Nooooo tengo palabras para este capítulo, la verdad le agradezco mucho a mi marido por ayudarme a hacer que todo de esto cuadre y a darle un empujón a lo que se viene, así que espero lo disfruten y pues, ya se que me van a matar dos personitas jejeje


Dos semanas después y de que las aguas fueran con más calma, Mei pudo retomar sus clases con normalidad, el concurso le había dejado una buena ganancia con el premio y en la pastelería, Tom la había dejado trabajar por su cuenta, llevándose más del cincuenta por ciento de las ganancias.

Fuera de sus ahorros, tenía el dinero justo para comprar su caballete e instalarlo en su habitación, estaba feliz de al fin tener su propio dinero para sus gustos, por lo que salió en busca de ese caballete.

-Es raro verte sola por las calles- La voz del chico la estremeció, tenía ya tiempo de no ponerse tan nerviosa con él, al menos no durante las clases –Tengo entendido que se reunieron en casa de Alya

- ¡Luka! ¿Cómo te va? - Luka notó su atuendo, tal como la recordaba cuando recién llegó a Paris, esto lo hizo sonrojar un poco - ¿Qué haces aquí?

-Eso te pregunto yo…

- ¿Recuerdas ese caballete que vi ese día? - Luka asintió, notando la sonrisa de felicidad en su rostro –Voy a comprarlo al fin, con el premio del concurso de pasteles

-Eso suena bien, vamos, te acompaño…

Ambos caminaron hasta el lugar donde lo habían visto hacia casi más de cuatro meses o más, pero Luka pudo ver como su sonrisa se desvaneció, cuando miró el aparador, se dio cuenta de lo que pasaba.

-No esta…

- ¿Crees que alguien lo haya comprado? - Mei no sabía que responder, sus ilusiones se habían ido en picada, un sueño relativamente robado -Seguro traerán uno mejor en unas semanas…

-Probablemente tengas razón…- Murmuró, aunque con algo de tristeza enmarcando sus palabras –Vendré el próximo fin de semana a ver si lo han reemplazado

Ambos se dieron la media vuelta, aunque tal fue la sorpresa de la chica al ver a Eric de pie, frente a ellos, con un regalo muy voluminoso en sus manos.

-Hey, que coincidencia- Soltó el pelirrojo mientras sonreía pícaramente – ¿Cómo estás?

-Ah, Luka te presento a Eric, Eric, Luka- Eric estrecho la mano de Luka una vez estuvieron cerca –Es mi compañero en la escuela…

-Un placer- Sonrió, algo que confundió al bicolor, Eric era un poco más alto que él –Por cierto, esto es tuyo…

Mei parpadeo un par de veces, tomando la caja envuelta que el pelirrojo llevaba, Eric asintió, por lo que Mei rompió un trozo del papel y chilló de emoción.

-No lo puedo creer Eric- Luka auxilio a la chica, sosteniendo la caja, Eric se había cruzado de brazos –Tú…

-Tómalo como un obsequio de agradecimiento por el cuadro de hace unos meses- Mei no cabía de felicidad, sabía que no estaba bien aceptar un regalo tan grande de otra persona, pero no podía repelerle nada a Eric, por lo que lo aceptaría –Me alegra que te haya gustado…

Ver la camaradería tan grande que esos dos tenían le hizo sentir algo extraño a Luka, mirando con recelo al pelirrojo y no entendiendo que le sucedía, por lo que no dejaría sola a su amiga. Los tres comenzaron a caminar en dirección a casa de los Dupain-Cheng, Mei platicaba con los dos, pero le molestaba como Eric la interrumpía cuando ella se dirigía hacia él ¿Por qué?

- ¡Así que tú eres el mugroso Yue! - Exclamó el pelirrojo al ver al gato, quien llegó a restregársele en las piernas –Tsch, Mei Ling… ¿Podrías…?

-Ven aquí cariño, no molestes a Eric…- Caso contrario, Luka se acercó a acariciar a la bola de pelos que ya era mucho más grande que un perro de talla chica; el gato pareció sentirse feliz de conocer a los amigos de su humana –Creo que le caes bien Luka, la verdad es que casi no sale de mi habitación, es un acuerdo que tengo con el tío Tom

-Podrías comprarle una correa y sacarlo a pasear como a un perro, no creo que sea tan mala idea…- El celular de Luka sonó, un mensaje de Juleka le hizo sonreír –Es Juls, quiere que vaya con ella y las chicas al arcade…

-Quede de alcanzarlas ahí- Volteó a ver a Eric, por lo que sonrió – ¿Vienes?

-¿Por qué no?

Los tres arribaron al arcade, no batallando en encontrar a las chicas, las que no estaban jugando se sorprendieron de ver a Mei con el pelirrojo; Juleka y Alya notaron la picardía del chico, quien entró con una sonrisa petulante y las manos en los bolsillos.

-Vaya ¿Quién es tu acompañante? - Preguntó Alya, notando que Eric se acercaba a ella –Soy Alya Césaire

-Eric de la Fontaine, a sus servicios madame- Tomó la mano de Alya y la beso –Es un placer conocer a tan agradable señorita…

Rose, Juleka, Alix y Milene, las cuatro habían sucumbido ante su sonrisa, Marinette había hecho muecas, algo que sorprendió a Eric. Mei y Luka se habían ido a la máquina de baile, donde tenían bastante público.

-Vaya, eres buena- Agregó Luka al terminar la pieza, pero Eric se acercó y sacó a Luka del camino –Oye…

-Mira y aprende niño…

Una nueva ronda inicio, a pesar de estar cansada, Mei terminó la pieza mientras Luka se encontraba de brazos cruzados, los ahí presentes deseaban competir contra la chica, pero ella dijo un rotundo no y dejó la maquina libre para los demás. Eric y Mei habían tenido una mínima diferencia de cuarenta puntos, algo nunca antes visto.

El día para Luka no era el mejor, no con ese chico cerca y acaparando la atención, algo a lo que realmente acostumbrado el pelirrojo. No estaba en él ser competitivo, pero cierto era que le había molestado bastante.

-Si dices ser tan bueno ¿Por qué no jugamos una buena ronda de Guitar Hero? - Luka sostenía con firmeza la guitarra del videojuego, Juleka y Mei abrieron los ojos a modo de sorpresa, se miraron, como si temieran algo.

La competencia estaba a favor de Luka, Eric podría ser un fanfarrón y ególatra, pero sus habilidades en la guitarra no eran las mejores, sin embargo, Luka tenía experiencia de sobra en ese ámbito, Mei observó a Luka con detenimiento, estaba concentrado, pero eso no evito que le dedicara una mirada y un guiño que solo hicieron que se sonrojara ¿Cómo podía ese chico causarle tanto conflicto interno? No pudo evitar sonreírle ¿Y que si Eric se había dado cuenta de esto? ¡Pues claro que lo hizo! Haciéndole perder más patéticamente la ronda contra el guitarrista.

No era el mejor día para Eric, no cuando su popularidad decaía tanto, el de Luka había mejorado al cerrar esa ronda con su victoria, bastante complacido, quizá. Eric miró con altanería a su contrincante, quien estaba cruzado de brazos y luego se encogió de hombros.

-Muy bien niño, tú ganas- Soltó el pelirrojo, pasándose la mano por el cabello y haciendo a algunas chicas suspirar –No soy el mejor en estas cosas, pero no puedes contra mis pies ligeros

-Digamos que es un empate- Sentencio Luka, ofreciendo su mano para que este la estrechara, y muy a su pesar, Eric cerro el día con ese apretón de manos –Ahora, creo que Juleka y yo debemos volver al Liberty

El grupo salió del arcade, dividiéndose y regresando todos a sus casas. Mei le presumió entonces su nuevo caballete a su prima, quien se sorprendió al escuchar que Eric era quien se lo había regalado.

-No es un mal chico, pero tiene un ego muy grande- Mei rio, más por el hecho de que varias veces lo había sentenciado de ególatra y esa tarde, el título le había quedado corto –Nunca había visto a Luka tan competitivo

-Después de ti, no había visto a nadie tan competitivo- Ambas rieron, Yue se hizo bolita a un lado de Marinette –Luka me dio una idea para sacar a pasear a Yue, pero creo que esperare a que termine de crecer ¿Crees que sea exagerado sacarlo a pasear con una correa?

-Suena algo descabellado, pero no parece tan mala idea- Mari estaba acostumbrándose al felino, sobre todo por su enorme tamaño –Si yo fuera un perro y viera a Yue, mejor correría

Disfrutaron el resto de la tarde en el balcón de la inspiración, Mari la había ayudado a armar su caballete, que, aunque era algo grande, era fácil de transportar, por lo que ahora mismo se encontraba pintando en la terraza, completamente relajada.

¿Cómo habían pasado tantos días frente a sus ojos sin que se diera cuenta? ¿Qué le pasaba al tiempo? Estaba en medio de su habitación sin poder todavía siquiera terminar de pintar, había movido todo, pero no podía terminar ¿Por qué? Miraba el techo con frustración, mientras que Yue se acurrucaba sobre ella, cubriéndola completamente del pecho y sosteniendo su cabeza cerca de la cara.

-Ya no eres un bebe Yue- Maulló, se enderezó y la chica le acarició la cabeza, por lo que se quitó de encima de ella –Ya estás muy grande, debo hacer algo contigo para que no estés de perezoso en la habitación

Alguien llamó a su puerta, Marinette se asomó y rio al ver que el gato se quitaba de encima de ella; Mei se sentó en el piso y su prima se acercó.

-Juleka y Rose me invitaron a la pista de hielo- Mei la miró con sorpresa - ¿Quieres venir a distraerte un rato?

Mei alzó la vista al techo, que aún estaba a medio pintar, Yue y Mari imitaron a la chica, pero el gato estornudó.

-Bueno, un mes más, un mes menos…- Se encogió de hombros, colocándose los zapatos –Vamos, antes de que otra cosa suceda

La chica se aseguró de que todo estuviera en orden para dejar al gato encerrado y salió de su habitación, ambas caminaron hasta la pista de hielo, donde se encontraron con las chicas y Luka. Los cinco entraron a la pista de hielo, recogieron sus patines y se los pusieron, aunque fueron Juleka y Rose quienes ayudaron a Mei, entrando ellas dos primero, luego Marinette y al final Luka, quien notó que su amiga se había quedado atrás.

- ¿Qué sucede Mei? - Pregunto el bicolor mientras la veía dudar a la entrada del hielo –Ven, te ayudare…

-No, está bien, vayan sin mí- Estaba aferrada a la entrada, sentía que las piernas le temblaban y ver más de cerca el hielo la hizo retractarse –Me falta un poco de seguridad, ya se me pasara

- ¿Estás segura?

-Ay, por supuesto, ve y no te pierdas la diversión- Luka le dedico una sonrisa y se marchó, Mei soltó un suspiro y comenzó a tratar de mentalizarse para entrar al hielo –Tengo que poder…

Mari y las chicas le dieron su espacio, los entrenamientos con Eric le habían dado más confianza, pero ese miedo no lo conocía, por lo que le era difícil enfrentarlo.

- ¿Piensas quedarte ahí todo el día? -Su voz la tomó por sorpresa, volteó a ver su interlocutor -¿Qué?

- ¿Qué rayos haces aquí? - Pregunto algo ofuscada -¿Estas siguiéndome?

-Por supuesto que no, yo también tengo días libres y a veces vengo a patinar- Sonrió, llevaba sus patines colgados al hombro, se sentó en una de las bancas y se los puso velozmente -¿Vienes?

Extendió su mano, Mei la miró con miedo, y tal vez se arrepentiría de hacerlo, pero cuando abrió los ojos, ella ya estaba sobre el frío hielo, aferrada al brazo de Eric; no podía creer que estuviera patinando sobre hielo, algo que nunca había hecho y nunca pensó que estaría haciendo, mucho menos tomada del brazo de Eric.

(Drive – Sixx:am)

-Oye, no lo haces mal- Soltó el chico mientras ella se aferraba a su brazo con todas las fuerzas que tenía, él no iba a llorar por algo como eso, le había dado golpes más fuertes en los entrenamientos -Vamos, sígueme…

- ¿Ya habías hecho esto antes?

-No, pero alguien como yo lo hace todo a la primera- Mei le dio un golpe en el brazo, esto lo hizo reír, algo que llamó la atención de sus amigos, en especial de Luka -Vamos ¿acaso no confías en mí?

Mei hizo una mueca, pero lo tomo de ambas manos y comenzó a dar vueltas en la pista tomada de las manos de Eric; algo que cierto bicolor todavía no comprendía, era por qué sentía el estómago revuelto cada que él aparecía y estaba a un lado de ella, esto no lo distrajo de su patinaje con Marinette, por lo que continuo.

Eric era ágil, ligero como una liebre y su sonrisa llamó la atención de las chicas, por lo que Rose tomó a Mei de las manos, dejando a Juleka con Eric por unos momentos.

-Me alegra que haya venido- Rose le guiño un ojo, pero más que nada porque los cuatro estaban patinando como si formaran una rutina -Al menos hubo alguien que te hizo entrar en razón

-La verdad, aún tengo miedo- Rose aferro con ahínco las manos de la chica, dedicándole una sonrisa tierna -Gracias Rose

Eric volvió a tomar a Mei, no era un gran patinador como Luka, pero ayudaba a que ella por lo menos se esforzara en hacerlo. Marinette observó también a su prima, no es que Eric le cayera mal, pero no confiaba del todo en él.

-Eres un presumido- Agregó Mei mientras Eric la guiaba, pero entonces su vista se desvió hacia Luka, quien miraba con alta devoción a su prima, su corazón se encogió en su pecho y se quedó sin palabras -…

-Oye, mírame- Mei alzó sus ojos, mirando con algo de pena los orbes esmeraldas del chico -Todo lo que esté pasando por esa cabecita en estos momentos sácalo, no pienses en nada, solo patina…

Los movimientos de los seis eran imperdibles, se habían sincronizado tan bien, que habían cambiado de parejas en un abrir y cerrar de ojos. Rose patinaba con Eric, Juleka con Marinette y Mei estaba con Luka, quien sonrió satisfecho por esta vez estarla tomando de las manos.

-No es que no confíe en él…- Soltó Luka de repente, por lo que Mei lo miró con curiosidad -Pero me preocupa que quiera aprovecharse de ti, de tu amabilidad y de tu don de nunca saber decir no…

-Tranquilo, ya tengo un buen rato de conocerlo, es un buen chico- Su sonrisa le infundió tranquilidad, más no dejó de sentir esa espinita que no le dejaba tranquilo desde hace buen tiempo -Su abuelo se ha vuelto fan de mis pinturas

-Cualquiera se volvería fan de tus pinturas, haces un excelente trabajo y tienes un don nato para eso- El sonrojo apareció en sus mejillas, y Luka pudo verlo esta vez, por lo que rio -Algún día quisiera verte pintar desde el Liberty, y mientras lo haces, tocar mi guitarra a tu lado

-Mi turno…- Eric le arrebató a Mei, por lo que Luka nuevamente sintió esa espina clavársele en el pecho - ¿Qué te dijo que te puso tan feliz?

-Nada de importancia…

- ¿Cómo que nada? Una chica no se sonroja nada más porque sí…

-Ya cállate…

-Esta bien, no diré ni pio

Continuaron patinando, pero esta vez Eric no la dejaría ir, recordando aquella vez que bailaron juntos, recordando la sincronía y la entonación con que ella había hecho aquellos movimientos para estar a la par con él, esta no fue la excepción.

¿Desorientado? Por supuesto, muchas cosas habían cambiado y rastrear la magia no se le daba tan bien como a su padrino, pero algo bueno tenía que aprender de él; sus ojos casi se salieron de las cuencas cuando vio a las seis parejas en la pista.

- ¿Pero qué demonios está pasando aquí? - Se preguntó a sí mismo, aunque algo se revolvió en su chaqueta -Esto es…

-Tal vez ella se equivocó…

-No lo dudo, estaba bastante asustada y nerviosa- Observaba con el ceño fruncido a la peli jade, sonriendo, tomada de las manos de aquel pelirrojo -Vámonos, tenemos que arreglar unas cuantas cosas…

Se dio la media vuelta, mientras caminaba giraba el anillo en su dedo, el cual hacia juego con su pulsera; al salir, se colocó la capucha de su chaqueta y se perdió entre la gente.

Marinette seguía el ritmo que Luka le marcaba, mirando sus orbes azules mientras el resto de sus acompañantes giraba en torno a ellos, y aunque esto era más que satisfactorio para el bicolor, Marinette no estaba del todo segura que era lo que su corazón realmente sentía en esos momentos.

Saber que Adrien había estado evitando a sus amigos para pasar más tiempo con Kagami le carcomía día con día, había estado tratando de ocultar todo lo que esto le provocaba ¿Y que mejor ayuda en estos momentos que sus amigas de confianza y su mejor amigo?

Creer que tenía alguna oportunidad con el bicolor iba en picada, pero no podía dejar de sentir esa opresión en su pecho, aferrándose a las manos de Eric en la última vuelta. Giro en el hielo y dejó su espalda pegada a la del pelirrojo.

Satisfecho, Eric sonrió para sí mismo, abrazando a Mei, pero más que nada, sintiendo como ella deseaba aferrarse a algo real ¿era esto lo que estaba buscando? A lo mejor no, pero era lo más parecido y reconfortante que podía encontrar.

Cuando los seis salieron de la pista de hielo, ver a Mei tan feliz al lado de alguien mayor lo hizo entrecerrar los ojos, pero la voz de Marinette lo trajo de nuevo a la realidad.

-Gracias por esta tarde Luka, la verdad me la pasé muy bien- Le dijo la peli azul con una sonrisa, mientras sostenía ambas manos del bicolor -Pensé que solo vendrían Juleka y Rose

-De nada Marinette, cuando necesites, aquí estaré para ti- Su sonrisa era sincera, más sincera que cuando hablaba con ella, lo notó aun a pesar de la distancia, por lo que su mano apretó con fuerza la de Eric -Solo llámame e iré corriendo a donde estés…

Cuando se separaron y cada quien tomó camino para sus casas, ambas primas estaban más que satisfechas con el día a pesar los altibajos que cada una cargaba en ese momento.

Nada más llegar a casa, la peli jade preparó un té y ambas subieron a la terraza de la inspiración junto con Yue, donde se relajaron un momento.

-Mari ¿puedo preguntarte algo? - Su voz sonaba tranquila, serena, pero había estado pensando la manera de hacerle esa pregunta desde que subieron - ¿Aun quieres a Adrien?

Marinette se sorprendió, su corazón se aceleró y recordó en su mente como Luka la había hecho girar esa tarde, recordando su mirada y su sonrisa. Tal vez el silencio decía más que mil palabras…