El sentimiento de desasosiego que se habia apoderado del alma de Harry Potter era, sin duda, extenuante.

Recordaba cada noche las palabras de la profesora y como habia llorado toda la noche después de haber conseguido enviar a Ron a su cama. Se habia hundido en su propio mundo de soledad y oscuridad. Ni siquiera habia pensado en nada, no habia tenido en la mente imágenes del pasado que pasaran con moviola, no habia recordado conversaciones ni momentos con ella. Solo se habia sentado en el suelo frente al fuego y habia llorado por sentir el vacio de su alma.

Habia comprendido desde aquel instante lo que significaba sentirse vacio por dentro.

Los siguientes dias a la ida de Hermione, habia vagado por el castillo, como un fantasma mas.

Pronto descubrio que dedicando su tiempo al estudio y al entrenamiento podia llenar su cabeza de pensamientos materiales, de preocupaciones nuevas. Algo que, por desgracia, no funcionaba con su alma.

Era mas fuerte, sin dua, la ira contenida por no haber podido evitar que ella se fuera lo hacian mas fuerte a la hora de atacar en los duelos.

Se habia ido llenando de sentimientos oscuros, de malos sentimientos. Cosas en definitiva que ningun mago noble se hubiera imaginado o permitido tener.

El rencor, la rabia, la colera, no eran sentimientos que llevaran a ningun brujo a nada bueno.

Dumbledore habia insistido en hablar con el de ese asunto innumerables veces, todas sin éxito. Habian llamado a Lupin, Ron, Hagrid...todos lo habian intentado.

Pero Harry era cada vez una persona mas oscura, y mas poderosa.

El temor se apoderaba de todos los que lo rodeaban, sabian que aquel cambio en su forma de ser, acrecentaba las posibilidades de ser mas un aliado de Voldemort que un enemigo.

Buenos dias- dijo Ron al encontrarse a Harry en el vestíbulo, entrando al castillo

Buenas...-

Tan pronto estabas fuera?-

Entrenaba-

No crees que deberias relajarte un poco? Por que no juegas un partido con nosotros luego?-

No puedo, tengo cosas que hacer-

Harry, de verdad, no creo que esto te traiga nada bueno-

Harry lo miro por un fraccion de segundo con los ojos nublados por el poder del odio.

Yo creo que si...me la traera a ella, cuando ya haya hecho desaparecer a Voldemort, ella volvera y estara segura a mi lado, todo sera perfecto...-

Hablas como si ya no te preocupara el hecho de tener que asesinar-

No entiendo, siempre diciéndome que no se podria considerar como tal y ahora me sales con esas...cuando estaba mal por tener que afrontar mi futuro siempre los tenia encima, ahora que se que soy mas fuerte que todo eso...tambien esta mal...-

Es solo que estas muy cambiado-

Puede, pero no dejare que nada de esto vuelva a ocurrir-

No puedes controlar las cosas que suceden, no puedes saber quien sera malo, no puedes evitar el mal...-

Claro que puedo...todos temeran mi poder, nadie se interpondra en mi camino-

Dando media vuelta, Harry volvio a salir del castillo.

A paso apresurado no tardo en internarse en el bosque prohibido. Últimamente pasaba todo su tiempo alli.

Se dirigio al claro que utilizaba para entrenar, donde ya ni siquiera se acercaba cualquier ser viviente del bosque.

Saco su varita y conjurando los hechizos mas poderosos que ahora conocia, fue golpeando rocas y arboles, hasta caer rendido.

Arrodillado en el suelo,hablo entre jadeos...

Claro que podre detenerlos...podre con todos...yo tendre el poder...sobre todos ellos...sere el mago mas poderoso de todos los tiempos...me temeran y me prespetaran...-

Harry!-

Hermione se desperto sobresaltada en el dormitorio del caldero chorreante. Aquella misma noche habia llegado a Londres. La situación se habia precipitado, y habia decidido por su bien y el de Krum e Ivana abandonar Vulgaria aquel mismo dia. Habia decidido esperar al dia siguiente para regresar a Hogwarts.

Pero...algo habia pasado...el dia habia amanecido y su alama se encontraba agitada...presagios de dias oscuros se cernian sobre ella.

El miedo a que algo terrible habia pasado en el alma del joven Potter, de que se habia perdido en la oscuridad.

Y una vez mas lloro en soledad.