¿Saben? Vengo trabajando en el cap desde el día en que publique el prólogo y no me había dado tiempo de continuar decentemente, pero bueno, quiero desearles una Feliz Navidad a todos, y pues, es muy difícil teclear con las manos congeladas, así que si hay un error, eran mis deditos congelados jaja.

jill gray man: Gracias por tu review y por animarte a leer, sobre lo de Man, me hes complicado hacer fics de únicamente los personajes de la serie, si puedo hacerlo y soy Multishipper, así que dame solo un poco de tiempo para acoplarme a la pareja. Mi fic de Man es una leyenda en mis fics, lo empece a los 16 años y creo que año pasado apenas lo termine, así que, fue difícil volver a escribir aun sin saber que va a pasar con mi amado Lavi.

Manu: Gracias, ahorita llevo buena racha, pero es muy complicado tener tanto que hacer y tan poco tiempo. Sobre los ships, como ya dije, soy multi, pero... peeeeero... el Lukagami si no me gusta, bueno, la verdad no se, nunca lo he leído y no los veo xD. Sobre los otros ships, mmmmm... nunca me los había imaginado. Gracias por tu comentario.

July Hope: Muchas gracias por tu review, la verdad es que tengo aun ideas que acomodar y no quisiera ir tan rápido con las cuestiones del amor (aja), quiero que sea algo lento, silencioso, con más (No spoilers antes de :P)... cositas que ir revelando poco a poco, ir resolviendo dudas (tanto para ustedes como para mi, claro). Me fue un poco difícil la idea de hacer algo fuera de la serie, mas o menos como lo haces tu, últimamente estoy enfrascada en seguir la línea de la serie o manga de lo que veo y pues, debí salirme de mi zona de confort, pero ya voy trabajando más en lo que serán ideas futuras; la verdad, esto no se parece en nada a lo que anteriormente comene a escribir de Lady Bug, pero aquí estamos y pues, a darle. Saludos.


Bunix trabajaba en la madriguera a petición de Ladybug, su avidez era tal, que incluso a ella le molestaba; el trabajo exprés no era su fuerte, pero debía darse prisa ante la amenaza que se había desatado y, por esa razón, debía ir al pasado y arreglar las cosas.

¿En qué punto empezar? ¿Era más atrás… o más adelante? Entonces su mano se detuvo, ahí, donde todo inicio.


Marinette volvía a su hogar, donde vio a sus padres en compañía de una chica muy parecida a su madre, a excepción por el color jade de su cabello.

-Nunca me dijeron que fuéramos a tener visitar- Dijo Marinette al acercarse.

-Ella es tu primar Mei Ling Cheng, y no solo ha venido de visita- La sorpresa invadió el rostro de Marinette, tal vez ella no estaba preparada para lo que se avecinaba, su madre continuo hablando –Los padres de Mei fallecieron en un accidente, así que, mientras se decide su situación legal, ella vivirá con nosotros, y mientras limpiamos y arreglamos la habitación de huéspedes…

-Esperamos contar con tu apoyo y que pueda quedarse en tú habitación- Esta vez fue Tom quien hablo, finalizando con las palabras de Sabine -¿Qué opinas hija?

-Por supuesto, no hay ningún problema- Dijo la peli azul con una sonrisa en su rostro mientras se acercaba a la recién llegada –Por cierto, yo soy Marinette, me alegra saber que tengo una prima, ¿Por qué no vienes conmigo para que acomodemos tus cosas en mi habitación?

La chica volteó a ver a los adultos con timidez, asintiendo para con la chica y siguiéndola, no sin antes tomar su maleta y una mochila que llevaba colgada al hombro. Subieron hasta la habitación de Marinette, donde pudo ver lo simple y elegante que era su habitación.

-Xièxiè nǐ- Dijo la china mientras se inclinaba frente a su prima –Para mí es un favor muy grande el que ustedes hacen, nadie de la familia de mi madre quiso tomar mi custodia, así que estoy realmente agradecida

-No tienes nada que agradecer, para mis padres y para mí es un placer poder ayudarte en una situación tan complicada- Marinette se acercó a la chica, tomándola de las manos y sonriéndole, aunque dejando entrever su tristeza por su enorme pérdida, después de todo, no conocía al resto de la familia de su madre –Ven, si terminamos pronto, podremos ir a dar una vuelta antes de que se oculte el sol

Mei Ling le sonrió a su prima, la siguió por toda la habitación mientras Marinette le hacía campo a sus cosas entre lo que ella ya tenía, sacando algunas prendas que no usaba desde hace algunos años y ayudándola a organizar su habitación.

-Esto nos llevó más tiempo del esperado- Dijo la franco-china viendo la montaña de cosas que utilizaba ya –Creo que iré abajo por una bolsa y… ¡pero si ya es hora de la cena! Vamos Mei

Marinette bajó de su habitación a toda prisa, algo que hizo que su prima riera con timidez, algo muy común en su ciudad natal. Ella también bajo, pero con más calma que la primera.

-Pensamos que nunca bajarían a cenar- Dijo Tom mientras servía un plato de comida a su hija, observando como su nueva inquilina llegaba y tomaba asiento – ¿Terminaron de arreglar todo?

-Un poco- Respondió Mei al notar que Tom la miraba a ella y no a Marientte –Creo que ha sido algo benéfico para Mari

-La verdad sí, no saben cuántas cosas saque de mi armario- Dijo la aludida mientras se rascaba la nuca –Pero logramos que todo cupiera en mi armario y mis cajones

-Teníamos meses diciéndole que revisara sus cosas viejas, pero no hacía caso- Comento Sabine al momento de dejar frente a la peli jade un plato de comida más tradicional para ella, quien se sorprendió por la elaboración –Debes acostumbrarte poco a poco a la comida de París, no queremos que vayas a enfermarte por algo que comiste

-Muchas gracias tía, pero no era necesario que hicieras algo especial para mí- Sabine le sonrió a la chica, quien tenía las mejillas sonrosadas y algo de tristeza en la mirada –No quiero ser una molestia para ustedes…

-No lo eres Mei, estamos para apoyarte- Le dijo Tom, mirándola con cariño –Eres bienvenida a nuestra casa y te hemos recibido con los brazos abiertos, así que sonríe y a comer se ha dicho

La cena transcurrió en silencio para la peli jade, su mente se cerró a los ruidos, hasta que ambos adultos se dirigieron a ella.

-¿Eh? Perdón ¿Qué sucede?- Pregunto la chica mirándolos con cierto temor, como si hubiera hecho algo malo –Lo lamento…

-¿Está todo bien cariño?- Mei asintió, Sabine entendia lo difícil que era para ella estar en un país diferente al que había crecido, le dolía ver como su sobrina intentaba no parecer asustada y esperaba que su hija, valiente y audaz, pero sobre todo, alegre, pudiera ayudarla a adaptarse mejor –El abogado nos dijo que no podrías ir a la escuela hasta que tú situación se solucione, así que, pensamos que podrías ayudarnos un poco en la panadería por las mañanas y, en las tardes Marinette podría ayudarte un poco con algunas cosas, solo para que no te quedes atrás en lo que se resuelve todo

-Creo que es una buena manera de que les agradezca lo que hacen por mí- Respondió ella, Tom le sonrió con alegría -¿Creen que pueda tomar un baño antes de dormir?

Sabine asintió, por lo que Marinette la llevó al baño, donde le explicó dónde estaba cada cosa y la dejó sola. Ahí, en la tranquilidad del vapor del baño, cuatro pequeños dragones aparecieron, metiéndose en el agua y disfrutando de la tranquilidad.

-A esto le llamo yo una vida placentera- Dijo uno de ellos, flotando pacíficamente en el agua, dos de ellos asintieron, pero el cuarto, a quien encontraron dentro de su almeja, negó -¿Qué pasa Jia?

-Extraño china…

-No eres la única Jia- Dijo Mei tomándola entre sus manos y acariciando la almeja, haciendo que se abriera –Yo también quisiera estar en casa, pero al parecer, tenemos cosas importantes que hacer aquí, Bax, Yaz y Sua también la extrañan aunque no lo demuestren

Los tres pequeños dragones acallaron, por lo que la chica los reprimió con la mirada. Los tres eran diferentes en muchos sentidos, Bax era color azul rey, pero cuando tocaba el agua, cambiaba a una forma más cristalina y su cuerpo parecía más adaptado para nadar que el de los demás, Yaz era de color negro y rojo, la punta de su cola terminaba en punta de espada, y sus escamas relucían con cualquier tipo de luz, Sua era gris degradado, intenso en la cola y claro casi blanco en la cabeza, siendo su cola lo único que no tocaba el agua, por donde emanaba un aroma a incienso suave y relajante, por último, Jia era de color perla tornasol, su almeja era rosa pálido y sus bigotes eran mucho más largos.

Salieron del agua, Mei se secó y vistió, por lo que ellos se escondieron entre la pijama de la chica, llevaba un pantalón y playera china, ambas de seda en color verde oscuro y orillas jade.

-Wow, es hermoso- La franco china se sorprendió por la vestimenta tan tradicional que llevaba, había visto y estudiado las prendas para en algún momento hacerse de alguna, pero nunca las había tenido tan de cerca –Crees, ¿Qué puedas enseñarme a hacer algunos de esos? Digo, el estilo…

-Claro, el estilo Qipao se puede utilizar de muchas maneras- Respondió Mei, luego se acercó por la ventana a observar el cielo parisino –Tantos edificios… tantas cosas… ¿Cómo puedes ver el cielo y las estrellas desde aquí?

-Ven, sígueme- Marinette la guió hasta la terraza, por lo que Mei se sorprendió al ver las luces de parís en todo su esplendor, así como la Torre Eiffel. Estar ahí, en ese momento y mirando lo que había a su alrededor, le hizo olvidar por un momento su tan anhelado hogar –Subo aquí cuando quiero concentrarme en algún diseño, cuando necesito ideas o simplemente para relajarme, y ahora eres bienvenida a mi pequeño espacio de meditación

-Gracias- Fue lo único que alcanzó a responder, colocando las manos sobre el barandal y mirando con asombro el paisaje –Tengo que hacerlo…

Mei bajó a la habitación y abrió con desesperación la mochila que llevaba al hombro cuando llegó, sacó un cuadernillo, un carboncillo y volvió a subir, comenzando a trazar, medir y observar cada pequeña cosa que sus ojos podían ver. Marinette observaba con asombro la habilidad con que su prima trazaba con el grafito los tejados parisinos, suaves y sutiles movimientos que le hacían recordar a un bailarín, solo que con las manos.

-Vaya, solo tardaste unos minutos- Dijo Marinette al ver el cuadro finalizado, Mei se mostraba feliz, como si la vista la hubiera cautivado y enamorado –Fabuloso ¿sabes otras técnicas?

-Me gusta mucho la tinta china negra, pero a veces también me gusta agregarles color, esto es solo carboncillo y no es tan detallado, es solo una practica que tengo para inspirarme- Respondió, sintiendo alegría por su nueva inspiración –Definitivamente es el balcón de la inspiración

Ambas rieron, bajaron a la habitación y Mei dejó su cuadernillo y carboncillos sobre el escritorio de Marinette. Habían colocado un colchón inflable a los pies de la cama de Marinette, por lo que primero se acomodó ella, luego la peli jade y se desearon buenas noches.

Por la mañana, antes de que la anfitriona despertara, Mei se había puesto de pie y tomado algunas cosas. Los padres de Marinette ya estaban despiertos, por lo que aviso que saldría a hacer un poco de Taichí y meditación, algo que practicaba todas las mañanas antes de iniciar su día a día.

Se acomodo en el parque y comenzó a hacer sus ejercicios, era un buen momento para reflexionar y pensar positivamente en lo que le traería el futuro, estaba preocupada, asustada y sobre todo, muy nerviosa ante esa enrome ciudad que se extendía a su alrededor. Llevaba un qipao negro con dorado, manteniendo un luto por sus padres, aunque siguiendo con su vida claro; mantenía la esperanza de que los problemas legales pronto se solucionaran, y luego…

-¡Se me hace tarde!- Escuchó la voz de Marinette con desesperación al salir de la casa y correr hacia la escuela, esto la saco de su meditación. Debía encontrar un lugar más tranquilo para sus ejercicios.

-He vuelto- Tom y Sabine la miraron, por lo que ella sonrió al ver sus rostros -¿Qué es lo que voy a hacer aquí?

Tom la mando lavar las manos y le prestó un delantal, enseñándole poco a poco el arte de la respostería francesa. Por otro lado, Marinette tomaba su lugar en el salón de clases, justo antes de que la profesora Bustier entrara.

-Buenos días chicos- Todos saludaron a la profesora, por lo que comenzó a tomar lista –Iván…

-No te vi saludar a Adrien hace un momento- Le dijo Alya con una ceja enarcada y mirándola sospechosamente -¿Paso algo?

-Alyx…

-No, es solo que tengo unos asuntos en la cabeza jeje…

-Marinette…

-Pero no te preocupes, todo estará bien Alya…

-¿Marinette?...

-Ash, por favor Dupain-Cheng- Explotó la rubia al ponerse de pie y mirar a la peli azul -¿Te es tan complicado decir presente?

-Lo siento…- La clase entera río mientras Marinette, apenada por lo sucedido se rascaba la nuca -¿Presente?

-Típico de Marinette- Exclamó la profesora y terminó de pasar lista –Muy bien, abran sus libros en la página cincuenta y cinco

A la hora del descanso, Marinette se reunió con sus amigas, pero Alya no olvidaría lo que su amiga le dijo a primera hora esa mañana, por lo que sin pensarlo, lo soltó.

-¿Y qué es lo que te está afligiendo Marinette?- Pregunto sin dudar, haciendo que la aludida de sobresaltara -¿Está todo bien en casa?

-Todo está bien con mis padres, pero ayer que volví a casa, me encontré a una prima que viene de china y, es un tema complicado, sus padres murieron y ella está en el limbo, le estamos dando asilo temporal- Rosita se enterneció por las palabras de su amiga, Alya se mordió la lengua por no pensar en que fuera un tema tan delicado –Y tampoco puede venir a la escuela, el abogado dijo que era lo más recomendable mientras se decide su situación legal

-Por legal te refieres… ¿A quién se queda con ella?- Marinette asintió, todos guardaron silencio, por lo que no sabían que hacer ante esa situación; sin embargo, a Alya se le iluminó la mente y el rostro -¿Por qué no hacemos un tour y le mostramos la ciudad? Así olvidaría de momento el trago amargo por el que está pasando

-Es una grandiosa idea Alya- Apoyó Alyx, y las demás chicas también lo hicieron -¿Crees que le guste la idea?

-Ayer quedé de mostrarle la ciudad, pero nos pusimos a acomodar sus cosas en mi armario y terminamos muy tarde, así que creo que le encantara- Confirmo la peli azul con una sonrisa –Les agradezco mucho su ayuda chicas, espero Mei disfrute del paseo

-Podemos hacerlo para el fin de semana y que los chicos nos acompañen también- Completó rosita mientras miraba a Adrien y Nino a lo lejos, y canturreo su siguiente frase –Así también podrías pasar tiempo con Adrien~

-No, no crean que Adrien es prioridad yo…- Marinette se había sonrojado con solo pensar en el rubio, en ese momento la miró, como si ella lo hubiera llamado con solo verlo –Si, definitivamente el fin de semana

Las clases transcurrieron con normalidad, nada difícil de sobrellevar. Pero esa tarde, Alya y Marinette debían realizar un trabajo en equipo, permiso que no batallo la morena en obtener de sus padres y que los padres de Mari no podrían rechazar.

-Ya llegue- Ambas chicas entraron por la puerta de la panadería, justo en el momento en que Mei sacaba del horno sus primeros criossant del horno –Sorprendente, están perfectos ¿no lo crees papá?

-Mei es una gran alumna, es la segunda ronda que prepara ella sola- Dijo Tom mientras se rascaba la nuca, luego notó a Alya –Bienvenida Alya, toma uno

-Muchas gracias- Alya se acercó, y antes de tomar uno de los criossant, le sonrió a Mei –Hola, soy Alya y la mejor amiga de Marinette, tú debes ser su prima Mei

-Yī zhǒng lèqù**- Mei hizo una pequeña reverencia, luego recordó que debía cambiar su idioma –Un placer, Alya… toma uno con confianza

Esta vez la morena tomó uno, dando una mordida y comprobando su delicioso y delicado sabor.

-Alya y yo tenemos un proyecto que hacer para mañana, solo serán unas horas- Tom asintió, luego señalo a la chica que trabajaba en los criossant –Mei ¿quieres venir?

-No te preocupes Marinette, estoy algo ocupada todavía, subiré en un rato más- Sonrió la china mientras terminaba de colocar los panes recién horneados en una charola –Me quedare un rato más ayudando a tus padres

Marinette pudo ver en la chica esa chispa extraña que aparecía en la gente cuando algo le gustaba, no sabía que era lo que su prima hacía en su hogar, por lo que creyó que un nuevo hobbie le vendría bien. Ambas subieron a la habitación de Marinette, donde Alya pudo ver la nueva organización de la chica.

-Sí que tuviste que mover todo- Comentó Alya viendo la ropa de su amiga y de la nueva inquilina en el closet de su anfitriona, notando los colores chinos tradicionales por excelencia –Parece feliz trabajando en la panadería…

-¿Tú también lo notaste? Por eso no le insistí en que viniera con nosotras- Marinette encendía su computadora, Alya se acomodó en la cama, notando el colchón inflable apoyado en la pared –Parece que papá encontró la horma de su zapato

Ambas rieron, dedicándose de lleno a su proyecto, Mei subió casi una hora después, llevándoles unos criossant rellenos, algo así como tipo sándwiches calientes con queso gratinado.

-Lo volveré a decir, están exquisitos- Dijo Alya mientras se chupaba los dedos y estiraba los brazos al fianl –Tienes mucho talento Mei, y muy buena mano

-Gracias, en casa siempre era la que cocinaba, así que se hacer algunas cosas en la cocina- Respondió Mei, sonrojándose por las palabras de la morena –Las dejare trabajar, el tío Tom quiere que le enseñe un poco de postres chinos tradicionales

Las tres rieron, pero Marinette y Alya observaron a la chica salir de la habitación, felices por la rápida adaptación de Mei; para ella, los días fueron como agua fluir, en calma y pacíficos mientras no hubiera tormenta que lo alterara, aunque, sin lograr encontrar todavía un buen lugar para meditar y realizar su Taichí.

Era sábado por la mañana, se había dirigido al río Sena, había escuchado que era muy tranquilo por las mañanas, por lo que siguió las indicaciones de su tía y se dirigió al lugar. Cuando llego, pudo comprobar que la gente que circulaba por ahí no era tan ruidosa como la del parque, por lo que se dispuso a hacer su rutina.

Eran las cinco de la mañana, y por ende, no había casi personas circulando por las calles, menos que entre semana con el ajetreo de los trabajos y escuelas. Su mente en blanco, sumada a la tranquilidad del lugar y el cantar de las aves, le hizo por un momento creer que estaba en armonía, hasta que el sonar de una guitarra la saco de su concentración.

A unos cuantos metros, un barco flotaba en el agua, El Liberty emitía sonidos desgarradores, algo que ella pudo sentir al escuchar los rasgueos de sus cuerdas. Dimitió por ese día, tomando sus cosas y subiendo las escaleras tranquilamente mientras era observada a la distancia con ojos intrigantes.

**Yīzhǒng lèqù: Un placer