Respiré profundamente mientras pensaba en ella y sus palabras, acaso había encontrado a alguien más, quizá estaba viendo a alguien y yo no lo sabía, me pregunté quién podría ser aquel hombre, quien y en qué momento se había cruzado en su camino, yo era demasiado cobarde aún como para decirle a ella mis sentimientos, aquellos que había guardado por años, sonreí con tristeza, miré la pared y luego suspiré, algún día, con suerte, le diría que había pasado años fantaseando con algo más que un buenos días o un adiós.
Algunos días después los vi, Kate caminaba por la calle, la vi pasar mientras compraba un café en la esquina de siempre, la noche anterior ella caminó con rapidez hacia la salida, era la segunda o quizá la tercera vez en un par de semanas que la veía irse más temprano de lo habitual, supuse entonces que mis sospechas tenían fundamento, Kate se veía con alguien a quien yo aun no había conocido y no es que tuviese que presentármelo, ni nada parecido, pero eso me hacía sentir aún más inseguro y no solo eso, me hacía sentir ridículo, viviendo en una fantasía, de cualquier manera aquella mañana no me había propuesto seguirla ni mucho menos otra cosa, ella solo había aparecido, llevaba sus botas negras, unos jeans que se ajustaban a sus piernas y una camiseta gris bajo una chaqueta oscura, su cabello suelto ondeaba con el viento, sin embargo no fue eso lo que me impactó, sino lo que vi después, me apresuré intentando alcanzarla, Kate caminaba con seguridad con la cabeza alta y sus manos a los costados, no miraba alrededor solo al frente y sus tacones resonaban con cada paso, aquello me tenía completamente idiotizado y la estrepitosa caída terminó por ser no sólo dura sino fulminante, un hombre bien parecido, de cabellera espesa y oscura, con un traje informal y una sonrisa encantadora apareció de la nada haciéndome detener en seco dejándome sin palabras, el hombre, la miró y luego besó su mejilla, ella correspondió el gesto, la vi sonreír, luego él la invito a entrar al lugar donde supuse habían acordado verse, su mano tocó con suavidad su espalda baja y detuvo todo intento por acercarme, aquello me había dejado completamente desolado, me tomó un par de minutos dar el primer paso y luego otro y uno más para avanzar por la calle, ella lucia feliz cuando pase frente al edificio y pude verlos con claridad.
Al parecer la vida me negaba lo que yo deseaba y mientras caminaba lentamente por la calle me di cuenta de que nunca tendría aquella ansiada oportunidad.
Aunque la actitud de Kate en el trabajo era la misma de siempre, yo notaba como cada día lucia mejor, sonreía con regularidad y en algunas ocasiones se iba temprano y no volvía hasta la mañana siguiente.
Una vez más decidí enfocarme en mi trabajo, me quedaba horas extra de ser necesario y normalmente me ofrecía como voluntario cada vez que se necesitaba la colaboración de alguno de los oficiales de menor rango en un operativo, lo mejor era estar ocupado, atento al trabajo y no a ella que aunque me doliera, tenía todo el derecho del mundo de rehacer su vida.
Un domingo lluvioso tropecé con él sin querer, salí a recoger unas cosas cuando él apareció, me tropecé sin saber quien era, lo vi caer al suelo húmedo y de inmediato le ofrecí mi mano, le reconocí cuando por fin mire su cara, su expresión era de asombro y supuse que la mía también, mis manos se paralizaron.
-disculpa.- dijo el hombre.
-estas bien?.-dije sin mirarle e intenté continuar con mi camino.
-no me ayudarás?
-lo lamento, estoy, muy distraído.
-eso lo puedo ver.
-adiós.- caminé hacia el lado contrario.
-Rick?.- la voz de ella se escuchó detrás de mí.- a donde vas?
-a casa.- y di un paso adelante.
-espera, te acompañaré, debo hablar con tu madre.
-claro.
La vi despedirse del sujeto, quien de inmediato paso su mano por su espalda y luego besó su mejilla fugazmente, me pareció curioso que no hiciera las presentaciones, era simplemente extraño.
-estas mojado, ven aquí?- ella tomo mi brazo y se acercó a mí cubriéndonos a ambos con el paraguas que llevaba en la mano.-se que eres un chico rudo, pero podrías enfermar.
-Si supongo.
-como has estado, pareces evitarme desde hace un tiempo.
-no, no para nada, es solo que los chicos dijeron que podría intentar hacer la solicitud para detective y…
-ya veo, bien por ti, si necesitas ayuda puedes llamarme.
-si, gracias.
-y como vas con eso.
-Bueno, me esfuerzo.
-ella sonrió cuando me miró.- claro.
En casa mi madre esperaba, la vi hacer un gesto de sorpresa falsamente disimulado cuando nos vio llegar juntos, Kate se sentó junto a la mesa y ambas conversaron de asuntos que no eran de mi incumbencia y por tal motivo preferí ir directo a mi habitación, sentí un escalofrío recorriendo mi espalda cuando me quite la ropa húmeda, quizá Kate tenía razón, podría enfermar, me senté en la orilla de la cama y suspiré, aquel era un hombre atractivo y que parecía tener mucho más en común con Kate que yo, sentí los pies fríos, suspiré de nuevo, por un momento todo era silencio.
Tomé la toalla y sequé mi cabello, me cubrí la cabeza un momento y busque entre mis cajones una camiseta limpia, pensaba en alguna tontería cuando la voz de Kate me sorprendió.
-así que aquí te escondes.
-no me escondo, es mi habitación.
-ella sonrió.- ponte esa camiseta.- camino hacia la ventana.- tu hermano me dijo una vez que eras un niño testarudo y que si el hacia algo, tu te esforzabas por hacerlo mejor.- le miré sin comprender el comentario.- tengo un trabajo para ti, pero podría ser peligroso… necesito que robes algo.
-si sabes que soy policía.
-y eras un pequeño delincuente si no mal recuerdo, además esto no es por fuera de tu labor, es más bien dentro, se que puedes hacerlo, es cuestión de recordar como ser un ladrón con practica.
-no entiendo.
-verás, sospechamos de alguien que ha estado, como decirlo, haciendo tratos con la mafia, creemos que le da información a gente no muy… recta.
-y que es lo que tengo que robar?
-La información que el les vende… ladrón que roba a ladrón…
-tiene cien años de perdón.- terminé.
-este podría ser un muy buen punto en tu curriculum, señor aspirante a detective, quiero que te hagas su amigo, que no sospeche de ti, averigua con quien habla y que les ha dicho hasta ahora, que casos se han visto afectados y…
-espera, eso no es demasiado? Y que, ahora trabajamos para asuntos internos?
-primero no, no es demasiado, eres muy listo, segundo asuntos internos es el que esta podrido, puede ser que esto se relacione con la muerte de tu hermano, creo que podríamos darle un cierre y olvidarnos un poco de esto.
-quien es la rata?
-ella sonrió.- te veo mañana en mi escritorio, trae café, esto nos tomará un par de horas, quizá.
La mañana siguiente llegue temprano, sabía que ella estaría allí y también sabía que quizá estaba pisando un terreno muy peligroso, pero la palabra clave había sido esa, precisamente, peligro.
Tal como lo dijo, nos había tomado un par de horas que ella me diese la información que necesitaba y quizá me tomaría un poco más de tiempo averiguar con detalle los movimientos del sujeto en cuestión.
Esa misma tarde, haciendo un recorrido por la calle lo encontré y no por casualidad había pasado algunas horas buscando el lugar y momento perfecto para cruzarme con él, me detuve a su lado mientras pedía una botella.
-que pasó allí?
-un choque, nada interesante.
-soy Rick, haces tus rondas por aquí?
-si y tu?, soy Peter.
-unas calles más al sur.
-Que haces por aquí?
-solo acudí a un llamado, no estaba muy lejos.
-oh si, el del almacén?, que pasó allí?.
-Un intento de robo, pero ya casi me voy a casa, solo voy a entregar el papeleo.
-ya veo, te llevo, yo también voy para allá.
-gracias.
Subíamos la escalera cuando Kate me vio caminando con el sujeto, seguí de frente hablando con él, era un tipo agradable y se me hacía difícil que alguien como él estuviese metido en algo como lo que Kate había descrito, perola vida y las personas pueden ser impredecibles, en tan dolo un par de horas me había enterado de su afición al béisbol, del nombre de su perro y de su aversión al clima frío, pensé que este sería un trabajo fácil.
Unos días después aun no éramos amigos pero habíamos entablado una buena relación y tras una semana hablando con él comencé a entender su rutina y la que quizá era la forma en la que trabajaba, me había negado a hablar con Kate por algunos días, no quería echarlo a perder así que aunque ella se molesto al principio luego entendió que era mejor así.
Un mes después de compartir algunas rondas por las calles, y un par de cervezas un fin de semana por fin escuché lo que me indicó que iba por buen camino y lo que estaba sucediendo.
Fue después de un juego de béisbol local mi nuevo amigo Peter bebió un poco de más, de su bolsillo saco un paquete de billetes y luego con tranquilidad me dijo que quizá un día estaría listo para jugar al espía, reí al escuchar eso, si, quizás algún día.
Una semana después puse en marcha un plan, al mediodía nos veríamos para el juego de béisbol local, sabía que irremediablemente beberíamos algunas cervezas y que él insistirá en beber más, hasta embriagarse y luego el paquete de billetes saldría de su bolsillo para ser presumido.
-amigo guarda eso.- dije bebiendo un último trago.- alguien podría verte.
-somos policías, nadie se atrevería, además tengo amigos.
-que clase de amigos?
-muchos amigos.
-bien… solo, me parece raro que tengas tanto dinero en los bolsillos con nuestro sueldo de policía, entiendes, yo no estoy teniendo un buen momento, y necesito algo de solvencia económica, entiendes.-hice la seña con mis dedos.
-claro que entiendo, pero crees estar preparado Para esto, porque podrías tener problemas.
-tengo suficientes problemas ahora, no me vendría mal un poco de eso.
-Hagamos esto, se que tienes amigos en homicidios, por que conversas con ellos, ya sabes, investiga un poco para mi, dime que casos están abiertos, quienes trabajan en ellos.- me miró sonriendo.- toma esto como adelanto.- el paquete de billetes cayó en mis manos.- hay más de donde vino ese.
Dos días después, y con ayuda de Kate, asistí a una reunión en casa de mi nuevo amigo, varios policías conocidos estaban allí, todos me saludaron y me ofrecieron una cerveza cuando me vieron llevar, un par de horas más tarde, Peter me llevó a una sala aparte y espero ansioso la información que le había llevado y un paquete de dinero estaba listo sobre la mesa esperando que lo metiera a mi bolsillo.
-lo hiciste bien, solo debes traerme con regularidad información como esa y tendrás todo el dinero que quieras, si mis amigos están complacidos tu también lo estaras.
-Y puedo saber quienes son tus amigos?
-gente poderosa.
-pero…
-Es todo lo que debes saber ahora.
Me tomó unos días más saber un par de nombres y luego de dos semanas teníamos casi a todos los involucrados, aunque aquel habia sido un trabajo relativamente fácil, no saldría tan bien parado, abandonar aquel "trabajo" sería un poco complicado.
Ese fin de semana la final de béisbol se jugaría y allí estaríamos, de nuevo recibiría un pago por mis servicios con la diferencia de que esta vez Kate y los demás nos estarían observando listos para arrestar a los responsables.
Como cada juego nos sentamos en el lado izquierdo, cerca de la banca, era casi el final del juego cuando bajamos de la grada y fuimos al acceso norte, un ritual que nunca fallaba, me detuve en la puerta cuando un hombre de estatura promedio descendió de un auto y nos miró, Peter se detuvo y me miró, el jefe había llegado.
El hombre vestía un traje elegante, sus zapatos brillaban y un par de hombres se detuvieron detrás de él.
-así que este es.- dijo señalándome.
-es quien nos ha dado toda esa buena información.
-Pareces un buen elemento podrías tener futuro en esto.
-claro.- dije y en el momento un arma fue disparada, un de los hombres corrió hacia el otro lado del auto.
No supe quien había iniciado los disparos solo supe que el fin de mi trabajo se acercaba, me tire al piso llevando a Peter conmigo, estaba desarmado y mi instinto me dijo que debía permanecer inmóvil pero Peter hizo todo lo contrario, lo vi sacar un arma del pantalón y luego responder a los disparos que en ese punto no sabía de dónde venían, me levante en otro intento por cubrir a Peter pero él seguía intentando moverse, en ese momento una bala pasó rozando mi costado izquierdo haciéndome caer de nuevo al suelo.
Escuché la voz de Kate a lo lejos y luego vi pasar a varios uniformados mientras intentaban dar alcance a los sospechosos.
El resultado dos hombres muertos y tres arrestados, Peter era uno de los que había muerto, me quedé tirado en el suelo unos segundos antes de ser llevado en una camilla hasta una ambulancia, la bala había perforado la carne aunque no había sido tan terrible si requería de pasar al menos una noche en el hospital.
La mañana siguiente recibí la visita de Kate, bebía una taza de té justo en el momento en el que ella apareció.
-Te sientes mejor?
-Si.
-hiciste un buen trabajo.
-eso creo.
-modestia aparte.
-ambos reímos.- fue fácil.
-y casi mueres, no deberíamos intentarlo otra vez.
-no paso gran cosa, en un par de días volvere al trabajo.
-Si, tu madre esta enojada.
-hablaré con ella.
-entiendo su posición, no debe ser fácil para ella.
-lo se, solo no volvamos a hacerlo, así.
-claro, no.
-tu estas bien?
-si, yo… no se quien empezó todo, debo discúlpame contigo por eso.
-no fue nada, es parte del trabajo.
-si, yo… debería irme.
-tome su mano.- estaré bien, no debes pensar lo contrario, aún tengo mucho por vivir.
-Kate sonrió levemente.- no creo que otro castle deba morir.
-Eso no va a pasar – dije muy seguro.
-debo irme.- ella se acercó y besó mi mejilla.
-Kate, no voy a morir, no ahora.-sujete su mano con firmeza y ella me miró fijamente.
Sentí un repentino hormigueo en mi estómago, una revolución de mariposas se apoderó de mi y contra mi voluntad solté su mano para dejarla ir.
Dos días más tarde seguía en casa, jugaba un videojuego, cuando Kate entró por la puerta de mi habitación.
-Pasando el rato?
-algo así, quiero volver al trabajo, pero no me dejan, unos días más y estaré de vuelta.
-Eso espero.
-Solo quería darte un avance del caso.
-soy todo oídos.-pise el control a un lado.
-Pues si, tu ayuda fue suficiente para arrestar a algunos elementos, un día bastante productivo, para tu información, todo lo que Peter había robado sirvió para liberar a un par de hombres acusados injustamente, algunos juicios fueron arreglados gracias al tráfico de información y los oficiales arrestados no tuvieron más opción que confesar todo lo que habían hecho.
-Vaya eso no me lo esperaba, eso sí que ha valido la pena.
-si bueno, tendrás buenas referencias.
-que bien.
-nos miramos un segundo sin saber que decir.- debo confesar que tuve miedo por un segundo, creí que te…
-Puse un dedo sobre su boca.- no hablemos de eso, por favor, no quiero pensar en eso por que no paso.
-es solo que… no me lo hubiese perdonado.
-por favor Kate, esto no fue tu culpa, solo sucedió.
-cielos Rick…
-oye.- puse la mano sobre su mejilla.- todo está bien ahora.
-si, por supuesto.
La miré unos segundos, su piel era suave y sus ojos estaban ligeramente enrojecidos producto de la emoción del momento, tuve el poderoso deseo de besar sus labios pero no me atreví, fue ella la que se acercó a mí y tocó con suavidad mis labios, la miré sorprendido aunque no perdí el tiempo y profundice el beso.
Nada más pasó, Kate sonrió tímidamente y luego de acariciar mi mejilla se marchó, tuve una sensación extraña quizá ella se había arrepentido, quizá lo había pensado mejor y había preferido retroceder, solo quizá.
