CAPÍTULO XLVII
INCIERTA ESPERANZA
(Hace veinte años)
Obedeciendo la orden que aquel apuesto hombre de cabellos negros le había dado, temerosa aquella mujer aguardaba en el amplio salón.
Impaciente y a la espera de que él regresara con buenas noticias, por un momento contemplo su desgastado vestido. Y es que temía causar una primer mala impresión. Más aunque su aspecto era descuidado, en su oscura mirada podía contemplarse un destello de confianza.
El sonido del agua que provenía del estanque llamo su atención, haciendo que dirigiera sus pasos hacia ahí. Así que inclinándose sobre el, con interés contemplo los juguetones peces de colores que ante su presencia se acercaron a la espera de ser alimentados.
De pronto el eco de unos pasos que se acercaban la devolvieron a la realidad. La pelinegra se reincorporo y acomodándose el rebelde cabello con sus desnudos dedos, contemplo al esbelto sujeto en compañía de una dama.
Para ella aquella visión se le antojo exquisita. Y es que si la mujer no hubiera estado encinta, bien hubiera podido jurar que se trataba de un hermoso ángel envuelto en encajes.
"Es ella", el atractivo hombre señalo.
"Buenas tardes", con cierta dificultad en su evidente acento extranjero, saludo la rubia para ella.
"Buenas tardes", contesto la mujer al mismo tiempo que hacía una corta reverencia. Aunque estaba desaliñada, quería que ella viera que se trataba de una persona educada.
"*Sé que su aspecto no es muy pulcro que digamos, pero lo que en verdad importa es que sepa cocinar y limpiar*", ese hombre que no era otro mas que Isao, dijo para con su joven esposa.
La aún joven señora Matsuko no entendió la extraña lengua en la que los dos hablaban, sin embargo la gentil sonrisa de la que sería su Ama, le inspiro confianza.
Asintiendo Isao se volvió hacia ella; "Como podrá darse cuenta mi esposa es extranjera. Entiende poco de nuestro precioso idioma, pero estoy seguro de que podrán comunicarse"
"Mucho gusto, señora. Me llamo Matsuko. Si usted me lo permite, voy a cuidar de usted"
Escuchándola con detenimiento y habiendo así entendió sus palabras, la chiquilla respondió; "Soy Katherine"
Isao inflamo el pecho en orgullo y viendo a la que sería la futura nana de su hija, añadió, "Mi mujer esta embrazada, en unos cuantos meses dará a luz. Por favor cuide mucho ella"
En ese momento ninguna de las dos imaginaba que dentro de poco tiempo ese atractivo, educado y cariñoso hombre se convertiría en una bestia.
(Presente. Nagasaki)
Disfrutando de un delicioso panecillo, Michiru estaba sentada detrás del mostrador.
Por su parte, Haruka revisaba que lo pedidos que estaban listos para ser enviados estuvieran en orden. Más viendo a su amada totalmente interesada en el postre, dejo a un lado lo que hacía.
"¿Cómo estas?", cuestiono acercándose a ella, luego le beso la endulzada mejilla.
"Bastante bien", contesto antes de darle un mordisco a su panecillo. "¿Sabías que odio la mermelada de piña?"
Ante esas palabras y viendo que justamente estaba comiendo un pastelillo relleno de ella, no pudo evitar preguntar; "Si la odias, ¿Por qué la comes?"
"Porque esta deliciosa. Ademas toda la noche tuve un terrible antojo. Estuve a punto de enviarte a conseguirla", expreso y cubriéndose los labios, no pudo evitar reír un poco.
"Si eso deseabas debiste decirme... Mira, es el cartero", al ver hacia la calle, el rubio observo que el oficial llamaba a la puerta de su hogar.
"Quizás hay carta para nosotros"
"Es cierto, iré a investigar", Haruka contesto. Saliendo alzo la voz para que el anciano lo escuchara; "¿Hay algo para nosotros?"
El sujeto volvió la mirada y cruzando la acera, replico; "Así es, pero no es cualquier cosa como para dejarlo tirado en la puerta. Es un paquete que enviaron desde Tokio y que esta a nombre de la señora Tenou"
"¿Un paquete?... esta bien, yo lo recibo"
El sujeto le entrego la caja y luego el recibo para que lo firmara.
Intrigado por saber que era, Haruka sonrió al ver el remitente. Fue entonces que volvió a ingresar en su negocio.
"Michi, tengo una sorpresa para ti"
"Para mi, ¿Qué es?", cuestiono sorprendida.
"Esto que te envía tu madre", Tenou dijo y entonces coloco el paquete sobre el mostrador. "Me alaga mucho que todos ya te conozcan como la señora Tenou"
Emocionada por tan buena noticia, Michiru no pudo evitar sonreír. "Aunque no estamos casados, es lo que soy... ¡Dioses!, no puedo creerlo", tomando el abrecartas que reposaba junto a la caja registradora, comenzó a cortar las cintas que lo envolvían
"¿Qué es?", más que intrigado por saber que había, Haruka se acerco para echarle un vistazo.
Habiéndolo abierto en totalidad, Michiru saco el contenido, entonces descubrió una carta sellada y todas aquellas hermosas cosas que su madre le hubiera comprado para su bebé.
"Es cierto, olvide todo esto en casa", ruborizada murmuro.
"Qué bellos, ¿En verdad los bebés son tan pequeños", tomando una de las diminutas prendas, el rubio no pudo evitar preguntar. "¿Así de pequeños fuimos?"
Por su parte, feliz porque su madre le hubiera escrito, la chiquilla tomo la carta para abrirla. Mas cuando rompió el sello, negó con la cabeza; "No, esperare a leerla antes de irme a dormir", dijo y entonces la estrecho contra su pecho.
(Esa noche. En algún lugar del océano)
Observando la claridad del cielo estrellado, la bella rubia Katherine disfrutaba de la hermosa noche. Y aunque el frió viento soplaba sobre sus cálidas mejillas, para nada le resulto una sensación desagradable.
La señora Matsuko, viéndola absorta en sus propios pensamientos, no puedo evitar recordar el momento en la que la conoció. Y aunque eso había sido hacía ya muchos años, para ella fue como haber regresado a ese instante.
Notando su presciencia, pero sin volverse, la dama le hablo; "Nana, ¿No puedes dormir?"
"No, señora. Lamento haberla interrumpido"
"No te preocupes. Ademas me pasa lo mismo". Viendo hacia las oscuras aguas, respiro profundo y entonces no puedo evitar decirlo; "Estaba pensando en Isao", sí, en su voz había cierta tristeza.
Ante esas palabras, la señora Matsuko la observo con evidente extrañeza; "Señora, ¿No me diga que esta considerando regresar?"
"Por supuesto que no, nana. Aunque no niego que de volver en el tiempo, volviera a casarme con él solo para poder tener a mi pequeña en los brazos, luego huiría para protegerla. Ella es lo único bueno que de él obtuve"
"Entonces, ¿Qué le ocurre?", preocupada cuestiono.
La mujer volvió a respirar profundo antes de responder; "Pensaba en el hecho de que escape demasiado tarde. Debí hacerlo en el preciso momento en que desprecio a mi pequeña por ser mujer. Entonces nada de esto hubiera ocurrido. Todo lo que ha pasado es mi culpa", en ese punto dejo que las lagrimas le nublaran la mirada. "Soy responsable de su desgracia"
"No es su culpa, solo de esos monstruos sin corazón"
"No hay día que no me culpe de ello", Katherine gimo al borde de derrumbarse.
"Por favor tranquilícese, iré a prepararle un te"
Katherine negó con la cabeza, tomando sus envejecidas manos entre las suyas; "Nana, ¿Hace cuanto sirves para nosotros", cuestiono dibujando una sonrisa en sus labios.
La señora Matsuko sonrió satisfecha; "Los mismos años que la niña tiene"
"Eso es toda una vida, ¿Verdad?"
"Yo acababa de enviudar, estaba sola porque Dios no quiso darnos hijos, más aún así los dos fuimos muy felices... vagaba por las calles buscando sentido a mi vida porque pensaba que todo había terminado para mi. Entonces un carruaje se detuvo a mi lado. Un señor guapo y muy educado me hablo para ofrecerme un trabajo... había que cuidar a su esposa que dentro de poco daría a luz a su heredero... pensé que en cuanto usted me viera con mi sucio vestido y el cabello enredado, me echaría a la calle, pero no fue así, gustosa me recibió en su casa. Y aunque muy bien no nos entendíamos, usted fue muy amable al enseñarme a hablar así", al decirlo sus ojos brillaron.
Katherine también sonrió; "De ti lo que menos me importo fue el vestido, y es que cuando te vi me recordaste a mi propia nana... sin embargo de ello te hablare otro día", recordando a la madre de su amado Albert, contesto.
"Luego el señor Isao se volvió egoísta, sin embargo lo único que le agradezco, es que me haya puesto a su servicio. Porque sin querer me dio una familia. Poco después nació la niña Michiru, entonces usted me pidió que me quedara. Y porque vi a la niña nacer y porque vi al señor Isao convertirse en un demonio con las dos, es que hasta de ese muchacho quise protegerla"
"Mi pequeña no se equivoco al elegirlo, pero ¿Lo ves? nana, hace ya mucho tiempo que has servio para nosotros. Así que ya es hora de que descanses"
"No señora, debo ganarme la vida"
"No, nana. Mereces descansar. Aparte de mi hija, mi nieto y ese muchacho, tú también eres parte de mi familia. Deja que ahora yo cuide de ti"
Ante esas hermosas palabras, la señora Matsuko no pudo evitar llorar; "Gracias señora, pero al menos deje que yo siga preparando su te"
"Esta bien", la rubia concluyo sonriendole.
(Nagasaki. Residencia Tenou)
Y el momento que durante todo el día Michiru hubiera esperado, finalmente llego.
Sin poder contener la alegría que embargaba su pecho se sentó frente al tocador para iniciar la agradable lectura.
"Hija, no sabes cuanto me alegró el haber recibido tu carta, pero más me alegra el hecho de que finalmente seas feliz y que de nueva cuenta hayas vuelto a sonreír. Sabía que en cuanto él regresara, tú volverías a ser la misma de antes.
Olvidaste las cosas que compre para tu bebé, por eso en cuanto supe donde estaban pude enviarlas.
Hija mía, de hoy en adelante te aseguro que las cosas irán mejor. Sabiendo tu paradero y que eres feliz al lado del hombre que amas, es que yo he decidido dejar la casa para siempre. Ruego que me perdones por no haber tenido el valor de hacerlo antes. Pero dicen que mas vale tarde que nunca, y es por eso que por fin le he pedido el divorcio a Isao.
Sé que soy una mala madre por no ir a visitarte ahora, pero es que hay asuntos pendientes que arreglar. Deseo mucho recuperar un poco de mi propia vida, pero te prometo que pronto lo haré. Por favor no escribas mas a la residencia, y es que he decidió regresar a la casa de mi padre en Londres. Al final de esta carta te dejo la nueva dirección. Ademas no tienes que preocuparte por la señora Matsuko, ella me acompañara en ese viaje.
Referente a lo otro, te aconsejo que tienes que ser paciente. Si él te ha prometido respetar tus decisiones, ten por seguro que lo hará. Ha demostrado ser un buen muchacho. Y aunque no te pido que te esfuerces por hacerlo posible, debes saber que hay tantas formas de demostrarle tu cariño. Demuéstrale que aunque ahora no puedes estar con él, lo amas incondicionalmente. Porque con cada paso que des será un gran avance para cuando llegue el momento, tú tengas la confianza..."
"¿Hay buenas noticias?", cuestiono el rubio mientras se ocupaba de acomodar las sabanas.
Satisfecha, Michiru sonrió; "Por supuesto. Ha decidió dejar a ese hombre. Le pidió el divorcio y ahora junto a mi nana se dirige a Europa. También me ha enviado un giro postal"
"Esas son más que buenas noticias, ya es momento de que ella también sea feliz", Haruka señalo y luego se recostó entre las tibias cobijas. "Ven aquí, quiero abrazarte"
Pensando en lo que su madre le había escrito, Michiru se recostó a su lado y sin decir nada, lo atrajo hacia ella pasa besarlo.
No pudiendo resistirse a sus cálidos besos, el rubio correspondió a sus labios.
Sonrojada, la chiquilla le acaricio las mejillas mientras hacía un pausa; "No sabes cuanto te amo"
"Lo sé, Michi. Te amo", contesto y entrelazo sus dedos en esos largos y sedosos cabellos.
Disfrutando del momento, Michiru dejo que besara su cuello y que su mano libre recorriera su hombro.
Haruka en ese punto se olvido de todo. Su respiración se volvió pesada y entonces comenzó a despojarse de la camisa, luego comenzó a desvestir a la chiquilla. Por su parte ella lo dejo continuar con verdaderos deseos de entregarse a él, hasta que esas caricias en su escote y el sonido de su respiración por un segundo la devolvieron a ese terrible instante. En ese punto la mujer tembló y ya sin poder resistirlo, entre lagrimas gimió; "Por favor, espera"
Agitado a causa de la excitación, Tenou se detuvo fijando su mirada en la suya.
"Por favor, ahora no", volvió a pedir tratando de contener el llanto. Y es que el temor a que su amado no la escuchara y terminara por forzarla, la invadió.
"Esta bien, Michi. No llores", afligido porque su actuar había sido rápido, con el dorso de la mano le limpio el rostro. "Te juro que esperare. Perdóname", tomando la prenda que había dejado, comenzó a vestirse.
Fue en ese momento cuando la aguamarina por primera vez observo la cicatriz que el disparo hubiera dejado en su hombro. Ante eso, no puedo evitar sentirse aún más triste.
"Lamento tanto lo que te hizo", expreso bajando la mirada.
"Esta bien, no fue tu culpa", contesto mientras le besaba la frente.
"¿Aún te duele?", la joven entonces la acaricio con cuidado para no lastimarlo.
"No, Michi. Ya no duele"
Aún pensando en las palabras de su madre, Michiru no pudo evitar sentirse apenada. Y es que le resultaba increíble que hubiera permitido que esa fría mujer la hubiera tocado durante la revisión y no el rubio, que era a quien más amaba. Fue entonces que tuvo un idea para demostrarle cuanto lo quería.
"¿Quieres verlo?", cuestiono ruborizada al mismo tiempo que deshacía las correas de su bata de seda.
"Mi amor, yo quiero todo lo que tú quieras", su amado replico.
En ese punto Michiru desnudo solo su pequeño vientre, dejando sí que él lo contemplara a detalle.
Maravillado, Tenou fijo su verde mirada en él; "Es muy lindo. En verdad te ves hermosa"
Ruborizada, la chiquilla entonces pidió; "Si quieres puedes tocarlo"
Ante su aprobación, Haruka coloco su mano sobre su piel desnuda. Luego deposito un beso en él. "Dime, ¿Se mueve?"
Su amada asintió levemente", luego con indiferencia desvió la mirada hacia el techo.
Notando su fría actitud, hablo; "¿Por qué no me dices donde esta?, quizás así si pueda sentirlo"
Con la mirada, Michiru señalo. "Ahí"
"Dime donde", su amado volvió a pedir.
"Mejor respondeme, ¿Te gusta?", eso era lo que la noche anterior no se atrevió cuestionar.
"Y mucho. Es demasiado lindo. Por favor dime donde lo sientes"
La aguamarina tomo su mano y entonces la coloco justo donde lo había sentido estremecerse. Luego retiro la suya con presura.
Buscando poder percibirlo, Haruka sonrió: "Michi, deberías tocarlo para que sepa quien eres. para que sepa que estas aquí. Necesita mucho del cariño de su madre"
Kaio firmemente negó con la cabeza; "No lo haré. Sabes que no puedes forzarme"
"Vamos, mi amor. No será tan malo. Sé que muy dentro de ti hay una pequeña parte que lo desea... ¿Confías en mi?'"
"Sabes que sí"
"Entonces dame tu mano y juntos lo haremos. Te prometo que todo estará bien", esperando que accediera, Tenou pidió. "Si no te gusta la sensación, te prometo que no volveré a pedírtelo"
No muy convencida de ello, su prometida le dio la mano y entonces, Haruka la coloco sobre su vientre. Logrando así que por primera vez lo acariciara.
"Disfrútalo, Michi", complacido señalo al ver la ligera expresión de extrañeza que en su rostro se había dibujado.
En silencio y durante algunos segundos, con la yema de sus dedos la aguamarina exploro su endurecido vientre, hasta que por fin se atrevió a hablar; "Mi amor, ¿Lo quieres?. ¿Lo quieres sabiendo como es que...?", cuestiono porque le parecía imposible que su amado sintiera ese afecto hacia aquello, siendo que a ella misma le causaba repulsión.
"Si, lo quiero"
"¿Por qué?", fue la pregunta a la que la joven se vio obligada.
"Si yo tuviera un hijo y decidiera traerlo a vivir con nosotros, ¿Qué dirías?"
Ante esa respuesta, la aguamarina se agito; "¿Tienes un hijo?, ¿Por qué no me lo habías dicho?"
"No has respondido mi pregunta. ¿Qué harías?"
"En primera me molestaría contigo por no decírmelo, debes tenerme confianza. Debiste confiar en mi. Si lo tienes no tengo problema con que venga a vivir con nosotros... voy a quererlo porque es parte tuya"
"No Michi, no tengo ningún hijo, pero ¿Lo ves?, quiero a ese bebé porque es una pequeña parte tuya"
"Es diferente... algo que se consigue por la fuerza no debe existir", tajante señalo.
"Aún así no se puede cambiar a la naturaleza. Lo qué ese sujeto te hizo fue inhumano y no solo para ti, también para este bebé. Él solo pensó en si mismo, en ningún momento pensó en ti y en lo que podría ocurrir. Así que por favor tú no seas inhumana con ese bebé, porque ese hombre ya le hizo mucho daño al dañar con su presencia a su inocente madre"
"¿Cómo no serlo?, si es un cruel recordatorio de lo que sucedió", gimió al borde del llanto.
"¿Este bebé solo puede significar dolor?, no lo creo", dijo y luego guardo silencio mientras pensaba aquello que diría. "Mi madre murió dándome a luz... ¿Crees que de haber sabido que algo así iba ocurrirle me hubiera concebido?... ¿Crees que me odio durante sus últimos momentos de vida?"
Dejando que las las lagrimas resbalaran pos sus mejillas, la chiquilla le acaricio el rostro; "No, tú madre no te odio. Estoy segura de que estuvo feliz cuando te vio"
"Entonces no puedes odiar a tu bebé"
"Es diferente. Ella te concibió por amor, porque te deseaba. Porque deseaba al hombre que te dio la vida"
"A veces me culpo, porque si yo no hubiera nacido, ella estaría viva. Ahora dime, ¿Crees que a alguien le agradaría la idea de saber que fue concebido en esas terribles circunstancias?. Créeme mi amor, si algún día este bebé se entera de la forma en la que la vida le fue otorgada, mil veces se culpara de haber hecho tu vida miserable. Cargara por siempre con una culpa que tampoco es suya. Él tampoco pidió existir y mucho menos de esa forma"
"No puedo", replico ella dejando que el llanto la embargara.
"Yo no puedo forzarte a amarlo porque así no funciona el cariño. Pero recuerda que una madre es incapaz de odiar a su hijo. Ante sus inocentes ojos tú seras su todo así como tu madre lo es para ti, ahora se aferra a tus entrañas porque sabe que quizás algún día llegaras a quererlo"
Ella sin saber que decir, tan solo se limito a apoyar el rostro contra el pecho de su prometido. Había tanta razón en sus palabras, pero también mucho dolor en ella.
Notas de autor.
Michelle; Katherine y su hija aún pueden ser felices, no así Isao. Se empeño tanto en dañarlas, que al final sus acciones terminaron destruyéndolo a él. Así es, Michi poco a poco muestra avances, aunque se resiste a aceptarlo.
kaiohmaru; Aunque su corazón se mueve, hace ya mucho que Isao esta muerto en vida.
Isavellcota; A estas alturas ya no se puede confiar en nadie. El peligro siempre esta presente.
UnbreakableWarrior; Haruka hará todo lo posible por verla feliz.
