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Fue una tarde cualquiera de sábado

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Los dos descansaban en el salón de Kakashi mientras cada uno leía su libro.

Él estaba tumbado en el sofá manteniendo el libro en alto, sobre su cabeza, y ella tumbada sobre él, bocabajo, apoyando su libro en el estómago del ninja.

Ambos vestían ropa cómoda. Kakashi su ropa de entrenamiento sin chaleco, hitai, ni zapatos. Y ella, también con ropa de él, un pantalón corto deportivo y una camiseta vieja de jönin, con el pelo recogido en una coleta corta.

Era la tarde de sábado perfecta. Sakura tenía el día libre en el hospital y él… bueno, él era el Hokage, si no había nada demasiado urgente podía tomarse el día libre siempre que recuperara el trabajo en otro momento.

De pronto, ella se levanta de un salto y le mira con esa sonrisa que el shinobi ya identificaba como problemas.

-¿Qué sucede? -pregunta con suspicacia levantando la vista de su libro.

-¿Me harías un favor? -pide sin hacer desaparecer esa sonrisa pero con seriedad.

-¿De qué se trata? -vuelve a preguntar mientras se incorpora en el sofá.

-Primero prométeme que lo harás.

-No pienso hacer eso. Dime qué quieres y entonces veré si lo hago o no.

-No seas aburrido, prométemelo -pide acercándose y sentándose a horcajadas sobre él para bajarle la máscara y darle un suave beso en los labios.

-No vas a conseguir que te prometa nada por mucho que me beses -comenta sonriendo.

-Shite kudasai -suplica besando su cuello con cariño.

Luchando contra su propia voluntad, que pide a gritos que detenga el juego y la lleve a la cama, la obliga a separarse para mirarle a la cara.

-¿Qué es lo que quieres?

Sakura se rinde, no va a conseguir que acepte nada por adelantado. Era Kakashi, no solía hacer cosas irracionales o espontáneas.

-He leído una cosa en este libro y he tenido una idea.

-¿Una idea?

-Bueno, más bien una curiosidad.

-Me lo vas a contar, ¿o tendré que suplicarte? -pide besándola y subiendo sus manos por la espalda de la kunoichi.

-¿Podrías hacer clones tuyos mostrándome los diferentes tús?

-¿Los diferentes yos? -pregunta sin terminar de entender a qué se refiere.

-Sí -asegura poniéndose en pie de nuevo-. Un Kakashi niño, uno un poco más grande, uno joven, uno adolescente, uno de cuando entraste a ANBU, y así.

-¿Quieres ver una ristra de Kakashis desde el más pequeño hasta el actual?

-Eso es -sentencia triunfante.

-No.

-¿No? -pregunta realmente sorprendida por la sencillez de la respuesta, más que por la negativa-. Por favor.

-¿Para qué? Ya has visto fotos.

-No es igual. Porfa.

-Es una tontería.

-A mí me haría feliz.

-No lo entiendo -comenta con sencillez, pero sonriendo.

-Claro, lo dices porque tú me has visto a mí de pequeña. Pero yo a ti no.

-¿De verdad quieres verme de pequeño?

-Sí. Por favor, por favor, por favor, por favor -repite una y otra vez volviendo a sentarse sobre él y abrazándole con fuerza.

-Está bien, dame un segundo -pide quitándosela de encima y poniéndose en pie.

Sakura le mira expectante.

-¿Cuántos quieres? -pregunta Kakashi preparando el primer sello.

-No sé, ¿cuántas versiones de ti puedes recordar?

Kakashi piensa por un segundo.

-Una -responde riendo.

Sakura le mira con un mohín.

-Que sean seis o siete -pide aplaudiendo emocionada desde el sofá.

Kakashi hace unos sellos y siete clones suyos aparecen junto a él. Vuelve a realizar algunos sellos y de pronto, esos siete clones, se transforman.

Sakura sonríe ampliamente y se los mira de arriba abajo.

[Aquí estaría guay que vierais la imagen que he compuesto pero fanfic no permite subir fotos, si buscáis la historia en wattpad está ;)]

Los clones se ordenan por edad y la observan atentamente. Diferentes miradas, algunos muestran sólo un ojo, otros muestran ambos, pero sólo uno muestra un brillo rojo en su mirada.

Sakura se acerca al jönin de mayor edad.

-A este le conozco -dice sonriendo.

-Yo también te conozco -dice a su vez el clon-. Aunque eras una cría molesta -comenta riendo.

-¡Oye! -se queja riendo y girándose sobre sus talones para mirar al Kakashi real.

-A mi no me digas nada. Ha sido él -comenta encogiéndose de hombros-. Por otro lado, esto ha sido idea tuya.

Sakura da dos pasos a su derecha y se sitúa frente al que más se diferencia de los demás. Lleva una peluca castaña, sus ojos, en vez del habitual tono oscuro de Kakashi son gris claro, maquillaje morado, y carga con una cámara.

-Maldito -susurra ella observándole atentamente.

-Os engañé -asegura Sukea sonriente.

-Desde luego que sí. Que fuerte. Todos esos años sin saber que ya había visto tu rostro…

-Y ahora que lo sabes… ¿qué te parece? -pregunta el fotógrafo.

-¿Ahora?

Sakura le rodea el cuello con sus brazos y se pone de puntillas para darle un beso en los labios.

-En aquel momento pensé eras bastante guapo. Nada ha cambiado.

El fotógrafo se ruboriza.

-No te recordaba así de tímido -asegura riendo y dándole otro beso, está vez en mejilla.

Sukea se lleva la mano a la mejilla y sonríe. Kakashi observa en silencio desde detrás.

Ahora Sakura se acerca a uno de los ANBUs, el mayor, el único de los clones que tiene el sharingan descubierto y cuya máscara de un animal descansa a un lado de su cabeza. Antes de que diga nada, ella puede ver una mirada oscura que se refleja en todo su ser.

-Aunque tengáis una edad similar -dice mirando al jönin adulto-, a ti no te conocí. Y parecéis muy distintos.

-¿Distintos? -pregunta Kakashi a su espalda.

Sakura se gira para verle.

-Sí, muy distintos.

Se vuelve a girar para seguir observando al clon, que la mira atentamente. Se acerca más a él y con el dedo índice perfila el tatuaje que indica que forma parte del escuadrón especial.

-¿Y el protector? -le pregunta.

-Con la máscara de ANBU no es necesario.

-Él lo lleva -añade señalando al ANBU adolescente que está junto a éste.

El clon se pone la máscara y hace brillar el sharingan. Sakura retrocede un par de pasos por la intensidad de esa mirada.

-Si tengo que quitarme la máscara para levantarme el hitai esto no tendría la misma efectividad -comenta con voz grave.

Sakura sonríe y mira el sharingan con atención. Se acerca hasta el clon y dibuja los bigotes que tiene la máscara.

-¿Qué animal es?

-No lo sé. Me gusta creer que es un lobo -responde desde detrás de la máscara.

-Parece más un zorro.

-Prefiero los canes -interviene el original.

Sakura retira la máscara del lobo y lentamente sube la otra mano hasta la cicatriz. El ANBU cierra el ojo ante la calidez de su contacto.

Sin dejarla tiempo a reaccionar, el shinobi se baja la máscara de tela que cubre la mitad de su rostro, la toma por la cintura y la pega a él para besarla. Sakura en un primer momento se congela, pero la habilidad del ANBU le arranca un gemido que él interpreta como una invitación a más, y sube una de sus manos hasta el cuello de ella para obligarla a pegarse más mientras que su lengua encuentra la forma de entrar en su boca y saborear su sabor. Ahora es él quien deja que un gruñido salga de su garganta.

De pronto las piernas de Sakura fallan y si no fuera porque el ANBU la sujeta con firmeza de la cintura habría caído al suelo. El Kakashi real ríe a sus espaldas, y esa risa la hace reaccionar y se aparta del clon empujándole.

-Hay niños -asegura señalando al pequeño Hatake.

-Sabes que son clones míos, ¿verdad? -pregunta el original todavía riendo.

Sakura se pone colorada y se golpea la frente sintiéndose estúpida.

-Siguiente -pide mirando de reojo al ANBU que la había besado hasta hacerla perder la noción de la realidad.

Es otro miembro del escuadrón, pero mucho más joven. Por un momento no dice nada observando la diferencia de altura.

-¿Qué edad tienes?

-Tengo trece -responde con seriedad el joven ANBU.

Ante la respuesta abre los ojos de par en par.

-¿Por qué llevas el hitai? -pregunta pensando en la respuesta que dio el otro clon.

-Supongo que aún no había aprendido que molestaría bastante -responde manteniendo el tono serio.

Sakura le mira en silencio unos segundos. Todos guardan silencio.

-Pareces triste.

-No era feliz en esa época -responde Kakashi desde detrás.

Sakura traga con dificultad. El ANBU la mira sin cambiar su expresión hierática. Así que sólo le abraza con cariño, pero él no responde al abrazo.

-Está bien, no piensas hacer que me abrace, lo pillo -comenta dirigiéndose al real-. Estás muy metido en el papel -añade revolviendo el pelo del chico-. Siguiente.

-Antes de que lo preguntes, tengo doce años y ya soy jönin -responde con un tono de chulería absoluto el joven Kakashi junto al ANBU.

-Hay mucha diferencia de estatura -comenta poniendo una mano sobre cada cabeza.

-Qué puedo decir, di el estirón ese año -interviene el ANBU.

-No voy a debatir sobre la poca importancia que tiene la altura en una pelea -asegura el recién licenciado jönin.

-¿Y tu sharingan? -pregunta Sakura viendo que no hay cicatriz.

-No necesito el sharingan para ganarte -afirma cruzándose de brazos.

-Faltan apenas unas horas para conseguir el sharingan -interviene el ANBU adulto con seriedad.

-No necesito el sharingan para ganarles a todos ustedes -repite el joven jönin.

Sakura sonríe y se gira para hablar al Kakashi real.

-Tiene mucho carácter.

-A esa edad era un cretino.

Ante esa afirmación sólo puede reír.

-Es verdad -asevera Kakashi.

-Seguro que si.

-Lo era. Y un solitario -añade el mayor de los clones.

-Entonces has cambiado tanto -comenta con ironía, riendo y volviendo a fijar su vista en el chaval-. A ti lo que te falta es un abrazo -comenta Sakura abrazándole con fuerza y peleando para que el chico no se soltase, que ante la imposibilidad de escapar simplemente hace un sello y desaparece dejando a Sakura abrazada a si misma-. Maldito.

Kakashi vuelve a reír. Al final se lo estaba pasando bastante bien con esto.

-No importa, no me rindo.

Ahora mira fijamente al siguiente. Se acuclilla para quedar a su altura. Y le observa detenidamente. Altura similar al anterior, máscara en su sitio, hitai en la frente, diferente ropa.

-Déjame adivinar… ¿chunin? Unos… ¿once años?

-Tengo siete años. Pero sí, soy chunin.

-¿Siete años? Pero si eres de la misma estatura que el jönin.

-Ya te lo han dicho. Di el estirón a los doce años -comenta el original.

-¡Pero no creciste nada durante años!

-Eso no importa. Mírame ahora. Soy bastante alto. Mucho más alto que tú -añade riendo.

-Éste también se ve triste -afirma Sakura ignorándole.

-Hace no mucho que encontré a mi padre muerto en el salón de casa -comenta el jönin adulto al otro lado de la fila.

Sakura se gira a mirar a Kakashi que ha cambiado las risas por un rostro serio.

-No tienes que hacer esto -comenta Sakura con cierta tristeza.

-Estoy bien. Déjame enseñarte esto. En cierta medida está siendo terapéutico.

-¿Seguro? -pregunta todavía agachada frente al chico.

-Sí. Sigue.

-Siento que hayas pasado por tantos y tan horribles momentos.

Ninguno dice nada, pero todos, los clones y el real, la miran fijamente.

-¿Cómo eras antes de aquello?

-Sólo tienes que mirar a tu izquierda -explica Kakashi refiriéndose al último clon.

-No. Me refiero… ¿cómo era el Kakashi de seis años cuando su padre todavía vivía?

-Supongo que reía más -responde el chico bajándose la máscara y mostrando una gran sonrisa que no llega a los ojos-. Entrenábamos juntos. Me enseñó muchas técnicas. Aunque lo cierto es que estaba mucho tiempo fuera por misiones, pero cuando estaba en casa… siempre estábamos juntos -esta vez cierra los ojos en una sonrisa, y Sakura puede notar que es real.

-Mi padre es el mejor padre del mundo -asegura el último de los clones sonriendo de oreja a oreja.

Sakura se gira a mirarle. El último Kakashi era ligeramente más pequeño, y no llevaba hitai.

-Pre-academia -se aventura a adivinar.

-He terminado mi primer día -asegura el chico feliz.

-¿Te ha gustado?

-Mucho -responde sonriendo-. Mi padre me ha acompañado hasta allí. He conocido a Maito, aunque no me termina de caer bien, parece un poco pesado.

-Supongo que algunas cosas no cambian mucho -añade el Kakashi real desde detrás.

-Eres una personita muy linda. ¿Qué edad tienes?

-Cuatro años.

-Desde luego eres un ninja prodigio -comenta revolviéndole el pelo.

El niño sonríe con orgullo subiéndose la máscara.

-Haz otro, más pequeño -pide poniéndose en pie y dirigiéndose al Hokage.

-¿Más pequeño?

-Sí. Porfa.

-¿Dos años? -pregunta Kakashi haciendo unos sellos con las manos.

Sakura sólo afirma con la cabeza.

De pronto, un pequeño niño aparece junto a Kakashi.

Sakura sonríe, se acerca hasta ellos y se arrodilla frente al pequeño.

-En esta época… -comienza a decir Kakashi que se aleja para sentarse en el sofá-, mi madre todavía estaba viva.

El pequeño Kakashi no lleva máscara. Muestra una gran sonrisa y sus ojos dejan ver que es realmente feliz.

Sakura nunca había visto esa mirada de felicidad en el rostro de Kakashi. Nunca.

Mira al original que los observa desde el sofá.

-Es tan mono. Me lo comería -asegura tomándole en brazos y poniéndose en pie. El pequeño se abraza a ella-. ¿Me das un besito? -pide Sakura mirando al niño.

El chico no responde, pero la besa en la mejilla.

-Supongo que en esa época era diferente -comenta Kakashi desde el sofá.

-¿Diferente?

-Feliz.

-¿Ahora no lo eres?

-No he querido decir eso -responde uniendo las manos para hacer unos sellos.

-¡No! -grita Sakura abrazando más fuerte al pequeño.

-¿Qué?

-Déjalo un poquito más.

-¿Prefieres abrazar a un mini clon mío que a mí? -pregunta con falsos celos.

-Sí. Es mas achuchable. Y mira estos ojitos -explica girándose para mostrarle la mirada sonriente del mini Kakashi-. Es que es súper mono. Y me abraza. Es muy cariñoso.

-Mi madre era cariñosa. Supongo que algo se me pegó.

-No me canso de mirarle. Es perfecto.

-Gracias -comenta riendo desde el sofá.

-Me refiero al pequeño, no a ti.

-Somos el mismo.

-No te ves igual. Tienes algunas arruguillas, y alguna cana.

-¿Tienes hambre? Tengo hambre. ¿Salimos a comer?

-No. Me voy a quedar aquí abrazándole todo el día.

-Tengamos un hijo, seguro que es igual que él y podrás cargarle así durante años.

-Si claro. Un mini Kakashi -comenta riendo- ¿Y quién me asegura que se parecerá a ti?

-Yo soy una copia de mi padre. Será como yo. Seguro.

Sakura ríe y deja al pequeño en el suelo.

-Hablo en serio -insiste Kakashi.

-¿Y si es niña?

-Espero que se parezca a ti -responde con seriedad.

Demasiada seriedad piensa por un segundo ella.

-Que pena. Una niña con tu pelo... -comenta subiéndose a horcajadas sobre él.

Kakashi acaricia con suavidad la espalda de Sakura.

-¿Quieres empezar ahora mismo? -pregunta ella con picardía.

-Cuando tú quieras -responde sin cambiar el gesto serio.

Sakura le mira completamente sorprendida.

-Espera. Kakashi… -se separa un poco de él, todo lo que esa posición le permite-, ¿estás hablando en serio?

-Ya te lo he dicho -responde con naturalidad.

-Pensé que te referías a que de tener un hijo se parecería a ti. No que hablaras en serio sobre tener un hijo nosotros.

-¿Y con quien quieres que lo tenga? -pregunta ahora sorprendió él.

-No sé.

-Esa respuesta me asusta un poco. No voy a negarlo.

-Es que... no sabía que... -Sakura se quita de encima de Kakashi sentándose a su lado.

-¿Que qué? -pregunta manteniendo la seriedad inicial.

-Que estuviéramos en ese punto

-¿Ese punto? -levanta una ceja mirándola.

-El punto de hablar de tener hijos. ¿Cuánto llevamos así?

-¿Así? - repite él poniéndose en pie y acercándose a su clon más pequeño.

Hace desaparecer a todos los demás mientras Sakura le observa en silencio. Se agacha para ponerse a la altura del pequeño y le cambia el color de ojos a verde jade. También cambia algunas facciones, suavizándolas y haciéndolas más similares a las de ella. Luego se pone en pie y se echa a un lado.

Sakura se queda perpleja. Se levanta y mientras traga con dificultad se acerca al pequeño Kakashi que la mira con atención y sus mismos ojos. Se arrodilla frente a él, a un lado del Kakashi adulto, y le acaricia el rostro.

-Sakumo - susurra para si misma.

-¿Cómo dices? - pregunta Kakashi qué la mira desde arriba.

-¿Cómo sería si fuera niña? -le pregunta sin apartar la vista del pequeño.

-Será niño -asegura cruzándose de brazos.

-No. Yo quiero tener dos hijos -replica poniéndose en pie.

Ahora es ella quien con unos sellos hace aparecer una mini Sakura junto al pequeño Kakashi. Es bastante más pequeña que éste.

Kakashi la mira y sonríe. Nunca había visto un Sakura taaaan pequeña.

-Eras una monada.

-No la mires así, pervertido -comenta riendo.

-¿Que edad tenías? -pregunta ignorándola.

-Dos.

-Entonces eras una niña muy bajita.

-Mira quien fue a hablar. Tu jönin era un enano. Pero es verdad -reconoce en un lamento-. Siempre fui bajita.

Kakashi la mira por el rabillo del ojo y sonríe constatando que le saca más de una cabeza.

-Ojos verdes... -asegura poniéndose a la altura de Sakura niña.

-¿Ella también?

-Adoro tus ojos, ¿qué puedo decir? -comenta encogiéndose de hombros.

-No. Ella los tendrá oscuros. Como su padre -dice cambiándole el color de ojos.

-Vale, vale. Pero déjale el pelo rosa.

-Sabes que no podremos elegir, ¿verdad? -ríe Sakura.

-Ponle un hoyuelo -pide ignorándola.

-¿Un hoyuelo?

-Mi madre tenía un hoyuelo.

-Cierto.

Sakura lo hace. Y la pequeña es todavía más encantadora.

De pronto le hace aparecer algunas pequeñas pecas entorno a su nariz

-¿Cómo lo has sabido? -pregunta sorprendido.

-Vi una foto -dice recodando la fotografía de la madre de Kakashi en un álbum de algún lugar de su casa.

-Yumiko.

-¿Yumiko?

-Si tú eliges el del niño, yo elijo el de la niña.

-¿Por qué Yumiko? ¿No me digas que es un personaje de una de las novelas de Jiraiya?

Kakashi suelta una carcajada ante ese comentario.

-No lo es. Sólo se trata de un nombre bonito.

-Lo es.

-Me temo que deberá ser hábil con un arco, o decepcionará a mucha gente.

Sakura le obliga a girar y le baja la máscara para besarle con intensidad sobre los labios.

-Perdón por asustarme antes.

-No tienes que pedir perdón por eso.

-No quería darte la impresión de que no esté segura sobre esto.

-¿Y lo estás?

-Si. Por supuesto.

El Hokage la mira serio.

-Kakashi, te amo, de verdad. Quiero pasar el resto de mi vida contigo. Es solo... me sorprendió que dijeras algo así.

-¿Que hablara de tener hijos?

-Si. Yo pensé que tú...

-¿No querría tener hijos?

-Si, bueno, no. No sé. Ya me sorprendió que me confesaras lo que sentías por mí. Cada día pienso que me voy a despertar y va a ser un sueño, o que te habrás cansado de jugar a estar en una relación seria.

Kakashi hace desparecer a su pequeño clon y la mira con dureza.

-No estoy jugando a nada -dice con voz grave.

Sakura puede notar que lo que ha dicho le ha herido.

-Perdona, no quería decir eso.

-No se qué piensas de mí o, mejor dicho, no se qué haces conmigo si piensas eso.

Ahora es Sakura quien hace desaparecer su clon. Sube sus manos hasta el rostro de Kakashi, pero éste no cambia el gesto.

-Yo... yo amo cada minuto que estamos juntos y sólo quería disfrutar de ello, sin darle más vueltas. Sin pensar en sí quieres una vida en pareja con todo lo que otros suelen buscar o no.

-¿Por qué no iba a quererla? -pregunta cogiéndola de las muñecas y dando un paso atrás para separarse de ella-. ¿Tan raro soy? ¿Tan diferente me crees? ¿Piensas que sólo busco pasar unos meses divertidos o algo así?

Sakura le mira fijamente. Al verle sin máscara podía ver claramente que se debatía entre el cabreo y el dolor que sus palabras le habían ocasionado.

Él cierra las manos formando puños y se gira para no tener que ver sus ojos.

-Lo siento. No es eso -responde ella por fin.

-¿Y qué es? -pregunta todavía de espaldas.

Ella le rodea para mirarle.

-Nunca te he visto sonreír como ese pequeño.

-¿Y eso qué quiere decir? -la mira directamente- ¿Crees que no soy feliz contigo?

-Creo que nunca has vuelto a ser tan feliz como entonces.

-Es posible, ¿y qué? Eso no significa que no sea feliz. Es… diferente. En aquella época vivía con mis padres. Era un niño y no tenía responsabilidades. Claro que era feliz y sonreía. Es la inocencia de un niño lo que has visto. Todavía no comprendía lo dura que podía ser la vida. Pero eso no quita que desde que estoy contigo sea feliz como no lo he sido en mi vida.

Kakashi la mira con dureza, pero ella sabe que en realidad lo que ocultan esos ojos es dolor.

-Supongo que soy una idiota. Todavía no me puedo creer la suerte que tengo de que estés conmigo.

-¿Te he hecho creer en algún momento que no me lo estaba tomando en serio? -fija su vista en sus propios pies y cierra los ojos, evitando, de nuevo, mirarla a la cara.

Sakura niega con la cabeza, en silencio.

-¿No he sido cariñoso?, ¿atento? Paso más tiempo contigo que solo. Y no lo digo como una queja. Al contrario. Me encanta. Y si pudiera pasar más tiempo contigo lo haría. Si hubiera tenido el valor para pedirte que te mudaras conmigo lo habría hecho. Pero eres tú la que por las noches se va a su casa cuando se despierta después de habernos quedado dormidos tras hacer el amor.

-¿Quieres que me mude contigo? -pregunta sorprendida.

Kakashi abre los ojos y la mira en silencio. Parece decepcionado.

-No quería agobiarte -añade Sakura tragando con dificultad.

-¿Agobiarme? ¿He dicho o hecho algo que te haya hecho pensar que me agobias? ¿Te he hecho sentir que sobrabas en mi cama después de hacer el amor? -repite la misma fórmula que había usado antes.

Kakashi no grita, ni se muestra cabreado, está siendo racional, sólo intenta entenderlo.

Sakura vuelve a negar en silencio.

-No tienes que andar con pies de plomo conmigo. Cuidando de que no me agobie o me canse de ti. Eso no puede pasar. Por Kami, Sakura, me tienes loco. Nunca en la vida me he sentido así. Ni siquiera sé cómo actuar. Tienes ese poder sobre mí, sólo con que me mires has ganado. No. Sólo con existir. Pasé meses sin entenderme ni a mi mismo porque cada vez que entrabas a mi despacho la luz cambiaba. Mi humor era diferente. Una sonrisa se dibujaba en mis labios y agradecía a la máscara que no se notara porque estaba acojonado. Y lo sigo estando -el Hokage guarda silencio uno segundos y la mira fijamente a los ojos antes de continuar-. Y que me digas que no puedes ser tu misma porque no quieres agobiarme me rompe por dentro. Porque sólo deseo que seas feliz. Deseo que seas tu misma las veinticuatro horas del día. Quiero que seas tú, sincera, inteligente, divertida, cariñosa… y otros mil adjetivos que ahora mismo no soy capaz de pensar porque tu cercanía me vuelve idiota. Porque eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Y puede que no esté sonriendo cada día o riéndome a carcajadas, pero te juro -Kakashi la toma de las manos, las envuelve con las suyas y las lleva hasta su pecho-, te juro que nunca en mi vida he sido más feliz que cuando estoy contigo. Haría lo que fuera por ti. Lo que fuera.

Ella le mira en silencio con un nudo en la garganta, sin saber que decir. Él abre la boca para continuar, pero por un segundo nada sale de su garganta. Tiene la respiración entrecortada, su barbilla tiembla levemente y Sakura puede notar que está aguantando las lágrimas.

-¿No quieres tener hijos? -consigue continuar el shinobi a pesar del nudo en la garganta- No los tengamos. ¿Quieres cinco gatos? Adelante. Y si quieres huir a tu casa cada noche, si es todo lo que puedo esperar, lo acepto. Me conformo con lo que tú quieras, porque soy yo quien no puede creer que estés aquí conmigo. Soy yo el afortunado en esta relación.

-Quiero que tengamos dos hijos -responde ella con sencillez en un susurro.

Kakashi la mira fijamente. Ambos guardan silencio y Sakura mira hacia abajo, avergonzada.

Él frunce el ceño y suspira ruidosamente. De pronto se va hasta un pequeño mueble y saca algo de un cajón.

Se acerca los pocos pasos que les separan y lleva su mano enguantada a la barbilla de ella para obligarla la mirarle. Ésta le mira entre avergonzada y asustada, y una lagrima empieza a resbalar por su mejilla.

Kakashi usa su otra mano para detener la lagrima.

-No llores, por favor.

-Gomen nasai -susurra.

-No llores, me partes el alma.

-Estás cabreado.

-No estoy cabreado.

-Pues deberías estarlo.

-No lo estoy. No puedo cabrearme contigo.

Sakura le mira conteniendo más lágrimas.

-No sólo quiero que te mudes conmigo. Quiero que te cases conmigo, que tengamos hijos. Quiero que me aceptes para pasar el resto de nuestras vidas juntos. Todo lo que otros suelen buscar -guarda silencio unos segundos, y se arrodilla-. ¿Te casarías conmigo? -pregunta de pronto mostrando un anillo entre sus dedos.

Los ojos de Sakura se abren de par en par. Pero queda muda.

-Por favor, no me preguntes si hablo en serio -pide Kakashi con seriedad.

Sakura empieza a llorar y se arrodilla junto a él para abrazarle.

-¿Es un si? -pregunta abrazándola con suavidad, como si fuera a romperse.

Ella afirma con la cabeza contra su pecho.

-Sólo quiero hacerte feliz -susurra Kakashi sobre su cuello.

-Quiero dos hijos. Y más ahora, que he visto como serán -comenta todavía llorando.

El Hokage la toma por la cintura y la levanta consigo.

-Te daré todo lo que me pidas -dice con sencillez dejando un suave beso en sus labios.

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NdA: Buenas. Drabble 99 y aquí seguimos. Debo decir que realmente no es el 99, es el 98. Recordad que lo que ocupa el 51 no es un drabble, fue la encuesta sobre qué fic queríais que se continuara. Por lo que el próximo es un falso 100 y el siguiente ya sería el 101. Con esto, he decidido que los dos siguientes serán especiales (el falso 100 y el 100 de verdad). Serán sobre algo que no he escrito todavía. Y no, no admito peticiones, lo siento, es que ya están escritos. Esto es sólo un aviso.

Ahora, cambiando de tema. Volviendo a la jodida realidad que estamos viviendo… en España ya estamos algo mejor, las cifras de muertos diarios siguen cayendo, hoy no han alcanzado los 100 (son muchos, pero comparado con hace una semana, son grandes noticias, geniales) el caso es que ya hemos empezado a salir a la calle y podemos dar paseos con nuestras mascotas y personas con las que vivimos siempre que sea de dos en dos. Un lujo que echaba mucho de menos. Todavía no podemos ver a nuestras familias, pero esperamos que sea pronto. En mi familia somos afortunados y no debemos lamentar ninguna perdida, tampoco entre amigos, espero que siga siendo vuestro caso.

Me despido, por ahora, en breve espero subir los dos especiales. Un besote.