CAPÍTULO L
VENENOSA INFAMIA
(Nagasaki. Dos días después)
Tranquila después de lo sucedido, la aguamarina se ocupaba de la hermosa decoración de los dulces panecillos.
"¿Todo bien?", cuestiono la rubia Mina al verla sonriendo.
"Si", contesto haciendo a un lado cualquier pensamiento qué pudiera llegar a mortificarla. Y es que si Haruka estaba a su lado, ¿Había algo qué temer?
Por su parte y concentrado en lo qué hacía, el rubio se ocupaba del inventario, descubriendo qué a causa de las buenas ventas, casi se habían quedado sin insumos.
Sai, viendo qué Mina y la aguamarina se ocupaban de sus quehaceres, dirigió sus pasos hacia la bodega trasera.
"Acabe con mis pendientes, ¿Hay algo en lo qué pueda ayudarte?", cuestiono al mismo tiempo qué se recargaba sobre un saco de harina.
"No, todo esta bien", replico el otro sin desviar la atención.
Ante su negativa Sai se mordió los labios. "¿Sabes?, me alegra mucho qué ella hoy este mejor que ayer"
"A mi también me alegra", fue la corta contestación que obtuvo.
Poca era la paciencia de aquella mujer, y algo que terminaba por mortificarla, era saber que Mina no estaba tan equivocada. Difícil era lograr atraer su atención, pero ¿Estaba dispuesta dejarse vencer siendo qué ella era una mujer no muy acostumbrada a perder?
"Debió ser terrible para ella... Dioses, qué calor hace", dijo y en ese punto se deshizo de su abrigo.
"Tengo qué... ", Haruka se volvió hacia ella, observando que debajo llevaba una prenda que aunque no era transparente, si era bastante entallada, dejando con su figura poco a la imaginaron.
"Dime", pidió la otra mientras lo veía a los ojos.
"Tengo que salir, quería pedirte un favor", expreso.
"¿Qué querías pedirme?", cuestiono sonriendole de forma coqueta. "Sabes qué puedo serte útil de cualquier manera"
"No, nada", contesto con cierto nerviosismo, y es que precisamente le iba a pedir que lo acompañara. Ignorandola, dirigió sus pasos hacia la habitación principal, donde se encontraba la aguamarina en compañía de Mina.
"Michi, voy a salir a hacer un pedido, las ventas han estado tan altas qué casi nos hemos quedado sin provisiones"
"Ve, yo puedo hacerme cargo", replico la chiquilla.
"Haruka, Michiru, quiero agradecerles qué hayan hecho posible que Takeo asista a la escuela. Dijo que luego de clases vendrá a ayudar con lo que sea necesario", humildemente Mina se dirigió a ellos.
"No tienes que agradecerlo, ambos consideramos que era lo mejor para él... ahora con permiso, tengo qué irme", Haruka concluyo y luego beso a su amada en los labios. Acto seguido salio.
Kazuki, quien observaba desde el otro lado de la acera con un par de libros entre sus brazos, siendo testigo de que la aguamarina se había quedado relativamente sola, encamino sus pasos hacia ahí.
"Buenos días", dijo apenas ingreso.
"Buenos días", saludo Michiru.
Fingiendo en su rostro una tierna sonrisa, encamino sus pasos hacía el mostrador; "Veo qué hoy estas mejor"
"Lo estoy"
"Michiru, he terminado con mis funciones, voy al mercado. ¿Necesitas algo?", Mina cuestiono sin imaginar lo qué en su ausencia acontecería.
"No, nada. Muchas gracias", replico la joven.
"Con permiso", la rubia dijo y dejando a un lado su mandil, salio.
Aquello fue algo que Kazuki agradeció en silencio, y es que si la aguamarina se encontraba sola, bien podían hablar de casi cualquier cosa. "¿Y Haruka?", volviendo a fingir, siendo que ella misma lo vio salir, pregunto.
"Salio a hacer un pedido"
"Entiendo... Pensé que luego de lo sucedido decidirías regresar a la seguridad de Tokio"
"Tokio también puede llegar a ser un lugar peligroso. Ademas sería cobarde de mi parte el huir de mi nuevo hogar por esa pequeñez. Mi lugar esta al lado de mi esposo", orgullosa de su posición contesto.
"Entiendo"
"Pero qué descuido el mio. El otro día ni siquiera tuve oportunidad de agradecerte por traerme a casa"
"No tienes que hacerlo, yo haría cualquier cosa por Haruka. Sin embargo el otro día dejamos una platica pendiente", dijo y luego coloco sus libros sobre el mostrador.
"Es cierto. Dime, ¿En qué puedo ayudarte"
"En verdad no quisiera ser una molestia para ti, pero me gustaría mucho que me explicaras algunas cosas que no del todo logro entender"
"Si, por supuesto, ¿Qué es?", acomodándose el cabello, sonrió.
"Mis clases de Ingles, en verdad soy una torpe. Yo me había inclinado más por alguna lengua romance, sin embargo mi padre considero qué esta era lo mejor"
"Cualquier lengua que llegues dominar será todo un logro. Mi madre me enseño a mi y a mi nana"
"Qué suerte tuviste", replico la otra fingiendo bastante bien.
Así pues, de forma rápida y sencilla comenzó a explicarle, aunque más bien ese era un muy buen pretexto para acercarse a ella.
"¿Sabes?, Haruka no nos dijo que era casado", de la nada Kazuki expreso torciendo los labios.
Ante esas palabras, Michiru desvió la mirada del cuadernillo; "¿No?", extrañada, no pudo evitar preguntar.
"No"
No tomándole demasiada importancia porque sabía que luego de huir Haruka temía que Isao lo encontrara, sonrió un poco; "Quizás no lo hizo porque aún no estamos casados"
En medio de su desagrado, esa respuesta hizo que Kazuki sonriera de forma genuina, y es que si Haruka no estaba casado, consideraba qué eso le daba cierta ventaja. "¿No?... pero tú y él viven juntos y... ¡Dioses, no debería decir esas cosas!", expreso con las mejillas sonrojadas.
"Cuando el amor es tan grande como el nuestro, hay cosas qué no pueden esperar. Algún día cuando realmente estés enamorada, sabrás a qué me refiero", recordando la primera vez que se entrego a su amado, sonrió satisfecha.
"¡Vaya!, eso es algo qué no imagine"
"Habrá quien lo considere arriesgado y libertino, pero no así nosotros. Pronto vamos a casarnos"
"Entiendo... creo que Mina ya se tardo mucho, ¿No lo crees?", asomando un brillo mezquino a su mirada, señalo.
"Es cierto", Michiru contesto viendo el reloj.
"Aunque ella no es de mi agrado, me nació la preocupación. El mercado a estas horas esta bastante abarrotado y por consiguiente peligroso, pero eso ya lo sabes"
"Es cierto, pero ¿Por qué ella no es de tu agrado", intrigada la aguamarina cuestiono.
"Es solo qué... no, no es nada", esperando despertar aún más la curiosidad de la joven, dejo inconclusas sus palabras.
"Puedes decirme, ¿Ocurre algo con Mina"
"No sé como decirlo, olvídalo"
"Esta bien, espero y algún día quieras confiármelo"
Comprendiendo qué ya era inevitable no hablar de ello, Kazuki hablo; "Pensé que Mina y Haruka tenían una relación"
"¿Una relación?, ¿Ellos?", sorprendida por su declaración, Michiru frunció el entrecejo.
"Si, es ridículo siquiera mencionarlo. Con tu permiso", la hija del medico dijo y tomando sus cosas, dirigió sus pasos hacia la salida.
"No, espera. ¿Por qué pensaste eso?"
Kazuki sonrió con malicia y volviéndose hacia ella, continuo; "Fuimos muchos los qué así lo pensamos. Lo creímos porque ella se ocupaba de él... limpiaba su casa, cocinaba para él... ya sabes, cosas como esas. Era lógico qué pensáramos que vivían juntos, y es que era bastante común verla en tu casa durante las noches"
Sin saber qué decir la aguamarina se quedo pensando, asimilando así sus incoherentes palabras.
"No me hagas caso. Eso fue antes de que tú llegaras", con tono despreocupado agrego.
"Haruka me dijo que era una muy buena trabajadora, cosa que yo también lo creo", haciendo a un lado cualquier pensamiento de tristeza, contesto. Confiaba en él y no dejaría que duda alguna fuera sembrada en su corazón.
"Y lo es"
Enfadada porque no había logrado su infame propósito, Sai escucho la platica que la hija del patrón de su tía sostenía con su patrona, así que pensando qué esa era su única oportunidad de echar a Mina y a su hermano a la calle, intervino.
"Pensaran qué es muy atrevido de mi parte qué me meta en su conversación, pero... yo no me fiaría mucho de ella"
"¿Por qué?", avivándose la inseguridad en ella misma, llevo a la futura señora Tenou a preguntar.
"No esta bien que yo hable mal de otra mujer, pero porque le tengo estima a usted y a su esposo, quiero decirle que se cuide de ella. Yo no me confiaría de sus buenas acciones. No es tan buena como parece"
"Sai, en verdad no creo que sea bueno que la atosiguemos con esas cosas", Kazuki pidió, aunque con su imprudente lengua había sido ella quien dio pie a tan grotesca conversación.
"Es cierto"
La aguamarina vio una vez más el reloj y viendo que ni la rubia ni Haruka habían vuelto, no pudo evitar imaginar algo terrible. "¿Por qué?
Sai sin vergüenza alguna continuo; "Antes de venir a trabajar a la panadería, ella trabajaba en una casa rica. Por lo qué supe, no solo atendía los quehaceres de la casa, sino que haciéndola de meretriz, atendía las necesidades del joven hijo de la patrona"
"¿De verdad?", desconociendo esos escabrosos detalles, la sorpresa asomo al rostro de Kazuki.
"Así es, la señora de la casa la descubrió en pleno acto, por eso la echo a la calle. Yo en su lugar hubiera hecho lo mismo. Fue una suerte que ella hubiera sido viuda. Sino esa desvergonzada se hubiera metido hasta con el patrón"
"¡Vaya!, jamas lo hubiera imaginado", Michiru siseo sin aliento.
"Con esa carita de que no hace nada, cualquiera jamas llegaría a pensarlo. Tampoco se le puede negar que es una magnifica colaboradora. Antes de que Haruka se fuera a Tokio, la dejo a cargo de todo", concluyo la mujer.
"Siempre me ha inspirado poca confianza", viendo la mueca que en el rostro de la chiquilla se había dibujado, Kazuki agrego.
"A mi también, así qué tenga cuidado con ella. Si bien es cierto qué a los hombres les atraen la mujeres bellas y educadas como usted, por sobre todo prefieren a esas desvergonzadas. Y eso es porque ellas hacen cosas que las mujeres decentes no nos atrevemos siquiera a mencionar... el primer indicio de que ellos tienen a alguien más, es que a una la ignoran porque en otra ya encontraron eso que de nosotras ya les aburrió", aún más venenosa que la serpiente Medusa, y aún más maligna que ese monstruo llamado Nix, la mujer se atrevió a escupir.
Michiru sin saber que decir agacho la mirada. Habían logrado herirla y destruir la poca confianza que le quedaba.
En ese punto la puerta se abrió, dando paso a ambos rubios, quienes juntos volvían y agitados reían.
"Maldito perro, pensé que nos alcanzaría", Mina dijo.
"Lo mismo pensé, estuve a punto de lanzarle la carne para alejarlo", Haruka concluyo. "Michi, hoy mismo traerán la harina y..."
Tenou no alcanzo a decir, porque justo en ese momento la chiquilla se levanto de su silla y sin decir nada, agitada dirigió sus pasos hacia la salida.
"¿Qué ocurre?", cuestiono él ante ese arrebato.
"Ni idea, estábamos platicando y de pronto se macho", Kazuki se encogió de hombros y fingiendo una total demencia, se atrevió a señalar.
(Esa noche)
Aún sin comprender qué era lo que le ocurría a su amada, en silencio Haruka la observaba. Y es que jamás se había comportado tan fría como hasta ese momento.
Durante la comida y la cena había comido poco, ademas la conversación no había ido más allá de dos o tres palabras.
Herida por las advertencias que ambas mujeres le habían hecho, y aún más porque imaginaba qué Mina y Haruka se habían ausentado para estar juntos, la chiquilla ocultaba su entristecida mirada.
Así pues, en ese mismo silencio se sentó de su lado de la cama, observando su abultado vientre.
Buscando aligerar el ambiente, Haruka rompió con la tensión; "Cuando tú lo decidas, iremos a comprar todo lo necesario para cuando el bebé nazca. Quiero comprarle una cuna muy bonita"
Ante esas palabras, Michiru se volvió hacia él. "¿Cuando nazca?". Era cierto, en todo ese tiempo jamas había pensado en ese momento. Ni aún siquiera había pensado qué sucedería cuando terminara su indeseado embarazo.
"Sí, Michi, cuando nazca", dijo y entonces extendió su mano para acariciarle el vientre.
Escapando a su toque, Michiru asintió; "Esta bien", dijo con un suave murmuro, luego se limpio las lagrimas que habían resbalado por sus mejillas.
"¿Estas bien?"
"Si, es solo que hoy estoy muy sensible. Ignorame"
Haruka se hinco sobre la cama y avanzando hacia ella, le echo ambos brazos al rededor del cuello y luego beso su mejilla; "Entonces deja que te muestre lo mucho que te quiero"
En ese punto y para su sorpresa, Michiru lo rechazo; "Haruka... hay algo que quiero preguntarte, pero quiero que me respondas solo con la verdad"
"¿Por que habría de mentirte?", encogiéndose de hombros, expreso.
"No sé, quizás por miedo a mi reacción"
"Puedes preguntarme lo que quieras. No tengo nada que ocultarte"
"¿Por qué no has intentando tocarme?", fue el cuestionamiento lanzado.
Sin entender a que se debía esa pregunta, su prometido sonrió; "Porque dije que lo haría cuando tú estuvieras lista. Voy a esperar el tiempo qué sea necesario"
Asintiendo, la aguamarina respiro profundo y entonces, se giro para verlo a los ojos; "Después de lo que ese sujeto te hizo, llegaste a este lugar, sé que fue duro para ti encontrarte solo... lejos de mi y ademas herido, pero dime...", trato de decir, pero por miedo a lo qué fuera a escuchar, se mordió los labios y luego cayo.
El rubio en ese punto se arrodillo ante ella, tomando sus manos entre las suyas para besarlas; "Michi, ¿Qué sucede?, ¿A qué se debe esta tristeza?"
"Antes de que yo llegara aquí... ¿Estuviste con alguien más?", finalmente tuvo el valor de decirlo. "Entiendo qué estabas solo y en tu convalecencia necesitaras compañía. Si así fue no me molesta", siseo en voz baja.
Ante esa tontería, Tenou no pudo evitar reír un poco; "¿A qué viene esa pregunta?"
"Dime la verdad... ¿Estuviste con alguien?... ¿Te acostaste con Mina? o mejor dicho, ¿Te sigues acostando con ella?", profundamente molesta elevo la voz.
Sin poder creer lo que había escuchado, Tenou se quedo en silencio al mismo tiempo que un frió escalofrió recorría todo su cuerpo.
Por su parte, Michiru lo mal interpreto. "Entonces es cierto. ¿Lo hicieron aquí?"
"La verdadera y única pregunta aquí es, ¿Quien demonios te dijo eso?"
"No importa, dímelo"
"No Michi, esa es una vil mentira. Llegue a este lugar sin conocer a nadie. Cuando caí sin conocimiento sobre la acera, Mina y otro joven me llevaron ante Kenta, desde entonces se ha convertido en una buena amiga"
"Eso no responde mi pregunta, ¿Te acostaste con ella?... ¿Sabias que su patrona la echo a la calle por hacerlo con su hijo?... ¿Hoy te ausentaste para qué pudieran hacerlo?"
"Si, Michi, lo sé. Pero no fue como tú lo planteas. Es cierto que ella trabajaba como criada en una casa rica, pero ya estaba cansada de los constantes acosos de su patrón. Porque ella no quiso estar con él, él injustamente la acuso de ser una mala mujer. Su patrona prefirió creerle al perdedor de su hijo. Primero la emplee a ella y a Takeo para que me ayudaran a limpiar esta casa... Tami, Aiko y Kiomi estaban en la misma situación. Cuando renunciaron les di trabajo en la panadería. Puedes preguntarles a ellas y ellas te contestaran que Mina no es mala... y no, no hice eso que imaginas. Yo no podría engañarte"
Michiru asintió convencida de su tierna mirada; "¿De verdad?"
"Si. Ella es una buena trabajadora, pero eso no significa que entre ella y yo haya habido algo. ¿Quien te dijo esas cosas tan feas?"
"No importa", sonriendo Michiru se limpio el rostro.
"Entiendo, fue Kazuki, ¿Verdad?"
"Eso no importa, mi amor. Perdóname por haber dudado de ti", dijo y luego lo abrazo con fuerza.
"Importa porque si ella fue, ha hecho acusaciones bastante feas no solo en contra de ella, sino también en la mía"
Michiru en ese punto bajo la mirada y separándose de él, lo miro a los ojos; "Entiendo que tú desees estar conmigo, pero yo ahora no puedo hacerlo. Perdóname por fallarte"
"Michi, yo entiendo que consideres qué el sexo es algo importante entre una pareja, pero debes saber que no es así, es más importante la comunicación porque sin ella no puede haberlo"
Más hubiera valido que el rubio no lo hubiera planteado de esa manera, porque lejos de consolarla, lo único que lograría sería volver a despertar su ira; "¿Qué dijiste?"
"Qué me importa más la comunicación", replico limpiándole las lagrimas.
"No, antes de eso", la joven dijo y luego rechazo sus tiernas caricias.
"Dije qué el se... ¡demonios!", al comprender que sus palabras habían sido las equivocadas, Haruka negó con la cabeza. "Sabes que yo no quise decir eso"
"Pues lo hiciste, te traiciono el subconsciente... no sabes el asco qué esa palabra me produce. ¿Eso buscas de mi?, ¿Solo sexo?. Yo no soy una cualquiera con la qué a tu antojo te quitas las ganas", empujándolo escapo a su agarre.
"Lo sé Michi, perdóname", Tenou en vano una vez más trato de abrazarla.
"Vete, no quiero volver a verte... aunque es mejor qué yo me vaya", dijo y tomando su bata, se la coloco sobre sus menudos hombros.
"Demonios, maldita seas Kazuki", iracundo no pudo evitar expresar. "No tienes qué hacerlo, en todo caso me iré yo", tomando la ropa que previamente había dejado, se deshizo de la pijama y una vez que de nuevo estuvo vestido, abandono la habitación.
La chiquilla, escuchando como la puerta principal se cerraba, encamino sus pasos hacia la ventana para contemplar a su amado tomando camino hacia la panadería.
Confundido, Haruka ingreso en ella y encendiendo un par de velas, se sentó detrás de su escritorio al mismo tiempo que del cajón extraía una botella de saque.
Resignado a que tendría que pasar quien sabe cuantas noches en ese lugar, se sirvió un poco de la amarga bebida.
"¡Dioses!, Michi. No fue mi intención herirte", murmuro al mismo tiempo que apoyaba su rostro sobre sus brazos.
"¿Estas solo?", escucho a alguien decir.
Sorprendido porque con él había alguien más, alzo la mirada, encontrándose con la pelinegra Sai; "¿Qué haces aquí?", cuestiono poniéndose de pie.
"Mire qué la luz esta encendida y vine a revisar que no se tratara de un ladrón", sin esperar a que el rubio la invitara a sentarse, lo hizo frente a él. Esa parecía ser su oportunidad de estar con él, o resignarse a perder.
"No, es solo que olvide algunas cosas y vine por ellas. Ya me iba"
"Pensé qué estabas molesto con tu esposa. Hace frió, al menos antes invítame una copa", señalo intuyendo que su grotesca conversación había tenido el efecto que ella había deseado.
"Si, claro", nervoso Haruka la sirvió.
"Gracias, pero por favor acompáñame a beberla", la mujer replico y entonces de nuevo sirvió la copa de Tenou.
Entristecida a causa de su actuar, la aguamarina contemplo el lugar vació a su lado. Necesitaba tanto de su amado, qué imposible le hubiera sido conciliar el sueño.
"Soy una exagerada, ¿Verdad?", cuestiono a aquello que en sus entrañas se revolvía. "Debería ir a hablar con él y pedirle que regrese. Prometimos jamas discutir y hoy por mi culpa lo hemos hecho. No quiero dormir sola, ni hoy ni nunca", reincorporándose tomo su bata y vistiéndola, dirigió sus pasos hacia el primer piso.
Del otro lado de la acera, Haruka bebía su tercera copa. Ella por el contrario solo había bebido la primera.
Notando que en su rostro se dibujaba una pena, Sai con un ligero toque acaricio su mano.
"¿Estas bien?, ¿Mi presencia te incomoda?"
"No, nada eso... es decir, si, estoy bien", replico tomando lo que quedaba de su bebida.
"No lo pareces, cuéntame. Sabre escucharte y quien sabe, quizás hasta te resulte de ayuda", en ese punto se reincorporo, dirigiendo sus peligrosos pasos hacia él.
"Lamento mucho no poder seguir hablando contigo, ahora debo regresar a casa", Haruka se puso de pie y entonces, Sai lo beso en los labios, echándole ambos brazos al cuello con la firme intención de despertar su de por si vivo deseo.
Michiru, esperando sorprender a su amado y así disculparse, desde el umbral de la puerta de su oficina observo tan grotesca escena. Sin poder contener el llanto y el dolor, deshecha abandono el lugar para regresar a la seguridad de su habitación.
Notas de autor;
Aunque no haya vuelto a aparecer, Saburo es el villano más grande en esta historia. En un momento logro destruir toda la confianza que Michiru tenía en si misma. Convirtió a una mujer fuerte en una mujer totalmente insegura. Si él no la hubiera lastimado, las palabras de esas víboras no la hubieran herido. El peor monstruo es el ser humano, no los vampiros, ni los muertos que resucitan.
michelle; Lo siento. Todo eso ha contribuido a su cambio de actitud. Sufre mucho a consecuencia de ese animal.
kaiohmaru; Si que le fue duro volver a recordarlo. Una "suerte" que Kazuki estuviera cerca para ayudarla.
isavellcota; Así es, tiene a Haruka, pero esa malas mujeres a toda costa buscan herirla.
soto140983; Es cierto, aunque se trata de una historia, duele y mucho porque pudo ser la realidad de alguien.
Kyoky; En esta ocasión a Michiru le he dado muchos sufrimientos, ella es una mujer fuerte, sin embargo lo qué le sucedió termino por hundirla y hacerla aún más vulnerable ante los demás.
