Escucho gruñidos a lo lejos, bueno, igual se iba a llegar el momento. Lo pongo antes de que se me pase la semana en el limbo.


Después de pasar todo el fin de semana en reposo, el lunes fue extraño para ella, estaba al tanto de lo que habían hecho la semana pasada gracias a Luka, por lo que no había perdido gran cosa, a lo mucho, una práctica con profesora Mendeleiev que el director Damocles le había obligado aplicar únicamente a ella.

Pero fuera de su clase normal, las cosas parecían extrañas, como si algo estuviera pasando a sus espaldas. Este sentimiento la invadió aún más cuando se reunió con Marinette y sus amigos en el descanso; todos aparentaban discreción, dándole a la chica más razones para creer que algo pasaba.

-Siento que Marinette y sus amigos traman algo- Comentó mientras trabajaba en sus ecuaciones -¿Tú sabes algo Luka?

-No creo que sea algo de lo que debas preocuparte- Respondió, mirando a la chica a los ojos –Relájate, ellos son así la mayor parte del tiempo; de seguro traman algo para que Marinette se vea con Adrien o algo así

Mei rodó los ojos, sabiendo de lo que eran capaces las amigas de su prima para que quedara con el rubio modelo. Esto lo notó Luka, por lo que rio bajito.

-Me alegra saber que te divierto, al menos no moriré de hambre haciendo reír a las personas- Luka volvió a reír, causando que Mei también lo hiciera –Trataré de no tomarle importancia al asunto, solo espero que no hagan una tontería

Pero le fue imposible no sentir curiosidad, Marinette cada vez actuaba más y más raro, se distanciaba e incluso sus tíos comenzaron a actuar raro. Apenas era miércoles, estaba en la cocina de la casa cuando vio el calendario y vio la fecha del día.

-En cuatro días es tú cumpleaños- Susurró Bax, los cuatro salieron de su escondite -¿No lo recordabas?

-Con tanto ajetreo y cosas encima lo olvide, o mejor dicho, no lo tenía tan presente- Murmuró la chica, no sintiendo alegría ni nada por el estilo –Ya saben que odio la fecha, razón por la cual no le he dicho a nadie de esto

Sin tomarle importancia a los días del calendario, la peli jade continúo con sus actividades, confundida todavía por las raras actividades de su prima y amigos.

Cada vez era más raro todo, el único que no parecía afectado era su compañero y amigo; así que durante el descanso, ambos se quedaban en el salón.

-¿Desesperada?

-Ni te lo imaginas, tengo toda la semana tratando de entablar conversación con Marinette y siempre logra evadirme- La frustración podía sentirse en su voz, aunque tenía la frente pegada a la mesa, mirando la madera –Me rindo, hoy pasaré la tarde en la panadería haciendo tartas o croissants

-No lo dudo, yo prefiero tocar guitarra o meditar…

-¿Meditas?- Luka asintió, lo que le recordó que hacía tiempo que ella no lo hacía –Interesante…

Cuando el viernes llegó, Mei había decidido ir por su cuenta al zoológico, llevaba su cuaderno, sus pinceles y acuarelas, por lo que estaba dispuesta a pasar un día relajante y tranquilo, hasta que…

-Miren lo que trajo el viento- Su voz la tomó por sorpresa, dejó caer los brazos a los costados y la cabeza hacia atrás, mirando al cielo – ¿No te gusta mi presencia?

-No tengo ganas de ver a nadie, todo el mundo actúa raro últimamente- Respondió, mirando hacia el frente y comenzando a trazar en la hoja -¿A qué has venido? ¿Por qué me sigues?

-Yo no te sigo, solamente tenemos encuentros fortuitos- Respondió de forma burlesca, pero notó que ella no le tomaba importancia –Cuando te vi por primera vez no parecías tan antipática, dime ¿algo de lo que paso con el abuelo te molestó?

Suspiro, dándose cuenta de que no se lo quitaría de encima tan fácil; cada trazo que realizaba era ágil, dócil, delicado, algo que Eric notó.

-No, no me molesto, pero aún no se si puedo confiar en ustedes- Eric la miraba desde atrás, embelesado con el cuadro que pintaba de los tigres que parecían posar para ella –Llevo dos años peleando como Yang, mis pares mueren, me veo obligada a vivir en una ciudad totalmente desconocida y que termina por cautivarme; luego aparecen ustedes…

Silencio, más líneas, colores, la magia comienza en el cuadro a blanco y negro que trazara momentos antes. Eric no estaba ahí para cuestionarla, deseaba oírla, saber que pasaba por su cabeza, conocerla un poco mejor.

-Se identificar a mis amigos y a mis enemigos, pero tú eres diferente- Esta vez Mei volteó a verlo, notando el verde esmeralda brillar –El otro día que fuiste a visitarme, aparte de estar molesta por el malestar, no quería ver a nadie, no me gusta estar encerrada; te presentaste en el momento equivocado, al igual que hoy…

Esta vez fue él quien guardó silencio, observando como continuaba tomando color el cuadro, Eric se acercó un poco más a ella, no sintiendo la hostilidad de hace un rato.

-¿Puedo hacerte compañía entonces?- Mei asintió, él se colocó en cuclillas a un lado de ella -¿Todos en china saben dibujar y pintar como tú?

-Es… como una tradición- Ella también sintió un cambio en la actitud del chico, lo que la relajó un poco –Eres más francés que chino ¿Cierto?

-No tengo los dotes de mis ancestros, mi padre lo hizo un tiempo, pero no fue su fuerte- Despreocupado, encogido de hombros, sonrió –Yo no obtuve nada, el papel y yo no nos llevamos

Mei sonrió, por lo que el chico se sintió satisfecho de haber logrado ese cambio. Desde ese momento, comprendió como debía acercase y dirigirse a ella; sonriendo para sí mismo por su victoria.

Cautivado por las habilidades artísticas de la chica, Eric pareció petrificarse en su lugar, mirando como el cuadro tomaba forma, color, sentido; no fue hasta que vio la firma de la chica en la esquina inferior derecha, que se dio cuenta de que el cuadro estaba terminado.

-Asombroso- Eric estaba fascinado, el ver a los dos tigres en el cuadro recién pintado, daba el aspecto de que ambos estaban en la selva misma -¿Cuánto quieres por él?

-¿Eh?- La chica parpadeo varias veces, confundida por la pregunta del chico –No, llévatelo si quieres, esto solo fue un descanso para mí, es mi hobbie favorito…

-¿Estas de broma? Estas desperdiciando todo tu talento en cosas sin sentido- Otro cambio, se detuvo, reflexionando y suspirando resignado –Gracias Mei Ling

Eric acompaño a la chica de vuelta a casa, platicaron, rieron y bromearon, por lo que él entendió la simpleza que rodeaba a la chica; pero notó algo que pocos tenían, la alta valía de ella, lo superaba a él, tenía que encontrar una manera de hacer que entrenara con ellos.

Como cualquier fin de semana, se despertó temprano y alistó, bajó a ayudar a Tom en la panadería y él, feliz de tenerla ahí, platicaba y la instruía todavía en el arte del panadero.

-¿Sucede algo cariño?- Preguntó Sabine a su sobrina al verla algo decaída -¿Te sientes bien?

-Estoy bien, pero esta semana ha sido algo extraña- Hizo una mueca, esquivando la mano de Sabine que amenazaba con posarse en su frente, para luego apoyar las manos en la masa y mirando a su tía –Marinette y sus amigos han estado ignorándome, huyen de mí, tartamudean, no sé qué están planeando y Luka es… solamente él, tampoco sabe nada por parte de Juleka

-Ya se les pasara cariño ¿Por qué no sales con Eric?- Mei hizo una rara mueca que hizo reír a Sabine –Esta bien, sé que no te cae del todo bien

-No, no pienses eso, es… que no sé cómo tratarlo- Trabajaba la masa, aunque algo desganada, Tom solo escuchaba –Es un chico raro, sus bromas no son todo de mi agrado y me confunden

-Tal vez solo debas decírselo- Tom sacaba unos croissant del horno, dejándolos a un lado de la mesa donde su sobrina trabajaba –No quieres herirlo ¿verdad?

Mei torció la boca, soltando un gemido tras otro mientras hacia los croissant; a Sabine le gustaba que comenzara a ser mucho más expresiva, había cambiado mucho desde su llegada, hacía casi cinco meses.

-Bueno, creo que solo tienes dos opciones- Sabiamente, la mujer se acercó a su sobrina –Aceptarlo tal como es, o decirle lo que te molesta

-Ambas son difíciles…

Continuaron trabajando, Sabine dejó a la chica atender a los clientes, notando su desenvoltura y carisma. Cerca de las cinco, la mando a darse un baño, no entendiendo el porqué; cuando llegó a su cuarto a vestirse, encontró un conjunto sobre la cama y una nota que decía "úsame" y sin preguntarse más, se colocó la ropa, los dragones sabían lo que estaba pasando, pero no iban a decir nada, ellos podían llegar a pasar desapercibidos para la chica.

Cuando entró a la cocina, ni su prima o sus tíos estaban, la panadería había cerrado ¿Qué estaba pasando? Pero su pregunta quedó en el aire cuando alguien llamó a la puerta, así que bajó y grande fue su sorpresa al ver a Luka.

-Hola Mei- Nuevamente, sus mejillas se sonrosaron, por lo que solo asintió al saludo -¿Has visto a Juleka?

-No, tampoco he visto a Marinette en todo el día- Luka notó que llevaba el cabello suelto, igual que aquella noche en que miraron esa película, sólo que esta vez llevaba una partidura lateral, haciendo que su cabellera callera hacia la derecha -¿Tú también notaste que actuaban extraño?

-No dejaste de hablar de ello toda la semana- Luka rio, Mei se rasco la mejilla, sintiendo que le subía el color ahí, donde se rascaba -¿Quieres venir conmigo? A lo mejor los vemos divirtiéndose por ahí

-Claro, vamos…

Mei tomó su bolso pequeño, donde sus dragones habían de ocultarse, alcanzó las llaves y se aseguró de que todo estuviera bien cerrado. Caminó al lado de Luka, pero algo hubo en una tienda que llamó su atención, dirigiéndose ahí y llamando la atención del chico.

-Te gusta mucho pintar ¿verdad?- ¿Por qué cada vez que Luka hablaba, el rojo subía a su rostro y la hacía sentir vulnerable, torpe? ¿Así se sentía Marinette con Adrien? Era esto… -Algo costoso, pero te ayudaría mucho

-Sí, es cansado dibujar sin un soporte- Mei suspiro, sabía que tenía el dinero, pero no quería gastar todavía en algo que de momento podía suplir con su propio cuerpo. Empujando al chico, se alejaron de la vitrina, Luka reía divertido mientras ella hablaba –Ok, ya, vámonos ¿Dónde crees que puedan estar?

Luka se tranquilizó, pero ella estaba comenzando a desesperarse, tanta cercanía con el chico esta poniéndola histérica, su cuerpo la engañaba y sus nervios estaban a flor de piel.

-Tenemos varias opciones- Luka comenzó a pensar, Mei miraba hacia otro lado, escuchando por vez primera los latidos de su corazón cuando él la tomó de la mano y la llevó hasta el puente donde solían encontrarse con el heladero –André no está aquí, si lo buscan, recorrerán toda la ciudad hasta dar con él, pueden estar en el arcade, la pista de hielo, el Louvre o incluso afuera de la mansión de Adrien

-¿Por qué no me sorprende?- Soltó Mei, arqueando una ceja, luego aplaudió –Bueno… ¿A dónde vamos primero?

-Vamos al arcade, luego al Louvre y terminamos ya sea en la mansión agreste o la pista de hielo, es algo tarde y no creo que anden en dos lugar tan rápido al mismo tiempo- Mei asintió, comenzando a caminar junto con el chico –Lo bueno es que el clima es perfecto

-Me leíste la mente…

Rieron, en su travesía se toparon con André, compró cada quien su helado y notaron al cabo de unas horas que su búsqueda no era fructífera. Sentados a la orilla del Sena, miraban el atardecer mientras tomaban un descanso, hasta que el teléfono de Luka sonó.

-Vaya, es Juleka- Luka tomó la llamada, escuchando con atención lo que decía su hermana, asintió algunas veces y luego colgó –Vamos, al parecer todos están en el Liberty y nos están esperando

Luka la ayudo a levantarse, y ya estando de pie, sus pies se atoraron uno con otro, haciendo que perdiera el equilibro; pero lo siguiente la dejó petrificada, cuando Luka la rodeo con sus brazos, evitando su caída y que su cuerpo quedara pegado al de él.

-¿Estas bien?- Apenas pudo mover la cabeza para asentir, pero ahí, apoyada todavía contra él, podía escuchar los latidos de su corazón desbocarse, en comparación con los de Luka, ella estaba a punto de infarto –Vaya, lo de primas les va muy bien

Cuando reanudaron la marcha hacia el barco, hogar del músico, Mei se había quedado callada, pensando en todo lo que había sentido ese día; mentalmente se decía que todo era una broma, eso no podía estar pasando, no a ella.

La cubierta del barco estaba en completa calma, Luka ayudó a Mei a cruzar, y cuando ambos estuvieron en cubierta…

-¡Sorpresa!- Todos sus amigos brincaron de detrás de varios objetos -¡Feliz cumpleaños!

Mei veía pasmada a sus amigos, así como alcanzó a ver a Tom con un pastel, volteaba a todos lados, no sabiendo que hacer o decir; Luka rio bajito, mientras sostenía a la chica para que no fuera a caer por la sorpresa que la inundaba. Varias veces trató de decir algo, pero su mandíbula solo subía y bajaba una y otra vez, no pudiendo articular palabra alguna.

-Sabemos que mañana es tu cumpleaños, y queríamos darte una bonita sorpresa- Alya estaba al frente, Marinette sonreía a su lado –Todos ayudamos a planear esto…

-Y como también es el cumpleaños de Luka en unos días, pensamos que sería buena idea festejarlos juntos- Expresó Rosita, dando brinquitos a un lado de Juleka, quien era recriminada por una dulce mirada de su hermano mayor -¿Te gusta?

-Ah, yo… si… es solo que… no pensé que… se tomaran tantas molestias…- Mei agacho la mirada, pero Luka, quien no la había soltado en ningún momento, la dio un apretón en los brazos, algo que le dio fuerzas para terminar de hablar –Nunca tuve una fiesta como tal, y creo… que esta es mi primer fiesta de cumpleaños…

-¡Que comience la fiesta!- Grito Alix, dando un brinco y Nino comenzó con la música -¡Vamos! A bailar

El barco se llenó de colores, música y risas durante un buen rato, Tom y Sabine se quedaron un rato para ver que las cosas marchaban bien, Anarka se había unido a ellos, degustando la libertad con que los jóvenes se divertían; pero cerca de las diez, varios se habían ido a sus casas, incluidos el matrimonio Dupain-Cheng y Anarka, quien probablemente se habría ido a su camarote.

Rose, Juleka, Alya, Marinette, Alix, Luka y Mei, solamente ellos quedaron en la cubierta del Liberty, las dos primeras comenzaron a sacar algunas mantas y cojines que colocaron en un área despejada, Marinette y Alya habían entrado a la cocina por los aperitivos que habían preparado en la tarde.

-Saben… esta es la mejor idea que se nos ha ocurrido en este barco- Soltó Alix, tirada sobre las mantas y abrazando un cojín, Alya y Mari la miraron, sacudiendo la cabeza -¿De quién fue la idea?

Nadie respondió, por lo que Alix se encogió de hombros y disfrutó de las estrellas en el cielo; Mei estaba apoyada sobre el barandal, mirando las estrellas y disfrutando del fresco de la noche. Luka se acercó a ella, apoyándose también y mirando el cielo; luego la miró a ella, viendo el brillo en sus ojos.

-Te tengo una sorpresa- Mei salió de su concentración en las estrellas, vio a Luka brincar entre las cosas movidas del barco y sacar una caja, la cual llevó hasta donde ella se encontraba y de ahí sacó un telescopio –Ven, quiero mostrarte algo

Luka le ofreció su mano, ella la miró con duda, como si tuviera miedo de algo, pero luego sintió el rostro caliente, temiendo sonrojarse demás, por lo que la tomó, quedando entre los brazos del chico y viendo sus manos moverse. Pero no eran sus manos lo que le tenía su corazón a mil por hora, una extraña sensación, cada vez que él la tomaba de las manos y rozaba sus brazos desnudos, un escalofrío le recorría la espalda, algo casi imperceptible para el chico.

Contact is all it takes
To change your life to lose your place in time
Contact, asleep or awake
Coming around you may wake up to find
Questions deep within your eyes
Now more than ever you realize

¿Cómo iba a saber ella lo que era el contacto suave y sincero de una persona? Fuera de su familia no había conocido tales sentimientos, sus padres siempre fueron los únicos que le habían demostrado afecto, pero esto era diferente, para ella, era algo de otro mundo.

And then you sense a change

Nothing feels the same

All your dreams are strange

Love comes walkin' in

Some kind of alien

Waits for the opening

Then simply pulls a string

Acostumbrarse al tacto fue algo irrelevante para ella, le gustaba, pero más que eso, la hacía sentir segura, querida, no como con su padres, como si eso fuera algo que quisiera para toda la vida. Los recuerdos no eran nada, debía tal vez desprenderse de ellos para vivir esta vida; pero sus ojos se llenaron de magia cuando vio una lluvia de estrellas, apenas imperceptible fuera de la mira del telescopio.

Another world, some other time

You lay your sanity on the line

Familiar faces familiar sights

Reach back remember with all your might

Oh there she stands in a silken gown

Silver lights shining down

¿Extraño? Sí, más no pasaría por alto este nuevo y raro sentimiento que estaba invadiendo su corazón y su mente en ese momento, ya no podría ocultarlo, pero seguramente sería mucho más discreta que su prima al mostrar sus emociones, porque eso es algo en lo que ella era una experta ¿O no? Había logrado guardarse muchas cosas en el pasado, pero esto, probablemente le causaría algún conflicto, estaba segura. Si, el amor era raro, y creyó entonces que esta sería su oportunidad.

So when you sense a change

Nothing feels the same

All your dreams are strange,

Love comes walkin' in

Some kind of alien

Waits for the opening

Then simply pulls a string

Love comes walkin' ink

-Cierra los ojos…- Luka la miraba de frente, y aunque sintió curiosidad lo obedeció; sintió la mano de Luka tomar la de ella, y al mismo tiempo, algo resbalar hasta su muñeca –Ábrelos…

-Es hermosa- Dijo al momento de ver la pulsera negra con dorado y algunos dijes de estrellas cayendo a los lados, el más grande y llamativo era un dragón –Gracias, pero… yo no tengo nada para ti…

-No te preocupes, tu cumpleaños es mañana, aún faltan unos días para el mío, pero Juleka insistió en que nos festejaran a los dos -¿Te gusto ver las estrellas esta noche?

Asintió, ambos se reunieron con el resto, aunque esta vez Rose y Juleka se dirigieron al telescopio, Alya miró con curiosidad a ambos chicos, en el rostro de Mei no había más sonrojos, ahora solo tenía una sonrisa de… ¿Enamorada? Sacudió la cabeza, pensando que estaba viendo cosas, pero ahora la chica estaba actuando de la manera opuesta a su amiga.

No sabían con seguridad la hora, pero cuando lograron conciliar el sueño entre las mantas y los cojines sabían que era demasiado tarde. Por su parte, Mei analizaba sus sentimientos, esa noche había sido totalmente mágica, fuera de lo esperado y agradecía a sus amigos por haberle hecho tan hermoso detalle.