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Desde hace dos meses
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Sakura entra en el despacho del Hokage con uno de sus vestidos rosa, sus botas negras altas, el pelo recogido en una coleta alta y su protector rosa anudado a modo de diadema, sin embargo, hay algo diferente en ella, aunque Kakashi no es capaz de percibir qué.
-Ohayô, Sakura-san -saluda éste desde su escritorio siguiéndola con la mirada hasta que la médico se deja caer en una de las butacas del despacho.
-Buenos días, Hokage-sama -saluda de buen humor-. ¿Cómo va hoy?, ¿mucho trabajo?
-El habitual. Supongo -se queja sonriendo bajo la máscara.
-Entonces sí. Mucho trabajo. ¿Dónde está Shikamaru?
-Diría que en Suna.
-¿No tiene ayudante?
-No.
-¿Hasta cuándo?
-Creo que una semana.
-¿Puedo ayudarle yo en algo?
-¿Es tu día libre en el hospital? -pregunta ignorando su ofrecimiento.
-Sí.
-¿Y no tienes planes?
-No.
-¿De verdad quieres pasar tu día libre en el despacho del Hokage entre informes y recibos?
-Es una opción como otra cualquiera. ¿Qué necesita que haga?
-No te preocupes. En verdad hoy no tengo mucho trabajo. Sal y disfruta del día.
-Si no tiene mucho trabajo, entonces... ¿qué le parece un entrenamiento?
-¿Un entrenamiento? -pregunta con curiosidad.
-Por los viejos tiempos.
La mira por unos segundos antes de responder.
-Está bien. Por los viejos tiempos. Sólo déjame terminar con esto -pide tomando un informe de la pila de papeles de su escritorio.
-Claro. No hay prisa.
-¿Te busco luego?
-Si no le molesta esperaré aquí.
-Tú nunca molestas. Siempre es agradable tenerte por aquí. Pero no sé cuánto tardaré. Podrían ser un par de horas.
-No importa. Leeré algo -comenta poniéndose en pie y dirigiéndose a una de las estanterías llenas de libros que tenía Kakashi en su despacho.
El Hokage vuelve a sus papeles, y Sakura empieza a ojear varias novelas antes de escoger una y volver a la butaca donde se hunde para empezar a leer en silencio.
No había pasado una hora cuando cierra el libro y lo deja a un lado para observar a Kakashi.
Éste está completamente centrado en su trabajo. Lee informe tras informe con atención, decide si debe ser firmado o no, y actúa en consonancia. De vez en cuando estira sus brazos por encima de su cabeza, o pasa las manos por su pelo con cansancio. Incluso un par de veces se había quedado mirando fijamente el mismo folio por más de cinco minutos mientras que con los dedos de una de sus manos tamborileaba sobre la mesa.
Sakura se pone en pie y se acerca hasta la ventana desde donde puede ver el Monte Hokage. Durante unos minutos observa rostro tras rostro en completo silencio, hasta que llega al último.
-Sabe, ayer vi una foto de su padre -cometa mirando el rostro del rokudaime esculpido en la roca.
Eso en verdad llama la atención de Kakashi que deja los papeles sobre la mesa y la observa con atención, esperaba que dijera algo, pero Sakura no añade nada. Por el contrario, vuelve hasta la butaca y se sienta tomando, de nuevo, el libro entre sus manos.
-¿Vas a añadir algo a ese comentario? -pregunta con curiosidad.
-No -responde abriendo el libro para seguir leyendo.
-Está bien.
Éste coge sus papeles y sigue leyendo. Pero tras unos minutos se detiene y vuelve a mirarla.
-Oye, ¿a qué ha venido eso?
Sakura deja su libro y le mira levantando una ceja interrogativa.
-¿Y dónde viste una foto de mi padre?
-Ah, eso. En un informe médico.
-¿Un informe médico sobre mi padre?
-Bueno, no es que estuviera mirando sus antecedentes, ni si tiene taras genéticas por las cuales debamos sacrificarle antes de que se le ocurra reproducirse -comenta riendo-. Es sólo que hay una técnica médica que estoy aprendiendo y fue aplicada en su padre.
-Ah.
-Sí. Eso es todo.
-¿Y porqué me comentaste sobre la foto?
-No sé. Sólo la vi y, bueno, me sorprendió.
-¿Te sorprendió?
-Sí.
-¿Qué te sorprendió de la foto de mi padre?
-Su rostro.
-Ah -exclama entendiendo a dónde quería llegar.
Kakashi se recuesta en la silla inclinándose hacia atrás, sube una de sus piernas al escritorio y la mira fijamente.
Ella le devuelve la mirada sonriendo antes de ponerse en pie, dejar el libro sobre la butaca y acercarse al escritorio para rodearlo, ubicarse junto al Hokage y sentarse en la esquina de la mesa más cercana a él.
-Hatake Sakumo -dice Sakura en un susurro.
-Así se llamaba -comenta mirándola con curiosidad desde su silla.
-Él era... -comienza con dudas, sin saber si terminar.
-¿Era?
-Su padre era muy atractivo -confiesa finalmente.
Kakashi sonríe bajo la máscara.
-No sé qué quieres que conteste a eso. Nunca vi a mi padre como... ¿un objeto sexual?
-¿Objeto sexual? -Sakura se ríe ante ese comentario-. Yo no he dicho eso.
-¿No acabas de decir que mi padre era muy atractivo?
-Sí. Bueno, me refiero—
-Sabes que si estuviera vivo podría ser tu abuelo, ¿verdad?
-¿Qué? No. No quería decir eso.
-Me alegra saber que no te estás imaginando con mi padre en la cama.
-No, por Kami. Además, tanto como mi abuelo... Me refería—
-¿Te referías a qué? -la corta.
-A que era realmente atractivo, y me preguntaba si... si usted...
-¿Me parezco a él?
En un primer momento el rostro de Sakura se enciende por la vergüenza. Sin embargo, no tarda ni dos segundos en cambiar el gesto.
-Sí -asegura con decisión-. Estaría bien saber si se parece a él.
Kakashi sigue con la sonrisa bajo la máscara, pero ahora sus ojos muestran cierta sorpresa.
-Bueno... dicen que soy una copia de él.
-¿Entonces es igual de atractivo que su padre?
-No sé. Yo no me veo tan similar a él. Es sólo lo que dicen.
-¿Y quién lo dice?
-Gente, supongo.
-¿Las afortunadas que han visto su rostro?
Kakashi se incorpora en su silla acercándose un poco más a ella.
-¿Estamos haciendo alusión a mujeres con las que me haya podido acostar?
-No lo sé. ¿Algún hombre ha visto su rostro?
-Alguno.
-¿De adulto?
Kakashi se queda pensando por un momento.
-¿Has dicho afortunadas? -pregunta de pronto recordando lo que Sakura acaba de decir.
-Supongo que sí. Eso he dicho -reconoce con sencillez encogiéndose de hombros.
Kakashi la mira entornando los ojos y con el ceño fruncido.
-Sakura, ¿estás coqueteando conmigo?
-Sí. Desde hace dos meses. Gracias por darse cuenta.
-¿Qué?
-Por Kami, Hokage-sama. Llevo más dos meses intentando que se fije en mí -anuncia poniéndose en pie a su lado-. Pero siento que soy un ser asexuado para usted. No se fija en mí ni aunque venga con vestido corto sin nada de bajo.
-Ah. Era eso -dice refiriéndose a esa sensación de que algo había cambiado en ella-. Espera, ¿has dicho nada debajo? -pregunta entre sorprendido y asustado.
-Llevo ropa interior, pervertido. Me refiero a las típicas mayas negras que suelo vestir.
-Dame un momento para procesar todo esto -pide levantando las manos en señal de rendición a la altura de su pecho.
-Le he dado dos meses para procesarlo. Es un poco lento -asegura riendo y retrocediendo unos pasos para dejarle espacio.
-¿Llevas dos meses coqueteando conmigo?
-Sí. Diría que algo más.
-No es verdad -niega con la cabeza al decirlo, como reforzando su argumento.
-¿Qué no es verdad? Hokage-sama, llevo dos meses paseándome por su despacho cuando solo está usted. Todos mis días libres vengo aquí. Y si coincide con su día libre busco alguna excusa para pasar por su casa.
-Yo no sabía que-
-¿Es consciente de que le he invitado a cenar como unas seis o siete veces en el último mes y siempre me ha dicho que—
-¿Tengo trabajo? -pregunta avergonzado.
-Eso es. Siempre tiene trabajo -responde alejándose y dejándose caer sobre la butaca nuevamente.
-No sabía que me estuvieras pidiendo una cita. Quiero decir... hemos salido a comer o cenar en otras ocasiones.
-Sí, con más gente.
-Y solos.
-No. Hemos estado solos porque alguien ha faltado, o simplemente nos hemos encontrado.
-Nunca has insinuado que te gusto.
-¿Cómo que no? Pero si llevo dos meses lanzándole indirectas.
-Pues han sido demasiado sutiles -se queja él poniéndose en pie con un tono autoritario.
-¿Sutiles? -pregunta riendo ante su actitud-. Kakashi-sama, me ha faltado sentarme en su regazo, morderme el labio inferior y pedirle que me hiciera suya -comenta con seriedad desde su asiento.
Kakashi agradece a la máscara que tape un rubor que ha aparecido en sus mejillas.
-¿A qué llamas tú indirectas? -pregunta sorprendido y levantándose para apoyarse en el escritorio con ambas manos mientras la mira con atención.
-Veamos, ¿por dónde empiezo? -se pregunta a si misma mirando de lado como si estuviera haciendo memoria-. ¿Qué le parece aquella vez que le coloqué el chaleco táctico pegándome completamente a usted mientras le susurraba al oído que estaba realmente guapo con el nuevo uniforme?
Kakashi recuerda ese momento, y recuerda que se sintió un poco incómodo por la cercanía de su exalumna. Al fin y al cabo, él era un hombre, y ella se había convertido en toda una mujer. Pero pensó que eran cosas suyas, y se prometió no leer continuamente las novelas eróticas de Jiraiya.
-¿Y la vez que le preparé su comida favorita porque dijo que no tenía tiempo ni para pedirla a un restaurante? -Kakashi se pone colorado de nuevo-. O cuando le dijeron que estaba perdiendo la forma por estar ahí sentado y yo le defendí diciendo que me parecía que estaba en muy buena forma, incluso que era mucho mejor que los jóvenes de hoy en día -el Hokage recorre cada recuerdo según se lo va mencionando, pero para él, todos esos momentos eran Sakura siendo Sakura, una kunoichi que cuidaba de los suyos y le tenía cierto cariño por haber sido su profesor-. ¿Quiere que le recuerde aquel día que nos encontramos en un bar y le solté que me parecía el tío más atractivo del lugar?
-Oh, vamos, estabas borracha, no podía tomarte en serio.
-Podría haber hecho conmigo lo que quisiera -reconoce ella.
-¿Qué hubieras pensado de mí si me hubiera aprovechado de ti en ese estado?
-¡Pues que por fin se había dado cuenta de que estaba tonteando con usted!
Sakura se acomoda sobre la butaca subiendo las piernas para cruzarlas sobre el asiento. Kakashi rodea el escritorio y se sienta en la esquina más cercana a ella, aunque siguen estando a casi dos metros.
-Hablamos de cuando estuve yendo a su casa para darle aquellos masajes.
-¡Eran un tratamiento médico! -se excusa él.
-Sí, claro.
-Me fracturé la clavícula.
-¿Desde cuándo me ha visto tocar a nadie para curar un hueso roto?
-¿Qué? -pregunta confundido.
-El chakra clínico no necesita contacto.
-¿Y yo cómo voy a saberlo? ¿Acaso soy médico?
Sakura se carcajea ante esa idea y la cara de confusión del Hokage.
-Kakashi-sama-
-Corta con el sama -pide con seriedad.
-Pero si incluso alguna vez me ha seguido el rollo, pensé qué lo sabía.
-¿Crees que esta es la cara de alguien que lo sabe? -pregunta señalándose a si mismo-. Te aseguro que no lo sabía.
-¿Y cuándo hablamos de esa escena de Icha Icha Takutikusu en este mismo despacho?
-¿Qué con eso? -pregunta tragando para intentar hacer desaparecer el nudo que podía notar en su garganta.
-Oh, por Kami. Ese día tuve que irme directa a casa a masturbarme -confiesa Sakura.
Ahora sí que había conseguido asustar al shinobi.
-Sakura-san, no me digas esas cosas, por favor -pide en un susurro sin quitarle los ojos de encima.
-Perdone, pero después de que me hablara durante casi una hora de su escena favorita con tanto detalle, lo raro es que usted no terminara con una erección.
Ni siquiera sabe que responder a eso. Pero se alegraba de que ella no lo hubiera notado. Era una duda que le atormentaba desde aquel día.
-¿Y se supone que yo tenía que entender algo de todo eso?
-¿Se refiere a que entendiera que el simple hecho de que le dejara hablar de una escena pornográfica de su libro significaba algo?
El Hokage frunce el ceño y la mira torciendo el gesto.
-Kakashi-sama, es-
-Corta el sama -pide de nuevo.
-Llevo un mes paseándome por aquí con mis mejores vestidos, buscando excusas para tocarle, rozándole el brazo cuando me acerco a usted, mirándole con mi mejor sonrisa y siempre de buen humor. Me hace sentir el patito feo de la aldea al decirme que no se ha percatado de nada de ello.
-Sakura, tú... -la mira de arriba abajo desde su escritorio-. No entiendo nada.
-¿Cuánta gente ha llegado a su casa con un cubo de palomitas y la nueva adaptación cinematográfica de Icha Icha nada más estrenarse en DVD y se ha ofrecido a verla con usted?
-No voy a negar que eso me sorprendió. Pero al día siguiente me pediste que te quitara de una misión, y pensé que había sido tu forma de intentar comprarme.
-¿Acaso consume drogas? -pregunta ella debatiéndose entre sonreír o indignarse-. ¿Algún medicamento que no le haya recetado yo? Recuerde que soy su médico y me preocupa.
Kakashi niega en silencio.
-Además, te dormiste viendo la película - añade él como disculpa a si mismo.
-¡Fingí dormirme para apoyarme en su hombro!
Kakashi la mira todavía más confuso.
-¿Qué?
-Kami-sama. Fue la única forma en que pude acercarme a usted.
-Yo no—
-Noté que me acarició el pelo. Fue muy tierno.
-Te invité a quedarte a dormir -comenta con orgullo como si anulara todo lo anterior.
-Sí, porque se hizo tarde y dejando muy claro que usted se iría al despacho a dormir.
-Yo no... Sólo quería ser caballeroso -asegura avergonzado.
-Puedo seguir listando momentos. ¿Recuerda aquella misión en Ture? Hace como un mes.
El Hokage afirma en silencio.
-¿Y recuerda aquella mujer del motel?
-¿La recepcionista? -responde extrañado sin saber a dónde lleva su pregunta-. ¿Y qué con ella?
-Kami, esa mujer quería violarlo, sensei.
-No sé de qué estás hablando -reconoce con total sinceridad.
-No paraba de tocarle.
-¿Por eso estuviste de mal humor el resto del viaje?
-¡Claro! ¡Eso sí que lo notó!
-Joder, para no notarlo, cambiaste de humor de un día para otro.
-¡Grandioso!
-No pasó nada entre ella y yo.
-Lo sé.
-¿Qué quieres decir con que lo sabes?
-Hablé con ella.
-No sé si quiero saber qué significa eso.
-No quiere.
-Estoy muy confuso. ¿Tenía que entender que tu cabreo fue porque no me di cuenta de que ella quería acostarse conmigo o por qué ella quería acostarse conmigo?
-¿Qué hay de cuando le besé en la mejilla y le dije que era el Hokage más guapo de todos?
-Hombre, fue durante mi nombramiento, y sólo podías compararme con el tercero y con tu maestra, a los demás no los conociste.
Sakura niega en silencio.
-En verdad que es muy torpe.
-Está bien, está bien, lo pillo. Pero en mi defensa—
-No tiene defensa. Déjelo -pide riendo-. Kakashi-sama—
-Corta el sama -repite de nuevo con mayor seriedad.
Ella le mira en silencio por un segundo.
-Incluso el sama es parte de mi estrategia.
-¿Parte de tu estrategia? ¿Qué estrategia?
-En todos sus libros ella le trata con el máximo respeto cuando intenta acercarse a él.
-¿Y eso era una señal? ¡Soy el Hokage! Todos me tratan con ese honorífico.
-Hace mucho que le perdí el respeto necesario para llamarle de algún modo más allá de sensei o pervertido.
Iba a responder, pero sólo podía darle la razón. De hecho, le resultó raro cuando empezó a añadir el sufijo a su nombre. Se pasa las manos por la cara con desesperación y comienza a mirar a su alrededor como si buscara algo.
-Has sido muy poco clara -se lamenta todavía mirando a su alrededor.
-¿Me está vacilando? ¿Qué quería que hiciera exactamente?
-¡Podías haberlo dicho directamente! -dice clavando su vista en los ojos de ella.
-Es tan inocente como un niño de ocho años. No es consciente de la cantidad de mujeres que se mueren por que las lleve a la cama.
Los coloretes aparecen de nuevo en el rostro del Hokage, y esta vez incluso asoman por encima de la máscara.
-¿Y tú eres una de ellas? -pregunta mirándola nervioso.
-Yo soy la presidenta del club de fan, soy la jefa de todas ellas -confiesa riendo.
El shinobi se muestra completamente sorprendido.
-No lo sabía.
-Y ahora que lo sabe, ¿qué piensa hacer?
No responde. Se levanta y se acerca hasta la butaca, donde se agacha para ponerse a la altura de ella.
-Puede que sea un idiota que no se da cuenta, pero no soy un idiota que deja pasar esta clase de oportunidades.
-¿Eso significa que voy a ser una de las afortunadas?
-No digas "una de", como si hubiera varias -pide mirándola con intensidad.
Sakura sonríe.
-¿Puedo ver cuánto se parece a su padre?
Sin responder se baja la máscara y la mira con seriedad.
-Sí que es una copia de él.
-¿Eso te alegra?
-Me era indiferente. Pero es un plus.
-¿Qué me parezca a mi padre? ¿Al final sí que es algún fetiche?
-No. Me refiero a que sea así de atractivo -responde riendo.
Sin dejarla decir nada más lleva sus manos al cuello de ella para atraerla a él y besarla.
Sakura se pone de rodillas sobre la butaca y se inclina hacia delante para responde al beso, pero enseguida le toma del borde de la camiseta para tirar de él y hacer que se recueste sobre ella.
Kakashi se apoya sobre los reposabrazos del sillón para no aplastarla, sin embargo, se pega completamente a su cuerpo dejando notar sus ganas de ella. Sakura pasas sus manos por debajo de la camiseta de este, que se tensa ante el contacto cálido de sus dedos.
-¿Todavía quieres ir a entrenar? -pregunta él entre besos.
-¿Y si mejor nos quedamos aquí? -pide con la respiración entrecortada.
-¿Sabes que no hay cerrojo en este despacho?
-¿Lo dices en serio? -pregunta sorprendida y empujándole suavemente para separarle de ella.
-Completamente en serio -responde divertido y volviendo a pegarse a ella para chupar el lóbulo de su oreja.
-¿Y eso cuándo y cómo lo descubriste? -sigue, poniendo los ojos en blanco por la habilidad del Hokage.
-Oh, no recuerdo, supongo que con alguna afortunada anterior -bromea-. ¿Vamos a mi casa? -ofrece como alternativa.
-Sí. Por favor -la suplica suena desesperada y hace que Kakashi se ría sobre su cuello, que es ahora el objeto de su atención-. Hokage-sama, no se ría. No tiene derecho a hacerlo después de más dos meses pasando de mí.
-¿Qué quiere decir eso? -pregunta pasando una de sus manos por debajo del vestido de Sakura.
-No sé usted, pero llevo mucho tiempo esperando esto -comenta entre jadeos.
Ahora es él quien se separa de ella, casi de un salto retrocede poniéndose en pie frente a ella. La mira con atención.
Sakura estaba medio tumbada en la butaca, los labios entreabiertos esperando que él volviera a besarla, el contorno de su boca enrojecido por la incipiente barba que acompañaban sus besos. La falda del vestido levantada hasta la cintura, y los enganches de la parte superior desabrochados dejando ver su clavícula izquierda y parte de su sujetador. Todo eso sumado a un respirar errático y esa mirada jade que le observaba directamente a los ojos.
-Kami. Eres jodidamente sexy, y que digas esas cosas no es bueno -confiesa Kakashi mirándola hipnotizado.
-¿Qué cosas? ¿La parte de que llevo meses esperando que me folle?
Kakashi abre por completo los ojos y la mira con una sonrisa criptica.
-Oh, voy a ir al infierno -asegura todavía con media sonrisa y negando con la cabeza.
Sakura se ríe y con lentitud se pone en pie para acercarse a él.
-Puede llamarlo infierno si quiere -asegura ésta desabrochando el pantalón de él para meter su mano por dentro del calzoncillo-. ¿Vamos a su casa... o...?
El Hokage se abraza a ella y de pronto aparecen en el salón de su apartamento. La levanta por la cintura y la lleva contra la pared más cercana para besar su clavícula e intentar bajar hasta la parte de su pecho que puede ver a pesar del vestido.
-Vamos a la cama -pide Sakura enredando sus piernas en la cintura de él.
-Que clásica eres -afirma riendo y empezando a soltar todos los enganches frontales de su vestido para acceder a sus pechos.
-¿Piensa hacerlo contra la pared?
-La primera de las veces, sí -responde con voz grave y accediendo a su premio tras desabrochar el sujetador.
Sakura deja escapar un gemido cuando los labios de Kakashi se colocan sobre uno de sus pezones.
-Pensé que era inocente, pero me equivocaba. Sólo es un despistado -susurra entre jadeos-. ¿Tiene mucha experiencia en esto?
-¿Puedes dejar de tratarme de usted mientras... ya sabes? -pide mientras una de sus manos quita de en medio el vestido que le molestaba demasiado.
-¿Le incomoda que le llame Hokage-sama? -comenta con malicia fingida.
-La verdad es que si es algún fetiche tuyo me da igual -responde todavía besando sus pechos mientras hace a un lado la tela de las braguitas para dejar que sus dedos acaricien por primera vez la intimidad de Sakura-. Sólo no me llames Sakumo. Eso sí me asustaría.
-No ha respondido a mi pregunta -insiste ella tirando de la camiseta de él, que no la hace caso.
-¿Te refieres a la pregunta sobre si tengo mucha experiencia en esto de desvestir a mujeres contra la pared mientras las cargo?
Sakura gime ante la intrusión de unos dedos en su interior.
-¿De verdad quieres hablar de ello ahora? -pregunta en un susurro grave sobre su oído-. Pensé que querías que te follara -comenta hundiendo, todavía más, sus dedos en ella.
-Está bien. Quítese la camiseta y déjeme en el suelo -pide intentando alcanzar el piso.
-o-
Varias horas después ambos están acostados en la cama del dormitorio.
-Kakashi-sama... -comienza a hablar con cierta inseguridad recostándose sobre su pecho.
-¿Sí? -pregunta besándola en la cabeza e ignorando el sama
-Usted... -levanta la mirada para verle, pero no encuentra el valor y guarda silencio.
El shinobi se abraza a ella.
-¿Qué pasa dentro de esa cabeza tuya?
-¿Yo... ¿yo le gusto? -pregunta nerviosa.
-¡¿Qué!? -exclama sorprendido-. ¿Y me lo preguntas ahora? ¿A ti qué te parece?
-La verdad es que no lo sé. Soy yo quien lleva un tiempo detrás suya.
-¿Qué crees que acaba de pasar?
-No lo sé. Ha visto la oportunidad y... Usted nunca había dicho o hecho—
-¿Qué querías que hiciera? Soy el Hokage, y tú mi exalumna.
-Nada de eso ha cambiado hoy.
Kakashi se incorpora en el colchón sentándose y pegando su espalda en el cabecero de la cama.
-Algo ha cambiado. Tú has dado el primer paso.
-No lo entiendo -confiesa Sakura.
-Puede que sea un inepto para darme cuenta de que me has mandado mil señales, pero eso no significa que no fuera consciente de la mujer en que te has convertido. Sin embargo, a pesar de lo que puedas creer, soy un tío decente, yo nunca hubiera hecho nada que te hiciera sentir incómoda.
-Hay formas de hacer saber algo sin hacer sentir incómodo al otro.
-No. No las hay cuando has sido su profesor, eres el Hokage y le sacas catorce años a la otra persona. Créeme, he pensado en ello muchas veces.
-¿Muchas veces?
-Digamos que interpreté tus señales como mis ganas de que fuera así -confiesa tomándola de la cintura para obligarla a sentarse entre sus piernas de espaldas a él-. Pero nunca habría hecho nada.
-¿A qué se refiere?
-Hay muchos motivos por los que habría sido completamente inapropiado que yo hiciera cualquier cosa.
-¿Le preocupa lo que piensen otros?
-Lo que piensen otros me da igual. Pero si tú te hubieras sentido mínimamente obligada a algo, no me lo habría perdonado -confiesa apartando su cabello y besando su cuello.
-¿Obligada a algo? ¿Cree que porque se me hubiera insinuado yo me habría sentido obligada a algo, aunque no sintiera nada por usted?
-Tal vez no. Pero podrías haberte sentido incómoda.
-¿Ha sido su caso?
-¿Preguntas si me he sentido obligado a esto porqué, después de dos meses, me he enterado de que estabas coqueteando conmigo?
Ella no responde, pero se gira para mirarle con curiosidad.
-No es la misma situación. Yo soy el jefe. Tú eres mi subordinada.
-Entonces... ¿yo tengo derecho a provocar esto, pero usted no?
Kakashi hunde su nariz en el cuello de Sakura aspirando su olor antes de responde.
-¿De qué estamos hablando exactamente? ¿Qué es esto? -pregunta él-. ¿Qué es lo que acaba de pasar para ti?
-No lo sé. Dígamelo usted. ¿Tendré que ser yo la que comience siempre?
-No -asegura apartando la coleta rosada para besarle la nuca-. Ya es demasiado tarde para ti -anuncia rodeándola con sus brazos.
-¿Qué quiere decir con eso?
-Quiere decir que ya no podrás escapar.
-¿No habrá otras afortunadas? -pregunta riendo.
-No. Ya puedes disolver el club de fan -responde siguiendo su broma.
-Si usted lo dice.
-Por Kami, Sakura deja el usted, el sama, y cualquier otro tratamiento del estilo.
-Sólo si me invita a comer.
-Eso está hecho. Dónde tu quieras. Pero aún es pronto para ello -anuncia tumbándose sobre ella, otra vez.
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NdA: Hola de nuevo. Espero que os haya gustado, me divertí mucho escribiéndolo. Es más, estoy dándolo todo con la tableta gráfica y he creado tres ilustraciones para este fic. Están en Wattpad, pero también los colgaré en KakaSaku Spanish (en Facebook) si queréis verlos.
Por cierto, me gustaría responder a todos los comentarios, pero si los dejáis como invitados no puedo. Pero gracias igualmente, besos y abrazos para todas/os.
Alguien me ha pedido alguna temática por comentarios, intentaré revisarlo para ver si puedo hacer algo sobre ello ;)
