Los personajes no me pertenecen son de la gran Rumiko Takahashi. Esta historia, sin ánimo de lucro, está basada en la incompleta "Juegos por Internet" de JessMellark99.

.

..

Capítulo 7: La pelea

.

..

Todo está oscuro, el viento balancea las copas de los árboles emitiendo un tenue y tétrico sonido que me pone el vello de punta. Hace frío. Noto como el vaho escapa de mi boca mientras avanzo sin rumbo por el bosque. Presiento que algo me sigue y tengo la sensación de ser una presa al acecho. Corro adentrándome más y más en la espesura. Siento cómo la angustia me envuelve. ¡Esto ya lo he vivido, estoy segura!…y entonces lo veo. Su ojos brillan en la oscuridad mirándome con deseo. Quiero huir pero mis pies no responden, estoy paralizada. Toda la fuerza que tenía, y de la que me sentía tan orgullosa, ha desaparecido. Él repta hacia mí despacio, lo que acrecenta mi agonía. Cuando llega a mi altura me agarra por la cintura, noto su lengua viscosa recorrer mi cuello y el calor de su cuerpo en contacto con la frialdad del mío. El monstruo de Ryugenzawa me ha vuelto a atrapar y no tengo escapatoria, se que nadie me va a rescatar… Mi mente inconsciente grita pidiendo auxilio "Ayúdame Ra…"

—¡Shhhh! Akane tranquila, despierta... Estás a salvo…

Abro los ojos de golpe, me cuesta un poco despejarme de las brumas del sueño y ser consciente de mi realidad. Estoy sentada en la cama, en la seguridad de mi casa, y Shinno me tiene abrazada mientras me acuna para calmarme. Solo ha sido una pesadilla, o más bien La Pesadilla.

—¿Te encuentras mejor? —Me mira preocupado, hacía varios meses que no tenía esta clase de episodios.

—Si, gracias cariño —Me acurruco más en su pecho. Me siento a salvo, me siento segura, al igual que entonces.

Llevo teniendo esta misma pesadilla desde el día en que me marché de casa, el peor día de mi vida. Siempre creí que con los años iría haciéndose menos frecuente, pero para mi desgracia no ha sido así. Mi subconsciente parece disfrutar de vez en cuando recordándome, de manera algo grotesca, ese nefasto día. Aquel en el que no fui lo suficientemente fuerte como para salvarme a mí misma. El sueño siempre es igual y, como pasó aquella vez, siempre es Shinno quien me rescata y me calma…aunque en esta ocasión ha habido una ligera diferencia, y eso me preocupa.

En cuanto me nota más tranquila, Shinno me recuesta en la cama y nos cubre con una manta. En ningún momento ha roto el abrazo. Luego me da un tierno beso en la coronilla y me insta para que intente volver a dormir en la seguridad de sus brazos. Su ternura me conmueve, no le merezco. Siempre ha estado ahí para mí y le he fallado. Debería decirle la verdad y hacerme responsable de mis actos. No es justo para él casarse con alguien que no lo ama, con alguien que lo ha engañado, con alguien que tiene sentimientos confusos por una tercera persona. Los nervios por la boda no son excusa, debo hacer las cosas bien aunque me duela…

Cuando me despierto, Shinno ya no está pero me ha dejado una nota en la cocina junto a un delicioso plato de tortitas.

Mi amor,

Tenía una reunión de junta a primera hora y no he querido despertarte. Espero que hayas podido descansar, aunque sea un poco.

Hoy no tengo mucho trabajo así que saldré temprano. Podríamos ir a cenar a un restaurante elegante. ¿Te parece?. Me gustaría hablar contigo de varias cosas y no solo de la boda.

No olvides que te quiero, Shinno

Pd/ Te he dejado preparado tu desayuno favorito para que pases una feliz mañana y te olvides del mal trago de anoche ;)

Definitivamente no me lo merezco…

Salgo de casa minutos después, desayunada, vestida y algo triste. Cuando llego al vestíbulo me encuentro con Ranma que vuelve de su carrera matutina.

—¿No deberías estar ya en el trabajo?. Shinno se fue hace rato.

—Buenos días a ti también —Su sonrisa socarrona no tarda en aparecer y yo le dirijo una mirada de hastío.

—Ya en serio Ranma, ¿no tenías una reunión directiva a primera hora? —Él alza una ceja y me mira analizándome antes de contestar.

—¿Tienes miedo a que me despidan? —pregunta con mofa— Ser el hijo de la jefa tiene sus ventajas, ¿sabes?

—No deberías abusar de eso, no está bien.

—¡Qué tierna! La marimacho preocupándose por mí —Como siga así va a llevarse un mazazo, llevo años controlando mi carácter, pero hoy no es un buen día— No pongas esa cara, soy el que consigue cerrar más negocios de la empresa. Y no solo por mi increíble encanto personal si no por mi asombrosa habilidad de persuasión.

Esto último lo dice echándome una mirada que no logro entender. Pero mi cerebro sigue centrándose en lo de "increíble y asombroso"…

—¡Eres imposible! No se como puede caber tanto ego dentro de un hombre. —Niego con la cabeza mientras reanudo la marcha.

—¿No te vas a despedir como dios manda?

—Y eso cómo sería.

—Con un beso —Sonríe coqueto y mi corazón se acelera un poco. De pronto me siento como cuando tenía 15 años y él era todo mi mundo…Akane aterriza, ese tiempo ya pasó, superaste lo que sea que empezabas a sentir por él cuando os separasteis, ahora estás prometida y además Ranma es así con todas las mujeres. Ya no es el chico tímido que se sonrojaba y tartamudeaba al hablar con una chica. Me recuerdo saliendo de mi absurdo embelesamiento.

—Mas quisieras idiota —le digo con desdén. Conmigo no se juega, ya debería saberlo. Y sin esperar su respuesta salgo del edificio.


—He decidido dejar a Shinno —comento a una muy sorprendida Akari mientras nos tomamos un café antes de entrar a trabajar.

—¿De verdad?

— Si, por lo menos mientras esté confundida con mis sentimientos, creo que no es justo para él.

—Me parece estupendo Akane, ya lo sabes. Y, aunque creo que debiste hacerlo antes de acostarte con otro, más vale tarde que nunca.

Suspiro, tiene razón, siempre la tuvo pero no quería verlo.

—¿Y cuándo se lo vas a decir?

—Esta noche. Antes de marcharse a trabajar me ha dicho que quiere que vayamos a cenar fuera así que voy a aprovechar.

—Se te ve muy segura, me alegro.

—Si...aunque ya no sienta por él lo mismo que de adolescentes, se que me va a doler…Shinno ha sido mi primer y único novio y además le debo mucho…pero creo que es lo correcto.

—Todo saldrá bien, ya lo verás.

—¿De veras lo crees?

—Si, va a ser lo mejor para los dos y a la larga él te lo agradecerá.

Terminamos la taza y abandonamos en local rumbo al estudio, por el camino no puedo evitar pensar en todo lo vivido con Shinnosuke, y sobre todo en lo que le he hecho.

—¿Crees que me perdone? —pregunto esperanzada.

—No lo sé, cielo. Un engaño es complicado de perdonar, sobre todo si es alguien como tu prometido. Vas a herir su orgullo masculino…

—Lo sé —suspiro. Akari me da un reconfortante abrazo y entramos en la oficina.

—Lo que tenga que pasar, pasará. Ahora no te agobies pensando en eso y céntrate en el trabajo —Me guiña un ojo y se aleja hacia su mesa.


Cuando llegamos al restaurante me quedo de piedra. Shinno ha escogido el más caro de la ciudad "La Belle". Es un sitio de aire francés que se ha puesto muy de moda gracias a que el chef principal, Picolet Chardin, ganó un programa de televisión hace unos años. La decoración está basada en los salones del palacio de Versalles y la comida es de esa tan bonita que te da pena tocarla y tan escasa que, si no fuese por el excesivo menú de 36 platos, te quedarías con hambre. No se porque mi prometido me ha traído a un lugar así, la verdad. Entiendo que él está acostumbrado a estas cosas, ya que es en este tipo de sitios donde cierra la mayoría de sus tratos, pero sabe que a mi esto no me va y que soy más feliz devorando un Okonomiyaki en uno de esos puestos callejeros de comida rápida que hay por el centro.

Cuando entramos él maître nos saluda muy correcto y nos acompaña a nuestra mesa. Antes de marcharse nos entrega los menús junto con la carta de vino que mi prometido rechaza pidiendo el reserva especial que tienen para eventos importantes.

—Shinno ¿qué hacemos aquí? Esto cuesta una fortuna —Mis ojos se han abierto como platos al observar la cantidad de ceros que acompañan a cada plato de la carta.

—No te preocupes por eso y elige algo, anda —replica cariñoso mientras vuelve la vista su menú.

Cómo pretende que no me preocupe. Eso es imposible y menos aún teniendo en cuenta lo que pretendo hacer durante la cena. Aunque se que no es el sitio ideal para hacerlo no puedo echarme atrás, ya lo he decidido por el bien de ambos y creo que será mejor que decírselo ahora, antes de pedir nada. Me sentiría fatal si se dejase una millonada y luego le dijese que quiero dejarle. Es ahora o nunca.

—Shinno…

—¿Qué pasa? —contesta sin levantar la vista. Suspiro y me armo de valor.

—Tengo algo importante que decirte —Parece que eso sí capta su atención y sube su mirada. Me estudia durante unos segundos y responde.

—Yo también quería hablar contigo de algo —Eso me sorprende pero no replico en una silenciosa aceptación por cederle la vez— ¿Me das tu mano?

Hago lo que pide. Shinno la agarra con sumo cuidado y retira de mi anular el anillo de compromiso. Me quedo impactada por su acción. Vale que técnicamente es el resultado de lo que yo iba a pedirle pero no deja de sorprenderme su proceder.

El me mira fijamente a los ojos, con el anillo entre sus dedos, y contesta a mi muda pregunta.

—Akane, desde el momento en que te conocí supe que eras la mujer de mi vida. Tus preciosos ojos chocolate y tu sonrisa me dejaron prendado de una manera inexplicable. Luego descubrí el resto de tus virtudes y no pude más que ratificar mi impresión inicial.

Se que ambos hemos pasado por cosas que nadie puede entender. Y eso nos ha unido todavía más creando una conexión única. Siempre hemos cuidado el uno del otro, y quiero que lo sigamos haciendo hasta que la muerte nos separe.

Me he dado cuenta de que estos días hemos estado algo distanciados, no sé si por los nervios de la boda o por el exceso de trabajo. Pero quiero que las cosas vuelvan a ser como antes y por eso necesitaba hacer esto. Así que si me lo permite Señorita Tendo —dice mientras se levanta y se arrodilla ante mis ojos, anillo en mano— ¿Me haría el grandísimo honor de aceptar por segunda vez casarse conmigo?

Jamás pensé que Shinno volvería a repetir las palabras que pronunció cuando me pidió matrimonio en la universidad. Me ha conmovido que recuerde exactamente lo que me dijo en aquella ocasión. Y, como entonces, los nervios se apoderan de mi y soy incapaz de contestar. Es ahí cuando me doy cuenta de que la bulliciosa sala se ha quedado en silencio. Observo a mi alrededor y puedo ver a toda la gente del restaurante pendiente de nosotros en espera de mi respuesta. Las mujeres murmuran entre sí y los hombres miran a mi prometido con envidia. También hay alguna que otra chica joven llorando de emoción. Me siento abrumada y presionada. Entonces regreso la mirada hacia el hombre arrodillado frente a mí y vuelvo a sentirme como esa niña de 18 años que lo único que conocía y necesitaba en su vida era a Shinno.

—Acepto —las palabras fluyen de mi boca sin poder evitarlo y todo el mundo estalla en vítores mientras él me mira triunfante y regresa la sortija a su sitio. Luego me levanta de la silla y me besa como si con ello retornara a la vida.

Cuando todo vuelve a la quietud inicial y proseguimos con la cena, empiezo a ser consciente de lo que he hecho. He sellado mi destino por segunda vez al de Shinnosuke. He aceptado de manera implícita que él es y será el único hombre de mi vida…siento un vacío dentro de mí que se expande a medida que pasan los minutos. Mi corazón parece no estar de acuerdo con mi decisión, así que empujo el sentimiento hacia al fondo. El malestar pasa y empiezo a disfrutar de la velada con mi prometido…a fin de cuentas me he acostumbrado a estar con él.


Llegamos a casa envueltos en un mar de besos. Fue como si, al decidir darle una segunda oportunidad, todo lo acontecido desde hace seis meses se hubiese borrado de un plumazo. O eso quiero creer porque ahora mismo ya ni pienso, solo actúo por inercia. Necesito olvidarlo todo y no pensar en la bajeza que he hecho, voy a seguir con Shinno a pesar de que seguramente quiera a otra persona, a alguien que nunca he visto. Y qué mejor manera de conseguir borrar todo de un plumazo que teniendo sexo con mi futuro marido.

Hacía mucho que no estaba así con él, desde poco después de empezar con ese nefasto juego de seducción online. Y, aunque se siente bien y mi cuerpo responde a sus caricias, es más por hábito que por otra cosa. Sé que no es lo mismo que viví hace unos días pero la rutina es fácil, es predecible, es segura…

Shinno sigue repartiendo besos por todo mi cuerpo mientras se restriega ansioso contra mi por encima de la ropa interior. El resto de lo que llevábamos puesto cayó desperdigado de camino a la habitación.

Cuando comienza a retirar lo último que nos separa, suena el timbre.

—Seguramente será el pesado de Ranma —gruñe con enfado sin detener lo que estaba haciendo.

Pero, al oír ese nombre, he salido de la burbuja de pseudo lujuria y mi cerebro comienza a funcionar de nuevo. Mi prometido se da cuenta e intenta atraer mi atención acariciando mi recién descubierta entrepierna. Un nuevo timbrazo me sobresalta y hago amago de levantarme.

—Déjalo, ya se cansará —murmura empujando mi cuerpo hacia la cama volviendo a besarme.

Pero cuando está a punto de despojarse de su última prenda, la puerta vuelve a sonar, ahora de manera insistente.

—¡Joder, voy a matarlo! —estalla Shinno fuera de sí mientras se levanta en dirección a la entrada.

Le agarro del hombro antes de que pueda abandonar la habitación.

—Cariño, me temo que no puedes abrir así —le digo haciendo un gesto hacia su evidente estado de excitación. El vuelve a gruñir mientras yo me río—, quédate aquí mientras te tranquilizas y yo me encargo…ya seguiremos más tarde.

Y salgo en dirección a la puerta a sabiendas de que me espera una bronca a la vuelta. Recojo mi vestido del pasillo y me lo pongo maldiciendo al idiota que sigue aporreando mi entrada. Cuando por fin alcanzo a abrirla mi sorpresa es mayúscula.

—Por Kami Akane, ¿por qué no abrías? ¡Por un momento temí lo peor y te imaginé tirada en el baño inconsciente tras una sobredosis de pastillas!...Sé sincera, ¿estás muy deprimida?

—¡¿QUÉ?!...

—Tu tranquila, es normal sentirse así después de una ruptura, sobre todo si llevabas tanto tiempo con él.

Sin esperar invitación, Akari me echa un lado para pasar cargada de bolsas de la compra. Estoy tan anonadada que no me doy cuenta que hay alguien detrás de ella que emite un quejido cuando intento cerrar la puerta sin mucha delicadeza.

—¡Ah! Espero que no te importe pero me he encontrado con Ranma en el ascensor y ha decidido unirse para animarte —murmura mientras le señala y él me dedica una radiante sonrisa.

—¡Hola! —saluda muy contento, cualquiera diría que le ha tocado la lotería. Me da un tierno beso cerca de la comisura de los labios y entra. Mi corazón se acelera. Me he quedado tan ensimismada por su aparición y actitud que apenas alcanzo a razonar que debo cerrar la puerta.

—¿Pero qué demonios?...No entiendo nada.

Akari no me responde y va directa a la cocina donde deja el contenido de las bolsas: una cantidad ingente de botellas con toda clase de licores. Se dirige a la alacena, extrae tres copas, coge una botella de sake y se acerca a nosotros ofreciéndonos un recipiente a cada uno.

Por inercia lo tomo y bebo un sorbo. Luego miro a Ranma y después a mi amiga en actitud interrogante.

—...me vió cargada con tanto alcohol que no pude evitar contarle que esta noche ibas a romper con Shinnosuke. Se que debería haber esperado a que se lo dijeras tú…pero tarde o temprano se iba a enterar y sabía que era bueno tener un aliado para subirte el ánimo o celebrarlo, según te encontrases.

Respiro hondo antes de replicar. Sé que no le va a gustar mi decisión pero, como amiga, me debería apoyar.

—La verdad es que al final no corté con él…de hecho me volvió a pedir matrimonio y acepté —No puedo evitar bajar la mirada en previsión al sermón que me va a caer pero, sorprendentemente, no es Akari la que me contesta.

—¡¿QUÉ HAS HECHO QUÉ?! —pregunta Ranma enojado. Su rostro es una mezcla de sorpresa, cabreo y decepción.

—¿Por qué te enfadas? ¿No deberías estar feliz por mi y por tu socio y amigo? —replico extrañada. No puedo evitar fruncir el ceño, este hombre consigue sacarme de mis casillas con una facilidad asombrosa.

Él me mira, seguramente intentando contener una palabrota. Abre la boca un par de veces queriendo decir algo pero se arrepiente antes de dejar escapar el sonido. Parece atormentado. De pronto una voz suave nos saca de nuestra discusión silenciosa.

—Ranma, ¿me puedes dar las llaves de tu apartamento por favor? —Akari ha sido extremadamente educada y eso solo significa una cosa, estoy en problemas.

—¿Y se puede saber para qué quieres mis llaves?

—Sencillo, si no lo han dejado y han vivido una romántica segunda petición de mano significa que han vuelto a casa juntos. Y si ahora no tenemos al feliz re-prometido delante, será porque la cosa se puso caliente y debe enfriarse para estar presentable. ¿O me equivoco? —Gira su cabeza hacia mí y yo solo quiero morir de la vergüenza. ¡Pero cómo puede soltar esas cosas tan tranquila! ¡Y encima en presencia de Ranma! Mi mutismo parece confirmar su teoría por lo que prosigue su explicación mientras extiende su mano y le dirige una mirada amenazante—. Lo que implica que si quiero hablar con mi amiga sin que Shinnosuke nos escuche, necesitamos ir a otra parte.

Ranma prefiere no discutir y le entrega lo que pide. Akari le da las gracias mientras me agarra del brazo y me arrastra al piso de mi vecino. Una vez cierra la puerta, estalla la tormenta.

—¿Pero te has vuelto loca Akane? ¿Se puede saber en qué pensabas? Si es que lo estabas haciendo…

—¡Oye!

—¡Chitón! nada de protestas. Necesito que me expliques cómo es posible que hace unas horas estuvieses decidida a abandonarle y luego resulte que te vuelves a prometer con él. Explícamelo por favor porque no lo entiendo. ¿Qué hay de eso de que no era justo para él? que no querías vivir una mentira…

—No pude hacerlo, me pidió matrimonio en el restaurante rodeados de cientos de personas...no podía romperle el corazón…no quise hacerlo, se lo debo —Las lágrimas llegan a mis ojos, necesito que Akari me entienda.

—Akane, puede que sientas que estás en deuda con él pero no puedes basar tu relación en esto ¡y menos casarte! Está en juego tu felicidad no solo la de él. No soportaría verte triste al lado de alguien a quien no amas.

—Debo quedarme con él...sé que seré feliz a su lado...lo sé… —digo más para auto convencerme. No puedo flaquear ahora porque si lo hago seguramente huya detrás de una ilusión, una quimera sin rostro. Y yo ya tengo una vida y está al lado de Shinnosuke.

—Te lo preguntaré por última vez. ¿Estás segura? —Asiento con la cabeza ya que en estos momentos me siento incapaz de emitir palabras—. Está bien, no puedo decir que te entienda pero te voy a apoyar. Solo espero que no te arrepientas.

—No lo haré —Akari me abraza fuerte, como infundiéndome ánimos. Luego decidimos volver a mi apartamento.

Justo cuando salimos al pasillo escuchamos una fuerte pelea. Corro hacia mi puerta al tiempo de echarme un lado para ver como mi amigo y mi prometido caen enredados mientras se golpean. Si no fuese por el estupor que me causa el hecho en sí, me reiría al ver al gran artista marcial, que fue mi amigo, en una riña tan tonta, ¡solo les falta tirarse de las orejas!

—¡Eres un capullo! —Ranma se levanta y le lanza un puntapié a mi prometido. Este lo esquiva y rueda hacia el interior para luego salir hecho una furia blandiendo una escoba. ¿De verdad piensa usar ese cepillo en una pelea?

—¡Y tú un cobarde! —Shinno agita su improvisado arma como si tratase de espantar a un pájaro gigante— ¡Nenaza!

—¿Estás insultando mi hombría?…que sepas que soy mucho más macho que tú —Lanza un puñetazo al aire cegado por la ira, supongo que estaba apuntado a su cara pero patéticamente ni se aproxima— y seguro que estoy mejor dotado…

¡Por Kami esto es el colmo! Después de eso Shinnosuke suelta la escoba y arremete, cual miura, contra mi amigo. Vuelven a enredarse en una masa informe de pies y manos que se golpean y agarran de la ropa sin ton ni son.

A pesar de mi consternación al contemplarlos, no puedo evitar fijarme en la porción de piel descubierta en el torso de...Tengo que parar esto antes de que la cosa empeore…y no me refiero solo a su disputa.

—¿Se puede saber qué pasa aquí?…¡BASTA YA!…¡PARAD! —Con este último grito la contienda se detiene y ambos me miran como si se acabasen de percatar de mi presencia.

Shinno se incorpora alisando su ropa con las manos dirigiendo una mirada asesina a Ranma que hace lo mismo. Ninguno de los dos habla. Tienen el rostro amoratado y mi prometido parece que se ha llevado la peor parte.

—¿Y bien? ¿Alguno me va a explicar por qué os peleabais?

—Era una tontería no te preocupes…si ya habéis terminado con mi piso me retiro que ha sido un día muy largo y frustrante y necesito descansar…¿me devuelves las llaves?

Tan pronto como las tiene en su poder desaparece por su puerta. Mi amiga hace otro tanto dejándonos solos.

Arqueo una ceja en busca de una explicación. Shinno suspira y se adentra en casa.

—Ya le has oído, ha sido por una estupidez…seguramente no habría pasado nada si yo no hubiese estado tan frustrado por la interrupción de antes —Mis mejillas se encienden al recordar ese momento— Mejor me voy a la cama, yo también estoy algo cansado.

Y me quedo sola con el corazón en un puño y llena de dudas. Tienen razón, ha sido un día muy largo e intenso.

.

..


.

..

¡Hola de nuevo!

En primer lugar quería agradecemos la paciencia y comprensión que me trasmitisteis en vuestros reviews cuando dije que tardaría en actualizar. Hicieron que mi carga de trabajo fuese mas llevadera sin tener la presión de estaros fallando (Los que me seguís en Fb o Ig pronto podréis ver el resultado de lo que me ha tenido tan liada estas semanas).

Me alegra también ver que entendisteis perfectamente porque Ranma tuvo que ausentarse para ir al baño durante la película...pobre no pudo aguantarse je, je. Además disfrutaron mucho de su noche de amigos y él tuvo muy claro quién había sido el mejor polvo en la vida de su marimacho.

Respecto a este capitulo, muchos estaréis asombrados por la actitud de Shinnosuke y otros os tirareis de los pelos por la respuesta de Akane. Respecto al primero no quiero comentar nada para no destripar la trama, pero lo que si que es evidente es que el hecho de repetir la petición de mano, llamando la atención en un local lleno de gente, no ha sido por casualidad. Y en cuanto a ella pensad que, aunque sienta algo por SexyMousse e incluso empiece a mirar a Ranma con otros ojos, no puede evitar ver a su prometido como algo cálido, cómodo...como unas zapatillas muy usadas que diría mi querida Lum. Ja, ja, ja.

La verdad es que este capítulo ha traído tela entre mis BetaMinions, pero ha sido divertido debatir entre las tres las posibilidades y pequeños matices del mismo. Además finalmente le di gusto a mi sensei madrileña y alargué un poco la pelea final para que tuviese su amado drama. Siempre imagine esa escena como la de la película de "El diario de Bridget Jones". Una especie de trifulca absurda y sin estilo que desmerezca totalmente los elaborados enfrentamientos que vimos en el manga o anime.

Os recomendaría las últimas actualizaciones de estas dos grandes escritoras pero seguro que todos estáis ya al día de ellas...aunque lo que tienen en mente de cara al futuro os va a dejar con la boca abierta.

En cuanto a mi, el siguiente capitulo lo tendréis en las dos semanas de rigor y (cruzo los dedos) espero mantener el ritmo con los que faltan.

Nos leemos pronto. Besos

Luz

PD) Estoy super feliz por haber superado los 100 comentarios ¡Yuju! muchísimas gracias por el apoyo, sois geniales :)