Nos hicimos a un lado para dejarle pasar, Steve miró alrededor, sus ropas despedían un aroma rancio, parecía haber estado en la calle por algún tiempo, tomé mis pantalones y me los puse con rapidez de la misma manera que Kate lo hizo, los tres permanecimos en silencio, yo no podía creer que eso estuviese pasando, de un momento a otro la incertidumbre le dio paso a la incredulidad, como era que él había vivido todo este tiempo, como era que nos había engañado a todos, le miré dar un par más de pasos y luego de un minuto se dio la vuelta para mirarnos.

Terminaba de abotonar mi camisa cuando Steve decidió que era hora de romper el silencio.

-fue un poco difícil encontrarlos, no sabía que habías vendido nuestro… hogar.

-que haces aquí?.- preguntó ella al fin.

-no esperaba este recibimiento, supuse que sería diferente.

-solo estamos sorprendidos, tu mejor que nadie debería entendernos.

-si, claro.

-creímos que estabas muerto.- dijo Kate detrás de mi.

-milagro.- dijo Steve con sarcasmo.

-que demonios te pasa, tu decidiste irte, es cierto, solo tu sabias lo que pasó, no nos trates como si nosotros supiéramos que has hecho todo este tiempo.

-ahora eres valiente , muchacho

-basta Steve esto no es gracioso, nosotros necesitamos una explicación, y espero que sea una muy buena.-dije amenazante, cansado de que mi hermano aún después de todo lo ocurrido me tratase como si fuera un niño.

-es una larga historia.- dijo sentándose en el sillón.

-tenemos tiempo.- dijo Kate mirándome.

Steve permaneció en silencio por algunos minutos, me molestaba que nos tratara de esa manera, que no fuese consiente de lo que habia pasado y que después de todo aún siguiera manejándolo como si fuese un misterio que no debería revelar.

-quisiera asearme primero, esto es asqueroso.

Le señalé el baño y le acerque algo de mi ropa que supuse quizá le quedaría, Steve era un poco más bajo que yo y más delgado también, me senté en un silla mientras Kate me miraba en silencio, las palabras se habían esfumado a pesar del mundo de preguntas que se acumulaban conforme avanzaba el tiempo.

Kate suspiró cuando el sonido del agua dejó de escucharse, tomé su mano, besé sus dedos.

-te amo .- susurre.

Steve salió del baño antes de que ella pudiese decir algo, se paro en medio de la sala y nos miró a ambos intercaladamente.

-podría comer algo?.- preguntó.

-claro.- dijo Kate, quien camino hacia el refrigerador y sacó algunas cosas.

-y bien?

-quiero comer antes hermanito, hay tiempo.

-ya esperamos 5 años que más da esperar unos minutos más.

-eres un chico listo.

Los minutos avanzaban, yo sentía que la cabeza me estallaba, un increíble dolor de cabeza se apoderaba de mi, esto podría ser el principio del fin.

-así que ahora viven juntos?.- preguntó de pronto.

-si.

-y… van enserió?

-Kate es mi prometida.

-prometida?, vaya.- rió.- ella aún es mi esposa.

-estas muerto lo olvidas, hay un certificado de defunción con tu nombre en él.- dije muy a la defensiva.

-todo es falso, solo fue una fachada para cubrir algo muy importante.

-Kate me miró entonces con angustia.

-tu matrimonio con Kate fue anulado, ella es una mujer libre ahora.

-el suspiró.- ya veremos.- siguió comiendo.

-y ahora que?

-ahora, necesito tiempo a solas con mi esposa, hay algo muy importante que solo puedo discutir con ella.

-esta es mi casa también, no pienso irme.

-ve con mamá, pero no le vayas a decir que estoy aquí… entendiste?

-por qué? La mafia te persigue.

-algo así.

Steve terminaba de comer mientras yo pensaba en la mejor opción, debería irme a casa de mi madre, como le explicaría lo que sucedía sin decirle que Steve había hecho una aparición triunfal pero requería de mi silencio.

Suspiré frustrado.

-andando Richard, no esperare.

-dije que es mi casa.

-Steve miró a Kate y luego bajo la vista.- ve con tu madre por favor, nos arreglaremos aquí.- dijo ella y yo tomé mi chaqueta y salí hecho una furia.

Caminaba resoplando, me pregunté de que hablarían, tuve la sensación de que aquellos habían sido mis últimos instantes con Kate, miré mi reloj, mis pies me llevaron hasta un parque infantil, me senté en los columpios recordando mi infancia, una serie de recuerdos vinieron a mi cabeza de manera intempestiva, sentí las lágrimas recorriendo mis mejillas hasta caer sobre mis piernas mojando mi ropa, me sentí desolado, en ese punto no sabía si tendría que renunciar a ella, si mis sueños de una vida con Kate estaban por terminar, mis manos temblaban mientras intentaba secar mis lágrimas, que debería de hacer ahora.

Mire en mi teléfono los contactos y de inmediato en número de lamie apareció, ni siquiera lo pensé, marque el número y esperé que ella contestara, de nuevo vi la hora, era más de media noche, estaba por darme por vencido cuando escuché su voz, unos minutos más tarde me presentaba ante su puerta esperando no ser inoportuno.

-lamento.-comencé, pero ella me invito a pasar sin decir nada.

-que ha sucedido, es Kate?

-no sabía a donde ir y no quería preocupar a mi madre.

-Esta bien Rick, sabes que cuentas conmigo, dime que ha pasado que te tiene así.

-Dude unos segundos.- mi hermano volvió.- dije sin más rodeos.

-que?.- pregunto sorprendida.

-Steve volvió.

-pero… como… no entiendo.

-Steve está vivo y ha vuelto, para que, no lo se.

-lanie me miró con dudas, parecía hacerse mil y un preguntas.- y Kate?.-fue lo que pregunto finalmente.

-se ha quedado con él, dijo que debían hablar.

-ahora entiendo todo.

-la voy a perder lanie, ella va a dejarme, ellos estaban casados y yo… yo, yo no voy a significar nada para ella.

-no digas eso, Kate ha cambiado, la veo feliz, esta enamorada de ti, esto debe ser solo para aclarar algunos puntos.

-ella se veía confundida, igual que yo, pero… y si… ella…-negué con la cabeza.- sabias que ella estaba embarazada esperaba un hijo cuando Steve se fue.

-fui la primera en saberlo incluso antes que él.

- y por que no me lo dijo.

-eso era algo muy personal, le tomó tiempo asimilar todo lo que ocurrió, la perdida de aquel bebé fue muy difícil para ella.

-Entiendo.

-como te enteraste de eso, ella te lo dijo.

-no, bueno han ocurrido cosas últimamente, fue un accidente que yo lo supiera.

-Ya veo, pero eso no ha sido un motivo para…

-no, no, por supuesto que no, tu sabes que yo la amo, solo me sorprendió, las cosas no estaban marchando bien, con toda esa tensión y ahora de pronto aparece y nos mueve el piso, así, sin mas.

-Y dices que ella se ha quedado con él, sola.

-si, él lo ha pedido y ella no se ha rehusado.

-dejes entender que han pasado algunos años, tendrán asuntos que atender antes de pensar en continuar con sus vidas… es un poco complicado, supongo.

-soy un tonto, por pensar que…

-Rick por favor, no pienses así, ella…

-ella lo elegirá y yo tendré que irme de nuevo, porque no voy a poder vivir así, sin ella.

Lanie me miró esta vez sin saber que decir, las probabilidades ahora eran 50/50, se quedaría conmigo o con él, no lo sabría hasta que ella hablara de nuevo conmigo.

Kate

Steve nos miraba de manera extraña, por alguna extraña razón sentí la necesidad de esconderme detrás de Rick, no era Steve ahora, sino Rick con quien tenía una relación, se sentía extraño que Steve me mirase con tan poca ropa y sentí vergüenza, parecía ridículo que ponerme tras la espalda de Rick me hiciera sentir segura.

Cinco años habían pasado desde la última vez que le vi y hablé con él, y un poco más desde que tuvimos aquella última noche juntos, esa donde sabría después que había concebido a un bebé, pero no era lo que más me preocupaba, Rick respiraba de manera irregular, sus movimientos eran inseguros, sus manos me tocaron y su toque era tembloroso, angustiado, sabía lo que pensaba y no era el único, aunque en los días anteriores ninguno se había atrevido a hablar de lo que pensaba, yo sabía que nos hacíamos la misma pregunta, y si Steve volvía, yo regresaría a su lado como si nada hubiese pasado, aunque la duda me asalto durante un largo tiempo, en el momento en el que vi a Steve parado en la puerta supe que ya nada podría ser igual y como podría serlo si ahora el amor que sentía, lo sentía por Rick, había aprendido a proyectar, a ver hacia el futuro con Rick, me había tomado el tiempo necesario para llorar por Steve y me había hecho a la idea de que él no volvería más, ahora todo aquello sonaba ridículo, pero las dudas ahora no eran las mismas, la incertidumbre, el rencor y la decepción habían dado paso a algo nuevo, un nuevo amor con el que volví a soñar, con el que volví a sentir y con el que me volví a ilusionar.

Rick salió visiblemente molesto y no lo culparía por eso, esa era la reacción mas natural dadas las circunstancias, la puerta se cerró y aunque tuve miedo de lo que sucedería con él, tenía que quedarme y escucharlo, escuchar lo que tuviese que decir.