SARA
La noche del sábado cuando Nyssa y yo terminamos de entrenar, la acompañé afuera del edificio, nos habíamos despedido y ella había caminado hacia su auto, sin embargo, se regresó y me abrazó, me abrazó tan fuerte que terminé por tomarla en mis brazos. Puedo sentirla temblar y su respiración se escucha levemente agitada.
—Sara —dijo mi nombre con dulzura. Me tomó del rostro y acercó sus labios a los míos.
Aunque me tomó por sorpresa, la verdad es que no hice nada para apartarla, de hecho, solo cerré mis ojos y decidí disfrutar lo que estaba ocurriendo. Nos quedamos un momento así, ninguna de las dos movió ni un musculo, solo era el calor de nuestros cuerpos, la suavidad de nuestros labios y nuestras salivas mezclándose.
En cuanto sus labios se apartaron, me di cuenta que ahora era yo quien temblaba, el sentirla me hizo estremecer de una forma que no podía explicar, los latidos de mi corazón se aceleraron, me sentí perder el control y un enorme deseo de volver a probar sus labios se apoderó de mí.
Con una mano tomé a Nyssa de la cintura y la jale hacía mí, en ese momento me percaté que ella sonrió de forma picara, luego coloqué mi otra mano en su nuca para acercarla nuevamente a mis labios, ella rodeo mi cintura con sus manos y esta vez nuestros labios no se quedaron quietos, fue un beso tierno e intenso al mismo tiempo.
Al separarnos, mi cuerpo se paralizó, lo sentí frio y unas lágrimas empezaron a caer, pues vi a Leonard parado a unos metros de nosotras, viendo todo.
—Vaya, no esperaba tal espectáculo y en primera fila, que afortunado —dijo Leonard con tono sarcástico mientras se acercaba a nosotras.
—Leonard yo… —dije y, él enseguida cerró los ojos y levanto su mano indicando que guardara silencio y me detuviera.
—La noche es muy hermosa, ¿no lo crees…? —dijo dirigiéndose a Nyssa tratando de preguntar su nombre.
—Nyssa… Nyssa al Ghul —respondió Nyssa con gesto serio, pues ella sabía perfectamente quien era él.
—Nyssa, lindo nombre. Me presento, soy Leonard Snart, novio —extendió su mano y me volteo a ver— Disculpa, ex novio de Sara —dijo con una sonrisa y Nyssa estrecho su mano.
—Lamento esto, fui yo quien besó a Sara y…
—Oh, no tienes que contarme lo que pasó, yo lo vi todo —Sonrió— Bueno señoritas, no interrumpo más este bello momento. Si me disculpan, creo que hay dos o tres botellas de alcohol con mi nombre que me esperan en casa —dijo y empezó a caminar hacia su auto.
—Leonard, por favor, hablemos… no quiero que esto termine así —dije tomándolo del brazo.
—Esto ya terminó Sara, solo me habría gustado que fueras sincera. No había necesidad de llegar a esto —dijo sin voltear a verme.
—Solo quiero pedir perdón, sé que no está nada bien y… —mi boca la siento seca— tú solo fuiste tan bueno conmigo, no te merezco ni un poco. Ojalá algún día me perdones por esta cobardía, no quería que las cosas terminaran así —dije eso último tragando saliva.
—La cosa es… que, a pesar de esto, no hay nada que perdonar ¿Cómo odiar a la persona que amas? —dijo dejando escapar una risilla mientras alzaba la mirada hacia el cielo— Si te soy sincero, presentía que nuestra separación estaba cerca, pero aun así me aferré a ti, a no perderte, a enamorarte, a pensar que solo debía seguir intentando —volteó por fin hacía mí y sus ojos se clavaron en los míos que estaban inundados en lágrimas.
—Leonard…
—Está bien Sara —dijo en un suspiro— Te he perdido y lo acepto. Lo acepto porque sé que di todo lo que tenía para ofrecerte, y tú a tu modo, me diste lo que tenías para mí. Acepto el que ya no hay espacio para mí en tu vida, así que debo retirarme ahora, porque ya no creo poder seguir aguantando el verte junto a ella —dijo mirando hacia donde estaba Nyssa.
—Lamento que hayas visto semejante escena, daría lo que fuera para regresar el tiempo y evitar este dolor para ambos, porque aunque no lo creas, me duele el saber que te lastimé de esta forma —miré hacia el suelo y cerré mis puños con fuerza— Ahora eres libre y seguro que llegará alguien que te valore y ame como yo no pude hacerlo, porque…
—Calla, no quiero escuchar esas típicas y estúpidas frases de rompimiento —una lagrima vi caer de su ojo derecho— Es suficiente. Adiós Sara.
Leonard subió a su auto y se marchó, yo me quedé observando su camino, las lágrimas no paraban de caer. El final de mi historia con Leonard ya estaba escrito, sin embargo, así no debió ser el cierre. Sabía que al terminarlo lo iba a lastimar, pero si seguíamos, solo habría daño para ambos y él no merecía estar atado a una mujer como yo, creo que nunca valoré en su totalidad al hombre que estaba junto a mí, al hombre que cambió por mí y al que nunca supe defender de mi familia. Yo no lo merecía, es un buen hombre y merece algo mejor que yo.
Me siento tan mal por haber lastimado de esta forma a Leonard, debo ser la peor mujer del mundo, pude haberle evitado este dolor si tan solo no me hubiese acobardado, debí ser clara y terminar la relación de una mejor manera y no así. Ahora ya es demasiado tarde y herí de una forma cruel a un buen hombre.
Nyssa colocó su mano en mi hombro mientras decía mi nombre, eso me hizo reaccionar y me di la vuelta para verla.
—Yo… me siento muy culpable por lo que sucedió, aun sabiendo de la existencia de él… te besé. Discúlpame, pero no pude reprimir más lo que me pasa contigo y tenía que hacerlo o mi corazón iba a estallar.
—No Nyssa, no es tu culpa —me acerqué a ella y llevé mi mano a su mejilla— la culpa es mía, porque no tuve el valor de hacer lo correcto antes de esto.
—¿A qué te refieres, con hacer lo correcto antes? —preguntó, llevando su mano a la mía que seguía en su mejilla.
—Se supone que esta semana iba a terminar con él, pero… no encontré el momento, buscaba las palabras adecuadas que no fueran a lastimarlo tanto y mira, resultó peor.
—Lo cierto es que, para él debió ser muy doloroso el vernos, pero si ya lo ibas a terminar significa… que tal vez tengo una oportunidad contigo —sonrió y besó mi mano quitándola de su mejilla.
—No lo sé, justo ahora mis sentimientos son un caos, además… —pensé en Ava, ella es quien me gusta— dame tiempo, ¿sí?
—Por supuesto —besó la comisura de mis labios y se marchó.
Subí a mi apartamento, me serví una copa de whisky, me recosté en mi sofá dejando escapar un enorme suspiro y sentí un par de lágrimas caer una vez más.
Pasado un tiempo, escuché la puerta abrirse, me reincorporé de inmediato y vi a Laurel entrar.
—¿Cómo estás? —preguntó mi hermana con tono suave, acercándose despacio hacía mí.
—He estado mejor —le di un gran trago a mi copa— ¿Quieres? —le ofrecí de mi bebida.
—No. Sara… vi lo que sucedió con Leonard y Nyssa —dijo sentándose a mi lado.
—¿Qué? Pero, ¿cómo?
—Salí con Felicity y Ava, íbamos a entrar al apartamento de Ava, pero nos fuimos al ver que tú y Nyssa se estaban besando, y que Leonard las estaba mirando.
—Ay no es cierto —llevé mis manos al rostro— ahora Ava pensará lo peor de mí.
—¿Lo que te preocupa es lo que Ava piense de ti? Pensé que estarías sintiéndote mal por la forma en la que lastimaste al pobre hombre.
—No me malinterpretes, ¿me siento cómo una basura?, sí. ¿Puedo hacer algo para evitar haber lastimado a Leonard?, no. Las cosas ya sucedieron y de la peor forma, claro que me siento mal, pero ya no puedo hacer nada —dije levantándome del sofá para servirme más whisky.
—Ok y en todo caso, ¿por qué es tan importante lo que Ava piense de ti? Y ¿Qué pasa con Nyssa? Yo no lo había dicho, porque no creí que fuera relevante para ti, pero desde que ella y su padre fueron a cenar aquella vez a la casa de nuestros padres, Nyssa y yo nos volvimos muy cercanas, la considero mi amiga y no voy a dejar que le hagas daño.
—Tranquila, lo último que quiero, es hacerle daño a otra persona.
—¿Entonces? ¿Qué sucede contigo Sara? ¿Qué es lo que pasa por tu cabeza?
—Ni yo misma lo sé —dije con desgano— Con respecto a Ava, solo sé que ella me agrada y mucho, tengo un fuerte deseo por seguir conociéndola, me siento atraída por ella, de una forma que no me explico. Sé que apenas y hemos cruzado unas cuantas palabras, pero de verdad quiero acercarme a ella.
—Siendo así, te alegrará saber que hoy me enteré sobre su gusto por las mujeres.
—Ya lo sé, no me fue difícil darme cuenta. La verdad es que, hasta un ciego lo vería —me terminé de un solo trago el whisky que me acaba de servir.
—Me siento confundida, ¿por qué si quien te atrae es Ava, besaste a Nyssa?
—Porque soy estúpida y débil, ¿cómo negarle un beso a esa mujer? ¿La has visto bien? Es bellísima —me volví a servir whisky, para volver a tomarlo de un solo trago.
—Tú nunca vas a cambiar, seguirás siendo una mujeriega. Jamás te han importado los sentimientos de los demás, seguirás siendo egoísta, creyéndote el centro del universo de las personas. Entérate que las cosas no son así hermanita, algún día toparas con pared y te darán tu merecido por jugar con los sentimientos de las personas que se interesan por ti.
—Hey ya, bájale a tu drama. No estoy jugando con nadie, no exageres algo que aún ni sucede —volví a tomar una copa de whisky.
—No lo digo por algo que todavía no sucede, lo digo por lo que te he visto hacer durante toda tu vida. Contigo es una persona tras otra, sin importarte lo que sienten por ti o si los lastimas. Aunque jamás me cayó bien Leonard, pensé que por él estabas cambiando, pero ahora me doy cuenta que te importa nada lo que hiciste.
—Ya cállate Laurel, tú no sabes cómo me siento —dije molesta por las palabras de mi hermana.
—Que tonta fui al preocuparme por ti —dijo mientras se paraba frente a mí— Solo quiero advertirte que, si lastimas a Nyssa o a Ava, jamás te lo voy a perdonar y si tengo que alejarlas de ti para evitar eso, lo haré.
Esas fueron las últimas palabras que Laurel me dijo antes de irse, estaba a punto de servirme otra copa de whisky pero lo vi inútil, decidí mejor tomar la botella e irme a sentar nuevamente en el sofá, me hice un ovillo y comencé a llorar, en el fondo, sabía que Laurel tenía razón. Siempre he sido muy egoísta, siempre termino lastimando a las personas que me quieren por mi estúpida forma de ser, siempre creyéndome superior y solo preocupándome por mí.
Mi fin de semana me la pasé bebiendo, llorando y pensando en las palabras que Laurel me dijo, en todo lo que he hecho en mi vida y en cómo termino lastimando a las personas que me rodean. Sé que puedo cambiar y ser mejor, ya no quiero volver hacerle daño a nadie más.
El lunes estaba lista para ir al trabajo, deseaba ver a Ava e invitarla a salir, a cenar o que se yo, lo que sea para pasar tiempo con ella y conocerla más, estuve observando por la mirilla de la puerta para salir en cuanto ella lo hiciera y toparnos "ocasionalmente" como la semana pasada. Sin embargo, cuando la vi salir, me congelé, no pude abrir mi puerta, el saber que ella vio aquella escena y que seguro ahora piensa lo peor de mí me aterró, así que, mejor esperé a que se fuera.
Una vez que salí del edificio, caí en cuenta que ya no contaría con que Leonard me lleve al trabajo. Tal vez ahora es un buen momento para considerar en comprarme un auto, supongo que, con mis ahorros, ya me debe alcanzar para algo decente.
Llegué algo tarde al departamento de policía, me dirigí con prisa a mi casillero para guardar y sacar algunas cosas, debo apresurarme y buscar a Nate para salir a patrullar.
—¡Jefa! —escuché la voz de Nate— Llegas tarde, eso es inusual, ¿se quedó dormido tu galán?
—No, nada de eso y por cierto, ya no tengo novio —cerré la puerta de mi casillero.
—Ttsss ¿puedo saber qué pasó?
—Tal vez te lo cuente después, por ahora, vayamos a trabajar.
—A la orden —dijo saludando como militar y empezamos a caminar hacia la salida— Por cierto, ahora que estás soltera, puedes unirte al club de solteros guapos y geniales, por ahora los únicos miembros somos Ray y yo, así que únete cuando quieras, a veces vamos a bares a conquistar chicas.
—¿Ah sí? ¿Y cómo les va en eso?
—Bueno, por ahora no hemos tenido suerte, pero sé que pronto terminará esta mala racha.
—Ya, seguro solo es una mala racha —dije riendo— Tal vez, algún día los acompañe.
Ese día, el trabajo estuvo bastante tranquilo. Para cuando llegué a casa, Charlie ya estaba ahí, me alegró verla tan feliz y emocionada, ya que su evento en Ciudad Gótica fue todo un éxito, me contó todo lo bien que la pasó y la experiencia que tuvo, también algunas anécdotas divertidas con los miembros de su banda. De verdad que me da gusto verla tan contenta, mencionó que el próximo evento será aquí en Ciudad Estrella por lo que en las próximas semanas estaría ensayando bastante con su banda, así que yo estaba invitada y que si quiero puedo llevar a Leonard y a Mick conmigo, ya que, según ella, son muy punks.
No quería arruinar su momento con mis problemas, pero ya que sacó el nombre de Leonard, no me quedó de otra más que contarle lo que sucedió.
—Me siento mal por Leonard, pero me siento bien por ti, porque ya no estás atada a una persona que no te hacía ni hacías feliz —dijo con su mano en mi hombro.
—Pues sí, ya sucedió y supongo el karma algún día me hará pagar por lo que he hecho.
—Ya ya, tampoco dramatices. En fin, entonces ahora la pregunta del millón, ¿te quedarás con Ava o Nyssa? —pregunto sonriendo, alzando sus cejas.
—Con ninguna —suspire— Con Nyssa es seguro que le pasa algo conmigo, pero yo no sé si me pasa algo con ella, digo, me gusta, pero creo que no como ella me ve a mí. Con Ava, no tengo ni el valor para verla a la cara, presiento que ahora tiene un mal concepto de mí.
—Estás pensando demasiado, deja de torturarte y trata de acercarte a ella.
—Pero, ¿cómo? En la mañana, ni siquiera tuve el valor de abrir la puerta para saludarla.
—No te presiones, el momento llegará —chocamos nuestras cervezas y bebimos, mientras seguíamos conversando.
Al día siguiente, por la mañana ni por la noche tuve suerte de toparme con Ava, pareciera que está saliendo más temprano y llegando algo tarde del trabajo.
Nyssa y yo quedamos que nuestros entrenamientos seguirán, pero esta vez solo dos veces a la semana, el resto de los días si los tenemos libres, tal vez de vez en cuando podríamos salir a dar la vuelta y conocernos más, sin ningún tipo de compromiso y sin prisa, la verdad es que me la paso muy bien con ella, aunque sinceramente, con quien me gustaría tener estas salidas, es con Ava.
Así pasaron cuatro semanas, ni siquiera me di cuenta fue tan rápido y nunca tuve suerte de toparme con mi hermosa vecina.
El viernes por la mañana, saliendo del edificio me sentí frustrada por no tener mi propio transporte, por suerte, esta semana Charlie me ha acompañado a ver autos, bueno esa era mi idea, pero al final, me agradó la idea de mejor comprarme una motocicleta y hoy en la tarde por fin me la van a entregar.
A mitad del día, mientras patrullaba con Nate, recibí una llamada de mi hermana, invitándome a tomar café por la tarde, quería verme y hablar conmigo, no lo habíamos hecho desde el día que pasó eso con Leonard, la verdad es que la extraño y sé que tiene razón, así que acepte su invitación, seguro puedo verla antes de ir por mi nueva moto.
Llegué a la cafetería a la que había quedado con Laurel, conversamos y ambas nos disculpamos por lo dicho aquel día, yo sé que como mi hermana siempre estará para mí y para decirme mis verdades, lo cual agradezco, sé que puedo contar con ella para lo que sea. Lo que, si me volvió a repetir, es que no le haga daño a Nyssa ni a Ava, ya que en poco tiempo ellas se han vuelto especiales para mi hermana.
Despidiéndome de Laurel, le dije que debía ir alcanzar a Charlie ya que hoy me van a entregar la motocicleta que compré, ella se ofreció a llevarme ya que mostró interés sobre mi recién compra y que le gustaría saludar a mi amiga.
Llegamos con Charlie y mientras esperamos el papeleo, Laurel, mi amiga y yo conversamos un rato. Al poco tiempo me entregaron mi motocicleta y Charlie me dio un regalo, un par de cascos para ella y para mí, sin duda es el regalo perfecto.
Me subí, la arranqué y le di una vuelta a la manzana para probarla, fue genial. Laurel pidió también subirse y se la presté, aprobó totalmente mi compra, estábamos charlando de lo increíble que se ve y se siente cuando mi hermana recibió una llamada.
—Bueno chicas, las dejo, tengo una situación que atender —dijo en cuanto colgó su llamada.
—¿Todo bien? —pregunté al verla preocupada.
—No lo sé, Tommy me acaba de decir que su papá le está arreglando una boda con la hija de Darhk.
—¿¡QUÉ!? —Charlie y yo dijimos al mismo tiempo.
—Tommy va de camino a su casa, me pidió que lo alcance allá, vamos hablar primero con su mamá para hacerle frente a mi querido suegro, debe parar esa estupidez —suspiró— No puedo creer que esté pasando esto.
—Claro, claro, ve.
—Que gran hijo de puta, así son todos los riquillos, creen que pueden controlar todo a su antojo. Suerte guapa, defiende a tu hombre —dijo Charlie dándole ánimos a mi hermana.
Después de eso, Charlie y yo nos pusimos en marcha hacia el apartamento, decidimos tomar el camino largo para disfrutar el viaje y mi nuevo transporte.
Al llegar al edificio, no pude evitar sonreír al ver a Ava, tenía muchas ganas de verla. Justo cuando terminamos de saludarnos, Charlie quiso hacerse la graciosa frente a ella, solo para molestarme.
Se hizo un silencio incómodo y después de tantas semanas sin ver a Ava, no quiero simplemente despedirme de ella y ya. Así que se me ocurrió invitarla a dar una vuelta en mi motocicleta, confesó que le daba algo de miedo ya que nunca se había subido a una, por ello le prometí ir despacio.
La ayudé a colocarse el casco y a subirse a la moto, le dije que se podía agarrar de mi cintura, sí que soy muy lista. Sentí sus brazos rodear mi cintura y su barbilla descansar en mi hombro izquierdo, en cuanto supe que ella se sentía segura, inicié la marcha de la motocicleta.
Como se lo prometí fui despacio, de vez en cuando le señalaba lugares que son de mi agrado, la noche está fresca y yo me siento muy afortunada.
—Hoy el cielo está bastante despejado, se pueden apreciar más las estrellas —le escuché decir.
—Tienes razón —dije alzando ligeramente la mirada al cielo— Conozco un lugar a las afueras de la Ciudad dónde hay poca luz y es una zona alta, si quieres podemos ir.
—¿De verdad? Me gustaría.
Y así, me dirigí al lugar que mencioné. Cuando llegamos se apoyó en mi para poder bajar de la moto y después lo hice yo.
—Waow que vista tan bonita —dijo mientras se sentaba con la mirada al cielo.
—Me alegra que te guste, tenía años que no venía aquí —dije sentándome a su lado, mirando alrededor.
Descubrí que Ava al igual que yo es una amante de la astrología, estuvimos hablando de constelaciones y de sus orígenes, me encanta verla hablar toda emocionada sobre el tema. Mientras me habla, su mirada está puesta en el cielo, contemplando el brillo de las estrellas, yo no puedo hacer otra cosa que escucharla con atención y sin que se dé cuenta, la observo justo como ella mira allá arriba.
De vez en cuando, Ava voltea a verme y siempre tiene una sonrisa muy dulce en el rostro, eso me mata, así que intento de todo para hacerla reír, quiero ver esa sonrisa por siempre.
Decidimos que ya era tiempo de regresar a casa, pues cada vez se sentía más el frío de la noche, regresamos a la moto y cuando ambas estábamos colocándonos el casco, a lo lejos pudimos observar que un auto se paró a la orilla de la carretera, un tipo se bajó y después de dejar una caja en el suelo, volvió a subir al auto y se fue.
—¿Qué rayos fue eso? —pregunté confundida.
—Sara vamos, tengo un mal presentimiento —Ava empezó a correr hacia la caja.
—Ava espera, puede ser peligroso, no te acerques demasiado.
Ava ignoró por completo mis palabras, llegó a la caja y se agachó para abrirla.
—¡Sara, ven rápido! —corrí para alcanzarla.
—Pero, ¿qué demonios? —dije al ver el interior de la caja.
Una pequeña gatita de color gris azulado con heterocromía y un cachorro bulldog francés era el contenido de la caja.
—Ooww ¿cómo puede ser posible? ¿por qué hay gente tan cruel que abandona de esta forma a seres tan indefensos? —dijo Ava mientras cargaba a la gatita.
—Qué tipo tan imbécil —dije agachándome y los ojos del cachorro se posaron sobre mí con tristeza.
—Estás de acuerdo que no los podemos dejar aquí, ¿verdad? —siguió abrazando a la gatita acariciando su cabeza.
—Totalmente de acuerdo —dije tomando en mis brazos al cachorro y enseguida empezó a lamer mi mano.
Volvimos a meter a nuestros nuevos amigos en la caja, ya era muy tarde para buscar un veterinario para que los revise, así que acordamos en que eso lo haremos mañana. Por ahora, regresaran a casa con nosotras.
Ava con una mano rodeo mi cintura para sostenerse y con la otra fue agarrando la caja, quien descansaba en una de sus piernas, conduje a una velocidad moderada para evitar algún accidente.
Por fin llegamos a nuestro edificio y fuimos directo al apartamento de Ava, es la primera vez que entro y la verdad es que se siente un ambiente bastante agradable.
Nuestros nuevos amigos y yo, nos quedamos en la sala, mientras Ava fue por agua, comida y mantas para que puedan dormir ahí.
Ya que obviamente no tiene el alimento adecuado, trajo un poco de atún para la pequeña y un pedacito de carne suave para el cachorro. Pobrecitos, los vimos comer y beber con desesperación, Ava y yo solo nos quedamos sentadas observándolos.
—No creo poder hacerme cargo de ambos —dijo Ava sin quitarles la mirada de encima.
—Yo tampoco creo poder con los dos, además no soy muy de gatos.
—Me lo imaginé —dijo volteándome a ver— te ves más de perros —sonrió— ¿Te parece si me quedo con la gatita y tú con el cachorro?
—Me parece —sonreí y acaricie la cabeza del pequeño.
—¿Te confieso algo? Cuando veníamos de regreso ya venía planeando que esto pasaría.
—¿El verlos comer y beber?
—No jaja bueno sí, pero el que cada una adopte uno. Ya hasta pensé el nombre de la gatita —dijo con orgullo
—¿De verdad? Sí que pensaste en todo he —dije mirando a la gatita— ¿Y cómo se llamará?
—Gideon —la gatita maulló, se acomodó en las piernas de Ava y empezó a ronronear.
—Mira eso, que confianzuda, además creo que le gusta su nombre.
—¿Y tú tienes algún nombre para este bebé hermoso? —preguntó mientras lo veía con ternura.
—La verdad siempre me he dicho que, si algún día tengo un perro, lo llamaré Beezlee, así que… ese será su nombre. Beezlee, ¿te gusta amigo? ¿te gusta tu nombre? —pregunté acercándome a él para limpiarle el hocico.
Ava fue por unas bebidas para nosotras y nos quedamos conversando sobre nuestros nuevos compañeros, sobre sus futuras vidas con nosotros y dijo algo que me sorprendió bastante.
—A partir de esta noche, tú y yo nos hemos vuelto madres de estos angelitos.
Ante su comentario solo reí, pero se me vino a la mente que, si fuéramos sus madres, ¿no deberíamos estar casadas? Mi imaginación voló con su comentario, el cual en el fondo sé que no lo dijo con esa intención, pero quiero pensar que sí, aunque sea por un minuto.
NOTA1: Muchas gracias por leer. Me disculpo porque el viernes pasado no hubo capítulo, pero tuve un bloqueo, había escrito este capítulo pero no me gustó nada como me quedó, así que mejor lo volví a re escribir, espero haya sido de su agrado.
NOTA2: Estoy segura de que muchxs saben, Beezlee es el nombre del fallecido perrito de Caity, en cuanto me enteré de que falleció decidí hacerle un pequeño homenaje en mi fanfic (solo que no había encontrado un buen momento para incorporarlo) y justo hoy en las historias de IG de Caity subió algo al respecto, jamás imaginé que la pérdida de un perrito que no es el mío, me afectara, supongo solo es empatía porque yo también tengo a mi bebé y sé que el día que me falte, me va a doler bastante.
