Camino por el pasillo conteniendo las lágrimas, mis manos sudan, siento una rara presión en el pecho, un nudo en la garganta.
Camino hacia la calle, hago las cosas ppr inercia, mis pies se detienen cuando escucho el ruido en la calle, me duele la cabeza, espero algo aunque no se muy bien que es.
Decido ir a casa, caminé o con lentitud, mi teléfono suena, es Rick.
-donde estas?.- pregunta preocupado.
-Ire a casa, voy… no me siento bien, quiero descansar un poco.
-ire, espérame, donde estas?
-no, no te preocupes, solo necesito una aspirina y dormir un poco.
-estas segura?
-si, en verdad no te preocupes.
-bien, te veré más tarde, quieres que lleve la cena?
-eso estaría bien
La llamada termina, sigo caminando mientras el aire fresco golpea mi rostro, saco las llaves de mi bolsillo en cuanto llego a la puerta, pongo mis cosas sobre la mesa, camino hasta la cocina y me sirvo agua en un vaso, miro en cielo que padece anunciar la lluvia, me siento un momento mientras bebo del vaso.
-hola.- escucho detrás de mi.
-hola.-miró a Steve parado observándome.
-creí que volverías más tarde.
-No me siento muy bien.
-hay algo que pueda hacer por ti?
-no realmente.
-vamos, quieres un té o un masaje, luces tensa.
-no gracias.- de pronto siento sus manos en mis hombros.
-aun recuerdo que esto funcionaba cuando tenias un día difícil.
-si, yo… también lo recuerdo.
-te prepararé un té, estarás mejor en unos minutos.
Ver a Steve dando vueltas ppr la cocina me trae recuerdos, algunos buenos y otros no tanto, nuestros primeros meses como recién casados, recuerdo que la cocina no era precisamente nuestro fuerte aunque lo intentábamos siempre terminábamos besándonos, parecía que no podíamos dejar de tocarnos, aquella fue una gran época, luego vino la rutina, todos se quejan de ella pero para nosotros fue como lograr la completa estabilidad, sin embargo cuando él se fue la soledad lo consumió todo, solía preparar dos tazas de café, ponía dos platos sobre la mesa, cocinaba comida que al final no comía, me dolía ver la silla vacía, le hablaba como si estuviese allí mirándome, imaginaba su sonrisa, imaginaba sus ojos observándome y sus labios besando mi frente, cada noche lloraba y le reclamaba el haberme dejado sola, dormía sobre el mismo lado de la cama como si él fuese a dormir conmigo, lo odie por no haberme permitido estar allí, ahora es tan distinto, estoy confundida, esta aquí y si hubiese sucedido unos meses después no lo habría dudado pero ahora, hay alguien más en mi vida, de quien me he enamorado, como mirar hacia el futuro si el pasado se ha hecho presente, como tomar una decisión tan difícil como esta.
Cubro mi cara con ambas manos mientras lloro sin saber que hacer, entonces Steve pone su mano sobre mi hombro.
-Kate, lo lamento tanto.
-como pudiste?.- digo en voz baja.
-solo quería salvarte, solo quería tu bienestar.
-no tienes idea de lo que sufrí cuando te fuiste, me tomó años superar tu muerte, me tomó años entender que no ibas a volver, me enamoré de otro hombre aunque siempre pensé en ti, ahora no se qué hacer.
-realmente lo lamento… pero, creo que tenemos una segunda oportunidad, permíteme demostrarte que no volveré a fallarte, aun te amo Kate, aun quiero hacer todo lo que prometimos alguna vez.
-Puse mi mano sobre su mejilla, le miré unos segundos en silencio.- ojalá pudiera, quisiera poder decirte que si quiero volver a intentarlo.
-nada nos detiene, solo tenemos que aprovecharlo.
-tu no entiendes.
-es por Rick… yo se que él entenderá, al final comprenderá tu decisión.
-te ame como no tienes idea, jamás podrías imaginarlo, pero te fuiste y yo me obligue a seguir con mi vida, jamás podría olvidarte pero le abrí mi corazón a alguien más, yo no puedo solo desaparecer como tu lo hiciste, no podría dejar a Rick.
-Kate… no crees que podemos continuar donde nos quedamos?
-para ti parece muy fácil, no fuiste tu a quien le mintieron todos estos años.
-perdóname.- me mira, medita unos segundos y luego pregunta.-lo amas?
-si.
-entonces, debería solo olvidarme de ti, hacer como si nada hubiese pasado, es eso lo que quieres?.- Steve me miraba ansioso por obtener una respuesta que le hiciera tener aun una esperanza aunque fuese pequeña.
-no quiero herir a nadie, no quisiera tener esa responsabilidad, pero debes admitir que me has puesto en una situación muy difícil, al menos para mi, tener que elegir es algo que no quisiera hacer, incluso si tuviste que hacerlo, quizá pudimos haber encontrado otra solución, en verdad no había más opciones?
-entiendo, tienes razón, no fue lo mejor para nadie pero esta hecho y también tienes razón al decir que te puse en una posición muy difícil, esa no era mi intención, yo quería vivir en paz, solo eso, no creí que llegar a una solución me tomaría tanto tiempo… aun así creo que podríamos intentarlo, después de todo nuestro matrimonio sigue siendo válido.
-Reí con sarcasmo.- lo tenías todo planeado, es verdad… me dirás entonces que nuestro matrimonio sigue en pie, dices que sigo siendo tu esposa… como lo hiciste?, falsificaste documentos o usaste a alguno de tus contactos.-resoplo ahora molesta.
-ya te dije que mi idea era volver en un mes, no más, pensé que podría hacerlo pero perdí el control de todo y si volví fue porque no estaba dispuesto a renunciar a ti y a mi vida como era, es eso tan malo para ti?
-Pues si, es bastante malo porque me enamoré de otro hombre que afortunada o desafortunadamente resultó ser tu hermano, no pensaste que al irte tanto tiempo yo buscaría rehacer mi vida y no, se que lo estas pensando pero no, como ya te lo dije, no fue fácil para saber que no te volvería a ver, no estaba en mis planes volverme a enamorar, pero a diferencia tuya, Rick ha puesto todo su corazón en nuestra relación, yo se que él jamás haría algo como esto.
-vas a echarme en cara que me equivoqué.- afirmó.
-si es así como quieres verlo, te recuerdo que todos estamos lidiando con las secuencias de tus actos, nosotros no lo elegimos.
Steve se dio la vuelta, permanecía en silencio mientras yo solo podía ver su espalda, a esto era a lo que me refería, una sola decisión estaba modificándolo todo, nos estaba llevando a tomar más decisiones que se volvían cada vez más difíciles, más dolorosas, mientras volvía a casa lo había pensado, me había preguntado una y otra vez, como le diría al que alguna vez consideré el amor de mi vida que no quería volver con él, la sola idea me había provocado nauseas porque aún cuando mi vida con él había sido realmente buena y le había amado durante todos esos años, no podía ignorar que me había mentido de esa manera, sentía que había subestimado mi capacidad y que había sido él quien ingenuamente había esperado que yo esperara el regreso de alguien a quien yo creía muerto.
Steve dio un par de pasos hacia la ventana y suspiró audiblemente, cruzó sus brazos mientras veía al suelo, parecía no encontrar palabras que respondieran a las mías, me sentí culpable entonces, no quería romper su corazón, no quería que fuese así, no quería asumir esa responsabilidad y sin embargo aquí estábamos.
-Steve yo…
-esta bien Kate, te entiendo.
Ambos nos miramos unos segundos, él se acercó a mí y todo mi mejilla levemente mientras me miraba fijamente, pude ver las lágrimas en sus ojos, pude escuchar su respiración pausada, sentir el calor de su mano me hizo recordar aquellos años a su lado, esa breve caricia me hizo pensar en lo mal que sabia que lo estaría pasando, quería regresar el tiempo, quería volver al minuto exacto en el que él había decidido que aquello era lo mejor y decirle que se estaba equivocando, no pude evitar tocar su mano sobre mi mejilla, sonreí tímidamente al sentirlo de nuevo, estábamos llegando al final, un final difícil de asimilar.
