Estaban a la mitad de una lección muy larga sobre invocación impartida en el jardín Oeste, por el señor Ádmani Cerios. Tom se recostaba sobre su mano y veía al profesor por entre sus compañeros, todos igual que cansados que él, y no era que no le interesase lo que decía Cerios, de hecho, había encontrado la invocación lo suficientemente interesante como para no dormirse en clase, pero ya había pasado la hora de almuerzo, y se estaban quedando sin energía.

"La invocación," explicaba Ádmani. "ha sido utilizada desde el tiempo de nuestros ancestros como una manera de comunicar nuestro mundo con el próximo. No en vano es que utilizamos a los espíritus como aliados en batalla, en especial con nuestro sistema de unión, pero también cabe destacar que en la antigüedad los invocadores eran conocidos por realizar tareas mas cotidianas con los espíritus a su servicio tales como…"

Para este punto Tom empezaba a sentir que cabeceaba casi tanto como le rugía el estomago. Miro a Alejandro a la par suya, tenía una expresión que no se podía confundir con ninguna otra: estaba muriéndose de hambre y de cansancio. Kat ya se había dormido al lado de Alejandro, casi sin darse cuenta cayo inconsciente sobre la hierba por la falta de sueño por las horas en desvela que había tenido la noche anterior, pero nadie se atrevió a interrumpir su sueño, y Ádmani no lo había notado tampoco. Tom se acomodo sobre el pasto, Ádmani explicaba como el nuevo sistema que usaban para la unión con las Fuerzas Guardianas no necesitaba ocupar un espacio en la memoria, evitando así la amnesia y los trastornos mentales provocados por el viejo sistema en aquellas personas que abusaban en su uso diario, pero a Tom no le podía importar menos la historia siempre y cuando lo que usase ahora le sirviese sin alguna complicación.

"así es pues," continuaba Ádmani. "que en la nueva era se busca la sincronía espiritual con el espíritu Guardián. Por esto es que usamos las prácticas de los grandes maestros para mimetizar nuestros espíritus al del espíritu que necesitamos. Dentro de las teorías sobre el control de las fuerzas guardianas sin embargo, cabe destacar la de Sir Cabto Dums, quien propuso una liberación del propio espíritu como una manera de encontrar a la FG más compatible con el sujeto. Aunque varios sabios han…" Tres campanadas saliendo de la parte superior del edificio indicaron el cambio de horario. Con mucho alivio, los estudiantes se levantaron y tomaron sus cosas. Tato despertó a Kat al tiempo en que Ádmani daba un ultimo aviso: "Los interesados en equiparse con una fuerza guardiana para el paseo a Península Aitaki el viernes tiene toda la libertad de pasar a pedirme uno en mis horas libres. Hasta el lunes."

Kat aun no se hallaba después de despertar. Se tambaleo un poco al principio pero aun así no perdía el paso de los demás mientras entraban de nuevo al Jardín. Ya llevaban alrededor de mes y medio de clases y las cosas habían sido más interesantes de lo que ella o sus compañeros habían esperado. Entre practicas de combate, entrenamientos con monstruos, clases teóricas y practicas de magia e invocación, y los malos hábitos de Tato y Tom, (que ningún colegio militar lograría corregir) se la habían pasado muy bien. Alcanzo a sus amigos y se dirigió a Tom; lo que fuese que había pasado el baile de inauguración ya no importaba, o al menos ninguno de los dos estaba interesado en comentarlo.

"¿Vas a pedir una FG para la excursión?" le pregunto.

"Creo que si. Quiero medirme contra algo que no sea la basura de monstruos que tenemos aquí." Le dijo Tom. No era hábil con las armas, pero como mago no le iba nada mal, nunca había fallado un conjuro y no tardaba nada en aprender hechizos nuevos, en especial si tenía planead usarlos contra alguien dentro o fuera del jardín.

"Yo que vos no hablo tan duro." Se burlo Tato golpeándolo en el hombro. "Te puede oír el T-Rex."

"¡Por favor!" se quejo Tom. "Tampoco me dio tanta paliza!"

"¿Cómo no? Si no fuera por mi no tendrías brazo derecho." Dejo salir una carcajada estridente; Tom se encogió de hombros y cambio ligeramente de color. Si alguien mas los hubiera visto ser apaleados por un T-Rexaur no le hubiera podido dar más vergüenza. Sin embargo, a raíz del rumor de que Tato había derrotado a un T-Rex sin ayuda su fama como guerrero se hizo muy notable.

La semana no se hizo esperar, y los días se fueron esfumando hasta que fue viernes al mediodía. Kat, Tom y Tato estaban sentados en una mesa de la cafetería junto con una chica del club de fans de Tato y un chico de Intercambio llamado Ipa, de la aldea de los Shumi, con quien compartían las clases de magia y táctica. Todos tenían al lado de sus sillas mochilas preparadas con la ropa para toda la semana de viaje, un par de cuadernos de notas, sus armas para todos aquellos que tenían una, y varios otros artículos de viaje. Ahora solo esperaban el toque para ir al estacionamiento, mientras tanto, Ipa revisaba por triplicado que estuviese llevando todo lo que ocupaba.

"¿No es fácil saben?" les decía mientras hurgaba en su mochila por que todas las cosas estuviesen en su sitio. "Apenas me logro acomodar a vivir fuera de mi tribu, y en el jardín, y ahora… ¡toda una semana fuera! No se a que hora me metí en todo esto…"

"Tranquilo." Tato se reclino sobre su silla y puso los pies en la mesa. "Si lo piensas así no lo vas a disfrutar, mejor míralo como TODA una semana lejos de aquí, donde no te van a estar presionando tanto. Yo me voy a dedicar a pasarla suave…" Se quito la boina verde que andaba ese día y se la puso sobre el rostro. Kat lo miro de forma despectiva.

"Mira Ipa, siempre y cuando pienses que todo va a sir bien, pues… todo va a salir bien! Arriba ese animo positivo!" En ese momento sonaron las tres campanadas del cambio de lección: Tato se levanto de su siesta y todos se pusieron de pie, tomaron sus cosas y se fueron al estacionamiento. Decidieron tomar la ruta mas rápida e ir por el corredor norte, pero la cantidad de la gente viviendo del los dormitorios hacia las clases les bloquearon el camino. Sabiendo que iban a llegar tarde, se fueron por el corredor sur, donde, al llegar al cruce entre los elevadores y la entrada, quedaron atrapados en otra congestión de transito. Abriéndose camino a codazos y "compermisos" pudieron llegar al pasillo este, ahora solo tenían que apurarse subiendo el pasillo y llegarían al estacionamiento, apenas tarde. Kat los empezó a empujar para que caminaran, pero parecía ser que el destino se empeñaba en detenerlos al ver salir de la biblioteca a un sonriente Ádmani Cerios que se acerco buscando a Tom apenas lo vio.

"Bien que los encuentro." Les dijo, luego se dirigió directamente a Tom: "Aquí esta la FG que me pediste, encontré uno que es suficientemente compatible contigo como para que lo uses sin que te estorbe." Luego de decir esto saco de su bolsillo un brazalete con la efigie de un toro en piedra; paso su mano sobre la imagen murmurando el hechizo para la separación y se lo dio a Tom. "Ojalá te sirva." Luego se despidió con una leve reverencia al grupo y les dio el paso libre para que prosiguiesen con la estampida hacia el estacionamiento.

Cuando llegaron al parqueo el autobús estaba por irse, apenas les dios tiempo de subir y poner sus cosas en un estante pero como no había espacio tuvieron que sentarse separados. Tom se sentó al frente, junto a un par de chicos de la clase C; después de un rato viajando, y de que la profesora Quistes lo reprendiera por hablar a gritos con Tato al otro lado del autobús, Tom se resigno a sentarse callado y esperar que llegaran al pueblo. Se acordó de que tenía el brazalete aun en su bolsillo y lo saco para verlo bien: La efigie del toro lo veía de frente, de forma fiera, sus ojos estaban pulidos para que brillaran y darle una apariencia mas viva. A los costados del brazalete había marcas, como runas en algún lenguaje que Tom no conocía; paso su dedo por encima de las incisiones y noto que eran bastante profundas. 'Bueno' pensó 'falta bastante para llegar a Balamb, hagamos algo de provecho.' Se puso el brazalete en la muñeca y puso su mano sobre él, dijo el conjuro de unión y vio como las runas vibraban mientras el brazalete se mimetizaba con su brazo. Aunque seguía siendo solo un brazalete de piedra gris, ahora se sentía mas como una parte viva de su cuerpo. Tom saco de su bulto su manual de magias, y un paquete de galletas y comenzó a equiparse con algunos hechizos mientras ideaba alguna configuración útil. Algunas horas después pararon en el pueblo de Balamb, en donde pasaron la primera noche de viaje a la península Aitaki. Les dieron las ultimas horas de la tarde como tiempo libre y Kat, Tom, Tato e Ipa se dieron una vuelta por los muelles. Se sentaron en el borde del agua, Tato y Tom comenzaron a lanzar piedras hacia las gaviotas, Kat se sentó sobre una roca a ver el atardecer e Ipa se puso a meditar con el sonido del agua estrellándose contra los rompeolas.

Pasaron un rato ahí sin decir nada, solo matando el tiempo, entonces, Kat vio algo que se acercaba. Un bote sin duda, y bastante grande, un navío largo con velas que atrapaban la energía solar como un grana abanico sobre la popa. Se estaciono en el límite de profundidad, justo fuera de la bahía, y una nave más pequeña desembarco hacia la orilla. Era una lancha blanca amarillenta que llevaba solo tres pasajeros; dos hombres vestidos de blanco, y una mujer vestida de negro, con su cabello del mismo color, largo hasta la cintura, e inquieto por el viento. Para cuando llegaron al muelle ya era de noche, las luces de la ciudad apenas se estaban encendiendo, al igual que los faroles. Los dos hombres, uniformados, bajaron del bote primero y ayudaron a la mujer a bajar después. Bajaron a suficiente distancia de Tom y compañía como para que los pudiesen ver bien, eran dos hombres fuertes, completamente vestidos de blanco, con una mujer en un vestido negro, largo, cabello oscuro y piel clara. Caminaron hacia el pueblo, casi sin notar su presencia, y cuando hubieron desaparecido detrás de la esquina de la calle, los muchachos decidieron también volver a su hotel. A la mañana siguiente, mientras volvían a montar todo en el autobús, vieron a la mujer con su escolta abordar uno de los autos del jardín, se fue luego por la calle que salía del pueblo hacia la carretera. Por desgracia, tendrían que quedarse con la duda de quien era, aunque entre sus suposiciones, cabía pensar que era alguna de las amigas de Ádmani, aparentemente tan excéntrica como él.

Dos días después estaban en la península de Aitaki, desempacando no solo sus bultos sino los equipo de campamento en un claro al final de un intrincado camino entre el bosque. Parte de la nota de cada unos e ganaba ayudando a armar el campamento, o recolectando víveres, encendiendo el fuego, haciendo la comida o solo vigilando la periferia. Aunque estaban en una región relativamente segura, nunca faltaban monstruos revoltosos que no soportaban invasores a su territorio. Para el mediodía ya tenían montadas seis cabinas para treinta personas gracias al equipo que se armaba fácilmente, también habían montado el equipo de vigilancia, una fogata en el centro del campamento, una pequeña cocina cerca de la misma y habían marcado una periferia alrededor del campamento como seguridad en caso de un ataque. Tato dejo sus cosas dentro de una de las tiendas y salio a buscar entretenerse. Casi ninguna de sus fans había venido y se sentía algo desamparado sin una chica colgándole del brazo.

"¡Oye Kat!" la llamó apenas la vio ayudando a unas chicas a armar la fogata. "¿Que te parece si vamos a dar un paseo de reconocimiento por el bosque?" Se arrepintió casi de inmediato por el tono que había usado, que era el que usaba con sus chicas cada ves que quería estar con ellas a solas. Kat noto esto, pero sabia que difícilmente Tato podía controlar sus instintos, así que lo ignoro.

"Ahora no, pero talvez mas en la tarde. ¿Por qué no buscas a Cintia o a Tom?" le respondió controlando el desdén en su tono.

"OOOOOk." Llevado por la vergüenza fue a buscar a Tom, sabiendo que Cintia seguía molesta con él por haber ignorado su parloteo en el bus. Lo encontró hablando con Ipa cerca de la tienda donde se quedaban. Paso al lado de ambos sin hablarles, tomo entre su equipaje su espada de dos manos y salio. "Hey Tom! Ya me aburrí, quiero entrenar¿Vamos?"

Tom lo miro algo sorprendido, pero asintió con la cabeza, se disculpo con Ipa, quien se fue a buscar que hacer, y luego entro a la tienda. Salio un par de segundos después cargando amarradas a su cinturón un par de cimitarras, o espadas curvas, Tato se hecho su espada al hombro y los dos hombres atravesaron el campamento hacia el trillo que llevaba fuera del campamento. Pretendían entrenar sin que los vieran, pero al cruzar con las armas puestas llamaron la atención de todo el campamento, y trajeron tras de ellos a mas de un mirón. Llegaron con su procesión de admiradores retrasados al pie de una colina rocosa, con suficiente espacio libre para moverse y correr. Ahí, Tato desenvaino su arma y encaro a su amigo, que se subió a una piedra y saco una de sus cimitarras, dejando la otra envainada pero con su mano lo suficientemente cerca como para tomarla rápidamente. Así, Tom fue el primero en atacar, la magia de viento equipada a sus piernas le permitió saltar largo y caer sobre Tato, sacando ambas espadas y poniendolas de frente en forma de X con las puntas hacia adelante. Tato lo contrarresto, usando la enorme hoja de su espada para recibir las dos cuchillas y guiar el ataque hacia el suelo. Luego dio una vuelta semicompleta para darle impulso a un golpe hacia el suelo que Tom esquivo aprovechando el retraso en el ataque. Tom se le acerco por la derecha, tomándolo del brazo, y poniéndole una cuchilla en la garganta.

"¿Suficiente?" le pregunto.

"Eso mismo te iba a preguntar, pero veo que aun quieres mas." Sorpresivamente, se libero de la llave de Tom, y usando su espada como palanca lo lanzo por enzima de su cabeza. Tom cayo encima de una roca, la magia que Tato llevaba equipada, posiblemente una elemental de fuego o una magia de escudo lo hacia mas fuerte, mientras que por suerte Tom llevaba una magia de Tierra que lo protegía de los impactos. La cosa estaba pareja, Tom pensó un momento en usar su Fuerza Guardiana, pero al fin y al cabo era un entrenamiento, sabia que Tato tampoco usaría su FG de no ser necesario. Se puso de pie y extendió su mano hacia Tato apuntándole con los dedos unidos. Tato tardo un segundo en reaccionar, puso su mano sobre su espada, cubriendo el mango con la derecha mientras lo sostenía con la izquierda, haciendo que apuntase a Tom. Un segundo después una ventisca helada se disparo de la mano de Tom, con un cuarteto de estacas de hielo al frente, casi al mismo tiempo, de la espada de Tato salio un relámpago que se dividió y ataco los cuatro proyectiles, evaporándolos al momento. Luego Tato envaino la espada y se la puso sobre el hombro, a modo de bazuca, Tom se percato de lo que intentaba hacer, y se apresuro a terminar un conjuro de protección.

La multitud aumentaba de tamaño poco a poco, mientras la gente avisaba en el campamento de la pelea y los que ya no tenían nada que hacer, o eran vagos, se alejaban del campamento para ir a ver el encuentro. No tardo en llegar a oídos de la encargada la noticia del espectáculo. De vuelta en la colina, Tom seguía sobre la piedra, semiarrodillado, con una coraza azul traslucida, como un domo cubierto de estacas puntiagudas cubriéndolo del inminente ataque de Tato, una enorme bola de fuego que estaba por terminarse de formar en la punta de su espada, y que calentaba incluso a los que estaban mas cerca de él. Tato tenia una gran sonrisa pintada en el rostro, después de todo estaba pasándola bien y a la ves estaba haciendo parte de la tarea, lo cual le daría mas tiempo libre después para tratar de reconciliarse con Cintia, y lo mas importante, estaba por medirse con Tom de una ves por todas. La bola de fuego se termino de formar y Tato no tardo mucho en apuntar, y la disparo con un contragolpe que casi lo bota al suelo. Golpeo contra el escudo de Tom y lo destrozo; pedazos de armadura azul se difundieron en el aire, pero Tom se levanto sin heridas, después de todo de algo le estaba sirviendo el entrenamiento. Preparo sus cimitarras para una segunda onda de ataques, pero antes de poder disponerse a atacar la piedra sobre la que estaba se comenzó a mover. Pensó al principio que era un temblor, pero luego vio que solo era él el que lo sufría, salto de la roca, casi cayéndose, justo antes de que la misma se levantara por si sola, y comenzara a tomar forma. Era en verdad un Armadodo, un monstruo con forma de armadillo gigante, muy agresivo que se había echado a dormir enrollado. Se levanto furioso, rugiendo a todos los presentes, que dieron un paso atrás, pues a diferencia de los demás, solo Tom y Tato llevaban armas con ellos.

Los dos amigos no tardaron en ponerse como escudo entre la bestia y sus compañeros de clase. Tato fue el primero en atacar con su espada dando un golpe por encima del Armadodo. El monstruo se dio vuelta y recibió el impacto con su coraza, Tato perdió el balance y cayo al lado del Armadodo. Entonces Tom ataco al monstruo para distraerlo y darle una oportunidad a su compañero de escapar. Lo ataco con ambas espadas al abdomen, sin embargo le dio en la armadura, que difícilmente no cubría alguna parte de su cuerpo, y sus armas rebotaron contra él. Viendo que había enfadado a la criatura intento un ataque a la parte baja del cuello, donde la piel del animal estaba desprotegida, pero al intentar clavar las espadas ahí el Armadodo lo bloqueo con sus brazos acorazados, y las espadas se clavaron entre la gruesa coraza, se doblaron y se rompieron por la fuerza de ambos atacantes. Tom se replegó lo más rápido que podía, mientras Tato le devolvía el favor distrayendo a la bestia. Aun tenia los fragmentos de lo que quedaba de sus cimitarras en las manos, pero ahora eran inútiles, las tiro al suelo, y comenzó a formular un conjuro.

"¡Tato la pista de hielo!" le grito mientras Tato apenas lograba escapar de un golpe del monstruo. Después de atontar a la bestia con una carga eléctrica unida a su espada, Tato corrió detrás de Tom, quien uso otro conjuro de hielo para hacer un camino hacia el Armadodo y a la vez congelar sus pies. Tato se deslizo sobre la pista con su espada en la mano derecha sostenida detrás de la espalda. Cuando estuvo a una distancia prudente para el ataque, cosa que solo duro unos segundos uso toda su fuerza en un golpe horizontal hacia el abdomen del monstruo. La bestia, que se había librado del aturdimiento, recibió el ataque casi igual a como lo había hecho con Tom, usando su izquierdo desvió el ataque de la espada de Tato, y con su puño derecho le dio un golpe en el estomago que sumado al impulso con que venia sobre la pista de hielo fue suficiente para dejar inconsciente al espadachín. El Armadodo entonces se dedico a liberarse del hielo que cubría sus pies, usando sus garras y forcejeando sus pies. Tom tenía que pensar rápido antes de que se liberara y atacase a Tato. La magia no le afectaba lo suficiente como para derrotarlo a punta de conjuros, y ya no tenia armas que usar. La gente alrededor estaba temiendo lo peor, algunos se habían ido a buscar ayuda, pero el camino hasta el campamento no era tan corto, y aun no legaban. Tom empezó a pensar en algún conjuro que le ayudara, miro sus manos para ayudarlo a recordar, y entonces vio el brazalete; nunca había usado la FG pero bien valía la pena intentarlo. Corrió hacia el Armadodo, que ya había logrado liberar su pie derecho, y usando la magia de viento unida a sus piernas se hizo tan ligero que salto sobre el monstruo sin problemas, llegando en un segundo a estar un metro por encima de él. Una vez ahí, puso su mano sobre el brazalete e invoco: "¡Itemos!" el nombre había salido del brazalete a su mente, como una idea relampagueante y en ese momento apareció debajo de él una especie de lomo animal, una especie de espalda peluda que llevaba a una cabeza y un par de cuernos.

El FG, un minotauro casi dos veces más grande que Tom, cayo sobre el Armadodo hiriendo su armadura y tumbándolo al suelo a poca distancia. Tom cayó con él pero detuvo la caída disparando llamas de sus dedos índice y anular de ambas manos a manera de propulsores para amortiguar el golpe. Itemos rugió y embistió al Armadodo que respondió con furia, intentando contenerlo sin resultados. Tom fue a revisar a Tato. Viendo que aun estaba inconsciente, se lo hecho encima del hombro y lo llevo donde estaban los demás. Entonces vio que entre la multitud de espectadores (de entre los cuales algunos ya llevaban armas) estaba la profesora Trepe. Ella había sido la que evito que los demás intervinieran en la pelea pues llego justo cuando Tom estaba invocando. Todos estaban viendo como Itemos arrollaba una y otra ves al Armadodo, y este lo hería ocasionalmente con sus garras. La pelea era dispareja, eso era obvio, al parecer Itemos no tardaría en acabar. Cuando Tato estuvo seguro junto con un trío de sus fans, entre ellas Cintia que se sintió culpable, Tom volvió su atención a la pelea.

"¡Itemos¡Hora de acabar!" el minotauro lo miro por un segundo y luego a su adversario, que sangraba por la boca y tenia muchas heridas, incluso pedazos de armadura rota. Metió su mano en la tierra y saco de ella una enorme cadena de piedra del mismo color que el del amuleto de su amo. La fue sacando y al final de la cadena apareció una piedra redonda cubierta con picos, como una maza, y la misma efigie que el brazalete. Le dio un par de vueltas a la cadena y la bola, y luego la estrello contra el Armadodo, desde arriba, hundiéndolo en la tierra, el ataque no solo se llevo al monstruo sino que la tierra se trago la cadena y al FG adherido a ella. Así terminaba la invocación, y la pelea. Tom volvió a donde estaban Tato, Kat, y la profesora Trepe.

"Buen trabajo muchacho." Le dijo la mujer. Tom se sintió elogiado después de ver que Tato estaba bien pero aun inconsciente. "Sin embargo…" Estas palabras le bajaron toda la emoción que comenzaba a sentir por un cumplido de su profesora. En general así comenzaba un regaño. "Sin embargo esa invocación no estaba a tu nivel."

"Lo siento profe." Del respondió bajando la cabeza. "Lo haré mejor la próxima."

"Espero que no." Rió Quistis disimuladamente. "De lo contrario habría que promoverte dos niveles en clase de invocación en ves de uno." A Tom, y a casi todos les tomo un minuto entender verdaderamente lo que la profesora acababa de decir. "¡Fue excelente! Ádmani estará contento de saber que progresaste."

"¿En serio profe?" Tom de pronto se sintió muy emocionado. Le había estado comenzando a gustar la invocación, pero esto la convertía oficialmente en algo que le gustaba, y al parecer era bueno en eso.

"Aun así, es curioso." Agrego Quistis. "Pocos estudiantes a tu nivel son tan buenos invocadores. ¿Me dejarías ver tu FG?" Tom se quito el brazalete y se lo dio a profesora Trepe, ella, después de analizarlo un momento frunció el seño y se lo devolvió. "Te diré algo, y mas te vale que me escuches:" El campamento se quedo callado esperando lo que fuese a decir. "Serias un tonto si no te dedicas a esto."