CAMINO DISTINTO
Capitulo Ocho
Visitas Inesperadas
- En realidad fue penoso lo que ocurrió.
- Si, pero aún así saliendo de él no me sorprende.
- Aún así tus amigos no se habían topado con él desde hace mucho tiempo y tu esposo se siente todavía mal por no haber estado ahí.
- Lo se pero creo que él ya se había tardado en aparecer, sabes que tiene cierta atracción por poner las cosas peor de lo que están.
- Por eso su destino se ha cumplido, después de que su herencia madure un poco, y luego no hay nada más que hacer.
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- ¿Dónde está mi madre?- dijo Sebastián mientras Naste le servían el desayuno
- No ha salido de su recamara señor- respondió ésta.
- ¿Ni mi papá?
- No tampoco él señor.
- Que raro- dijo Harry- mmm bueno ¿Qué vamos a hacer éste día?
- No se, no podemos agarrar las escobas, así que nos quedan pocas opciones.
- Es cierto, pero tal vez podamos inventarnos algo o tal vez podamos fugarnos en las escobas.
- ¿Estás loco Sebastián? No quieres volver a ver a tu escoba o ¿que estas pensando?
- Tiene razón Harry- dijo Piliph entrando al comedor con cara de dormido- es una mala idea
- ¿Lo vez?- le dijo- y eso que Piliph es el de las malas ideas.
- Es cierto- dijo Piliph sentándose a un lado de él –
- ¿Le sirvo el desayuno joven?- le preguntó Naste
- Si por favor- dijo- ¿Haz visto a mi hermana?
- Desayunó temprano y se fue a su habitación otra vez.
- Ah bueno- dijo encogiéndose de hombros. Dejaron que Naste se fuera para comenzar a hablar otra vez.
- Solo estaba bromeando- les dijo Sebastián- supongo que lo único que nos queda es ir afuera.
- Si creo que si.
- Buenos días- dijo Sirius entrando a la cocina.
- Hola padre- le dijo con una sonrisa- ¿tan mal les fue en la fiesta?- dijo viendo el aspecto de su rostro-
- No – dijo Sirius- es solo que volvimos muy noche y aún no me repongo
- ¿Le sirvo el desayuno señor?- le dijo Naste.
- No solo le llevaré un jugo a Isabela no se siente muy bien- Sirius se sentó en una silla- y ¿qué hicieron anoche?
- Nada interesante- dijo Harry- Holly nos estuvo leyendo historias.
- Historias ¿de que?
- De lo normal tío- dijo Piliph- personas muertas, lo que puede pasar cuando te pones la varita en el lugar equivocado nada que no usemos hasta que entremos a Hogwarts
- Aquí esta el jugo señor- dijo Naste poniéndolo en la mesa.
- Créeme Piliph- dijo Sirius - esas cosas te sacan de apuros en el momento menos pensado - dijo yéndose.
- Hey yo no siempre tengo las malas ideas- dijo Piliph
- Si claro- le contestaron Harry y Sebastián..
Sirius agarró el jugo y subió las escaleras y abrió la puerta de su habitación. Isabela estaba sentada en un sillón en una equina del cuarto- Hey, te traje algo- Isabela miraba por la ventana y Sirius se acercó a ella.
- Es jugo- lo puso en un mueble que estaba cerca- ¿Cómo estás?...- se hinco y tomó su mano- valla que pregunta... lo siento, no debí preguntar, fue tonto, es como esa clase de preguntas que haces y no tienen una razón lógica como ¿Dónde se te perdió? O ¿Ya llegaste? Cuando estas en el lugar...- Isabela volteó a verlo- Si lo se... lo siento, me callo es que no me gusta verte así, no fue tu culpa ¿si?
- A veces puedes llegar a ser muy incoherente ¿sabes?- dijo riéndose.
- Está bien si te hace reír.
- Que tonto eres- le dijo levantándose.
- ¿Estás bien?
- Si es solo que ese idiota me saca de mis casillas, y... tú sabes, pero estoy bien no te preocupes.
- Tengo que ir al ministerio pero si quieres me puedo quedar contigo.
- No vete tienes que trabajar.
- ¿Vas a salir?
- Si voy a San Mungo.
- ¿A que¿Te sientes mal?
- No solo son cosas hormonales, nada importante.
- Está bien me voy a bañar ¿quieres acompañarme?- dijo poniendo cara seductora
- No, voy a ver a mi hijo y me voy.
- Sebastián está bien – dijo tomándola por la cintura.
- Te vas a quedar con las ganas- dijo besándolo- hasta que regreses de trabajar- dijo
- ¿Qué no!- dijo siguiéndola- las personas normales se quedan con las ganas pero no puedes dejar al coronel Black así.
- El coronel Black va a tener que esperar- dijo saliendo de su cuarto- hasta la noche.
---------
- Va a salir señor
- Si Holly
- Quiere comer algo- dijo Holly detrás de él- Es mas temprano de lo común y no le tenia el desayuno listo- dijo algo nerviosa.
- Es que primero voy a hacer una visita.
- Pe... Pero señor.
- Hazlo.
- Si.
- Ya me voy- dijo James saliendo de la casa y desapareciendo y reapareciendo en una isla donde un enorme edificio se levantaba, con sus paredes altas y grises, la prisión de Azkaban se levantaba frente de James. Hacía mucho que él no iba a visitar a aquel que había creído que era su amigo. Se acercó a la enorme puerta de madera vieja y algo podrida por la humedad y la abrió, en aquel vestíbulo solo había un hombre de piel blanca con ojeras y con aspecto de no haber salido de aquel lugar desde hacía bastante tiempo. El frío de aquel lugar comenzaba a calarle en los huesos a James, pero trataba de no darle importancia.
- Hola Ahriman,- dijo James al hombre que estaba sentado en un escritorio
- Ah señor Potter- dijo con una extraña sonrisa.
- Deja la hipocresía por un lado, sabes a lo que vengo- Ahriman dejo de sonreír y abrió la puerta que tenía al lado.
- Necesita que lo acompañe¿señor?- Ahriman miró a James con desprecio
- Conozco el camino...- no me arriesgare a que me ataques por detrás, lo que te encantaría. James siguió caminando hasta llegar a una celda donde había un hombre que estaba en una esquina temblando.
- Hola Peter- Peter no se movió solo quedó dónde estaba.
---------
- Hola Holly- dijo Harry saliendo de la chimenea y haciendo que ésta se exaltara- uy perdón solo vengo por ropa
- El señor James se ha ido- le dijo algo alterada
- ¿A dónde?
- El señor no lo dijo... solo dijo a Holly que iría a hacer una visita
- Ammm... bueno ni modo
- El señor Potter también me dijo que puede cumplir después tu castigo y que puede pasar todo el día en la casa del señor Sebastián
- Genia!- dijo Harry- subiendo las escaleras
- Otra cosa señor- dijo Holly deteniéndolo en el segundo escalón- el señor Potter quiere que esté listo para cuando él regrese
- Te dijo a dónde vamos a ir?
- No señor, pero quiere que use ropa muggle
- ¿Ropa muggle?- Harry había regresado a la casa de Sebastián,- no pensarán que es para...
- No se Sebastián- contestó Harry- pero en realidad ¿crees que nos exiliarán con los muggles?
- Posiblemente- Piliph miraba el libro que la noche anterior Holly había estado leyéndoles- esto no puede ser posible
- Tienes razón nos estamos dejando llevar,- dijo Harry- tal vez estamos exagerando las cosas
- No eso no, no puede ser que alguien que fue atacado por una mantícora sobreviva para contarlo
- Pero es que se pudo... ¿que importa eso ahora?
- Ustedes dos están exagerando- dijo Sebastián- en realidad creen que nuestros padres nos llevarán con los muggles? Ni si quiera nos dejan jugar con escobas de verdad, seguimos usando esas cosas que no tienen velocidades
- Que no nos dejan usar...- dijo Piliph sin dejar de ver el libro
- No suben más de dos metros de altitud...
- A las cuales no podemos acercarnos...- volteó el libro al revés
- Y que son sumamente leeentas...
- Las cuales extrañamos mucho...
- En fin, usen el sentido común, la verdad es que no están pensando con claridad.
- supongo que tienes razón- dijo Harry quien era un poco escéptico al pensar que el único que pensaba claro en aquel momento era él.
- Buen pues mientras sea una cosa o la otra, tenemos otras cosas que hacer
- Supongo que si- dijo Harry- voy a mi casa, creo que mi papá ya va a llegar y tengo que... ammm prepararme para eso
- y ponte una gorra al revés- le dijo Piliph detrás de su libro el cual no había volteado al derecho
- ¿Gorra?- dijo Harry mirando la cubierta del libro- ¿qué es eso? Y ¿por qué me la pondría a revés?
- Es un sombrero muggle, te va a hacer lucir muy cool o chic, como quieras, por tu forma de la cara y te tapa tu cabello
- ¿qué?... bueno no importa- dijo mirando a Sebastián quien tenía la misma cara que Harry- ya me voy
- Suerte- le dijo Sebastián mirando aún a Piliph con extrañeza- la vas a necesitar
Harry entró a la chimenea haciéndole una sonrisa sarcástica a Sebastián. Apareció en su sala la cual estaba sola en aquel momento. Subió por las escaleras hasta su cuarto donde estaba Holly.
- El señor Potter dijo que escogiera su ropa que está en el cuarto de arriba- dijo con cara sombría- el señor debe traérsela a Holly para que pueda alistarla- ella se retorcía las manos en el pequeño pañuelo de cocina que traía en las manos
- ¿Qué pasa?
- Holly quiere preguntarle algo señor, pero no se atreve piensa que el señor lo verá como una indiscreción, señor
- Sabes que eres como de la familia, puedes preguntar lo que quieras
- Holly agradece al señor que haga sentir de esa manera a Holly, y ella quiere preguntar si el señor sabe a donde lo llevará el señor y por que quiere que use ropa de muggle
- No lo sé- dijo Harry- pero estoy seguro de que mi padre irá conmigo- dijo Harry adivinando a lo que se refería .
- Disculpe a Holly señor-
- No hay problema- dijo Harry con una sonrisa- ahora voy a arriba.
Harry subió las escaleras una vez mas hasta llegar a una habitación donde había cajas llenas de polvo y cosas viejas, en cuanto entró sintió un olor a lo que huelen las cosas cuando están demasiado tiempo guardadas, un espejo roto estaba al final, retratos de gente que Harry pensaba debían ser sus antepasados, aunque éstos no se movían, su padre decía que era preferible dejarlos así, de esa forma no se tiene una idea errónea de la gente que ya murió que vive en esos cuadros.
- Hola Holly- dijo Harry saliendo de la chimenea y haciendo que ésta se exaltara- uy perdón solo vengo por ropa.
- El señor James se ha ido- le dijo algo alterada.
- ¿A dónde?
- El señor no lo dijo... solo dijo a Holly que iría a hacer una visita.
- Ammm... bueno ni modo.
- El señor Potter también me dijo que puede cumplir después tu castigo y que puede pasar todo el día en la casa del señor Sebastián.
- Genia!- dijo Harry- subiendo las escaleras.
- Otra cosa señor- dijo Holly deteniéndolo en el segundo escalón- el señor Potter quiere que esté listo para cuando él regrese.
- Te dijo a dónde vamos a ir?
- No señor, pero quiere que use ropa muggle.
- ¿Ropa muggle?- Harry había regresado a la casa de Sebastián,- no pensarán que es para...
- No se Sebastián- contestó Harry- pero en realidad ¿crees que nos exiliarán con los muggles?
- Posiblemente- Piliph miraba el libro que la noche anterior Holly había estado leyéndoles- esto no puede ser posible.
- Tienes razón nos estamos dejando llevar,- dijo Harry- tal vez estamos exagerando las cosas.
- No eso no, no puede ser que alguien que fue atacado por una mantícora sobreviva para contarlo.
- Pero es que se pudo... ¿que importa eso ahora?
- Ustedes dos están exagerando- dijo Sebastián- ¿en realidad creen que nuestros padres nos llevarán con los muggles? Ni si quiera nos dejan jugar con escobas de verdad, seguimos usando esas cosas que no tienen velocidades.
- Que no nos dejan usar...- dijo Piliph sin dejar de ver el libro
- No suben más de dos metros de altitud...
- A las cuales no podemos acercarnos...- volteó el libro al revés
- Y que son sumamente leeentas...
- Las cuales extrañamos mucho...
- En fin, usen el sentido común, la verdad es que no están pensando con claridad.
- supongo que tienes razón- dijo Harry quien era un poco escéptico al pensar que el único que pensaba claro en aquel momento era él.
- Buen pues mientras sea una cosa o la otra, tenemos otras cosas que hacer.
- Supongo que si- dijo Harry- voy a mi casa, creo que mi papá ya va a llegar y tengo que... ammm prepararme para eso.
- y ponte una gorra al revés- le dijo Piliph detrás de su libro el cual no había volteado al derecho.
- ¿Gorra?- dijo Harry mirando la cubierta del libro- ¿qué es eso? Y ¿por qué me la pondría a revés?
- Es un sombrero muggle, te va a hacer lucir muy cool o chic, como quieras, por tu forma de la cara y te tapa tu cabello.
- ¿qué?... bueno no importa- dijo mirando a Sebastián quien tenía la misma cara que Harry- ya me voy.
- Suerte- le dijo Sebastián mirando aún a Piliph con extrañeza- la vas a necesitar
Harry entró a la chimenea haciéndole una sonrisa sarcástica a Sebastián. Apareció en su sala la cual estaba sola en aquel momento. Subió por las escaleras hasta su cuarto donde estaba Holly.
- El señor Potter dijo que escogiera su ropa que está en el cuarto de arriba- dijo con cara sombría- el señor debe traérsela a Holly para que pueda alistarla- ella se retorcía las manos en el pequeño pañuelo de cocina que traía en las manos
- ¿Qué pasa?
- Holly quiere preguntarle algo señor, pero no se atreve piensa que el señor lo verá como una indiscreción, señor.
- Sabes que eres como de la familia, puedes preguntar lo que quieras.
- Holly agradece al señor que haga sentir de esa manera a Holly, y ella quiere preguntar si el señor sabe a donde lo llevará el señor y por que quiere que use ropa de muggle.
- No lo sé- dijo Harry- pero estoy seguro de que mi padre irá conmigo- dijo Harry adivinando a lo que se refería.
- Disculpe a Holly señor-
- No hay problema- dijo Harry con una sonrisa- ahora voy a arriba.
Harry subió las escaleras una vez mas hasta llegar a una habitación donde había cajas llenas de polvo y cosas viejas, en cuanto entró sintió un olor a lo que huelen las cosas cuando están demasiado tiempo guardadas, un espejo roto estaba al final, retratos de gente que Harry pensaba debían ser sus antepasados, aunque éstos no se movían, su padre decía que era preferible dejarlos así, de esa forma no se tiene una idea errónea de la gente que ya murió que vive en esos cuadros.
---------
- ¡Piliph!- Francis un poco atareada- ¿dónde estás! Ese niño no ha dado nada de lata desde que regresó de la casa de Isabela- dijo subiendo las escaleras- ¡Piliph ven acá!- abrió la puerta de su habitación en la cual no estaba- OH por Dios no quiero saber lo que estará haciendo ¡Piliph Alexander Lupin¡Donde estas!- un poco mas delante de donde ella estaba se abrió la puerta.
- ¿Qué pasa madre?- dijo asustado.
- ¿Qué estas haciendo jovencito?- dijo caminando hacia el estudio dónde estaba él.
- Nada- dijo sinceramente.
- ¿cómo que nada¿Que haces aquí?
- Veo...
- ¿Cómo¿Que vez?- dijo entrando al despacho.
- Fotos- dijo enseñándole un libro con ilustraciones.
- Pe... –Francis se quedó viéndolo- ¿no estabas haciendo otra cosa?
- No.
- bien- dijo algo contrariada- ve a tu cuarto y alístate.
- ¿Por qué vamos a salir?
- No solo alístate- Francis no sabía lo que era pero había algo que le decía que todo debería estar en orden, era una corazonada algo que no la dejaba estar en paz. Cruzó el pasillo y abrió la puerta del cuarto de Roxan quien estaba lista ya y poniendo unas cosas en su lugar
- ¿Madre?
- ¿También lo sientes?
- Es como un presentimiento.
- Lo se es normal en las mujeres del lado de mi familia.
- ¿Quién es...?
- No lo se... pero no te inquietes- Francis trató de tranquilizar a su hija aunque ella no lo estuviera, Remus se había ido esa noche y no sabía hasta cuando se iba a ir ese presentimiento mientras tanto todo en la casa estaba funcionando parecía que todos los utensilios que había en la casa tenían vida propia y Francis los manipulaba. Estaba preocupada por él, según le había dicho regresaría por la tarde, pues bien, ya era tarde y aún no sabía nada de él, al menos sabía dónde contactarlo por si algo pasaba. Aunque ella no sabía lo que era, estaba casi segura de que no sería agradable.
---------
James apareció en frente de su casa, el día se había tornado soleado y parecía todo era perfecto, sin embargo en cuanto entró en la casa sintió que algo no estaba bien, se apresuró a encontrar a Harry quién estaba en la estancia sentado en frente de la chimenea vestido como muggle ya.
- Ya llegue hijo.
- Hola padre- dijo con su tono de voz normal- ya me vas a decir por que me hiciste vestir de esa manera.
- No, todavía no - dijo sonriendo igual que el, aunque sabía que quería disfrazar aquel sentimiento verdadero con el que mostraba- ¿estás listo?
- Si.
- ¿Está todo bien?- dime lo que pasa.
- Si ¿por qué?- no quiero hablar de eso.
- Simple curiosidad- puedes confiar en mí.
- todo esta perfecto- quisiera saber más.
- ¿Seguro?- no trates de tapar así tus sentimientos.
- Seguro- dijo sonriendo.
- Vámonos entonces.
- Adiós madre- dijo viendo el retrato y caminando hacia la puerta. En ese momento James supo que estaba en lo correcto algo había pasado o será solo que ¿es tiempo de que sepa algo?... Harry se paró frente la chimenea.
- Al Caldero chorreante.
- Caldero chorreante?- dijo Harry ¿pe…
- No hagas preguntas- dijo James.
- Como tú digas.
Harry y James aparecieron en el caldero chorreante, Tom el tabernero limpiaba los vasos detrás de la barra. Harry iba a caminar hacia la parte trasera de la taberna, pero James lo detuvo.
- no vamos hacia allá- le dijo sonriendo- vamos por allá- dijo señalando la puerta de salida
- ¿Qué?
- Camina hijo - dijo empujándolo por la espalda con algo de dificultad - ah, espera- dijo haciendo un ademán con la varita y su túnica desapareció y a su vez apareció muggle- ahora si - salieron y Harry siguió a su padre en silencio sin dejar de pensar en lo que decía Piliph y Sebastián y cuestionarse si tanto pelear con magos tenebrosos habría hecho mal a su padre. Al fin llegaron a un edificio muy grande en el que había mucha gente muggle, Harry no se sentía cómodo por eso, por que sabía que no podía hablar de nada sobre su mundo, pero después de entrar al edificio con su padre no aguantó mas pues todas las cosas que veía eran totalmente extrañas.
- Por qué me trajiste aquí padre- dijo Harry con extrañeza y un poco de disgusto- está lleno de muggles.
- Lo se y no pongas esa cara por que vamos a seguir viniendo, hasta que aprendas las costumbres de ellos.
- Pero ¿por que?
- Baja la voz Harry- le dijo mirando a todas partes y sentándose en una banca- esto lo teníamos planeado desde hace mucho tu madre y yo, tu madre te iba a enseñar todas las costumbres muggles por que sus padres lo eran, pero ahora que ella no esta pensé que lo mejor era que te trajera aquí...- Harry quien había escuchado atentamente a su padre no se contuvo mas y lo interrumpió.
- Pero ¿para que voy a querer yo aprender las costumbres muggles?
- Está bien te lo diré si prometes no ponerte como loco, y que no vuelvas a gritar.
- Lo prometo... no lo haré.
- Te estaré trayendo aquí por que el próximo septiembre iniciarás las clases en una escuela muggle.
- ¿Que!
- Baja la voz- dijo James- si tú, Sebastián, Piliph y Roxan, estarán en una escuela el próximo septiembre y no hay nada que hacer.
- Pee... pero ¿que hice?
- No hiciste nada Harry- dijo James riéndose de él - esto no es una castigo por que hallas hecho algo.
- Entonces por que... si yo no quiero, no se nada acerca de los muggles son demasiado extraños dicen que usan elecitidad para dar luz y que sus aparatos funcionen.
- Es electricidad, y si ya se que son extraños pero en una de sus escuelas vas a aprender muchas cosas mas que solo cosas "extrañas" como dices, además recuerda que no vas a estar solo, los demás te acompañarán.
- Pero padre...- Harry no sabía que decir para convencerlo de que era una mala idea- ¿sabes que ellos se hacen pasar por magos y que solo son trucos? Eso esta... esta, pues... mal...
- No te puedes tomar en serio eso por que ellos solo lo toman a juego, todo lo que no pueden explicar les quedan dos opciones, verlo como un chiste o temerle.
- No me gusta la idea.
- Lo se hijo... pero es necesario entiéndelo - Harry asintió - a demás no es tan malo, aquí hay muchas cosas con las cuales puedes divertirte.
- Si tu lo dices - dijo viendo a los lados cinco personas conocidas estaban caminando hacia ellos dos- Padre...
- ah ya llegaron, bien, bien.
- Am- Harry vio a Piliph, quién traía algo en la cabeza lo que creía Harry era una gorra, pero parecía no molestarle nada, como era común cada vez que algo así pasaba, junto a él estaba Roxan quien se veía algo contrariada apuesto que ella no pensó que ella también sería partícipe de esto dijo entre sí Harry riéndose y por último Sebastián quién si se veía mas molesto que los demás, estaba con los brazos cruzados y el seño fruncido caminando delante de los demás.
- ¿Ya sabes la grandiosa idea?- le dijo cuando llegó.
- Si.
- Genial como si no tuviera tantas cosas por la cuales preocupare encima de todo tengo que venir con todos estos muggles a aprender sobre ellos como si fueran tan inteligentes.
- Sebastián - dijo Sirius - deja de ser tan melodramático y ponte en paz, vas a hacer lo que te dije y lo vas a hacer bien y con gusto.
- Lo voy a hacer, y medianamente estoy pensando en hacerlo bien, pero no me pidas que lo haga con gusto.
- Es suficiente para mi jovencito - dijo Sirius poniéndole punto final a la discusión
- Bien ya son las tres de la tarde - dijo Remus viendo un enorme reloj en la pared - será mejor que comamos ya, han de tener hambre.
- Padre- dijo Roxan, con su tono usual de voz- ¿qué es aquí?
- Esto se llama centro comercial, la gente viene aquí a divertirse, comprar cosas, como ropa, comida y todo eso.
Llegaron a un lugar para comer donde había juegos, una señorita les dio las cartas para que pidieran comida.
- ¿Qué es esto?- dijo Sebastián.
- Comida- le contestó Sirius.
- Padre - dijo elocuentemente - no soy ningún experto culinario ni nada, pero esto no parece comida normal.
- mejor cierra la boca y pide algo al azar- le contestó.
Mientras que en seguida de él Piliph se había comenzado a reír mientras miraba a todos
- ¿De qué te ríes?- le preguntó Harry.
- Que graciosos nos veos todos con esta ropa- Todos incluso Sebastián se rieron también
- Supongo que si - dijo Remus - todos nos vemos muy graciosos.-
- ¿Les tomo la orden?- les dijo la mesera.
---------
- Señora le tenemos buenas noticias- le dijo una sanadora en San Mungo - está embarazada.
- No - dijo Isabela.
- Si.
- ¡Ay no!
- Señora... por eso entiendo que esto no fue planeado.
- ¿Planeado? Claro que no fue planeado... usted no sabe como fue mi primer embarazo, me pongo insoportable, mas aún de lo normal.
- Pero supongo que le alegra la noticia - dijo con perspicacia.
- Si claro que me alegra - dijo tocándose el vientre - solo que fue un tanto sorpresivo.
- Entonces le recomendamos que nos visite cada mes por lo menos para ver como va su hijo ahora se puede ir, valla a darle la buena noticia a su marido.
- estoy segura de que le va a encantar.
Isabela imaginó que no iba a estar en la casa todavía así que fue primero a Diaggon
- Bien pequeño vamos a comprarte algunas cositas ¿si?-
---------
- Ya llegamos- Remus cargaba en brazos a Roxan y con la otra mano agarraba la mano de Piliph - ¿Francis?
- Que bueno que están aquí- dijo agarrando a Roxan- ¿cómo les fue?
- Fue muy divertido madre había mucha elecitidad...
- Electricidad - le corrigió Remus.
- Y muchos niños, y jugamos con cosas y así y…
- Bueno creo que no fue desagradable después de todo - dijo viendo a Roxan - voy a subir a Roxan a su cuarto ¿te encargas de Piliph?
- Si claro- Francis subió al cuarto de Roxan con ella en los brazos.
- ¿Aún lo sientes hija?
- Si madre, en el centro comercial, no era tanto, pero ahora si.
- Es que allá había muchas cosas con que entretenerte, pero no te preocupes... cámbiate de ropa y acuéstate.
- Está bien madre, buenas noches
- Buenas noches hija - dijo cuando estaba en la puerta - no dejes que ese presentimiento se apodere de ti, si eso va a ser parte de ti tienes que controlarlo- Roxan asintió. Francis salió y cerró la puerta, al lado contrario del pasillo Remus salía del cuarto de Piliph.
- ¿Cómo te fue con ellos?- de dijo Roxan dándole un beso en la mejilla - batallaste con Piliph?
- No, bueno estaba maravillado con todas las cosas que veía, y sabes que Roxan se sabe cuidar ella sola, hasta estuvo hablando con unas niñas de su edad.
- ¿En serio? Valla... creo que le hace bien salir de vez en cuando a esos lugares.
- Creo que si ¿pasa algo contigo?- dijo Remus.
- Tengo un presentimiento de que algo va a pasar.
- ¿Y no sabes lo que es?
- Si lo supiera ya no fuera presentimiento- dijo riéndose.
- Mañana pienso volver a Omsk, hubo cosas que no pude finalizar.
- ¿Qué? No puede ser Remus- dijo suspirando y bajando la cabeza.
- Entiende solo será un día, luego regreso- dijo abriendo la puerta de su habitación.
- No es que sea solo un día, ya estoy harta de que esto este pasando.
- Entiende que es solo por los niños.
- Pero Remus ya no quiero que te vallas.
- Es necesario - dijo abrazándola - es mas te prometo que vuelvo en unas pocas horas.
- Me estoy cansando de esto.
- Estoy cerca ya verás que esto se acabará rápido.
---------
Sirius estaba sentado en un sillón frente a la chimenea cuando la puerta principal se abrió Isabela entró con varias bolsas en las manos.
- ¿En dónde estabas?- dijo algo molesto.
- Fui a San Mungo, te lo dije.
- ¿y te tardaste todo el día?
- B...bueno es que fui a hacer otras cosas.
- y ¿que clase de cosas hiciste exactamente?- dijo alzando un poco la voz.
- No me levantes la voz Sirius, te dije que iba a ir a San Mungo.
- Si, claro, Naste me dijo que no has regresado en todo el día ni siquiera para comer.
- ¿Por qué le crees mas a esa esta estúpida que a mi?
- Por que, por lo menos ella no me miente.
- No te atrevas a compararme con esa idiota, Sirius ¿qué te pasa? No te soporto de esa manera.
- ¿tú no me soportas a mí? Y ¿como crees que estoy yo, te fuiste todo el día, no hubo nota, mensaje, lechuza nada... y encima ¿no me soportas?
- Solo fui a comprar una cosas después de que fui a san Mungo, quería comer allá así que me senté en un restauran y comí y eso es todo- dijo levantando la voz.
- y ¿con quién fuiste?- Isabela se quedó seria mirando incrédula a Sirius.
- Claro que fui sola¿Con quién querías que fuera, Si ese es todo el problema te carcome la existencia ¿verdad? pensar si quiera que ande con otro que no seas tu, y te voy a preguntar algo ¿crees que soy una cualquiera, por que para cualquiera tu maldita protegida que tenemos en MI casa quien se te hecha encima cada vez que puede, y tu, te haces el idiota por que sabes que te encanta.
- Tú sabes que eso no es cierto- dijo Sirius, tratando de serenarse.
- Claro que es cierto¿Crees que no me doy cuenta como te mira y como se te insinúa? Si por mi fuera ella ya se hubiera ido desde hace mucho.
- Es solo tu imaginación, sabes que a la que amo es a ti- dijo acercándose para abrazarla
- Ni se te ocurra- dijo dando un paso atrás- que poca cosa ¿verdad? Crees que soy una cualquiera…
- N…no claro que no- dijo Sirius un tanto arrepentido.
- Pues así parece deberías tenerme un poco mas de confianza- dijo retrocediendo- y respeto… y me voy a ir de aquí a ver si así piensas las cosas.
- No te vallas por favor.
- Claro que me voy a ir, pero para acabar con la tradición haremos las cosas un poco distinto esta vez- Sirius se quedó perplejo- ¿sabes que fui a comprar¿Tienes la menor idea?- dijo Isabela y lágrimas de sus ojos comenzaron a caer.
- No- dijo Sirius acercándose.
- Fui a comprar cosas para tu hijo por que estoy embarazada - se dio la vuelta al tiempo de que abrió la puerta y antes de que pudiera resistirse dos brazos la agarraron de la cintura, Isabela agachó la cabeza - me enteré esta mañana - Sirius quitó la mano de ella de la manija y la cerró la puerta de nuevo
- No lo sabía- dijo haciendo que lo viera a la cara.
- Esta no era la forma en que te quería dar la noticia, pero es cierto, es por eso que me tardé tanto...- Sirius la besó en los labios.
- Perdón – le susurró en el oído - perdóname pero es que me preocupé, y ya sabes que soy un poco celoso.
- Lo se.
- Perdóname- dijo pasándole la mano por el vientre- así que... ¿estás embarazada?
- Si- dijo sonriendo.
- Pe...pero- dijo sonriendo él también.
- Lo se, yo también me sorprendí.
- No puedo creerlo- dijo abrazándola- y ésta vez voy a estar contigo hasta el último momento, te lo prometo.
- Más te vale
---------
- Remus regresa ahora- Francis estaba en frente de la chimenea- y la cara de Remus estaba en la chimenea.
- Ya te dije que necesito terminar algunas cosas todavía...
- Necesito que vuelvas lo más rápido posible.
- ¿Qué pasa?
- No lo se solo quiero que estés aquí lo más rápido posible.
- Trataré de estar ahí esta noche.
- No trates, hazlo - Francis miró afuera mientras que Remus desaparecía - ay no, Piliph, Roxan.
- Aquí estamos madre- le respondió Piliph, Roxan movía las manos nerviosamente y se agarraba el largo cabello.
- ya están...
- Listos - la interrumpió Piliph- si igual que hace una hora estamos listos
- bien... bien. ¿Falta algo de poner en su lugar?
- No madre tampoco - le dijo volteando los ojos para arriba- toda la casa está mas limpia de lo común
- Está bien...- Francis pasó la mirada por la sala- y ¿Cómo me...?
- Te vez muy bien madre igual que hace dos horas, cuando nos preguntaste lo mismo, o hace media hora cuando me lo volviste a preguntar en serio díganme ¿qué demonios está pasando? Están muy raras ustedes dos.
- Nada... hijo.
- Es solo que no lo sabemos- dijo Roxan.
-¿Y para eso me hacen que me vista con ésta túnica?- dijo un poco molesto- ¿saben lo incómoda que es?
- Algo va a pasar hermano solo que no sabemos lo que es- Roxan se retorcía el cabello.
- ¡Genial!... mujeres- murmuró entre dientes- por lo menos puedo ir a casa de Harry?
- No quiero que te quedes aquí a demás si usas la red flu te ensuciarías todo de cenizas.
- Pero madre! Que voy a hacer aquí encerrado.
- Pues ver- dijo sarcásticamente- vallan los dos a su habitación y no desordenen nada.
- Si tu lo dices - dijo con resignación comenzando a caminar junto a Roxan - no se por qué hacen tanto escándalo como si fuera a pasar algo importante.
- Ya te dijimos que no sabemos lo que es.
- Cualquier cosa que sea no merece tanto la pena como para dejarme encerrado - dijo metiéndose a su cuarto y cerró la puerta.
- Presentimientos… bah puras tonterías eso es algo completamente ilógico- dijo abriendo el cajón izquierdo de su clóset - dónde lo dejé... ah aquí está Harry Potter, Sebastián Black - dijo frente al su espejo- aparezcan.
- ¿Qué pasa?- dijo Harry al otro lado del espejo.
- Estoy secuestrado en mi propia casa.
- ¿Eso se puede?
- Si, bueno, si alguien entra por la fuerza y nos mantiene aquí en contra de nuestra voluntad, si se puede.
- ¿y eso pasó?
- No.
- Perdón pero no encontraba el espejo- dijo Sebastián tallándose la cabeza- wow que golpe ahora si ¿qué pasa?
- Piliph me explicaba por qué estaba secuestrado en su casa.
- ¿Secuestrado?- Dijo Sebastián extrañado
- Bueno no literalmente, secuestrado.
- Secuestrado- dijo elocuentemente.
- No, no secuestrado Sebastián está bien creo que exageré un poco lo que pasa es que no me van a dejar salir de aquí hasta que se les quite un absurdo presentimiento a mi madre y a mi hermana.
- Bueno creo que tendrías que esperar hasta que eso pase - dijo Harry - he oído que pueden ser reales.
- No tengo otra opción ¿verdad?
- No - dijo Sebastián - pero que es lo que piensan que va a pasar?
- No lo saben.
- Y ¿por que no lo sientes tu también?- dijo Harry - es decir, si viene de familia tendrías que sentirlo ¿no?
- Yo que se- dijo Piliph- han de ser cosas de mujeres.
- O tuviste mala suerte, pero que pasa con nuestros padres ¿creen que pueden arruinarnos la vida así como así?
- ¿Por que lo dices?
- Mi padre no ha olvidado mi castigo - dijo Harry - de hecho tengo que estar ahora con Proud, a demás de que me dijo que llegará mas tarde de lo normal.
- ¿Y que?
- Que ellos acostumbran pasar más tiempo los dos juntos Piliph – dijo Sebastián
- ¿Y que?
- Te lo pondré de una manera mas fácil Piliph- dijo Sebastián- n-o e-s b-u-e-n-o.
- Ah... ya entiendo.
- Así que...
- Pero... pensé que eso no te importaba tanto- dijo Piliph- la otra noche fue a la fiesta y todo, nuestros padres también.
- En realidad no me importa que salga es mejor creo yo, pero ahora es trabajo – dijo Harry- no me agrada tanto, no regresa de muy buen humor.
- Ah.
- También es malo- dijo Sebastián.
- Oh, eso si lo entendí- dijo despreocupadamente- ya veo... pues supongo que si no pasa nada podemos vernos después ¿no?
- No podemos hacer otra cosa-. Los tres se quedaron en silencio un rato.
- Supongo que la idea de la escuela muggle no sería tan mala después de todo.
- Creo que no- dijo Piliph- aunque no estamos seguros de lo que puede pasar.
- Increíblemente y de alguna forma muy extraña tienes razón- dijo Harry- no sabemos lo que nos podemos esperar de esos muggles.
- Tienen maneras muy extrañas de hacer cosas a demás no son muy inteligentes que digamos ¿recuerdan al niño que vimos ayer? Era totalmente tonto ni si quiera podía hablar como la gente decente- dijo Sebastián.
- No creo que tu comentario sea muy inteligente- dijo Piliph- ¿no recuerdas que la madre de nuestro amigo era muggle?
- ¿Qué?.. haa lo siento Harry no me acordaba, además tu madre no era una muggle entera, ella era un bruja.
- Está bien... no hay problema... hay algo que no les he dicho sobre ella y ya que es posible que no los vea hoy se los diré- Harry miró la puerta instintivamente.
- ¿Qué pasa?- dijo Piliph.
- Encontré... ayer que iba por la ropa muggle... para ya saben que... pues subí al ático... por que estaba allá... y cuando iba a salir...- a Harry, por alguna razón, le costaba habar.
- ya suéltalo- dijo Sebastián impacientemente.
- Ah … si,- Harry se sentía tonto jamás le había costado habar de su madre- encontré el baúl escolar de mi madre...
- Oh.
- Es solo... q...que estaba abierto, entonces...e…estaba ahí y
- Pero ¿cómo lo reconociste?- dijo Sebastián mas serio.
- Es que estaba completamente a..abierto y yo no sa…sabía y…y...
- No tienes por qué darnos explicaciones- dijo Piliph- era algo que iba a pasar tarde o temprano, a demás creo que ya es tiempo de que sepas algo de ella ¿no?- Harry se quedó callado.
- Piliph otra vez tiene razón Harry haz pasado mucho sin saber casi nada de tu madre, a lo mejor es tiempo de que hables con tu padre sobre eso
- No se- dijo Harry mirando hacia abajo- creo que puede ser doloroso para él, y no quiero que se ponga mal por mi culpa.
- Claro que podría serlo- dijo Piliph- aún así creo que es un poco injusto que no sepas nada todavía.
- ¿Pueden hacerme un favor los dos?
- Si, claro- dijo Sebastián.
- Aún no se si se lo voy a preguntar a mi padre, pero mientras tanto ¿podrían preguntar a sus madres ¿cómo era ella?
- Como quieras- dijo Piliph mirándolo intensamente a los ojos.
- Lo que pasa es que me di cuenta de que casi no sé nada de ella y creo que sus madres la conocían.
- Ya me voy mi madre me habla, supongo que querrán que haga algo- Piliph miró a Harry- haré todo lo que pueda Harry. Adiós.
- Gracias.
- No hay problema Harry, lo haremos- Sebastián – mis padres están aquí, debo irme también, trataré de preguntar todo lo que pueda.
- Adiós.
- ¡Sebastián¿Puedes venir un momento?- Isabela subía a su cuarto. Sebastián guardó el espejo en su bolsa justo antes de que su madre abriera la puerta
- ¿Qué pasa madre?
- Ven abajo un momento, tu padre y yo queremos hablar contigo un minuto.
- Está bien ya voy- bajó junto con su madre a la sala dónde estaba su padre.
- Siéntate- le dijo.
- ¿Qué pasa- dijo viendo que su madre sonreía - ¿madre?
- Tenemos que decirte... que- dijo Isabela con una sonrisa- que vas a tener un hermanito.
- ¿Qué?
- Que vas a tener un hermano - dijo Sirius- un hermanito, tu madre está embarazada.
- Pero ¿cómo pasó eso?
- Ammm... no es un buen momento para discutir como se hizo, ni tienes la edad, pero lo que importa es que vas a tener un hermanito, al cual vas a cuidar - dijo Isabela - ¿no te emocionas?
- Si... es decir es muy bueno, creo, pero ¿por qué no me lo habían dicho?
- Lo que pasa es que fue algo inesperado- dijo Isabela sonriendo y mirando a Sirius - ¿estás bien?
- Si, ammm ... eso creo- dijo frunciendo el ceño- ¿puedo irme ya?
- Si cariño - dijo Isabela algo preocupada - puedes irte - Sebastián se levantó y subió las escaleras.
- ¿Sirius?
- Déjalo por hoy - dijo abrazándola - necesita pensarlo, en la noche hablo con él, te lo prometo - dijo besándola en la frente – ahora, tengo que ir a trabajar,
- ¿Eso es?- le dijo molesta- ¿te importa mas el trabajo que tu hijo?
- No - dijo suspirando - no es eso...
-¿Entonces que es, dime por que en realidad no lo logro entender que puede ser mas importante que tu hijo.
- Nada es más importante que mis dos hijos - le dijo mirándola a los ojos - lo que pasa es que es como... algo parecido a mí, es por eso que te digo que esperes hasta la noche que hable con él.
- Está bien... creo que lo entiendo, es solo que no me gusta su actitud.
- Lo va a entender, te lo aseguro.
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Francis estaba acostada en el sillón de la sala, ya era tarde y comenzaba a oscurecer, y se había quedado dormida, pero un fuerte viento hizo que se despertara casi por instinto.
- Ay no, que no sea lo que estoy pensando- dijo mirándo por la ventana- no, no,- sacó su varita y encendió todas las velas que estaban en la sala- Piliph, Roxan¡bajen en este instante!- alguien llamó a la puerta, Francis abrió la puerta, una mujer anciana con una túnica, morada con adornos dorados y un sombrero grande, tenía el porte muy elegante.
- Hola a…abuela- Francis estaba muy sorprendida.
- Tus floges estaban muy descuidadas queguida nieta- dijo tomándola por las mejillas- me da gusto vegte, ya las he agrleglado, no te pgeocupes, tu abuela está aquí paga ayudagte.
- Me da mucho gusto abuela, pero me hubiera preparado mejor para tu llegada si hubieras avisado que venías.
- Oh,- dijo haciendo un ademán para restarle importancia- estoy seguga de que habgas sentido mi pgesencia hace como dos días atgas.
- Si... pero...
- No seas mal educada niña, no cgeo que te hallas descuidado en tu casa ahoga que tienes la tuya pgopia, aunque halla sido con ese mal nacido de Gemus, no se pog que te casaste con el... es igual a tu padge...
- Exactamente es igual como él por eso es que me casé con él y si no te molesta abuela, desearía que dejaras a mi esposo en paz.
- Está bien quegida, pego miga haz cometido un eggog.
- ¿Error?
- Si miga este cuadgo no va aquí.
- ¿Por qué?
- Pog que no tiene suficiente luz- dijo haciendo que una lámpara flotara hasta el cuadro- mucho mejog - pasó los ojos por los muebles- mmm... veo que sigues con tus gustos por los muebles gústicos, pego quegida sabes que una casa es mejog un poco sucia, los niños no toman los suficientes anticuegpos si la casa está tan limpia, cgeo que eso puede seg un pgoblema .
- No siempre es así abuela, lo que pasó...- Francis se ponía nerviosa cada vez que le hablaba a su abuela por que ella le hacía sentir que hacía algo malo siempre.
- Si ya me lo imagino..- dijo con una sonrisa- oh pequeña te pusiste negviosa pog mi visita, pego no hay pog que temeg ya yo estoy aquí paga ayudagte.
- ¿Temer?- dijo entre dientes.
- ¿Dijiste algo quegida?-
- No... no nada.
- Y bien mi nieta no me pgesentagá a mis bisnietos? Tengo muchas ganas de conoseg a nuestga hegedega al podeg de los Démeter.
- Abuela ese tal poder... sabes que no existe.
- Lo hemos espegado hace mucho tiempo niña, podgía seg que esta hegmosa pgincesa podgía seg la hegedega.
- Tengo dos hijos abuela.
- Eso es bueno niña- dijo sin darle importancia- bien ¿y mi bisnieta?
- Mis hijos- dijo dándole énfasis a la palabra- están en sus habitaciones.
- Bien, bien tgaela- Francis subió por ellos- esto va a ser muy interesante- dijo entre dientes- Roxan sal ven con migo, Piliph?- dijo tocando la puerta.
- ¿Qué pasa?- dijo tallándose los ojos.
- Tenemos visitas hijo.
- Adivino- dijo suspicazmente- ¿presentimiento?
- Si.
- ¿Quién es madre?- dijo Roxan.
- Es la abuela y Piliph no le hagas caso de lo que diga ¿entiendes hijo?
- Si madre entiendo.
- Te amo hijo y no quiero que te afecte ¿entendido?
- Wow.. En serio es tan mala?
- No es mala hijo- dijo Francis mirando hacia arriba los ojos- es solo muy... Francesa- Roxan y Piliph se rieron.
FIN DEL CAPITULO
