CAPÍTULO XC
INCONSCIENTE ACTUAR
(Dos días después)
Siendo consciente de que cada día estaba estaba más cerca de despedirse de su hermano, es que después de haberlo meditado Mina se dirigió hacia el rubio.
"Haruka, hay algo que me gustaría pedirte", ruborizada dijo.
"Soy todo oídos, ¿Qué es?"
Nerviosa la rubia jugaba con las costuras de su delantal; "Como sabrás, dentro de un par de semanas Takeo se ira a la capital. Es por eso que me preguntaba si tú podrías... ¡Dioses!", mordiéndose los labios no pudo continuar.
"¡Vamos!, dime de que se trata", pensando que le pediría permiso para ausentarse del trabajo y así acompañarlo durante los primeros días de esa nueva vida, respondió.
"Quería preguntarte si podrías orientarlo un poco"
"¿Yo?', ¿De qué forma?"
"Bueno, solo si tú quieres. Mientras él fue un niño pude aconsejarlo, ahora que se ha convertido en un joven es obvio que no puedo seguir haciéndolo... Podría pedírselo a Armand, sin embargo no sabe como es la capital y después de todo podría decirse que en su vida es un desconoció. Sabes que Takeo te admira, eres lo más cercano a un hermano mayor que además lo ha visto crecer"
Tenou asintió bastante sonrojado, y es que consideraba que mucha debía ser la confianza que Mina le tenía como para pedirle aquello; "Puedo hacerlo, pero ¿Tú crees que él quiera hablar de eso conmigo?"
"Pienso que si", replico.
"Esta bien, lo haré esta tarde"
"Gracias por todo, no sé como agradecértelo", bastante aliviada la joven sonrió.
"No tienes porque, soy yo quien agradece tu confianza"
(Tokio)
Dentro de aquella acogedora habitación con aroma a incienso, un hombre alto y de cabellos negros terminaba de vestirse.
"¿Cuando podre volver a verte?", cuestiono mientras tomaba el saco de su impecable uniforme.
"Cuando tengas tiempo ya sabes donde encontrarme", juguetona contesto Saiko antes de llevar el cigarrillos a sus labios.
El sujeto asintió y luego hizo una ligera mueca de desagrado; "¡Ah!, quisiera quedarme a tu lado, sin embargo no me es posible. Estoy harto de mi trabajo", expreso y luego sin mucho animo se coloco el gorro.
"En verdad no entiendo que tiene de atractivo el trabajar en una prisión", respondió ella y es que luego de las amenazas que Eiji hubiera hecho en su contra, siguiendo su consejo había logrado seducir a un muy importante oficial de la misma.
"La paga es buena", contesto viéndose al espejo, luego se acomodo la corbata.
"Dime una cosa, querido, ser un hombre libre teniendo que convivir con criminales, ¿Lo vale?"
"Quizás. Pero para fortuna mía debo decir que me encargo de los presos menos problemáticos"
"¿A qué te refieres con eso?", habiendo investigado antes a su presa y sabiendo cual era su función dentro de la prisión, la pelinegra fingió desconocer ese detalle. Detalle que le serviría para sus propósitos.
"Estafadores, ladrones, parias... en resumen son gente sin importancia"
"Entiendo, pero supongo que entre todos ellos si ha de haber sujetos problemáticos, ¿No?"
"Por supuesto, en mi bloque tengo a Hiroto. Ese sujeto haría casi cualquier cosa por dinero", despreocupado contesto.
Escucharlo decir eso hizo sonreír a Saiko, y es que aunque no lo pareciera, su plan estaba resultando mejor de lo que hubiera pensado.
(Nagasaki. Restaurante del centro)
Intuyendo a que debía esa sorpresiva reunión con el rubio, ruborizado Takeo mantenía la cabeza baja. Por su parte y bastante nervioso, el otro no sabía como iniciar. Además ni siquiera habían tocado las bebidas que previamente habían ordenado.
Fue así que luego de aclararse la garganta y darle un sorbo a su sake, Haruka inicio la conversación; "¿Estas nervioso por el viaje?"
"Y mucho. En primera porque es la primera vez que me separó de mi hermana y en segunda porque no sé que voy a encontrar en la capital", contesto.
"En su momento me sucedió lo mismo. Por haber pasado toda mi vida en aquella aldea es que consideraba que no debía abandonar mi hogar, hasta que comprendí que debía hacerlo por mi bien"
"Sé que es por mi bien, pero aún así me aterra dejar a sola a mi hermana. Aunque Armand es un buen sujeto, me duele separarme de ella"
"Podrás visitarla siempre que lo desees. Si ella me pide permiso para ausentarse del trabajo y así poder ir a verte, gustoso le otorgare los días que ella desee tomarse"
"Muchas gracias, pero... ¿Cómo es la gente de la capital?", deseando saber más sobre ese mundo que para él le resultaba tan lejano, pregunto.
"No son nada diferentes al resto. Eso si, cuando llegue las personas me veían extraño", expreso y luego rió un poco. "No creo que haya sido porque era lo que ellos consideran un extranjero en su tierra, sino porque en mis hombros llevaba el abrigo que un marinero me obsequio. Los verdaderos problemas los encontré después"
"¿Problemas?, ¿Qué problemas?", preocupado el chiquillo le dio un trago a su bebida.
"Fue en la preparatoria. Ahí me encontré a un grupo de estudiantes que quisieron hacer de mi vida un infierno, sin embargo no lo lograron", expreso y luego llevo el sake a sus labios.
"¿Cómo?"
"Seré claro para que me entiendas. A tu paso encontrarás gente que piensa que por tener un buen apellido y dinero en la bolsa, les da el derecho de abusar de los demás. Si en tu camino llegas a encontrarte a esa gente tú debes mantenerte concentrado en tu objetivo, que es convertirte en médico. ¿Cómo?, demostrándoles que a un verdadero hombre lo hace caballero su educación, su humildad, no cuánto metal lleva en la cartera. Porque se puede ser muy rico, pero al mismo tiempo un patán. Los buenos principios se aprenden, no se compran"
"¿Dejaron de molestarte?"
"Por supuesto. Y escúchame bien, el que intenten avergonzarte haciendo mención de tu origen, no debe ser una ofensa y por el contrario debe llenarte de orgullo porque contrario a ellos, conoces lo que es el trabajo. Ellos no saben lo que es ganarse la vida, no saben lo que se siente llevarse a la boca el fruto del esfuerzo"
"Gracias a ti y a la señora Katherine por darme la oportunidad", contento replico.
"Te la has ganado", dijo y luego hizo silencio para pensar un poco lo que diría. "Luego esta ese otro asunto"
"¿Qué asunto?", nervioso el pelinegro no pudo evitar preguntar.
"Eres joven, muy joven... yo también tuve tu edad y es por eso que...", ruborizado en ese punto no pudo continuar.
Takeo por su parte sonrió un poco, y es que había cosas que no podía conversar con su hermana; "¿Podrías aconsejarme?... bueno... siempre es bueno saber muchas cosas, ¿No?
"Tokio como cualquier otra ciudad está llena de tentaciones y tú como cualquier otro muchacho de tu edad puede sentirse arrastrado a... por supuesto que no es algo que se juzgue, al menos que se convierta en un vicio. Pero si debes entender que esa es una decisión propia. Si no es tu deseo, por compromiso o presión no debes ceder", expreso recordando la noche que aquellos tres sujetos lo arrastraron a uno de sus lugares. "Si por el contrario lo deseas, será mejor que tomes tus precauciones. Son sitios bastante peligrosos y no solo me refiero al tema sanitario"
Ante esas palabras el pelinegro se sonrojo aún más; "Gracias por todo"
En ese punto Haruka sonrió satisfecho;" Y quién sabe, quizás conozcas a una linda jovencita"
El chiquillo sonrió emocionado; "Ojala y así sea"
"Si ese es el caso, recuerda que debes ser bueno. Las lagrimas de una mujer son muy dolorosas para nosotros", dijo recordando los consejos de Fiódor Nikoláyevich.
"Por supuesto, Haruka. Porque sé que tuve una madre, porque tengo una hermana y porque algún día tendré esposa e hijas, es que yo sería incapaz de lastimar a alguna mujer"
"Así se habla", orgulloso de él Haruka replico.
(Detrás del muro)
Convencido de que su actuar del día anterior había sido el mejor, impaciente Isao Kaio esperaba en el lugar de siempre. Más fue luego de unos minutos que la niña apareció caminando en su dirección.
"Hola", expreso él.
"Eres un mentiroso", molesta y con el entrecejo fruncido, Harumi contesto.
¿Por qué lo dices, pequeña?", preocupado cuestiono Isao y luego le acomodo los cabellos que caían por su frente.
"Porque me dijiste que vendrías a la fiesta de mamá y no lo hiciste. Te estuve esperando"
"Es verdad, pero no pude hacerlo porque tuve un pequeño problema"
"¿De verdad?", relajando las expresiones de su rostro, la niña pregunto.
"Si. Por nada del mundo quería perderme la celebración, sin embargo tuve ese inconveniente", lejos de decirle el porque, se mordió los labios. "¿Me perdonas?"
La rubia se quedo pensativa un momento, luego risueña asintió; "Esta bien, pero por favor no vuelvas a hacerlo"
"Te prometo que no volverá a suceder", expreso y luego beso su mejilla.
"Te quiero", la chiquilla por fin exclamo y luego devolvió el tierno gesto.
Ante eso, Kaio sonrió satisfecho y fue fuerte al contener el llanto. Ya solo faltaba que lo llamara abuelo, cosa que resultaba imposible; "Yo te amo", dijo y luego volvió a besarla. Entonces en ese punto tuvo una idea, y es que pensando que quizás esa era la única oportunidad que tendría para compartir con su nieta, pregunto; "¿Quieres un helado?"
Recordando la cantidad de veces que su madre le había dicho que no se alejara de casa, la rubia se quedo pensativa. Más confiando en la amabilidad de ese sujeto al que consideraba su amigo, asintió. "Sí"
"Entonces vamos por él. No nos tardaremos". Esperando que nadie notara la ausencia de la niña, el hombre tomo su mano y juntos comenzaron a alejarse mientras que contentos conversaban sobre la celebración de la aguamarina.
(Residencia Tenou)
Sin imaginar que su hija se encontraba en compañía de Isao, la aguamarina se ocupaba de concluir sus pendientes.
"Harumi, ¿Ya estas en la tina?", cuestiono ante la calma que de pronto se había apoderado de hasta el ultimo rincón. "¡Qué extraño!", murmuro cuando ella no respondió.
Apagando el fuego se dirigió hacia el estudio, donde muchas veces la había encontrado dibujando, sin embargo ese día no sería el caso.
"Pequeña", de nueva cuenta elevo la voz sin obtener respuesta. "¡Ah!, ya entiendo. Quieres jugar a las escondidas, ¿Verdad?", de forma risueña expreso y entonces subió a la planta alta. Pensando que muy seguramente se encontraba en su habitación, ingreso en ella. "Ya te encontré", juguetona en vano exclamo cuando reviso debajo de la cama.
Ante su ausencia Michiru frunció el entrecejo y negó con la cabeza. Así que esperando encontrarla jugando en torno los jardines, presurosa salio a su encuentro. "¿Pequeña?", sin embargo tampoco estaba ahí.
Desconcertada dirigios sus pasos hacia la panadería, donde muy seguramente estaría ayudando a Haruka.
"¿Harumi?", la aguamarina alzo la voz, atrayendo hacia ella la mirada de las trabajadoras y los clientes.
"¿Sucede algo?", pregunto Mina al verla en es estado de agitación.
"¿Dónde esta Harumi?", cuestiono mientras ingresaba para buscarla.
"No ha venido por aquí"
"¡Dioses!, tampoco esta en casa", contesto sintiendo como un escalofrió helaba cada uno de sus miembros. "Espero y este con Haruka", tratando de recuperar un poco de la perdida calma, murmuro.
"Haruka salio en compañía de Takeo y la niña no estaba con ellos", Mina señalo.
Ante esas palabras el mundo de la joven madre termino por desmoronarse. ¿Acaso su pequeña había desaparecido?. "Tengo que ir a buscarla", a punto de romper a llorar dijo.
"Será mejor que cerremos para ir todas", las jóvenes trabajadoras en ese punto dejaron a un lado lo que hacían.
"¿A donde pudo haber ido?, ¿A la casa de Amy?... ¿Al parque?", sin saber por donde comenzar, Michiru se pregunto esperando encontrarla cuanto antes.
Para su suerte en ese punto por la oscura acera se dejaron entrever el rubio y el pelinegro.
"Ahí vienen Haruka y Takeo", anuncio Mina.
Sin poder contener su desesperación y su miedo, la joven madre corrió hacia él
"Haruka, ¿Sabes dónde esta la niña?", pregunto tratando de mantenerse fuerte.
"Cuando me fui estaba jugando en los jardines", extrañado respondió.
"¡Dioses!. De verdad esperaba que de ultimo momento se hubiera ido con ustedes"
"Sabes que jamás sale conmigo sin que tú le des tu permiso"
"¿A dónde pudo haber ido?", ella bien sabe que no debe alejarse de casa", llorando de forma abierta si apenas pudo decir.
"No llores, Michi. Te juro que vamos a encontrarla", también al borde del llanto él hablo.
"Ha desaparecido por mi culpa, debí cuidarla mejor", sollozo aferrándose a él.
"No, no es tu culpa. Vamos juntos a buscarla", dijo él tomando su mano con fuerza.
"Tenemos que ir a la policía", nervioso Takeo sugirió. "No hay tiempo que perder"
En ese punto una de las vecinas, quien había escuchado el alboroto, se quedo pensativa hasta que hizo aquella inesperada revelación; "Esta tarde he visto un hombre bastante sospechoso detrás de ese muro", expreso señalando hacia el sitio donde Isao solía esperar por su nieta.
"¿Cómo era?... ¿Puede reconocerlo?", pregunto el rubio.
"Si, por supuesto. Era delgado, de cabello negro ya entre cano. Iba vestido con un buen traje y apoyaba sus pasos en un bastón"
Ante esa descripción, el terror termino por embargar a la joven madre, provocando que se derrumbara en brazos de su esposo; "Es él, ese desgraciado nos ha encontrado y se la ha llevado", pensando que Saburo era el responsable de su desaparición, murmuro. "Él es peor que una bestia, podría lastimarla"
"No, eso no es posible. Pero de serlo no voy a permitir que se salga con la suya", enfurecido replico y apretó el puño. "Iremos ante la autoridad y pediremos que cierren todos los caminos para que no pueda llevársela"
En ese punto y para aliviar sus preocupaciones, juguetona por la acera se pudo ver a la niña, quien regresaba a casa sola.
"Ahí viene", emocionado grito Takeo.
"¡Harumi!", contenta la mujer se encamino hacia ella y tomándola entre sus brazos la beso en la mejilla. "¿Dónde estabas?, ¿Por qué te alejaste de casa?", sin poder dejar de llorar, pregunto. Luego la reviso para comprobar que no estuviera herida.
"Estaba con Katsuro", replico la pequeña con total naturalidad y sin entender a que se debía todo ese alboroto.
Pensando que Katsuro era su gatito, a quien de nueva cuenta le había cambiado el nombre, Michiru ignoro ese importante detalle. Más producto del nerviosismo y el miedo, de forma inconsciente le aplico una nalgada. "No lo vuelvas a hacer"
Sorprendida por su actuar, la niña amenazo con romper a llorar; "¿Mami?"
"No vuelvas a alejarte de casa, me asustaste mucho. Pensé que algo te había ocurrido", molesta y aún llorando señalo.
Confundida la rubia dejo que las lagrimas resbalaran por sus mejillas. Así que emprendiendo una rápida carrera, ingreso en la residencia para encerrarse en su habitación...
Aún llorando, la pequeña permanencia en la tina.
"Harumi, dice mamá que ya es hora de cenar", Haruka anuncio.
"Mamá ya no me quiere, ¿Verdad?", entristecida pregunto mientras dejaba que por primera vez su papá la ayudara a vestirse. Y es que luego de lo sucedido no había permitido que ella se le acercara. Sin duda era poseedora del carácter Kaio.
"¿Por qué dices eso?"
"Porque ella nunca me había gritado, tampoco me había pegado", gimió.
Sumida en una terrible tristeza y culpa, desde detrás del muro Michiru la escucho. "¡Dios mio!, ¿Qué hice?. Mi hija me odia... si ella supiera que yo llegue a culparla de... sin duda ella me aborrecería", murmuro dejando que el llanto resbalara por sus mejillas.
"No pienses eso, pequeña. Mamá te quiere y mucho"
La rubia negó con la cabeza; "No es cierto. Las mamás no les pegan a su hijos"
"¿Tú quieres a mamá?"
"Y mucho"
"Ella también te ama y debes comprenderla. Cuando no te encontró se asusto y mucho"
"Estaba con Katsuro comiendo helado", expreso de forma inocente.
"Lo sé, pero ella pensó que algo te había ocurrido. Pensó que alguien te había llevado consigo y que jamás volvería a verte. Ella se puso muy triste", también paso por alto ese detalle.
"¿De verdad?"
"Sí. Quieres mucho a tu gatito, ¿Verdad?", cuestionó limpiándole las lágrimas que aún resbalaban por sus mejillas.
"Si", asintió.
"¿Verdad que te asustaría mucho que él desapareciera?"
"Si"
"Así se sentía mamá, ella en verdad no quiso gritarte, mucho menos pegarte", su papá dijo mientras la peinaba.
"Es verdad, mamá si me quiere", tratando de dibujar en sus labios una sonrisa, la inocente chiquilla murmuro.
Ya sin poder contener su tristeza, la mujer ingreso en la habitación. "Perdóname. En verdad no fue mi intención pegarte ni gritarte", llorando de forma abierta la estrecho entre sus brazos. "Te amo"
"Y yo a ti, mamá. Por favor perdóname por haberte asustado", contesto la niña limpiándole las mejillas con sus manitas.
"Por favor jamás vuelvas a alejarte de mi de esa manera. Aún eres muy pequeña para entender muchas cosas, pero debes saber que las calles son muy peligrosas y más para las niñas pequeñas... si a ti o a papá les sucediera algo, yo me moriría", sabiendo que a su hija jamás podría hablarle sobre su dolor, gimió.
"Te lo prometo", concluyo aferrándose a ella con fuerza.
Notas de autor;
Michelle; Hizo bien y hay que reconocerle el hecho de que piense en los demás, cosa que antes no hacia y todo quería para su beneficio.
Kaiohmaru; Y lo peor fue que lo delato justo el día de su cumpleaños xD. Lo bonito es que se tienen confianza, aunque el enojo de Michiru se debió a que su hija escucho una conversación de adultos. Quizás por educación Michiru no hubiera sido capaz de echarlo, pero en un momento de coraje si.
Isavellcota; Así es, es cobarde por usar a su nieta, pero al mismo tiempo demuestra que en verdad quiere acercarse a ellos. Y si, es bonito ver que pese a todo los dos han criado a su hija de la mejor manera.
UnbreakAbleWarrior; La fiesta se hubiera acabado. No conocía la expresión que has utilizado, todo los días se aprende algo nuevo.
Kyoky; Pobre Haruka, primero fueron los celos de Harumi, lo bueno es que su esposa se lo tomo con humor. Esta vez fue menos cobarde al tomar con el a la niña, aunque si fue algo muy inconsciente de su parte.
