Los personajes no me pertenecen son de la gran Rumiko Takahashi. Esta historia, sin ánimo de lucro, está basada en la incompleta "Juegos por Internet" de JessMellark99.
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Capítulo 3: Fiesta de compromiso
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Llevo toda la mañana escuchando los golpes de los operarios del Ukyo's catering, encargados de montar todo lo necesario para la fiesta, y estoy hasta el gorro. Se suponía que Shinno iba a estar conmigo ayudándome en la organización del evento, ya que es sábado, pero se tuvo que ir a primera hora a la oficina a solucionar un problema urgente. Me prometió que regresaría cuanto antes, así que solo me queda aguantar y tomarme una aspirina. ¡¿No podrían ser más silenciosos?!.
Decido ir a mi dormitorio a matar el rato avisando de que tengo trabajo y no quiero que nadie me moleste en una hora. Me pongo cómoda en la cama y entro en mi sesión. Mi prometido nunca coge mi portátil pero, por si acaso, siempre salgo de mi cuenta y borro el historial de internet.
[SexyMousse:
Buenos días princesa, me alegre verte tan temprano por aquí
Shampoo:
Tengo una hora libre y te echaba de menos
SexyMousse:
Mmmm, qué interesante! alguien aquí abajo también te echaba de menos ;)
Shampoo:
Ah, si?. No me digas más, salta de la emoción de verme. Ji, ji
SexyMousse:
Siempre está feliz de que te conectes y además le he tenido a dieta estos días esperando por ti...pero ahora solo quiere salir a jugar mientras yo te devoro entera]
Siento como se me eriza la piel y crece el calor entre mis piernas. Tiemblo de anticipación.
[Shampoo:
Pues dile que si pudiese ir allí a jugar, lo recorrería lentamente con la lengua mientras masajeo tus pelotas, como sé que te gusta
Luego me centraría solo en la punta ejerciendo más presión hasta oírte gemir de placer
SexyMousse:
Muñeca, ya me tienes gruñendo de solo leerte.
Me gusta imaginarte sobre mi cama, con un sexi picardías negro, mientras veo como desaparece mi polla entre tus labios]
No aguanto más las ganas y comienzo a estimularme lentamente con la mano.
[SexyMousse:
Dios, me tienes a mil!. No veas lo dura que la tengo solo por esto!
Necesito urgentemente empezar a tocarme por debajo de la ropa
Shampoo:
Yo también lo necesito, me has hecho insaciable... No puedo dejar de tocarme!
SexyMousse:
Si estuviese contigo, mi lengua haría maravillas en esa zona mientras dos de mis dedos te penetran fuertemente hasta que te oyese gritar mi nombre
Shampoo:
Tus dedos son ahora los míos y estás consiguiendo retorcerme de placer con los movimientos que les estas dando
SexyMousse:
Me vas a matar! No sabes como me gustaría verte ahora mismo, princesa
Shampoo:
Recuerda, nada de fotos
SexyMousse:
Lo se, y no sabes cómo me arrepiento de haber accedido a eso
Si pudiese ver tu sensual figura autocomplaciendose para mi, explotaría como el champán(1)
Shampoo:
Para eso primero tendría que galoparte hasta que te temblasen las piernas y se te quedasen los ojos en blanco(2)
SexyMousse:
Has aprendido muy rápido princesa, me estas volviendo loco y no creo que pueda aguantar mucho más
Shampoo:
Yo también estoy a punto]
Acelero un poco más el movimiento de mis dedos y pronto siento el estallido de placer recorrerme entera. Estoy segura de que, al otro lado de la línea, él también ha alcanzado su climax.
[SexyMousse:
Ha sido fantástico!
Me muero por saber si eres tan buena en la vida real como en mis fantasías]
Ese comentario me remueve por dentro haciéndome sentir culpable, pero he disfrutado tanto que prefiero no pensar en ello ahora mismo.
[Shampoo:
Se acabó mi descanso guapetón, ha sido un placer chatear contigo
SexyMousse:
Hasta la próxima princesa, no olvides tener sueños húmedos conmigo :―*]
Estoy tan abrumada por el intenso orgasmo que se me cierran los ojos, así que empujo el portátil a un lado, sin cerrarlo, y me dejo llevar unos minutos por el placentero sueño.
Ya más relajada, vuelvo al salón y me siento en el sofá para seguir controlando los preparativos. Pasado un rato vuelvo a sentirme sumamente aburrida. Miro el reloj en el móvil pero el tiempo no quiere avanzar. Me pongo a revisar mis redes sociales, la gente parece publicar las mismas cosas una y otra vez así que vuelvo a guardar el teléfono resignada.
Un obrero pasa pegado a la estantería y casi tira una horrible figurita de Lladró con forma de geisha que nos regaló un cliente de mi prometido. Qué pena que no se haya ido al suelo, así tendría algo en lo que entretenerme además de deshacerme de esa atrocidad para la vista(3). Nunca he sido una mujer a la que le gusten las cursilerías. De pequeños Ranma solía molestarme con eso, de ahí su apodo cariñoso de "marimacho", pero no es que no sea femenina, lo soy y mucho, es que no creo que para serlo haya que llenarlo todo de lazos, peluches y tonos pastel o rosa.
Suena mi móvil. Salgo fuera de casa, lejos del ruido, y me apresuro a cogerlo.
―Hola bebé, ¿Cómo van los preparativos?.
―Están siendo una pesadilla Shinno, voy a acabar dando un mazazo a alguien. ¿Te falta mucho?.
―Desgraciadamente si preciosa, pero no te preocupes que he mandado a alguien para que te ayude, ―En ese momento levanto la vista y veo a un sonriente Ranma dirigiéndose por el pasillo hacia mi― prometo llegar antes de que empiece la fiesta. Te quiero ―Y cuelga sin esperar respuesta.
―Buenos días jefa, estoy aquí para ayudarle en lo que necesite ―Se burla mi amigo antes de entrar en mi ruidoso apartamento.
Veo como observa el follón que hay montado mientras da un silbido de exclamación. Luego se acerca a una mesita para dejar sus dos móviles. Según él, no le gusta dar su número personal a sus conquistas así que tiene otro aparato destinado exclusivamente a ellas. Al principio creía que igual uno era de trabajo, como mucha gente hace, pero el Don Juan de mi amigo no parece pensar igual que la mayoría.
―Sabes que existen móviles con posibilidad de meter dos tarjetas, ¿no?
―Si, pero son muy caros.
―¡Vamos Ranma eres millonario, no me vengas con esas!
―Lo que pasa es que tienes envidia y quieres formar parte del exclusivo grupo que tiene el número de mi segundo móvil ―ronronea mientras levanta una ceja y me lanza una seductora sonrisa de lado de esas moja bragas, que diría Yuka.
―No pienso entrar al trapo con tus estupideces, si quieres cargar con dos teléfonos en el bolsillo allá tu, idiota.
Ranma levanta las manos en son de paz ―Tranquila, solo era una idea por si alguna vez te aburrías de mi socio ―Le lanzo una mirada de advertencia―. Está bien dejemos el tema, dime ¿en qué puedo ayudarla estimada vecina?
―Pues la verdad es que no hay nada que hacer. Solo quería que Shinno estuviese aquí conmigo para no ser la única que tenga que soportar estos golpes ―Hago un mohín con la boca y él se ríe―. Pero si de verdad quieres ayudar, puedes echarme una mano para elegir un vestido. Me compré dos y todavía no sé cual ponerme esta noche.
―Encantado de ayudar a mi linda marimacho en la elección de vestuario ―Vuelve a burlase de mi, pero así es nuestra relación, un "tira y afloja" constante lleno de mofas y peleas absurdas.
Ya en la habitación, le dejo sentado en la cama en lo que entro en el baño con mis compras. Primero decido ponerme un vestido blanco de estilo romano con escote de barco, que me llega bastante por encima de las rodillas dejando ver mis largas piernas. Es un poco corto para mi gusto pero sé que a Shinno le va a encantar. Me pongo unas sandalias de tiras finas, un poco de gloss y salgo.
Ranma se ruboriza ligeramente en cuanto me ve y noto que recorre mi cuerpo varias veces de arriba a abajo con una mezcla de anhelo y deseo. Carraspeo para atraer su atención y que me dé su veredicto. Cuando por fin me mira a los ojos algo avergonzado y nervioso, solo murmura que es un vestido muy bonito. ¡HOMBRES! Pongo los ojos en blanco y vuelvo al baño para cambiarme de nuevo.
Mi segunda elección, mas tradicional, es un precioso kimono azul oscuro con flores en un tono mas claro, hojas en amarillo y obi en rojo. Lo acompaño recogiendo mi corta melena con una cinta de pelo rosa.
Cuando salgo del baño Ranma no me hace caso, ni se ha dado cuenta de que he vuelto. Se ha movido de su sitio y parece abstraído con algo que está en una esquina de la cama, mi pequeño portátil. Con cara de desconcierto sus manos se mueven lentamente para coger el aparato que yace sobre la almohada, el movimiento ha activado su pantalla. Entonces recuerdo con horror que no salí de la página de ciber sexo. Me abalanzo, todo lo rápido que el dichoso kimono me permite, para atraparlo antes de que sus manos cierren la distancia y, cuando lo consigo, lo aprieto contra mi pecho.
―¿Qué viste? ¿Qué fue lo que viste? ―pregunto alterada. Él solo me mira entre confundido y sorprendido. Agacha la cabeza, la mueve de un lado a otro como intentando alejar una idea y aprieta los puños. Luego sale corriendo de la habitación y de mi apartamento sin decir nada.
Las lágrimas anegan rápidamente a mis ojos y empiezan a bajar por mis mejillas. Siempre supe que este juego era una mala idea ¡Por qué tuve que empezarlo! ¡Por qué he sido incapaz de ponerle fin! Ahora Ranma se lo dirá a Shinno y...
Me odio a mi misma por haber traicionado así al hombre que ha estado conmigo en los peores momentos de mi vida. Se me rompe el corazón solo de pensar en su dolor cuando lo sepa, en su cara de decepción por mi traición, en que seguramente quiera anular la boda… ¡No! no voy a consentirlo, hablaré con Ranma pero antes voy a hacer algo que debí hacer hace tiempo: borrar todo rastro de mi paso por esa página. Ya no es cuestión de que Shinno la vea o no, es que debo olvidarme de una vez de esa persona que, aunque me ha reconfortado estos meses y me ha hecho desear más, al final es solo una quimera. Así que abro el portátil y de un solo click me despido para siempre mi SexyMousse.
La fiesta estaba yendo a las mil maravillas, todo el mundo parecía divertirse y la comida preparada por la renombrada chef Ukyo Kuonji era deliciosa. Shinno charlaba animadamente en una esquina con unos amigos de la carrera mientras yo, después de hacer la ronda entre todos los invitados, me había sentado en el sofá a conversar con mi amiga Akari y su novio Ryoga. Este era compañero de gimnasio de Shinno y Ranma así que un día decidí presentarlos. Fue amor a primera vista y no se han separado desde entonces.
Yuka estaba sentada a su lado pero no participaba en la conversación. Ella también se había traído a alguien, un tal Daisuke con el follaba de vez en cuando. Aunque, observándolos detenidamente, más bien parecía que lo usaba como lacayo para que le llevase bebidas mientras ella busca otra presa entre la multitud…igual es que ese es su rollo y les va en bondage. Sinceramente mejor no saberlo, ya tengo más información sobre la vida sexual de mi amiga de la que me gustaría.
Lo mejor de la velada estaba siendo que Ranma no había hecho acto de presencia, lo que me deja más tranquila. Cuando desapareció por la mañana pensé que había ido directamente a hablar con Shinno, pero no fue así. Eso era estupendo, ya hablaré con él al día siguiente para aclararlo todo.
Cuando suspiro una vez más aliviada, mi mirada se congela en la puerta. Mi trenzudo amigo acaba de aparecer por ella y se mueve por la sala con ese aire sensual, de galán de Dorama, que hace que todas las mujeres se giren a observarle.
―Akane ¿tú qué opinas?
―Déjale cariño, parece que se ha quedado babeando con la llegada del dios griego al que llama "amigo" ―Le frunzo el ceño a Akari en respuesta, sobre todo por las comillas que hace con las dedos al final de la frase, pero rápidamente vuelvo mi atención a él.
Ranma pasea su mirada por los invitados buscando algo o a alguien. Me tenso y salgo escopetada en dirección a mi prometido dejando a mis amigos con la palabra en la boca. Llegamos prácticamente a la vez.
―¿Dónde estabas? creía que ibas a ayudar a Akane hasta que yo llegase.
―Me quedaban por hacer unas cosas pendientes y tu linda prometida tenía todo muy controlado ―comenta mientras me dirige una rápida mirada.
―Si es algo de trabajo, ya sabes que puedes contar conmigo.
Veo que Ranma sonríe maliciosamente antes de decir ―Ya que lo dices, creo que sería buena idea si hablamos en tu despacho, hay algo importante que…
―Como os pongáis a hablar de temas laborales durante nuestra fiesta de compromiso me vais a enfadar ―les amenazo nerviosa mientras le dirijo una mirada asesina a Ranma― ¿No podríais esperar al lunes?
―Tienes razón bebé, perdona ―Shinno me regala un tierno beso de arrepentimiento― Saotome, ya hablaremos, ahora tengo que atender a mis invitados ―y diciendo esto se aleja de nosotros. En cuanto está lo suficientemente lejos agarro al pelinegro del brazo, lo arrastro hacia el despacho, cierro la puerta con pestillo y le encaro.
―¡¿Se puede saber qué pretendías?! ―pregunto al borde de la histeria.
No me contesta, se va tranquilamente al minibar que hay en una esquina, toma un pocito y lo rellena de Sake ―Solo iba a comentarle algo de trabajo.
―Eso es mentira, ibas a hablarle de lo que viste en mi portátil.
―No me meto en problemas ajenos, así que creo que eres tú quién debería hablarle de eso. Yo no pienso decir nada ―responde mientras le da un sorbo a su taza.
―Pues para tu información ya no hay nada que contarle a Shinno, he borrado mi perfil y dejado todo eso atrás ―Al escuchar esas palabras casi escupe el sake que estaba bebiendo. Tose desesperado mientras trata de recuperar el aire que le falta a los pulmones.
―¿De verdad? ―pregunta consternado, todavía con la cara roja.
―Si, cometí un error ―La voz me tiembla―. Nunca debí dejar que me convencieran para registrarme en esa página y nunca debí seguir en ella. No sé en qué estaba pensando para no darme cuenta de que afectaría a mi relación con Shinno. Así que he decido empezar de cero, como si nunca hubiese pasado, y no volveré a hacer nada semejante en lo que me resta de vida. Se lo debo a mi prometido ―replico al borde de las lágrimas.
―Tranquila Akane prometo no contarle nada ―dice intentando calmarme― ...¿no te arrepientes?
―¿De qué? ―preguntó confundida. Su mirada profunda escruta mi rostro.
―Nada da igual, disfruta de la fiesta marimacho. ¡Nos vemos! ―Ranma sale del despacho y desaparece entre los invitados.
Me doy unos segundos para calmarme antes de volver. Todavía me siento triste y culpable. Aunque la actitud de Ranma me dejó más tranquila también me confundió un poco.
El resto de la fiesta transcurre con normalidad y Ranma no vuelve a acercarse a mi.
¡Por fin puedo relajarme en la cama! Los invitados se fueron hace una hora y los encargados del catering recogieron todo y acaban de salir por la puerta.
Se que estos eventos son importantes, sobre todo para la carrera de Shinno, pero a mi me aburren sobremanera. Son más una imposición social que otra cosa. Normalmente la gente aprovecha estas ocasiones para estar en familia pero mi prometido ya no tiene a nadie y yo no me hablo con la mía.
Aunque es muy tarde ya, estamos los dos sentados en la cama leyendo un poco antes de dormir. Ha sido un día muy intenso y soy incapaz de concentrarme en mi libro así que agarro el móvil para revisar las redes sociales cuando suena la notificación de entrada de un correo. El destinatario es desconocido y lo mandaría a spam de no ser porque el asunto tiene una sola palabra que llama mi atención, Shampoo. Me tiembla ligeramente la mano y mi corazón retumba en el pecho mientras abro el mensaje:
"No pude despedirme de ti apropiadamente. Nos veremos pronto Akane. Atte: SexyMousse"
Mis ojos se abren todo lo que pueden y el color abandona mi rostro. Shinno me observa y pregunta preocupado qué me pasa. Intento disimular diciendo que es algo de trabajo, un problema con el proyecto que estoy elaborando. Él me sonríe tranquilizadoramente y me recuerda mis palabras durante la fiesta: "Es un día especial así que nada de temas laborales". Le devuelvo el gesto mientras apago la luz de mi mesita y me acurruco en su pecho para dormir. ¡No le merezco!
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(1) y (2) Estas frase las he tomado prestadas de la serie "Buffy cazavampiros". Siempre me llamaron mucho la atención y no he podido evitar que mi mente se acordara de ellas al escribir esta candente escena. No se si eran así, pero mas o menos.
(3) Lladró es una marca de porcelana española conocida internacionalmente y que gusta especialmente en Japón. Creo que una persona como Akane pensaría que las figuritas de Lladró son muy cursis y horteras, pero no por ello pretendo hacer un juicio de valor sobre las mismas o insultar a la gente a la que le gustan.
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¡Hola de nuevo! Tenía muchas ganas de actualizar hoy porque mañana, no solo es fiesta en España, si no que además ¡es mi cumple! Así que espero muchos review de regalo je, je. No, es broma, lo que deseo es pasar un día feliz en familia y disfrutar de los tres días de puente que tengo.
Respecto al capitulo anterior, se que es raro que alguien se olvide hoy en día de un cumpleaños con tantos dispositivos electrónicos que nos avisan, pero tened en cuenta que se trata de su pareja y, al ser alguien tan cercano, es mas raro que lo apuntes porque deberías sabértelo. Pero si, Shinno estuvo muy mal al no acordarse...y desgraciadamente conozco un par de casos así de despistados (y no todos son hombres)
Pasando a este capítulo, supongo que ya os habréis percatado de que los dos trajes que Akane duda ponerse para la fiesta están sacados del manga/anime. En concreto el kimono es de la Ova 12 "Las dos Akanes" o "la muñeca de la venganza" (tomo 31 del manga), y es uno de mis favoritos. De hecho el año pasado tuve que hacer una tarta de temática japonesa y a la figurita la vestí con uno igual. Claro que no le quedaba tan bien como a la peliazul porque era un gato...pero ya me estoy alejando del tema que nos ocupa que es este capitulo.
Bueno, por fin Ramna descubrió quien estaba al otro lado de la linea. En general, no habéis tenido muchas duda respecto a la persona que se oculta tras Sexy Mousse y tampoco pretendo crear mas expectación al respecto. Siento si es algo predecible, como me han insinuado, pero no me gusta leer historias donde les emparejan con otras personas (a menos que sea algo puntual y al final acaben juntos) por lo que no pienso escribir tampoco sobre eso.
Akane cerró su cuenta y el juego del sexting ha terminado pero parece que su ciber-amante no se dará por vencido je, je. ¿Qué nos deparará el siguiente capítulo?
Para vuestra tranquilidad tengo escrito ya la mitad del fic que, por si existe alguna duda, estará contado únicamente desde el punto de vista de ella. Aunque prefiero narrar en tercera persona para abarcar los sentimientos de todos los personajes, esta historia me pegaba mas contada así. Supongo que porque el original, en el que me baso, está igual. De todos modos tengo previsto hacer un epilogo contado por él para quitarme la espinita.
Y sin mas agradezco todos los mensajes recibidos que, como siempre se dice, alientan a continuar. También a aquellos lectores silenciosos y los que en un futuro se animen a darle una oportunidad a mi historia. Y por supuesto a mis fantásticas "BetaMinions" ja, ja, ja. A ver si lo del Covid no empeora y podemos juntarnos en el Japan Weeken de febrero, crucemos los dedos.
Nos leemos pronto. Luz
