CAPÍTULO LI

NUEVAS PROMESAS Y ESPERANZAS

Por un momento, si, tan solo basto un breve instante de inconsciencia para que Haruka correspondiera a sus besos.

La mujer, sabiendo que ya no había vuelta atrás, llevo sus manos hacia el pantalón del rubio.

Escuchando como el metal de la hebilla de su cinturón cedía ante los traviesos dedos de Sai, Tenou reacciono al mismo tiempo que sus mejillas se encendían. Así que apartándola inmediatamente de él, se limpio los labios. "No. Esto no esta bien"

Sai sonrió de forma maliciosa y sentándose sobre el escritorio, de forma ligera, pero bastante sugerente separo las piernas. "¿Por qué no?", cuestiono haciéndole una seña para qué se acercara. "¿No lo deseas tanto como yo?"

"Esto no esta bien. Tú no ni siquiera deberías estar aquí"

"¿Quien dice que esta mal?... ¿Esa inútil qué tienes en casa?", con burla se atrevió a decir. "Por como me besaste, deduzco qué hace ya mucho tiempo no te diviertes. Ven aquí", añadió al mismo tiempo que dirigía sus peligrosos pasos hacia él. "Te haré y me harás sentir bien"

"Eres de lo peor, supongo fuiste tú quien le dijo a mi esposa toda esa certeza de estupideces. Ahora hazme el favor de largarte a la calle", Haruka ordeno al mismo tiempo qué con fuerza la sujetaba de la mano para arrastrar sus pasos hacia la salida.

"Suéltame, ¿Quieres qué grite para qué ella se de cuenta?", exclamo tratando de escapar a su agarre.

"No quiero volver a verte cerca de mi o de ella. El día de mañana no te presentes a trabajar. Estas despedida"

"Me lastimas", chillo la mujer.

"Poco me importa", el rubio mascullo y entonces la empujo sobre la acera.

"Eres un poco hombre. A parte de rechazarme, te atreves a golpearme. Pero te juro qué ella lo sabrá, le diré que en esa mesa fui tuya", ofendida, pero sin desdibujar esa grotesca sonrisa, amenazo.

Sus incoherentes palabras hicieron que Haruka riera un poco; "Ve y dile, ya veremos a quien le cree. Si a ti o a mi"

"Imbécil", la mujer chillo y reincorporándose, irritada continuo su camino.

Confundido por todo lo qué ese día había acontecido, el joven aseguro la puerta de la panadería y entonces, dirigió sus pasos hacia su hogar. A toda costa necesitaba disculparse con ella, necesitaba de su perdón, no solo por sus palabras, sino también por lo qué estuvo a punto de hacer.

Escuchando como la puerta principal se cerraba, Michiru limpio su rostro y luego se recostó entre las tibias sabanas. Tratando de ignorar lo qué había atestiguado, cerró los ojos, fingiendo así que dormía.

Desde el umbral de la puerta de la habitación el rubio la contemplo. Deshaciéndose de sus ropas y vistiéndose con su pijama, se arrastro sobre la cama y tumbándose al lado de la chiquilla, la rodeo con su brazo, luego coloco su mano sobre su vientre.

Hundiendo el rostro en sus sedosos cabellos aguamarina, no pudo evitar romper en llanto; "Lo siento mucho, Michi. Sabes qué yo no quise decir eso. Sabes que yo jamás te engañaría. Perdóname por lastimarte", murmuro y entonces beso su mejilla. "Michi, aquella tarde sobre la colina juramos jamas discutir, y lo de hoy ha sido terrible. ¿Qué nos esta pasando?"

Con el alma y el corazón adoloridos, la chiquilla hubiera deseado responder, sin embargo tan solo se limito a limpiarse las lagrimas que habían resbalado por sus mejillas...

La mañana llego y con ello, Tenou estaba sumido en un profundo sueño, producto del alcohol y la mala noche de desvelo.

Un pajarillo, atraído por el aroma de los frutos del jardín, se poso sobre la ancha ventana, llamando con su pico sobre la madera. Ante ese sonido Haruka finalmente despertó y al no encontrar a la mujer a su lado, un terrible pensamiento asalto su cabeza.

Así, sin calzar sus pies, dirigió sus veloces pasos hacia el primer piso, donde como aquella mañana la encontró preparando el dulce desayuno.

"Buenos días", con una sonrisa engalanado su rostro, la mujer lo saludo.

"Buenos días", replico él al verla tan tranquila.

"Te estaba esperando para desayunar. Prepare huevos revueltos y traje panecillos", añadió Michiru volviéndose hacia el fogón.

"Michi... yo", en vano trato de decir.

"Siéntate antes de que se enfríe", como si el día anterior no hubiera sucedido nada, la chiquilla expreso al mismo tiempo que le servia.

Obedeciendo a su orden el rubio probo el primer bocado, descubriendo así que que era mas picante qué de costumbre; "Dioses", exclamo y luego bebió de su café.

"¿Quieres qué te cocine algo más?", poniéndose de pie, la aguamarina cuestiono.

Tenou tomo su mano para retenerla; "Así esta bien... sabes qué necesitamos hablar. No quiero que estemos molestos"

Michiru sonrió y luego negó con la cabeza; "Olvídalo. Fui una exagerada", contesto mordiéndose los labios.

"Me equivoque, lo sé y por eso pido tu perdón. Te juro que no volverá a suceder"

"No tengo nada que perdonarte, ¿O si?", fijando su marino mirar en el de su amado, cuestiono buscando en sus ojos una respuesta.

"¿A qué te refieres?"

En ese punto la joven no pudo contenerse, dejando escapar unas cuantas lagrimas. "Sé que tienes a alguien más. Por favor no lo niegues. Anoche te vi con ella... con Sai"

Sabiendo que no tenia caso mentir, avergonzado de su actuar bajo la mirada; "No es lo qué piensas"

"Vi lo suficiente como para imaginar qué sucedió después", bajando el tono de sus voz siseo.

"No sucedió nada, ni anoche, ni nunca", tomando su mano entre las suyas, Haruka las beso al mismo tiempo que las empapaba con sus lagrimas.

"Y si sucedió lo entiendo", fue la corta respuesta que la mujer dio.

"¿Pero qué estas diciendo?"

"Ahora no estoy en condiciones de... entiendo qué desees ese contacto con alguien qué si pueda hacerlo. Ademas no puedo retenerte porque ni siquiera soy tu esposa. Eres libre de estar con quien desees"

"Michi, escuchate por favor", aquello era inaceptable como para poder creerlo.

La joven en ese punto se limpio las lagrimas; "En esos lugares abundan las infecciones, solo voy a pedirte qué te cuides. No quiero que te enfermes"

"No Michi, yo no ando por ahí buscando eso. Tengo un secreto que ocultar y no por un instante de placer voy a perder cuanto he logrado. Mucho menos quiero perderte a ti ni a mi hijo", al borde del llanto gimió. "Ni aún siendo un hombre haría eso"

"A esas mujeres poco les importa quien pague sus servicios... Puedes estar con quien desees, solo por favor no te enamores de ella... o de él", dijo tratando de deshacerse del pesado nudo que se le había formado en la garganta y es que jamás imagino llegar a decir algo así. "También quiero pedirte que sea alguien que yo no conozca, no quiero encontrarle en la calle y que a mis espaldas se burle de mi"

Haruka en ese punto se arrodillo ante ella; "Lo qué me pides es monstruoso, yo no podría estar con nadie más que no seas tú. Michi, tú no pensabas así. Condenabas el libertinaje de tu padre, ¿ahora quieres que me vuelva un idiota como él?. Y porque deduzco que Sai y Kazuki te dijeron todas esas cosas horribles en contra de Mina, antes de que lleguen a ti murmuraciones, debes saber que Kazuki en algún momento mal interpreto mi amabilidad con algo más. Así que por favor no hagas caso a cualquiera de sus intrigas. Ella bien sabe que algo entre nosotros es imposible"

"¿De verdad?", sorprendida la aguamarina cuestiono.

"Así es, no voy a prohibirte que hables con ella, pero si voy a pedirte que mantengas cierta distancia... ahora dime, ¿Qué paso con la mujer segura de si misma que conocí?, busco en tu mirada a esa Michiru de la que me enamore, ¿Dónde esta?", dejando que el llanto lo embargara, tuvo el valor de cuestionar.

La joven sonrió y limpiándole el rostro, contesto; "Un monstruo se la llevo"

"No, ella sigue aquí. Eso lo sé. Ahora por favor no dejemos que la tristeza y las intrigas nos consuman, debemos ir a trabajar", tomando con fuerza su mano, el joven concluyo.

"Es verdad", volviendo a sonreír Michiru contesto...


(En la panadería)

Desobedeciendo la orden que la noche anterior Haruka le hubiera dado, como cada día Sai se ocupaba de sus quehaceres.

En su rostro era fácil adivinarse qué estaba molesta, cosa qué para nada paso desapercibida para Mina, quien no deseando iniciar en una discusión con ella, en silencio de cuando en cuando le dirigía la mirada.

Así pues, no dejándose intimidar, sonriendo y tomados del brazo, el rubio y la aguamarina ingresaron en la panadería.

"Preparare un pastel especialmente para nosotros", Tenou señalo.

"De acuerdo. Tú lo cocinas y yo lo decoro, ¿Si?"

"Lo qué tu desees, Michi", Haruka replico y luego la beso en la mejilla. "Buenos días", saludo viendo a la rubia Mina.

"Buenos días", contesto ella mientras se ocupaba de limpiar la vitrina de los pastelillos.

Habiéndolos escuchado llegar, Sai apareció a su encuentro, provocando en la aguamarina una mueca de desagrado y en Haruka el enojo.

"Te dije muy claro que no quiero volver a verte ni en mi negocio ni cerca de nosotros"

"¿No quieres volver a verme después de lo que entre nosotros ocurrió?, por favor no seas hipócrita", de forma cínica la pelinegra se atrevió a acusar.

"Mientes, entre nosotros no ha ocurrido nada", Tenou contesto alzando la voz, atrayendo con ello la atención de las demás trabajadoras.

Sai torció los labios y cruzándose de brazos, se dirigió a la chiquilla; "Para qué lo sepas, hace ya mucho tiempo qué soy la amante de tu esposo. Anoche mientras tú dormías, él y yo lo hicimos en la otra habitación. ¿Qué te parece?"

La aguamarina sonrió y negando con la cabeza, replico; "No importa qué digas, jamás te creeré a ti o a ninguna otra, y eso es porque hay cosas que no entenderías. Ahora por favor vete. No quiero verte cerca de nosotros"

"Entonces tendrás que echar también a Mina, es una perdida. También fue su amante"

En ese punto la puerta se abrió, dando paso a Takeo, quien temprano volvía de la escuela.

"Eso es una vil mentira", la chiquilla expreso en su defensa. "Michiru, no le creas"

"No lo es, era la amante de su patrón. Por eso su madre la echo a la calle"

"Eso es mentira, mi hermana es buena", el pelinegro intervino.

No dispuesta a soportar sus amenazas, la rubia la abofeteo. "Sabes qué mientes. Si me callé lo qué pretendías, fue para no hacer un problema, pero ya que has osado a acusarme de esa forma, que todos sepan que eres tú quien pretendía hacerlo"

"Ya es suficiente", Haruka expreso y tomando a la mujer por el brazo, como la noche anterior la echo a la calle.

Kazuki, quien estaba a punto de ingresar, observo lo que parecía ser una discusión; "¿Qué ocurrió?, se escuchan los gritos hasta el otro lado de la acera"

Tenou la miro y volviéndose a llenar de ira, pero siendo prudente, contesto; "No finjas qué bien lo sabes. No quiero que vuelvas a dirigirte a mi esposa con alguna de tus intrigas. Evitame la necesidad de ir ante tu padre a informárselo"

"Pero yo...", trato de decir.

"No hay pero qué valga, Mi esposa ya lo sabe todo y no estoy dispuesto a permitir que vuelvas a molestarla con habladurías de gente poco educada", dándole la espalda y bastante molesto, concluyo.


(Residencia Kaio. Esa noche)

Recostado sobre su cama, en silenció y pensante Isao observaba el techo de su habitación.

Muchos días habían pasado ya y ella, ella aún no había regresado. Con cada segundo que transcurría, poco a poco y contra su voluntad comenzaba a convencerse de que jamas lo haría.

El frío aroma de la nieve que caía y tapizaba la oscura acera, le traía a la memoria qué hacía un año y en medio de su egoísmo, había sido feliz. Y es que si la hija del todo poderoso Cronos le permitiera volver un par de meses atrás, bien hubiera podido cambiar su destino. Sin embargo era un imposible.

Girando sobre su cuerpo, fijo la mirada en el muro hasta que el cansancio de a poco comenzó a cernirse sobre sus parpados. Bien hubiera podido entregarse en brazos del sueño, a no ser por el sonido de un cristal rompiéndose sobre el suelo del recibidor.

"Les dije que no hicieran un escándalo", expreso y volviendo a vestirse, dirigió sus pasos hacia el salón, de donde además provenía el dulce sonido del piano.

Sin importarle sus advertencias, Saiko, sentada en el amplio sillón, llenaba el fresco ambiente con el humo de su cigarrillo.

"Te dije que nadie podía tocarlo. A ti te dije que no debes tirar la ceniza. ¿Eres sorda o eres estúpida?", arrastrando sus pasos hacia ella, de los labios le quito el cigarrillo.

"No tienes que repetírmelo", contesto y entonces de forma burlona volvió a encender otro.

"Al menos podrías usar un maldito cenicero. Mañana mismo quiero que se vayan, ya me canse de tenerlos que soportar en mi casa", iracundo el pelinegro mascullo. "Se largaran luego de que dejen todo en orden"

De pronto el sonido de un carruaje aparcándose en la entrada llamo la atención de Isao, haciendo que con presura volviera la inquieta mirada hacia el ventanal.

"Es ella", dijo dibujando una sonrisa en sus carnosos labios. "Katherine fielmente ha regresado", componiéndose el cabello arrastro sus pasos hacia la puerta.

Por su parte Eiji y Saiko se dirigieron una mirada juguetona, luego rieron por lo bajo al saber quien o mejor dicho, quienes eran.

"Pobre imbécil ", la pelinegra murmuro al mismo tiempo que se ponía de pie.

Dos golpes secos sobre la puerta hicieron que Isao se apresurara a abrir y al hacerlo, la ilusión volvió a huir de su rostro al encontrarse de frente con tres mujeres y un caballero.

" ¿Qui... Quienes son ustedes?", cuestiono al no reconocerles.

Una de las damas ignorando sus palabras y aun más, qué se encontrara frente al propietario de aquella casona, lo hizo a un lado y luego ingreso en el recibidor.

"Saiko, qué gusto volver a verte, querida", dijo abrazándola y besandole ambas mejillas.

Sin comprender a que se debía esa actitud, Kaio intervino; "¿Qué demonios pasa?", mascullo viendo como las personas qué la acompañaban ingresaron sin su consentimiento.

El sujeto, habiendo saludado a Eiji con total familiaridad, dirigió sus pasos hacia la mesa de las bebidas.

"Me alegra mucho qué hayan venido, pueden servirse lo que deseen. Eiji, por favor ocúpate de sus abrigos", la pelinegra ordeno.

"Saiko, ¿Quieres explicarme qué es esto?, ¿Quienes son ellos y qué hacen en mi casa?", el regordete sujeto cuestiono al verlos invadiendo la intimidad de su habitación.

"Son mis invitados, querido. Así qué más te vale ser hospitalarios con ellos", expreso sonriendole.

"Esta no es tu casa, así qué hazme el favor de pedirles que se retiren. No querrás que llame a la policía, ¿Verdad?"

"Tú no vas a llamar a nadie. Disfruta de la compañía qué el ambiente en esta casa hasta esta tarde era insoportable. Disfruta la fiesta", señalo con burla.

Isao Kaio negó con la cabeza al ver que su autoridad, parecía no tener valor.


(Nagasaki. Residencia Tenou)

Recostados sobre la cama, el rubio y la aguamarina se fundían en un tierno abrazo, disfrutando así del sonido de la fresca lluvia sobre el techo.

" ¿Tienes frío?, ¿Quieres que busque otra manta"

"Así estoy bien", contesto ella acariciándoles las mejillas.

Con cariño, Haruka le acaricio el vientre; "Aún falta tiempo para que el bebé nazca...", trato de decir, sin embargo Michiru con un beso silencio sus labios.

"Aunque te cueste creerlo, no había pensado en eso hasta anoche que lo mencionaste"

"¿De verdad?", sorprendido por esa confesión, Tenou se reincorporo un poco. "Yo pienso en ello todos los días", expreso y luego de recostarse, coloco ambos brazos bajo su cabeza. "¿Qué crees que sea?", cuestionó volviendo a sonreír al mismo tiempo que en vano trataba de imaginar como sería su tierno rostro.

Ante esa pregunta, Michiru bajo la mirada; "Tampoco había pensado en eso"

"Eso no importa, lo qué sí, es qué seremos muy felices" ilusionado su prometido añadió.

"Veo que a ti te hace mucha ilusión, ¿No?" refugiándose en su pecho, su prometida lo abrazo con fuerza.

"Un bebé siempre debe ser motivo de ilusión"

La chiquilla asintió al mismo tiempo que trataba de sonreír; "Yo quería decirte que haré... haré", trato de decir, sin embargo no pudo continuar, la voz termino por rompersele.

" ¿Qué cosa?", besandole la frente, Haruka le acomodo el cabello que caía por sus hombros.

"Qué a partir de hoy haré todo lo posible por aceptarlo" expreso agachando la mirada.

"¿Qué?, sin poder creerlo el rubio se reincorporo un poco.

"Lo qué escuchaste, haré lo posible por aceptarlo. Así como tú has llegado a hacerlo"

"¿De verdad?, ¿No me estas mintiendo?"

Michiru negó con la cabeza; "Un paso a la vez, uno cada día por pequeño que sea... Quizás con el tiempo llegue a quererlo"

"Mi amor, el bebé no tiene culpa alguna. En medio de esa salvajada y por algún motivo que no logramos entender, la naturaleza quiso que existiera. Ya veras que un día llegarás a amarlo. Ademas tú misma lo has dicho, un paso a la vez"

"Así será", dijo antes de depositar un corto beso en sus labios.

"Ahora disfruta mucho de tu estado así como yo lo hago porque yo jamás podre.. ", Haruka trato decir, sin embargo la voz se le quebró.

Michiru volvió a besar sus labios; "Quizás en otra vida nos toqué tener un bebé qué nazca de los dos y sin importar las condiciones en las que eso suceda. Aunque si tampoco pasa, a mi no me importara. Yo solo quiero estar a tu lado", expreso apoyando la cabeza en su pecho para aspirar su aroma.

"Así será, Michi. En la próxima vida juntos tendremos un bebé. Eso te lo prometo", con cariño él beso su frente.

La aguamarina sonrió y reincorporándose un poco, fijo su azulada mirada en la de él; "Esta mañana me preguntaste por esa Michiru, pues ahora yo prometo qué a partir de hoy me esforzare... No, no me esforzaré, te prometo qué volveré a ser esa mujer fuerte y risueña que conociste y que fue de la misma de la qué te enamoraste. No volveré llorar por pequeñeces y no dejare que nadie más vuelva a herirme. Volveré a ser tu Michiru"

Ante sus palabras Haruka sonrió satisfecho y lleno de alegría; "Lo lograras, Michi. Confió en que así será"

"Respecto a lo otro, te prometo que en cuanto el bebé nazca y este bien, volveremos a entregarnos a nuestro amor. Sé paciente"

"No tienes que prometérmelo, sucederá cuando tenga que pasar. Ahora dediquémonos a ser felices", el mozo concluyo envolviéndola fuertemente entre en sus brazos


Notas de autor;

Aún falta mucho como para llegar al fin.

Qué bueno que hayan solucionado sus problemas y sobre todo, qué Michiru vuelva a ser la de antes. Sobre Haruka, qué bueno que ya no es como solía ser en el milenio de plata, sino tendríamos la versión femenina de Isao.

Este capitulo es la contra parte del capitulo 12. Aunque aveces parezca que el capitulo esta fuera de lugar, recuerden que al final hay un porque de su existencia.

Michelle; Así es, pero por fin comprendió que debe ser fuerte y no dejarse vencer.

Kaiohmaru; No permitirán que nadie los dañe. No deben ceder ante habladurías.

Isavellcota; Ese capitulo sigue siendo el más feo, aunque también en los que Isao la maltrata

UnbreakAbleWarrior; Amamos el drama.

HaruTenoh11; Michiru se convirtió en lo que odiaba. Por eso en un principio la mostré como una mujer fuerte y bastante liberada en su sexualidad, para hacer un cambio dramático en ella. Es la época.