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Las tres de la mañana

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NdA

Por primera vez voy a establecer unos antecedentes para que esto tenga sentido:

Sakura es médica jefa en el hospital de Konoha, trabaja allí, vive sola desde hace unos meses, está independizada, mientras que sus padres se mudaron a una casita en una ciudad cercana al mar, porque a la madre le viene mejor por la salud poder darse baños en el mar (por ejemplo).

Kakashi es Hokage, y vive en su casa de siempre.

Ambos llevan unos meses en una relación de la que nunca hablan, pero que ya no se puede negar. A veces uno de ellos pasa la noche en la casa del otro. Pero usualmente cada uno duerme en su propia casa.

Es posible que todo el mundo ya sepa que ellos están juntos, pero es algo de lo que tampoco se habla. Sólo sucede.

También es posible que nunca se hayan dicho "te quiero", pero ambos saben que es así.

Hace algo poco más de un mes que Sakura viajó a la ciudad donde viven sus padres, para realizar el seguimiento de un paciente, a petición de sus padres, el hijo de unos amigos suyos.

Hoy le ha operado, ha terminado la operación y ha decidido volver a Konoha.

Kakashi duerme.

-o-

-o-

Cerró la puerta despacio, intentando no despertarle y se metió a la cama.

-¿Sakura? ¿Qué hora es? –preguntó girándose para verla.

-Deben ser cerca de las tres de la mañana, perdona. No quería despertarte.

-No te preocupes. ¿Cómo fue?

-Fue... bien.

-¿Bien?

-Sí. Fue muy bien.

-Genial. ¿Por qué lo dices con ese tono de tristeza?

-No lo digo con tono de tristeza. Hace frio aquí –aseguró temblando bajo las sábanas.

-La calefacción está apagada. No pensé que fueras a venir. Creí que te quedarías en el hospital o en casa de tus padres.

-No sé. Supongo que quería contártelo.

Kakashi la mira sonriendo.

-Ven aquí –pide tirando de ella para rodearla con sus brazos y besarla en la frente.

-Siento haberte despertado.

-No te preocupes. ¿Quieres que ponga la calefacción? –preguntó haciéndola entrar en calor frotando su espalda.

-No. No te preocupes. Estoy bien.

-¿Segura?

-Segura.

-Me alegro de que hayas venido.

-Y yo de haber venido –aseguró pegando su cabeza al pecho de él.

Kakashi bajó su mano por la espalda de Sakura hasta su cintura.

-¿Qué llevas puesto? –preguntó divertido.

-Una camiseta tuya.

-¿Y tú pijama?

-No lo encontré.

-Mmmm –gruñó dejando pasar su mano por debajo de la camiseta volviendo a subirla por la espalda.

-¿Qué haces, Kakashi?

-Ya sabes qué hago.

-En serio, ¿a las tres de la mañana?

-Eres tú quien ha venido buscándome, ¿o de verdad has venido hasta aquí para meterte en mi cama y dormirte sin siquiera saludar?

-No sé a qué he venido –respondió dejando escapar una risilla.

-Sí que lo sabes –afirmó tumbándose sobre ella y besándola.

-¡Son las tres de la mañana!

-Eso ya lo has dicho antes.

-Siguen siéndolo.

-Vamos a celebrar que la operación ha ido bien. A eso has venido –aseguró perdiéndose bajo las sábanas.

-o-

Con un gruñido se agachó sobre ella para besarla una vez más. Luego intentó tumbarse a su lado, pero ella tiró de él para obligarle a dejarse caer sobre ella.

-No quiero aplastarte.

-No te preocupes. No me aplastas –aseguró abrazándole.

Kakashi sonrió contra su cuello antes de besarlo.

-He estado pensando –dijo sin dejar de besarla.

-¿En qué? –preguntó entre sorprendida y curiosa.

-En nosotros.

-¿En qué exactamente?

-En nosotros viviendo juntos.

Sakura le obligó a separarse para comprobar si hablaba en serio, y él aprovechó para tumbarse a su lado.

-Ven aquí –pidió pasando un brazo bajo su cabeza para atraerla hasta su pecho.

-¿Vas a mudarte a mi casa?

-Bueno, en realidad había pensado que te mudaras tú aquí. Mi casa es más grande. ¿Qué te parece?

-Creo que... es una buena idea.

Sonrió antes de girarse para besarla.

-Duérmete. Es tarde. Y debes estar cansada después de la operación y el viaje.

-Eso no pareció importarte antes –rió acomodándose nuevamente contra su pecho.

-o-

Kakashi despertó con la luz que entraba por su ventana para encontrarse sólo en la cama.

-¿Sakura? –la llamó desde debajo de las sábanas.

-Aquí –respondió ella entrando a la habitación con un par de cafés.

-¿Qué haces despierta? Ven a la cama.

-Tenemos que hablar. Siéntate.

-Estoy tumbado. Y tú deberías estar durmiendo. Ayer fue un día largo.

-Siéntate por favor –repitió con más seriedad.

Kakashi se incorporó en la cama y la miró preocupado.

Sakura se acercó hasta él, le ofreció uno de los cafés y se sentó en el borde de la cama.

-¿Qué sucede? ¿Te arrepentiste respecto a venir a vivir conmigo?

-Estoy embarazada.

-¿Qué... ¿Quién...

-¿Cómo se te ocurra preguntar de quien es te aseguró que—

-No. No iba a preguntar eso. ¿Desde cuándo lo sabes?

-Desde hace dos semanas más o menos.

-¿Por qué no me lo dijiste antes?

-¿Por carta?

Se quedó mirándola por unos segundos antes de afirmar en silencio. Luego se inclinó sobre el borde de la cama para dejar el café en el suelo.

Y volvió a mirarla en silencio.

-¿Qué piensas? –preguntó Sakura

-¿Qué piensas tú?

-Yo pregunté primero.

-Es justo –aseguró-. Creo que es genial.

-¿Genial?

-Sí. Lo es. ¿Qué piensas tú?

-Estoy un poco asustada.

-¿Asustada? ¿Tú? –preguntó sorprendido mientras tomaba el café de ella y lo dejaba también en el suelo.

-Sí.

-¿Qué te asusta? –tiró de ella para obligarla a tumbarse junto a él.

-¿Todo? No sé nada sobre ser madre.

-Yo tampoco sé nada sobre ser padre. Lo descubriremos juntos –aseguró abrazándola con fuerza.

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NdA: Debería estar trabajando, pero esto llegó ayer por la noche a mi cabeza y quería escribirlo antes de olvidarlo.