Después de aquel día me había dedicado a mi trabajo, volví a buscar al hombre una vez más pero como lo había pensado, él no dudó en huir antes de que yo pudiese volver a interrogarlo, aquella casa vacía me hizo recordar que tal vez aun no estaba totalmente listo para lo que vendría.

Algunos días pasaron, mi relación con Kate fue mejorando lentamente, incluso un día , después del trabajo, mi madre la invito a cenar, aquella fue una noche diferente, Kate apareció vistiendo unos jeans desgastados y una chaqueta negra, su cabello estaba recogido algo desarreglado y sus botas hacían un ruido curioso al caminar, Kate sonrió cuando mi madre abrió la puerta, la vi caminar por la cocina, probaba la comida y hablaba con mi madre con naturalidad, como se habla con quien conocemos hace mucho tiempo, en ese momento no era la detective Beckett del trabajo, era solo Kate siendo ella, siendo feliz, sonreí cuando se acercó a mí y puso un plato sobre la mesa para mi, una noche estupenda eso es lo que fue.

Deje de investigar un tiempo, por una razón todo se había enfriado, no había más pistas y aunque me había colado una mañana en la morgue buscando el reporte de la autopsia a los restos de mi hermano, no pude encontrar lo que buscaba. Esa mañana la dra. Parish me había reprendido por haber entrado sin permiso, me sentí molesto y avergonzado al mismo tiempo, ella me recomendó entonces que hiciera una pausa, estaba desesperado por encontrar la posta que me diera la razón, que me devolviera a mi hermano, que había vivido los últimos días tan preocupado por todo y por nada.

Siguiendo su consejo decido tomarme unos días de descanso, de nuevo me enfoque en mi trabajo, poco a poco me fui ganando la confianza de mis superiores y eso me hacía sentir bien, sabían que era alguien confiable que seguiría las reglas en todo momento y la mayoría de las veces era el elegido en las operaciones que llevaban a cabo, eso no solo me hacía sentir bien sino que me hacía ganar experiencia y reconocimiento.

Un mes pasó y mientras miraba el calendario en la pared me di cuenta de que seis meses habían pasado ya, miré la carpeta sobre mi cama y me pregunté si alguna vez sabría la verdad o en el mejor de los casos , mi hermano saldría de su escondite, tenia aún la idea de que estaba vivo y que en algún momento volvería.

Algunos días pasaron antes de que decidiera volver a buscar información o alguna buena pista, decidí volver al ligar donde supuestamente mi hermano habría muerto, algunos pequeños restos aún yacían sobre el suelo y pequeñas marcas de quemaduras dispersas, luego de unos días nada nuevo había surgido.

Un domingo temprano me levante decidido a hacer limpieza en mi habitación, conseguí algunas cajas para deshacerme de lo que no sirviera y me dispuse a trabajar, era caso mediodía cuando escuché el sonido de la oferta abriéndose, la voz de mi madre y luego de unos segundos la voz de Kate, seguí en mi trabajo cuando de nuevo la voz de Kate se escuchó, esta vez detrás de mi.

-pareces muy ocupado.

-le miré.- bueno, solo quiero tener espacio para nuevas cosas y una araña en la esquina no era mi idea de compañero de cuarto.-, ella sonrió.- que te trae por aquí?

-pues yo andaba por aquí y quise pasar.

-claro, la detective Beckett con tiempo libre?, imposible.

-ella sonrió de nuevo.- aunque no lo creas, es bueno hacer una pausa, es todo.

-suspiré.- eso creo, me ayudas un poco aquí, yo levanto esto y tu sacas lo que sea que este allí.

-si no hay más opción.

Levante un mueble de la esquina, Kate saco un par de envolturas de caramelos que no había visto en varios años y un par de juguetes. Ambos reímos ante su descubrimiento.

-vaya que necesitas hacer limpieza más seguido aquí.

Después de una hora, tomamos un descanso, comimos un poco y luego volvimos a nuestra tarea aunque esta vez fue más difícil, nos vimos ante la duda de entrar a la habitación de mi hermano, me quedé observándolo todo desde la puerta, me sentía extraño y confundido, debería vacías aquella habitación, aunque muchas de sus cosas ya no estaban aún había algunas otras que se habían quedado y que mi madre no había podido sacar.

Ambos nos miramos un tanto indecisos luego de unos minutos, abrí el primero de los cajones y saque algunos artículos que permanecían allí un tanto empolvados.

-Esta fotografía es linda. – dijo Kate sosteniendo una fotografía de ambos.

-éramos lindos, un par de chicos atractivos, y allí soy muy pequeño para recordarlo.

-Steve siempre fue asediado por las chicas?

-bueno, si un poco, se creía todo un galán, desde que me acuerdo.

-ya veo.

-pero siempre estuvo enamorado de ti, tu eres diferente.

-y tu?

-yo?

-si, tu, hay alguien especial en tu vida?

-si pero…- dudé.- pero no.

-me dirás que es prohibido.

-algo así.

Ella sonrió mientras yo sacaba una caja con ropa que mi madre había dicho donaría y cuando volví, Kate observaba más fotografías.

-en esa Steve perdió un diente y en esa otra, yo perdí uno.

-parecían chicos… salvajes.

-solo éramos normales, las niñas no pierden dientes mientras descienden a toda velocidad por una colina en bicicleta.

-obviamente no.- y escuché una carcajada escapando de su boca.

-eso supuse, pudimos haber muerto uno de esos días.- Kate me miró.

-si, supongo.- dijo con seriedad.- tenías razón.

-que?

-tenias razón, era mi trabajo no el suyo, discutíamos aquel día, Steve creía que era el momento de añadir un miembro a nuestra familia, pero yo quise esperar, le dije que terminaría aquel trabajo y armamos planes.

-que paso aquel día?

-Steve tomó mi lugar, se suponía que yo conduciría, se suponía que yo debía estar allí, pero recibimos una llamada un par de horas antes, la voz de u hombre se escuchó, yo no se quien era pero Steve lo conocía, aunque insistí en ir, tu hermano se negó, dijo que sería más seguro que él estuviera allí y no yo, dijo que cuando volviera hablaríamos de nuevo sobre lo que el futuro tenía para nosotros.- la vi hacer una pausa y luego murmurar algo que no entendí.

Me acerqué a ella sin ninguna pretensión, puse la mano sobre su hombro y suspiré, quizá las cosas no eran como yo las había pensado.

Kate se fue un par de horas más tarde, habíamos ordenado comida y luego de comer y pasar un rato agradable se despidió, la vi caminar por la calle, con las manos en los bolsillos de su chaqueta y el sonido de sus pasos alejándose.

-Kate, te acompañaré. – dije luego de unos segundos de pensarlo.

Ella sonrió y espero mientras yo me acercaba a ella.

El camino fue silencioso, supuse que ella necesitaba el silencio, había sido un día agradable pero haber removido todos esos recuerdos en la habitación de mi hermano había removido también los sentimientos de todos, mi hermano era muy parecido a mi padre, por un momento imagine aquello que había mencionado Kate, quizá hubiesen sido una hermosa familia, solo quizá.

-te veo mañana.- dijo con suavidad.

-Si, mañana.

Pero al día siguiente Kate no apareció, por la tarde supe que había pedido el día libre, me Imaginé que quizá el día anterior había sido demasiado para ella, sin embargo el siguiente, al llegar, ella ya estaba allí, como normalmente hacia cada día.

Una semana después volví a investigar, mientras revisaba algunas cajas en la habitación de mi hermano encontré un par de llaves que no parecían coincidir con ninguna cerradura, las observé mientras trataba de identificar que podrían abrir, me tomó un par de horas encontrar bajo un doble fondo la cerradura que abriría.

Dentro de la caja había un pequeño sobre y dentro de ella una memoria de almacenamiento, de inmediato me dispuse a observarlo, en el monitor apareció el rostro de mi hermano, lucia preocupado y dubitativo, mis manos temblaron cuando escuché su voz, en el video de apenas un minuto, explicaba que quería que hiciéramos si algo le pasaba, decía sin muchos detalles que las amenazas que había recibido eran la consecuencia de haber metido la nariz donde no le llamaban, dijo que de ninguna manera era culpa de alguien y terminaba diciendo que si estaba escuchando ese mensaje era por que seguramente estaba muerto y que no quería que alguno de nosotros intentáramos vengar su muerte.

Me sentí confundido, ese no parecía mi hermano, no sonaba como él, sin embargo mencionó un par de cosas que no me dejaron dudas de que fuese él.

Esa misma noche fui a la casa de Kate, ella me miró sorprendida cuando vio el video, había creído todo ese tiempo que ella era la causa principal de su muerte y en ese momento entendí que ella no sabía nada al respecto y que al igual que yo no entendía que era lo que realmente había sucedido.

Dos días después mientras ambos hablábamos con la dra. Parish nos enteramos que ella había realizado varias pruebas de ADN para confirmar que Steve era el cuerpo que habían encontrado, al igual que nosotros ella también dudaba y creía que todo era un engaño, sin embargo el resultado se repetía una y otra vez, no hicimos más que bajar la cabeza y asumir que todos estábamos equivocados, mi hermano estaba muerto y no había nada más que hacer.