POV Bruce
Seguía sin creer que Selina estuviera de vuelta. Pensé que se había ido del país o al menos se había mudado lejos de la ciudad. Quizá sí lo hizo, pero una viaje tan largo para ver las tumbas por dos minutos y volver no parecía algo que ella haría. O tal vez no la conocía lo suficiente.
Me hubiera gustado quedarme más tiempo con ella, pero el deber estaba llamando. Gordon seguramente está impaciente, si es que fue él quien activó la señal.
…
-Buenas noches señor Wayne, ¿puedo preguntar cómo le fue?
-Hola Alfred, me fue bien, era solo una banda de seguidores de Acertijo. Tenemos muchas últimamente- sin embargo podría jurar que vi una silueta negra cuando llegué al lugar.
-No me refería a eso, señor.
Alcé una ceja, aunque ya sabía lo que quería decir.
-La visita al cementerio, señor.
-Como de costumbre. Aunque llegó alguien… Selina.
-¿La chica a la que hizo enfadar hace dos años?
-Sí.
-Creí que se había marchado.
-Yo también. Alfred, voy a ducharme. Mañana ella vendrá -eso espero- a las dos de la tarde.
-Si señor- dijo con su típico tono firme y duro, pero podría jurar que había una sonrisa en su rostro.
POV Selina
-Hola gatitos, ¿me extrañaron?- deje a Midnight en el suelo; ella corrió para encontrarse con un gato negro. Sospecho que hay algo entre esos dos, y espero que no termine en gatitos bebes, son tiernos pero difíciles de cuidar.
Snowy se acurrucó en mis hombros. El solía saltar desde la alacena, cuando estoy mirando la Tv, para aterrizar en mi cabeza. Por otro lado, KLT (mi más reciente adquisición) se escondió debajo del sofá, al parecer le tenía maña al gato blanco sobre mis hombros. Cat, Manchas y Norey se peleaban por un puesto bajo mis pies, mientras Evie y Stret solo los miraban con cautela, esperando el momento de saltar para ganar el sitio. De cualquier manera, camine sin pisar a ninguno de mis gatos y mi recosté en la cama. Unos diez gatos saltaron inmediatamente para apartar su espacio. Midnight, su pareja, Snowy, Manchas y Stret fueron los que alcanzaron lugar en mis piernas y brazos; Evie, Cat, Norey y KLT se acomodaron alrededor de mi cuerpo, sin dejar más espacio en la cama. Finalmente, Hooshey, el gato más joven de todos, subió por la mesita de noche y se estiró en la almohada, rasgando la tela blanca. Todos los demás buscaron lugar por el resto de la habitación. Hacían tal escándalo que mi dolor de cabeza volvió.
-Shh- todos se callaron instantáneamente.
Tomé al gato negro y lo elevé, pensando en un nombre. Su color me recordaba a Venganza. Hasta ahora, he notado que es un gato recluido, rara vez maúlla y trata de no llamar mi atención. Uno podría decir que no tiene confianza, pero si en alguien la tenía era en Midnight. Salía demasiado, pocas veces estaba en la casa y jamás bebía la leche que le daba. Algunas veces, cuando llegaba a casa de noche, el gato estaba peleando contra otros gatos callejeros (y como se pelean, no los dejo entrar), algunas veces contra perros mucho más grandes que él, pero en todas y cada una de las ocasiones había gatos detrás, seguramente el solo los protegía. Esa personalidad me recordaba a Batman, aunque no sus peleas no siempre son para protegen al débil. Pero quien soy yo para hablar sobre eso.
-Esta noche planee un robo, Venganza. Traeré un poco de comida para ustedes. Seguro están hartos de solo leche.
Un maullido colectivo me indicó que todos estaban de acuerdo; me puse el traje de Gatubela y salí con agileza por una ventana.
...
Bruce apenas pudo dormir esa noche. Un nuevo villano apareció, llamándose a sí mismo "Unmasker" y tenía el único objetivo de descubrir la identidad secreta de Batman y mostrársela a la sociedad. Así que la mayor parte de la noche la pasó teorizando y buscando pistas con Gordon. Y cuando volvió a la mansión, escribió sus recuerdos y reprodujo el contenido de sus cámaras. Fijándose detenidamente en el momento en que se volvió a encontrar con Selina.
La alarma que Bruce había puesto a la una y media sonó cuando él estaba desayunando adormilado. Rápidamente acabó su comida, se dio un baño, preparó todo y aseguró la entrada a la cueva. Cuando acababa de cerrar la entrada el timbre se escuchó por la gran mansión. Apenas le hizo caso al "¡Ya voy!" de Alfred, quería ser él el que le abriera la puerta. Al final, debido a su trabajo siendo Batman y a que era más joven que Alfred, llegó primero y abrió la enorme puerta.
Ella lucía magnífica. Llevaba unos jeans mezclilla y una blusa negra con un chaleco de mezclilla también. No llevaba peluca, pero su poco cabello lo tenía bien peinado.
-Lo siento por no traer vestido. Simplemente no me gusta-dijo ella al notar que Bruce se fijaba en su ropa.
-No te preocupes-de pronto sintió que su pantalón y su camisa no eran suficientes para impresionarla. Resistió el espontáneo impulso de ir a cambiar su ropa. "Calma Bruce, ella no te quiere a ti, quiere a Batman. No necesitas impresionarla"- Entra.
-Este lugar es enorme. Parece un castillo por dentro.
-Nos esforzamos por que así sea-interrumpió Alfred, a quien Selina no había visto antes.
-Selina, él es Alfred.
-Soy el mayordomo.
-Eso me han dicho- le guiñó un ojo a Wayne, quien desearía llevar la máscara para que no se notará su sonrojo- Un gusto.
-El gusto es mío, señorita Kyle.
-Le hablaste de mi- esta vez ella se dirigió a Bruce, quien asintió tratando de no mostrar vergüenza.
-Si me disculpan, debo ir a ocuparme de algunos asuntos- luego de esto dio una leve reverencia a Bruce y un asentimiento a Selina- Si requieren algo solo llámenme.
-Gracias Alfred- agradeció Bruce, y sin más Alfred se fue, cerrando las puertas.
-Es encantador.
-Sabía que te agradaría. Normalmente es más recto, pero creo que tú eres la excepción.
Ella solo sonrió.
-¿Y qué debe hacer uno para divertirse aquí? ¿Tienes un pasadizo secreto o una ciudad escondida?
-No, pero podemos recorrer la mansión, ver una película, comer algo...
-Hum... Sé que podemos hacer. Sígueme.
Era gracioso que ella lo guiará por una mansión que le pertenecía a él, pero supuso que ella sabría más o menos que era cada habitación.
Pasaron por todos lados, por la cocina, la habitación de huéspedes, la habitación de Bruce, por la sala de lavandería y por la oficina. Al pasar por la sala principal, Selina pudo ver como unas 3 personas estaban limpiando en suelo que parecía manchado con aerosol blanco.
-¿Y eso?
Bruce parecía nervioso- alguien pintó el suelo, ¿por qué no nos vamos?
-¿Cómo qué alguien? ¿Qué es lo que dice?
-Son sólo garabatos.
Pará suerte de Bruce, el gran mapa que había hecho hacía dos años ya estaba a punto de desaparecer, por lo que no se entendía ni una palabra de lo que decía. La limpieza de ese suelo se había pospuesto a lo largo de un año y medio, hasta que Alfred decidió que ya era hora de borrar esas palabras de ahí. Había reprendió mil veces a Bruce por "no usar una maldita hoja de papel".
Bruce finalmente logró sacar a Kyle de ahí, continuando con su recorrido subiendo y subiendo escaleras.
-¿Adónde vamos?- preguntó el ermitaño después de 15 minutos de subir escaleras.
-Arriba, tú deberías saberlo, es tu mansión.
-Que sea mi mansión no significa que sepa dónde está cada lugar. Eso lo saben los empleados.
Ella se detuvo tan abruptamente que Bruce casi cae por las empinadas escaleras.
-¿Me estás diciendo que sabes dónde está cada tumba en el cementerio pero no sabes donde se encuentra cada habitación en tu propia casa?
-El cementerio es más pequeño que la mansión.
-Pero has vivido toda tu vida aquí.
-No salía mucho de mi habitación después de la muerte de mis padres.
Ella rodó los ojos, sin querer continuar con esa conversación y siguió subiendo escaleras.
Llegaron a un lugar que Bruce no sabía que existía. Se podía ver toda la ciudad desde la copa más alta de la mansión. Dejó escapar un suspiro.
-Debo venir más a este lugar.
-Si- ella miró con añoranza todo el lugar.
Su mirada clavada en su antiguo apartamento, ahora derrumbado a causa de la inundación. Todavía había agua en las calles, ella misma se había mojado hasta arriba del tobillo para llegar a la mansión. Había lugares que no estaban inundados o destruidos que ella había visitado. El club donde ella y Batman se habían conocido. La residencia del antiguo alcalde. El "lugar", que era donde Gordon y Batman se encontraban cuando algo pasaba estaba en perfecto estado. El almacén en donde había encontrado el cuerpo de Annika. Todos aquellos lugares que ella frecuentaba estaban frente a sus ojos. ¿Cómo había podido abandonar esa ciudad? De igual forma pensó en todo lo que había pensado en el momento en que se fue. Seguían siendo buenas razones, ¿pero valía la pena?
¿Valía la pena abandonar la ciudad que la había visto crecer? ¿Qué la había visto en sus peores momentos? ¿Valía la pena abandonar la ciudad en la que su madre había muerto? ¿De la que su hermana quería salir? ¿Valía la pena dejar la ciudad en la que se había enamorado de verdad por primera vez? ¿En serio iba a irse de la ciudad de la que provenían todos sus recuerdos? Era cierto que ella quería otra vida. Un nuevo comienzo. ¿Pero tenía que ser fuera de esa ciudad? Una ciudad tan caótica necesitaba orden. Batman era ese orden. Pero aun así él llevaba una lucha caótica interna. Y ella debía ayudarlo. Quería ayudarlo. Y no podía hacerlo a diez kilómetros de allí, ¿cierto?
Un cosquilleo la sacó de sus pensamientos. Notó la mirada de Bruce en su rostro. Demasiado cerca. ¿Cuándo se habían acercado tanto? No había escapatoria, tenía que voltear, y cuando volteara tendría que besarlo. Y la idea de besarlo no le era nada atractiva. Su boca no había conocido a nadie más desde que conoció la de Venganza. Y quería que siguiera de ese modo.
Lentamente giró su cabeza hacia su dirección. Miró sus ojos penetrantes, ahora que los veía de cerca le parecían tan familiares. Y esos labios delgados... Sentía que los había visto antes. La quijada, la altura. Todo le parecía familiar excepto el cabello. ¿Era que lo asociaba todo con nada porque nunca se habían conocido? Esa era la más absurda pregunta y sin embargo la más coherente razón.
Empezó a acercarse sin dejar de pensar en ello. Cuánto más se acercaba, Selina remplazaba sin querer su imagen con la de Batman. Cuánto más se acercaba más difícil se le hacía continuar. Él también se estaba acercando, muy lentamente, más que ella pero lo hacía. Quizá él tampoco quería seguir moviéndose.
-No puedo- ella bajó la cabeza. Sintió un suspiro ahogado en la frente, donde se encontraba la boca de Bruce- Lo siento, no pensé que esto pasaría.
El no dijo nada.
-Yo... Me tengo que ir. Este lugar me encanto de veras. Deberías venir más seguido.
-Eso haré- el prometió.
-No desperdicies lo que tienes, cariño. Oh, y...- Selina sacó un broche de oro que había encontrado en un armario- Lo siento, es mi naturaleza robar.
-Puedes quedártelo.
-¿En serio?
-Era de mi madre. Se lo regaló mi abuela cuando era demasiado pequeña. Ella siempre lo odio, pero era incapaz de tirarlo. Nadie lo echara de menos aquí. Tú lo necesitas más que yo.
-Yo... Gracias. Hum... Por esto y por dejarme ver esto.
-Puedes volver cuando quieras. Siempre serás bienvenida aquí.
-¿Le dices eso a todas las chicas que vienen aquí?
-¿Qué chicas? Ninguna jamás ha venido de la manera en que piensas.
-Claro, ermitaño, lo olvidé.
Selina se inclinó para ver la altitud a la que se encontraba de la calle.
-Para eso existen las escaleras sabes.
-Lo sé. No te preocupes, cielo. Los gatos siempre caen de pie.
El primer sitio al que cayó fue a un balcón, luego volvió a caer al alfeizar de una ventana y por ultimo a un escalón que formaba parte de la entrada. Echó una mirada al techo de la mansión, donde ya no había nadie, y sumergió los pies en el agua de la calle, volviendo por su moto para irse a su casa. A cuatro horas de allí. Aquí vamos de nuevo…
...
Quizá agregue al Pingüino en algún momento…
LunaMoon12
