No saben cuanto me costó escribir este capitulo! En serio, no vuelvo a seguir mis ideas locas...
...
Bueno, solo a veces, jajajaja
Amo volver locas a mis chicas, espero sea de su agrado 3
Todo había vuelto a la normalidad en su vida, sobre todo después de que el abuelo Yang la ayudara a reparar un poco del daño que le había hecho el guitarrista; ahora entendía que la vida seguía un curso natural, si pasaba era porque así estaba destinado y, con esto en mente, se levantó como el fénix.
Esa tarde el abuelo Yang la llamo personalmente, dejando de lado a su nieto un momento, ya que, relativamente era algo que debía tratar con la chica.
-Buenas tardes, maestro- Reverenció la chica, mirando al abuelo cuando se hubo enderezado - ¿Ha pasado algo con la caja?
-No, pero hay algo que necesito confirmar contigo- Esto la sorprendió, ya que, generalmente no guardaba secreto alguno con él -Está chica, Chloe, si no me equivoco ella era portadora de un miraculous, el de la abeja creo, pero Ladybug se lo quito, aparte de eso, todo el mundo sabía que ella era la portadora de la abeja ¿Me equivocó?
-No maestro…
- ¿Por qué ella fue tu primera opción para otorgarle un anillo con tanto poder? - El mejor que nadie conocía a esa chica, sabía de su sexto sentido, pero necesitaba oírlo de su boca, saber que no había sido mero capricho -Mei Ling ¿sabes lo que implica tener el poder del tiempo en tus manos?
Si se equivocaba estaba perdida… no, ella no, su amiga estaría perdida, porque debería ir a pedirle el anillo y no deseaba romper sus ilusiones; Chloe no había fallado, nadie sabía que ella era Qu, entonces ¿Por qué el abuelo le hacía esas preguntas?
-Porque yo no juzgue a Chloe por lo que todos decían, yo vi en su interior a la chica que es hoy y a la que yo considero mi amiga, vi en sus ojos la ilusión y la decepción de una vida llena de lujos y riquezas, pero si hay algo que el dinero no puede comprar y eso, es el amor propio, y yo le he enseñado a quererse sin importar lo que otros piensen- Oh, que valiente había sido al soltar todo eso, por lo que tomo aire -Si debo demostrar que es digna de poseer el anillo de Rais lo haré, y tomaré mi responsabilidad como tal
- ¿Estás segura de lo que dices? – Mei asintió -Bien, entonces trae a tu amiga mañana, es hora de que conozca sus identidades y que comience su entrenamiento
- ¡Gracias, maestro!
El viejo le dio un bastonazo leve en la cabeza, dando por terminadas las formalidades, por lo que Mei lo miro entre parpadeos.
- ¿Trajiste lo que te pedí?
-Por supuesto- Ella se quitó la mochila de los hombros y sacó una caja de cartón muy resistente, la cual abrió frente al abuelo -Están recién hechas, espero le gusten
-Hasta la fecha no hay algo de lo que hayas preparado que no me guste- Aclaro el abuelo mientras tomaba la caja - ¿Sabes porque a Eric no le gustan los dulces?
Esto había desatado su curiosidad, no es que quisiera saberlo realmente, aunque hubiera preferido que fuera el mismo chico quien se lo revelara.
-Mi hija también preparaba postres, hacía galletas, muffins y pasteles, de todo lo que te pudieras imaginar, Eric comía todo lo que ella hacía, se escabullía de noche en busca de una rebanada de pastel- El abuelo miro la caja que la chica le había llevado, suspirando -Cuando ella fue internada, los dulces se acabaron y murieron junto con ella, desde entonces, mi muchacho no ha vuelto a probar un solo dulce en su vida
- ¿Pero por qué? ¿Qué lo orilló a hacer eso?
-Según él, dice que sus momentos más felices siempre serán esos días en que mi hija le preparaba esos dulces bocadillos- Entendía la sensación de recordar a alguien por lo que cocinaba, sobre todo porque le pasaba muy seguido cuando su tía le preparaba la comida tradicional de China, haciendo que recordara a sus padres -Eric siempre será un niño indefenso en su interior, y es algo que ya no puedo arreglar yo, por eso te pido que lo ayudes un poco a olvidar y crear nuevas experiencias
-Gracias por contármelo abuelo- Mei le sonrió, colocándose la mochila al hombro nuevamente -Confíe en mi
El recorrido de vuelta a la panadería era tranquilo, le gustaba caminar por esos rumbos de parís, sobre todo porque siempre que pasaba por una calle en específico, no podía evitar llegar y comprar algunas pinturas, reemplazar pinceles que se habían echado a perder y simplemente comprar más marcos para sus próximas obras.
Claro, había salido con una bolsa llena de pinturas, oleos, pinceles, solventes especiales sin olor y unos cuantos marcos que, en vista de muchos, una chica no debería cargar sola.
- ¿Necesitas una mano? – Mei volteo hacia atrás, donde pudo ver a su amigo con una sonrisa - ¿Vas a casa?
-Gracias Oliver- Él tomó los marcos más grandes, notando lo pesados que eran ¿Cómo podía cargar con ellos? -Si, vengo de ver al abuelo de un amigo, me hizo un pedido especial y me gusta pasar por esa calle, la tienda tiene muchos materiales que utilizo
-Se nota- Comento, lo que la hizo reír; él mejor que nadie conocía ese aspecto de ella, disfrutando de la jovialidad que actualmente corría por su ser; aunque interiormente esperaba la paliza de Colette por haberse metido en terreno peligroso - ¿Vas a ir al Liberty este fin de semana?
-No lo sé, he estado muy alejada de mis amigos, siento que me perdí de muchas cosas- Tenia un aire sosegado, como si nada hubiera pasado y podía ver en sus ojos un brillo de esperanza -Tengo algunas cosas de que ocuparme, estar trabajando en la panadería tiempo completo me consume, a parte de las pinturas que hago para las personas que me contratan
Hablar con ella lo tranquilizo mucho, oír esas experiencias de su boca lo hacían revitalizarse; entrar a la panadería y sentir ese delicioso aroma le abrió el apetito. Subió con ella hasta su habitación para dejar los marcos, encontrándose con el gato gigante, a quien logró conocer solo por algunos años y solo en su vejez.
-Wow, es un gato enorme- Comento mientras lo acariciaba, siempre había amado a ese gato - ¿Cuánto tiene?
-Aún es un bebe, no tiene aún el año y ya ocupa mi cama entera- Oliver sonrió de lado, feliz de conocer a Yue en su mejor época -Gracias por la ayuda
-No te preocupes, me alegró mucho platicar contigo…
Mei volteo a ver al chico, sus sentidos vibraron, y por alguna extraña razón, sintió la necesidad de tocar su rostro; por lo que un escalofrío recorrió la espalda del muchacho mientras ella acariciaba su mejilla, estaba perdido, había metido las manos al fuego y se había quemado, si Colette se enteraba de esto, lo mataría, haciendo honor a su apodo de reina de la muerte.
La otra mano de Mei tomó un mechón de cabello, sentía que las piernas le temblaban mientras estaba en cuclillas acariciando al gato, que se revolvía feliz en la alfombra; sus miradas se cruzaron, quedándose varios segundos ahí, fijos uno en el otro.
-Me recuerdas… a otra persona…- Murmuró, inhalo el aroma del chico, y trato de recordar ese aroma, esas palabras bastaron para que el chico se fuera hacia atrás, haciéndola reaccionar -Perdona…
-No, está bien, no pasó nada- Ambos sonrojados y Yue sin entender nada exigió atención -Creo que… me retiro…
-Te acompaño a la puerta…
El silencio se apodero de ambos, como si de pronto las palabras no pudieran salir de sus bocas, de sus gargantas; si no hubiera pasado nada de eso, él se hubiera quedado más tiempo, peor había tentado a su suerte.
-Oliver…- Llamo la chica antes de que él se alejara más, lo que lo hizo girar un poco para poder verla -Cuídate mucho…
-Lo hare…
Mientras caminaba sin preocupaciones, sintió el momento justo cuando aquella mano lo tomó del brazo y lo jalo hacia un callejón, conocía esa fuerza, la ira que desprendía.
Colette estaba frente a él, alzándolo por sobre el piso mientras lo apretujaba contra la pared, su ceño fruncido y sus labios apretados denotaban lo molesta que estaba.
- ¿Dónde demonios estabas? - Pregunto, ella lo sabía, en parte si, en parte no, porque no podía ver todo -Dime que no estabas con ella
-Espera Colette, déjame explicarlo…
-No, escúchame tu a mí…- Lo zarandeo un poco, haciendo que se golpeara la cabeza contra los ladrillos, por lo que Sass y Yazi aparecieron -Te has acercado demasiado a Mei, sabes que eso puede provocar que tu alocada misión se vaya al carajo, este acercamiento puede cambiar muchas cosas ¿Te miro a los ojos?
Volteo la mirada al cielo, lo que fue suficiente para ella.
-Solo quería hablar un poco con ella, me tomo por sorpresa…
-Estamos perdidos- Lo dejó caer al piso, las rodillas le dolieron, pero quejarse no era una opción; Colette daba vueltas mientras pensaba - ¿Sabías que puedes crear una distorsión? No, tu no entenderías lo que es jugar con el tiempo, el destino, la suerte, la muerte
-Se lo dijimos muchas veces, pero es tan terco como su padre- Argumento Yazi, cruzado de brazos -No dudo que se esté formulando sus propias teorías en estos momentos
-Ni sssiquiera tuvo oportunidad de preguntarle lo que esssstaba tratando de invessstigar- Complementó Sass, mirando al chico -Esso probablemente hubiera sssido catassstrófico
Eso fue suficiente para Colette, quien salió del callejón, seguida de sus Kwamis, al poco rato fue alcanzada por el chico.
-No lo volveré a hacer, seré más cuidadoso a partir de hoy…
-Y lo serás, porque no voy a dejarte solo nuevamente- Colette se detuvo de golpe, algo que él tuvo oportunidad a reaccionar, quedando ambos de frente -Quiero que exista un futuro donde tu y yo podamos estar juntos todavía
Oliver abrazo a la chica, acariciándole el cabello, mientras a lo lejos, pudo ver una cabellera roja alejarse; esto le aclaraba sus dudas.
…
Había pedido permiso para salir temprano, sobre todo porque debía llevar a Chloe con el abuelo Yang; no había tenido cabeza para avisarle en persona, por lo que le envió un mensaje para pedirle que si podía acompañarla a un lugar. La respuesta era obvia, y la rubia respondió con un frenético "si" a los pocos segundos.
Ahora caminaban hacia la casa de Eric, aunque Chloe no tenía la menor idea de a donde se dirigían, entretenida con las casas que rodeaban el lugar.
- ¿Por qué siento que me ocultas algo? - Pregunto la rubia con un tono curioso, Mei sonrió -Mei…
-Lo siento Chloe, pero te enteraras en unos momentos- Ambas se detuvieron a la entrada de una casa de apariencia lujosa, Chloe miro con asombro el frente de la casa, donde su amiga llamó por un intercomunicador -Soy Mei Ling, vine a ver al abuelo Yang
La puerta se abrió, esto dejo mucho más confundida a su amiga, quien la seguía de cerca en todo momento; cuando llegaron a la puerta principal y el mayordomo les abrió, Mei sabía cómo llegar hasta donde el abuelo se encontraba.
- ¿Qué hacemos aquí? - Volvió a preguntar la rubia cuando caminaban por uno de los pasillos - ¿Por qué conoces tan bien este lugar?
-No sabes cuánto tiempo he pasado aquí- Respondió, luego le indico que guardara silencio y llamo a la puerta frente a ellas -Maestro…
Dos golpes de bastón sonaron, por lo que abrió la puerta para entrar y ahí estaba, el abuelo Yang y Eric a un lado, de brazos cruzados y cara de puchero. Chloe no entendía que era lo que sucedía, hasta que Mei reverenció al anciano y ella, por respeto, también lo hizo.
-Bienvenida, Chloe Bourgeois, mi nombre es Gao Yang-Baudin y soy el guardián de la caja del panteón draconico- Chloe miró con sorpresa al anciano, estaba tratando de hilar todo en su mente, pero no encontraba la manera de encajar todas las piezas -No necesito darte tantas explicaciones, tu ya conoces a tus compañeros, solo no sabías quienes eran
-Esperen un momento, entonces… ustedes…- Mei se había colocado a un lado del abuelo, Eric del otro, por lo que señalaba a cada uno - ¿Yang? ¿Yue?
-Así es Chloe, no eres Qu solo porque alguien lo decidiera, yo te elegí para ayudarme en esta lucha- Explicó la chica, dejando ver a sus Kwamis por primera vez -Y estoy feliz de tenerte como aliada
-Creo que puedo decir lo mismo- El bastón del abuelo siempre sería más rápido que su reacción, por lo que se estrelló contra su cabeza en menos de un segundo -Argh, abuelo…
-Dejando las charlas sin sentido, tengo algo que preguntarte- Anunció el anciano, levantándose de su silla y acercándose a la rubia - ¿Estarías dispuesta a llevar a cabo un entrenamiento riguroso para alcanzar el nivel de tus compañeros?
- ¿Entrenamiento? ¿Riguroso? – Claro que recordaba el tiempo en que Mei había ido cambiando, tanto física como mentalmente, nunca quiso preguntar cuál era su rutina o su dieta, solo se limitó a apoyar a su amiga - ¿Y qué ganare con eso?
-Si los alcanzas, podrás portar más de un anillo- Chloe miró a Mei, quien confirmó las palabras del abuelo -No es que seas inferior por llevar solo uno, pero te será de ayuda en combates futuros y mientras logramos derrotar a Zhao
Chloe había aceptado, aunque claro que le reclamo a su amiga, entendió el hecho de mantener su identidad en secreto, pero ahora sentía que realmente pertenecía ahí, con ellos, una parte de ella estaba siempre con ellos.
…
Antes de la llegada del fin de semana, Chloe apareció en la panadería muy emocionada, notificándole a su amiga que habría un evento artístico en el cual, al no tener a nadie más apto, la había recomendado para tal acto, en lo que debía ser una interpretación musical y la cual inspirara dos obras que serían subastadas, donando el noventaicinco por ciento de lo recaudado a orfanatos y asilos.
El problema no era el arte, el problema era la música, no tenía tan buen oído musical como sus amigos, por lo que debía recurrir a quien le había roto el corazón.
Ese día se hizo presente en el Liberty, encontrándose con Luka y Gustav practicando en el lugar de siempre; ambos se sorprendieron de verla a la entrada, dubitativa. Pero Gustav no movió ni un dedo, dejando que el bicolor se encargara de ella.
- ¿Qué te trae por aquí? - Luka le ofreció su mano, y aunque ella lo dudo un poco, la tomó como cortesía - ¿Aburrida de la panadería?
-Pues, digamos que es algo poco peculiar- Respondió, entre risas por la pregunta que había hecho -No, no me he aburrido, pero digamos que Chloe me metió en otro lío, esta vez artístico
-Eso suena interesante- Gustav toco algunas cuerdas de su guitarra - ¿Y en que podemos ser de ayuda?
-Bueno, mi mayor problema es que debo elegir dos canciones, y en base a eso, pintar dos obras- Suspiro, se acomodó el cabello detrás de las orejas y miró a Luka -No tengo la menor idea de que canciones elegir, y vengo rogando por ayuda divina, y sé que ustedes podrán ayudarme
-No veo porque no- Argumento Luka, tocando su guitarra y sorprendiendo a Gustav - ¿Con cuánto tiempo contamos?
-Tengo hasta el lunes para la seleccionar las canciones y dárselas al padre de Chloe…
-Ven mañana preparada para pasar un buen rato en el barco, haremos una lista de las canciones y te las presentaremos- Luka sonrió, pero a Mei se le figuro ver a Oliver en esa sonrisa, por lo que se sacudió el recuerdo - ¿Tienes algo en mente?
-La verdad, no- Se había puesto de pie, no quería pasar más tiempo ahí por cuestiones emocionales -Puedo adaptarme a lo que ustedes elijan
-Eso suena bien, ya tengo algunas en mente- Gustav estaba tirado en el sofá, con la guitarra entre sus manos y arpegiando mientras se inspiraba - ¿Por qué no traes uno de esos dulces pasteles que preparas? Sería magnífico, Juleka hace un café muy rico
-Anotado- Señalo Mei, luego miró el reloj que portaba en su muñeca izquierda, ahí donde aún llevaba la pulsera que él le había regalado y la que se compró en la feria aquella ocasión, algo que lo tranquilizo -Debo irme, quede de entregar una pintura en unos minutos, así que debo correr a casa
Se despidió de ambos y salió del barco, aunque Luka miró a lo lejos, hasta verla desaparecer y volvió a su lugar.
-Parece que le va mejor que a nosotros…
-Mari cree que trabaja mucho- La melodía que había aparecido en su cabeza cuando la conoció había vuelto, estando todavía incompleta -Tal vez intenta alejarse de algo, pero…
Gustav miro a su amigo, quien tenía la vista perdida en la nada, por lo que soltó una carcajada y el pobre chico volvió a la realidad, por lo que le aventó uno de cojines que tenía en el piso a un lado de él.
…
Claro que no tenía cuadro que entregar, solo quería salir de ahí y volver a su casa, suficiente sería para ella el tener que pasar el día siguiente en ese barco. Cuando entro a la casa, se dispuso a preparar un postre para el día siguiente, cumpliendo los caprichos de su amigo.
-Vaya, eso se ve muy bien- La voz de su prima la hizo dar un brinco, por poco y derramaba el yogurt en la receta -Perdona, no pensé que estuvieras tan concentrada
-Si que me disté un susto- Tenia una mano en el pecho, dejando de lado el envase para no cometer algún error -Creí que irías a casa de Alya
-así, pero al final tuvieron una emergencia familiar y volví temprano- Mari se sentí a observar para ver qué era lo que hacía - ¿y esa novedad que cocinas en casa?
-Vengó del Liberty, les pedí ayuda a Luka y Gustav para la presentación artística a la que me invito Chloe- Marinette noto la alegría en su prima, un toque de emoción y nerviosismo a la vez -Gustav quiere un postre para mañana ¿Vendrás conmigo?
-Por supuesto, llevaré té y le ayudaré a Juleka- Agregó la peli azul, alistando el té y moviéndose por la cocina en sincronía con la otra chica para tomar algo de beber - ¿Ya tienes seleccionada alguna canción?
-No, por esa razón acudí a ellos- Vaciaba el yogurt en la licuadora junto con algunas cosas más, colocando la tapadera -Tú sabes que no soy tan buena en la música como lo son ellos o Nino, incluso Eric tiene mejor gusto que yo, sigo sin estar muy familiarizada con el tema
-No te preocupes, ellos sabrán exactamente lo que necesitas…
Esas palabras solo la hicieron confirmar que su selección musical estaba en buenas manos, por lo que trató de relajarse y disfrutar un poco la tarde libre que le otorgaron los cuadros.
Reunidas frente al televisor, ambas jugaron videojuegos mientras Sabine y Tom preparaban la cena.
…
Había recibido una llamada de Luka casi a medio día, sus tíos sabían de lo que se trataba, por lo que la dejaron ir; al llegar al Liberty el bicolor la recibió y Gustav yacía en el lugar de siempre.
-Lo del pastel era broma- Mei río, él se sentó en el sofá como era debido y le invitó a sentarse a un lado de él, para ella mejor -Pero se te agradece
-No es cosa del otro mundo- Luka apareció, había ido a guardar el pastel al refrigerador, por lo que tomo su guitarra y se sentó frente a ellos - ¿Cuál era la urgencia?
-Hicimos dos listas de canciones, tratamos de simplificarlas lo más que pudimos, así que tú eliges cuál de ellas quieres- Mei asintió, estaba muy consciente de que sus amigos generalmente tocaban música del tipo rock, aparte de conocer el estilo de Luka por Kitty Section -Claro que vamos a necesitar la ayuda de Juleka e Iván, pero no creo que se nieguen a participar
Ambos chicos comenzaron a tocar, Mei no se concentraba tanto en la letra, si no en los tonos, las subidas y bajadas de intensidad, Marinette, Juleka y el resto llegaron al momento en que terminaran la tercera canción de la primera lista, la cual enfrascaba canciones de tonos ligeros, y aunque una que otra le gustaba, no era lo que ella buscaba para la presentación.
Se tomaron un descanso para probar el pastel de la chica y preparar el té, Gustav dejó su guitarra a un lado, notando como la chica mostraba una sonrisa al leer el mensaje que le había llegado.
- ¿Es de Eric? - Preguntó con curiosidad, notando el asentimiento con la cabeza -Se te nota en la sonrisa
Mei volteo a ver a su amigo, quien le guiño un ojo, ella no entendía porque lo decía, pero Oliver hubiera querido darle un golpe en ese momento, y aunque Colette lo frenaba, ella también hubiera querido hacerlo.
-No porque sonría ante un mensaje de mi amigo significa qué hay algo más- La respuesta de la peli jade había sido tan agresiva, que varios no creyeron que fuera ella misma -Nadie está para juzgar las relaciones fraternales que tiene con los demás, si así fuera, tú serías el primero en mi lista Gustav
Las chicas rieron, sobre todo porque era la primera vez que alguien le respondía de esa manera al chico; él solamente alzó los brazos y tomó su guitarra nuevamente, pero ella se puso de pie y se acercó a la proa, tratando de controlar sus sentimientos.
Al volver a la selección musical, Mei les pidió pasar a la siguiente lista, por lo que, ya con Iván y Juleka, comenzaron a tocar las canciones de la segunda lista, las cuales tenían más sentido para ella. Había dos en especial que llamaron su atención, Hijo de la Luna y Zombie, ambas de grupos diferentes, pero que debía analizar con mucho cuidado.
- ¿Y vas a necesitar la letra? - Pregunto Marinette, por lo que Mei hizo una mueca -Creó que necesitas descansar
-Yo puedo cantar hijo de la luna sin ningún problema- Comentó Gustav, luego suspiro -No es como que sea un talento muy wow, pero la he practicado mucho tiempo y me gusta, la de Zombie no es mi tono
Nadie dijo nada, el silencio reino por unos minutos entre los chicos; Oliver observó a sus amigos, Colette sabía que no podía resistirse y menos si se trataba de ella.
-Yo me ofrezco- Se puso de pie, comenzando a entonar la canción con magistral habilidad, sorprendiendo a todos los presentes -Pero creo que aún les queda un problema… el teclado…
-Argh, está bien, no lloren, yo puedo encargarme de eso- Expresó la chica, dando pisadas fuertes hasta el teclado, haciéndolo sonar tal cual las notas de la canción - ¿Algo más que les haga falta?
-Creo que sería lo más esencial - Señalo Luka, Gustav se encogió de hombros e Iván y Juleka solo esperarían alguna indicación extra - ¿Ustedes pueden venir a ensayar diario?
Colette y Oliver asintieron, el día transcurrió de lleno en el Liberty entre bromas y pláticas; pero la confianza de ella no volvería tan fácilmente, no cuando no podía despegar la vista del joven Allard y su mente no ponía atención a lo que le decían.
-Creo que alguien está un poco distraída- Agregó Alya al ver que Mei sacudía la cabeza para volver a la realidad - ¿Por qué no vas a descansar?
-Creo que te tomaré la palabra Alya- La chica río por las cosas que cruzaban su mente y la distraían de lo que realmente debería estar concentrada - ¿Te quedarás otro rato Mari?
-Si, Alya y yo volveremos a casa juntas, se quedará a dormir- Alya la abrazo por los hombros, por lo que Marinette sonrió - ¿Dormirás temprano?
-No lo sé, tengo aún cosas que hacer- La peli jade se puso de pie, tomando su mochila y caminando un poco antes de despedirse -Gracias por todo chicos, no saben lo agradecida que estoy
Hizo una reverencia ya salió del barco, sacudía el brazo diciendo adiós mientras sus pasos sobre el concreto eran lentos para tratar de no parecer que corría. Cuando al fin estuvo lejos, se sentó en la primera banca que encontró y se sentó mientras trataba de controlarse; había aceptado la relación, pero seguía siendo duro estar con ellos dos juntos.
Retomó su camino, llegando a casa y saludando a sus tíos, contándoles un poco sobre lo que habían logrado resolver y dirigiéndose a su habitación. Se distrajo jugando con Yue, pero fueron interrumpidos por una videollamada de Chloe.
-Hola Chloe ¿Cómo te va?
-No me quejo, pero ahora entiendo porque pudiste derrotar a Eric ese día en la playa- Ambas rieron, Yue se atravesó y saludó a la rubia -Yo también te extraño Yue, pero déjame hablar con tu humana
-Mañana te haré un poco compañía, necesito hablar con el abuelo- Chloe noto algo en su mirada, tristeza que ella ya conocía - ¿Quieres que lleve algo?
-No te preocupes, mejor saliendo nos reunimos en tu habitación y hablamos un poco…
-No creo, debo ir al Liberty a ver cómo van los chicos con las canciones de la presentación…
- ¿Ya elegiste? ¡que emoción! Estoy ansiosa porque llegue ese día- Chloe pudo ver que su amiga no tenía la misma emoción -Mei… ¿Pasó algo de lo que quieras hablar?
-No, no pasa nada Chloe- Mei balbuceó un poco, la rubia arqueó una ceja -Necesitó descansar, te veo mañana
…
Si, había ido a casa de los Yang, pero no tuvo ninguna oportunidad de ver a su amiga, Eric se había encargado de ella y el abuelo estuvo en cada momento con ella, acompañándola en su meditación y retirándose al Liberty cuando terminara su sesión.
-Creímos que ya no vendrías- Comentó Gustav al verla llegar al barco, Colette tocaba la melodía en él y teclado mientras Luka tocaba un poco - ¿Te sientes mejor?
-Si, mañana le pasaré las canciones al organizador del evento- Iván hizo sonar la batería, lo que la hizo pegar un brinco -Solo vine un momento para ver cómo iban, tengo otras cosas que hacer hoy y no puedo quedarme al ensayo
Trabajo con los chicos por semanas antes de la presentación, la publicidad ya había sido puesta, y aunque no estaba muy feliz de que su rostro apareciera en los carteles, le agradecía a Alya por las fotos y a Chloe por presentarle a su maquillista; eso había hecho que se sintiera más segura y sobre todo, apoyada por sus amigos.
Debido a esto, Layla estaba planeando su siguiente jugada, y claro que haría que no hubiera presentación, de una u otra forma lograría su objetivo, como siempre lo había hecho.
…
El día de la presentación llego con nervios, apenas había tomado su desayuno esa mañana, sus tíos estaban emocionados, nerviosos, ansiosos sobre todo por la llegada de la hora del espectáculo.
Mei había estado supervisando cada aspecto que era de su interés, las botellas de agua iban y venían, nunca recordaba donde dejaba la anterior, pero siempre había una mano tendiéndole una cada que la necesitaba. El evento se llevaría a cabo en la torre Eiffel, como siempre, parecía que ese lugar era el indicado para ese tipo de eventos.
Pero no se sentía bien, no sabía si era el desayuno de esa mañana, los nervios, el estrés acumulado o definitivamente se había enfermado. Tomo su celular y envió un mensaje de auxilio.
…
Eric se encontraba ya en su lugar, junto con Chloe, obviamente tenían la primera fila junto con los padres de Marinette y algunas personalidades importantes; incluso el famoso Gabriel Agreste había sido invitado, pero como siempre, no estando presente para dicho evento, si no enviando a su asistente para tal hecho y su mera presencia por medio de la videollamada.
Los celulares de ambos chicos sonaron al mismo tiempo, se miraron unos segundos y salieron corriendo hacia el camerino de la chica; apenas llegaron y entraron, cerrando la puerta, pero escuchando las regurgitaciones de la chica sobre un cubo de basura.
- ¿Pero qué demonios? - Se exaspero Eric, viendo como Chloe se acercaba a su amiga - ¿Qué te paso?
-No lo sé, pero cada vez que siento que va a parar, otra oleada vuelve y…- No había podido terminar, pero eso no le importo a él, llamo a Ike y ambos analizaron la botella de agua.
-Alguien ha vertido algo en tu botella de agua…
-La presentación es en unos minutos- Alegó Chloe, sosteniendo el cabello de la chica, quien se sorbía la nariz - ¿Qué vamos a hacer?
-Hay algo que podemos hacer…- Agregó Eric, mirando nervioso a sus amigas -Pero probablemente solo empeore cuando termine
-Solo terminemos la presentación, nos encargaremos de lo demás al final…
Mei miró con determinación a su amigo, Chloe no sabía si confiar o no en ese par de locos que tenía por amigos y compañeros de trabajo.
Pero claro, no por nada poseía al dragón de cristal, pero lo más importante era la manera en que la rubia controlaría el poder de su dragón del tiempo; jugar con estos factores era algo muy fuerte, pero sabía que lo lograrían, al menos en lo que duraba la presentación.
El abuelo Yang los había entrenado para utilizar habilidades y poderes de sus dragones aun en su estado civil. Chloe logró regresar el tiempo a antes de que se sintiera mal, mientras que Eric le otorgo una pantalla ante cualquier desliz de molestia o dolor.
Lila se saboreaba el momento en que anunciaran la cancelación del evento, por lo que, a la hora en que el presentador anunció la dinámica y a la chica, su satisfacción se fue, cambiando su expresión y dejando mostrar su rabia.
…
[Zombie – Bad Wolves]
Nunca había sido una persona que se molestara con facilidad, pero ahora, justo en este momento, sentía que tenía una marea en su contra; apenas había volteado a ver a su público, pero el teclado ya estaba sonando bajo los dedos de Colette cuando ella se parara frente al lienzo.
Y ahí, de pie frente al blanco puro de la tela, había decidido hacer cambios de último momento, ya sabía que era lo que deseaba hacer con esa canción, pero no ahora, todo se había venido abajo con su resiente malestar.
Una pausa y la batería sonó, dándole introducción a su mente, su imaginación y su creatividad; había tomado la pintura negra antes que nada, llenando cada aspecto del lienzo de pies a cabeza, no dejando un solo punto blanco.
El lienzo no era tan grande, pero sabía que era lo que quería, al menos mientras sus dedos se movían y se llenaban inconscientemente de pintura dorada, plateada, blanca, los pinceles sobraban y la gente miraba con admiración la técnica, la pasión con que se desenvolvía en cada movimiento.
La voz de Oliver resonaba en sus oídos, recordándole la inminente confusión que corría por su mente, sus ojos azul celeste le recordaban a los de alguien, aunque realmente su mente trataba de negárselo constantemente.
Estaba segura de que si todo lo que su mente trataba de negar era verdad, su mundo simplemente terminaría, porque para ella eso estaba acabado; pero tuvo que volver a la realidad cuando estaba cerca de llegar a una parte muy importante de la canción.
Suspiro con pesadez mientras hacia una pausa, mirando lo que estaba haciendo, lo que sus dedos habían plasmado y mirando las pinturas que estaban a su disposición, no tenía ganas de utilizar otro que no fueran los que ya había usado, no quería resaltar de más en otro.
Una pequeña pausa, y la música subió de tono, la voz de Oliver la despertó, llegando a los coros principales, dándole una explosión de color que ni siquiera ella misma espero, mezclando un poco de azul y rojo ¿Qué era lo que estaba haciendo al final? Ni siquiera ella misma lo sabía, estaba dejándose llevar por la música.
En las sillas, Chloe y Eric se concentraban en las expresiones reales de su amiga, que, a pesar de estar bajo los efectos de ambos hechizos, era incapaz de mantener una expresión alegre; ellos podían notar la frustración que cargaba.
El dolor no le preocupaba, le alegraba estar bajo los efectos de Ike mientras sus manos y brazos hacían y deshacían una y otra vez, formando trazos nuevos y desfigurando los viejos.
La tranquilidad de la música le otorgaba otro momento de concentración, de inspiración, una leve pausa la hizo ver con otros ojos lo que estaba haciendo; ya no le importaba, su mente pintaba y desfiguraba lo que hacía. Lo estaba dejando a su suerte, pero siempre manteniendo el trasfondo de la canción entre sus líneas, de centro a orilla del lienzo.
Le faltaba poco para terminar, pero para ella era muy satisfactorio el hecho de la duda, de la recreación y el cambio ¿Quién podía notar esto entre el público? Aquellos quienes consideraban el arte como algo cambiante y efímero, Gabriel Agreste miró con fascinación el cambio tan repentino que había hecho, pero no nada más él; Audrey Bourgeois estaba asombrada.
El rojo volvió a tomar posesión repentinamente, aunque desaparecía lentamente con cada nuevo trazo, y de nuevo aparecía, mientras sus brazos estaban en completa sincronía con cada verso, con cada nota, el ritmo lo marcaba su cuerpo y nadie más; la voz de Oliver solo era un eco en su mente, sus ideas y sus reflejos.
¿Cómo podía una canción dominar a una persona? Bueno, aquí estaba en toda la extensión de la palabra; cuando sintió que su cuerpo, a pesar de sentirse agotado se movía por su cuenta, ella creyó estar haciendo lo que debía, pero no iba a detenerse.
No, no podía detenerse, porque en su mente esto ya estaba terminado de una u otra manera, dándole a todos los espectadores una buena dosis de suspenso, porque había pasado de mostrar varias emociones y figuras de un momento a otro.
Si la idea del arte musical era una locura, Mei la había hecho realidad, acallando los pensamientos de aquellos que creían que era imposible de hacer "¿A quién se le había ocurrido semejante tontería?" Probablemente esos eran los pensamientos de quienes no estaban tan de acuerdo, pero en este caso, había sido posible gracias al trabajo en equipo con sus amigos.
Mei había hecho investigación, había pasado horas, días y noches enteras en buscar inspiración, rostros de gente que había fracasado en el intento, resultados, y más fracasos; ella no iba a fracasar, no cuando tenía un enemigo que no quería que se presentara ese día.
Ahora entraría en frenesí, cuando sus manos se metieron nuevamente en la pintura, chorreando el piso y viendo lo poco que le faltaba, dejo correr las palabras de Oliver en su cabeza, hasta que salpicaron el cuadro, había cubierto nuevamente todo el lienzo, lo que trazaba con un dedo era borrado por el otro, dándole matices diferentes, combinaciones infinitas; ya estaba hecho y no podría volver atrás, porque ahí estaba todo lo que su corazón quería expresar acorde a esa canción que desde un principio le había costado comprender.
Se detuvo, aun con las manos llenas de pintura, aún antes de que la voz del chico dejara de sonar, se detuvo, mirando el cuadro final, lejos de parecerse al que había estado en su mente las últimas semanas.
Los aplausos se alzaron entre la gente, incluso aún con las guitarras y la batería sonando, las últimas notas del teclado dieron por finalizada tanto la canción como la actuación; Alec Cataldi anunció una breve pausa, momento para el cual Mei aprovecho para ir a tomar un poco de aire, así que Chloe y Eric se escabulleron para con ella.
- ¿Cómo te sientes? - Le pregunto Chloe, acercándole una silla que estaba cerca - ¿Puedes seguir?
-Estoy bien, puedo terminar la segunda pieza todavía- Anunció, Eric se había acercado para limpiarle las manos con una franela que encontró por ahí, pero antes le ofreció una botella de agua que él había obtenido, comprobando con Ike que no estuviera contaminada -Gracias…
-Creo que Ike ya encontró la fuente de tu malestar…
-No me digas, una morena egocentrista está detrás de todo esto…
La voz de Alec anuncio el final de su descanso, se puso de pie y avanzó firme y decidida a terminar, para sus amigos este ya era un sobre esfuerzo mayor, para Eric era algo muy duro de soportar.
Esta vez Colette esperó alguna señal de la chica, por lo que, cuando Mei apareció y se colocó en su lugar, volteo a ver a su amiga, dándole la señal de iniciar.
[Hijo de la Luna – Stravaganzza]
El teclado sonó, dando el inicio de un clásico que tomó por sorpresa a más de uno; y nuevamente su mente había decidido cambiar de idea a último momento, debía ser rápida y comenzar a pintar lo que sus ahora, descontroladas emociones, estaban haciendo en su cabeza.
Tonto el que no entienda
Cuenta una leyenda
Que una hembra gitana
Conjuró a la luna hasta el amanecer
Llorando pedía
Al llegar el día
Desposar un calé
El objetivo de esto no era en sí el cuadro que estaba ahora frente a ella, sino también como atrapaba a los espectadores con sus movimientos, como permitía que la música se apoderara de ella con cada trazo, cada movimiento, cada pincelada.
Tendrás a tu hombre piel morena
Desde el cielo habló la luna llena
Pero a cambio quiero
El hijo primero
Que le engendres a él
Que quien su hijo inmola
Para no estar sola
Poco le iba a querer
En estos momentos su color más perseverante seguía siendo el negro, por lo que debía elegir bien sus colores antes de continuar pintando en negro todo el lienzo ¡No! No tenía nada que elegir, sus manos volvían a moverse sin pensar, como si la izquierda dijera una cosa y la derecha otra, y su cerebro fuera únicamente algo inútil dentro de su cabeza.
Luna quieres ser madre
Y no encuentras querer
Que te haga mujer
Dime luna de plata
Que pretendes hacer
Con un niño de piel, Ah, ah
Hijo de la luna
Ya no estaba siendo subjetiva, estaba completamente invadida por la canción, por sus palabras, por todo aquello que representaban; de alguna manera se sentía conectada a esa canción.
De padre canela nació un niño
Blanco como el lomo de un armiño
Con los ojos grises
En vez de aceituna
Niño albino de luna
Maldita su estampa
Este hijo es de un payo
Y yo no me lo callo
Todo lo que representaba un poco de calma entre todo ese negro y gris, eran los matices blancos, los ligeros toques de café en representación de alguna persona o muestra de piel, y aquellos que le ayudaban a dar figura a cabellos u hojas de árboles.
Luna quieres ser madre
Y no encuentras querer
Que te haga mujer
Dime luna de plata
Que pretendes hacer
Con un niño de piel, Ah, ah
Hijo de la luna
De pronto los colores cambiaron, tornándose rojos y marrones, mostrando la traición, la ira, la muerte, un sendero que marcaba el camino hacia un monte marcado a la derecha del cuadro.
Gitano al creerse deshonrado
Se fue a su mujer cuchillo en mano
¿De quién es el hijo?
Me has engañado fijo
Y de muerte la hirió
Luego se hizo al monte
Con el niño en brazos
Y allí le abandonó
Soltó todo lo que tenía en sus manos, tomando los pinceles más limpios que tenía en el momento, usando el blanco en toda la extensión de la palabra.
Luna quieres ser madre
Y no encuentras querer
Que te haga mujer
Dime luna de plata
Que pretendes hacer
Con un niño de piel, Ah, ah
Hijo de la luna
Había hecho un degradado con azules y grises en algún lugar de su brazo, había hecho la silueta de un pequeño niño subiendo a la luna, y una sombra realzando el menguante.
Y las noches que haya luna llena
Será porque el niño esté de buenas
Y si el niño llora
Menguará la luna
Para hacerle una cuna
Miro el cuadro antes de que terminara la canción, agregando su firma en la esquina inferior derecha, sonriendo satisfecha a pesar de todas las dudas que corrían por su mente.
Y si el niño llora
Menguará la luna
Para hacerle una cuna
El final había llegado, antes de lo esperado, pero solo deseaba ir a casa de los Yang para que el abuelo pudiera auxiliarla.
Alec dio por terminada la presentación, el alcalde llamó a la chica, que se acercó con paso seguro hacia el hombre, las pinturas fueron tomadas por dos edecanes y aplaudidas por tan asombrosa presentación. Ante esto, Mei busco entre el público a la culpable de su malestar, por lo que, al cruzar miradas con Lila Rossi, sintió que todo desaparecía a su alrededor, viendo únicamente la sonrisa petulante y el dedo pulgar de la chica atravesar su cuello; esta si fue una declaración de muerte.
Una vez todo hubo terminado, Mei agradeció a sus amigos, la banda se encargaría de recoger sus instrumentos, por lo que ella se marchó con Eric y Chloe a casa del primero.
…
El hechizo finalizó una vez atravesaron la puerta, Mei había desfallecido, pero el abuelo estaba ya preparado para atenderla; Eric se encargaría de ella, permitiéndole a Chloe marcharse a descansar, ya que ella también estaba agotada por usar tanto sus poderes.
-Tal vez este fuera de combate unos días, lo mejor será que te encargues del trabajo junto con Chloe mientras ella se recupera- Aseguró el abuelo, tomando de la mano de la chica el anillo de Suanni -Creare unos amuletos de protección contra esa chica, para los tres
-Gracias abuelo…
El cansancio también era notorio en él, pero tenía más resistencia que sus amigas, por lo que estuvo buen rato cuidando de su amiga.
…
Estaba satisfecho con ese día, con la experiencia, nunca había tenido oportunidad de mostrarle a su padre sus dotes musicales, pero que esta vez le ayudara con la canción, con cada ensayo, le estaba agradecido.
-Travis…- Llamó Colette a su novio, abrazándole por la espalda y apoyando un lado de su cara en el cuero de su chaqueta -Deberías descansar ya
-No puedo, estoy lleno de emociones, de sentimientos encontrados… es… argh…- Gruño, apretando los puños, luego tomó las manos de Colette, aprisionándolas entre sus manos y su pecho -Como quisiera que él volviera a casa… es como si nunca hubiera existido
Colette comprendía esos sentimientos, en algún momento ella también había perdido a alguien, pero ahora estaba agradecida de tenerlo a él, por lo que haría hasta lo imposible por ayudarle.
El silencio en esos momentos había sido bastante esencial, ya que el chico solía pensar demasiado las cosas, y tal vez, en este momento, atesoraría este momento para siempre.
