SARA

No podía creer el poder estar viendo a Ava, la verdad no creí que algún día la volviese a topar de nuevo en mi camino. Sin duda es una mujer que desde nuestro primer encuentro me impresionó demasiado, no me logro explicar por qué siento un tipo de conexión con ella, como si nos conociéramos de muchos años atrás o quien sabe, tal vez en nuestras vidas pasadas.

Me siento tan feliz de verla, admito que por un segundo olvidé que mi hermana y mi novio estaban a mi alrededor, yo solo me perdí en su mirada y en su voz, aunque dolió un poco el saber que ella no recordaba mi nombre, pero es comprensible por la situación que vivió.

Leonard me sacó de mi ensoñación y me sugirió entrar al apartamento a descansar. Me habría gustado quedarme platicando con Ava, pero un ligero malestar en mi pierna me está impidiendo quedarme más tiempo de pie. Me despedí de ella y entré a mi apartamento con Leonard.

—Sara, bienvenida —dijo Charlie acercándose a mi dándome un abrazo— Que gusto me da que hayas vuelto, me sentía muy sola sin ti.
—Gracias Charlie, aunque solo me fui una semana, la verdad te extrañé mucho —la volví abrazar.
—Hola galán, ¿todo bien? —dijo Charlie a Leonard en forma de saludo y Leonard solo alzó la mano para después sentarse en el sofá de la sala— ¿Y Laurel? Vi que venía contigo.

—¿Cómo es que la viste?
—Ah, escuché algo de ruido afuera y me asomé por la mirilla de la puerta, vi a Laurel y a una sexy rubia que hablaba con ustedes, por cierto, ¿Quién es? No me digas que es la nueva vecina.
—Ella mi querida Charlie, es una mujer a la que Sara reconocería a kilómetros y que por alguna razón que ignoro, no le quitó la mirada de encima mientras le sonreía como una tonta —dijo Leonard con tono de fastidio.
—¿Disculpa? ¿Qué es lo que tratas de decir y qué es ese tono? —pregunté y Charlie solo me miró confundida.
—¿A qué te refieres cariño? Yo solo digo lo que vi o tal vez solo fue mi imaginación el ver cómo tu mirada no se apartó ni por un segundo de esa mujer.
—Okeeey… creo que debo ir a mi habitación, los dejo par de enamorados —dijo Charlie lanzando un par de besos al aire con su mano.

—Cariño, no quiero discutir por favor, ya no más —dije en tono de súplica sentándome a su lado.
—Lo siento, pero tus actos hacen que sienta celos de esa mujer, tiene tiempo que no me miras como lo hiciste con ella.
—Lamento que mi comportamiento te haya hecho sentir así, no volverá a suceder —lo tomé de su barbilla y lo besé.
—Está bien, la verdad es que yo tampoco quiero discutir, ¿quieres ver una película?
—Claro —respondí tranquila al saber que pude evadir una pelea con Leonard.

Leonard fue a la cocina a preparar palomitas y yo me quedé pensando en dónde rayos se había metido mi hermana. Tal vez para evitar a mi novio se fue, pero se habría despedido al menos. Le envíe un mensaje preguntando qué pasó con ella.

Recargué mi cabeza en el cabezal del sofá, cerré mis ojos e inmediatamente se me vino la imagen de Ava, en lo hermosa que se veía en ese traje sastre azul marino, se veía tan elegante y sofisticada, hasta el cómo cargaba su portafolio se me hizo fascinante, su largo cabello caía con gracia por sus hombros, sus ojos tienen un brillo precioso y sus labios… Dios, que mujer.

—Ya tengo todo listo cariño, ¿quieres ver la película aquí o en tu habitación? —abrí los ojos al escuchar la voz de Leonard— ¿Estabas durmiendo? Lo siento, si prefieres descansar podemos dejar esto para otro día.
—No no, está bien, solo… no es nada. No tengo ganas de levantarme, hay que verla aquí en la sala.

Leonard eligió una película de acción, nos acomodamos en el sofá y nos pusimos a verla. Por momentos revisaba mi teléfono, aún no tenía respuesta de Laurel y eso me empezaba a preocupar.

Al terminar la película, Leonard se despidió de mi pues mañana temprano debía ir a trabajar.

—Paso por ti el lunes para llevarte a tu trabajo, ¿está bien?
—Sí, me parece bien —me besó y salió del apartamento.

Volví a revisar mi teléfono y mi hermana seguía sin dar señales de vida. Me paré del sofá y estiré mi cuerpo pues lo sentía un poco entumido, estaba en eso hasta que escuché a Charlie acercarse.

—Cuéntame todo ¡YA! —dijo mi amiga frotando sus manos mientras sonreía de una forma muy picara.
—Jaja es imposible que te quedes con la duda sobre esa mujer, ¿verdad?
—¡Por supuesto! Y más si estaba ocasionando una pelea entre Leonard y tú, estoy segura de que no le sonreías por amabilidad, te conozco Sara Lance —cruzó sus brazos y mordió su labio inferior.
—Ay Charlie, es que no te imaginas que mujer es Ava Sharpe —dije con un gran suspiro llevando las manos a mis mejillas.
—Soy toda oídos —dijo mi amiga emocionada— Espera, voy por unas cervezas.

Le conté todo a Charlie, desde cómo nos conocimos hasta la rara sensación que siento con ella, como si de un tipo de conexión se tratara.

—¿Por qué una mujer que solo he visto un par de veces en toda mi vida, hace que me sienta tan bien al solo pensar en ella?
—Tal vez es amor a primera vista, yo no creo en esas tonterías, pero hay gente que sí —dijo Charlie y le dio un trago a su cerveza.
—¿Crees? No lo sé —dije pensativa.
—Lo que es un hecho, es que esa tal Ava te gusta. Ojalá pudieras ver tu rostro mientras me hablas de ella, prácticamente tienes corazones en tus ojos y hay un campo de flores con un arcoíris detrás tuyo —dijo soltando una gran carcajada.
—Eres una tonta —le aventé palomitas a su rostro.
—Yo no voy a limpiar eso —dijo mientras seguía riendo.

La notificación de mensajes de mi celular sonó y pensé que por fin Laurel se dignó a responder, mi sorpresa fue que no era un mensaje de mi hermana, sino de Nyssa saludando y preguntando por mi salud.

—¿Qué pasa, malas noticias? —preguntó Charlie al ver mi rostro sorprendido por el mensaje que acababa de leer.
—No, solo es Nyssa saludando.
—¿Y esa quién es?
—Ah cierto que ya no la viste en el hospital, olvidé que no había tenido la oportunidad de contarte todo lo que pasó aquel día contra la Triada.
—Te escucho, aún hay cerveza en el refrigerador. Voy por más.

Aproveché en responder el mensaje de Nyssa para decirle que estaba bien y agradecía que preguntara por mi salud. Charlie regresó a la sala y le conté sobre el día contra la Triada, también sobre el día que Nyssa y su padre fueron a cenar a casa de mis padres y la rara confesión que me hizo mientras estábamos en mi habitación.

—Estás con todo heee, así que no solo Ava, sino también Nyssa. ¿Dónde queda Leonard?
—Ya ni me lo digas, para empezar por lo que entendí Nyssa siente un tipo de atracción por mí, yo por ella no, eso solo me pasa con Ava.
—Vuelvo a preguntar… ¿Y Leonard?
—Pues Leonard es mi novio, ¿qué quieres que te diga?
—¿Lo amas? Es más, ¿en algún momento lo amaste de verdad? —sus preguntas las sentí como cuchillas atravesando mi cuerpo y guardé silencio por un buen rato.
—No hagas preguntas estúpidas Charlie, claro que lo amo… —al fin atiné a responder, dándole un gran trago a mi cerveza.
—Bueno, deberías repetirlo hasta que tú te lo creas —dijo alzando su botella— Salud Sara —bebió de la botella.

—Soy una basura de persona, ¿cierto? —dije cabizbaja, pues Charlie tenía razón en su conclusión con respecto a mis sentimientos por Leonard.
—Todos lo somos Sara, solo unos más que otros. No te sigas engañando y no sigas jugando con Leonard, tiene tiempo que te dije que tu relación con él debió haber terminado hace mucho y el que me hayas platicado sobre Ava y Nyssa, sobre todo de Ava, lo confirma.
—Tienes razón, creo que debo encontrar un buen momento para terminar nuestra relación. Por el bien de ambos.

—Me alegra que por fin estés recapacitando, en fin, creo que ya iré a dormir —se levantó del sofá— Por cierto, estaré fuera toda la semana.
—¿Qué?
—Me voy a medio día, estaré en casa del líder de mi banda, quiere intensificar los ensayos, ya que el próximo fin de semana seremos parte de un gran evento de bandas en Ciudad Gótica.
—¿¡En Gótica!?
—Sí, es la Ciudad con la comunidad de punks más grande, será increíble.
—De una gran cantidad de pandilleros querrás decir.
—Da igual, se pondrá muy heavy —dijo haciendo la seña de cuernos con sus manos mientras sacaba la lengua.

Charlie se fue a su habitación, yo revisé una vez más mi celular y Laurel seguía sin responder mi mensaje, por lo que decidí marcarle de una buena vez, ya son las no sé qué horas de la madrugada y a saber si está bien.

Mi hermana respondió mi llamada y en seguida detecté que tiene unas copas encima, lo cual me hizo enfadar bastante porque yo estoy aquí preocupada y ella está de lo más alegre bebiendo alcohol. Me dijo que está con Ava y en ese momento sentí un ligero malestar en el estómago, además dijo hermosa vecina Ava, ¿qué le sucede? Le confirmé que Leonard ya se había ido cuando preguntó por él y dicho eso me colgó diciendo que viene para acá.

Escuché que tocó la puerta y me levanté del sofá para abrir.

—¿Se puede saber por qué estabas con Ava? —dije abriendo la puerta.
—Porque no soporto al delincuente de tu novio, ya lo sabes, así que no me molestes —dijo entrando al apartamento, caminando con un ligero balanceo— Además, ¿a ti en qué te afecta el que haya estado con Ava?
—En nada —respondí desviando mi mirada— Solo no me agrada la idea de que estés molestado a la nueva vecina.
—Pues si vieras lo bien que la pasamos, no creo que la haya molestado. Sabes, Ava es todo un encanto —dijo sonriendo.
—Ah que bien, por cierto… dormirás en el sofá, hasta mañana —empecé a caminar a mi habitación.
—No no hermanita, no me gusta dormir en el sofá, ¡espérame! —dijo con voz suplicante.

Laurel y yo entramos a mi habitación, nos pusimos los pijamas y nos metimos a la cama a dormir.

Al día siguiente me levanté de la cama y fui a la cocina por un vaso de agua, vi una pequeña maleta en el sofá y recordé lo que Charlie me dijo anoche, ella apareció en la sala y nos despedimos, le deseé suerte en sus ensayos y éxito en la presentación que tendrá con su banda en Ciudad Gótica.

Tiempo después mi hermana se despertó y me preguntó sobre Charlie y le conté sobre los planes con su banda.

—Entonces me imagino que tu noviecito vendrá a pasar el fin de semana contigo —dijo Laurel.
—Descuida, no lo verás. Me dijo que estará trabajando todo el fin de semana.
—Ajá, asaltando por ahí quiso decir. En todo caso, tampoco puedo quedarme contigo, recibí un mensaje de Tommy quiere que pasemos el día juntos y que cenemos en casa de sus padres, así que debo irme.
—Uummm ya, creí que tendríamos el fin de semana para nosotras dos.
—Lo siento hermanita, me cambio y me voy —me dio un beso en la frente.

Laurel se fue y yo me sentí fastidiada por no saber qué hacer con mi tiempo a solas, pensé en llamarle a Nate para una tarde de videojuegos, pero no me sentía con muchas ganas de jugar. Luego pensé en Nyssa y cuando estuve a punto de marcar a su teléfono, me arrepentí.

Después de un tiempo de solo estar acostada en el sofá viendo el techo, caminé hacia la puerta de mi apartamento pensando en visitar a Ava con la tonta excusa de disculparme porque mi hermana estuvo de entrometida en su casa, pero justo en ese momento la vi salir de su apartamento muy alegremente en compañía de dos mujeres, que si no mal recuerdo es la hija de Darhk y la de los Tarazi.

Me rendí al no saber qué hacer con mi tiempo, así que gran parte del día me la pasé viendo películas y comiendo golosinas, hasta que llegó un punto donde sentí realmente mucha hambre. Decidí entretenerme en la cocina, siempre he preferido las ensaladas, pero eso es demasiado rápido, necesito algo que me consuma más tiempo. Busqué lo que había en el refrigerador y decidí hacer hamburguesas.

Deje al final el picar un poco de cebolla ya que siempre termino llorando al cortarla. Escuché que tocaron el timbre y fui abrir, era Ava. Se me hizo muy dulce de su parte verla preocupada por verme con lágrimas en los ojos. Me fue fácil saber que ella no estaba aquí por su cuenta, sino porque Laurel se lo había pedido, lo cual me hizo sentir un poco triste. Pude sentir que ella se dio cuenta de mi tristeza, pero si ella ya estaba aquí no iba a perder la oportunidad de conocerla más, así que la invité a cenar conmigo.

Admito que su presencia y el ser consciente que estaba a solas con ella me hizo sentir nerviosa, así que traté de ocultarlo todo lo que pude. Tengo deseos de conocerla, de saber más de ella, necesito saber que tiene esta mujer que me hace perder en toda ella.

Tener su compañía me hizo sentir contenta, es muy buena escuchando y logré robarle algunas risas cuando le decía alguna tontería. En nuestra conversación se dio la oportunidad de que hiciera algo arriesgado, pero me sentí con la necesidad de ver su reacción.

Le conté sobre mis cicatrices quitándome la playera, se puso algo nerviosa pero aun así la atrapé viendo mi abdomen, mis brazos y en ocasiones mi pecho mientras sus mejillas estaban ligeramente en color carmín.

Algo me dice que heterosexual no es, para comprobarlo utilicé el viejo truco de mencionar un novio, ella inmediatamente lo negó, así que comprobé su inclinación sexual cuando pregunté por una novia y su respuesta solo fue una risa nerviosa mientras bajaba ligeramente la mirada. Lo que quiere decir que puedo tener una oportunidad con Ava, pero primero debo terminar mi relación con Leonard.

Una nueva semana de trabajo está por comenzar y yo estoy por reincorporarme al departamento de policía, al salir de mi apartamento vi a Ava afuera del suyo, la saludé y nos hicimos compañía hasta la salida del edificio, el haberme cruzado con ella hizo que desde ya mi día sea perfecto. Me despedí de ella en cuanto vi a Leonard esperándome, me acerqué a él y lo besé, pensando que sería de los últimos besos que le daré pues definitivamente lo nuestro debe terminar.

Leonard iba platicándome sobre no sé qué cosa, apenas si pude prestarle atención, pues estaba pensando en las palabras que diría para poder terminarlo, sin embargo, el caminó se me terminó y no pude decir nada. Llegué a mi casillero buscando unas cosas y me sentía fatal por no haber podido terminar mi relación.

—Jefa, que alegría me da verte —dijo Nate sacándome de mis pensamientos mientras me abrazaba.
—A mí también me da gusto —dije sincera mientras lo abrazaba— ¿Cómo te sientes, todo bien?
—Estupendo jefa, no te preocupes. ¿Ya estás lista para salir? No ha sido lo mismo sin ti.
—Claro, solo déjame encontrar algo y salimos a patrullar hoy.
—Antes de eso quiero presentarte a alguien, es un nuevo médico forense, lo conocí en la cafetería hace un par de días, es un buen tipo, creo que te agradará.

Nate y yo caminamos hacia el área de Criminalística y él buscaba con la mirada a su nuevo amigo.

—Ahí está —dijo señalando una parte del laboratorio— ¡Hey amigo!
—Hey que tal, buen día —respondió un hombre alto de sonrisa amigable.
—Oye quiero que conozcas a mi compañera, qué me gusta más verla como mi jefa. Te presento a la oficial Sara Lance.
—Un gusto oficial Lance, mi nombre es Raymond Palmer, aunque está bien si me dices solo Ray o Doctor Palmer —estrechó mi mano.
—El gusto es mío Ray e igual está bien si solo me dices Sara —sonreí.
—Tu apellido… ¿tienes alguna relación con el Capitán?
—Es mi padre —respondí alzando mis hombros.
—Oh ya veo —dijo llevándose una mano a su barbilla.

Nate, Ray y yo fuimos a la cafetería y conversamos un rato mientras tomábamos un café, la verdad es que Nate tuvo razón y Ray me pareció un sujeto bastante agradable.

El día transcurrió con normalidad y muy tranquilo, regresé a casa y le pedí a Leonard que fuera a mi apartamento para hacer lo que no pude en la mañana, sin embargo, me dijo que tenía un compromiso con Mick y no lo podía dejar.

Transcurrieron un par de horas y el timbre del apartamento se escuchó, pensé que era Leonard que al final si pudo venir, mi sorpresa fue ver a Nyssa en la puerta, la invité a pasar y le ofrecí una taza de café.

—Lamento haber llegado sin avisar —dijo con la taza en su mano.
—Descuida, no estaba haciendo nada importante. ¿Está todo bien?
—Sí… la verdad, solo quería verte —dijo con un ligero titubeo.

Nyssa y yo estuvimos hablando y conociéndonos más, la verdad me agrada poder hablar con ella porque siento que me comprende en la parte de tener un padre que tiene un rango alto en su área y la admiración de muchas personas. También ambas hemos trabajado muy duro para que nuestros padres se sientan orgullos de nosotras, a pesar de eso sentimos que siempre nos verán más como sus hijas que como sus colegas. Me contó también que tiene una hermana mayor de nombre Talia y así como ella es militar, solo que con un rango más arriba.

Me sentí muy identificada con su historia de vida tan similar a la que Laurel y yo tuvimos con papá y siento que eso hizo que tuviera un tipo de match con Nyssa.

Al final de nuestra conversación ella me pidió tener un combate cuerpo a cuerpo, me tomó por sorpresa su petición, pero dijo estar bastante interesada en conocer mi estilo de pelea y bueno, quien soy yo para negarme. La verdad es que hasta ahora no he encontrado a nadie que me pueda superar en un combate.

Movimos los muebles para tener un buen espacio a nuestra disposición, me sentía emocionada, con la adrenalina hasta arriba y ella se veía muy confiada de sus habilidades y eso lastimo mi ego.

—Muéstrame que tienes Sara, esta noche me siento generosa y solo voy a utilizar una mano —dijo extendiendo su brazo derecho con una sonrisa de triunfo que me irritó bastante.
—No me subestimes —dije entre dientes.

Empecé a tirar los mejores golpes que tenía, ella solo se dedicó a esquivar mientras mencionaba que era demasiado lenta. Puños, patadas, ganchos… nada funcionaba contra Nyssa, ni siquiera había logrado tocarla, me empezaba a sentir fatigada y un poco desesperada pues no podía creer que ni un golpe había acertado.

—Mi turno —dijo con una sonrisa de medio lado.

Ni siquiera vi lo que hizo, solo sentí todo mi cuerpo caer con fuerza al piso, me noqueó y cerré los ojos.

Para cuando desperté, los muebles estaban en su lugar y mi cabeza estaba sobre las piernas de Nyssa, mientras ella acariciaba mi cabeza.

—Lo lamento, creo que me excedí.
—¿Tú crees? —dije sentándome, con una mano en mi cabeza— La verdad es que eres increíble, ni siquiera vi tus movimientos.
—Tú también eres muy buena, pero te hace falta velocidad. Si quieres te puedo enseñar a mejorar.
—¿De verdad? —pregunté emocionada, pues definitivamente el haberme enfrentado a Nyssa me hizo dar cuenta que aún tenía muchas cosas por aprender.

Acordé con Nyssa que después del trabajo ella vendría a entrenarme. Al siguiente día, vi a Leonard y tampoco encontré las palabras para terminarlo, ningún día de la semana pude hacerlo, mientras todas las noches veía a Nyssa y había algo en ella que me hacía olvidar todo a mi alrededor, solo éramos ella y yo.

La noche del sábado cuando terminamos de entrenar, acompañé a Nyssa afuera del edificio, nos habíamos despedido y ella había caminado hacia su auto, sin embargo, se regresó y me abrazó, me abrazó muy fuerte y la tomé con mis brazos, la sentí temblar y su respiración estaba levemente agitada.

—Sara —dijo mi nombre con dulzura. Me tomó del rostro y lentamente acercó sus labios a los míos.

En cuanto sus labios se apartaron, me di cuenta que ahora era yo quien temblaba, el sentirla me hizo estremecer de una forma que no podía explicar, los latidos de mi corazón se aceleraron, me sentí perder el control y un enorme deseo de volver a probar sus labios se apoderó de mí.

Con una mano la tomé por la cintura y la jale hacía mí, mientras mi otra mano la coloqué en su nuca para acercarla nuevamente a mis labios.

Al separarnos, mi cuerpo se paralizó, lo sentí frio y unas lágrimas empezaron a caer, pues vi a Leonard parado a unos metros de nosotras, viendo todo.