CAPITULO II: "SANGRE"

"Regreso a su calvario consciente de lo que dejaba,
sabiendo que no era lo que su corazón quería,
pero lo que a sus intereses convenía. ¡ironías de la vida!
Incapaz de jugarse, de arriesgarse a una nueva aventura."

El alba había caído, y primeros rayos de sol arañaban con fuerza las cumbres de las montañas, anunciando el amanecer; y aun con los cerrados y los dedos unidos en señal de oración, permanecía en silencio aun hincada a raíz de suelo, percibiendo el avivar de las esencias, el despertar de sus hermanos…

Los pasos pesados, remarcados por el eco al contacto del calco con el mármol, se acercaban, aniquilando su paz, desvaneciendo la oración; se puso de pie, después de todo el aurora marcaba el fin de la ovación…

-hermana- dijo, intentando llamar la atención de la joven, aun con aquel porte frió e inmutable, tan recto, tan grande y tan solidó, desde aquel punto parecía una muralla… una torre de fe…-¿los pecados han dejado estragos en usted, o acaso ¿el divino es tan grande como usted lo cree?…- pregunto irónico, desafiando la tensión en el cuerpo de la joven…

-la esencia de la paz es tan grande como mi fe, y esta tan poderosa como el divino…- pronuncio tan bajo, que si bien no hubiese estado aquel eco, hubiera sido imposible percibirlo…

-espero que la paz de su alma, no fomente a la corrupción de su esencia…­- anuncio, sin mirar si quiera a la mujer, pero con la mirada perdida en la crucifixión…- y confió en que aun tema por las justicias de Dios…- acercándose a ella, caminando sigiloso, extendió su mano al rostro femenino, un poco mas pálido de lo normal justificado por la evidente falta de sueño; acaricio su mejilla- no lo cree así- dijo, esta vez apretando con fuerza el fin de la quijada, ejerciendo presión en el comienzo de cuello, enterrando con dureza las afiladas uñas, partiendo la carne…

-ahh- se le escapo el suspiro por la garganta, ante el evidente dolor; pero al contrario de defender aquel agravio, cerro lo ojos, y con aquella voz llena de paz, anuncio- el dolor es nulo ante un alma llena de paz…y el divino bien lo sabe…-sentencio, con el respirar algo acelerado, como las ideas en su cabeza…

-tiene razón hermana… pero para un alma pecadora el infierno es tan preciso… por eso el divino nos sentencio como puros…- dijo torciendo una sonrisa llena de sorna, retirando la mano de la quijada de la joven, deteniéndose a mirar con detenimiento sus uñas, observando como la sangre, con aquel color escarlata, se escurría por entre sus dedos, y sonrió de nuevo, pero esta vez con una mirada invicta; observo el rostro femenino, mostrando aquella media sonrisa, y observo las marcas dejadas, como la sangre se esparcía, por todo su cuello, perdiéndose bajo la toga blanca, que comenzaba a teñirse grana …

Acerco los dedos ensangrentados, y rozo la mejilla femenina, manchando la piel en color cinabrio, limpiándose los dedos en la piel pálida; sonrió y se lamió el resto de sangre que

Aun quedaba en sus garras, y aspiro con fervor, llenando sus pulmones de la esencia vital…

-a veces pienso que el divino nos concibió sangre solo para dejarla correr…-dijo aun con aquella mueca disfrazada de sonrisa, aun con aquel temple frió e inmutable,…- vaya y limpie los restos de impurezas… que tiene que estar en la oración matinal…- dijo dándole la espalda a la joven de cabellos azabaches…

camino asta la salida del templo, marcando huellas sobre el mármol, ampliando el eco, resaltando la orfandad de aquel lugar, dejando sola a la joven, con heridas anímicas y físicas, rozando con suavidad la herida bajo el mentón, sintiendo como aquel diluvio encarnado no cesaba, provocándole un dolor punzante; miro hacia el cuello de la vestimenta observando como la sangre bajaba tiñendo, aquel traje inmaculado, color escarlata; elevo el rostro descansando la tensión en su cuello, girándose mirando la esfinge de la crucifixión… y de pronto aquella mirada llena de paz, se torno en agonía, desesperación… - señor dame espíritu… dame aliento…- rogó, girándose entorno a una salida trasera; necesitaba huir, necesitaba vida, necesitaba fe…

Permanecía hincada, desnuda, expuesta, sintiendo como el agua, casi hirviendo, caía desconsolada sobre su cuerpo, causando, a estas alturas, un dolor intenso, que si bien el agua estuviese un grado mas caliente le provocaría quemaduras; los cabellos oscuros cayendo empapados por ambos costados de su rostro, algunas hebras adheridas a su faz, y mas palmas abiertas tomando equilibrio sobre sus muslos, la espalda encorvada, el semblante cedido y sus ojos bañando el agua en llanto; se sentía tan vacía, tan vana, tan ajena a aquel mundo que le fue destinado; solo quería saber, solo quería un por que…

Levanto el rostro, fijando la mirada en la nada, tenía miedo, pavor… la sangre pronto correría, ella lo sabía… y de nuevo no podría hacer nada…

Las oraciones matinales habían pasado como se acostumbraban, los hermanos se dispersaban por el templo, algunos continuando su oración, otros compartiendo con sus fraternos, en los jardines y amplias plazas del santuario…

-¿Cómo te sientes?… te ves algo cansada…- pregunto la joven de cabellos castaños, hincada junto a su amiga en aquellos amplios jardines del templo, despejando un poco la esencia; aun sin recibir respuesta, insistió…- , no dormiste anoche ¿cierto?…- se giro un poco encarando a su compañía …

-no, estuve en el santuario…-dijo dándose la vuelta, dándole una sonrisa plena, placentera…-pero estoy bien…- dijo tomando las manos de su amiga, intentando convencerla… y convencerse a si misma de aquello…

-kagome, me preocupa tu esencia, cada día es mas frágil y eso no es normal…- dijo con cierto tono de preocupación… apretando un tanto la unión de las manos, solicitando una reacción coherente de parte de su amiga…

-sango, estoy bien, enserio…-comento, sonriendo, plasmando un aire de seguridad a cada palabra dicha…-solo es un poco de cansancio, nada serio…- pronuncio calma, sonriendo…

¿Cómo podía aun sonreír, se sentía tan confundida, tan frustrada, atada a ese mundo de divinidad de donde solo podía salir entregando su alma a lo celestial… no comprendía, el ayudar a un vivo era un pecado, y el dudar era fatal… no podía concebir la idea de cómo aquellas mujeres devotas seguían esta vida, de manera tan plena, y ella solo con veinte años de amar y servir al señor, ya dudaba de su fe, sentía que aquel paramento de credo, se estaba desmoronando ante sus ojos… pero ¿Quién había escogido su destino, y desvió la mirada, observando la nada… si de seguro él, aquel divino, portador de fe y creencias, de abstinencias y privaciones, ¿Cuánto daría por conocer mas a aquel ser divino, de saber ¿Por qué un alma tan sencilla era tan vital, ¿saber por que había dos lados tan distintos, ¿Por qué puros o impuros?… ¿Por qué creer, ¿por que tener fe?…

Traída de regreso, con un roce tan cercando y calido, de una mano fría y ajena, dos sensaciones tan contradictorias, pero tan cercanas… aquella joven con cabellos castaños, había puesto su atención a aquella herida, enrojecida y amoratada, en su cuello, y no dijo mas, sabia que era y quien la había provocado, y sabia que aquella marca era solo una huella de la fe…

-sanara pronto…- dijo la mujer de cabellos azabaches, posando su mano sobre el gesto amigo, dando cierta presión en la herida, indicando omisión en aquel detalle…

-igual que tu fe…- dijo con aquella mirada entristecida, poniéndose de pie, mirándola con ojos de desconsuelo, debía de aceptar, sentía un cariño tan profundo por aquella joven, una insistencia de responsabilidad hacia su persona, y se sentía culpable, al no poder responder las cuestiones de su alma… y se retiro, dejando a aquella joven de cabellos negros solo con la compañía de su esencia…

Se quedo estática, mirando al lago en medio de la plaza, como el sol encandilaba el reflejo del agua, como todos aun creían, y ella tan lejos aun… igual que tu fe… palabras detonadoras en estas circunstancias, necesitaba respuestas, y solo había una persona en aquel templo capaz de hacerle ver el amor por la realidad…

Se puso de pie, dejando aquel espacio tan cómplice y tomando camino a unos sagrarios externos tras el templo, sabia donde acudir, sabia que aquella mujer siempre tendría palabras para ella; y camino con la vista recta y con la cabeza expuesta, con las mil cuestiones girando entorno a su fe, todas volcando sus creencias, convirtiendo aquella esencia en un instrumento delatante… se hinco junto a la mujer, con no mas de sesenta años, aun encarando aquella sonrisa no mitiga para una señora de su longevidad; con el rastro de los años marcados en su piel, y con su sabiduría sellada en su esencia, sin duda una mujer formidable…

-mi niña… - dijo en un gesto tan dulce, que la joven no resistió el llanto, tragando con dificultad los sollozos amargos, debilitando mas aquella mascara de incredulidad, manchando aquel progenie, descuidando aquel honor, mostrado el declive de su fe…-puedo ver que el señor reta tu cordura hija mía…- dijo acariciando una de las mejillas femeninas, elevando el rostro, ahora oculto tras las lagrimas, mirando como el cuerpo frágil de la joven se convulsionaba ante el intento por contener los sollozos, observando como aquella mirada, ahora inundada de llanto, estaba tan vacía, tan carente de vida, tan ajena a ella…

-Kaede, no puedo mas!…- dijo llorando, cayendo sobre el regazo protector de la anciana, que la miraba ahora con un dejo de inmensa ternura y una enorme comprensión…- no comprendo al divino, no comprendo a mis hermanos… no comprendo mi fe…- sollozo destrozada, hundiéndose en el abismo que era su conciencia, matando su cordura, acabando su fe…

-hija…-llamo la intención de la joven levantándole el rostro, enfocando aquella mirada castaña en la vidriosa azulada, intentado calmar el corazón y el espíritu quebrantado de la joven- jamás terminarías de comprender la inmensidad de la fe… el camino te lo da Dios, solo tu sabes si seguirlo…-dijo con consuelo en las palabras cargadas de sabiduría- pero nosotros los puros, somos los menos agraciados de los vivos, nosotros solo tenemos un camino, solo una opción…-dijo con cierto dejo de tristeza en la amarga realidad, en la credulidad de sus palabras…

-amar a Dios…-dijo mirando la nada, con la mirada perdida en la aceptación, asimilando la vida tan carente de energía, tan ajena a su ser…

-pero…-pronuncio muy bajito, sonriendo dando una esperanza al tan rasgado y joven corazón, tomando el rostro femenino entre sus palmas, logrando enfocar la mirada vidriosa castaña…- aun que eso sea cierto, seguimos siendo dueños de nuestro corazón…- dijo tocando aquel espacio, aquella piel latente por sobre la toga, sintiendo como aquel rincón acelerado pedía a latidos respiración…- de nuestras emociones y sensaciones… el divino nos dio sentimientos para demostrarlos con todo lo que nos rodea, para amar a todo y a todos… - dijo encarando la media sonrisa de la joven, aun con las marcas de las lagrimas, aun frescas sobre sus mejillas, y con el alma en mano…- ese es el privilegio de los vivos, no solo amar con el cuerpo, si no también con el alma… amar con el corazón…-dijo retirando con el dorso de sus manos las gotas salinas de rostro joven femenino, inundando la inmadura alma de nuevas visiones, de nuevas esperanzas…- no importa si el mundo entero te dice que es incorrecto, que es desacato o que es pecado, tu solo sigue a los sentimientos en tu corazón, y nunca quebrantaras el amor por el padre…- termino recuperando su pose inicial, a cierta distancia de la frágil joven, mirando con dulzura a la pequeña niña de solo diez años , que hace un buen tiempo había cuidado ya, tan parecida, tan similar, tan igual… y solo por ello, sentía tanto amor por aquella niña, un lazo tan fuerte, tan maternal…

-Kaede, que Dios ilumine tu esencia, que te pague con fe y creencia, armonía y bienestar, lo que has hecho por mi…- dijo aun derramando lagrimas, pero estas de una gratitud infinita por aquella mujer, por su única familia… y se abalanzo a aquella mujer de cabello cano, abrazando con fuerza el cuerpo algo debilitado, por los años, de la devota, de su familia, de su "madre"…

- no hace falta que Dios me lo pague, todo eso ya me lo has dado tu, hija mía…- dijo correspondiendo aquel abrazo, acariciando aquel mar azabache que caída desmesurado por la espalda de la joven…- ora mi niña, reza por Dios para que te de un camino, que te brinde luz y esperanza a vivir… por él… por mi…por nosotros los vivos… -pronuncio retirado del rostro un cabello, despejándole el rostro, aviando de nuevo la joven alma, restaurando de nuevo aquella fe…

La joven se puso de pie, cayendo en cuclillas, tomando las manos de la anciana y juntándolas en acto de devoción, dando un profundo beso, sellando aquel cariño y aquella adoración por aquella "madre"…

Camino rumbo aquel santuario dentro del templo, necesitaba estar sola, asimilar ideas, cerrar creencias, crear fe… camino aun con aquel dejo de cordura destrozado, pero con aquella sonrisa incompleta, asimilando paz, al menos aquella sabia mujer le había dado respuesta a la pregunta mas importante de todas ¿Qué pasa cuando uno no puede creer?… ese es el privilegio de los vivos, no solo amar con el cuerpo, si no también con el alma… amar con el corazón… ¿amar con el corazón, amar , ¿a que, ¿a quien?…a todo y a todos… amar a todos, a todo ser que respirara, a toda alma que pecara, a todo corazón latente… Cerro los ojos, y suspiro, comprobando lo dicho, asimilando lo creído, encontrando respuesta en palabras tan llenas de creencias, tan rebosadas de fe… si, así quería amar

Aun podía ver aquella oscuridad, aquella habitación en penumbras y aquel techo, el cual no había cambiado en lo absoluto después de décima vez que lo vio, hace menos de veinte segundos, yacía aun recostado, intentando, después de algunas horas, conciliar sueño, con el pecho descubierto y ambas manos tras la nuca… sabía que era la segunda noche sin poder caer en inconciencia, e intuía que salir a la calle, esta vez no lograría nada, después de todo, hace dos noches fue que no pudo empezar a dormir, y todo por aventurarse en las sombrías avenidas de aquella tan corrupta cuidad, todo por toparse con quien no debía, todo por verla, todo por perderse en ella…

por perderse de nuevo en aquellas facciones, en aquellos ojos castaños, en aquella piel tan blanca, en aquel cabello tan negro, en toda aquella alma tan pura… así como lo recriminaba su casta… "pura"…

-Dios ya vasta!…- grito colérico, no podía organizar ideas, no podía pensar, ni siquiera dormir, y solo por no conciliar la idea de verla otra vez…- deja de torturarme así…-suspiro dejándose caer derrotado sobre la cama… en verdad estaba cansado, arto, exhausto, de intentar pensar y no concebir nada mas que una jaqueca y un horrible insomnio… se puso de pie esta vez, y miro por aquella ventana, había olvidado ya lo hermoso que era ver toda aquella civilización solo iluminada por la luna, solo alumbrando asta donde la conciencia de algunos lo permitiesen, dándole a todo y a todos aquel aire de complicidad… no pudo evitar desviar la mirada hasta aquel gran monasterio, aquel refugio de hombres y mujeres blasfemos, tan protervos atan ajenos a lo que en verdad era vivir… tan ocultos y evidentes a la vez, tan soberbios…encerrados en un mundo retorcido, amando a un Dios tan ajeno al nuestro, pero amado igual, un Dios cruel, y sin alma, un Dios que mas que divinidad perecía su verdugo…y aun no podía creer que aquella hermosa mujer fuera una devota, que fuera una sacerdotisa…- ¿Quién eres?… ¿Qué eres?…- suspiro cerrando los ojos, trayéndola de nuevo, reviviendo su recuerdo, perdiéndose de nuevo en sus ojos castaños, que aunque hermosos tan vacíos, derrochándose en su tacto, extraviándose en su caricia, disminuyéndose en su voz…- por favor… solo… déjame verte una vez mas… y saber que… no fue mi delirante imaginación…-rogó aun con los ojos perdidos en la presencia del recuerdo femenino, añorando tales como sus súplicas, perderse en ella otra vez…-… eres tan hermosa… sacerdotisa…- dijo con un dejo de desazón, pero mitigado por la atracción, que sin desearlo, ella, había creado en aquel, torpe e ilusionado, impuro…-que aun… no… puedo creer que… estoy vivo… después e verte…- dijo con el alma expuesta aquel joven de mirada dorada, apagando aquella ansiedad, y pegando su espalda aquella pared fría, tanto como quería estar… frió, para no poder si quiera respirar y desfallecer de una buena vez…- aunque pensándolo bien… me estas matando poco a poco… -sonrió ante la cruda realidad… aceptando que aquella joven era como aquella hermosa luna… ambas inalcanzables…

Y callo de nuevo rendido en aquella ancha cama, aceptando aquel insomnio, y esta vez, solo disfrutando de el, disfrutado de aquel recuerdo…

El sol de un nuevo amanecer se habría paso con fuerza, rayando la sombra, aun expuesta, de la madrugada, avivando la inconciencia, entre sueños de los vivos, creando una nueva mañana, marcando un nuevo albor… Y todos aquellos hombres y mujeres de fe, reunidos y orando dando gracias al divino por un nuevo amanecer…

El eco de la sonora y ronca voz, resonaba por todo le santuario, exhalando grandes bocanadas de aire, conteniendo la vida, rezando con lenguas antiguas y torcidas, por el paso de los años, arcaicas oraciones, siendo seguido, en un unísono, por todos los hermanos de fe… el día había llegado, el divino lo pedía, su alma enardecida de fe lo deseaba, lo necesitaba… ansiaba verla correr…

-hermanos…-grito con fervor, trayendo en si a todo los presentes, devuelta a aquella realidad…- ¡el día ah llegado, el divino lo necesita, nuestra alma lo implora… el día de hoy ¡correrá sangre impura!…- dijo mostrando aquella quebrada sonrisa, como si aquello lo dijera hablando de un enorme placer…- nosotros solo imploraremos por aquella alma pecadora y saciaremos el deseo del señor por vérsele morir…- dijo elevando los brazos como refiriéndose aquel ser inmortal…

¡No! Dios, no podía ser el día del holocausto había llegado, las lagrimas se aglomeraron todas juntas sobre sus ojos, amenazándola con hacerla llorar; tenia pavor, terror, ¡no nuevo, no por favor… se repetía una y otra vez con insistencia… de nuevo vería vida morir, de nuevo vería lagrimas ajenas, sangre correr, de nuevo vería el pecado de matar solo por fe…

"Es el amor el sentimiento mas puro que tenemos,
es por el que la vida entregamos,
nos revitalizamos y nuestro existir disfrutamos;
pero es también el amor quien nos mina y carcome,
es veneno puro para el corazón y el alma."

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Muchísimas gracias por la bienvenida chicas! Willnira, InuDany, Serena tsukino chiba, Jimena-chan y dark-a.q… la cual merece una mención especial por ser la primera jeje!… bueno aparte de ello, enserio muchas gracias por ese apoyo, tan especial para mi! Mil gracias… y solo quería pedirles un favor, todos las criticas buenas o malas, comentarios, puntos de vista, son bien recibidos, así que les pido que dejen su huella en esta historia, que es de mucha importancia para mi! Gracias!

xao