Los personajes no me pertenecen son de la gran Rumiko Takahashi. Esta historia, sin ánimo de lucro, está basada en la incompleta "Juegos por Internet" de JessMellark99.

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Capítulo 13: Debo alejarme de aquí

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El sonido de unas voces en la lejanía empiezan a sacarme del lugar oscuro en el que ha ido a parar mi agotada mente. Poco a poco la bruma se dispersa y puedo empezar a percibir mi entorno. Estoy tumbada sobre algo blando y pequeño que no es mi cama, hay una presencia tranquilizadora a mi lado mientras que el ruido proviene de más allá de las paredes de la habitación que me envuelve. Una luz cegadora sobre mí hace que vea puntitos de colores flotando en lo que parpadeo para enfocar la vista. Creo estar en una especie de enfermería, no parece un hospital por lo que deduzco que debo seguir en el hotel…en cuanto soy consciente de eso los recuerdos me golpean. Ranma, el que creí mi amigo más fiel y sincero, resultó ser el hombre con el que me he estado acostando estos días. Mientras que Shinnosuke, el hombre al que iba a unir mi vida, lleva más de un año poniéndome los cuernos con mi teórica mejor amiga. Todo es un torbellino de imágenes y sensaciones que remarcan el hecho de que, en una noche, he perdido de un plumazo a las personas que más me importaban.

Las lágrimas brotan sin consentimiento y vuelven a empapar mis mejillas. Noto un apretón en el brazo, Akari me observa con ternura intentando infundirme ánimos con ese sencillo gesto. Las palabras se atoran en mi garganta, buscando algo que decir, pero su mirada me asegura que no hace falta.

Mi mente termina de aclararse permitiéndome distinguir la discusión que se desarrolla al otro lado de la fina puerta corredera de estilo tradicional.

—¡MÁRCHATE! ella no querrá verte cuando despierte —dice la voz del que fue mi mejor amigo.

—¿Y a ti sí? No seas cínico, si alguien no debería estar aquí eres tú —asegura el gilipollas embustero con el que iba a contraer matrimonio— te recuerdo que ella es mi prometida y tu ya no pintas nada en su vida.

—No me hagas reír, Akane no va a casarse contigo después de descubrir que le estabas engañando con su mejor amiga.

¡Genial otra pelea! Estos dos no saben hacer otra cosa, me tienen harta. Por lo menos ahora todas sus disputas tienen sentido

—Ella me quiere —La voz de Shinnosuke no es tan segura como al principio— seguro que me perdona…lo de Yuka no fue nada, solo algo físico…no significó nada, yo solo la quiero a ella.

—No seas absurdo, ella hace mucho que dejó de quererte y lo sabes. Seguro que por esto te enredaste con la poca cosa esa que te mira como si fueses un dios —La voz de Ranma es firme— Akane está enamorada de mi.

—Eso no es verdad —replica rabioso— solo se acostó contigo porque yo lo permití, así que no te confundas.

—¿Qué lo permitiste? ¿Y cómo, si se puede saber, hiciste tal cosa?

—Te jodería que así fuera ¿verdad? Pues sí, fue gracias a MI que conseguiste engatusar a MI novia…¡hasta deberías agradecérmelo! —Si no me encontrase emocionalmente hecha polvo saldría y le daría de nuevo un patada en sus preciados huevos.

—Deja de decir estupideces, capullo.

—No estoy mintiendo, idiota —replica ofendido— Llevaba tiempo sintiéndome culpable por engañarla, la verdad, pero no fue hasta una noche de copas después del trabajo en la que tuve la idea de apuntarla a esa página de ciber sexo. De hecho tu mismo me la diste.

El silencio se apodera de la situación durante unos minutos.

—¿No me vas a preguntar cómo lo hiciste? —comenta socarrón.

—Yo jamás he podido decir o hacer algo que te llevase a semejante conclusión, maldito bastardo.

—Ja, ja, ja. Eso te pasa por fanfarronear cuando tomas copas de más. ¿O ya no recuerdas esa noche en la que hablaste de lo maravillosa que era esa aplicación para conocer chicas y follártelas sin compromiso? ¡Si hasta fuiste tan imbécil de decir tu nombre de usuario!

No puedo verlos pero estoy segura de que en estos momentos Shinnosuke luce una sonrisa triunfal mientras Ranma se encuentra en estado de shock.

—Así que fue sencillo hacer que Yuka convenciera a Akane de registrase en esa página, alegando que era algo inofensivo, y que te buscase, sin que ella se diese cuenta, para contactar contigo. De esa manera podía controlar mejor la situación…aunque si te soy sincero jamás creí que las cosas llegarían tan lejos. Nunca pensé que ella fuese capaz de tener sexo de verdad con otra persona.

Su sinceridad me sorprende y abruma. ¿Cómo pudo ser tan manipulador? ¿Como pude siquiera estar tan ciega todos estos años?

—¡ERES UN HIJO DE PUTA!

—Tú eres igual que yo Ranma, sabías quién era ella y le mentiste para poder cumplir esa enfermiza fantasía que tenías con ella cuando erais adolescentes…¿o crees que nunca me había fijado antes en cómo la mirabas?

—Lo hice para protegerla. Se que debí decirle la verdad desde el principio…al igual que debí contarte lo tuyo con Yuka cuando me enteré —Me tapo la boca ahogando una exclamación de sorpresa. Ranma lo sabía, él estaba enterado de la infidelidad de Shinnosuke y no me lo dijo— No debí haberte dejado ese margen de tiempo para que se lo contaras tú. En ese momento me parecía lo correcto pero, de haberte descubierto hace meses, nos habríamos ahorrado este problema.

¿Meses? ¿Él lo había descubierto hace meses y no hizo nada? Otra traición a añadir a la lista, otra punzada en mi maltrecho corazón. Las lágrimas vuelven a agolparse en el borde de mis ojos para sollozar en silencio, temerosa de que me oigan.

—El problema lo habrías evitado solo tú y seguramente habrías quedado como el héroe que crees ser delante de ella. Pero en el fondo eres la misma basura que yo y ahora ella te odia…tal vez más que a mi.

—No estés tan seguro de eso capullo, yo no soy el que se ha estado tirando a su mejor amiga por más de un año.

¡No puedo soportarlo más! Tapo mis oídos y me encorvo sobre mi misma a modo de escudo para protegerme de un exceso de información que no pedí. ¿Cómo han podido hacerme esto? ¿Cómo no me di cuenta de lo que pasaba a mi alrededor?

Akari, observando mi angustia, me hace una señal para que no haga ruido mientras se levanta en dirección a la puerta corredera.

—¡LARGO DE AQUÍ! Akane necesita descansar y vuestros gritos van a despertarla.

—Pero…— replican ambos.

—He dicho que os marchéis o llamo a seguridad…y me da igual que seas del dueño del maldito hotel, Saotome. Os aseguro que cuando ella despierte no va a querer saber nada de ninguno de los dos, así que fuera de una maldita vez.

Se les oye refunfuñar mientras sus pasos se alejan y mi amiga vuelve a entrar en la habitación.

—¿Mejor?

Asiento con la cabeza mientras dejo que el llanto salga libre, sin retener mis angustiosos sollozos. Ella me abraza con cariño y yo la aferro fuerte para no soltarla. Ahora mismo, su amistad es lo único de mi vida que no se ha ido al traste. Cuando las lágrimas terminan, nos sumimos en un silencio agradable hasta que me calmo del todo y me animo a hablarle.

—Gracias.

—No hay de qué, para eso están las amigas —comenta mientras rompe el abrazo con sumo cuidado.

—¿Qué pasó?

—Supongo que te refieres a después de que te enterases de la putada que te han hecho los dos estúpidos de fuera, ¿no? —y sin esperar a que responda continua— pues yo solo sé que la estirada esa de la recepción vino a buscarme a la fiesta y me pidió que la siguiera hasta aquí mientras Ranma llamaba a su médico personal por teléfono y el otro imbécil discutía con la mosca muerta de Yuka en el pasillo. Que luego se fue echando pestes a voz en grito por el pasillo justo antes de que llegara el doctor para atenderte.

—¿Dónde estoy?

—Es el cuarto de curas del dojo que tiene el hotel —Eso explicaba el toque tradicional que tiene la estancia, con su madera y la puerta de papel de arroz— lo tienen para cuando organizan algún combate privado o en caso de que algún huésped especial lo solicite.

—¿Y el médico?

—Ya se marchó, en principio dijo que solo era estrés pero que estaría bien que te pasases por un hospital para hacerte una analítica y descartar el embarazo…y ahí fue cuando esos dos empezaron su reyerta para ver quién era más macho y de quién sería el niño que esperabas…y tú te despertaste cuando ya pasaron a quién querrías ver cuando abrieses los ojos.

—¡No necesito ir al hospital! —digo con determinación—. No puedo estar embarazada y ellos deberían saberlo. En primer lugar porque tomo la píldora y en segundo porque con ambos he usado siempre condón. En el caso de Shinnosuke él no quería tener tan pronto hijos que pudiesen lastrar cualquier decisión laboral importante. Y en cuanto a Ranma…¡por kami! yo no sabía que le conocía, por mucho que me calentase su toque jamás habría tenido sexo con él sin protección y él lo sabía, así que siempre obró en consecuencia sin necesidad de decirle nada.

Akari me mira asombrada y luego se echa a reír.

—Perdona, sé que lo estás pasando mal y que ambos son unos impresentables pero tienes que reconocer que es divertido ver cómo son capaces de enzarzarse con cosas que saben que no tienen sentido…aunque sinceramente, me alegro muchísimo que me digas esto porque me había preocupado. ¡Sería lo que te faltaba!

—¡Pues sí! Pero el médico tiene razón, el descubrir la traición de esos dos fue demasiado para mí y la impresión me pudo, demasiadas emociones juntas de golpe.

—Y ahora, ¿qué piensas hacer? Sabes que puedes venir a mi casa si lo necesitas.

—Te lo agradezco pero sería el primer lugar donde me buscasen y, sinceramente, no quiero verlos. Es lo único que tengo claro.

—¿E ir a un hotel? gracias a dios en esta ciudad tienes muchos para elegir.

De solo pensar en una habitación de hotel en Tokio se me revuelve el estómago.

—No, necesito alejarme de este lugar… —Una idea llega a mi mente, puede que sea algo arriesgado y absurdo pero ahora mismo me da igual— ¿Me llevas al aeropuerto?

—¿Quéee? —pregunta sorprendida

—Necesito un lugar en calma para pensar, lo suficientemente lejos para que no me encuentren, y sé exactamente cual es es sitio.

—Está bien —responde con un suspiro— Levanta de esa camilla, agarra el bolso y vámonos. Antes habrá que pasar por algún sitio para comprarte algo de ropa…

—Gracias de nuevo —le agarro del brazo antes de que abra la puerta de la habitación para emprender el rumbo—, quiero que sepas que te agradezco en el alma que siempre hayas sido una amiga de verdad.

Ella me sonríe con ternura, me da un beso en la mejilla y reanudamos la marcha.


La neblina se arremolina a mi alrededor mientras avanzo con calma. A los lados del camino se distribuyen pequeñas pozas con carteles que indican su nombre. Todas tienen apodos graciosos y algo fatalistas, como esa del "estanque del hombre ahogado". Tomo aire lentamente y me empapo de lo que alcanzo a ver del paisaje. Una gran emoción me embarga. Es un sentimiento agridulce, siempre quise venir aquí pero era un sueño compartido.

Sigo adelante teniendo cuidado de no pisar en falso, cuando ya llevo recorridos varios metros la niebla se despeja y un imponente edificio tradicional me da la bienvenida. Lo que antes era un lugar de entrenamiento en artes marciales, para las tribus locales, se ha convertido en un Spa de lujo para turistas ávidos por dormir en un sitio que es leyenda ¡Qué ironía!

Un hombre grande y calvo, con una graciosa gorra militar, me hace una reverencia y me abre la preciosa puerta de madera labrada de la entrada. Avanzo hacia recepción para registrarme. Allí hay una simpática chica llamada Plum que me da la bienvenida.

—Buenas tardes, querría saber si tienen habitaciones disponibles —Sé que ha sido muy arriesgado venir a la aventura sin reservar con antelación pero tenía tantas cosas en la cabeza que me acabo de dar cuenta de ese paso tan imprescindible. Le dedico a la chica una sonrisa excusándome—. Ha sido una decisión de último minuto…

—No se preocupe —Me sonríe de vuelta mientras empieza a teclear con premura en el ordenador—. Tiene suerte, justo acaban de dejar disponible una suite y no tenemos prevista su ocupación hasta dentro de dos semanas, ¿le vale?

—Sí por favor.

—Genial, pues si es tan amable de decirme su nombre para el registro.

Me quedo callada un instante, en el aeropuerto tuve que dar todos mis datos para el billete ya que lo comparaban con el pasaporte. No me hizo mucha gracia porque podrían rastrearme pero Ranma es rico, no James Bond, por lo que no podría acceder a ese registro sin una orden o algo…o eso me dijo Akari para calmarme. Pero ahora no tengo ese problema así que…

—Saotome, Shampoo Saotome —le digo sin apenas pensarlo.

—Está bien, bienvenida Sra. Saotome, espero que tenga una feliz estancia en el Spa Jusenkyo —Me vuelve a dirigir una radiante sonrisa mientras llama a un mozo para que coja mi llave y la maleta y me conduzca por el hotel.

El diligente chico, de inquietantes ojos grises, me guía a través de varios pasillos con amplios ventanales al valle intercalados entre delicadas puertas de bambú, hasta detenerse en la que me han asignado. Una vez ingresamos, deposita mi equipaje en una mesa baja y me enseña la habitación que dispone de su propia poza, libre de maldiciones, para mi disfrute. Cuando se va el silencio me engulle de nuevo. No he llorado desde que dejé la capital pero eso no significa que esté bien. El dolor se ha ido dejando solo el enojo. Me enfada haber sido tan tonta como para no haberme dado cuenta de lo que estaba pasando. Ellos obraron mal, no quiero entrar a valorar qué traición fue la peor, pero yo tampoco me libro de la culpa. Cometí el error de acostarme con Ranma sin saber quién era y estando prometida a otra persona y erré también al empeñarme en seguir con Shinnosuke, a pesar de haber dejado de sentir amor real por él hace años. Hay gente que diría que el Karma me ha devuelto con creces mis faltas.

¡Pues que le den al maldito karma! Ahora solo me queda aprender y salir fortalecida de esto…en cuanto a ellos, de momento no quiero dedicarles ni un segundo de mis pensamientos, no se lo merecen. Me relajaré una semanas en este precioso sitio y, cuando vuelva a Japón, lo primero que haré será hacer las paces con mi familia para cerrar esas heridas y luego…

Agarro el albornoz que hay sobre la cama y me marcho rumbo al Onsen. Después de darme un relajante baño, decido aprovechar la estupenda selección de masajes del lugar. Una simpática chinita de cabello pelirrojo elimina todas mis preocupaciones con sus hábiles manos y deliciosos aceites esenciales. Tras comer una opípara cena decido acostarme temprano.

Ha sido un día muy largo y estresante, desde que Akari me dejó en el aeropuerto, a última hora de noche, he soportado varias horas de espera en una incómoda silla hasta que saliese el primer vuelo rumbo a China, más luego un pequeño trayecto en tren hasta un pueblo situado a las faldas de las Montañas de Bayan Har y otro más largo en autobús hasta este recóndito lugar que solo tiene acceso de esa forma o en helicóptero para los que pueden permitírselo.

Despierto al día siguiente relajada y feliz …bueno, todo lo que se puede estar dadas las circunstancias. Tras más de 24 horas de angustia y sin pegar ojo, esta noche en Jusenkyo ha sido como un bálsamo para curar mi maltrecha alma.

Me siento en mi terraza privada a degustar el desayuno que me han llevado a la habitación, mientras observo el precioso paisaje que se extiende a mi alrededor. Al cabo de un rato, la curiosidad se apodera de mí y no puedo evitar revisar mi teléfono móvil, que apagué en cuanto me subí al avión. Tengo 17 llamadas perdidas del adúltero y solo 5 del embustero. La última que he recibido hace poco menos de una hora fue del primero mientras que la última hecha por Ranma fue ayer a mediodía. Cuando estoy a punto de apagar el aparato empieza a repicar, es Shinnosuke de nuevo. Lo dejo sonar mientras me doy una larga ducha. Cuando lo vuelvo a tener en mis manos aprovecho para llamar a Akari.

—Akane ¿cómo estás? ¿llegaste bien?

—Si, todo está bien tranquila. El viaje fue algo pesado pero mereció la pena ¡esto es increíble! ahora me encuentro muy relajada y en calma.

—Me alegro por ti…no quise llamarte ayer para no agobiarte pero tu ex vino anoche a casa y estuvo aporreando la puerta bastante rato.

—Lo siento mucho Akari.

—No te preocupes, le lancé un cubo de agua fría desde la ventana y le amenacé con que lo siguiente sería una maceta. Creo que entendió el mensaje.

—Ja, ja, ja —no puedo evitar reír con ganas al imaginarme toda la situación— ¡esa es mi amiga!

—¿Cuándo piensas regresar? No creo que ese idiota vuelva a buscarte por lo que mi casa ya es un lugar seguro para que te quedes —asegura con humor.

—Gracias pero en principio me quedaré aquí unas semanas para desconectar. No quiero tener que pensar en nada. Igual después de unos días lo hago pero ahora mismo solo quiero disfrutar del momento. Luego ya veré.

—Me parece estupendo. Bueno, me tengo que marchar a trabajar. Disfruta y descansa mucho…y llama cuando puedas.

—Tranquila lo haré, gracias por todo. Adiós.

Apago el teléfono de inmediato y termino de arreglarme. Cuando estoy cogiendo el bolso oigo que tocan a la puerta. Mi corazón da un vuelco y se acelera deseando que sea él…pero no tiene sentido, debe ser el servicio de habitaciones que pasa a retirar lo que quedó del desayuno.

Con una fingida sonrisa me acerco a abrir, pero me congelo con el tirador en la mano nada más hacerlo.

—Tú …¿Qué haces aquí? ...¿Cómo me encontraste?

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¡Hola a todos! Aquí tenéis el siguiente capítulo. Sé que muchos queríais una reconciliación rápida pero le han hecho mucho daño así que, por lo menos, que Ranma sufra unos días.

A todos los que creísteis que Akane estaba embarazada, lamento quitaros la ilusión. Jamás pretendí que el desmayo fuese algo más que el resultado del estrés acumulado. Es más, de estar embarazada sería de Shinno ya que con Ranma siempre uso preservativo, aunque solo lo describiese explícitamente en el primer encuentro...y como no me apetecía lo primero y el desmayo suscitó esos comentarios, decidí añadir esos párrafos en los que Akane explica a Akari la imposibilidad del mismo añadiendo mete dos barrera por todos lados.

El siguiente capítulo, en principio, sería el último a menos que quede lo suficientemente largo como para partirlo en dos. Luego ya solo quedaría el epílogo, que tengo semi escrito, y será desde la perspectiva de Ranma.

Ya sabéis que agradezco en el alma todos los comentarios y que me hace mucha ilusión recibirlos, pero me gustaría aclarar un par de cosas:

En primer lugar no hago fan service, esta historia la tengo pensada y estructurada desde hace un año y no voy a cambiar nada por mucho que alguien me lo pida. Lo único que he hecho fuera de mi guión ha sido añadir la parte sobre la imposibilidad del embarazo de Akane, o las escenas del sexting del primer capítulo, que fueron recomendación de mi beta. Pero nada de eso varió en sí la historia.

En segundo lugar, y ya dirigiéndome a un usuario en concreto, si no te gusta el fic eres libre de NO leerlo pero por favor deja de hacer comentarios sarcásticos e hirientes de cada capítulo (quiero pensar que esto último lo haces sin darte cuenta) Y no se qué manga leíste tú, pero yo compré el mío cuando salió la primera edición en mi país a finales de los 90 y te aseguro que no estoy confundida con respecto a la aparición de Shinnosuke en el tomo 25. Pero como hay opiniones para todo y respeto la tuya, me guste o no, lo único que te pido es que dejes de comentar. Ante todo respeto y educación por los que hacemos esto de manera gratuita.

Al guest que me ha comentado hace poco más de una semana. Me alegra que la historia te haya gustado y te agradezco tu apunte sobre que Soun no impediría a Kasumi casarse con Tofu. No me importa que sea algo puntilloso, se que el Sr. Tendo seguramente no lo haría pero esto es un AU y, por tanto, puedo hacer que los personajes sean ligeramente OOC. En caso contrario Shinno tendría pérdidas de memoria y Akari estaría loca por los cerdos. Los únicos que he procurado que conserven, en la medida de lo posible, la personalidad del manga son los protagonistas. De todos modos en ningún momento escribí que Soun estuviese en contra de esa boda, solo de la relación inicial cuando su hija tenía 16. Lo que es una reacción normal de un padre con el primer novio de su primogénita, y mas si hay tanta diferencia de edad. Y ya se que en Japón esa es una edad en la que las mujeres pueden casarse con consentimiento de los padres, mi madre tiene una amiga amiga japonesa que tuvo un matrimonio pactado con esos años… pero como he dicho anteriormente, agradezco mucho tu opinión, sobre todo porque está hecha con respeto.

A todos los demás muchísimas gracias por vuestros maravillosos reviews y vuestras divertidas opiniones y dudas. Me he reído mucho con algunas y agradezco poder ver la historia desde vuestra perspectiva. Aunque estoy teniendo problemas en recibirlos, al final conseguí leerlos todos entre los que me llegan por correo y los que se publican directamente en la página. Ya sabéis que siento no poder responderlos personalmente pero prefiero dedicar mi escaso tiempo libre a escribir los capítulos y terminar el fic.

Y por último no podía faltar dar las gracias a mis queridas Betas SakuraSaotome y LumLumLove por sus sugerencias, correcciones ortográficas (lo de las tildes se me da fatal) y charlas absurdo-divertidas. Estoy deseando que nos juntemos aprovechando las vacas, a poder ser más tiempo que la vez anterior.

Un abrazo para todos y espero poder actualizar pronto.

Luz