CAPÍTULO LXV

EN BUSCA DE REDENCIÓN

Desde que la pequeña Harumi nació, tres días con sus respectivas tres noches habían transcurrido.

Y tal y como Mina lo hubiera dicho, había cumplido. En lugar de presentarse en la panadería, lo hacía en la residencia Tenou para hacerle compañía a la aguamarina y con ello ayudarle en algunas labores de la casa, como lo era la preparación de los alimentos. De esa forma Haruka podía ausentarse con total confianza porque sabía qué su esposa y su hija no estaban solas.

Por su parte, Takeo luego de regresar de la escuela y habiendo cumplido con sus deberes, emocionado cada tarde iba a encontrarse con su hermana para poder ver y ayudar con la pequeña Harumi.

Así pues, contemplando las sonrojadas mejillas de la niña, de cuando en cuando el chiquillo le acariciaba el fino cabello. "Me hubiera gustado mucho tener una hermana tan bonita como tú"

Escuchándolo, la rubia se volvió para con él; "¿Una hermana bonita?.Y yo, ¿Qué soy?"

Takeo rió un poco; "No te enojes, Mina. Yo no quise decir eso que has mal entendido. Pero me hubiera gustado tener una hermana menor, de esa forma yo hubiera sido un hermano mayor que hubiera cuidado de ella", explico a sus preocupaciones.

Ante eso Michiru sonrío; "A mí también me hubiera gustado tener hermanos pequeños para haber jugado con ellos", expreso pensando que aunque los tenía, a ninguno de ellos había conocido a causa de la infame cobardía de Isao.

"Supongo que ha de ser lindo, pero ahora que soy tío, voy a cuidar de ella"

"Takeo, mejor ve a jugar. Deja que a la bebé en paz", Mina ordeno.

Abatido, el chiquillo exhaló; "Está bien, iré a jugar, pero si necesitan algo llámenme", expreso y luego sin mucho animo abandono la habitación.

"Es un buen niño. Ademas no estaba molestándola", la aguamarina señalo.

"Siempre ha sido muy educado, ademas resulto ser un buen estudiante", Mina contestó y luego bajo un poco la mirada.

"¿Ocurre algo?, ante la actitud que la joven había tomado, la chiquilla no pudo evitar preguntar.

Mina respiró profundo y luego de meditarlo un poco, finalmente accedió a hablar; "Solo a una persona se lo he confesado y esa persona es Haruka... ¿Sabías qué él no es mi hermano?"

Habiendo escuchado eso, la aguamarina se sorprendió; "¿No?"

"Así es. Fue hace varios años y sin embargo aún lo recuerdo a detalle. Fue una noche de otoño cuando regresando del trabajo, en el camino observe a un niño llorando. La calle estaba sola y me pareció muy extraño que no estuviera acompañado. Me senté a su lado para calmarlo y esperar a ver si alguien apareciera para reclamarlo, sin embargo eso no sucedió. El pobrecillo tenía hambre y estaba muy sucio, así que decidí llevarlo a casa para asearlo y alimentarlo. Después de eso cada día y a la misma hora volvíamos al sitio donde lo encontré esperando que alguien lo reconociera y lo llevara con su familia, sin embargo tampoco sucedió. Fue cuando comprendí que lo habían abandonado"

"¿Por qué no lo llevaste a la policía?, quizás ellos hubieran podido hacer algo por él", cuestiono la aguamarina ante tan inesperada confesión.

"Fue algo que también considere, sin embargo creo que de poco hubiera servido. Sin duda alguna lo hubieran enviado a un orfanato y aunque me gusta pensar que bien hubiera podido ser adoptado, debo decir que me acostumbre a él y llegue a quererlo como si se tratara de mi verdadero hermano", satisfecha expreso la joven Mina. "Él lo olvido, en él encontré a la familia que perdí"

"Eres una mujer muy buena", contesto Michiru al mismo tiempo que con dolor recordaba lo que hacía tres noches le había pedido a Haruka.

Y sin duda alguna hubieran continuado con su platica de no haber sido porque alguien llamo a la puerta. Y ese era Haruka quien había vuelto acompañado de Kenta.

"Michi, Kenta ha venido para ver qué todo este bien con la niña"

"Si, por favor pase", contestó la aguamarina.

"Con permiso", Mina expreso y luego dirigió sus pasos hacia la cocina para comenzar con la preparación de los alimentos del medio día.

"Veamos qué tenemos por aquí... por favor no llores", sonriendo expreso el medico una vez que tomo a la chiquilla entre sus brazos. "Y dime, Haruka, ¿Qué se siente convertirse en papá?"

El rubio sonrío satisfecho; "Creo que desde que nació no soy el mismo. Me he vuelto muy sobre protector con mi bebé"

"Es natural, la diferencia entre nosotros y los animales, es que somos racionales. Sin embargo cuando se trata de defender a las crías, también podemos llegar a convertirnos en verdaderas bestias"

"Eso es cierto"

"¿Podrían desnudarla un poco?", él médico pidió y luego con cuidado la recostó sobre la cama.

Michiru, en cuyo rostro se adivinaba la preocupación, accedió para con ello facilitar la revisión.

Así pues y tomando su estetoscopio, el sujeto comenzó su trabajo.

"¿Esta bien?", cuestiono la aún asustada madre. Y es que temía que a consecuencia del poco cuidado que en un principio había tenido, ademas de toda la tristeza que la había embargado, de alguna forma la hubieran dañado.

"Si, es pequeña, pero también es fuerte. Sus pulmones maduraron de forma correcta", contesto él concentrado en lo qué hacía. "Su corazón también esta bien"

"¿Qué hay de su peso y su tamaño?", el rubio cuestiono.

"Esta bien para una niña. No tienen de que preocuparse, en los próximos días seguirá ganando mucho peso", concluyo el medico.


(Saratov, Rusia)

Luego de haber recibido aquella carta proveniente de Japón, sentado frente a la chimenea, sonriente Fiódor Nikoláyevich tocaba su concertina, entonando así los dulces versos que al rubio tanto le gustaban. Un poco más allá, su pequeño hijo con sumo interés lo observaba.

"Todo se encuentra en el sitio indicado"

Olya, su esposa, lo escuchaba con atención; "¿Ellos se encuentran bien?"

Fiódor cerró los ojos y luego asintió al mismo tiempo que en sus labios dibujaba una sonrisa; "La vida es como un rió, podrá haber obstáculos, pero al final es imposible detener su paso. Así ha sucedido con ellos, fue mucho por lo que tuvieron que pasar para poder estar unidos en matrimonio. Ademas pronto Haruka se va a convertir en padre", expreso y luego fijo la mirada en su pequeño. "Me sería muy grato que aún después de que yo deje este mundo, la amistad que a nosotros nos unió continuara, aunque fuera por cartas"

Su mujer asintió complacida; "Si el destino ha permitido que tú lo conocieras y quiere que ese lazo perdure, entonces ten confianza en que así será"


(Lejos de ahí)

Y con ese era ya el tercer día de viaje, el cual y como hubiera dicho Albert, después de pasar por Irlanda continuo su travesía hacia la floreciente Bombay, donde tendría que despedirse de su amada para que ella continuara su camino hasta Japón.

Así pues, el apuesto rubio contemplaba el brillo de la media tarde mientras que de cuando en cuando uno que otro pecesillo podía ser visto junto a la pesada embarcación.

Sonriendo ante esas maravillosas imágenes, para sus adentros se preguntaba si ese era el momento indicado con el telón perfecto para pedírselo, o si debía esperar un poco mas, así como si más de viente años no hubieran significado nada.

Más también comprendía que ya había sido suficiente y deseaba obtener cuanto antes esa respuesta que definiría el destino de ambos.

Pensativo llevo la mano al bolsillo interno de su saco y extrayendo de él aquella fina caja, esperaría un golpe de valentía para hacerlo.

Abriéndola, entonces contempló la sortija; "¿Ira a aceptar?", nervioso se cuestiono al observar ese hermoso destello, y aunque sabia que ella no se negaría, deseaba escucharlo de sus labios.

En ese punto la joya resbalo de sus nerviosos dedos, perdiéndose entre los tablones de madera que conformaban el firme suelo; "Maldición", chillo molesto. "Esto no puede estarme pasando", esperando poder recuperarla, de rodillas se tumbo para echar un vistazo entre las apretujadas rendijas.

"¿Ocurre algo?, querido", cuestiono Katherine al verlo en esa nada natural posición.

Al escucharla, Albert se reincorporo de golpe al mismo tiempo que se limpiaba el sudor que le había perlado la pálida frente; "No, no es nada", sabiéndose casi descubierto sin aliento si apenas pudo sisear.

"Pues parece todo lo contrario, pareciera que buscabas algo"

"Ah, bueno... el fístol de mi corbata resbalo de mis dedos y termino perdiéndose entre el suelo", fue hábil al mentir para que ella no sospechara nada.

"Lo siento mucho. Deberías informar el incidente a algún oficial, de esa forma si alguien lo encuentra de inmediato sabrán quien es el propietario", su amada recomendó.

"Si, tienes razón", entristecido contesto el rubio al mismo tiempo que comprendía que debía volver a encontrar el momento indicado para pedírselo.


(En algún lugar de Japón)

Y aunque hasta hacía algunos meses había sido un sujeto mal encarado que solo cedía al placer que el dinero de su esposa podía comprar, una cosa si debía serle reconocía, y es que después de todo era un hombre de palabra.

Es por eso que no es de dudarse que si Saburo no hubiera abusado de su hija, y esta le hubiera vuelto a confirmar que ese sujeto no era de su agrado, al final Isao si hubiera respetado el pacto que había hecho con ella y de esa forma habría aceptado al rubio como parte de su familia. Más eso ya nada importaba, el daño estaba hecho.

Así pues, lucido, con ese aire de señor y apoyando sus pasos en su bastón, el pelinegro Kaio avanzaba por aquellas desconocidas calles. Más fue entonces cuando en la distancia observo una panadería.

Encaminando sus pasos hacia ella y apoyando su mano en la chapa de la puerta, agacho un poco la mirada y luego en voz baja dijo; "Espero y aquí si sea"

Llenándose el pecho del más puro valor, finalmente ingresó.

El sujeto que atendía desde detrás del mostrador volvió la mirada hacia la entrada y viendo que se trataba de un todo un caballero, hizo una corta reverencia hacia él; "Buenas tardes, señor. ¿En qué puedo ayudarlo?", cuestiono.

Isao camino hacia él y quitándose el sombrero, asintió; "Muy amable. Verá, busco a un joven que es panadero… alto y de algunos veinte años de edad"

"¿Sabe su nombre?"

El pelinegro negó con la cabeza; "Hace no mucho que esta casado, su esposa esta embarazada o muy seguramente su hijo ya nació. Ella se llama Michiru y son originarios de Tokio"

"No, lamento no poder ayudarlo. Son muy pocos datos como para encontrar a una persona. A pocas calles de aquí hay otra panadería, quizás ahí si puedan darle información y si ese no es el caso, entonces tendrá que ir a la ciudad vecina"

"Muchas gracias por su ayuda… llevare esto y un poco de leche". Desilusionado porque siempre obtenía la misma respuesta, decidido a todo continuo su búsqueda...

La noche cayo con su oscuro crespón y con ello Isao Kaio regreso a la habitación que en aquel hostal había rentado para poder descansar.

Deshaciéndose de su abrigo, lo coloso sobre el respaldo de la silla para evitar que se arrugara, luego se sentó al mismo tiempo que tomaba su libreta de apuntes.

"¿En cuántas ciudades más tendré que buscarlos?", se pregunto y luego en aquel mapa tacho un lugar más.

Él, quien estaba tan acostumbrado al placer del buen vino y el buen comer, esa noche tendría que conformarse con tomar esa humilde cena, la cual consistía en un par de panecillos rellenos de algún embutido y un poco de leche. Y así sin ningún animo, pero no porque le resultara poca cosa, comenzó a comerla.

En ese punto una sonrisa se dibujo en sus labios, y es que de pronto a la memoria llego el recuerdo de aquellos dulces postres que en Tokio había probado y que solo por molestar, se había atrevido a decir que eran desagradables. "Seguro estoy de que él los cocino para mi hija. Espero algún día poder volver a disfrutar de ellos en compañía de mi familia... pero ¿Ya habrá nacido mi nieto?, ¿Será un hombrecito fuerte como yo, o una hermosa mujercita como mi hija?", se cuestiono tratando de imaginar como sería, aunque comprendía que la imaginación no le alcanzaba para tanto. "Sea cual sea el caso espero y se parezca a su madre y a…", murmuro y entonces aquella agradable mueca se desdibujo, y es que no podía evitar entristecerse cada vez que pensaba en su amada rubia. "Quizás erre el camino. Debí ir y buscarla a ella para una vez más rogarle que me diga donde están. Aunque es mejor encontrar a Michiru para que una vez que me perdone, Katherine también pueda hacerlo y regrese a mi lado"


(Casa de Kenta)

Disfrutando de la cena, el medico y su hija conversaban sobre el viaje que él había tenido que hacer para comprar el material quirúrgico que necesitaba.

"Según me entere pronto se abrirá un hospital muy grande el cual estará dividido en varias áreas, ademas atenderá a personas de cualquier extracto social. Eso es bueno, muy bueno porque muchas personas prefieren morir antes que asistir al medico por miedo a la enorme cantidad de dinero que tendrán que pagar"

"¿Te interesa un trabajo lejos de casa?", fue la pregunta obligada por parte de su hija.

"¿Por qué no?. Ya envié mi solicitud y aunque es poco probable que me acepten, no pierdo la esperanza de trabajar en un lugar como ese"

"Eso es bueno, me alegraría mucho si pudieras cumplir tu sueño", replico la joven Kazuki ante la emoción que embargaba a su padre.

"¿Sabes?... hoy estuve en casa de Haruka", dándole un giro diferente a la conversación, expreso él antes de llevar un bocado a sus labios.

"¿Así?", cuestiono la otra tratando de mostrarse indiferente, aunque poco podía disimular.

"Sí, ya nació su bebé y es una hermosa niña"

Ante esas palabras la pelinegra se mordió los carnosos labios; "Es lógico, sus papás son muy atractivos"

Kenta asintió y tomando las manos de la chiquilla entre las suyas, exclamo; "Por favor no cometas locuras.

Por su parte Kazuki bajo la mirada al mismo tiempo que se encogía de hombros; "¿Por qué habría de hacerlo?, ¿Por qué me pides eso?"

"No lo sé, pero debes entender que se trata de un hombre de familia con nuevas responsabilidades"

Ante esas ultimas palabras, la joven se reincorporo de golpe; "Ya lo sé, no tienes porque estármelo recordando", contesto y entonces rápidamente dirigió sus pasos hacia su habitación.

Sin nada más que decir y esperado que ella por fin aceptara que él no era para ella, Kenta continuo disfrutando de su cena.


(Residencia Tenou)

Sosteniendo a su hija en los brazos, Haruka contemplaba la solitaria calle a través de la ventana de su habitación.

"Pronto podremos llevarte al parque para comprarte todos los helados de vainilla que desees, entonces te colocare sobre mis hombros para que puedas ver todo desde arriba, ¿Qué dices?, ¿Si quieres?", emocionado expreso para con ella.

Harumi, lejos de contestar, bostezo al mismo tiempo que se llevaba ambas manitas al rostro.

Ante esa imagen Haruka rió un poco; "Entiendo, ya te aburrí y ahora solo quieres dormir, pero por favor espera un poco, mamá no tarda en volver para que te de comer", dijo y luego beso su mejilla.

Michiru, de pie en el umbral de la puerta contemplo esa maravillosa escena al mismo tiempo que se ocupaba de secar su cabello. "¿Esta bien?"

"Lo esta, solo que quiere dormir sin antes haber comido", expreso y caminando hacia ella, se la entrego en los brazos. "Debo reconocer que es una bebé muy bien portada"

Ante esas palabras la joven rió un poco; "Ahora lo es, pero antes no. ¡Vaya que era una niña bastante inquieta!, ¿Verdad, Harumi?", expreso al mismo tiempo que se sentaba sobre el lecho para comenzar su amorosa labor.

"Estoy seguro de que eras igual de bonita que ella, pero ¿Eras una niña traviesa o una niña tranquila?", contemplándola con cariño, el rubio cuestiono.

"Debo decir que era muy tranquila, o al menos así me recuerdo yo. Más no sé que responder de cuando era bebé. En mi próxima carta se lo preguntare a mi madre y a mi nana"

"Muy seguramente también eras muy tranquila", dijo él y luego acaricio el castaño cabello de su bebé.

"Lo supongo... ¡Vamos, Harumi!, tienes que comer un poco más"

"Así es, pequeña. Te ayudara para que estés más fuerte"

Michiru observo a su amado, quien contemplaba a la chiquilla como si en ello se le fuera la vida. Entonces con gran pesar recordó aquella noche en la que él regreso y en la que ella le pidió que la olvidara porque no quería condenarlo a su dolor, a cargar con esa su vergüenza. Entonces ella no pudo evitar pensar; "Lo amo tanto y me ama, ¿Cómo es qué pude considerar huir de su cariño?. Siendo tan bueno, ¿Cómo pude pensar qué me rechazaría?. Qué tonta fui, si hubiera renunciado a él y a esta maravillosa vida, hubiera sido un dolor que también me hubiera acompañado para siempre. Entonces no hubiera habido día en el que no me lamentara haberlo hecho"

Ante el repentino silencio de su esposa, Tenou se volvió hacia ella; "¿Ocurre algo, mi amor?"

"No, no es nada", contesto ella sonriendole para evitar que se preocupara.

"¿Entonces porque de pronto te quedaste tan callada?", cuestiono y luego le acomodo el húmedo cabello que caía por su frente.

"Pensaba en el futuro cercano, cuando Harumi crezca un poco", satisfecha replico.

"Aún falta mucho para qué eso suceda, ahora concentrémonos en disfrutar esta etapa de su vida"

"Tienes mucha razón, no será un bebé por siempre", concluyo la madre antes de depositar un beso en los labios de su esposo.


Notas de autor;

Isavellcota; Pudo más el amor que nació en ella que cualquier miedo. Ahora ella es feliz al lado ambos. Es una vida que merecen vivir plenamente.

Michelle; Ella si tendrá el amor de sus dos papás (Michi y Haruka, no el de esa bestia y Haruka XD), crecerá bien porque aunque no tengan los recursos con los que Michiru creció, jamas le faltara algo. Es cierto, Isao dijo que quería un nieto varón y no a otra "perdida" en su casa. Queda ver que dice cuando vea que es abuelo de una niña, si es que llega a encontrarlos.

Kaiohmaru; En mejor familia Harumi no pudo haber nacido, tiene un excelente padre, una buena madre, dos abuelas (la señora Matsuko cuenta como tal), dos abuelos (aunque lo neguemos Isao es eso. Albert también cuenta como tal) y sus tíos adoptivos (Mina y Takeo).

UnbreakAbleWarrior; Así es, hay que darles mucha paz luego de lo ocurrido.

Kyoky-chan; Es mejor tener una cuenta porque ahí es más fácil encontrar las actualizaciones y sobre todo, recibir mensajes. Ingenuamente pensé que solo tú usabas ese usuario :X. Sin duda Katherine se pondrá más que feliz cuando vea que se parece a ella. Si hubiera sido niño y se hubiera parecido a Isao, no hubiera sido tan malo, es de recalcar que en su juventud era muy guapo, quizás también ahora. Recordemos que bajo de peso y modifico sus malos hábitos