CAPÍTULO LXXIV

INTRUSA VISIÓN

Y así como cada día hacía las nueve de la mañana, Haruka abandono la panadería para dirigirse a su casa y así tomar el desayuno en compañía de las dos mujeres que más amaba.

Ingresando en la cocina observo a su amada ocupada en el fogón mientras que Harumi se divertía con sus juguetes dentro de su improvisada cuna.

"¿Cómo estas?", el rubio cuestiono inclinándose un poco sobre ella. Por su parte y bastante emocionada, la chiquilla comenzó a agitar su brazos al mismo tiempo que alegre balbuceaba. "¿Quieres que te cargue?", fue así que tomándola en sus brazos y besándola en la frente, camino hacia su esposa, a quien beso en la mejilla.

Volviéndose hacia él y habiendo depositado un casto beso en sus labios, le echo ambos brazos al cuello, entonces contenta expreso; "Hueles a chocolate y maní"

"¿No te gusta?"

"Sabes que me encanta", dijo y luego volvió a besarlo. "Vamos a sentarnos antes de que se enfríe", agrego y tomando la charola con los alimentos, juntos se dirigieron al comedor.

En esa absoluta tranquilidad, los tres disfrutaban de esa vida familiar.

"¿Te gusta?", pregunto la orgullosa madre al ver a su pequeña comer los jugosos frutos que del huerto el rubio hubiera cosechado para ella.

"Se le ve tan feliz", embelesado por esas tiernas muecas y sus nada entendibles balbuceos, Tenou no pudo evitar suspirar.

"Es porque es feliz al lado de papá y mamá, ¿Verdad, Harumi?", replico la aguamarina y luego le limpio los manchados labios. "Tendré que volver a cambiarte las ropas", añadió sin poder evitar reír un poco.

"Su cabello, sus mejillas y sus ojos me recuerdan a los de un muñeca, aunque mi bebé es más bello"

"Así es, y de grande se parecerá a mi madre"

"Pero más hermosa", Tenou señalo.

En ese punto alguien llamo a la puerta.

"¿Quien podrá ser?", pregunto Michiru mientras se reincorporaba para ir y atender.

"Quédate con Harumi. Yo iré a ver", dejando sobre la mesa su servilleta, Haruka fue a abrir y una vez que lo hizo, se encontró con el oficial de correos. "Buenos días, ¿Tiene algo para nosotros?"

"Un telegrama con carácter de urgente. Viene de Londres", el hombre replico.

"¿Urgente?", habiendo escuchado esa palabra, lógico fue que al rostro del chiquillo asomara la preocupación.

"Así es. Aquí tiene"

"Gracias". Habiendo pagado por sus servicios, aún bastante desconcertado Haruka regreso al lado de su esposa y su hija.

"¿Quien era?", cuestiono su amada.

"El oficial de correos, trajo para ti un telegrama con carácter de urgente", esperando que no contuviera malas noticias, temeroso se lo entrego.

"¿Urgente?"

"Así es, lo envía tu madre. Deja que sostenga a Harumi para que lo leas", tomándola de los brazos de su esposa, volvió a sentarse, colocando a su hija sobre sus piernas. "¿Quieres más fruta?"

Esperando que en casa de su madre todo estuviera bien, con presura la chiquilla rompió el sobre he iniciando una rápida lectura, se quedo sin palabras y sin poder apartar la mirada de aquellas lineas.

"¿Ocurre algo malo?", ante su silencio y esa expresión, su esposo cuestiono esperando que ese no fuera el caso.

"No, por supuesto que no. Es todo lo contrario", escapando a la impresión, satisfecha negó con la cabeza y luego sonrió.

"¿Entonces?"

Michiru contemplo a Harumi y haciendo uso de un tono divertido, exclamo; "Pasa que yo me he convertido en una hermana mayor, Harumi en sobrina y tu en cuñado"

"¿De verdad?", aliviado y sonriendo con evidente alegría, Haruka cuestiono.

"Así es, pero no solo de un pequeño hombrecito, sino de dos. Tanto ellos como mi madre están bien. La familia ha crecido bastante"

"¡Vaya!, esas si que son más que buenas noticias. Jamas lo hubiera imaginado"

"Me alegro mucho por ellos. Tuvieron que pasar tanto dolor y tantos años de separación para que finalmente pudieran ser felices", contenta suspiro. "Más tarde responderé su telegrama para extenderle nuestras felicitaciones y buenos deseos"

Por su parte Tenou tomo su taza de café y dándole un buen sorbo, exclamo; "Entonces brindemos por tus hermanitos"


(Londres)

Maravillada por la presencia de sus dos pequeños, la rubia Katherine se ocupaba de ellos, recordando a cada instante cuando tenía que hacerlo de su hija mayor y luego de su nieta.

"Jamas imagine que luego de tantos años volvería a pasar por todo esto"

"La vida se lo debía y con creces. A mi me emociona muchos ser la nana de sus hijos", contenta la anciana dijo.

"Nana, ya has trabajado demasiado. Deberías dedicarte solo a descansar, a vivir una vida plena"

"Nada de eso. Mientras yo tenga fuerza, seguiré estando al pendiente... ojala y Dios me de la vida necesaria para llegar a verlos convertidos en unos jovencitos muy guapos y para llegar a conocer a los bebés de la niña Harumi", expreso siendo consciente de que quizás aquello sería más que un imposible, más aún así le gustaba imaginarlo.

"Gracias por estar a mi lado, por resistir a tanto. Por no abandonarme en ese infierno"

"No iba a dejarla sola. En ustedes encontré los hijos que la vida me negó", recordando a su difunto esposo, por un breve momento se entristeció.

"El destino hizo bien al reunirnos. Durante todos estos años hemos sido un apoyo mutuo. Sin tu ayuda no sé que hubiera sido de mi al estar en un país del que no conocía nada y siendo una madre inexperta", expreso observando a sus hijos, luego se quedo en silencio. "Tienes razón, la vida me ha recompensado del doble de lo que yo esperaba. Durante veinte años Isao me señalo y me acuso de lo que él consideraba una desgracia. Más ahora que lo reflexiono, sus humillaciones me hubieran dolido menos que haberlo visto criar a un hijo mio para ser como él... no hubiera podido soportar verlo convertido en un ser tan despreciable como Sab... no, no quiero ni recordar su nombre. Por lo qué le hizo a mi pequeña, merece el olvido y todo el odio"

"Quizás no hubiera sido así, señora. Porque para usted hubiera sido inconcebible permitir que en un futuro él se convertiría en eso. Pero ya no se torture con cosas que no sucedieron. Ese sujeto no merece que usted se tome el tiempo de preocuparse por él cuando muy seguramente él no piensa en usted ni en su hija. Ha saber que será de su vida"

Katherine sonrió y tomando al pequeño que había despertado, de forma cariñosa lo acuno contra su pecho; "Es verdad. A esos dos desgraciados ni siquiera podemos llamarlos hombres, porque ese es un titulo que hay que saber ganárse y para ellos es algo que resulta demasiado caro. Ahora me concentrare en mi hermosa familia para que así podamos llevar toda una vida plena"


(Nagasaki)

Luego del desayuno y después de haber ido a la oficina de correos para enviarle un telegrama a su madre y en el expresarle sus mejores deseos, la feliz familia regreso a la panadería.

Fue así que Haruka, ocupándose del inventario para más tarde ir a comprar lo que necesitaba, la aguamarina se quedo detrás del mostrador. Por su parte y alejada de cualquier preocupación, Harumi dormía en su canasta de mimbre.

En ese punto la puerta se abrió, anunciando con la campana que pendía del marco la presencia de un cliente.

"Buenos días", saludo la pelinegra Kazuki apenas ingreso.

"Buenos días", contesto Michiru lejos de cualquier rencor, aunque siendo prudente en su trato para con ella. Y es que después de que esta le hubiera hablado mal de Mina y de haberse enterado de ese interés tan especial que tenía para con su esposo, no habían vuelto a tener problema alguno.

Así pues y tratando de hacer a un lado cualquier recuerdo de lo acontecido en los meses pasados, como todos los días la mujer realizo su tan acostumbrada compra. Y una vez que termino, serena camino hacia el mostrador.

"¿Y Harumi?", sonriendo cuestiono la hija del medico.

"Ahora duerme", contesto la orgullosa madre y luego la señalo.

"¡Vaya!, ha crecido demasiado", expreso la chiquilla.

"Así es. Pronto dejara de ser una bebé y se convertirá en una hermosa niña"

Fue así que luego de un rápida platica, Kazuki inicio el recorrido hacia su hogar y mientras avanzaba con paso ligero, volvió a agradecer que tanto la aguamarina como la pequeña estuvieran bien.

"¿Pero qué demonios hice?, ¿Cómo pude ser capaz de algo tan terrible?", se pregunto casi en silencio y al mismo tiempo que aquel recuerdo acudía a ella para volver a atormentarla.

-Flashback. Hace varios meses-

Ocultándose en la oscuridad que el anonimato de la noche le ofrecía y manteniendo su rostro detrás de su abanico, temerosa la pelinegra esperaba a que aquella persona llegara.

De pronto los toscos y apresurados pasos de un hombre se dejaron escuchar, atrayendo la atención de la joven.

"Pensé que no iba a venir", dijo aquel andrajoso chiquillo, quien era el mismo que hubiera robado a la aguamarina.

"Pues ya ves que si lo hice. Cumplí con el trato", contesto ella con cierto temor a ser reconocida y sobre todo, a ser acusada. "Aquí tienes lo que te prometí", expreso tendiéndole un pequeño saco con unas cuantas monedas en su interior. "Te dije que también podías quedarte con lo que pudieras robarle a la mujer"

El sujeto por su parte se mantuvo quieto, luego negó con la cabeza y apretó el puño de forma amenazadora. "¿Por qué no me lo dijo?"

"¿Decirte que?", llena de temor Kazuki cuestiono.

"No finja que no lo sabe", contesto él y luego de forma amenazadora dio un paso hacia ella, aunque se detuvo a prudente distancia. "Se supone que yo iba a seguir a la mujer para asustarla y robarla, pero si yo hubiera sabido que estaba embarazada no me hubiera prestado a su sucio juego"

Ante sus recriminaciones, la pelinegra negó con la cabeza; "Si no lo mencione fue porque es un detalle innecesario. Aquí tiene su dinero... tómelo y váyase"

"¿Innecesario?", el ladrón cuestiono y luego volvió a apretar el puño. "Soy un ladrón, me dedico a robar caballeros y ebrios, no mujeres. Si acepte fue porque necesitaba el dinero. Más no soy un maldito pervertido ni mucho menos un ... si yo lo hubiera sabido, no me hubiera prestado a hacer ningún trato con usted. Cuando me di cuenta de ello, no supe como reaccionar. Me alegra mucho que esa mujer hubiera llegado para salvarla"

"Pensé que los criminales eran eso, seres sin escrúpulos ni moral. No pensé que tuvieran sentimientos, códigos u honor alguno. Ahora será mejor que hagamos como si esto no hubiera sucedido", esperando con esas palabras concluir su discusión, Kazuki se dio la vuelta y entonces con paso rápido se alejo de aquel lugar.

-Fin Flashback-

Si, el ataque que la aguamarina hubiera sufrido en aquel sucio callejón no había sido al azar, había sido planeado por la celosa hija del medico en un intento por asustar a la chiquilla y con ello decidiera regresar a la seguridad de Tokio, abandonando así a Haruka. Y es que ingenuamente había pensado que si su plan funcionaba entonces tendría la oportunidad de acercarse a él. Cosa que no le resulto porque la misma Michiru le dijo que no huiría porque su lugar era al lado de su esposo. Pero entonces, ¿Por que intervino de ultimo momento, liberando de su propio ataque a la asustada joven?.

La respuesta es fácil de adivinar, y es que lo había hecho para que el rubio confiara en ella y llegara a considerarla de esa forma que tanto anhelaba.

Era debido a ello que cuando en aquel restaurante conocido a la pequeña Harumi, había comprendido el terrible error que había cometido y es que ¿Qué mas hubiera podido ocurrir si el sujeto no hubiera advertido su estado?, ¿Cómo es que pudo considerar algo así sabiendo que la vida de un inocente corría peligro?, y aún más importante, si algo fuera del plan hubiera acontecido, ¿Hubiera ella podido sobrevivir ante tan terrible culpa?.

Y si eso hubiera sido poco, para que la conciencia la torturara aún más, ese día y mientras abandonaba el restaurante había vuelto a encontrarse con su cómplice, quien por fortuna no le reconoció.


(Esa noche)

Y de pronto la tranquila madrugada se vio quebrantada por aquellos golpes secos que provenían desde el primer piso y ante los cuales la joven Michiru despertó sobresaltada. Más pensando que todo se había tratado de un sueño, no le tomo importancia hasta que de nueva cuenta volvió a escucharlos.

"Haruka... Haruka...", ella lo llamo, sin embargo ante su insistencia su esposo no despertó y ni aun siquiera emitió sonido alguno. Estaba vencido por el cansancio.

Nerviosa la aguamarina hizo otro intento por hacerlo reaccionar, más fue entonces cuando observo que la puerta de su habitación estaba abierta. Recordando con ello que antes de acostarse el rubio la había asegurado.

Poniéndose de pie para cerrarla y pensando que muy seguramente durante algún momento de la madrugada Haruka había olvidado volver a cerrarla, se encamino hacia ella, pero de pronto otro golpe seco seguido del chirriar de una puerta volvió a hundirla en la preocupación.

"Haruka, despierta. Hay alguien en la casa", volvió a llamarlo sin obtener respuesta alguna.

Decidida a investigar que era lo que sucedía, camino hacia la cuna donde su pequeña dormía, descubriendo que esta estaba vacía.

"¿Dónde esta mi bebe?", pregunto revolviendo las sabanas esperando encontrarla. "Haruka, se han llevado a Harumi", dejando que el llanto la embargara, grito con todas sus fuerzas, sin embargo fue en vano y él no despertó.

Saliendo de la habitación y desplazándose por entre la oscuridad, fue que gracias a la luz de la luna que se colaba por el ancho ventanal del recibidor pudo observar a aquella sombra que entre sus brazos sostenía a su hija.

"¿Qué hace con mi bebé?... ¿Cómo es que entro?", aunque asustada, fue valiente al alzar la voz.

El sujeto torció los labios, emulando así una grotesca sonrisa.

Llena de miedo y esperando que aquello fuera una vil alucinación, la aguamarina observo como las cicatrices en sus mejillas se desfiguraban aún más. Por su parte, sabiendo que en ella había despertado los más dolorosos recuerdos, el intruso rió por lo bajo.

"¿Tú?", reconociendo quien era, embargada por el asco y el horror la mujer cuestiono.

Ante su pregunta el hombre asintió y luego volvió a reír, devolviendo así a la joven a ese terrible instante.

Agitado Haruka sostenía en sus brazos a su amada. "Michi, por favor despierta", grito una vez más, perdiendo la cuenta de cuantas veces había tratado de hacerla reaccionar. En su cuna Harumi lloraba ante el alboroto que había a su alrededor.

La mujer por fin abrió los ojos, encontrándose con un empalidecido rubio. "Él esta aquí... vino por nuestro bebé", atusada escapo a su agarre.

"No, Michi. Todo esta bien. Ella esta en su cuna. Todo fue un sueño"

Comprendiendo que todo había sido una terrible pesadilla, la chiquilla camino hacia la cuna y observando que su bebé lloraba con desespero, rompió en llanto y luego la tomo en sus brazos, aprisionándola contra su pecho; "Qué bueno que todo fue un mal sueño"

"Estabas gritando, no podía despertarte", abrazándola para tranquilizarla, Haruka le beso la sudorosa frente.

"En ellos escuche un ruido, no podía desesperarte... fue una horrible visión... él... él venia por ella para llevársela", gimió presa del horror.

"Tan solo fue un sueño. Nadie puede quitártela. Ese mal nacido no tiene nada que venir a hacer aquí"

"Tengo mucho miedo"

"Esta bien, tranquilízate. Revisare la casa para que te convenzas de que no hay nadie"

"No, por favor quédate a mi lado", aferrándose al pijama de su amado siseo.

"No te preocupes. No me tardo"

La aguamarina se sentó sobre el lecho, acunando a su pequeña contra su pecho; "Eres mía y de Haruka, de nadie más. Nadie puede separarte de nosotros"

Fue así que habiendo investigado que todo estuviera en orden y asegurando todas las puertas y ventanas, el rubio regreso al lado de su amada, luego la abrazo para calmarla; "Así es, Michi. Nadie podrá quitártela. Y si es que ese llega a aparecer por aquí para siquiera intentar hacerlo, nosotros no lo permitiremos", expreso. "¿Hasta cuando ese desgraciado dejara de hacernos daño?, algún día he de encontrarte y habrás de pagar el daño que le hiciste a mi Michi. Entonces desearas estar mil veces muerto", de nueva cuenta pensó sin imaginar que Isao ya se había encargado de él.


Notas de autor;

Así es, todo fue un plan de Kazuki, es por eso que no permitió que Haruka y Takeo fueran a buscar al ladrón (Cap 49). Si lo hubieran hecho sin duda el les hubiera dicho que todo fue plan de una mujer. Y es por eso que estaba tan nerviosa (Cap 66).

Isavellcota; Isao se moriría, reviviría y se volvería a morir al verlos tan felices. Lejos de él todos son felices.

Michelle; Así es, Albert tuvo su recompensa luego de tantos años y dolor. Fue tan paciente que fue multiplicada por dos.

Kaiohmaru; El mayordomo es como un niño, esta enamorado de ella pero como no sabe como expresarlo, se la pasa molestándola. Sus peleas lejos de ser tomadas en serio, deben ser tomadas como algo gracioso. Isao tiene que conformarse con su dolor, que es lo único que le queda.

UnbreakAbleWarrior; Nadie hubiera imaginado que serían dos. Tenía planeado solo uno, pero para castigar a Isao fueron gemelos.