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Sangre que sólo tú eres capaz de ver
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/ Aviso serio, es un caos de fic. Tiene cambios de estilo sin sentido, así que me veo obligada a decirlo antes de que empecéis para que luego no haya quejas.
Debería titularlo como el error que te da un ordenador cuando no encuentra lo que anda buscando: Error 404. Porque es un poco lo que ha pasado en mi cabeza. Tenía una idea que al final abandoné porque me pareció que ellos no habrían actuado así, y sin querer se fueron a otra historia, y de ahí a otra, y otra. Seguramente tampoco habrían actuado así. Lo dicho, un sin sentido pero que creo (en mi inmensa estupidez) que ha quedado mono, gracioso, curioso… algo. Y como no tengo vergüenza ninguna –es la edad que me hace olvidar el concepto de vergüenza ajena-, he pensado que para tenerlo en mi ordenador mejor lo publico y ya me tiráis huevos -que no sean cocidos, que hacen dañito- a la cabeza, o lo que sea.
No dejéis de leerme, que habrá otros mejor. ¡Domo arigato! /
·—·
-·-
Deja de mirarla.
No es tan fácil.
Simplemente deja de mirarla y quita esa sonrisa estúpida de la cara. Se está dando cuenta todo el mundo.
Tampoco pasa nada, está ahí delante, a la vista de todos. No es que esté espiándola.
Ya. No pasa nada, ¿verdad?
Claro que no.
¿Y por eso te está mirando tu amigo el rarito?
Kakashi mira a su alrededor para ver a Maito, parado a un par de metros de distancia y observándole con una mirada interrogante.
-¿Sucede algo Kakashi?
Te lo dije. Ahora se acercará a nosotros para saber qué ocurre.
Kakashi vuelve a mirar al centro de la plaza, donde Sakura, de rodillas, golpea con el puño sobre el suelo repetidas veces.
-¿Qué le pasa a tu alumna, Kakashi?
-Ex alumna –corrige el ninja rascándose la nuca-. No lo sé. Acabo de llegar.
Hace como diez minutos que estás ahí parado mirándola. Podrías haber intentado enterarte de algo.
Empezaba a ser una costumbre muy rara eso de la voz de su conciencia hablando con él como si no fueran la misma persona.
-¿No piensas hacer nada? –pregunta el de verde mirando atónito cómo todo el mundo se aleja de la zona donde Sakura sigue golpeando el suelo.
Un suelo de losas que ya están echas añicos.
-No sé qué la pasa.
-Pues ve y pregúntala. Quizás puedas ayudarla.
-Al menos consigue que deje de romper el suelo –pide Kurenai unos pasos por detrás.
Kakashi se gira sobre sus tobillos para ver a Kurenai de la mano de una pequeña Mirai que se acerca hasta ellos sonriendo.
-Tío Kakashi, tío Gai –saluda la pequeña sonriendo y soltándose de su madre para abrazar una pierna de cada ninja.
Kakashi acaricia la cabeza de la niña poniendo una mano rígida sobre su cabeza –nunca se le dieron bien los niños-, el de pelo a tazón la coge por la cintura y la levanta en el aíre sonriente.
-Vamos Hokage, no puedes tener miedo de tu ex alumna –comenta Kurenai remarcando el prefijo que él mismo había utilizado y acercándose a él para darle un apretón en el hombro.
Kakashi mira de nuevo a Maito antes de afirmar con la cabeza y avanzar hacía la zona cero.
-¿Sakura? –la llama desde una distancia prudencial.
La pelirrosa, de rodillas en el suelo, no le oye, o decide ignorarle, no da muestra alguna de haber escuchado al ninja, y sigue golpeando el suelo con fuerza.
-Sakura… -repite acercándose un poco más a ella.
Esta vez Sakura levanta la cabeza y detiene los puñetazos. Fija su mirada en Kakashi, aunque éste tiene la impresión de que los ojos jade sólo miran a través de él.
-¿Está todo bien, Sakura? –pregunta dando un par de pasos más y agachándose a su lado.
-Kakashi sensei –exclama la kunoichi como si acabara de descubrir que no está sola.
-Sakura, ¿qué ha pasado? –pregunta con un tono suave y tomando una de las manos de la chica para comprobar que le sangraban los nudillos.
-¿Eh?
-¿Por qué golpeas el suelo en mitad de la calle? –pregunta sacando un pañuelo para limpiarle la sangre de las manos.
-¿Eh? –Sakura levanta la cabeza para mirar a su alrededor, parecía despertar de un trance.
Muchas de las personas que se había detenido ante el ruido y las acciones de Sakura echan un último vistazo a los dos ninjas y retoman sus tareas, comienzan a andar en cualquier dirección opuesta al pequeño grupo que forman Kakashi, Sakura y las losetas rotas del suelo. Se quedan algunos curiosos que esperan ver cómo termina todo. Kakashi mira en dirección a Kurenai y Maito, que siguen observando desde el lugar que antes ocupaba él.
-Ven conmigo –pide el ninja tomándola de las manos y tirando de ella para ayudarla a levantar.
-¿Kakashi sensei? –pregunta Sakura mirándole fijamente sin soltarse.
Kakashi sigue mirándola y lo que ve es una Sakura que le mira, pero pareciera no verle. Que tiembla y no parece ser consciente de dónde se encuentra o lo que hace.
-¿Qué te ha pasado? –pregunta preocupado por verla en ese estado.
-Kakashi sensei, yo… ¿qué hace aquí?
-Estoy en mitad de la calle. ¿Qué haces tú aquí?
Sakura mira a su alrededor y por fin parece ser consciente de dónde se encuentra.
En mitad de una de las calles principales que ahora tendrá que ser cortada al paso de peatones durante un rato mientras arreglan el suelo que ella ha destrozado.
-¿Qué hago aquí?
-Esa es una gran pregunta. ¿Qué ha pasado?
-Salió mal.
-¿El qué?
-La operación. Salió mal. La primera operación de ese tipo en que me dejan sola y lo he hecho terriblemente mal.
Kakashi la mira sin decir nada.
-Todo mal. He sido una inútil y lo he estropeado. Ha muerto.
-Vamos, te acompaño a casa, necesitas descansar –dice pasando un brazo por la cintura de Sakura para ayudarla a mantenerse en pie.
-¡No! –Sakura de un tirón se aleja de Kakashi-. Tengo que volver al hospital.
-Está bien. Iremos al hospital. ¿Has hablado con Tsunade?
-No hay mucho que hablar. Me regañará y estará decepcionada.
-No lo creo.
-Lo he estropeado.
-Esas cosas pasan.
-No.
-Sakura, somos humanos, nos equivocamos, las cosas no siempre salen bien.
-Debería haber salido bien.
-Mira, no sé muy bien lo que ha pasado. Pero necesitas hablar con Tsunade.
Sakura le mira fijamente antes de bajar la cabeza.
-Lo sé.
Kakashi vuelve a rodearla con el brazo.
-Vamos. Te acompaño al hospital. Allí buscaremos a Tsunade.
-Kakashi… lo he jodido todo.
-No seas tan dura contigo misma.
-¡Mira quién habla! El rey de la culpabilidad propia.
Kakashi la mira primero sorprendido, luego sonriendo bajo la máscara.
-Soy un experto en eso, por eso sé que no es sano.
Tira ligeramente de ella para hacerla andar.
-o-
Maito y Kurenai, todavía de la mano de Mirai, ven la escena desde lejos, y se miran antes de echar a andar tras ellos.
-¿Tú qué opinas, Gai?
-¿Opinar? ¿De qué?
-¿Crees que tiene alguna posibilidad con ella?
-¿Kakashi y Sakura?
-Está completamente enamorado de ella. Solo hay que ver como la trata. Nunca le he visto ser tan… atento con nadie. Por no hablar de que parece tener miedo siquiera a rozarla.
Maito les mira por un momento como si fuera la primera vez.
-Nunca me había fijado. Pero es cierto. Es posible que Kakashi esté enamorado de esa chica.
-Sakura ha madurado mucho. Es toda una mujer –comenta Kurenai sin dejar de mirar a Sakura.
-Es… una jovencita preciosa –dice Gai.
-Ya no es una jovencita. Y Kakashi no es tan mayor –sentencia la kunoichi.
-No he dicho que lo sea.
-Creo que harían una buena pareja. Ella le aportaría eso que le falta.
-¿Te refieres a la felicidad? –pregunta Gai con sencillez.
Kurenai se gira para mirar a su interlocutor.
-Sí. Supongo que sí.
-¿Y ella? –pregunta Gai.
-¿Ella?
-¿Crees que Sakura sería feliz con alguien como Kakashi?
-Tú conoces a Kakashi mejor que nadie, ¿crees que puede serlo? –pregunta a su vez Kurenai.
-Kakashi… -el de verde se detiene un momento a pensar-, tiene un sentido de la lealtad inigualable, pero su afán por autoculparse de todo no le permite ver más allá. No digo con esto que no pudiera hacer feliz a Sakura, o cualquier otra mujer, sólo digo que no le veo intentándolo, él no cree que pueda hacer feliz a nadie.
Kurenai con los ojos bien abiertos no quita la vista de Maito.
-¿Qué pasa? –pregunta el de verde.
-Me has sorprendido. Nunca te había oído hablar así.
-Querida Kurenai –dice volviendo a recuperar su tono de la eterna juventud-. Como eterno rival de Kakashi he pensado mil veces en él y las mujeres –la Kunoichi cambia el gesto a uno de asco-. No me mal interpretes, me refiero a la idea de que Kakashi tomara a una mujer como su esposa y fuera feliz, pero no ha sucedido.
-Tú tampoco lo has hecho.
Maito baja la cabeza entre decepcionado y herido.
-Lo he intentado, a diferencia de Kakashi.
Detienen su paseo al ver a ambos ninjas entrar al hospital.
-Kakashi dará el paso –susurra Kurenai.
-o-
-Kakashi, arigato –agradece Sakura frente a la puerta del despacho de Tsunade.
-No tienes que agradecerme nada.
-Bueno, antes estaba un poco… nerviosa.
-Pude verlo.
-Arigato, de verdad.
-No es nada.
Sakura llama a la puerta y cuando oye a Tsunade darle paso entra.
Kakashi se gira lentamente sin apartar la vista de la puerta y a lo lejos ve venir a Shizune.
-Kakashi sama –saluda Shizune.
-Shizune –saluda de vuelta Kakashi con un movimiento de cabeza.
-¿Qué hace aquí?
-Traje de vuelta a Sakura.
-Ah. ¿Está con Tsunade?
-Sí.
-¿Estaba muy nerviosa? –pregunta Shizune preocupada.
-Me temo que sí.
-Es una pena. Pero en realidad ni siquiera fue su culpa.
-¿Puedo preguntar qué pasó exactamente?
-Mmm. Tsunade sama dejó a Sakura en una operación de corazón. El ninja había sido apuñalado. En realidad sabíamos que tenía pocas probabilidades de éxito.
-¿Por qué Tsunade deja ese tipo de intervenciones a una médico inexperta en ese tipo de operaciones? –pregunta algo molesto.
-Porque Sakura no es inexperta. Es cierto que no ha realizado esa operación antes. Pero ha realizado otras similares. Y su control de chakra es excelente. Cualquiera de nosotros habríamos tenido el mismo resultado. Tras abrirle pudimos ver que las posibilidades de lograrlo eran mucho menores de lo que esperábamos.
-¿Y por qué la dejasteis continuar?
Shizune comenzó a ponerse nerviosa.
-Ya sabes cómo es Tsunade sama.
-Eso no es ninguna excusa. También sabéis como es Sakura. Esto puede hundirla.
-Kakashi sama, con todo el respeto, usted mejor que nadie sabe que este tipo de situaciones son necesarias. Sakura necesita tener este tipo de experiencias.
-¿Experiencias frustrantes donde no hay posibilidad de éxito? –pregunta cabreado.
-Sí –responde cortante.
Kakashi guarda silencio. Sabe que lleva razón.
-Sakura necesita enfrentarse a la realidad –comenta Shizune con la mano en el picaporte del despacho de Tsunade-. Pero también necesitará a alguien que la ayude a levantarse –añade cruzando la puerta.
Kakashi se queda mirando la puerta. Sí, necesitaba algún fracaso. Pero también necesitaba una opción de éxito.
Estaba perdido en sus pensamientos cuando Sakura apareció cabreada cerrando tras de sí la puerta de un golpe.
-Kakashi –exclama sorprendida-. ¿Qué haces aquí?
"Pero también necesitará a alguien que la ayude a levantarse".
-¿Te apetece ir a comer? Yo invito. –él podía ser ese alguien.
-Preferiría irme a casa.
-Está bien. Compraremos algo para comer por el camino –comenta sonriendo bajo la máscara.
-Kakashi sé lo que intentas. No es necesario. Estoy bien.
-Déjame acompañarte. Puedo ser tu saco de boxeo.
-No necesito un saco de boxeo.
-Entonces puedo escucharte. Puedes gritarme –ofrece como la mejor de las ofertas.
Sakura le mira con atención. Se encoge de hombros.
-Tú invitas.
-Yo invito –repite sonriendo.
-o-
-Y me ofrece una operación que sabe que está perdida. ¿Por qué me deja al cargo de una operación cuya probabilidad de éxito es menos de un tres por ciento? ¿Quiere hundirme? –grita Sakura sin soltar la cerveza.
-Sakura, creo que has bebido demasiado –dice Kakashi quitándole la cerveza.
-No. Devuélvemela –pide levantándose torpemente y acercándose hasta él.
-No. Es mejor que dejes de beber –pide Kakashi levantando la cerveza por encima de su cabeza dejándola fuera del alcance de Sakura.
-Dijiste que me ibas a escuchar –grita saltando en un intento por alcanzar su cerveza.
-Te estoy escuchando. Y creo que no consigues ver todo el mapa –comenta separando a Sakura simplemente alargando su brazo para mantenerla separada.
-Veo todo el mapa. Se han reído de mi. Me han dado una operación avanzada sin posibilidad de éxito –se queja comenzando a dar vueltas por el salón.
-Un tres por ciento no es sin posibilidad.
-Vamos Kakashi, hasta tú sabes que un tres por ciento es poco –grita mirándole.
-No es imposible.
-¡No me estás ayudando! –exclama girándose.
-Intento ser sincero. Es cierto, tenías pocas posibilidades, pero había una mínima posibilidad de que lo consiguieras. Tú podías haberlo conseguido.
-No. Yo no. ¡Yo no lo conseguí! –grita cabreada y agitando sus manos en el aire.
-No. No lo hiciste. Pero podrías haberlo hecho. Si mejoras, la próxima vez que enfrentes una operación como esa, podrás conseguirlo – Kakashi habla con voz tranquila. Deja las cervezas en la mesa y se acerca hasta ella.
-Entonces tendría que haberle operado Tsunade, o Shizune. Ellas podrían haberle salvado.
-Podrían haberle salvado tanto como tú.
-¡Ellas tienen más experiencia! –vuelve a gritar indignada.
-Sakura, ya basta. Puedes quejarte, cabrearte o llorar todo lo que quieras. Pero lo cierto es que, si mejoras, la próxima vez podrás salvar a esa persona.
-Pero no lo he hecho –grita con rabia.
-No, no lo has hecho –dice acercándose a ella hasta tomarla por las muñecas para impedir que siga agitando sus manos cabreada.
-No lo he hecho –dice por fin en voz baja, deteniéndose, casi sin fuerza.
-No.
-No he podido salvarle –dice casi en un susurro.
Ambos quedan en silencio. Y Sakura comienza a llorar silenciosamente.
Kakashi suelta las muñecas de Sakura y la abraza. Ésta comienza a temblar y pierde la fuerza de sus piernas, dejando su peso en brazos de Kakashi, que al no esperarlo se deja caer de rodillas abrazado a ella.
-Está bien. Tranquila.
-No he podido salvarle –repite llorando.
-No siempre podemos conseguirlo. Pero para la próxima vez estarás preparada para una situación así.
-¿Lo estaré?
-Lo estarás. Sea para salvarlo o para admitir que no hay forma de hacerlo.
Sakura se suelta del abrazo para mirarle fijamente mientras se seca las lágrimas.
-Sé de lo que hablo Sakura, a veces no hay forma de salvarlos. No significa que debas rendirte. Significa que debes estar preparada para intentarlo hasta el final, que debes ser capaz de cualquier cosa por salvarlos. Pero también tienes que aceptar que habrá veces que no puedas.
-¿Y si no lo acepto?
-Entonces te pasarás el resto de tu vida lavándote las manos de una sangre que sólo tú eres capaz de ver.
Sakura le mira en silencio unos segundos.
-¿Sangre que sólo tú eres capaz de ver?
-Sí.
-¿Eso es lo que pasa contigo?
Kakashi la mira en silencio antes de afirmar con la cabeza.
-¿Y de quién es la sangre que tú siempre andas lavándote?
-De mucha gente. De amigos, de enemigos.
-Me estás pidiendo que haga algo que tú no has sido capaz de hacer.
-Tú eres mejor que yo. Eres más inteligente. Eres más fuerte. Eres capaz de cualquier cosa que te propongas.
Sakura le mira fijamente una vez más.
-También soy más guapa –bromea intentando quitar importancia a lo que acaba de escuchar.
-Sin duda –sonríe Kakashi bajo la máscara.
El silencio se vuelve a instalar entre ambos. Sakura intenta ponerse en pie, pero Kakashi lleva una mano hasta uno de sus hombros para detenerla. Ella fija su mirada en la de Kakashi que la mira con intensidad.
El ninja lleva su otra mano hasta la barbilla de Sakura para traerla hasta sí y besarla a través de la máscara. Un beso breve, suave, y sin apenas contacto. Dos alientos que se mezclan en un pequeño espacio.
Se separa de ella sin dejar de mirarla, esperando que ella abra los ojos y sea capaz de leer algo en su mirada o quizás esperando un puñetazo directo a su mandíbula.
Segundos después ella abre los ojos y vuelve a respirar, algo que había olvidado en el momento en que entendió cual era la intención de Kakashi.
-¿Qué has hecho? –pregunta en un susurro.
-Gomen. No tenía que haberlo hecho.
-Claro que no. ¿Quién besa a una chica con una maldita máscara? –pregunta esta vez en un grito.
-¿Eh?
-No puedes besarme con tú maldita máscara –repite Sakura-. No puedo creérmelo. No me extraña que estés solo. No puedes besarme con la máscara –es casi un monólogo con un tono de molestia-. ¡Aarrggh! ¡Me has besado con la máscara! –le grita poniéndose en píe.
Kakashi se pone en pie a su vez y la mira sonriendo bajo la máscara. Sakura sigue quejándose y comienza a dar vueltas por la sala.
-¿Estará bien si me quito la máscara? –pregunta bajándosela.
Sakura sigue hablando y dando vueltas sin mirarle. Kakashi aprovecha que pasa cerca suya para tomarla del brazo y detenerla frente a él. Sakura se congela mirándole el poco tiempo que le ofrece Kakashi antes de besarla.
La coge por el cuello y se pega a ella besándola con fuerza. Sakura lleva sus manos a la cintura de Kakashi.
Segundos después ambos se sueltan buscando el aire necesario.
-¿Mejor así? –pregunta Kakashi mostrando una blanca y perfecta sonrisa.
-Maldito –dice sin maldad.
Kakashi frunce el ceño.
-No tengo claro eso de ser más guapa que tú –dice cogiéndole por el cuello del chaleco y tirando de él para volver a besarle.
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NtA: Siempre he pensado que sería un poco así, salido de la nada. Tenemos un momento en que Sakura está hundida, y sin saber cómo Kakashi se ha atrevido a dar el paso. Quizás se podría ver como algo un poco feo, como si Kakashi se aprovechara de un momento de bajón. Pero no se trata de eso. Es un momento en que Sakura está, por esta experiencia, cercana a lo que Kakashi siente que es su vida cada día. Y él siente que ella necesita algo que la saque de ese lugar oscuro en el que él se encuentra continuamente. Kakashi podría haber organizado una cena con otros amigos para sacar a Sakura de la oscuridad, quizás a corto plazo habría funcionado, Sakura habría olvidado por un rato lo sucedido, o quizás ni eso, porque al final, cuanta más gente tienes alrededor, más fácil se hace aislarse y seguir pensando en lo que no deberías. Cuando sólo eres tú y otra persona eso es más difícil. Kakashi ya ha pasado por eso, sabe cómo se siente. Sabe lo que se necesita. Y lo que Sakura necesita es alguien que la escuche pero también sea capaz de decirle lo que tiene que escuchar. Que al final se lance es la parte egoísta. La parte en que quiere salir él de esa oscuridad. ¿Es raro que lo haya hecho? No sé.
No es que Kakashi piense que lanzarse es ese algo que ella necesita, eso sería un poco narcisista y egoísta. Ella es la única a quién se abre, la única que es capaz de sacarle de su oscuridad (esto ya lo he dicho otras veces), y en ese momento en que se ve reflejado en ella, en que la ve cercana y están es una situación cómoda, en un momento en que ve que él está ayudándola, sólo se deja llevar. Quizás se ha ido del personaje. Tampoco es la primera vez que meto algo así.
