SARA
Ava y yo estábamos teniendo una conversación bastante agradable sobre nuestros nuevos compañeros, justo esto es lo que he estado buscando, poder acercarme a ella poco a poco. No me canso en absoluto de escucharla, de observar cada uno de sus movimientos cuando ella no me ve, cada vez que me sonríe siento a mi corazón regocijarse de alegría, ¿qué tiene esta mujer que me hace sentir tan bien?
La verdad es que yo me siento bastante cansada y los ojos me pesan demasiado, pero no quiero irme, quiero seguir en la compañía de Ava.
Ella mencionó tener hambre, así que decidió prepararse un sándwich, me ofreció uno, pero rechacé su oferta ya que no tengo hambre.
Cuando ella se marchó a la cocina, recosté a Gideon y a Beezlee en mis piernas para acariciarlos, me acomodé en el sofá y sentí mis ojos cerrarse lentamente, intenté abrirlos, pero no pude luchar más. No, no me puedo quedar dormida, quiero seguir disfrutando mi tiempo con Ava, repetí eso varias veces en mi cabeza. No pude más, me quedé dormida.
Un aroma exquisito inunda mi olfato, huele tan bien. Sin abrir los ojos me doy cuenta que estoy en la cama y el aroma proviene de la almohada en la que descansa mi cabeza, inhalo sobre la almohada y abro lentamente mis ojos, siendo consciente de que la cama y almohada en la que estoy no son los de mi hogar.
Estando recostada de lado, lo primero que veo son unas paredes, una puerta y decoración que jamás en mi vida había visto, ¿dónde rayos estoy? Me doy media vuelta en la cama para ver el otro extremo de la habitación y para mi enorme sorpresa veo a Ava durmiendo, quedando nuestros rostros frente a frente.
No puede ser, no me digas que… empecé a tocar mi cuerpo en busca de mi ropa. Solté un ligero suspiro al darme cuenta que estoy vestida. Menos mal, no me perdonaría por arruinarlo así con Ava, digo, no es que rechazaría la oportunidad si se diera, pero no quiero que piense que solo busco algo casual con ella.
Una vez que me sentí aliviada, no pude evitar el observar lo bella que Ava se ve durmiendo, se ve tan relajada, hasta el ritmo de su respiración me parece fascinante. Sin darme cuenta, mi mano izquierda se acercó a su rostro a la altura de su mejilla, las yemas de mis dedos recorrieron el contorno de su rostro sin tocarla, no lo pude evitar. Sé que es arriesgado, pero el estar tan cerca de ella y de esta forma, me invita a tomar el riesgo.
Mis dedos tocan su cabello y con un movimiento delicado tomo un mechón y lo dejo caer escurriéndose entre mis dedos, repito esto tres veces más.
Por un instante, perdí la mirada en sus labios, se ven tan hermosos, tan carnosos, como si me invitaran a probarlos. Mientras los veo, me doy cuenta que muerdo los míos, un impulso se apodera de mí, necesito… necesito probar sus labios, ¡ahora!
Trago saliva, relamo mis labios y poco a poco me voy acercando a los suyos, puedo sentir mi corazón acelerado, mis nervios al mil, el rostro de Ava cada vez está más cerca del mío, cierro mis ojos dispuesta a disfrutar el momento y abro ligeramente mis labios, los cuales están a nada de tocar los suyos.
—Laurel —escuché decir a Ava y me paré en seco— Laurel —volvió a repetir y abrí mis ojos.
Ava seguía durmiendo, ella está… ¿soñando con mi hermana? Ava se empezó a mover y yo me quité de ahí velozmente, sentándome en la orilla de la cama.
¿Por qué Ava está soñando con Laurel? Agaché mi mirada y vi a Beezlee durmiendo junto a mis botines y a Gideon acorrucada con él. Siento mi corazón aún acelerado, pero ya no sé si por lo que yo iba a ser o porque me tiene intrigada el sueño de Ava.
Después de un tiempo Ava se despertó y me explicó lo que pasó anoche, yo me sentí muy avergonzada por haberme quedado dormida y bastante sorprendida porque no me dejó en el sofá, sino que ella misma me cargó y compartió su cama conmigo, siento que eso no lo hace cualquiera. Ava es muy generosa.
Como habíamos quedado el día anterior, nos pusimos de acuerdo para llevar a nuestras mascotas al veterinario, así que quedamos en que ella pasará por nosotros en dos horas, cargué a Beezlee y nos fuimos a mi apartamento.
Al abrir la puerta, vi a Charlie en la sala desayunando cereal, mientras miraba televisión.
—Hola, buen día —dije saludándola.
—Buen dí… —Charlie volteó y vio al cachorro en mis brazos— ¿Qué es eso? —se levantó y camino hacia mí.
—Es nuestra nueva mascota, su nombre es Beezlee —dije mientras lo acariciaba.
—Ay por Dios, es hermoso —Charlie lo cargó y le empezó hablar como a un bebé.
—Ava y yo lo rescatamos anoche, junto con una gatita y Ava se quedó con ella.
—¿Qué? Pero ¿Cómo pasó?
Fui a la cocina a servirme una taza de café y le empecé a contar todos los detalles de lo que pasó anoche, hasta el momento en que casi beso a Ava y que paré porque la escuché pronunciar el nombre de mi hermana.
—Segura, segura ¿qué no tuviste nada con ella? Es que no sé, me resulta difícil imaginarte con la vecina que tanto te gusta en la cama y solo durmiendo —dijo Charlie con un gesto bastante serio.
—No sé cómo debo sentirme por tus palabras, no es como que no sepa respetar a una mujer.
—Sara, es que tú eres como una leona acechando su presa, en cualquier descuido te la comes —dijo riendo.
—Qué graciosa.
—Jaja sabes que estoy diciendo la verdad. Bueno cambiando de tema, ¿qué tipo de sueño crees que estaba teniendo con tu hermana?
—La verdad no tengo idea, solo sé que se han vuelto muy cercanas y que Laurel me mata si lastimo a Ava
—Tal vez estaba soñando que salían a pasear o qué tal, que Ava en su subconsciente sintió todas esas cosas raras que le hacías, creyó que era Laurel y estaba a punto de besarla.
—Charlie… no digas estupideces —dije con fastidio, es una idea bastante loca.
Charlie y yo seguimos conversando un rato, hicimos un desayuno ligero y me fui a bañar, ya que en un rato más Ava vendrá a buscarnos a Beezlee y a mí.
Estaba terminando de arreglar mi cabello cuando escuché el timbre sonar, seguro es Ava. Me apresuré con los últimos detalles y de camino hacia la sala escuché que Charlie mencionó mi nombre, quien estaba invitando a Ava a su próximo evento y obviamente yo encantada de llevarla.
Pasé un día increíble con Ava, llevamos a nuestras mascotas al veterinario, fuimos a una tienda para comprarles todo lo necesario y al llegar a casa, les dimos su primer baño, aunque terminamos empapadas y algo rasguñadas por Gideon, fue algo muy lindo y especial para mí. Me encanta convivir con ella, cada minuto a su lado es muy preciado, lamentablemente ella se tuvo que marchar y no se me ocurrió ninguna excusa para seguir pasando tiempo con ella.
Cuando Ava se fue, me fui a tomar una ducha y al terminar me puse ropa cómoda, sequé mi cabello y acomodé la cama de Beezlee en mi habitación, él se echó a dormir.
Yo me recosté en mi cama para revisar mi celular, tenía tres llamadas perdidas de Nyssa y algunos mensajes, le contesté disculpándome por apenas hacerlo, ella me respondió de inmediato y nos estuvimos mensajeando por un buen rato.
Escuché la puerta abrirse y supuse que era Charlie quien llegaba de su ensayo.
—¡Sara! —escuché mi nombre— Sara, ¿estás en casa? —reconocí la voz de mi hermana.
—¡Aquí! —le respondí casi en un grito para que me ubique.
—Sara —entró a mi habitación— ¿Qué hiciste anoche con Ava en su cama?
—¿Qué? —me senté de golpe.
—Pase a ver a Ava, me contó que te quedaste dormida en su casa, que te llevó a su cama y durmieron juntas, ¿qué hiciste? —tenía un rostro molesto.
—Oye tranquila, no hice nada —aunque casi la beso, dije en mi mente— solo dormimos.
—¿Le hiciste algo indebido mientras ella dormía? ¿Te propasaste de alguna forma?
—¿Qué rayos te pasa? —me levanté de la cama para quedar frente a ella— ¿En serio piensas que soy capaz de propasarme con Ava?
—Pues claro, te has ganado a pulso esa reputación. Te dije que, si la lastimas o le haces algo, no te lo voy a perdonar y estoy dispuesta a alejarla de ti, con tal de que no le hagas daño.
—Laurel… ¿te estás escuchando? Me crees un mounstro… Créeme por favor cuando te digo que Ava realmente me gusta y no como las otras personas, ella es especial.
—Sé perfectamente que ella es especial y que no es para nada como las personas con las que te has revolcado y jugado, por eso no te voy a permitir que la hieras.
—Laurel baja un poco tu intensidad, no pienso hacer nada estúpido con Ava.
La notificación de mensaje de mi teléfono se escuchó, Laurel lo tomó y como tengo habilitada su huella lo pudo desbloquear, permitiéndole el acceso.
—¿¡Nyssa!? Te estás mensajeando con Nyssa y tienes el descaro de decirme que no harás nada estúpida con Ava, no lo puedo creer… pensándolo bien, de ti, si lo puedo creer.
—Solo estamos platicando de nuestro día, le estoy contando sobre Beezlee, le he mandado unas fotos de él y ya. Mira que hermoso se ve ahí echadito durmiendo.
—Lo que sea, sabes que Nyssa siente algo por ti, no quiero que le des falsas ilusiones si no la vas a corresponder. Si es necesario, también la alejaré de ti.
—No pues ya llévate a todo mundo de mi vida, ¿me quieres ver miserable o qué?
—Solo quiero que madurez, que dejes de lastimar a las personas y que, por una vez en tu vida, seas clara con lo que tú quieres.
Laurel y yo seguimos discutiendo, me molesta que se ponga tan pesada con el tema de Ava y Nyssa, ¿por qué las defiende tanto? Al final de cuentas yo soy su hermana, me debe apoyar a mí y estar siempre de mi lado, ¿no?
Con la nueva semana empezando, quise olvidarme de la discusión con mi hermana, así que me enfoqué lo más que pude en mi trabajo. Pasaron tres días, en los cuales Nate y yo patrullamos de forma tranquila, por las tardes nos reunimos con Ray para comer juntos, este par se han vuelto muy especiales y queridos para mí.
—Oigan, ¿tienen planes para mañana en la noche? —preguntó Ray.
—Hermano, sabes que yo tengo libre todas mis noches ¿qué hay de ti Sara?
—Pues, ahora con mi nueva mascota tengo algo de responsabilidades, pero nada que me impida hacer algo un jueves por la noche, ¿Cuál es el plan?
Ray propuso ir a un karaoke, en el que los días jueves tienen promociones muy buenas de cerveza y alitas, es un plan divertido así que acepte la propuesta, además que me hace falta este tipo de distracción.
El jueves por la noche llegamos al karaoke, pedimos una orden enorme de alitas para hacer competencia de quien puede comer más y bastante cerveza. Nate fue el primero en pasar a cantar una canción, lo más gracioso es que alrededor de su boca tenía salsa de alitas.
Luego Ray y yo pasamos a cantar una canción a dueto, aunque al final terminé más siendo como su bailarina, sentí unas ganas enormes de bailar que por cantar. La noche con los chicos es increíble, cantamos mucho, bebimos y comimos hasta hartarnos, aunque yo bebí más de lo que comí, así que ya me siento algo ebria.
De regreso a casa, compartimos un Uber y me pasaron a dejar primero a mí. Estaba por entrar al edificio de mi apartamento, cuando vi a Nyssa afuera.
—Nyssa, ¿qué haces aquí? —dije y apenas me pude sostener porque realmente estoy ebria.
—Quedamos de vernos esta noche, pero creo que lo olvidaste, así que decidí esperarte.
—¿Qué? ¿En serio? Discúlpame, lo olvidé. Unos amigos me invitaron a salir y he estado algo distraída últimamente, discúlpame por favor.
—No te preocupes, no pasa nada ¿Quieres que te ayude a subir a tu apartamento? Te ves algo mal.
—¿Segura? Ya es tarde, olvidé que habíamos quedado de vernos y me siento avergonzada.
—Ya te dije que no te preocupes, además ya esperé y no me puedo ir dejándote en este estado.
—Que linda eres, muchas gracias.
Nyssa tomó mi mano, entrelazando nuestros dedos, subimos por el elevador, me ayudó abrir la puerta y una vez dentro del apartamento me ayudó a sentarme en el sofá.
—¿Tu amiga no está? —preguntó Nyssa una vez que me acomodé.
—No, este sábado tendrá una presentación con su banda en la Ciudad, así que ensayan hasta tarde. Tal vez hoy no venga a dormir, no lo sé.
—Ya veo, me parece perfecto —se agachó y me empezó a quitar los zapatos.
—¿Qué haces?
—Solo quiero que estés cómoda —sacó un zapato de mi pie.
—No es necesario, de verdad me siento muy apenada contigo, si no estuviera tan mareada te prepararía mínimo un café, pero creo que ya no me podré levantar de este sofá, bebí demasiado.
—Tú tranquila, no pasa nada —quitó el otro zapato y se levantó— ¿Quieres que te preparé un café o algo de comer? —Negué con la cabeza como respuesta— Entonces… ¿me quieres a mí? —En cuanto dijo eso, la vi quitarse su playera, quedando al descubierto su pecho y abdomen.
—Ny… ssa —apenas si pude decir su nombre, quedando con la boca abierta ante semejante vista.
—Hoy he esperado mucho por ti Sara, creo que es justo que tenga una pequeña recompensa por ser tan buena —dijo y se sentó en mis piernas quedando de frente.
Tomó mis manos y las llevó de una forma muy sensual a sus piernas, a su espalda, las pasó por su pecho y las detuvo en su rostro.
La vi morderse los labios y ese pequeño gesto me excito, además tener alcohol en mi cuerpo no me ayudó nada para poder contenerme.
Con mis manos en su rostro, la jalé hacía mí, cerré mis ojos y la besé. En cuanto nuestros labios se tocaron, en mi mente estaba Ava, deseando que los labios que beso sean los de ella, deseando que sea Ava quien está en mis piernas y que sea su cuerpo el que mis manos tocan.
Con ese deseo en mente, sentí como nuestras respiraciones se empezaron agitar y Nyssa empezó a mover sus caderas sobre mis piernas, su movimiento es demasiado sensual, me está matando de la excitación. Sobre todo, porque en mi mente es Ava quien causa esta sensación en mí.
Entre el beso, llevó mi mano hacía su pecho metiéndola por debajo de su bra, sentí la necesidad de que ese objeto deje de estorbarme, así que con maestría se lo quité y cuando su pecho quedó descubierto, lo besé. Nyssa echó su cabeza hacía atrás dejando escapar un gemido mientras se sostenía con fuerza de mi nuca.
Seguí besando, lamiendo y empecé a darle ligeras mordidas a su pecho, los gemidos de Nyssa empezaron a volverse música para mis oídos, el movimiento de sus caderas sobre mis piernas me está haciendo perder el control. Ella desabrochó su pantalón y tomó mi mano para meterla en su entrepierna, la humedad que sentí fue el detonante para perderme y sucumbir ante lo que estaba pasando, esa noche Nyssa y yo nos entregamos al deseo. Sin embargo, en mi mente, todo el tiempo era Ava a quien yo me entregaba.
A la mañana siguiente, tuve cuidado de salir con Nyssa de mi apartamento para hacerlo después de que Ava saliera del suyo, no quiero que sepa que pase la noche con alguien, suficiente mala reputación tengo con ella cuando me vio besar a Nyssa frente a Leonard como para sumar un encuentro casual.
Una vez que vi por la mirilla de la puerta cuando Ava salió de su apartamento, me sentí tranquila.
—¿A quién tanto espías? —preguntó Nyssa desde la cocina.
—No a nadie, es que me acordé que la vecina me pidió un favor y como no lo he hecho, la ando evitando —semejante mentira.
—¿Qué tipo de favor le debes a tu vecina? —preguntó curiosa, levantando una de sus cejas.
—Uno que no tiene importancia, ¿qué tal dormiste? ¿todo bien?
—Dormí excelente —dijo con una gran sonrisa— Y ¿tú?
—Pues que te puedo decir, no me dejaste dormir mucho.
—Lo siento, pero había reprimido bastante mi deseo por ti, tanto que anoche no pude saciarme tan rápido —se acercó a mí, puso sus brazos en mis hombros y me besó— Bueno, debo marcharme, papá me va a matar por llegar tarde.
—Claro, a mí también se me hace tarde para el trabajo.
Tomó sus cosas y antes de marcharse me volvió a besar.
Santo cielo, ¿qué hice? Ahora sí Laurel me va a matar, soy una estúpida y una débil.
Antes de irme al trabajo, saqué a pasear a Beezlee, mi cabeza me dolía demasiado, se me junto la resaca y la culpa por lo que hice anoche, no debí. Pero… no me pude contener al imaginar que era Ava. Tomar el aire fresco de la mañana me ayudó bastante para relajarme.
Me fui al trabajo, Nate y Ray me acompañaron con la resaca, así que sufrimos juntos, me urge que el día termine para ir a casa a descansar.
Cuando por fin llegué a casa, Beezlee me recibió muy alegre, recordándome que ya no puedo llegar a casa y solo echarme en el sofá, debo sacarlo a pasear, tomé su correa y salimos a la calle.
De regreso al edificio, vi a Ava llegar en su auto, se bajó y me vio a lo lejos, alcé mi mano en forma de saludo y Beezlee me empezó a jalar, tenía urgencia de llegar hacia donde estaba Ava y sinceramente, yo también.
—Hola hermoso —dijo Ava, agachándose para acariciar a Beezlee— Dando el paseo de la tarde hee —alzó su mirada hacía mí regalándome una sonrisa, Dios que hermosa es.
—Sí, es la hora de su paseo —respondí.
—Bueno, pues entremos —Ava se levantó cargando a Beezlee y le quitó su correa.
Entramos al elevador y Ava le fue haciendo mimos a Beezlee mientras me hablaba un poco de Gideon, de lo que han hecho juntas y de cómo se han ido conociendo esta primera semana. A pesar de que le estaba prestando atención a lo que ella me dice, me costó un poco concentrarme cuando mi mirada se posó en sus labios, en su pecho y en sus piernas, me sentí algo sonrojada por ver ahora su cuerpo cuando anoche en mi imaginación la hice mía.
Llegamos a nuestro piso, salimos del elevador y cuando Ava se estaba despidiendo de mi para entrar a su apartamento, recordé la invitación que le hizo Charlie.
—Ava, mañana por la noche es la presentación que te comentó Charlie, me gustaría saber si has pensado en ir.
—Bueno como le dije a tu amiga, la música punk no es muy mi estilo. Además, mis amigas quieren salir mañana, aunque aún no sabemos a dónde.
—Puedes invitarlas.
—¿Zari en un evento punk? Jaja no lo creo. Nora tal vez sí, pero Zari… —se quedó pensativa.
—Zari es la chica Tarazi y Nora es la hija de Damien Darhk, ¿cierto?
—Sí, así es —sonrió.
—Pues por si las tres se animan, están invitadas. Si es así, avísame para darte más detalles.
—De acuerdo, gracias —nos despedimos y cada una entro a su apartamento.
A la mañana siguiente cuando desperté, escuché el timbre sonar, fui abrir la puerta y es una grata sorpresa ver a Ava. Me dijo que sus amigas y ella quieren ir al evento punk, le di un folleto que Charlie había dejado, en el cual está la dirección, el horario de apertura, algunas promociones de bebida y comida, y los horarios en que cada banda se va a presentar.
—Gracias le daré la dirección a mis amigas. Sara… ¿te molestaría si me voy contigo?, no quiero llegar sola.
—No es para nada una molestia, yo encantada —dije emocionada.
—Y me preguntó si también me puedes asesorar en qué tipo de ropa debería ponerme.
—Claro que sí.
Quedé de ir a su casa a eso de las seis de la tarde para ayudarla a elegir su ropa y pienso maquillarla un poco, he notado que su maquillaje es muy natural, pero la ocasión amerita algo más.
Al saber que Ava llevará a sus dos amigas, me pareció buena idea también invitar a Nate y a Ray, así ellos les hacen compañía a sus amigas y yo podré estar con Ava sin que nadie nos moleste, por lo que les envíe un mensaje con la invitación y la dirección, para mí suerte, ambos aceptaron ir.
En punto de las seis de la tarde toqué su puerta y llevé a Beezlee para que le haga compañía a Gideon, idea que le agradó a Ava. Ella y yo nos fuimos a su habitación y había algunos conjuntos que ella había armado para que los revisara, después de combinar varias prendas conseguimos el outfit perfecto y sobre todo con el que ella se sintió cómoda.
Una vez elegida la ropa, antes de que se la pusiera le hablé sobre el maquillaje y ella aceptó.
Tener la oportunidad de tocar su rostro lo sentí un verdadero honor, mientras le colocaba la sombra y el delineador en sus ojos, en varias ocasiones nuestras miradas se quedaron fijas, yo solo aprecié cada segundo de ese momento.
Continuando con el maquillaje, era hora de poner el labial, tomé su mentón con delicadeza y empecé aplicar el labial, que goce el ver sus labios tan cerca y como van tomando un color diferente a su hermoso color natural, tragué saliva y me sentí morder el labio, me está costando bastante no besarla en este mismo instante.
—Sara… —la escuché decir mi nombre.
—¿Sí? —alcancé a responder, mientras mis manos sostenían su rostro y mi mirada estaba fija en sus labios.
—¿Te sientes bien?
—Sí, yo… —la solté de inmediato al darme cuenta de lo que estaba haciendo— Lo siento, es que estaba viendo si me quedó bien el maquillaje.
—Seguro te quedó hermoso —se paró y miró en un espejo, me alegró verla contenta con el maquillaje que le hice.
—Bueno, es mi turno, iré a casa a maquillarme y a vestirme.
—De acuerdo. Sara, muchas gracias por la ayuda, estaría perdida sin ti —se acercó a mí y me dio un gran abrazo, rodee su cuerpo con mis brazos e inhale su delicioso aroma.
Regresé a mi apartamento, me vestí y maquillé de acuerdo a la ocasión y en cuanto terminé fui por Ava.
—Estoy lista —dije en cuanto ella abrió su puerta.
—Woow te ves muy hermosa, me encanta tu estilo de chica mala.
—Gracias, tú te ves mucho más hermosa que de costumbre —dije con honestidad.
—No lo hubiese logrado sin ti —sonrió mientras se acomodaba el cabello de una forma muy tierna detrás de su oreja— Sara, ¿te parece si dejamos a Beezlee y Gideon aquí? Me sentiré mejor si se hacen compañía.
—Por mí no hay problema.
Vi a Ava tomar sus llaves y la detuve.
—Espera, espera… no estás pensando que iremos en tu auto, ¿verdad?
—Dime que no es venganza porque la otra vez no deje que fuéramos al veterinario en tu motocicleta.
—Jaja no, no lo es. Pero definitivamente no será muy punk de nuestra parte llegar en un auto tipo ejecutivo, lo que quiere decir que… iremos en mi moto.
—Supongo tienes razón —dijo dejando escapar un ligero suspiro.
—Voy por los cascos —dije emocionada.
Una vez afuera del edificio, ayudé a Ava a colocarse el casco, me subí a la motocicleta y la ayudé a subirse, en cuanto sentí sus brazos rodear mi cintura no pude contener la alegría que sentía, le pregunté si estaba lista y cuando me confirmó que sí, puse en marcha la moto hacía el evento punk.
