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Colección "Primeras veces": un corte de cabello

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Era domingo, y los domingos aprovechaban para entrenar como en los viejos tiempos. A veces eran todos ellos, otras veces solo dos o tres. En esta ocasión habían estado Naruto, Kakashi y ella, pero el primero se había tenido que ir a mitad, y se habían quedado ellos dos solos entrenando. Fue entonces cuando se dio cuenta.

-Oye, sensei -le llama antes de que se despida de ella para que cada uno tome la dirección a su casa, como siempre hacían.

-¿Sí?

-¿No llevas el pelo muy largo?

Esa pregunta pilla por sorpresa a Kakashi, que se muestra claramente confuso.

-¿Cómo dices?

-Te has pasado la mitad de la pelea agitando la cabeza para quitarte los pelos de la cara. Parecías sacado de un anuncio de champú, agitando la melena cada dos por tres -comenta riendo.

-Bueno, es cierto que lo tengo un poco más largo de la habitual, cae un poco más ya que no se aguanta tan hacia arriba, supongo que eso me molesta.

-¿Quieres que te lo corte?

Ahora la mira desconfiado.

-¿Sabes cortar el pelo?

-Claro, no te lo ofrecería si no fuera así.

La mira pensativo por un momento. Dudoso. Sin saber si confiar o no.

-Lo corto muy bien. El corte de Naruto es mío.

-Eso no sé si me inspira confianza. El pelo corto no le queda bien, me gustaba más antes -comenta sonriendo bajo la máscara.

-Lo sé. Te gusta largo. Prometo solo recortar un poco, para que sea cómodo. Por otro lado, yo no decidí el corte de Naruto, solo hice lo que me pidió. También creo que le quedaba mejor un poquito más largo.

-No sé. ¿Puedo confiar en tus habilidades como peluquera?

-Siempre puedes ir al estilo Urushi y dejar que el pelo te caiga en la cara.

-Creo que a él le gusta su cresta caída, pero siempre le puedo preguntar si quiere ser tu conejillo de indias -bromea antes de indicarla, con un gesto de cabeza, que puede avanzar.

-No sé cómo se me da cortar el pelo a un perro, pero puedo intentarlo -comenta empezando a andar.

-Si me lo cortas mal, me acompañaras a mi peluquero habitual para explicarle porqué pasé de él.

-¿Si te lo corto bien me pagarás a mí?

-Veremos.

-o-

Ya en su apartamento Sakura le indica que puede sentarse un momento mientras ella prepara las cosas. Busca unas tijeras, un peine y unas toallas. Kakashi mira a su alrededor, hacía muchísimo tiempo que no estaba en este piso, diría que, desde la mudanza, en realidad. Pero todo parecía igual. Alguna foto nueva, un par de libros más en la estantería, y todo metódicamente ordenado.

-Puedes venir -le llama desde el pasillo-. Te lavaré el pelo antes.

-Ok -se limita a decir siguiendo su voz hasta el baño.

-Siéntate aquí -pide mostrando un taburete que ha colocado frente al lavabo-. Tendrás que ponerte mirando hacia el lavabo, aquí no hay mucho sitio y será más cómodo para los dos.

A su lado hay una pequeña mesa con unos cuencos llenos de agua caliente, unas botellitas de champú y unas toallas. Finalmente se sienta, obedeciéndola, y deja caer la cabeza sobre el lavabo dramáticamente. Sakura se pone a su espalda.

-Espera, te pondré esto para evitar que te mojes -dice extendiendo una toalla por delante de él, que se ha incorporado para facilitarle el trabajo-. Ahora mejor.

Kakashi vuelve a inclinarse y ella, situada a su espalda, pasa una mano por la melena de éste.

-Te quitaré el hitae -comenta desatándolo y dejándolo a un lado-. Si está muy caliente, dímelo -pide dejando caer un poco de agua de uno de los tazones sobre su cabeza.

-Está bien -responde en un susurro.

-Te mojaras la máscara, pero supongo que no te la quitarás.

-Supones bien -responde riendo.

-Bien, pues empiezo. Relájate -comenta cogiendo la botella de champú y echándose un poco en la mano.

Cuando las manos de ésta comienzan a moverse por su pelo un escalofrió le recorre la espalda.

-Tienes el pelo extrañamente suave.

-¿Cómo esperabas que estuviera?

-¿Enredado?

-¿Crees que soy un guarro?

Sakura se ríe ante esa pregunta, y ambos quedan en silencio mientras le enjabona el cabello.

Sus manos se mueven por la cabeza de él en un suave masaje, desde la nuca hasta la frente, pasando por las patillas, al menos hasta que se toma con la máscara. Kakashi se tensa visiblemente en ese momento, y ella, que está completamente pegada a su espalda, puede notarlo.

Los dedos índices de Sakura rozan la máscara, pero en seguida cambian de dirección y suben de nuevo hasta las sienes. Cuando ésta comienza a realizar un suave masaje con las yemas de sus dedos sobre el cuero cabelludo de Kakashi, éste parece relajarse.

Pasean entre los mechones suavemente y en más de una ocasión pasan cerca de la máscara, pero no hacen por ir más allá de la tela. Sí masajean su frente y las sienes, e incluso la parte de los pómulos que la máscara no cubre.

Sin decir nada, Kakashi lleva una de sus manos hasta el rostro y baja la máscara hasta el cuello, lo que deja a Sakura totalmente sorprendida. No puede verle, ya que éste tiene la cabeza dentro del lavabo y mira hacia abajo, así que no dice nada y sigue con el masaje. La diferencia es que ahora puede masajear y llevar el jabón hasta el final de las patillas, y de ese modo descubre que lleva barba, corta, de un par de días quizás, pero suficiente como para raspar y hacerle cosquillas en los dedos, y sin darse a penas cuenta está dibujando la línea de la mandíbula con sus dedos.

Un suave gemido escapa de los labios de él, estaba claro que estaba disfrutando el masaje.

Rápidamente retira sus manos del rostro de Kakashi y vuelve a la nuca, desde donde sube a la parte superior para seguir con el masaje y extender más el jabón.

-Voy… voy a aclararte el jabón, cierra los ojos -pide en voz baja.

Un pequeño gesto de afirmación le indica que los ha cerrado, y Sakura coge otro de los cuencos con agua y poco a poco dejar caer el agua sobre la cabeza de Kakashi. El jabón desaparece casi por completo, pero para terminar de aclararlo, repite con otro tazón de agua. Una vez que todo el jabón a desaparecido toma un nuevo bote de la mesita y se echa un poco de su contenido en la mano.

-Te echaré esto para que no se te enrede -comenta pasando las manos por el pelo plateado, aunque ahora se veía un poquito más oscuro por el agua.

De nuevo, sus dedos masajean una vez más el cuero cabelludo de Kakashi, y de nuevo bajan por las patillas de éste, y en esta ocasión, cuando va a llegar a la barba cambia de dirección hacia el flequillo.

-Una de las cosas que más me gustan cuando voy a la peluquería es esta especie de masaje, es agradable, ¿verdad?

-Sí -responde con la voz grave.

-¿Te estás durmiendo? -pregunta riendo.

-No -vuelve a responde con el mismo tono de voz.

-Ya casi he terminado -comenta retirando sus manos de la cabeza de Kakashi para coger otro tazón y aclarar el suavizante-. Cierra los ojos otra vez.

Con una mano remueve de nuevo todo el pelo para ayudar a que el agua se lleve el suavizante. Esta vez no lo hace con tanta delicadeza, y la cabeza de éste se zarandea bajo el agua.

Una vez que no hay rastro del suavizante deja el bol a un lado y pasa sus manos por el pelo intentando escurrirlo un poco.

-Ya está. Te dejo aquí una toalla -comenta poniéndola sobre su hombro-. Sécate un poco. Te espero fuera, te cortaré el pelo ahí, hay mejor luz, y tenemos más espacio.

Le mira una última vez y sale del baño.

Cuando la puerta se ha cerrado Kakashi se pone en pie, pasa las manos por el pelo para echarlo hacia atrás, y se mira en el espejo. Tiene algo de jabón en la barba, por lo que abre el grifo y se aclara. Después toma la toalla de su hombro y se seca el rostro. Por un momento se queda parado mirándose en el espejo. Sube una de sus manos y pasa su dedo pulgar por la línea de su mandíbula, como había hecho Sakura. Rápidamente se coloca la máscara y sale del baño.

Cuando llega al comedor, Sakura se encuentra de pie detrás de una silla que está en el centro de la sala, junto a la mesa principal. Sobre ella hay un par de tijeras, varios peines, toallas, unas pinzas del pelo, y una bata negra.

-Ponte esto, así no te llenarás de pelos -comenta ofreciéndole la bata.

Kakashi la toma en silencio y se la pone.

-Siéntate -pide tomando uno de los peines.

Éste obedece de nuevo, sin decir nada.

-¿Estás cómodo? -pregunta ella desde su espalda.

De nuevo, Kakashi no dice nada, sólo afirma con la cabeza.

-Bien. Entonces… sólo te recorto un poco, ¿no?

Otra afirmación de cabeza.

-Podríamos intentar un peinado nuevo.

-No -se apresura a decir esta vez.

Sakura se carcajea inclinándose sobre él apoyándose sobre su cabeza.

-Era broma. Sólo lo recortaré un poco. Tranquilo.

-No hagas que me arrepienta, por favor.

Sakura toma el peine y empieza por desenredar el cabello. Cuando esta liso, y con la ayuda de un par de pinzas, separa algunos mechones para que sea más cómodo. Y sin más comienza a cortar.

Cuando ha terminado con la parte de atrás, gira para ponerse frente a él, se hace un hueco entre las piernas de éste y comienza a cortarle los mechones del frente. Kakashi se mueve incómodo en la silla.

-Estate quieto. Pareces un crio.

Por un par de minutos Kakashi parece quedarse quieto, pero en seguida comienza a mover de nuevo las manos sobre sus piernas. Tamborilea con los dedos sobre sus rodillas y de vez en cuando sube una de sus manos para rascarse el cuello, junto a la oreja, o mover algún mechón que, por alguna extraña razón, parece ponerle nervioso.

Cuando vuelve a subir una de sus manos para quitarse algún pelo que le ha caído sobre la mejilla, ella le toma por la muñeca.

-Ya vale -pide dejando las tijeras a un lado y cogiéndole también la otra muñeca.

Kakashi se queda congelado, incluso aguantando la respiración.

-Te juro que te ato las manos -comenta mirándole fijamente.

Éste la mira avergonzado.

-O te corto un dedo o te corto un mechón a media altura. Tú decides.

-Preferiría que ninguna de las dos -comenta serio.

Sakura le mira desafiante, y después lleva las manos de Kakashi a su cintura.

-Si dejo de notarlas, te rapo la cabeza -el ninja la mira sorprendido y todavía más tenso de lo que ya lo estaba-. Y nada de tamborilear.

Tragando saliva con dificultad afirma con la cabeza y se queda completamente quieto con sus manos fijas en la cintura de Sakura.

Ella sonríe, toma el peine y las tijeras, y sigue cortándole el cabello.

-Siempre llevas muy larga la parte de delante, especialmente sabiendo que sueles usar el hitae ate, ¿quieres que te lo deje un poco más corto? Podrás tardar un poco más en pasar por la peluquería la próxima vez.

Kakashi la toma rápidamente de la muñeca que sujeta la tijera. Y durante unos segundos no dice nada, simplemente la mira fijamente.

-Si crees que puede quedar bien -decide finalmente soltándole la muñeca y volviendo a ponerla sobre la cintura de ella.

Sakura sonríe y comienza a cortar.

Cuando termina con la parte de delante simplemente se mueve hacia un lado provocando que una de las manos de Kakashi que descansaban sobre su cintura recorra su estómago antes de caer sobre las rodillas de este.

Por último, comprueba el largo del cabello por detrás ayudada del peine, lo revuelve un poco y vuelve a comprobarlo.

De nuevo se gira para quedar frente a él, se agacha para quedar a su altura y le toma de la barbilla para hacer que la mire de frente. Kakashi está incomodo, algo tenso, pero ella no parece notarlo, sólo le obliga a girar la cabeza de izquierda a derecha y mira el largo del pelo a un lado y otro de la cara.

-Creo que ha quedado muy bien -se incorpora-. ¿Quieres verlo? -le ofrece tendiéndole un pequeño espejo.

Toma el espejo mirándola fijamente a ella. Lo pone frente a sus ojos y lo mira con curiosidad.

-¡Vaya! -exclama sorprendido.

-Parece que te gusta -comenta tomando el espejo y dejándolo de nuevo en la mesa.

Kakashi hace el intento de levantarse, pero ella pone una mano sobre su hombro.

-Espera. No he terminado.

Por último, coge una maquina para cortar el pelo y la enchufa en la pared detrás suya.

-Baja la cabeza -le ordena poniéndose otra vez a su espalda y empujando suavemente desde su nuca.

-¿Qué haces? -pregunta sorprendido.

-Te voy a rapar esta zona de la nuca -comenta pasando sus dedos por encima del cogote de Kakashi-. Necesito bajarte la tela de la máscara por aquí, ¿puedo?

Antes de que ella haga nada él se lleva las manos a la máscara y la aparta todo lo que puede dejándola arrugada en la parte baja del cuello. Sakura no puede verle, el pelo le cae a los lados tapándole el rostro, por lo que desde su posición no puede ver nada.

-¿Así vale? -pregunta, otra vez susurrando.

-Sí. Aunque se llenará de pelos -comenta encendiendo la maquina.

De pronto, Kakashi vuelve a llevarse las manos a la máscara y esta vez se la quita completamente, sacándola por encima de la cabeza y dejándola sobre la mesa. Esto sorprende Sakura, pero sin decir nada, comienza a pasarle la maquina por la nuca. Cuando termina, pasa su mano para quitar todo el pelo que le ha quedado suelto, pero viendo que no sirve de gran cosa, se agacha para ponerse a su altura y sopla suavemente para hacer desaparecer todo el pelo provocando un escalofrió en Kakashi, que se encoje de hombros intentando esconder el cuello.

-¡Perdón! -exclama Sakura riendo.

-Está bien, me ha pillado por sorpresa.

Sakura se incorpora, deja la maquina a un lado, y pasa las manos por el pelo de Kakashi acomodándolo un poco y consiguiendo que él recupere una posición natural, mirando de nuevo al frente. Cuando termina recoge la máscara de la mesa y se la pone sobre el hombro.

-Listo. Puedes ir al baño a verte mejor.

Éste se levanta, y sin girarse avanza por el pasillo y se mete al baño.

Un par de minutos después, y sin que ningún sonido llegue del cuarto de baño, Sakura se acerca hasta la puerta, que se encuentra entreabierta.

-¿Y bien? -pregunta sin asomarse.

Kakashi abre la puerta, ya con la máscara puesta.

-Está… bien. En realidad, está muy bien -dice volviendo a mirarse al espejo.

Sakura se coloca a su espalda, y se pone de puntillas para asomarse por encima de su hombro. Pasa sus manos por el pelo del ninja acomodándolo nuevamente.

-Sí. Creo que ha quedado muy bien. Estás guapo -comenta con naturalidad -¿Quieres ponerte el hitae? -pregunta cogiéndolo de la mesita donde lo había dejado antes de comenzar a lavarle el pelo.

-No. Gracias.

-¿Cómo que gracias?, ¿y mi pago?

Kakashi se gira para quedar frente a ella.

-¿Qué te parece si te invito a comer?

-Me gusta. Me muero de hambre.

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NdA: Con éste comienzo una nueva saga. Lo dejo dentro de los drabbles porque se alternan con los demás, pero llevarán el título común "Primeras veces:" que irá seguido del subtítulo que da nombre al drabble, en este caso "Un corte de cabello".

Estos tienen continuidad en en el sentido de que todos suceden en la misma línea temporal, pero no están cronológicamente ordenados, no son una narrativa lineal. Es decir, este puede ser posterior en el tiempo al segundo, pero el tercero posterior a los dos anteriores, es decir, que siempre que sea un "primeras veces" el corte de cabello o ha pasado o va a pasar. La cosa esta en que no importa, ya que son escenas sueltas, aunque quizás en alguna se haga referencia a otra de ellas ubicándolo en el tiempo... ¿me explico? Los demás drabbles pueden contradecirse entre sí y con estos, pero dentro de esta saga, eso no pasará, ya que pertenecen a la misma historia. Además, cada capítulo de "Primeras veces" añadirá matices a la relación de ambos.

Tengo ya un listado de "primeras veces", pero redactados solo éste y medio de otro. También tengo otro fuera de la saga, espero volver a subir antes de dos meses :P. En cualquier caso, seguiré con los drabbles.

Un saludo, y gracias por todos los comentarios!