Vivimos en duelo una segunda vez, habíamos estado tan convencidos y seguros de que mi hermano volvería, que confirmar su muerte no había hecho más que acrecentar el dolor de haberlo perdido, fue la semana más difícil, aun más que cuando recién había vuelto y había recibido la noticia de que él había muerto y sabía que para Kate no era diferente, supuse que hacer aquella investigación le había dado motivos para no sentirse perdida, sin embargo, saber que aunque siguiéramos investigando nada nos lo devolvería, se hacia cada vez más pesado.
Tuvieron que pasar un par de semanas más para por fin terminar de entender que debíamos pasar la página y seguir adelante con nuestras vidas.
De nuevo cambie la hoja del calendario, para entonces habían pasado 9 meses desde que él se había ido y con un poco de esfuerzo extra logramos salir adelante, los primeros días nos vimos en la necesidad de no mencionarlo por ningún motivo pero ahora, habiendo pasado un poco más de tiempo, se hacia menos doloroso.
De nuevo me enfoqué en mi trabajo y en casa, la que antes había sido la habitación de mi hermano, ahora era una oficina, cambié los muebles, agregué algunas cosas, puse un sillón nuevo y los videojuegos que aunque nunca tenía tiempo de jugar, siempre estaban listos para unos minutos de distracción.
Ryan y Esposito se volvieron mis amigos, me daban consejos en el trabajo, me animaban a hacer mejor las cosas, salíamos a veces y llegado el tiempo me dieron la confianza para dar el siguiente paso, en unos meses podría, si así lo quería, iniciar el proceso para volverme un detective de homicidios como ellos.
La tarde de aquel martes las cosas cambiaron, esa mañana había sido como cualquier otra, mi madre y yo habíamos desayunado, nos habíamos despedido en la puerta y yo caminé hasta el puesto de periódicos que había dos calles más adelante, sostenía uno de los ejemplares mientras esperaba que la luz cambiara, cruzaba la calle cuando un chico de no más de 16 años cruzó corriendo la calle haciendo que despegará la vista del periódico para observarlo solo unos segundos antes de darme cuenta de lo que sucedía, sus ojos lucían angustiados, su expresión de terror llamó mi atención cuando al tropezar con una mujer un arma cayó de entre sus ropas, supe entonces que aquella no sería una mañana normal, me vi en medio de una situación para lo cual tendría que improvisar, el muchacho tomó el arma del suelo y caminó un par de pasos antes de detenerse y tomar a una mujer por el cuello.
-no voy a volver – dijo con la voz entrecortada.
-oye, oye, calma, si, todo está bien, si me di…
-cállate.- su arma apunta a la cabeza de la mujer, quien ahora está en pánico.
-vamos amigo, podemos resolverlo.
-eres un maldito policía.- gritó.
-lo soy, si, voy rumbo a mi trabajo, como todos aquí, por que no sueltas a esa mujer y hablamos de lo que este pasando.
-No.
Lo vi caminar lentamente hasta la entrada de un edificio de oficinas donde se detuvo unos segundos, me miró amenazante.
-aléjate.- dijo bastante nervioso.
-lo haría pero ella no tiene la culpa de lo que te este sucediendo, así que no puedo dejarla sola.
-no le haré nada, es solo un seguro.
-seguro?
-si la tengo conmigo nadie intentará nada.
-entiendo.- a lo lejos se escuchó el sonido de las sirenas, la policía y quizá una ambulancia se acercaban.
-Quédate allí.
-Viene la policía, los expertos.
-tu eres policía.
-no voy a hablar con nadie.
-bueno, me quedaré aquí, solo no la lastimes.
Escuche los autos estacionándose alrededor, me asomé un poco y vi varios autos quizá 6 autos y una ambulancia, de uno de los autos oficiales descendió Kate, me pregunté que haría allí, no había un homicidio o no uno del que yo supiera, Ryan y Esposito iban detrás de ella, la vi hablar con uno de los oficiales y luego comentar algo entre ellos, esperé entonces a que algo sucediera, trataba de no pensar demasiado, imaginaba que pasaría, que harían, supuse que alguien trataría de ponerse en contacto y negociar algo con el chico.
-van a matarme.- dijo el chico de pronto mirando fijamente hacia afuera.
-no, eso no sucederá.
-pero el pareció no escucharme.- van a matarme.- dijo de nuevo con los ojos muy abiertos y sudando visiblemente.
-oye, mírame.- le pedí en un intento por distraerlo un poco.- mírame, todos estaremos bien.
-no ves cuantos hay allí, todos nos miran, soy un idiota, debí huir, debí irme, soy un imbécil, debí….- una voz nos interrumpió, un oficial hablaba por un megáfono mientras nos observaban desde el otro lado de la calle.
-escucha.- dije.- van a negociar, lo que haya sucedido no debió ser tan malo, habla con ellos.
-van a matarme.- repitió.- no sabes lo que hice.
-habla conmigo entonces.- espere su respuesta.
-yo… no quería, no quería hacerlo pero ella estaba allí, y yo… yo no soporté más…- suspiró.- estoy muy cansado.
-dime que pasó, yo hablaré por ti con ellos, te parece bien.
-bien, bien.
Guardo silencio lo que pareció una eternidad, su rostro lucia desencajado, entonces mi teléfono comenzó a sonar.
-apaga eso.- grito.
-no puedo es mi jefa, debo contestar.
-Bien pero que sea rápido.
-hola?... si… no, ella está bien, yo también, el está un poco inquieto… no, esperen, creo que puedo hablar con él… entiendo, si, si, yo entiendo.-guarde mi teléfono en mi bolsillo y me dispuse a obtener toda la información posible.
-ven aquí, de que hablaste, quien era?
-es mi superior, solo quería estar segura de que estábamos bien.
-ok, que más.
-no voy a mentirte, sabes que lo haces no esta bien, podemos salir todos ilesos si cooperas.
-no iré a la cárcel, prefiero morir.
-entiendo, pero ella no puede pagar por algo que no hizo, por que no la dejas ir, yo me quedo en su lugar.
-El pareció dudar y luego hizo una seña con la cabeza.- ven aquí, vas a ocupar su lugar.
La mujer me miró aterrorizada, trate de calmarla haciéndolo todo despacio, ella me miró con agradecimiento y luego salió caminando despacio.
El chico sostenía el arma a la altura de mi cabeza, miraba a través del cristal de la ventana y aunque tardó un poco en volver a hablar al fin lo hizo.
-que es lo que debería pedir?.- dijo de pronto.
-pedir?, a que te refieres?, quieres negociar algo?
-bueno, eres policía tu cabeza debe valer más
-no lo creo.
-yo tenía un hermano, pero murió hace un par de años, era mi mejor amigo.
-entiendo.
-no entiendes, tu que sabes de esas cosas.
-yo también tenía un hermano, murió hace unos meses, aun lo extraño pero no éramos muy unidos,
El silencio se hizo presente de nuevo, el chico parecía desorientado, su frente tenia sudor y sus movimientos eran torpes pero al mismo tiempo empuñaba el arma con firmeza, había estado considerando quitarle el arma, sin embargo me molestaba la idea de cometer un error y que alguno de los dos terminara muerto en el suelo, así que en contra de mis deseos, decidí esperar.
Mis pies dolían, miré el reloj en la pared de aquella sala, éra mas de medio día y nada había cambiado, el chico hacía peticiones estúpidas y luego se arrepentía, luego de una hora por fin me miró, supuse que quizá llegaría a un arreglo, con el arma me hizo la seña de que caminara hacia la salida.
-quiero irme.- grito el chico.- no quiero que nadie me siga, el vendrá conmigo.
-a donde vamos?.- pregunté.
-muy lejos de aquí, lo suficiente.
Entonces comenzó a caminar pegado a la pared, miró hacia arriba y luego alrededor, supuse que ponderada sus opciones.
-Tienes un auto?
-no.
-bien sigue caminando.
Unos metros adelante me di cuenta de que quizá si me movía con cautela podría desarmarlo y terminar con esto sin que nadie saliera herido, seguí sus pasos lentamente así como me lo pidió, pude ver los rostros de mis compañeros, me parecía extraño que hasta ese momento no hubiesen intentado ningún otro movimiento.
Busque la mirada de Kate, buscaba su aprobación para hacer lo que estaba pensando pero al cruzar su mirada con la mía, ella negó con la cabeza, me detuve solo un momento y luego sentí que era jalado hacia atrás por la camisa, caí al suelo sentado.
-te dije que te quedaras quieto, quien es ella?, es tu jefa?, ella es la que ordena las cosas aquí?.
-no lo se.
-mentira, esa maldita te miró, la conoces, tal vez yo debería enviarles un mensaje, tal vez te hagan un homenaje después de lo que haré, serás un héroe.
La actitud del chico había cambiado por completo, había pasado de ser algo tímido, temeroso, nervioso a hacer amenazas con total seguridad, sus ojos eran temibles y sus intenciones desconocidas.
-dime que hiciste?.- pregunté.
-solo lo que debía hacer.
-dijiste que no querías hacerlo, como es que llegaste aquí?
-Esa maldita se lo merecía, yo no quería hacerlo, ella me obligo a hacerlo.
En ese punto me di cuenta de que algo no estaba bien, tuve miedo por un segundo de lo que pudiese hacer y como terminarían las cosas, temí por mi vida y por mi madre, sentí temor de dejarla sola, de hacerla pasar una tercera vez por algo tan terrible como una pérdida, suspiré tratando de calmarme, levante l vista de nuevo tratando de ver la de Kate o la de alguien que me dijese que pronto lo arreglarían, entonces ella me miró, hice leve movimiento apenas perceptible para ella o para cualquiera, quería sentirme aliviado, quería saber que volvería a casa esa tarde.
