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Un invitado en mi cama

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Tras una semana de misión estaba agotado. Sólo quería llegar a casa y descansar. Por lo que meterse a la cama para abrazar a su mujer y toparse con un inesperado compañero de cama no fue de su completo agrado.

-¿Qué diablos es esto? –pregunta Kakashi levantándose inmediatamente.

-¿Esto?¿En serio? Pensé que tú, más que nadie, lo entendería –responde con seriedad-. Es un perro, Kakashi.

-Sé que es un perro. Pero... sólo es un perro.

-¿Sólo un perro? ¿Qué esperabas encontrar? ¿Preferirías que hubiera metido a un hombre en nuestra cama? Estoy confusa.

-Me refiero a que es un perro, no un ninken. ¿Qué hace aquí?

-Me lo encontré en un callejón. No quería que muriera de frío.

-¿De qué estás hablando? Es pleno verano, es imposible morir de frio.

-Pues de calor.

Kakashi gruñe mirando al perro, éste, por su parte, le devuelve el gruñido.

-Ahora me dirás que no te gustan los perros –comenta Sakura incorporándose en la cama para acariciar la cabeza del perro-. ¿Verdad que eres bueno, Kotaru *perro pequeño*?

-¿Kotaru? ¿En serio? –pregunta Kakashi mirando al perro.

-Sí. Me gusta el nombre.

-No es un perro pequeño.

-Es pequeño.

-Es un cachorro. Debe ser medio San Bernardo, será más grande que Buru.

-Pero no molestará. Yo cuidaré de él.

-¿Cuidarás de noventa kilos de perro?

-Sí.

-¿Y tu trabajo? Pasas gran parte del día en el hospital.

-No se morirá por estar un rato solo.

-Son muy dependientes. Y llevan mucho trabajo.

-Es un perro, Kakashi, tienes ocho de ellos.

-No. Tengo ocho ninken. Son diferentes. Lo sabes, ¿no? Los ninken hablan, te dicen lo que necesitan y no están contigo todo el rato.

-Eso los tuyos. Los del clan Inuzuka parecen solo son unos perros entrenados.

-Eso no es así. Además, ¿piensas entrenar a este chucho?

-No lo llames chucho. Hieres sus sentimientos.

-Lo siento. Pero por definición es un chucho.

-Es un San Bernardo. Tú lo has dicho.

-No. Es medio San Bernardo. Vete a saber qué otra raza es.

-¿Ahora eres un clasista?

-No. Sólo evidencio una realidad. Medio San Bernardo. Medio ni idea. Podría ser todavía más grande que un San Bernardo. Con los cruces nunca se sabe.

-¿Tú qué sabes?

-Sé de perros. Y él es un chucho.

-En ese caso tú eres un…

-¿Un qué? –pregunta divertido esperando que termine la frase.

-Ya se me ocurrirá algo. Es tarde. Quiero dormir.

-¿Tenemos que compartir cama con...?

-Kotaru.

-Me niego a llamarle Kotaru. Le pega más Kuma *oso*, será igual de grande que un oso.

-Hasta que eso suceda puedes llamarle perrito.

-Tiene un par de meses y es más grande que Pakkun, puedes apostar a que pasará.

-Está bien... de momento le llamaré Hatake.

-Ni de broma.

-Sí. Hatake. Y sí. Tendrás que compartir cama con él. O puedes irte.

-Es una mala forma de empezar a educarle. ¿Cuánto lleva contigo?

-Casi una semana.

-Ya será imposible echarle de aquí.

-¿Por qué querría echarle de aquí?

-No has tenido perros antes, ¿verdad?

-No –responde con sinceridad.

-Esta bien, déjame enseñarte algo.

Kakashi se inclina sobre Sakura y Hatake se incorpora para ladrarle y ponerse entre los dos.

-Mmmph. Tengo un perro guardián -anuncia Sakura con orgullo.

-Tienes un novio. Cree que soy la competencia. No me dejará acercarme a ti. Piensa que llegó antes.

Sakura se ríe

-No es para tanto. Es más, está muy bien educado. Atento –pide poniéndose en pie y mirando al perro- Hatake. Al suelo.

El perro hace caso sin rechistar y se baja de la cama.

-Está bien. Reconozco que eso me ha sorprendido. No es para nada lo que esperaba.

-Te lo he dicho. Es un buen perro. Podría llamarle Jun *obediente*.

-Que te haga caso en esto no significa que sea obediente.

Kakashi mira con atención al perro, que se tumba en el suelo desde donde le mira con recelo.

-Quizás no estaba abandonado. Puede que tenga un dueño que le está buscando. Ese nivel de respuesta ante una orden es raro.

-Ya he preguntado, y he puesto carteles, de momento nadie ha dicho nada.

-Déjame probar una cosa.

Kakashi se muerde el pulgar y hace unas señas con los dedos.

-Kuchiyose no jutsu.

Pakkun y Akino aparecen en una nube de humo.

-¿Qué pasa? –pregunta Pakkun

-¿Para qué nos llamas? Es tarde. Queremos dormir –gruñe Akino.

-Quiero que echéis un ojo al nuevo amigo de Sakura.

-¿Ya te está engañando? –pregunta Akino mordaz.

-¡Oye! –se queja Sakura.

Kakashi señala con la cabeza. Pakkun se acerca al perro y le olfatea.

-¿Un chucho? - gruñe Akino.

-No le llames chucho –pide Sakura.

-¿Y cómo se llama?

-De momento Hatake.

Kakashi gruñe tras ella.

-Pensé que iba a llamarse Jun.

-Tú mismo dijiste que seguramente no era obediente.

-Llamadle como queráis, es un chucho –interrumpe Akino.

El ninken se acerca hasta el perro y éste le da un lametazo en la cara.

Sakura ríe ante la cara del ninken.

-¡Qué ascazo! Kakashi saca a esta cosa de casa –pide Akino alejándose del perro-. No pienso compartir espacio con él.

-Es la casa de Sakura, y es su perro. Tendrás que pedírselo a ella –se desentiende Kakashi riendo.

-¡Sakura! -le llama el ninken- El chucho o yo.

-Prefiero a Hatake, gruñe mucho menos -bromea riendo.

-Perfecto, aquí os quedáis –gruñe desapareciendo.

Pakkun por su parte mira al perro evaluando opciones.

-¿Qué opinas? –pregunta Kakashi.

-No creo que tenga dueño.

-Está muy bien educado para no tenerlo.

-Será un buen perro.

-¡Aha! –exclama triunfante Sakura-. Será mi perro.

Kakashi mira a Pakkun molesto.

-¿Querías que mintiera? –pregunta el ninken acercándose de nuevo al perro.

-Arigato, Pakkun –agradece Sakura.

-No me des las gracias. Pero llévale al veterinario. Tiene pulgas.

-¿Qué? Pero si le he bañado –comenta alarmada.

-Las pulgas no salen con un simple baño.

-Has compartido cama con un chucho pulgoso –ríe Kakashi.

-Cállate. Tú también has traído pulgas alguna vez. Eres más chucho que él pobre Hatake.

-Ahora en serio, si vamos a quedárnoslo tenemos que buscarle otro nombre.

-Podemos entrenarle –asegura Pakkun ignorando la conversación de los dos ninjas.

-¿Entonces puedo quedármelo?

-Como si yo pudiera decidir lo contrario.

-¡GENIAL! –grita lanzándose a los brazos de Kakashi para besarle sobre la máscara.

-Pero por ahora tendrá que irse al salón a dormir. Mañana le llevaremos a que le quiten las pulgas.

-Está bien.

-Pakkun encárgate de él.

-¿Por qué yo?

-Porque yo voy a quitarle las pulgas a Sakura –comenta tumbándose sobre ella.

-¡No tengo pulgas! –grita la aludida atrapada entre la cama y el cuerpo del ninja.

-Por favor, delante de mí no –pide Pakkun dándose la vuelta para no verlos.

Hatake salta a la cama y se pone a ladrar intentando separarlos.

-Celoso, deja a mi chica, yo estaba antes que tú –pide Kakashi riendo.

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NdA: ¡Hola! Ya hemos vuelto. Va, después de los tres últimos tan intensos, vamos con algo ligero. Espero que os haya gustado.

Pooor cierto, KakaSaku Spanish (en Facebook) tiene un concurso de fanart, así que rápido, entren y participen, tienen hasta el domingo, pero puede que demos más tiempo si hace falta. Todas las indicaciones están en la publicación anclada.