Con mucho cuidado, Luka se agachó frente a la reina, en una reverencia de respeto y admiración.

—Levántate. —Pidió la reina amable.

—Si no le importa, alteza. —Murmuró Luka con dificultad, sonriendo y dedicándole una mirada a Tomoe entre las pestañas. —Preferiría quedarme aquí un momento más.

—¿Aún duelen las heridas? —Cuestionó la reina, sonriendo socarrona.

—Alteza, si no la conociera diría que se burla de mí o que sabe algo. —Remató el muchacho, jocoso.

Claro que sí. Tomoe sabía perfectamente que Luka había recibido palizas de los otros niños del pueblo cuando se trataba de defender las leyendas del océano. Sabía perfectamente que Luka sabía cómo pelear y cómo defenderse, pero sobre todo, sabía cómo recibir un golpe, y el siguiente, y el siguiente, y levantarse con una sonrisa.

—Me sorprende que el hijo de Louis sea una persona de carne y hueso.

—Esa parte la heredé de él. —Dijo Luka con orgullo, levantándose y sonriendo.

Intercambiaron una mirada más antes de componer una expresión será, solemne.

—¿Qué pasó? —Inquirió Tomoe con cierto aire macabro.

—Marinette despertó su sangre. Ya no me queda duda —afirmó el muchacho acercándose un poco a la reina —, Marinette es la princesa perdida.

Luka levantó la mano en dirección a Tomoe, ofreciéndole la palma. La reina no dudó antes de levantarse de su trono y posar las yemas de sus dedos sobre la piel de Luka.

Inmediatamente las imágenes se proyectaron en la mente de Tomoe. Vio claramente a Marinette con las estrellas encendidas, con el nombre de Meredith brillando en su vientre mientras los guardianes de las catacumbas se arrodillaban frente a ella, cruzando la espada sobre el pecho, el signo de respeto a las princesas y príncipes del océano.

—Ella es Meredith, la estrella perdida. —Anunció Luka retrocediendo en su sitio, sonriendo con orgullo.

—Y tú eres su guardián, pero cuando ella sea coronada ¿qué?

Luka abrió los ojos, sorprendido.

Aquella posibilidad no había aparecido en los linderos de su mente, era cierto, Marinette era una princesa y él era un guardián en entrenamiento. Sin embargo, el muchacho sonrió de medio lado y compuso una expresión de autosuficiencia, antes de dedicarle una mirada desafiante a la reina.

—Cuando ella sea coronada princesa, yo seré capitán de la guardia.

Tomoe sonrió de la misma manera.

Había hablado con Fu, sabía que el avance de Luka estaba por encima del resto, sabía que Louis había entrenado a su hijo para convertirlo en un guardián desde muy joven, sabía que Luka siempre había buscando aquello y que destacaría… pero tenía mucha curiosidad respecto a la determinación de Luka ahora que había un incentivo mayor que sólo servir al arrecife.

—Veremos. —Dijo la reina recargándose hacia atrás en su trono, acomodada a sus anchas y sonriendo con autosuficiencia.

Luka asintió cruzando una mano sobre el pecho, y luego se quedó quieto, escuchando atentamente.

Tomoe sonrió con dulzura al ver al muchacho salir nadando a toda velocidad, olvidándose de su dolor y de sus heridas.

La princesa perdida debía haber despertado.

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20.-Pertenecientes a la realeza

Marianne E: Si la gripa no acabó contigo… no planeo hacerlo yo, peor tampoco creo contribuir mucho jajajaja. Esta historia se convirtió en mi reto personal por la música, ya puse la vara alta, así que a seguirle. De la pelea, creo que Luka es sexy por sí mismo, sólo debo ponerlo a pelear y él solito hace todo el trabajo. ¿Cómo van los gérmenes? Espero disfrutes mucho esta actualización.

Sonrais777: Muerte a la bruja del mar! Y larga vida a la princesa del arrecife… Ya, perdón jajajjaa nos leemos pronto. De verdad gracias por cada comentario

Manu: ok. Aclarado el punto. No, definitivamente no voy a mezclar los ships más de lo que ya están, creo que esta historia ya es bastante confusa por sí misma jajaja


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Marinette despertó en medio de la penumbra. El lugar era cálido, estaba recostada en una cama mullida, cubierta por sábanas suaves que la envolvían con delicadeza.

La joven entreabrió los ojos por la calidez de sus manos y sonrió conmovida al ver a Kagami sosteniendo su mano mientras dormía, sentada en una silla pero con el cuerpo recostado en la cama.

—Ne, oneesan… —Murmuró la sirena removiendo suavemente a Kagami y sonriendo para ella.

La princesa se removió en su sitio, emitiendo un gemido leve, ahogado, estirándose en su sitio antes de entreabrir los ojos y sonreír.

—Yokatta… Despertaste.

Marinette se enderezó en su sitio, removiéndose incómoda

—¿Dormí mucho tiempo?

—No, no tanto. Apenas amaneció hace unas horas, pero mi madre quiere…

—Hey, no puedes pasar. —Escucharon ambas princesas afuera de la habitación.

—Soy su guardián y prometido. Claro que puedo pasar.

Kagami se levantó para abrir la puerta, dos guardias le cerraban el paso a Luka, cruzando sus lanzas para evitar que se acercara más.

—Buenos días. —Llamó Kagami con aura solemne.

Ambos guardias hicieron un saludo militar para la princesa y Luka aprovechó ese descuido para entrar a la habitación, nadando a toda velocidad hasta Marinette, que ya se encaminaba a la entrada.

Los brazos de Luka se cerraron en torno a su cuerpo, apresándola con dulzura, con cuidado, al mismo tiempo con vehemencia y con apremio, como si temiera que la chica se fuera a disolver.

—Tranquilo. —Murmuró ella con una sonrisa, acariciando la espalda de Luka y percatándose de los vendajes. —Qué…

Marinette se separó de Luka y observó los vendajes que envolvían su torso, las gasas en sus brazos, todo cuanto le habían puesto para cubrir sus heridas.

—Descuida. —Pidió el muchacho con una sonrisa ladeada, levantando el rostro de Marinette antes de besarle la punta de la nariz. —No pasó nada.

—En realidad, han pasado muchas cosas. —Comentó Tomoe llegando a la habitación de Kagami y sonriendo para los presentes, haciendo un gesto con la mano cuando los presentes hicieron ademán de hacer reverencia. —Marinette, tengo entendido que hoy es el último día que tus amigos pasan en la playa, van a desalojar a los turistas por las apariciones de los cuerpos.

—Así es, alteza. —Murmuró la aludida agachando un poco la cabeza.

—Me imagino que querrás despedirte de ellos antes de que otra cosa ocurra.

—Sí, alteza.

—Muy bien. —Murmuró la reina. —me encantaría verte esta tarde en el palacio. A las dos. —Sentenció girando el rostro hacia Kagami y consiguiendo que la joven se encogiera de hombros. —Quiero iniciar sus lecciones en nuestra lengua cuanto antes.

—Madre. —Llamó Kagami, pasmada. —El conocimiento de las lenguas antiguas concierne a…

—A la posibilidad de conjurar hechizos. —Completó la reina asintiendo serena. —Te vi en tu iniciación, Kagami. Estás lista para aprender a conjurar la voz de la luna. Y por lo visto, está jovencita también.

Luka tragó saliva y una sombra oscura cruzó sus ojos un instante. Marinette lo vio, pero pasó tan rápido que consideró seriamente haberlo imaginado.

—Alteza. —Llamó el tritón tomando la mano de Marinette y apretando un poco, reflejando en ese gesto el temor que sentía, ese roce sutil fue suficiente para que la sirena comprendiera que la sombra que había visto era real. —Significa que van a hacer un nombramiento oficial.

—Sí, Luka… en el baile de navidad. Cuando terminemos las primeras pruebas de los iniciados.

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Chloe tenía los ojos anegados, pero se rehusaba a dejar correr las lágrimas. Marinette y Juleka no les habían dado mayor explicación, sólo habían dicho que Marinette tenía que quedarse en la costa por una situación familiar por tiempo indefinido, así que ahora temían por la seguridad de su amiga por el asesino suelto.

—Los veré en vacaciones de navidad. Lo prometo. —Murmuró Marinette antes de abrazar a su amiga. —Tampoco es tanto tiempo, faltan dos meses.

—Para ti es sencillo decirlo. —Musitó Chloe aferrándose a la espalda de su amiga. —Pero la ciudad parece un lugar tan seguro en comparación a lo que te queda por hacer aquí…

—No te preocupes por mi. Estoy bien protegida. —Dijo separándose de la joven y despejando su rostro con un gesto cálido. —Estaré bien.

—Mantente con vida hasta que volvamos. —Bromeó Kim tomando su turno para abrazar a Marinette.

—Algunos queremos volver pronto. —Admitió Nino sonriendo para Alya.

—No gasten en alojamiento la próxima vez. —Dijo la morena con un guiño. —Hay mucho espacio en casa para recibirlos.

—No nades entre medusas sin nosotros. —Soltó Kim divertido.

—Y si conoces a la realeza cuéntanoslo todo. —Pidió Rose.

Luka soltó una risa discreta mientras pasaba un brazo sobre los hombros de Marinette, sosteniéndola cerca de sí. Pero nadie supo cómo interpretar aquel gesto, así que Juleka se encaminó hasta su amiga y le ofreció una mano a manera de despedida.

Marinette sonrió suspirando, sabiendo que su amiga era de muy pocas palabras, por ello la tomó por sorpresa el hecho de que Juleka tirase de su brazo para atraerla hacia sí, arrancándola de los brazos de su hermano y consiguiendo que el muchacho abriera los ojos, pasmado.

—No vayas muy profundo en el océano. —Suplicó en voz baja. —O puedes ahogarte.

—Cuídalos por mí. —Pidió Marinette en el mismo tono, dejando que una lágrima escapara.

Los muchachos dedicaron una última mirada a su amiga y dejaron el lugar con un nudo en el estómago. Chloe no pudo evitar mandarle un último mensaje a su amiga con un "cuídate de verdad".

Marinette se quedó un poco más mirando el camino, sabiendo que sus amigos no volverían hasta meses después, sabiendo que debía enfocarse en su preparación como… ¿Dama de compañía?

Marinette encaró a Luka.

—Alteza. —Murmuró el muchacho haciendo una reverencia para Marinette. —Deberíamos volver al océano.

—¿Alteza? —Repitió la joven, divertida ante aquello. —¿Ahora habrá protocolo entre nosotros? Pensé que haríamos público nuestro compromiso en cuanto terminaran los entrenamientos. No quiero que me hables así.

—Ya veremos qué surge. —Murmuró el muchacho tomando el rostro de Marinette y plantando un beso en sus labios, sonriendo ante la calidez de la boca de su enamorada.

—Perdón si interrumpo. —Soltó Adrien divertido, llegando hasta ellos con una sonrisa socarrona. —Pero mi padre me ha mandado con ustedes, contigo Luka.

El aludido pasó un brazo alrededor de los hombros de Marinette y la pegó a su cuerpo en un gesto posesivo que hizo a Marinette soltar una risa por lo bajo.

—¿Conmigo?

—Gabriel Agreste quiere que sea presentado ante la reina como el embajador oficial de la playa y… —Se descubrió el hombro, mostrando su tortuga —hacerle saber que la sangre de Emilie ha despertado en mí.

—Esto… esto lo cambia todo. —Soltó Luka sorprendido, temiendo soltar a Marinette, pero agradeciendo que la joven se alejara de él y le dejara espacio para acercarse a Adrien. —¿Cuándo pasó esto?

—Ayer. Antes de la puesta de sol. —Admitió el muchacho apenado por la cercanía de Luka, que había posado las yemas de sus dedos delineando la marca en su piel.

—Así que por esto se ausentó Kagami… —Musitó Luka con la mandíbula apretada, alejándose un paso de Adrien.

Marinette suspiró.

—Te recuerdo que algo bueno salió de todo esto. —Murmuró ella sonriendo y encaminándose al muchacho.

—Eso está por verse. —Respondió el tritón con voz trémula, encarando a Marinette y despejando su rostro. —Tengo que completar el entrenamiento y ganarme un lugar en la guardia si quiero reclamar un lugar a tu lado, Petit.

Marinette pasó saliva y se sonrojó ante esa última palabra. Aquel apodo cariñoso que sonó como una melodía por la devoción con la que Luka lo dijo.

—¿De qué me estoy perdiendo? —Inquirió Adrien cruzándose de brazos a la par que volvía el pensamiento de que lo estaban ignorando.

—Parece que esta extraordinaria señorita no sólo es una niña perdida. —Dijo Luka tomando una mano de Marinette y haciéndola girar sobre sí misma. —Ella es la estrella perdida.

Adrien tragó con dificultad y retrocedió por inercia, miró a Marinette, cuyo sonrojo se había pronunciado un poco más, y sonrió de medio lado.

—Eres una caja de sorpresas. —Anunció el rubio asintiendo.

—Tú también. —Respondió ella sonriendo ampliamente. —Tienes en tu piel los signos de haber hecho una danza ritual.

Luka le dedicó una mirada de pasmo a su amigo a la par que Adrien se analizaba las manos, esperando encontrar algo de lo que Marinette había visto.

—Fue extraño… —Dijo al final, pensando en su nado al lado de Kagami. —Había una melodía sonando, como…

—Como una canción compuesta por el océano sólo para ustedes. —Completó Luka ante el mutismo del rubio. —Hiciste una iniciación fuera de Luna llena, eso sólo puede querer decir que te asistió un miembro de la realeza.

—Kagami nadaba conmigo. —Apuntó Adrien, confundido. —Era como… como una conversación, como si estuviéramos tratando de convencernos el uno al otro de algo, así que… no sé decir qué pasó.

Adrien levantó la mirada y se percató de que Luka y Marinette se sonreían el uno al otro con un gesto enamorado, entrelazando sus dedos y luchando contra el suspiro que amenazaba con apoderarse de ellos.

—Es una danza ritual asistida por la princesa del océano. —Explicó Marinette volviendo la mirada a su amigo. —Emilie era la tercera representante del océano. Ayer encontré los registros en las catacumbas, la historia de mi gente. Dice que ella era parte de la realeza marina y estaba al lado de mi madre, hasta que se enamoró de Gabriel y cambió la aleta por un par de piernas.

—¿Realeza? —Repitió Adrien, confundido.

—Emilie era como una secretaria de defensa o algo así. —Dijo Luka asintiendo. —Era mi tutora porque mi padre faltó y no había otra tortuga que me instruyera. Ella era la encargada de comandar a las fuerzas armadas del océano.

—Los grabados de las catacumbas decían algo al respecto —murmuró Marinette con el entrecejo fruncido —, pero no entendí mucho. Porque esos mismos grabados decían que Fu tenía el mismo puesto.

—Wang Fu era el historiador de palacio. Pero fue una tortuga en su juventud. Tomó el lugar de Emilie.

—Ahora mi padre quiere que tome mi lugar en el arrecife. —Murmuró Adrien bajando el rostro. —Me ha entrenado toda la vida como su sucesor, pero ahora quiere que despierte mi doble naturaleza si ese es mi deseo.

—¿Y lo es? —Inquirió Luka, solemne.

Adrien lo pensó un momento, recordando el rostro de Kagami, su sonrisa, su amabilidad.

—Quiero tomar el lugar de mi padre ante el arrecife. —Sentenció determinado.