CAPÍTULO XXVIII

PALACIO

(Tres semanas después)

Y aunque aún faltaba tiempo para que el verano arribara, el sol de Junio ya quemaba con inclemencia.

Haruka Tenou, habiéndose recuperado casi por completo, esa calurosa mañana había salido en compañía de Kenta, el único del medico del lugar, para terminar de conocer esas aún desconocidas calles. Así pues, apoyando sus pasos en un bastón para hacer menos difícil su aún adolorida marcha, avanzaba con una mueca de satisfacción.

"Y bien, ¿Qué te parece?, ¿Es lo que esperabas encontrar?", cuestiono el viejo orgulloso de su hogar.

Emocionado, el alto y rubio hombre asintió; "Me resulta encantador. Hay muchas cosas que debo reconocer. Una de ellas es que el parque no es tan grande como el de Tokio, pero esta mucho más limpio y verde"

"Lo es, quizás se deba a que la población no es tan densa como allí"

"Cierto. Además las calles no están tan ajetreadas", replicó al descubrir que no tenía esquivar tantos rickshaw y carruajes como en la capital.

Sin desdibujar su sonrisa y con un solo pensamiento en la cabeza, en la cercana distancia el rubio finalmente observó aquellas dos construcciones que sobre la misma calle, aunque una casi frente a la otra, se levantaban.

La primera, alzándose con sus dos pisos sobre las demás, en un par de semanas podría ser llamado hogar. La segunda, la cual en otro tiempo hubiera funcionado como botica, dentro de unos meses se convertiría en una panadería

Y es que luego de estar una semana y media en cama, en cuanto Kenta le informo que podía volver a su vida normal, pero sin que se extralimitara, le pidió al hombre que fuera tan amable en acompañarle en su búsqueda de un lugar para vivir de forma provisional, y es que no deseaba seguir siendo una carga ni para él ni para su preciosa hija.

El médico, siendo amable con su nuevo amigo, le indico cuales eran los lugares seguros en los que podría hacerlo. Por ejemplo, la pensión que se encontraba justo en el centro de la ciudad y que por un módico preció ofrecía un buen hospedaje.

Así que habiendo hecho el tramite pertinente, esa misma tarde Haruka ocupo una de aquellas habitaciones.

Luego de pasar esa larga noche en vela, el joven llego a una conclusión, y esa fue que si construía una casa desde cero, le llevaría mucho tiempo. Haciendo más agónica su espera y la de su amada. En cambio, si encontraba algo que estuviera casi listo para ser habitado, de esa forma se ahorraría meses de trabajo y con ello podría concentrar su atención en lo que sería la panadería. El problema era que no sería nada fácil ni barato el encontrar algo con estilo occidental, que era lo que aquella tarde sobre la colina su amada hubiera deseado.

Kenta, pensando que se trataba de una disparatada broma, incrédulo lo condujo a un barrio de clase medía donde hacía no mucho tiempo un pequeño grupo de misioneros Europeos se hubiera asentado. Construyendo sus hogares y negocios con fuerte concreto y adornando sus fachadas con hermosas canteras.

Como Tenou lo hubiera pensado, hacerse de aquellas dos propiedades no fue nada barato. Así que luego de hacerles llegar el pago a sus antiguos dueños por medio del notario, fue un viernes cuando por fin firmo los documentos en los que se constataba que él era el nuevo propietario. Y, aunque ambas estaban en perfectas condiciones, había ciertos detalles a reparar o cambiar.

En eso había utilizado dos cuartas partes del dinero que en otras circunstancias hubiera servido para pagar su carrera en la universidad de Tokio.

Tonto Isao que lo había juzgado mal, y es que de haberle pedido a él que fuera su socio, este sin duda hubiera aceptado, demostrándole con ello que no era ese estúpido panadero muerto de hambre que él había imaginado.

Así pues, detenido sus pasos, Haruka sonrió al contemplar el que en unos cuantos meses sería el palacio de su amada.

"Cambiar la pintura, reparar las bisagras de las puertas y cambiar los cristales de las ventanas, me tomara solo un par de semanas. Levantar una construcción como esta me llevaría mínimo año, yo no puedo esperar tanto", dijo mirando lo que se supone y era el jardín, el cual a falta de cuidados se había marchitado.

"Debiste verlo en otro tiempo, era muy verde y hermoso. Ahora es todo un desastre", Kenta señalo al ver la amarillenta maleza que se había apoderado del lugar.

"Dentro de poco no se verá tan mal. Prometí sembrar tomates, fresas y dulces moras", recordando a su amada, Tenou no pudo evitar suspirar. "De lo otro me ocupare después, ahora mi prioridad es esto"

Tomando la llave de su bolsillo, de inmediato dirigió sus pasos hacia la entrada y apoyándola en la cerradura, empujo la puerta, luego con cierto nerviosismo ingreso.

Observando la planta baja, sonrió al contemplar los oscuros suelos de madera y como la luz del sol ingresaba por los anchos ventanales, penetrando hasta en el ultimo rincón.

"Aquí estará el recibidor. En esa habitación estará el estudio, que también servirá de cuarto de pintura. De ese lado estará el gran comedor. Pondré otro más pequeño en la cocina", agitado por la ilusión, de forma rápida hablo.

"Dime, ¿A qué se debe ese gusto por lo occidental?", sin entender, el medico cuestiono deseoso de saber más, y es que cada vez que preguntaba sobre como había sido su vida en Tokio, Tenou se volvía hermético y luego trataba de huir a la conversación. Era lógico, aún tenia miedo de que Isao lo encontrara y cumpliera su infame promesa.

"Por ahora solo puedo decir que es algo que me gusta", replico dirigiendo sus pasos hacia el pasillo que conducía a la amplia cocina.

Ingresando en ella, miro el fogón mientras negaba con la cabeza. "Lo único que de esta casa no me gusta, es eso", dijo señalándolo, y es que este era pequeño. Ademas las paredes que lo enmarcaban eran de un tono oscuro, dándole un aire sombrío y melancólico. "También tengo que cambiar ese horrible color. Ya cuando todo este listo, iré pensando en como amueblare cada habitación"

"Cerca de aquí hay un lugar donde venden cosas usadas, están en muy buenas condiciones y ademas es barato", Kenta opino.

El bello joven se encogió de hombros; "No, todo en mi casa debe ser nuevo", expreso y entonces de forma presurosa, pero siempre procurando no lastimarse, subió por las hermosas escaleras de madera que conducían a la planta alta, donde observo las tres habitaciones que la conformaban.

Siendo victima de un nerviosismo aún mas grande, de pie se quedo frente a la habitación principal, luego respiro profundo y empujando la chirriante puerta, con una sonrisa en los labios ingreso.

"Este Michi, este será nuestro intimo lugar". Contento porque era tal y como la habían soñado, suspiro al observar la amplia ventana del fondo y la cual daba una magnifica vista hacia un verde campo."Como te lo prometí, aquí estará nuestro lecho. De noche desde aquí observaremos la luna, al amanecer despertaremos con un beso y luego, luego haremos el amor. Se paciente Michi, pronto lo veras. Solo espero y te guste tanto como a mi", lleno de ilusión pensó.

Esa alegría que le iluminaba el sonrosado rostro, no paso desapercibida para Kenta, quien de inmediato intuyo que ese lugar lo estaba preparando especialmente para una mujer. ¿Quién era ella?, no lo sabía, pero le gustaba imaginar para quien podría llegar a ser.

"A partir de mañana comenzare con las reparaciones que hagan falta", dijo mientras abría la ventana para permitir que el fresco aire del amanecer ingresara. "La panadería llevara más tiempo. Necesitare quien cambie los cristales y construya un horno... entre eso y lo demás me llevare un par de meses, luego podre volver a Tokio"


(Cerca de allí)

Y como cada día, la joven Mina junto a otras tres mujeres se ocupaba de atender los quehaceres dentro de aquella casona que se alzaba a las afueras de la ciudad.

El ama de llaves, quien se encargaba de repartir y vigilar que estos se llevaran a cabo al pie de la letra, era una mujer madura que debido a ese carácter tan rancio, el entrecejo fruncido y los labios apretados, lucía mayor de lo que era. Bien podría llegar a afirmarse que ella era la contra tesis de la señora Matsuko, quien aunque desconfiada, siempre estaba de buen humor.

Así pues, cruzada de brazos en medio del recibidor, prestaba especial atención a cada movimiento de las tres chiquillas. "Esas flores", dijo señalando el lugar donde debían ser colocadas.

"¿Así están bien?", pregunto la rubia mientras volvía a acomodarlas.

El ama de llaves negó con la cabeza; "Según el gusto de la ama si, sin embargo para mi gusto no. Pero como es ella quien manda, así déjalas", nada convencida torció los labios.

"Vieja solterona, se cree la patrona", Mina pensó tratando de no reír.

Como si hubiera adivinado cual había sido su pensamiento, la vieja sonrió con cierta burla, luego abrió los labios de forma lenta; "Y dime, ¿Ya le llevaste el café al joven amo?", el tono de su voz sonó molesto.

Ante esa pregunta, la rubita se estremeció y luego negó con la cabeza; "Aún no"

"Entonces, ¿Qué estas esperando?. Si no lo bebe a la hora acostumbrada, los dolores de cabeza comenzaran a fatigarlo y estará de mal humor. Eso hará que la señora se moleste con nosotras"

"Ese no esta enfermo de migrañas como quiere hacerlo creer, son las borracheras las que lo tienen así", pensó para sus adentros. "Ahora mismo se lo llevare", expreso dirigiéndose hacia la cocina para cumplir con la molesta orden. Orden que a ninguna de las jóvenes doncellas que ahí trabajaban, les hacía gracia.

Así que tomando la charola y colocando en ella una taza de café y un bocado, con pasos lentos, como quien espera no arribar, comenzó a acercarse y una vez que se encontró de pie frente a aquella puerta, respiro profundo, luego con nerviosismo llamo.

"Joven, aquí esta su desayuno", dijo esperando que este aún se encontrara dormido. Si así era, entonces rápidamente podría entrar y dejar la charola. Luego saldría sin ningún problema.

Sin embargo ese no sería su día de suerte, porque al instante desde detrás una ebria voz respondió; "Adelante. Puedes pasar"

Mina volvió a respirar profundo y bajando la mirada a la espera de no encontrarse con aquello, con temor lo hizo.

"Buenos días, joven. Aquí esta su café", expreso sin dejar de ver al suelo y mientras se acercaba a la mesa de noche para dejarlo.

El hombre, si apenas un poco mayor que ella, salio de la cama y vistiendo tan solo una sencilla prenda que cubría desde sus hombros hasta sus chamorros, sonrió de forma juguetona; "Gracias", replico sin vergüenza alguna.

"Si no necesita nada más, entonces con su permiso", incomoda por esa procaz situación, la cual se repetía cada mañana, Mina replico encaminándose hacia la puerta.

El joven amo, quien era un vago sin oficio otro más que beber, jugar y ser un mujeriego, fue mas rápido que ella y bloqueandole el paso, echo doble seguro a la cerradura; "Se me ofrece que me acompañes"

"No puedo hacerlo, debo regresar a mi trabajo", comenzando a temblar, contesto ella.

El sujeto negó con la cabeza y tomándole de la mano, trato de hacer que se sentara sobre el lecho; "Se supone que si yo doy una orden, tú la obedeces. Así que te estoy ordenando que me acompañes a desayunar"

"Señor yo, yo no puedo hacerlo. Debo volver a la cocina", replico resistiéndose a sus deseos.

"En verdad eres estúpida. Cualquier mendiga estaría contenta de estar en tu lugar", chillo de forma burlona.

"Yo no soy una cualquiera", expreso la otra elevando la voz y mientras trataba de escapar a su fuerte agarre.

"Si yo te ordeno que te comportes como una, entonces tendrás que hacerlo, o que... ¿Prefieres perder tu trabajo?", grito enfurecido.

Mina, no dispuesta a dejarse humillar de ninguna forma, levanto la mano para abofetearlo y una vez que lo hizo, de sus labios la brillante sangre comenzó a emanar.

"Hija de puta", mascullo él limpiándose la sangre con el dorso de su mano. "Ahora veras. Vas arrepentirte de esto", dijo y abriendo la puerta, alzo la voz; "Madre, madre, ven pronto"

Ante el llamado de su único hijo y preocupada porque pensaba que algo malo le había pasado, la mujer de inmediato acudió; "¿Qué ocurre?, ¿Que te sucedió en el rostro?", cuestiono al ver la brillante sangre manchandole la bata.

"Madre, echa a esta desvergonzada de nuestra casa. Esta criada piensa que este es un burdel", de forma cobarde se atrevió a acusar. "Ha entrado a mi habitación con el pretexto de dejarme el desayuno, pero sus verdaderas intenciones eran otras, quería... es indigno siquiera recordarlo"

Incrédula por lo que sus impíos labios relataban, la rubia intervino; "Eso es mentira, es él joven quien me ha tratado…", quiso explicar.

"Pero qué vergüenza la de esta mujer. Mira que acusar a mi hijo de esa forma tan descarada. Eso es algo que no puedo tolerar", la señora de la casa interrumpió con fuertes gritos.

"Si madre, echala a la calle. Ese es el lugar al que pertenece"

"Siempre es lo mismo con estas criadas, llegan a trabajar a un hogar decente y luego tienen el descaro de alegar que su bastardo, es hijo del patrón", la mujer, defendiendo al infame de su vástago, expreso refiriéndose a una chiquilla a quien hacía varios años había echado luego de que esta alegara que su pequeño, era su nieto. "Si una desvergonzada quieres ser, entonces allí esta la calle", de forma inquisidora señalo hacia la salida, luego la tomo por el sencillo yukata para echarla.

Las tres jovenes, habiendo escuchado el alboroto, se acercaron para ver que era lo que sucedía. Mina al verlas se dirigió a ellas; "Hablen, no se queden calladas. Acusen a este desvergonzado para que su madre deje de protegerlo. Díganle que es un pelado"

Ellas, sabiendo que si lo hacían serían despedidas, bajaron la mirada, permitiendo con ello que las injusticias continuaran.

Dejando que las lagrimas le llenaran el empalidecido rostro, la joven rubia tomo sus cosas y, aunque le preocupaba perder su trabajo, lo que en verdad la había herido eran las terribles ofensas y acusaciones que hubiera recibido.

"Ahora, ¿Qué haré?, soy una tonta... quizás debí, no. Eso es inaudito. Yo no hubiera podido seguir soportando a ese ebrio enfermo", murmuro limpiándose el rostro y mientras comenzaba a caminar sin verdaderos deseos de regresar a su casa.

Así que dirigiendo sus pasos hacia la hermosa playa, se sentó sobre la húmeda arena y abrazándose a sus rodillas, comenzó a llorar de forma abierta. "Esa mujer me ha humillado. Jamas las palabras me dolieron tanto como hoy"

Por su parte como cada tarde desde hacía una semana, Haruka Tenou acudió a la orilla de la playa para contemplar el hermoso atardecer.

Sonriendo, dejo a un lado el bastón y quitándose los zapatos y los calcetines, se sentó sobre la salada arena para dejar que la refrescante marea le empapara los pies. Luego fijo la hermosa mirada en los azules cielos.

"Muy pronto Michi, muy pronto estará lista tu casa. Entonces te traeré conmigo. Juntos vendremos a ver el atardecer. Ya veras que hermosa vida nos espera a ti y a mi", murmuro al borde del llanto. "Entonces ya no me importara enfrentarme a tu padre. Si tengo que pelear por estar contigo, entonces no me importara si en ello se me va la vida"

En ese momento el llanto de una mujer llamo su atención y haciéndolo volver la mirada hacia su izquierda, contemplo a una rubia joven con los brazos al rededor de sus piernas. Y, aún sabiendo que quizás estaba haciendo lo incorrecto, se puso de pie y tomando sus cosas, dirigió sus pasos hacia ella.

"Sé que dirás que esto no me incumbe, pero es que no me gusta ver que las mujeres lloran. Dime ¿Estas bien?", pregunto pensando en su amada, quien seguramente estaría sufriendo su partida.

Agitada, Mina levanto la cabeza y al instante ambos se reconocieron. Era él, el hermoso rubio. Era ella, la hermosa chiquilla de ojos azules.

"Haruka, ¿Verdad?", cuestiono limpiándose las lagrimas que resbalaban por sus mejillas. "Me alegra mucho ver que esta bien"

"Gracias, ¿Puedo sentarme?", pregunto el otro.

"Si mi presciencia no le resulta aburrida, claro que puede hacerlo", sonriendole, la señorita asintió.

"La compañía de una buena mujer jamas es una molestia", Tenou replico de forma caballerosa y mientras dejaba un lado su bastón. "¿Por qué llora?"

"No tiene importancia"

"Me importa. Usted salvo mi vida y ahora siento que estoy en deuda"

Ella, encogiéndose de hombros y sintiendo que podía confiar en él, relato; "Mi ex patrona cree que soy una cualquiera. No quiso escuchar cuando le dije que su hijo era un imbécil. Así que me echo de su casa. ¿Por qué los hombres son unos idiotas?", aferrando su mano a la arena, llena de ira tomo un puño.

Ante esas palabras, Haruka no pudo evitar sonreír; "Gracias"

Comprendiendo que sus palabras no habían sido las mejores, su rostro hirvió de pena; "Lo lamento, no quise ofenderle. Será mejor que me vaya y no lo moleste", tomando sus cosas, se puso de pie.

Tenou tomo su mano, indicándole con ello que volviera a sentarse; "Me ofendería si yo también fuera un imbécil. Yo soy bueno, o quizás así me veo", dijo bajando la mirada, y es que no podía evitar pensar que era un cobarde por haber huido.

Ella volvió a sentarse junto a él; "Usted no lo sabe, pero es muy difícil ser mujer"

Viendo como el sol comenzaba a perderse detrás del horizonte, Haruka asintió con una media sonrisa en el rostro; "Aunque no lo crea, puedo imaginar como ha de ser"

"No quiero regresar a casa, mi hermanito de seguro ya regreso de la calle y me avergüenza que me vea así"

En ese punto el chiquillo tuvo una idea y volviendo a tomarle la mano para devolverle los perdidos ánimos, emocionado hablo; "¿Que pensaría si yo le dijera que puedo darle un empleo?. Soy un hombre solo y lo que quiero pedirle se trata de algo muy personal. Usted me Inspira confianza... ¿Qué dice?"

Ante su inesperado toque y sus ofrecimientos, ademas de recordar lo ocurrido con el amo, Mina mal pensó. Así que reincorporándose, enjugo su lastimoso llanto; "Yo no hago esas cosas. Vaya a los bajos barrio. Allí encontrara compañía"

Tenou negó con la cabeza y tomando su bastón, también se puso de pie; "Me ha malinterpretado. Yo no quise decir eso. Estoy solo y necesito que alguien me ayude con algunas cosas en mi casa. Dígame si le interesa", explico esperando con ello convencerla. "Si desconfía, entonces traiga a su hermanito, en algo podrá ayudarme"

"¿De verdad no se trata de eso?", cuestiono.

"Por lo que más quiero, le juro que no se trata de nada de eso. Si todo va bien, en algunos días podre ocuparla en otra cosa, qué es igual de honrada", mirándola a los ojos para inspirarle confianza, exclamo.

"Me interesa y mucho", contesto tendiéndole la mano, como si hubieran cerrado un gran trato.

Estrechándola, el caballero indicó; "Entonces los espero mañana a las nueve. Mi casa esta en lo que fue el barrio Europeo. Es la que tiene el peor jardín. Los espero a las nueve, ¿Si?"

"Allí estaré", replico emocionada.

"Hasta entonces, y por favor ya no llore. Tiene unos ojos muy bonitos", sonriendo, Tenou se atrevió a reconocer.


Notas de autor;

Hola mis estimados lectores. Quizás este capitulo les resulte un poco rápido en cuanto a que Haruka ya se hizo de lo que será su hogar y su negocio. Y es que en un principio contemple la idea de que comenzara su hogar desde cero, sin embargo eso tomaría muchooo tiempo y abarcaría muchooos capítulos. Lo cual sería aburrido. Así que decidí hacerlo de esta forma. Espero y les guste como va avanzando.

He tenido problemas técnicos, cuando no es el internet, es el pc. Por poco y esta semana no hay capitulo. Así que si una semana no actualizo, tengan por seguro que la historia no se quedara a medias. Hasta ahora lo he hecho cada viernes, pero si comenzara a actualizar cada quince días, por favor no se desesperen. No me gusta dejar el trabajo tirado y prefiero que sea cada quincena a dejarlo inconcluso. ¿Que opinan?

Isavellcota; Ella nunca lo amo, aprendió a quererlo, que es diferente.

Kaiohmaru; A mi también me hubiera gustado ver más de las dos, no como guerreras, pero esa vida tranquila que llevaban.

Michelle; Ella hará todo lo posible por proteger a su pequeña. No desea un futuro como el de ella, Michiru mucho menos. Solo falta que Haruka no la olvide y realmente cumpla su promesa.

HaruTenoh11; No creo que Mina en esta ocasion vaya a ser un problema para ellos, recuerda que en mi primer historia tuvo su redención.

Hotaru tomoe; A Haruka parece irle bien. A su paso se ha encontrado con gente buena, y eso le mortifica. Mientras él esta bien y seguro, su amada quizá esta en problemas con Isao. Isao nunca tuvo una familia, tampoco un hogar, esta al lado de ellas por meras apariencias (Y porque Katherine medio lo mantiene), así que si las pierde, le dolera por el lado economico, no por lo sentimental.