Nota: En breve subiré el capítulo 49 que cierra este arco. Intentaré hacerlo hoy en la noche o si no mañana. Gracias por leer. 😊✨
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La demonio salió de la cueva teniendo la cabeza de su hermano en mano; miraba el horizonte mientras el aire le daba en la cara.
Saya: - Es momento de la dosis de sangre.
Abrió el frasco y derramó unas gotas en la lengua de Kenji.
Ya sé cómo proceder… Desde ahora no puedo cometer un solo error.
Shishio la abrazó desde atrás, de modo que pudo ver la cabeza nuevamente regenerada.
¿Qué es lo que pretendes hacer con eso?
El joven la llenaba de besos, cuando la encapuchada apareció ante ellos.
Encapuchada: - Parece que ya estás de mejor humor.
Saya: - Estaba esperándote.
Descendieron por un camino pedregoso que había cerca de la entrada de la cueva. Shishio las observaba bajar, teniendo el halcón en su hombro.
¿Por qué Saya pidió hablar a solas con ella? ¿De qué no puedo enterarme?
Bajaron hasta llegar a un mirador colmado de calas, el viento arreciaba, ondeando los cabellos cortos de Saya y la capucha de la misteriosa mujer.
Saya: - Sé que conoces mi origen, por eso hiciste alianzas conmigo.
Encapuchada: - El clan de las arañas vampiro… es casi una leyenda.
Saya: - Lo será algún día.
Encapuchada: - Estoy segura de que puedes acabar con esos hermanos. Si te soy sincera, no creo que haya nada que pueda darte a cambio, pero si hay alguna cosa te lo daré.
Saya: - Esta cabeza que ves aquí le pertenecía a mi hermano. Sesshomaru lo mató de la forma más cobarde, pero hay una razón por la cual no la he enterrado.
La encapuchada la escuchó interesada.
Saya: - No creo que pueda matarlos aun con mis arañas. Entre los dos podrán acabarme, sobre todo porque mi punto débil es el tiempo. No obstante, hay alguien que sí puede hacerlo y si me ayudas podremos hacerlo despertar.
Encapuchada: - ¿De qué estás hablando?
Saya: - Confía en mí y sigue mis indicaciones. Esta vez se invertirán los papeles.
Encapuchada: -¿Por qué me dices todo esto a solas?
Saya: - ¡Ssssh! Nadie más puede saber lo que voy a contarte.
Se acercó a la encapuchada y le dijo al oído:
Saya: - Mi padre antes de morir nos habló del Yugen.
Encapuchada: - ¿Yugen?
Saya: - "Cada híbrido de este clan, al reproducirse tiene mellizos; cuando solo queden dos hermanos sobre la tierra y uno de ellos muera, el que sobreviva hará de su cadáver un nuevo ser"
Encapuchada: - ¿Vas a revivir a tu hermano?
Saya: - Es más complejo que eso. Kenji ya no está, pero su material genético sigue intacto.
Encapuchada: - Si ese nuevo ser puede acabar con los hermanos, entonces está bien si se invierten los papeles.
El viento volvió a arreciar, moviendo el pasto crecido bajo sus pies y las calas a su lado. El halcón seguía la pista de las mujeres, al igual que su nuevo dueño.
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Cerca del río, a las afueras de la aldea, la sacerdotisa tosía. Se encontraba dentro de una casucha abandonada, en medio de un lúgubre bosque. Kanade había sobrevivido.
Afortunadamente, realicé el hechizo antes de recibir esa paliza. Sin embargo, me siento muy débil todavía. Crear esta cortina de humo me ha costado caro…
Había vuelto en sí cuarenta y ocho horas después de quedar en coma; primero se arrastró por el suelo como pudo, luego se desplazó de rodillas, hasta que logró mantenerse en pie y trasladarse a una casucha que vio a lo lejos. Había sobrevivido comiendo frutos del silvestres y tomando agua de lluvia.
Veo a lo lejos a dos mujeres hablar. Una de ellas parece una guerrera, pero ¿Quién es la otra encapuchada?
La mujer permaneció en el suelo de la húmeda y oscura estructura, abrazándose a sí misma para no perder el escaso calor corporal que había logrado reunir.
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El catorceavo día llegó. Rin había aprendido bastante sobre el Ikebana, que se le daba mucho mejor que la ceremonia del té. También había practicado la caligrafía con su amo y aprendido algunos platillos con el joven Hak y el cocinero de la posada.
Antes del almuerzo, atravesó con Sesshomaru y Jaken uno de los inmensos jardines. Una de las empleadas le había obsequiado una libreta donde Rin apuntó el nombre de las flores y plantas medicinales o de cualquier tipo que habían en el lugar y que nunca había visto.
Cuando el sol empezó a caer, los tres ingresaron a la habitación de los esposos.
Rin: - Señor Sesshomaru, mañana será luna creciente – dijo, mientras estaba sentada tras él y le cepillaba su larga melena.
Sesshomaru: - ¿Estás nerviosa?
Rin: - No termino de entender a cerca de los sellos, las purificaciones y los ritos, pero confío en las palabras de la sacerdotisa Kanade. Si nos mandó aquí es por algo.
Ahora que lo pienso… - añadió - dijo que su mentora no era nada fácil de tratar, pero yo la noto muy hospitalaria, agradable y se lleva bien con los empleados de la posada.
Jaken: - Es cierto que tiene esas cualidades, pero también es amante de la bebida, la fiesta y se encierra con esos sirvientes pelones que tiene para quién sabe qué.
Rin: - Señor Jaken.
Jaken: - ¿Qué?
Rin: - Usted también es pelón.
Jaken: -¡PUES CLARO, SI TODOS LOS DE MI RAZA SON ASÍ! ¡Niña impertinente!
Rin: - ¿Por qué no puede tener una hermosa y larga cabellera como la de mi amo?
La joven buscó entre su bolso de cosméticos una horquilla. Sabía que él odiaba esas cosas, pero ella quería ver cómo lucía en medio de aquellos cabellos plateados y sedosos.
¿Dónde estará?
Movió entre sus cosas y se manchó los dedos con pintura de labios, polvos para las mejillas y una pintura negra para delinear los ojos.
¡No! … Mis maquillajes se han estropeado.
Rin: - ¡Ya lo encontré! Muy pronto estará listo, señor Sesshomaru.
Pero al intentar poner la horquilla manchó los cabellos con la extraña mezcla de ingredientes.
¡Oh no!
Intentó sacudir ligeramente la sustancia, pero solo hizo que se adhiriera más. Se había hecho una inmensa masa chiclosa en el cabello, muy cerca de las raíces.
Rin: - Tiene un cabello grueso que sobresale ¿Está bien si se lo retiro?
Sesshomaru: - Está bien.
Al demonio le extrañó tener un cabello grueso y sin vida. Su pelaje era excepcional.
Rin: - Usaré un cuchillo para no dañar su cuero – intentaba disimular lo más posible.
Jaken: - ¡No te vayas a cortar, niña torpe!
Bien, solo debo cortar los cabellos que están embarrados con esta extraña cosa…
No obstante, el señor Jaken le habló de pronto, haciendo que diera un salto y cortara un gran mechón de cabello casi desde la raíz. Sesshomaru escuchó el corte y abrió mucho los ojos.
Miró horrorizada la cabeza de su amo, dado que casi se le veía cuero cabelludo. Rin tenía un grueso mechón de cabello plateado en su mano.
Jaken: - ¿PERO QUÉ LE HAS HECHOOO?
El sirviente veía perplejo el hueco en la cabeza de Sesshomaru.
El daiyokai permanecía sentado con los ojos cerrados. Manteniendo la compostura, le expresó:
Sesshomaru: - Dijiste que sería UN cabello, Rin.
Rin: - Todo fue culpa del señor Jaken por hablar de repente. Además, el cabello crece rápido, afortunadamente no tiene la suerte del señor Jaken…
Sesshomaru se tocó la parte trasera de su cabeza y sintió el inmenso hueco que tenía.
Sesshomaru: - ¡RIIIIN!
Rin: -Perdónemeeee.
Salió corriendo a toda velocidad hacia cualquier sitio. Deliberadamente se decantó por buscar refugio en la oficina de La mujer cuervo. Mientras tanto, el daiyokai veía con enojo su cabello en el suelo, embarrado de una textura extraña y negra.
Jaken: - Amo Sesshomaru, perdónela. Se lo digo yo, no es tan malo ser calv-
Sesshomaru: - ¡CÁLLATE!
Se miraba la cabeza, ayudándose de un espejo grande y ovalado que había en la habitación y otro de mano para reflejarse en él.
¡Es inmenso!
Rin entró de puntillas a la oficina y vio que estaba vacía. Al momento, escuchó pasos.
¡Oh no! Ese debe ser el Amo Sesshomaru.
Sin pensarlo dos veces abrió la puerta, que supuestamente los llevaba a la jaula para hacer el rito, y se escondió allí.
Los gemelos, esclavos de la dueña de la posada, entraron.
Gemelo 1: - La puerta está…
Gemelo 2: - Abierta.
Se fijaron en los alrededores y no notaron nada extraño. Rin sentía el terror. No sabía qué podía pasarle si la descubrían. De repente, percibió algo en sus pies y al mirar abajo observó un esqueleto desordenado en el piso. La calavera la estaba mirando.
¿QUÉ ES ESTO?
Se cubrió la boca con ambas manos, intentando no gritar.
¡Esto no es un portal, es un compartimento secreto! ¿Y por qué hay huesos? ¿Qué significa todo esto?
Gemelo 2: - Mañana es el gran día – dijo, mientras se paseaba por la estancia.
Gemelo 1: - Por fortuna, pues nuestra señora ha estado malhumorada por el hambre.
Gemelo 2: - Veremos el espectáculo: un humano siendo masacrado por un demonio. Hermano, hay algo que no me queda claro ¿Por qué nuestra ama necesita que hagan el rito primero? ¿No hubiera sido mejor devorarlos apenas entren a la jaula?
Gemelo 1: - Porque no tiene caso beber una sangre contaminada. La humana necesita liberarse del sello primero y luego ser devorada por ese demonio tan imponente.
Gemelo 2: - Imponente sí, pero no tan inteligente ja, ja, ja, no se le ha pasado ni por la mente que la jaula para pájaros donde harán el rito es en realidad….
Gemelo 1: - Su estómago.
Ambos rieron de forma estruendosa, saltando de alegría y tomados de las manos. Rin lloraba aterrada, cubriéndose la boca para no soltar ningún sonido.
Los gemelos se marcharon, dejando la puerta abierta. La humana salió al momento; se encontraba totalmente anonadada, le costaba moverse, pero debido a la adrenalina corrió con dificultad hacia la salida. Apenas cerró la puerta y se escabulló entre las sombras vio a su querido amigo Hak silbar, mientras llevaba unas sábanas.
Cuando lo vio alejarse, salió corriendo.
¡Todos en esta posada deben estar enterados de los planes de la dueña!
Mayordomo Hak: - ¡Rin!
Ella palideció.
Mayordomo Hak: - ¿Qué haces aquí?
Rin: - T-tengo hambre – dijo, mientras volteaba verlo.
Mayordomo Hak: - La cocina queda justo del otro lado.
Rin: - M-me distraje.
Mayordomo: - Siempre siendo tan despistada – su voz sonó muy grave.
Rin: - Iré a mi habitación.
Tomó impulso para marcharse.
Mayordomo Hak: - Rin.
Rin: - ¿S-sí?
Mayordomo Hak: - Mañana será un gran día ¿No? – le sonrió.
Rin lo observaba a los ojos, consternada.
Mayordomo Hak: - Después del rito se marcharán. Es una lástima. No nos volveremos a ver… probablemente.
Rin tragó saliva.
Mayordomo Hak: - Buenas noches – le hizo una reverencia.
Rin: -¡ B-buenas noches!
El jovencito permaneció de pie, viendo a la humana marchar.
Mayordomo Hak: - Adiós, querida Rin.
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Aclaración de conceptos:
La leyenda del Yugen: Cada híbrido del clan de las Arañas Vampiro, al reproducirse entre ellos da a luz a gemelos; cuando solo queden dos sobre la tierra y uno de ellos muera, el que sobreviva hará de su cadáver un nuevo ser. Este nuevo ser es el Yugen.
Descripción de personajes:
Gemelos: demonios de piel pálida, ojos grises y calvos. Tienen un rostro afeminado y andan desnudos. Se desconoce por qué son esclavos de La mujer cuervo; los ha amaestrado totalmente, por lo que hacen lo que ella diga sin cuestionarla y la siguen a todas partes. Se desconoce si poseen alguna habilidad oculta.
