo.
-¿Contigo o con tus testículos?
-Lo mismo es.
-¿Entonces has terminado? –pregunta haciéndole de rabiar.
-No. Dame diez segundos. No hemos terminado –contestó besándola en la boca.
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Nda: ¡Drabble 50 y yo con estos pelos!... ¿Debería haber hecho algo especial? No sé. No tenía nada pensado y tengo algo de curro, así que de momento espero que os conforméis con que vaya cerrando algunas ideas que tengo por ahí. Normalmente los escribo del tirón en un rato, otras veces no me convencen y los dejo a medias, y otro día releo y me sale un final que me gusta (otras veces simplemente van a la papelera de reciclaje), en fin. Éste es uno de ellos. Drabble 50, ¿llegaré a 100? ¿me cansaré antes? ¿haré mi tesis doctoral algún día? Son preguntas que nadie puede responder... aunque mi director de tesis me apaleará si la última no se responde en dos años :P
En cualquier caso, sí que es algo un poco especial, no suelo meter lemon en los drabbles. Creo que ha quedado muy perv que Kakashi de golpe se baje el pantalón, o que luego se masturbe, pero me ha gustado la idea... es muy... hot.
¡Felices fiestas!
