SIENTO LLEGAR TARDE, PERO…
Pero después de ti no hay nada
El brillante sol la deslumbraba. Hacía rato que el amanecer había llegado con ímpetu. Mentalizada de que seguramente sería muy temprano se negó abrir los ojos y se obligó a permanecer en la cama. Sin embargo, otra cosa le hizo abrir lentamente los párpados.
Acostumbrándose a la luminosidad que invadía el cuarto, y regañándose por no haber cerrado las cortinas la noche anterior, se giró hacia el otro lado de la cama. No había notado su calor, por eso se había despertado. ¿Se habría ido ya? Una pregunta que odiaba hacerse, pues así demostraba la dependencia que tenía de ese hombre. Ella no tenía nada que hacer, le habían dado unas merecidas vacaciones, pero él… podía irse en cualquier momento, porque total, "él y yo no somos nada..."
Lentamente se volvió, deseando que siguiese ahí para poder verlo dormir.
Kakashi dormía plácidamente, aunque algo incómodo, pegado al filo de la cama. Anna no pudo evitar reír, él siempre le había dicho que se movía mucho en la cama mientras dormía y que, aunque intentaba permanecer todo el rato a su lado, le era difícil mantener su integridad física si ella no paraba de girarse de un lado a otro. Se acercó más, y se inclinó más a su cara. Viendo su postura (de lado) podía suponer que seguramente se había acercado tanto al filo para darle más espacio a ella y no molestarla. - Si es que es un encanto- suspiró la chica. Aunque fuese muy vaga y le encantase dormir, no le importaba despertarse antes con tal de mirarle: ahora mismo parecía un hombre normal, sin responsabilidades, sin cargas de orgullo y sin tener que demostrar nada a nadie…simplemente era Kakashi, su Kakashi. - Lo sé, siempre lo he sido- Anna se llevó tal susto, que por poco cae hacia el otro lado de la cama, tras enredarse con la sábana. Los colores subían con facilidad por su cara¿la había escuchado¡Y se estaba haciendo el dormido! "Qué vergüenza, pensará que estoy obsesionada con él y que no hago otra cosa más que mirarlo sin cesar, cosa que es verdad, pero que él no se debe enterar! Claro que pensándolo bien tampoco es tan malo ¿no¿Y cuando me cansaré de pensar tanto!"
La voz de él fue un susurro. Seguramente se habría despertado al oír a la chica moverse. La morena tras recuperarse del susto inicial, toda vergüenza desapareció al ver que él se incorporaba un poco, con aspecto soñoliento y la sábana se bajaba hasta la cintura, revelando que estaba completamente desnudo de esta para arriba. Su energía normal regresó, y eso se notó cuando se abalanzó salvajemente hacia el jounin para robarle un beso, aprovechando que todavía no tenía la máscara. Él, conociéndola demasiado bien, no se sorprendió de su ataque y su respuesta al beso no se hizo esperar. La mano de él subió por la cintura hacia la espalda, que bien le quedaba ese camisón. Cualquiera no lo habría calificado de sexy precisamente: camisón azul con un dibujo muy infantil. Pero al llevarlo ella, hasta el pijama más recatado, le quedaría genial.
Pensando que por muy bonito que fuese, y que por muy bien que le quedase, en ese momento sobraba, se dispuso a quitárselo, ella dándose cuenta cortó el beso (también necesitaba respirar) y levantó los brazos…
Toc, Toc…
Llamaban inoportunamente a la puerta.
Quedándose en una posición no muy cómoda (brazos levantados, camisón a medio quitar y un Kakashi atacando la cintura de ella), la chica se colocó el camisón de mala manera, bajó las escaleras de mala gana, y abrió la puerta con mala leche.
- ¿Quién co-...¡Mamá! Jejjeje - con una risa típica del hombre que estaba en el piso de arriba, junto a su movimiento complementario (rascarse la cabeza) intentó salir del aprieto. Se acercó a darle un beso a su madre ( de alguna manera tenía que recompensar esa bienvenida, un par de besos y abrazos y se le quitaba el enfado). - ¡Qué guapa estas!
- Ohayoo ¿Es qué no te acordabas de que veníamos?- dijo una no muy convencida madre, aunque le era imposible evitar sonreír cuando su niña le estaba echando piropos.
- ¿Veníais?- De repente se dio cuenta de que su padre estaba ahí también.- ¡Oh¡Hola papá!- Otro beso fue para su padre.
- Bueno, podemos entrar¿no hija?
- No! - le espetó rápida e instintivamente, pero reflexionando y pensando que era necesario, no los iba a dejar en la calle ya que quedaría eso muy mal en una hija (aunque la mirada de su madre ayudó mucho a pensar que debía hacer) rectificó de nuevo. - no! No…os quedéis ahí! Venga, entrar! Jejejeje - segunda risa en menos de cinco minutos, definitivamente todo lo malo se pegaba.
Claro que en cuanto cerró la puerta los dirigió rápidamente al salón, colocándose entre los dos y echándoles los brazos por los hombros en un cariñoso abrazo, rezando para que no se fijasen en que se había puesto blanca al ver la máscara y la camisa de Kakashi en mitad de la escalera y su kimono y sujetador unos escalones más arriba.
- ¿Habrás comprado las cosas, no?
"¿Cosas¿Qué cosas¿De qué estaba hablando?"
Viendo la cara de su hija prefirió evitar que le diese más vueltas y sufriese así, definitivamente, si no tuviese la cabeza pegada al cuerpo se la dejaría en algún lado perdida.
- Ayyy, los ingredientes para la comida, hija - Suspiró la madre, tambaleando las bolsas delante de su cara con una sonrisa que decía claramente 'qué desastre eres' con una mezcla de 'qué harías sin mí' y un poco de 'te tendrías que venir de nuevo a casa' que Anna conocía tan bien. Sobretodo la última parte, siempre habían estado muy unidos, quizá porque eran solo tres en la familia, siempre se habían llevado muy bien. Para su padre era la niña de sus ojos (a pesar de cuando Anna le preguntaba eso, él burlonamente decía que es que no tenía otra), y para su madre… para su madre lo era todo.
Se quedaron en silencio, mientras su madre sacaba las cosas de las bolsas, y se pudo escuchar perfectamente el murmullo del agua caer en el baño de arriba…
- Cariño¿te has dejado la ducha abierta?
Su 'cariño' estaba pensando la manera de echar al hombre que ahora mismo se estaba duchando, aunque le había agradecido interiormente que no hubiese preguntado desde el piso de arriba que quién había llamado.
- Si sí , es que me iba a duchar.
- Pues dúchate o cierra el grifo ¿no? - preguntó su padre. Y ella pensando que era la pregunta más obvia del mundo, subió corriendo las escaleras… Mientras recogía las pruebas de lo ocurrido la noche anterior.
- Kakashi! Kakashi!- no podía subir más el tono de la voz o se enterarían abajo, su madre tenía el oído muy susceptible cuando quería.
Oyó a su madre decirle algo desde el piso de abajo:
- Cariño voy a preparar la comida ¿vale? Dúchate si quieres mientras.
- Emm si¡sí mamá!
Cansada de hacer el tonto susurrando sin que él le oyese, abrió la mampara de la ducha directamente, no había tiempo para pudor, y con la paciencia que pudo reunir y con mucha delicadeza y dulzura le dijo a su amor:
- ¡Fuera!
- ¿Cómo? - preguntó el chico totalmente confuso, se la veía demasiado peligrosa.
- Es sencillo: FUERA
A Kakashi, aún más confuso y preocupado que antes, no le dio tiempo de replicar pues la chica había tirado de él hacia la habitación dejando atrás la caliente ducha o por lo menos las necesarias toallas.
- Sencillo, mi padres aquí, tu fuera. ¿Está claro? - Aclaró agachándose al suelo.
- Perdona por ser tan ignorante ¿pero realmente piensas que tu madre cree que su inocente hija no ha estado con ningún tipo? - contestó con sarcasmo, mientras la veía revolver entre las sábanas y en el suelo.
Ella por su parte, ahorrándose una sonrisa desagradable por el comentario, y aún sabiendo que Kakashi tenía razón, recogió los pantalones y la camiseta de él y se los plantó sobre su pecho. Kakashi no se podía creer que lo fuese a echar en serio, pero conforme la veía buscando agresivamente sus zapatos se estaba convenciendo de que sí era capaz de hacer algo peligroso. No sabía cuanta razón tenía.
Intentando serenar a la chica, y evitar lo que fuese que pensaba hacer, empezó a argumentar para buscar una solución, aunque solo fue un intento.
- A ver Anna, he podido llegar esta maña…
- ¡Calla¡Viene hacia arriba!
Kakashi se quedó en silencio esperando. Se oían los pasos acercándose y subiendo las escaleras. Se pararon un momento, y se reanudaron de nuevo.
Anna sin pensarlo miró a Kakashi, le tiró la máscara a la cara, abrió el balcón, y empujó a un incrédulo (y desnudo Kakashi) hacia él.
- Hija te dejaste…¿qué pasa?
La había pillado cerrando las cortinas.
- Mmm, nada nada, es que entra demasiada luz y… ¿qué es eso? - preguntó cambiando totalmente de tema y yendo hacia ella.
- ¡Ah! Es que te dejaste esta camiseta en casa, toma te la he lavado, baja a comer, venga ¿no te has duchado al final? Luego te ducharás ¿no? Bueno da igual venga, aunque cámbiate por lo menos y quítate el pijama, venga, baja ya…
Sin darle tiempo a asentir a alguna de sus afirmaciones o contestar a alguna de sus preguntas y debatir su contradicciones, en cuanto su madre hubo salido de la habitación, fue a mirar al balcón… No estaba. ¿Le perdonaría alguna vez el haberlo echado así? " Yo no lo haría…" pensó comprensiva. Oyó el timbre mientras se cambiaba, y se ponía unos vaqueros, una camiseta y su bandana, por supuesto.
Ahora, algo más tranquila bajó la escaleras, aunque el remordimiento por su egoísta comportamiento seguía. Llegó al salón. Y no se movió, aunque si que se puso pálida y abrió desmesuradamente los ojos, junto con la boca.
- ¿Qué que..tu ..a-a-aquí?
- Querida ¿no vas a saludar a Hatake-san?
El remordimiento dio paso a la histeria.
Incomprensiblemente tenía enfrente suya, sentado cómodamente en el sofá a Kakashi. Pensando que llevaba demasiado rato con la boca abierta y que su expresión no le favorecía nada. Intentó disimular, como llevaba haciendo toda la mañana. ¡Y eso que solo llevaba un par de horas despierta!
- Hola Kakashi-kun - Dijo educadamente con una inclinación, pero si disimular bien el enfado en su voz. Kakashi sonrió a su vez. Esa era su venganza. El que lo hubiese echado así le había dolido, y aún más que las madrugadoras señoras que se habían puesto en fila delante del balcón hubiesen ido corriendo a verle y empezasen a corear 'Nooo, no te pongas los pantalones!' '¡qué se los quite¡qué se los quite!'. Eso aún le dolía.
- ¿Cómo te va todo Hatake-san?
- Pues verá…
Si, venga, lo que le hacía falta, que su padre y Kakashi empezasen a mantener una conversación suegro-yerno. Pensando que eso es lo peor que podía pasar, su madre entró en acción.
- Querido¿te quieres quedar a comer?
¿'Querido'¿Por qué usaba su madre esa palabra tan despreocupadamente¿'Quedar a comer'? Si, definitivamente la situación podía empeorar. Menos mal que Kakashi diría que…
- Por supuesto, me encantaría ¿no crees Anna?
Kakashi-- 1 Anna-- 0
Se estaba tomando la venganza en serio. Eso sería un problema, porque hiciera lo que hiciese, Anna siempre saldría mal parada.
- Si, genial.
Contestó fríamente y con desprecio. Realmente no le importaba que comiese con ellos, el problema es que él estaba ofendido por haberlo echado de ese modo, y ahora estaba tomando represalias, y si a eso le sumamos que de un momento a otro sus padres empezarían a dejarla en ridículo, no tenía la perspectiva de una bonita y agradable comida.
Empezaron a preparar las cosas para la comida. Kakashi, como buen invitado, había intentado ayudar a poner la mesa, pero la madre de Anna le había empujado prácticamente hasta el salón de nuevo y había sugerido que Anna fuese a ayudarla con un '¿es que no piensas moverte¡ve y llévale algo de beber a Kakashi!', mientras Kakashi se hacía la 'buena persona' diciendo que el mismo podía, como si Anna no supuese lo que él estaba disfrutando de eso.
Resultado: Kakashi quedó como un encanto y un marido perfecto para ella, y ella… ella era la persona más horrible.
Muy bien Anna; Kakashi-- 1000 Anna:-- -100000.
Claro que después del primer plato Anna observaba incrédula como la comida transcurría tranquila y animadamente. Todo iba bien, incluso le gustaba el ambiente que había. Su padre preguntaba con curiosidad sobre 'cosas de ninjas' y su madre miraba encantada (más que ella) como todo iba perfectamente. "Puede que Kakashi se haya rendido" pensó optimista y decidida disfrutar de lo que quedaba de almuerzo.
Anna ya no se acordaba de que hace unas horas lo único que quería es que Kakashi se fuera. Pero, después de haber pasado tanto tiempo con él de nuevo, el único perturbador pensamiento que le rondaba era que quería vivir con él. Se imaginaban juntos, tal vez como sus padres: el uno por la otra.
Hubo un tiempo que así habían estado: siempre juntos, en definitiva una relación, aunque él cada cierto tiempo siempre volvía a su casa, al igual que ella. Hasta ese día echaba de menos esa situación de hacía unos meses, no le importaba que hubiese un distanciamiento si al final él o ella volvía. Pero ahora pensaba que podrían vivir juntos en serio, nada de volver a separarse, vivir como una pareja. Eso la ponía nerviosa¿buscaba una relación estable? Incluso...¿casarse?. Un escalofrío hizo que el bello se le erizase. Pero tales pensamientos fueron cortados por una frase que oyó de forma lejana.
- …si, tan inocente. Siempre contando cosas buenas y diciendo que estaba enamorada desde el principio, o si no, se ponía roja como un tomate y se escondía. Que mona.
No había escuchado toda la frase pero no le parecía que el tema de conversación fuese favorable para ella. Así que por eso el escalofrío.
- Mamá¿qué estás…
- Venga hija, no seas tímida¡de pequeña estabas loquita por él!
La cosa se estaba complicando¿qué narices estaba diciendo¿cómo sabía ella que siempre había estado enamorada de Kakashi? "No será…" Pensativa y creyendo saber a quién se referían miró a Kakashi, su cara le solucionaba las dudas: mantenía unos ojos que daban la sensación de estar agradablemente interesado, pero ella sabía muy bien que debajo de la máscara no había sonrisa. Hasta entonces había aguantado un par de asuntos nada agradables y si muy vergonzosos sobre su infancia, pero este tema se llevaba el premio a la mayor metedura de pata, a Kakashi le habría sentado muy mal.
- Mamá ya sabes que eso era cuando… - "…era pequeña", de repente una pequeña bombilla se le encendió: su momento de la revancha había llegado, Kakashi no estaría sonriendo, pero a ella si se le formó una muy maliciosa. Kakashi lo seguiría pasando mal - …es cierto, y aún me gusta… no puedo evitarlo…
Como buena actriz, puso cara de víctima del amor. Kakashi también cambió de expresión, pero no se parecía en lo más mínimo a estar enamorado. Pero lo que más le extrañó fue que su madre no se sorprendió, es más, sonreía. ¿Se lo habría creído?
- Venga, Anna, todos sabemos que a ti ahora te gusta Hatake-san. Cariño tienes que decírselo.
Silencio.
Ninguna reacción en la mesa.
Solo su madre la miraba ilusionada y su padre observaba a su hija y a su esposa aleatoriamente, y variaba de vez en cuando echando vistazos al mencionado.
¿Había pasado esto realmente? "Mamá.. qué-has-hecho.."
Podía pensar un 'trágame tierra' pero era más práctico realizarlo realmente con una técnica. La segunda opción era salir corriendo, si, esa le parecía más adecuada (la primera ensuciaría mucho la casa, y luego hay que limpiar, mientras que 'salir por patas' no tendría ningún efecto secundario). Y lo tendría que haber hecho para así haber evitado ver la cara de satisfacción de Kakashi, y la siguiente afirmación de su madre.
- Yo siempre le dije,- unas miradas irónicas se pusieron en las caras de Anna y su padre- no me miréis así, es cierto que por la edad me daba un poco de cosa pero aún así siempre le decía: mira cariño es muy buen chico, es muy guapo y muy buen ninja, y seguro que gana mucho dinero. Porque yo ya sabía que lo de Iruka-sensei fue cuando era pequeña, pero después de aquella misión que estuvisteis juntos, yo ya me dije estos, estos hacen muy buena pareja ¿a qué si querido? Si sí, yo siempre lo he creído… 'Querido', o sea su esposo, solo afirmaba con la cabeza; Anna a su vez lo que hacía era esperar, porque tenía la esperanza de que en algún momento su madre tendría que respirar y ¡parar de hablar!
O no.
Puede que no necesitase ese oxígeno…
- … así que seguro que si. En fin, la cuestión es que tu quieras a mi niña ¿a qué si querido? Porque la quieres ¿no?
Las miradas de los protectores padres se dirigieron al jounin. Anna disimuladamente también le miraba entre sus dedos, porque al no correr huyendo por lo menos se tapaba la cara con las manos (intentando no evidenciar más su vergüenza en el color de su cara). Y pese a lo que esperaba estaba tranquilo, sin inmutarse por la comprometida pregunta ¿eso era bueno?.
- Es imposible no querer a su hija¿no creen?
Había escapado bien de la situación. "Al fin y al cabo es su especialidad, salir ileso de situaciones complicadas" pensaba la chica, un poco desilusionada por la respuesta, aunque no esperase mucho más.
- Has sabido escapar muy bien de la situación, hijo, muy poca gente no se siente presionado tras hablar mi mujer, y yo no estoy entre ellos…
Apremió el padre riéndose. Tras guiñarle un ojo amigablemente y darle una palmadita en la espalda, Anna pudo soltar todo el aire que había estado conteniendo (aunque eso de 'hijo' no le había hecho gracia, y tampoco ese trato tan familiar...¿o sí?). Su madre también sonrió.
Pasado un rato decidieron los padres que era hora de marcharse, evidentemente les sugirió indirectamente que fuesen a cenar a casa (aclaremos que indirectamente en su madre es: 'Nos haría muy felices a tu padre y a mi que vinieseis más a casa, para cenar por ejemplo, esta semana tal vez.. hoy por ejemplo si no tenéis nada que hacer…'), pero por suerte su padre evitó que consiguiese lo que pretendía. Se despidieron y Anna prometiendo ir a verlos más a menudo cerró la puerta.
Estaba a punto de darse la vuelta cuando llamaron a esta, la chica pensando que a su madre se le habría olvidado algo abrió. Sin mirarla siquiera, se fue directa a Kakashi, este retrocedió un poco…
- Toma, creo que esto es tuyo, lo he encontrado en la escalera te la dejarías perdida anoche.
- Gracias
Tras sonreír malévolamente paso por el lado de su hija, le dio otro beso y cerró la puerta tras de sí.
Con genuina curiosidad se acercó veloz a Kakashi.
- ¿Qué te ha..?
La bandana.
Delante de la cara alucinada de ella, él se partía de la risa.
- Ves, te lo dije, tu madre no es tonta y me has echado por el balcón sin motivo.
Afirmaba enérgicamente Kakashi dejando entrever un poco del rencor que tenía aún.
Por su parte Anna no reaccionaba. "De aquí al matrimonio…" Pensaba con la cabeza baja y un aura de depresión alrededor (fingida, claro; eso de que sus padres hubiesen dado un visto bueno tan claro, la tenía emocionada).
- Venga, no es para tanto mujer, además soy un buen partido.
Bromeó dándole un pequeño golpe en el brazo a Anna. Intentando que la vergüenza se pasase se dirigió al salón dándole la espalda.
- Ya, ya, por eso cuando te han preguntado que si me querías te has ido por las ramas.
Al no verle la cara de la chica, no se dio cuenta de lo burlona que había soltado esa afirmación; Kakashi se quedó helado ¿era el momento de hablar?
Tenía que aclararse todo.
Su relación, a pesar de estar siempre juntos, no habían tenido la necesidad de afirmar y darle un nombre específico. Kakashi tenía apenas 21 cuando fue su sensei, el primer grupo al que enseñaría. Y ella 13 años, si a partir de entonces siempre habían estado juntos. ¿Cómo no se puede crear una unión? Claro que su unión había sido demasiado fuerte desde un principio: desde las peleas hasta no poder estar sin verse.
En un principio siempre estaba la diferencia de edad, y aunque aún no había ocurrido nada, ellos pensaban interiormente que eso no sería un inconveniente y aunque Kakashi intentase convencerse de lo contrario, para negar lo que sentía, y aunque Anna no lo sepa, mucho antes ya sabía que era para él. Luego estaban los padres de la chica que aunque dudasen, no se opusieron; ellos no se fijaban en la edad como le hicieron saber a su hija tiempo después lo que no les hacia mucha gracia, era que a pesar de ser visiblemente un gran ninja, era demasiado misterioso, siempre con esa máscara. ¿ Y de dónde venía ese sharingan¿qué había hecho para conseguirlo?. De lo que no se daban cuenta era de que precisamente, lo que ella quería era conocer esos misterios, saber todos sus secretos, que confiase en ella. Y así sería en el futuro; el porqué de esa máscara que oculta tantas cosas, también el sharingan que no debería tener, no tenia ni idea de cuanta gente sabia la historia sobre Obito, por eso nunca se la había mencionado a nadie, ni lo haría, nunca le traicionaría; el simple hecho de que él, tan reservado como era (y es) hubiese depositado en ella su confianza, le bastaba para estar contenta…
Con el paso del tiempo los padres aceptaron perfectamente la relación, veían a su hija radiante, además de que, después de conocer a Kakashi, cambiaron de opinión: animando como hasta ahora a su hija a que lo invitase, alegando que siempre viene bien de vez en cuando comida casera. En cuanto a su padre, que nunca se había involucrado en cuanto lo conoció le cayó bien; él que no había tenido la oportunidad de ser ninja, pues siguió con la tradición de su familia al dedicarse al comercio, admiraba a aquel hombre de pelo gris que con su sharingan había copiado incontables técnicas.
El silencio continuaba, ninguno de los dos hablaba.
Aún seguían mirándose disimuladamente, negándose pero a la vez queriendo solucionar el problema que hizo que se separasen.
Kakashi rompió el silencio.
- Será mejor que me vaya…
Que cobarde y temeroso podía llegar a ser si Anna estaba de por medio. Este hecho le hizo evitar misiones con ella después de lo ocurrido en la primera misión; cuando se metió la chica en el grupo ANBU se relajó, se preocupó y se enfadó. Estos sentimientos contrarios se dieron por los nervios y terror que tenía de que le ocurriese algo a ella. Si estaban juntos, en su empeño por salvarla podría costarle una distracción a ella y perderla, y por supuesto perder al resto del grupo, porque, pese a ser un profesional y aunque estos pensamientos no le gustan por ser egoísta, no puede negar que sacrificaría al grupo solo por ella. Claro que al no estar juntos, podría pasarle algo y él no se encontraría allí para ayudarla, culpa que se echaría toda la vida. Y por último enfadado, enfadado con él mismo, por ser tan cobarde y todos estos pensamientos guardárselos.
Anna no sabía que decir, tampoco quería pelear, hacía meses que no se veían, y sabía que una disputa ahora le dolería demasiado; aunque también sabía que si lo dejaba ir sin ninguna explicación podría no volver a verle, y ella se arrepentiría siempre. Es cierto que en parte se alejaron al pertenecer ella al ANBU, pero si lo hizo fue por él, en ese momento no le importaba ascender a un nivel más, simplemente porque no quería verlo herido, porque sabía que si cayese en mitad de una misión le obligaría a ella a irse y continuar, sin él, cosa que nunca podría hacer, por eso tenía que alejarse, pero en el trabajo, solo en el trabajo.
No es posible mezclar el trabajo de ninja con el amor, la preocupación del uno por el otro, el terror de perder a quién quieres no te dejaría seguir; y a pesar de pensar los dos lo mismo, no se lo dijeron.
Kakashi se dirigió decidido hacia la puerta oyendo levantarse a Anna y dirigirse apresuradamente hasta él. Giró el pomo y salió. Anna le agarró de la mano, susurrándole lo único que le había echo volverse loca y no dejar de pensar en él hasta el momento.
Kakashi se giró levemente, vio una lágrima recorriendo la mejilla de ella. Nunca, nunca la había visto llorar: se había hecho incontables heridas, incluso cuando era pequeña se clavó la katana dejándole una cicatriz que aún duraba en el muslo. Y ahí estaba, llorando, llorando por él, no, por su culpa.
Movió la mano, se soltó del agarre de ella y cerró la puerta.
Al otro lado se oyó un golpe, seguramente Anna habría golpeado la puerta con el puño. Con el mismo con el que intentaba secarse furiosamente las lágrimas, sentada en el suelo, pegada a la puerta, esperando que él se diese la vuelta, volviese y lo arreglase todo con una explicación.
Pero él seguía andando rápidamente por la calle, la gente le saludaba, incluso su pupilo Naruto gritó un 'Kakashi-sensei' que no sería contestado. Todo estaba oscuro para él.
No tenía otra cosa en la cabeza: otra vez la había herido. El susurro de su voz permanecía incrustada en su mente, al igual que el tacto de su mano temblando, junto a esas palabras que demostraban lo cobarde que él era:
¿Por qué intentaste olvidarme¿Por qué no puedes quererme?
-.-x-.-
¡Hola! Me he animado de nuevo, y aquí esta este capitulo, es más animadillo con más humor, vale, al final lo pierde. Espero que os haya gustado.
Muchas gracias a tods ls que dejáis reviews, de verdad que me hacen mucha ilusión; asi que dejarme más ¿vale:D Gracias: izia, hikari hye, midory, inner-nami y leelooennoia¡Gracias!
Bueno nos vemos en el próximo capítulo, en un principio es el último, creo.
Kakashi y los personajes del manga/anime NARUTO es de MASASHI KISHIMOTO-sempai. Anna-chan y la historia mía.
Muchos besos! Jya ne!
Por: Anniky.
