Disclaimer: Los personajes, lugares y hechizos, son propiedad de J.K Rowling, a menos de que se especifique lo contrario. No hay retribución monetaria con la traducción y publicación de esta historia.
Traducción autorizada de A Forward Path por umbrellaless22 en AO3
CAPÍTULO LXXXI
Para el inmenso alivio de Harry, el regreso de Draco no pareció encender ninguna amenaza, aunque Seamus insistió en reanudar su patrulla de octavos años durante unos días, asignando a otros dos para que acompañaran a Harry y a Draco a donde fuera.
—Sólo hay que dejar que los fuegos se apaguen, Harry, es todo lo que digo. —había insistido.
Más allá de un par de Piernas de Gelatina a medias por parte de algunos rencorosos alumnos de sexto año -que pronto se vieron solucionados por un severo sermón de Hermione-, los estudiantes de Hogwarts aceptaron una vacilante moratoria de las represalias contra Malfoy, para alivio de Harry. Sin embargo, descubrió que su mano se acercaba a la de Draco con más frecuencia de lo habitual, o que la apretaba en la parte baja de su espalda mientras caminaban.
—Creo que el alumnado lo entiende, Potter —comentó Draco un par de semanas después. Su voz estaba teñida de falsa irritación cuando Harry insistió en agarrarle la mano mientras se dirigían a Encantamientos. Era el día anterior a la luna llena y Harry se sentía inquieto—. En realidad, no necesitamos estar en contacto cada hora de cada día, si te das cuenta.
Harry se sonrojó al ser descubierto. No sabía si simplemente le gustaba la cálida solidez de la mano de Draco en la suya -que se habían enfrentado a todo ese asunto de la traición y seguían en pie- o si estaba siendo más demostrativo por el bien de los espectadores más dudosos.
— ¿Es demasiado? —preguntó.
— ¿Para mí? —Draco consideró— No. Sólo pensé que tal vez no quisieras ser visto como un terrier preocupado y a la vez posesivo a los ojos de todos los individuos que asisten a esta fina institución.
Harry le dedicó una sonrisa culpable y se inclinó para dar un breve beso a la sien de Draco.
—Bueno, al menos es honesto.
—Sí, cariño —dijo Draco—, tu virtud está totalmente restaurada. —Harry se dio cuenta de que no había soltado la mano.
— ¡Muy bien, todos! —Hermione se dirigió al ED esa noche, junto a Luna Lovegood, Ginny y Daphne. Harry se quedó un poco apartado, sintiéndose un poco pretencioso. Él no había organizado nada de esto— Mañana por la noche hay luna llena. Sin embargo, sabemos que lo que sea que está haciendo todo esto no sólo actúa durante la noche, así que debemos estar en guardia desde el amanecer de esta mañana. Lleven sus amuletos de aversión consigo en todo momento. Vigilen a los estudiantes más jóvenes, asegúrense de que también lleven los suyos. Lleven sus objetos de oro o hierro a mano. Si ven algún fantasma o espíritu desconocido, recuerden el hechizo de contención que hemos estado practicando: ¡Capto! —Hermione hizo una demostración con un movimiento de su varita, el hechizo de contención, aparentemente, y luego golpeó una delicada cadena de oro en su muñeca— Así.
En ese momento, Nick el Casi Descabezado entró flotando por la puerta, seguido por otros fantasmas, Myrtle la Llorona y algunos otros espectros que Harry reconoció vagamente.
—Ah, Sir Nicholas —le saludó Luna, tan soñadora como siempre—, muchas gracias por su disposición a ayudarnos —Luna se volvió para dirigirse a los alumnos—. He reunido aquí a los fantasmas del castillo para asegurarnos de que no cometemos ningún error en la trampa —explicó—. No sabemos si el cwalus, o lo que sea el espíritu ofensivo, asumirá una forma fantasmal o corpórea, pero ya lo ha hecho en el pasado. Por favor, echen un vistazo antes de lanzarlo. El hechizo es reversible, pero difícilmente será cómodo para los amigos fantasmas.
—Gracias, Luna —dijo Ginny con firmeza, mientras los fantasmas revoloteaban cortésmente por las paredes del aula bajo la atenta mirada del ED—. Ahora, como dijo Hermione, esperamos estar en alerta desde el amanecer de mañana hasta el amanecer del día siguiente. ¿Tienen todos sus compañeros de Slytherin? Ellos han sido, hasta la fecha, los objetivos típicos. No se aparten de ellos durante este tiempo, ¿entendido? Si ven algo, o escuchan algo, o si su compañero de Slytherin dice que se les ha metido una voz en la cabeza, envíen su patronus a uno de nosotros, la directora u otro profesor inmediatamente. Si no tienen un patronus, diríjanse al gran salón, donde uno de nosotros estará situado todo el tiempo. No dejen atrás a su compañero de Slytherin.
—Los Slytherin que no están en el ED han sido informados —dijo Daphne en voz baja. Harry se preguntó cuántas veces había escuchado realmente la voz de la chica en voz alta. No podían ser muchas. Era baja y suave, imponiendo silenciosamente la atención—. Al menos un miembro del ED estará presente en cada dormitorio de Slytherin durante toda la noche. Haremos turnos, así que debemos estar despiertos y alerta. Nunca les faltará asistencia.
— ¿Algo que añadir, Harry? —preguntó Hermione. Harry parpadeó. Sinceramente, se sentía un poco imbécil, la verdad. Todo este trabajo y planificación y prácticamente nada de ello le había implicado.
—Eh... —dijo, sin ánimo de ayudar. Draco le lanzó una mirada exasperada desde donde se encontraba al fondo del aula, con los brazos cruzados mientras se apoyaba en una pared. Harry no pudo evitar pensar que se parecía un poco a Clark— Nada que añadir, en particular —empezó Harry—, sólo quiero agradecerles a todos su diligencia en esto. La cantidad de consideración, investigación, planificación, práctica y cuidado que se puso en esto es asombrosa. Así que, gracias por eso, y gracias por trabajar para mantener la seguridad de la escuela, y por cuidarse unos a otros. Estamos todos juntos en esto.
—Encantador —sonrió Hermione—. Todos los presentes nos hacemos eco de esos sentimientos y aplaudimos sus esfuerzos. Así que, por favor, recuerden poner sus alarmas y reunirse con su compañero poco antes del amanecer. El desayuno empezará temprano para los que tengan hambre, y los elfos habrán trabajado incansablemente para preparar algo agradable que les levante el ánimo. Así que no dejen de agradecer a cualquiera que vean.
Después de que los alumnos más jóvenes salieran, Harry se acercó al grupo de brujas que estaba al frente de la sala.
—Yo... no sé qué decir —admitió, cuando se volvieron para observarlo—. Debería haber ayudado. Todas han hecho un trabajo increíble. Gracias, de verdad.
Ginny puso los ojos en blanco.
—Merlín, Harry, eres realmente denso. ¿Crees que lo hemos hecho por ti? —estaba más divertida que irritada— No eres nuestro comandante, lo sabes. Aquí todos somos estudiantes. A todos nos importa lo que pasa. Tú estabas ocupado. Si hubiéramos necesitado ayuda, la habríamos pedido. Todas somos perfectamente conscientes de que tenías tus propios asuntos... —al decir esto, ladeó la cabeza hacia Malfoy, que seguía apoyado despreocupadamente en la pared del fondo de la sala—, que atender. Necesitábamos que fueses una figura de referencia en este momento, y lo fuiste. Los deberes se han cumplido.
—Claro —dijo Harry estupefacto—. Bueno, bien hecho.
—Sí —sonrió Ginny—, fue bastante, ¿no?
— ¿Tengo... un compañero? —aventuró Harry, aun sintiendo que debía hacer más.
Ginny resopló.
— ¿El rubio rico del fondo de la clase? ¿El que duerme en tu cama? ¿Te suena esto? Sinceramente, Harry, ¿en quién pensabas?
—Malfoy puede cuidar de sí mismo. Si necesitan ayuda con alguien más joven-
—Como dije, Harry, ya está resuelto.
— ¿Y Clark?
— ¡Harry, los estudiantes están intercambiando dormitorios! Será la mitad de Slytherin y la mitad de miembros del ED, más un estudiante mayor de guardia. Más allá de eso, no voy a poner a jóvenes de dieciocho años con un montón de niños de once años, no seas tonto.
—Bueno, ¿con quién lo emparejaste? —presionó Harry.
Ginny puso los ojos en blanco y sacó un pergamino de su destartalada mochila que había visto el uso de demasiados hermanos.
—Atwal, tu cazador —dijo, encontrando su nombre en la lista—. Me imaginé que eran compañeros de Quidditch, así que sería fácil que se llevaran bien.
Harry sabía que Atwal era un tipo decente, aunque ni siquiera sabía que el chico estaba en el ED. De nuevo, sintió una punzada de arrepentimiento por no haber mantenido esa responsabilidad. Raspó la punta de su zapato en la piedra, tratando de pensar en algo que decir.
—Lo estás haciendo de nuevo —le reprochó Ginny—. Sé que es difícil de creer para ti, Harry, pero no tienes que encabezar todos los proyectos. Ten un poco de confianza, ¿quieres?
—Lo siento, Gin. Gracias. No es que tenga que darte las gracias, como has dicho —hizo un incómodo gesto de agradecimiento—. Quiero decir, lo has hecho muy bien, Merlín eso suena condescendiente. Es que... joder, no sé lo que estoy intentando decir.
—Sí bueno, lo entiendo de todos modos. Somos una familia, Harry. Compartimos las cargas. Acostúmbrate a ello.
Harry se despertó al amanecer de la mañana siguiente más por culpa que por la necesidad real de estar en algún sitio o hacer algo. No sabía si debía sentirse avergonzado u ofendido porque las chicas no consideraran oportuno darle ningún papel durante todo esto.
El brazo de Draco se apretó alrededor de su torso.
— ¿Qué estás haciendo? —murmuró en el cuello de Harry.
—Deberíamos... ayudar. —sugirió Harry.
—Ayuda, ayuda, necesito protección —respondió Draco burlonamente—. Mejor quédate aquí en la cama y vela por mí hasta una hora apropiada.
—Debería hacer acto de presencia como mínimo —instó Harry—. Lo menos que puedo hacer es ser una figura confiable. Y además, ¿no quieres sermonear a Atwal para que vigile a Clark?
Draco resopló.
—Bien.
Después de ducharse, bajaron al gran salón. Había un cuarto de estudiantes, en su mayoría con los ojos apagados, con diversas combinaciones de pijamas y atuendos escolares. El desayuno era bastante decadente, gofres belgas y nata montada con conservas de frutas. Draco los miró con interés. Los ojos de Harry, sin embargo, se dirigieron al extremo de la mesa de Slytherin. Clark no estaba allí.
—No está aquí. —señaló Harry.
Draco sacó su reloj de bolsillo, lo comprobó y luego se deslizó en un banco de la mesa de octavo año.
—Relájate, cariño, apenas son las siete. Prepárame un plato y sirve el té. Clark bajará pronto.
Harry revisó la mesa de Gryffindor, pero tampoco vio a Karanjeet Atwal, así que tal vez los dos estaban en una sala común u otra, todavía. Tal vez eso era una buena señal, trató de decirse a sí mismo. Le sirvió a un malhumorado Malfoy un esponjoso gofre con demasiados ingredientes. Sin embargo, él mismo no se sentía lo suficientemente asentado para algo tan dulce, así que se limitó a servir un poco de gachas y a jugar con su varita.
—Detente. —refunfuñó Draco.
— ¿Qué?
—Sé lo que estás pensando, y no te atrevas a enviar a tu maldito ciervo a buscar a Tiering. Ya lo avergüenzas bastante.
Harry tragó, sonrojándose y sintiéndose tonto por ser tan transparente.
—Cómete las gachas, Potter —exigió Draco—. Tiering está bien. Incluso si Brown le hizo una visita, la semana pasada dijiste que Clark tenía su Oclumancia dominada, por fin. Dijiste que ibas a tope y que él te dejaba fuera.
—Lo hice, lo hizo. Es sólo que...
—Entonces, lo peor que puede pasar es que ella venga de visita y él la eche y venga a buscarnos.
—O se quedará atrapado en las mazmorras y se quemará con el fuego maldito. —murmuró Harry sombríamente.
—Oh, amor —dijo Draco, con voz más suave ahora—. Eso no va a pasar.
Harry se estremeció, el amargo temor de un mes antes se agitó en su pecho.
—No estabas allí, no lo viste, el humo, su maldito cuerpo inerte. Merlín, Draco, creí que estaba muerto, casi lo estaba.
Draco le puso una mano en la espalda para tranquilizarlo.
—Lo sé. Pero tú estabas allí. Y resolviste el asunto de la luna llena, y Granger y Weasley y el resto lo tomaron y lo llevaron a cabo, y ahora hay un plan muy sólido en marcha. No vamos a perder a nadie hoy. Y mucho menos a Clark.
Harry tomó aire para estabilizarse y se apretó contra el tacto de Draco.
—Sí, de acuerdo, tienes razón. Estará bien.
...
¡Gracias por leer!
