Fan fic de " Slayers " by Ameban. Todos los derechos de autor están reservados a Hajime Kanzaka y Rui Araizumi y Tokyo TV, SOFTX; los personajes y el contexto. El argumento y personajes muy secundarios, son míos. Comentarios y opiniones, al final de la obra.
Esta versión es ligeramente distinta a otras que circulan por la red; la historia es la misma pero se encuentra ligeramente actualizada en cuanto al nombre de hechizos y objetos principalmente. Agradezco a QP/Diana y Toshiko la información que me ha facilitado. Ah, y este fic no está relacionado con "25"!
NOTAS DE LA AUTORA: esta es la última versión de la historia. Tras haber tenido acceso a más información y leído las novelas de "Slayers", entre otras cosas, la historia ha sido cambiada sustancialmente en algunos puntos, escenas, y diálogos. Recomiendo volver a leerla.
" El FIN DE UNA LARGA BÚSQUEDA "
Capítulo: 2. " Un Extraño Trato. "
Ya
estaba atardeciendo cuando Zel salió de la posada. Sin un
rumbo fijo, sus pasos acabaron conduciéndole hasta el puerto
de la ciudad donde perdió la vista en el horizonte marino y
los barcos que iban y venían. Ahora que había
desaparecido la Barrera, el transito de los barcos era mucho mayor en
todos los puertos, incluso los que rodeaban el gran lago interior que
separaba Lyzelli de Seillon, como era este el caso. Y en
Sadgria, pese a no ser comercial, eso se había convertido en
un hecho evidente... pero a Zelgadiss eso no le interesaba.
Se
sentó en uno de los poyetes a los que se amarraban los grandes
veleros sumiéndose en sus pensamientos y ajeno a lo que le
rodeaba...
Había vuelto a perder otra oportunidad de
ser completamente humano, la tal Naga le había resultado
inútil, pero, aún así, seguiría buscando.
También estaba el hecho de que, por increíble que
pareciese, Naga le recordaba a Amelia. Eso le hizo mirarse le muñeca
izquierda donde llevaba el amuleto de Chalzen que ella le entregó
antes de que se separaran de nuevo. Al principio había llevado
el amuleto escondido entre sus pertenencias, y solo ocasionalmente lo
sacaba fuera; pero puesto que ese amuleto estaba destinado a la
protección, como revelaba el hexagrama inscrito en él,
finalmente había preferido llevarlo puesto encima, de forma
que le sirviera de protección. El sentido práctico del
asunto había acabado tomando la última palabra. ante
ese ironía, esbozó una sonrisa triste cuando su mente
se inundó de recuerdos de un pasado no tan lejano: ante sus
ojos aparecieron los recuerdos de cómo conoció a Lina y
esta desconfiaba de él por su desfigurado rostro, "...aunque
de un tipo con una cara así, no se puede esperar nada
bueno..." le había oído decir. También
Amelia lo había hecho, le había llamado "un tipo
muy sospechoso", aunque al final le pidió perdón
por haberle juzgado mal.
Si, al final... Al final Lina había
acabado haciéndole rabiar por su aspecto; al final Gaury le
había obligado a no salirse del agua aunque le diese vergüenza
que le viera desnudo aquella vez que se bañaron juntos en
aquellas termas cuando Martina echó aquella ridícula
maldición sobre Lina; al final Amelia no acababa de entender
que él quisiera cambiar porque a ella le gustase como era...
¿Qué pretendían con todo eso,
¿Demostrarle que su deseo era ridículo,
¿que, después de todo, ser una quimera no era tan malo
? ¿Y si a estas alturas, después de muerto Rezo tanto
tiempo, era así? Después de todo, había más
gente como él que también era quimera y no parecían
sufrir lo mismo que él. Así que, ¿y si
estaba cayendo en otra obsesión por no acabar aceptarse a si
mismo como un adolescente cualquiera, ¿ no había
acabado siendo una quimera porque se obsesionó en ser fuerte y
poderoso , ¿no había caído en esa maldición
por no aceptar que en su día era débil , ¿ y si
por no centrar su vida mas que en volver a ser humano no iba a acabar
siendo algo peor como le pasó a su abuelo Rezo y su obsesión
por recuperar la vista ? ¿O acaso ya no lo era después
de toda la gente a la que hizo daño?. Era cierto: él
había sido un niñato joven y engreído que quiso
convertirse en alguien poderoso, y no un mago con Rezo sino en un
gran e invencible espadachín y aquella obsesión le
convirtió en un monstruo. En cuanto a Rezo nació ciego
porque una de las 7 partes de Ojo de Rubí estaba encerrado en
sus ojos y se obsesionó tanto con recuperar la vista que acabó
resucitando al propio Señor de los Demonios y este acabó
con él...
No, si al final las obsesiones iban a ser cosa de
familia... La idea de volver a ser víctima de otra obsesión
apareció ante sus ojos como una dolorosa verdad: ¿y si,
efectivamente, su permanente intención de volver a ser humano
era un impedimento para ser feliz? Tal vez eso era lo que querían
demostrarle sus amigos... aunque tuviesen una forma un tanto odiosa
de hacerlo. Aquello le producía un vacío en el
estómago: si esa posibilidad era cierta, entonces había
perdido los tres últimos años de su vida en algo
estúpido y banal; aunque la mejor manera de averiguar eso era
recapitular los pros y los contras de su condición de quimera;
habiendo vivido de ambas formas, él debería saber
perfectamente qué ventajas tenían sus dos existencias.
Aquellos pensamientos le estaban haciendo cuestionarse el objetivo
que se había planteado en los últimos años, y no
podía dejar que eso pasara tan fácilmente. Por primera
vez en mucho tiempo Zelgadiss se estaba cuestionando los objetivos
que siempre habían guiado su vida.
Zelgadiss empezó a reflexionar sobre el asunto. Por un lado tenía lo que había deseado en su adolescencia: era fuerte, rápido, invulnerable a prácticamente todo tipo de arma y enfermedad convencional y tenía un agudo sexto sentido debido a su condición de demonio, así como un gran dominio de la Magia Astral; en líneas generales, estaba muy por encima del resto de los humanos en casi todos los aspectos... Eso en cuanto a las ventajas; pero ¿ y las desventajas: su cuerpo pesaba muchísimo, tanto que le incapacitaban de poder viajar montado a caballo o cualquier vehículo no preparado para soportar un peso elevado (razón por la que siempre viajaba a pié) Su pelo gris plateado parecía púas de erizo que se clavaban en cualquier parte (menos mal que solo tenía en la cabeza), y su piel tachonada de esquirlas le hacían tener un aspecto horroroso, por no decir que le costaba ejecutar, entre otras, algunas tareas de precisión por culpa de su dura piel...En definitiva, había tenido que modificar multitud de detalles de la vida diaria debido a su particular condición fisica.
Pero el principal motivo era y seguía siendo el rechazo de los demás: siempre que alguien le veía en el mejor de los casos le señalaba con el dedo, cuando no se apartaban de él por pensar que era un enfermo de lepra o cualquier otra enfermedad escandalosa, o si no directamente arremetían contra él porque le confundían con un demonio o un monstruo. Eso era en el mejor de los casos, porque en el peor este era solo un motivo más que sumar al de a su pasado de criminal a las órdenes de Rezo le había conducido a ser un fuera de la ley en muchos lugares por cometer decenas de robos y asesinatos para conseguir la Piedra de Sarvia para él, convirtiendo su corazón en piedra como su piel. La gente no veía a un criminal normal, sino a una extraña criatura que irrumpía en templos, haciendas y guaridas de ladrones para robar objetos mágicos y de valor. Eso había contribuido a crear una leyenda negra en torno suyo, de la misma forma que con Rangus, la quimera que había conocido hacía unas semanas. Zelgadiss tuvo que admitir que ese era su principal problema y que por ese motivo siempre rehusaba entablar relaciones con los demás de una forma distendida. Para el resto de la humanidad, él tan solo era una criatura vil y demoniaca, que no merecía otra cosa que el destierro en el mejor de los casos, y una muerte horrorosa en la mayoría de los casos. Era irónico que la gente pensara así pese a todas las ocasiones en que había luchado para salvar a esas mismas personas, aunque solo fuera para conservar su propia vida.
Zelgadiss era un héroe vestido de demonio.
Esa ironía le
hizo recordar a sus amigos: ellos eran los únicos a los que se
había mostrado tal como era y con los únicos con los
que demostraba un (disimulado) afecto, tanto que incluso había
empezado a amar...
Como le solía ocurrir, se ruborizo al
admitirlo; pero era cierto, y encima esa princesita se empeñaba
en demostrarle que su actitud era ridícula, que a ella le
gustaba tal y como era...Amelia parecía querer convencerle a
toda costa de que si ella podía quererle a pesar de su aspecto
y su pasado, o mejor dicho, de sus vestiduras de demonio, los demás
también podrían hacerlo. Pero la cuestión no era
solo sus amigos: ¿de verdad podría él vivir con
un cuerpo pétreo, una mente de demonio y un corazón
humano?. Si eso era verdad, si realmente existía esa
posibilidad, entonces debía abandonar su ridícula
búsqueda y tal vez volver a Seillon con Amelia.
Fue entonces cuando notó que alguien le estaba observando; se giró hacia un lado y entonces vio a un niño de menos de 8 años y moreno que le miraba con el mismo miedo y fascinación que cuando alguien ve un dragón por primera vez. Zel permaneció mudo al darse cuenta de actitud del niño cuando este dijo :
- ¡Monstruo!...¡Es un monstruo !-
Entonces el mago espadachín se dio cuenta de que llevaba su cara al descubierto y el crío se había asustado al verlo.
-¡Cálmate chico! ¡No voy a hacerte nada ! -
- ¡¡AAAAH! ¡¡ME QUIERE COMER !- gritó al fijarse en sus colmillos.
Zel se encontró en una situación que no sabía como resolver; no tenía forma de calmar a aquel niño sin que este berreara histérico.
- ¡¡ES UN DEMONIO QUE NOS VA A COMER A TODOS!- volvió a gritar cada vez más escandalizado lo que hizo que los transeúntes se fijaran en lo que estaba pasando, al momento Zelgadiss se vio rodeado de una multitud temerosa y amenazadora.
- ¡¡ALÉJATE DE ESA INOCENTE CRIATURA MONSTRUO CANÍBAL !- oyó decir a una rimbombante voz hacia la que Zelgadiss se giró. Era un tipo enorme, más alto aún que Gaury, con la mandíbula cuadrada y una cicatriz sobre la ceja derecha que iba armado con un gran mandoble cargado a su espalda: tenía todo el aspecto de ser un mercenario.
-¡¡YO, BOLAN "EL VALIENTE", LUCHARÉ CONTRA ESTE REPULSIVO MONSTRUO QUE AMENAZABA LA VIDA DE ESTE NIÑO!- anunció pomposamente.
El niño corrió a refugiarse entre el gentío allí congregado mientras que el tal Bolan desenvainaba su gran espada; Zelgadiss se dio cuenta de que aquel enorme tipo, que le sacaba medio metro de altura, estaba dispuesto a luchar contra él. No suponía un gran problema, pero lo peor era el escándalo organizado y toda la gente allí reunida a su alrededor.
- ¿¡Es que no piensas huir maldito demonio? - continuó Bolan con su perorata - ¿¡ Acaso no sabes que el mundo entero conoce mi glorioso nombre?... Por si no lo sabías, ¡¡FUI YO QUIEN VENCIÓ A SHABRANYGUDÚ!- dijo bien alto para que todo el mundo le oyese.
Hubo exclamaciones de fondo por parte del público, pero Zelgadiss, al oír aquello, se quedó completamente transpuesto, con los ojos muy abiertos y la mandíbula colgando, mientras que un gotón de sudor le recorría la frente... ¿¡ Qué clase de idiota era aquel ?
- ¡¡Todo esto lo hago por mi querida Lalá, mi amor de juventud !- declaró.
Aquello ya era el colmo. Viendo que no había otra salida, Zel desenvainó su espada con un movimiento limpio y rápido. Estaba claro que ese Bolan era un idiota integral capaz de auto convencerse él mismo de que había vencido a Ojo de Rubí, además... ¿no era Lalá el nombre que utilizó Gaury cuando tuvieron que disfrazarse de chica ? Sin embargo Bolan estaba muy metido en su papel y no parecía que fuese a abandonar fácilmente su papel de héroe.
- ¿¡Es que no piensas rendirte, monstruo? ¡¡Yo te haré desaparecer!- dijo atacando con su espada.
- Lo único que tengo claro es que eres un gran estúpido... - fue la respuesta de Zelgadiss, que le quitó la espada de las manos con un rápido mandoble de la suya.
Bolan vio salir volando su espada y estrellarse contra las losas de piedra del puerto; entonces se giró hacia su oponente que le apuntaba con la espada directamente a su cuello.
- Y ahora déjame en paz y lárgate, imbécil... - declaró en un tono tranquillo pero tajante.
- ¡¡Déjale y lárgate tú, demonio!- gritaron el resto de los mercenarios allí reunidos.
Estaba claro que aquello iba para largo; Zel chasqueó la lengua molesto ante la idea de enfrentarse a tanto idiota junto.
- ¡¡BOLA DE FUEGO!- oyó gritar de repente a una voz femenina.
Una bola de llamas incandescentes aterrizó en medio del grupo de mercenarios y espadachines allí congregados; Zelgadiss se cubrió a tiempo, pero todos ellos cayeron quemados a su alrededor. Al disiparse la humareda oyó una estruendosa carcajada que ya había escuchado antes y entre el humo surgió una alta y voluptuosa figura femenina.
- ¿¡Naga? - preguntó sorprendido al reconocer a la figura.
- ...Parece que tienes facilidad para meterte en problemas, Zelgadiss Graywords. -anunció con su pomposa forma de hablar.
- Me basto solo para solucionármelos. No necesitaba tu ayuda.-
Naga continuó carcajeándose.
- No he venido por eso, te estaba buscando... - se explicó.
- ¿¡Qué... ?- exclamó sorprendido.
- Ahora soy yo la que está interesada en ti.- explicó la jocosa hechicera - Antes has dicho que buscas la Biblia Cleir. Pues yo también la quiero.-
Zelgadiss la miró con un gesto duro y desconfiado.
- Ya veo... y ¿ para qué la quieres?-
- Vayamos a la posada y te lo explico mientras cenamos... - fue la respuesta de Naga.- Invitas tú, por supuesto. Una dama como yo no debe verse vista en esos menesteres.-
Amelia no podía conciliar el sueño, por mas que lo intentase no hacía otra cosa mas que darle vueltas a lo que Martina le había contado aquella tarde. Volvió a dar una vuelta mas en la cama de la habitación que Martina había dispuesto para ella alzó la vista y volvió a ver el espeluznante mascaron de Zomerstherth sobre la cabecera de su lecho... Martina ; seguía medio chalada, pero lo que ella, Zangulus y Vulvum le dijeron parecía ser totalmente verídico estando
"...Fue poco después de separarme de vosotros cuando aquel asunto de Ellis y su clon " recordaba que le dijo Zangulus "...Me dirigí a la ciudad de Sadgria porque allí es fácil dar con un trabajo válido para un espadachín mercenario como yo. El caso es que supe de una hechicera mercenaria que se había instalado allí y que, según se decía, era casi tan poderosa como Lina Invers"
"Yo he llegado a verla personalmente en un par de ocasiones" dijo Vulvum con su acostumbrada monotonía " ...me sorprendió porque se parecía a ti y porque las malas lenguas decían que era una princesa renegada de algún reino...Se hacía llamar Naga, la Serpiente."
"¿Te das cuenta, Amelia? " esa era Martina " Si lo que dicen ellos es cierto, tu hermana podría ser esa hechicera..."
- ¡Hermana... !- murmuró Amelia.
Si, podía tratarse de su hermana mayor desaparecida: se llamaba igual que ella, era una poderosa hechicera y decían que era una princesa. Amelia siguió dándole vueltas a aquello; recordó lo sucedido cuando aquellos dos demonios a las ordenes de Gaarv, el Dragón del Caos, intentaron conquistar su país y las consecuencias que tuvo aquello para su familia. Era cierto, toda ella sufría continuos desgarrones que ponían en peligro la Corona de Seillon, no podía negarlo... ¡Hasta Zelgadiss con una de sus fenomenales e inoportunas intervenciones cargadas de egoísmo se lo había hecho notar! Su tío Randy traicionó a la corona, su primo Alfred, al que conocía desde la cuna, también lo había intentado, su hermana llevaba años desaparecida desde que empezó a haber problemas entre ellas dos y su padre... Definitivamente había que evitar que aquello fuera a más.
Pero lo más inquietante es que tenía la sensación de que efectivamente en Sadgria podría localizar a su hermana; Amelia empezó a tratar de entender porqué esa idea era cierta, intentó hurgar en sus recuerdos cuando entonces lo vio ante sus ojos. ¡¡Ella la había visto en esa ciudad! Entonces no había estado segura de si esa chica era su hermana, pero ahora todos los datos encajaban. Pero: ¿cuándo y cómo la vio ?...A ver, ella paso por Sadgria con Lina y Gaury cuando a sus dos amigos los declararon en busca y captura, tuvieron que disfrazarse todos ellos para que los héroes de pacotilla de esa ciudad no les persiguieran... ¡Sí, ¡todo encajaba: Gaury estaba vestido como una preciosa muchacha cuando un tal Bolan, "el Valiente", se empeñó en custodiarlas porque se había enamorado de Gaury, el pobre estaba tan de los nervios que calló de rodillas al suelo, Lina y ella trataron de animarle cuando ella vio pasar ante sus ojos a una chica que... ¡¡esa chica era su hermana Gracia!
Amelia se levantó de golpe de su cama apartando las sábanas de un tirón y con el pulso acelerado: ¡la había encontrado , ¡Gracia se hacía llamar Naga, la Serpiente y se había instalado en Sadgria habiéndose convertido en una poderosa hechicera!... Pero, ¿y ahora, qué, aunque supiese donde se encontraba su hermana mayor, ¿quién aseguraba que seguiría en Sadgria ?...Bueno, Zangulus y Vulvum habían dicho que se había instalado allí... Una idea empezó a abrirse paso en la mente de Amelia, contra más pensaba en ella, mas se convencía de que era lo que debía de hacer: ya que estaba de viaje, partiría de inmediato hacia Sadgria, viajando de incógnito como una sacerdotisa más y encontraría a su hermana ahora que ya tenía una pista por donde empezar; así de paso mataría tres pájaros de un tiro. encontraría a su hermana, impartiría justicia y solucionaría uno de los problemas de la Corona de Seillon, además, se ejercitaría como hechicera (aunque ya era bastante poderosa) y puede que hasta acabase encontrando a sus amigos o algo para ellos: un tesoro para Lina, una espada mágica para Gaury o una Biblia Cleir para Zel
No había mas que pensar, de momento descansaría y mañana temprano partiría de viaje tras despedirse de Martina y los demás. Amelia se sentía contenta consigo misma al haberse planteado un nuevo e importante objetivo en la vida.
Mientras tanto, muy lejos de allí, en Zefiria, Lina también le daba vueltas a otros asuntos. Gaury ya se había ido a acostar en una habitación que rara vez usaban, mientras que Luna se encontraba en la suya desde hacía rato ya que tenía que madrugar para ir a trabajar al día siguiente. Lina se quedó en la salita, sentada en la silla de enea con un vaso de té caliente en las manos; estaba intranquila y también asustada por la posible reacción de su hermana, y por primera vez en mucho tiempo, deseó que sus padres estuvieran allí para mediar entre ella y su hermana mayor. La razón de su inquietud no era otra que haberle contado todo lo que le había pasado en estos últimos cuatro años: que Rezo había muerto porque una de las siete partes de Shagranivudú estaba encerrada en sus ojos y ella tuvo que recurrir al conjuro del Giga Slave para vencerlo; que porqué había destruido la capital de Zoana y parte de la de Seillon, que cómo había sido destruida la ciudad de Sairag, cómo se enfrentó a Fibrizo y qué pasó cuando se enfrentó a Dark Star en el centro del mundo. También le había hablado de sus amigos (de Gaury aquí presente; de Zelgadiss, el nieto y discípulo de Rezo; y de Amelia, la segunda princesa de Seillon) y de Xeros, Firia, Naga y Shilfild. Dio a entender con todo ello, que era lo que quería hacer, que había estado demasiado ocupada como para poder dedicarse a los asuntos familiares y todo eso... hasta ahí, bien. El problema es que Luna se había limitado a asistir con la cabeza, decir "sí, sí ,sí..." y encima ella solo le había contado los hechos de una forma muy superficial pues no le hacía gracia que Luna supiese ciertas cosas y Lina conocía lo suficiente a su hermana como para saber que haría falta más que eso para convencerla y que su actitud se pudiese traducir en un " Ya hablaremos más tarde." Luna era incapaz de entender que había cosas más importantes que tener un empleo y un sueldo estables.
Lina tenía miedo; siempre lo había tenido de su hermana, pero ahora especialmente: ella le había dicho que conoció a Gaury alrededor de hacía tres años y que este permanecía con ella porque se había empeñado en ser su guardaespaldas. Cuando Luna oyó esa explicación le dio un soberano capón a su hermana con el pretexto de qué pasaba, que si no era lo suficiente poderosa como para tener que depender de un chico que no se enteraba ni de la mitad de las cosas que pasan a su alrededor; Lina argumentó en su defensa que Gaury era miembro de la familia que en la antigüedad derrotó a Xanaferd, y que por lo tanto, era el dueño de la Espada de Luz y su ayuda había sido vital en muchas ocasiones... Lo que ocurría es que no le había dicho toda la verdad acerca de Gaury; no le había explicado a su hermana lo importante que era él espadachín para ella y, ni mucho menos le había confesado lo que sentía por él... claro que eso es difícil de hacer cuando ni siquiera era capaz de admitirlo ante ella misma. Lina se ruborizó al reconocerlo; le resultaba difícil hacerse a la idea de que amaba a alguien que no hacía más que preguntarle perogrulladas y que ponía en duda su condición de mujer continuamente, ya fuera diciéndole que estaba totalmente plana o que dudaba que algún día ella despertase el interés de alguien. Tal vez, lo más probable dicho sea de paso, es que Gaury fuese tan inocente y tontuelo que no se diese cuenta de que así no conseguía otra cosa mas que irritarla y llevarse una paliza; pero, con el tiempo que hacía que ambos se conocían, él ya debería saber que cosas la hacían enfadar, porque al menos eso le pasaba al resto: Amelia se llevaba algún cachete ocasional, con Shilfild y Firia no tenía ningún problema, con Zelgadiss,... bueno, era Zelgadiss y él acostumbraba a cortar las discusiones por lo sano (además, era el único que se atrevía a darle capones abiertamente... claro que con un cuerpo tan duro como el suyo, una reprimenda no le habría causado daño) Y con Xeros... ¡cht : Xeros siempre la estaba provocando; normal, es un demonio y como tal, la energía desprendida de la ira le era muy agradable. Simplemente se divertía "comiendo".
Pero el caso de Gaury era distinto: le pegaba porque él se lo buscaba, porque en el fondo a él le gustaba que lo hiciese (¿era masoca?) , o es que era la forma que tenía Lina de disimular sus sentimientos... Lina reflexionó sobre todos estos puntos dando un sorbo a la tazas de té. Había llegado a un punto en el que difícilmente podría ya dar marcha atrás y además, también estaba su hermana... ¿Qué le haría esta cuando supiese la verdad, ¿pegarla, como era lo más probable: todo parecía indicar que sí; pero ¿con qué motivo, ¿que Gaury era idiota o simplemente porque su hermana lo haría sin más?. Lina tenía miedo de ese momento, ya no sabía que pensar. Aún así, dio un último sorbo al té y decidió que, por el momento lo mejor que podía hacer, era consultarlo con la almohada.
- ...Entonces, si lo he entendido bien, tú también quieres una copia de la Biblia Cleir. -dijo Zelgadiss al tiempo que daba un sorbo a la copa de vino con la que solía acompañar su comida-- ¿Por qué?- le preguntó a Naga.
La hechicera volvió a soltar otra de sus escandalosas risotadas y le miró con picardía.
- Para lo mismo que tú, no, desde luego. -
- No has respondido a mi pregunta. -le dijo Zel ignorando el comentario.
- Esta bien... ¿ Has oído hablar de Lina Invers, la hechicera negra ? -le preguntó sin rodeos.
Zelgadiss levantó la vista y la miró expectante.
- Dicen que fue ella la que destruyó el palacio real de Zoana... -contestó cauteloso.
-¡Exacto! -exclamó Naga- ...Y el conjuro que utilizó fue el "Dragon Slave", uno de los más potentes de la Magia Negra...-explicó.
-¡Hum! No me preguntes. Debido a mi naturaleza, prefiero no practicar la Magia Negra... -
Sin ser eso totalmente cierto, Zelgadiss prefería hacerse el loco antes que decirle a Naga que sí conocía a Lina; aquella hechicera parecía tener algo en contra suya.
- ...Lo que yo quiero encontrar una copia de la Biblia Cleir donde pueda aprender ese conjuro o uno similar.- dijo Naga, revelando de esa forma cuales eran sus planes.
El hechicero-quimera la miró fijamente, intentando disimular su sorpresa ante aquella idea. Cerró los ojos y esbozó una sonrisa mientras que Naga bebía ávidamente de su copa.
- Así que lo que quieres es convertirte en una poderosa hechicera negra... -apuntó Zel.
- ¡Sí! Esa pequeñaja es superior a mí en ese sentido. -dijo molesta.- Es un buen trato, ¿no? Conseguimos la Biblia Cleir, tú para deshechizarte y yo para ser más poderosa... ninguno se interpone en los planes del otro. ¿Qué te parece, ¿trabajamos juntos?-
Zelgadiss pareció reflexionar un momento mientras se llevaba una presa de aquel guiso de carne de la cena a la boca; cerró los ojos y esbozó una tímida sonrisa mientras masticaba con la boca cerrada. Naga parecía una persona que se creía capaz de cualquier cosa, y por esa misma razón, también se creía capaz de convencerle usando esos argumentos. Mientras la quimera masticaba, la hechicera negra aguardó a que se lo tragase y le diese una respuesta.
- Lo siento, Naga: ¡yo trabajo solo! -fue su única contestación.
- Ya me imaginaba que dirías eso... -le contestó la hechicera para sorpresa de Zelgadiss- Pero no pienses que voy a aceptarlo.-
La quimera levantó la vista y la miró fijamente.
- ¡Dime, ¿ qué te propones!-
-Ya te lo he dicho: busco la Biblia Cleir porque en ella encontraré la clave del conjuro del " Drag Slave ". Gracias a él podré rivalizar con Lina Invers en cuanto a poder... Es mi única razón. Si te niegas a que trabajemos juntos, te seguiré a donde vayas para adueñarme de tus descubrimientos.-
- ¿Solo te interesa el poder?- le preguntó Zel algo molesto.
- ¡Sí! Y el dinero y la fama... -explicó Naga pomposamente sin importarle que a su interlocutor le acusase la justicia precisamente de eso mismo.
-¿Y me seguirías a donde yo fuera?- preguntó el mago espadachín con una sonrisa entre cínica y jocosa,- ¿A sabiendas de lo que podría pasarte si lo hicieras? Ya conoces mi fama.- añadió con una sonrisa cruel.
-Por muy quimera que seas, no creo que estés en situación de poder hacerme un daño real.- fue la pomposa respuesta de Naga.
Zelgadiss no pudo más que ponerse a reír maliciosamente; era evidente que Naga era igual que Lina... pero a lo grande, aunque tuviese ese irritante parecido físico con Amelia. Dio un último trago a su copa de vino y la depositó frente a Naga.
- ¡Esta bien, acepto que me acompañes! Pero lo harás bajo mis condiciones... No me gusta aceptar tratos. -
- No tengo problema con eso, es normal que lo exijas así.- contestó Naga sinceramente.- Vamos, te diré cual es tu habitación... -
Una vez que Zelgadiss se quedó solo en su cuarto, se despojó
de la capa y el resto de sus escuetas ropas, se sentó en el
borde del catre, que se estremeció bajo su peso de una forma
escandalosa, y comenzó a reflexionar en los últimos
acontecimientos.
La propuesta de Naga había dado un notable
giro a los acontecimientos; no le hacía mucha gracia viajar
acompañado de esa mujer que parecía querer hacerlo todo
de la forma más pomposa y grandilocuente posible (no había
más que oír esa carcajada suya para entenderlo), pero,
a pesar de que tenía motivos de sobra para no fiarse de los
tratos, desde luego que no parecía tener motivos para
engañarle. Si había aceptado era por múltiples
pequeños detalles que evaluó durante la cena. En primer
lugar parecía que esa hechicera, efectivamente, no tenía
intención de engañarlo en su búsqueda de la
Biblia Cleir y era más fácil encontrarla entre dos que
uno solo; en segundo lugar, era mejor tenerla vigilada ya que ella
también la buscaba; y por último también estaba
el hecho de esa especie de rivalidad personal que parecía
tener con Lina. No es que él temiese por su amiga, pero seria
mejor saber qué problema tenía Naga con ella para que
insistiese tanto en superarla... Lo cierto es que Zelgadiss no estaba
muy seguro, pero tenía la sensación de que las dos
debían conocerse antes. No sabía como podía
acabar esa repentina alianza, pero mientras...
Se echó con cuidado sobre su lecho y, como de costumbre, puso la espada junto a su almohada. Las sábanas olían bien, la habitación estaba limpia. ¿Qué más quería por esta noche ?
Naga se había dedicado a guardar el equipaje en su capa encantada antes para el día siguiente. No se podía quejar, al final se había salido con la suya, y eso tenía su mérito pues ese Zelgadiss parecía alguien muy decidido y perseverante; sonrío satisfecha por su éxito: con la ayuda de esa quimera podría por fin superar a Lina como hechicera. ¡Ya había aguantado bastante con oír cada dos por tres que si Lina había hecho tal o cual cosa, ella también tenía derecho a llevarse a uno de los grandes demonios por delante y ser famosa. De todas formas no pudo evitar cierta sensación incómoda al verse reflejada en el esa misma quimera sobre la que pesaban tantas acusaciones por crímenes, que aparentemente, cometió por su ansia de poder... Pero no, ella era una defensora del bien e iba contra sus principios el secuestro y el asesinato para conseguir objetos de valor como había hecho Zelgadiss... Definitivamente ella no era ni mucho menos como él, por supuesto que no.
Finalmente se quitó la capa y los guantes y se tumbó boca arriba en su cama... Mañana partiría en busca de la Biblia Cleir.
