Tuve muchos problemas para escribir este capítulo, la verdad, hice como 10 borradores antes de este, y no crean que me gusto muy bien, ni siquiera el nombre me convence, pero hice material para unos cuantos capítulos (creo). Para esto, quiero agradecerle a mi marido por ayudarme con algunas cosas, no es un gran fan, pero me esta echando la mano y entiende de lo que hablo.
Por otro lado, mis vacaciones terminaron y apenas llevo dos días en la Universidad y ya estoy muerta, creo que las presentaciones son mas agotadoras que las mismas clases.
Gracias por esperar este capítulo, y ahora más que nunca les pido paciencia, siento que moriré este semestre (aaaaah, pero quería llevar 6 materias xD), sorry por no responder reviews esta vez, pero espero les guste y, creo que le debo una disculpa a Noir 0, a lo mejor si me deje llevar por mis emociones, pero soy completamente inofensiva, así que disculpa.
Chicos, se viene lo bueno, así que espero me tengan mucha paciencia, ya estamos entrando en lo mero bueno, también muchas dudas que espero ir aclarando hasta para mí. Feliz lectura.
Con los días, Marinette se dio cuenta de lo mucho que su prima apreciaba trabajar en la panadería, se había enterado que ella era unos dos años mayor, por lo que, de quedarse a vivir ahí, le sería difícil ayudarle a adaptarse a las clases avanzadas. Pero mientras la situación legal se solucionaba, Marinette trataba de sacarla de la panadería por las tardes, una petición que su madre le había hecho al ver que parecía gustarle demasiado estar ahí.
-Nunca había visto a papá tan feliz- Comentó la peli azul mientras caminaban de vuelta a casa, llevaban algunas cosas que Marinette había comprado para sus diseños, por lo que Mei había conocido algunas tiendas nuevas y comprado algo de material para sus pinturas -Le gusta tu compañía, me alegra que hayas venido Mei
-Me gusta la compañía de mis tíos, sabes, en china todo es muy familiar, pero la cena es en silencio, todo es muy reservado, nos decimos pocas cosas- Se encogió de hombros, soltó un suspiro y miró a su prima -Aquí me siento querida, protegida, importante y... sobre todo, en compañía... por desgracia, debo volver a China algún día
-Pero no será mañana, así que anímate- Animó Marinette a la peli jade, frenando su andar -No quiero que pienses en eso, no mientras no sabemos qué sucederá contigo, quiero que disfrutes conmigo y con mis amigos lo que es vivir la vida
Mei sonrió, esta vez no se colocó la mano en los labios, algo que la peli azul notó rápidamente; Mei le colocó una mano en el hombro, asintiendo a su petición, pero algo no andaba bien, esto lo notó la china al no sentir el habitual ajetreo.
Una ráfaga de viento elevó los autos, Mei apenas había alcanzado a tomar a Marinette y refugiarla detrás de un edificio.
-¿Dónde están?- La voz de un hombre se alzaba por entre las calles, de pronto, una sombra pasó veloz, llamando la atención de las chicas, quienes miraron con sorpresa al hombre en el aire -Ladybug, Chat Noir...
-Ven, tenemos que escondernos- Marinette tomó la mano de su compañera y corrieron, pero la peli azul debía encontrar un lugar donde esconder a su prima y que, al mismo tiempo, le diera oportunidad de transformarse; sin embargo, las cosas no salieron como lo planeo, no cuando el hombre halcón tomó a su prima –Mei…
-Unas cuantas presas para hacer que Ladybug y Chat Noir salgan de su escondite- Soltó el akuma mientras se elevaba en el aire. Sus ojos buscaron los de su prima, a quien miró hacerse más pequeña con cada aleteo.
El akuma la había llevado hasta la punta de la torre Eiffel, lugar donde ya tenía a más rehenes, o al menos eso creyó al ver los huevos inmóviles dentro del nido. Sin advertir, el akuma deposito una pluma en su cabeza, no dejándole tiempo de movilizarme o escapar, encerrándola en uno de esos huevos.
-Trae los miraculous de Ladybug… y Chat Noir…
Esas palabras resonaban en su cabeza como mantra, una membrana recubría su cuerpo, era esta la manera en que ese akuma trataría de controlar a los parisinos y, al mismo tiempo, tenerlos de secuaces para atacar a los héroes.
-Yazi, rompe este cascaron- El pequeño dragón salió del bolso de la chica, la miró con curiosidad al ver en donde se encontraba –No hay tiempo, luego te lo explico
El pequeño dragón se encogió de hombros, odiaba que le dieran órdenes tan repentinamente y sin que estuvieran utilizando su forma liberada. Unos cuantos movimientos de su cola fueron suficientes para cortar un agujero en el cascaron, lugar por donde la chica escapó, dejando solo una carcasa vacía.
…
Cuando el akuma se hubo llevado a su prima, Marinette aprovecho la ocasión y el pánico de la gente para esconderse y sacar a Tikki. La Kwami de la creación no estaba del todo convencida del peligro que pudiera correr la china, ya que estaba consciente de la existencia de los dragones, pero Marinette no.
Sin pensarlo, y sin dejarle hablar, la Kwami desapareció dentro de los aretes, otorgándole sus poderes a Marinette, quien salió disparada con la ayuda de su yoyo en dirección a la torre Eiffel.
-Wow, que rápida mi lady- El gato había aparecido, notando lo decidida que estaba ese día –Vaya, hoy estas radiante ¿Qué te tiene tan preocupada?
-El akuma tiene rehenes, y no sabemos que vaya a hacer con ellos- Explicó la chica mientras avanzaba a toda velocidad, Chat Noir le pisaba los talones, hasta que ambos se detuvieron en un tejado cercano –Uno de los dos debe distraerlo…
-Chat Noir a tu servicio…
El aludido desapareció, Ladybug trataría de ir por otro camino, por lo que se movilizó al momento en que el akuma y Chat Noir hicieron contacto. Rodeo los edificios para no ser vista, lanzó su yoyo y de un saltó llegó a la torre Eiffel, subiendo con gracia y mirando al frente, al ver dos piernas flotando entre el metal.
-Te tengo- Tomó a la persona en brazos, sorprendiéndose por ver ahí a la peli jade, Marinette sabía que no podía actuar como tal, pero al menos se conformaba con saber que estaba bien; luego la pregunta cruzó su mente ¿Qué hacía ahí y como había llegado? –Quédate aquí y no te muevas, luego vendré por ti
Asintió, Mei observó como la heroína desapareció en las alturas, pero a lo lejos observó el combate entre Chat Noir y el akuma.
-Tenemos que pelear- Chilló Yaz en el bolso de la chica, siendo retenido por sus hermanos –Mei…
-Esta no es nuestra guerra, no podemos meternos en esto- Respondió, notando que Ladybug se había unido al gato negro mientras era perseguida por quienes supuso estaban en los otros huevos –Mientras no haya draconicos por aquí, no tenemos por qué actuar
-¡Cuidado!- Alzó la vista en ese momento, notando que Chat y el akuma se dirigían hacia ella.
La siguiente acción marcaría su futuro, podía mostrar que seguía siendo la típica e indefensa ciudadana que era, o mostrar que era realmente una experta en artes marciales, y aparte de eso, mostrarle a los héroes de parís que podía enfrentarse a un akuma sin temor alguno; bastante había ya mostrado con escaparse, tentando a su suerte.
Cuando saltó hacia un lado, erróneamente su pie había pisado apenas la orilla del metal, por lo que quedó colgando nuevamente de la viga mientras se afianzaba para no caer, por lo que se vió más normal de lo que esperaba verse.
Ladybug pasó en ese momento por entre la estructura de la torre, notando el peligro que corría la chica si llegase a caer desde esa altura, pero sus perseguidores le impedían auxiliarle. Tampoco podía ayudar a Chat Noir, y menos sin saber dónde estaba el akuma.
-Primero ayudare a Mei, luego veremos qué hacer con el akuma- Pensó en voz alta mientras se impulsaba con sus piernas hacia la dirección de la peli jade, a quien tomó de una mano y la halo hacia arriba, tomándola en brazos y huyendo con ella –Ahora, el akuma…
-Perdona mi ignorancia pero ¿Qué es un akuma?
-Hay una mariposa maldita dentro de algún objeto de ese hombre que lo hace convertirse en akumatizado, el objeto debería tener relación alguna con su transformación- Bien, tenía más información sobre el enemigo, pero ¿Quién era el dueño de esas mariposas? ¿Qué buscaba? Tenía muchas preguntas – ¿No lograste ver algo cuando te llevaba hacia su nido?
-No pude ver mucho, note que llevaba una banda en la pata izquierda, es parecida a las bandas que le ponen a las aves protegidas para ser rastreadas- Aterrizaron en el piso, lejos de la torre y observaron como Chat Noir luchaba contra el akuma, gritando constantemente por auxilio hacia Ladybug –Será mejor que vayas a ayudarle…
Ladybug asintió, dejando a la chica sola, quien observó desde su lugar el combate. Para los héroes, fue mucho más fácil concentrarse en el akuma al saber el objeto akumatizado, por lo que, teniendo eso como referencia, Ladybug invocó su amuleto encantado con lo que pudieron conseguir que Chat Noir destruyera el objeto akumatizado y así, poder capturar a la mariposa y purificarla.
-Ojalá así fuera de sencillo acabar con mis enemigos- Murmuró la chica, apretando los puños y la mandíbula, pero inmediatamente se calmó al oler el aroma a incienso que emanaba de su ropa –Ya te he dicho que no hagas eso Sua
Hizo una mueca parecida a disgusto, que se transformó en una sonrisa al ver que el amuleto de Ladybug volvía todo y a todos a la normalidad.
…
En las sombras de su guarida, Hawk Moth notó lo extraño que esa chica se había comportado ante su akuma, irradiaba para él un aura extraña y, hasta cierto punto oscura. Podía sentir sus sentimientos remolinarse en su corazón de manera rara, como varios entes viviendo en un solo cuerpo.
-Nooro, alas fuera…- Gabriel Agreste se acomodó la corbata, mirando a su Kwami con una ceja arqueada y, con voz imponente, cuestiono a su Kwami -¿Sabes lo que está pasando en estos momentos, Nooro?
El Kwami negó, por lo que el reconocido diseñador le dio la espalda, volviendo a su vida cotidiana. Si Nooro sabía algo, lo guardó en ese momento, aunque debía serle fiel a su amo, prefería mantenerse callado y no agravar los problemas que se avecinaban, tratando de retrasar el inminente encuentro entre su señor y quien fuera la persona que portara tal poder maligno.
…
Mei había caminado sola de vuelta a la panadería ¿Dónde había quedado Marinette? No lo sabía, se habían separado y solo esperaba que estuviera bien.
-¿Realmente crees que haya venido tras de ti?- Pregunto el pequeño dragón, asomando la cabeza, Mei se escondió entre unos arboles del pequeño parque localizado a un lado de la panadería -¿La crees capaz?
-Mientras ella no los obtenga a ustedes, seguirá tras de nosotros, no quisiera meter a los héroes de aquí en problemas, pero si por alguna razón se alía con el creador de esos akuma, estaremos perdidos- Respondió ella, abriendo su bolso por completo, mirando a los cuatro a la vez –Así que por favor, sean precavidos mientras permanecemos en casa de mis tíos, en especial tú Bax
-¿Mei?- La aludida cerró su bolso de golpe, mirando a su prima detrás de ella -¿Esta todo bien? ¿Con quien hablabas?
-Ah, no… si, esta todo bien yo… hablaba conmigo misma- Marinette sonrió de lado, la peli jade volvió a echarse la mochila al hombro, luego miró a su prima con ternura -¿Pasa algo?
-No, no es nada- Se encogió de hombros ante su respuesta, sintiéndose sorprendida de alguna manera. Esa ciudad le ocasionaba no ser ella misma, sentirse libre y sin ningún problema ¿Cuánto más podría guardar las apariencias? –Vamos a casa, tus padres han de estar preguntándose por nosotras
Rieron al imaginarse a Tom y Sabine como locos, pero aunque Marinette supiera que no era así, le dio risa el pensamiento de la chica; al fin en casa, mostraron sus compras, cenaron, se ducharon y por fin tomaron su lugar en su respectiva cama.
…
El cuarto de la china estuvo listo para el siguiente fin de semana, Tom y Sabine habían acomodado unas cuantas cosas útiles en la habitación, pero no se metieron mucho en ella, permitiéndole a Mei decorarla a su gusto.
Le habían comprado unos muebles pequeños de madera para que guardara su ropa, sus tradiciones no habían cambiado para nada, pero sin saber qué pasaría con ella, los Dupain-Cheng no podían hacer nada por sus pertenencias mínimas. La chica había optado por una cama de lo más sencilla y escogido un edredón en color rojo, su favorito, después del jade.
-Qué bien se siente tener tu propia habitación- Se había dejado caer en la cama sobre el mullido edredón, fresco al tacto y suave como la seda -¿Les gusta?
Los pequeños dragones volaban por la habitación, felices de poder tener un lugar donde descansar y poder salir sin preocupaciones mientras la chica estuviera ahí. Pero alguien llamó a la puerta, por lo que se resguardaron velozmente en el bolso de la chica, al momento en que Marinette asomaba la cabeza.
-¿Te gusta?- Mei asintió, invitándola a sentarse en la cama, por lo que la obedeció -¿Quisieras salir a dar un paseo?
-Por supuesto- Respondió, colocándose la mochila al hombro –Estoy lista para ir por ahí y recorrer las calles de París
Rieron al unísono, saliendo de la habitación de la peli jade, cuando llegaron a la panadería, los tíos de la chica la detuvieron. En las manos de Sabine había un sobre, el cual la chica dudaba en tomar aunque su nombre estuviera al frente de este; su mirada mostraba confusión, parpadeo unas cuantas veces antes de que su tía hablara.
-Desde que tus croissant se han estado vendiendo, hemos dividido el dinero entre tus ganancias y las nuestras, y en estas semanas, esto es lo que has reunido con tu trabajo y esfuerzo- Mei estiró la mano, temblorosa ante la sorpresa y emoción, tomó el sobre y lo abrió –Ve y compra para tu habitación lo que más quieras, compra ropa o material para tus pinturas, es tuyo
La peli jade no pudo contenerse más, abrazando a su tía eufóricamente, estrechándola entre sus brazos, para luego dirigirse a Tom, a quien también abrazo, dándole un beso en la mejilla y saliendo después junto con su prima.
Ese día lo habían elegido solamente para ellas, sin compañía de nadie más, por lo que Marinette la había llevado a una tienda de ropa para que comprara algo diferente. Claro estaba que Mei no deseaba cambiar su atuendo, adoraba sus trajes Qipao, por lo que utilizar ropa diferente le causaba un revuelo en la cabeza.
Marinette no la había dejado de aconsejar en ningún momento, por lo que salió con algunas prendas nuevas para su armario y continuaron su paseo por la ciudad.
-¿Cómo se forma un akumatizado?- Preguntó la chica, notando como su prima mostró la sorpresa rápidamente, ambas se detuvieron, mirándose a los ojos -¿Qué influye en la persona?
-Los pensamientos negativos es lo que atrae a Hawk Moth y a sus mariposas, y te convierten en un akuma acorde al problema que ocasione esos sentimientos- Había muchas diferencias entre un akuma y un draconico, ya que este era obligado a convertirse al incrustársele las escamas de dragón de alguno de los Kwami dragón, pero ¿y si fusionaban sus poderes? No dudaba en que su némesis haría hasta lo imposible para conseguir sus anillos dragón -¿Te preocupa algo?
-No, es solo… que lo de ayer me dejo pensando un poco en los héroes y los villanos- Se encogió de hombros, soltando una risita leve al ver la cara de Marinette preocupada –No tienes nada de qué preocuparte, estaré bien, no me asuste, si eso es lo que crees
Marinette le sonrió con ternura y ambas continuaron su camino, comprando algunas cosas más, y hasta unos cuantos pares de zapatos nuevos que combinaban con su ropa nueva.
-Vaya, no creí ver a Marinette Durapin-Cheng comprando ropa
-¡Luka!- Marinette había volteado a ver a su interlocutor, viendo a su amigo con su bicicleta -¿Terminando de trabajar?
-Si, hoy fue un día agotador- Tomó unas bolsas de las manos de Marinette, se acercó a Mei, a quien también le quito peso de las manos –Vamos, las acompaño de vuelta a casa
…
Despues de acompañar a ambas chicas a casa, Luka había vuelto a casa y tomando su guitarra, había comenzado a tocar una melodía nueva; Juleka entró a su camarote, notando lo concentrado que estaba en la melodía.
-Es suave… tranquila…- Estas palabras sacaron a su hermano de su concentración, finalizando la melodía de una manera tan extraña, que Juleka sintió el cambio en sus notas –Brillante ¿En quien estas inspirado ahora?
-Tú la conoces- El joven le guiñó un ojo a su hermana, quien se sentó junto a el en su cama, comenzando a tocar nuevamente la melodía que había formulado en su mente –Esa es la canción que Mei me inspira, es... brillante, ante todo
-Hablando de, le dijiste a Marinette del concierto del próximo viernes ¿verdad?- Luka dejó de tocar, mirando a su hermana y negando con la cabeza –Luka, dijiste que irias a decirle y a invitar a Mei también
-Lo más curioso es que las acompañe hasta su casa y lo olvide por completo- Comentó mientras tocaba unos acordes cualquiera, aunque haciendo una melodía –Mañana pasaré a la panadería, probablemente tenga algunos repartos por ahí cerca
Sin dudarlo, Juleka confió en su hermano, quedándose con él para escuchar su música, pero sobre todo, tenían cosas que planear todavía para ese día.
…
Esa mañana, Mei había preparado desde muy temprano los croissant para el día, Tom y Sabine debían ir con el abogado, por lo que, antes de dejarla sola, ambos se aseguraron de que estuviera preparada para atender el negocio mientras ellos no estaban; Marinette había ofrecido quedarse, pero la peli jade no le permitió faltar a la escuela solo para auxiliarla.
Pasadas las horas de clase, Sabine la llamó para confirmar que estuviera bien y todo en orden, así como avisarle que Marinette había ido a casa de Alya para un proyecto, por lo que se quedaría sola unas cuantas horas más, afirmando que podía hacerlo y que estaría bien.
-¡Bienvenido!- Asomó la cabeza desde atrás, observando al chico que se acercaba al mostrador – ¡Luka! Que sorpresa ¿Qué te trae por aquí?
-Hola Mei, veo que te estas adaptando bien- Observó como cargaba la charola hacia el frente, por lo que entró a auxiliarla, notando como se sonrojaba y girándose con la charola en sus manos para colocarla al frente.
-Gracias- Expresó ella, sacudiéndose un poco el mandil que llevaba sobre el vestido azul marino con flores estilo jumper, por lo que llevaba una blusa coral de manga corta con holanes debajo y tenis blancos –Es mi tercer charola en el día, creo que estoy algo cansada
-Es normal, pero lo estás haciendo muy bien- La sonrisa de Luka la hizo sonrojarse nuevamente, sintiéndose tímida ante la presencia del joven, y volviendo a su lugar detrás de la barra –Sabes, ayer olvide comentarle a Marinette y a ti sobre el evento del viernes; Kitty Section tiene un concierto nocturno, claro que todos nuestros amigos están invitados y tú no eres la excepción
-Te lo agradezco, aunque Marinette no está, fue con Alya a hacer un trabajo escolar, pero le daré tu recado
La sonrisa de Luka le gustaba, pero al mismo tiempo le molestaba que la hiciera sentir tan insegura de sí misma; se relajó un poco cuando la gente comenzó a llegar nuevamente, teniendo que atender a los que llegaban por su croissant del día, y aunque aún tuviera otra tanda en el horno, no se preocupó cuando estos se acabaron y la gente se quedó esperando a que salieran para llevarlos recién hechos a su hogar.
…
Cuando Tom y Sabine volvieron, no les sorprendió ver ahí al chico ayudando a su sobrina a limpiar un poco, por lo que el hombre tomó una bolsa con croissant y se los ofreció al chico como agradecimiento por ayudar a su sobrina.
-¿Marinette ya volvió?- Preguntó la mujer a su sobrina, por lo que la aludida negó –Ya debería haber vuelto
-Sí, quedó de ayudarme con los macaron de mañana y todavía tengo que hacer el pastel para el evento del alcalde- Tom había asomado la cabeza, desapareciendo en un instante, para luego escucharse caer y quebrarse un cristal -¡Las cerezas!
-Cariño, esas eran las últimas cerezas que tenías- Sabine miró con preocupación las cerezas en el piso –La tienda cerrara en pocos menos de una hora
-Tía…- Mei se acercó a la mujer, quien sonrió al verla tan segura de sí misma, dándole el dinero para comprar las cerezas –Regreso en unos minutos
-Yo puedo llevarte- Soltó Luka al ver a la chica acercarse a la puerta, quien se sorprendió por las palabras del muchacho –Vamos, iremos en la bicicleta
Mei parpadeo unas cuantas veces antes de caer en la cuenta que el chico le ofrecía su ayuda, cuando salieron, Luka le colocó el casco y la oriento para subir al asiento mientras el sostenía la bicicleta. Mei iba sentada sobre el asiento, agarrada a la cintura del chico, que pedaleaba lo más deprisa que podía para llegar a tiempo a la tienda.
-¡Las tengo!- Exclamó la chica al salir de la tienda y mostrar el recipiente de cristal con cerezas –Muchas gracias Luka
-Es un placer ayudarte- Luka colocó las cerezas en la caja que llevaba en la parte trasera de la bicicleta, para luego colocarle nuevamente el mismo el casco a la chica –Ahora vamos de vuelta casa, sube…
Con pedaleos más tranquilos, Luka se dirigía a la casa de los Dupain-Cheng, sin embargo, su camino se vio interrumpido por la aparición de un nuevo enemigo, algo que nunca antes había visto el chico; muchos eran los akumas que sus ojos habían visto, pero ¿esa cosa? No lo era, no para él, pero sí para ella, los conocía muy bien y el miedo la invadió, no porque hubiera aparecido frente a ella, ya que estaba mentalizada en que en algún momento aparecerían.
Hasta ese momento, los draconicos eran solo cosa de China, pero ahora, habían llegado a París ¿Qué harían Ladybug y Chat Noir ante esta nueva amenaza?
